Está en la página 1de 2

INSTITUTO DEL PROFESORADO DE ARTE

PERSPECTIVA FILOSÓFICO PEDAGÓGICO DIDÁCTICA 3ª AÑO


PROF. VERÓNICA PELLEGRINI
ALUMNA: PAOLA DI SANTO

Trabajo Práctico:
Frente al rol cuestionado del docente, la crisis en las escuelas y las nuevas revoluciones
sociales realizar un análisis que debería responder a la pregunta sobre cómo debe ser un
docente actual.
Bibliografía:
“Particularidades del oficio de enseñar” – E. Tenti Fanfani
“¿Qué es una buena escuela? – Dussel y Southwell
“La antropóloga que incomoda” Rita Segato en la UNSAM – Revista Anfibia.

Al leer la bibliografía he encontrado varios puntos en común, conceptos, palabras, frases que
relacionan al movimiento feminista con la escuela y los docentes.

Lo primero que salta a la vista es la importancia de educación para el cambio de paradigma.


Tenti Fanfani expresa que “los que prestan servicios personales en condiciones de copresencia
deben dar muestras ciertas de que asumen una especie de compromiso ético con los otros,
que les interesa su bienestar y su felicidad” (lo que, a mi entender, implica aceptar la
diversidad en cualquier aspecto). Los educadores deben “invertir en el trabajo de su
personalidad, emociones, sentimientos y pasiones” (y yo agrego creencias arraigadas,
prejuicios, etc.). Ese trabajo personal, inevitablemente, se reflejará en sus clases, en sus
mensajes inconscientes, en su actitud, su forma de dirigirse al alumnado y, finalmente, será
ejemplo para ellos. No considero que este cambio de paradigma dependa solo de los docentes,
pero son un factor importante.

El punitivismo es otro concepto relacionado. Lamentablemente el castigo es algo que sucede


en todos los ámbitos, la familia, la pareja, el trabajo, etc. Rita Segato se pregunta, hablando
sobre los escraches y linchamientos, si con el castigo se puede modificar la forma en que las
personas se comportan. En la escuela es un mecanismo que continúa funcionando. Se castiga
con la calificación, con la evaluación, con la suspensión. La profesionalización docente y el
replantearse la tarea es un paso importante para que esto cambie.

La deconstrucción y el replantearse qué creemos y si lo que creemos sigue siendo válido, sigue
siendo útil, es verdadero o no, si las palabras que usamos expresan lo que realmente
queremos decir, etc. es, para mí, el primer paso. Por eso me pareció importante el recalcar la
importancia del trabajo personal del docente. No creo que pueda enseñarse algo que no se
vive, que no se comprende, que no se cree. Si la escuela, como decía más arriba, es hija del
patriarcado y últimamente está altamente determinada por el neoliberalismo, la productividad
y el mercado deberán caer esos fundamentos para que pueda renacer. Estamos en un proceso
y las semillas tardarán en germinar lo que deban tardar.

Encuentro semejanzas con la búsqueda de las nuevas masculinidades cuando Tenti Fanfani
habla del “problema de identidad” que padecen los docentes al encontrarse ante dos modelos
contradictorios que conviven dentro del aula y propone una nueva identidad docente que
combine la profesión, la vocación y la politización. El artículo de Dussel y Southwell plantea la
misma problemática, se pregunta si la escuela es una Institución-cascarón, un centro social o
un lugar de aprendizaje (o todo a la vez) y propone plantearse cómo sería una buena escuela.
La escuela es una institución fruto del patriarcado y aún tiene muchas de sus características,
valores, ideales y fundamentos y, por lo tanto, se encuentra también en crisis. Si bien muchas
cuestiones han cambiado, el trasfondo es el mismo y es necesario terminar de romper con las
viejas estructuras y crear algo nuevo. Y la sensación es que en este momento estamos en esa
búsqueda y el no saber hacia dónde nos dirigimos genera también incertidumbre y dudas. Creo
que es solo cuestión de tiempo.

También podría gustarte