GARAÑÓN Y MOSHACO
el erotismo y cuyas pobre aquel infausto que
Dos caras de una
misma moneda
Lic. Mg. Marlo N. Ortiz Campos.
E añejo el vino mayor fruición
l lenguaje de la selva
es peculiar y
sincrético. Las diversas
culturas que habitaron y las
nuevas etnias que se
incorporan, día a día,
vienen enriqueciendo
nuestra glosa selvática. El
intimismo contagiante de su
gente hace que el léxico
transfigure y se economice
en vocablos festivos. Un
claro ejemplo de ello lo
podemos encontrar en las
palabras garañón y aventurero en todo sentido
moshaco.
Se dice que un sujeto es
garañón, cuando dentro de
sus potencialidades yergue
acciones están orientadas a deja de regar su hermoso
encandilar a las féminas de jardín pronto la flor puede
todo porte, para él no hay verse cautiva por los
flacas ni gordas; ni chatas ni encantos de un noble señor.
altas; ni feas ni bonitas. Es
Una vez cortada del
un cazador connatural,
pedúnculo no hay marcha
desflorador por
atrás, ha sido arrancada del
preeminencia. No hay edad
yugo servil y entregada a la
que lo limite en cada
locura sin vacilación alguna.
conquista. Cuando más
Ambos personajes son
genera. eternos andantes
selváticos, mentados en
En contramano está el
cada garla, cuidado con
moshaco, picaflor de las
aquel que los ignore,
más dulces rosas. Hombre
clemencia total para el que
de la más alta estirpe. Logra
se los tope.
despertar en cada conquista
la entelequia del amor. Su
objetivo no es más que la
cosecha de una presea ya
cautiva. El la luce, se
pavonea sin contemplación
alguna provocando en los
hafices el asombro. Es un
de la palabra. Cada gesta es
sometida a una rigurosa
evaluación cuanto más
cuidada la flor mayor
delectación genera en este,