Autoregistro 5to encuentro: Lautaro Amore

A este taller se presentaron Rodrigo, Cutac, Dylan y dos chicos nuevos, Juan Pablo
y Tiziano. Al comenzar propusimos tres actividades: la escritura de un guion teatral
inspirado en los relatos que les talleristas venían escribiendo conmigo, la escritura de un
relato relacionado con los dibujos que se habían hecho en el encuentro anterior y con
comics que trajo Aldana y, por último, trabajar carta o poesía con Emanuel.

Rápidamente Dylan y juan pablo se interesaron en poesía y se pusieron a trabajar

con Emanuel, Cutac recibió de buena gana la propuesta de los comics y Rodrigo dijo que
quería continuar sus relatos sin prestar demasiada atención a la propuesta del guion.
Asiqué le propuse que podríamos incluir algún dialogo en el próximo relato y accedió.
Esta vez él escribió el relato casi en su totalidad. Este relato continuaba el cuento anterior
en donde una princesa poseída mutaba en un monstruo con propiedades mágicas de
convertir a la gente en animales.

En el cuento de este encuentro Rodrigo se incluyó a sí mismo como protagonista

de la historia, un muchacho que curaría a la princesa de su devenir bestial. En el relato
Rodrigo interactuaba con el viejo sabio Emanuel que le daba un botón de oro con el que
podía ver todo lo oculto a los ojos humanos, la verdadera esencia de las cosas. Así recorría
el bosque cruzándose con criaturas fantásticas y otras percepciones de la naturaleza como
un ser mucho más vivo del que estamos acostumbrados a admitir. Luego se encontraba
con un duende al que debía robarle una pócima para después volver al castillo y curar a
la princesa.

El relato llevo mucho más tiempo ya que Rodrigo escribe más lento que yo, pero,
por otro lado, estuvo mucho más concentrado en la escritura y supo resolver y continuar
los conflictos que se iban planteando, sin demasiada ayuda de mi parte, salvo que me
preguntara como seguir. En ese caso le presentaba distintos escenarios y situaciones
posibles y el escogía la que más le gustaba. La princesa rabiosa fue encarnada por Aldana,
todo esto le resultó muy cómico y creo que le dio una consciencia interesante de los juegos
posibles en la ficción, en donde las acciones se hacen y se deshacen, en donde se puede
ir para adelante y atrás en el tiempo y en el espacio, y en todas las direcciones, y en donde
se hace explícito que no todo es lo que parece.

Luego me pidió que lo leyera en voz alta para los compañeros. Ellos lo escucharon
y parecieron divertirse. Luego Juan pablo pidió que leyeran su poema. Aldana recitó el
poema para todos y tuvo buen resultado. Al parecer los primeros versos eran de Neruda,
pero luego juan pablo incluyo metáforas propias y el poema fluyo en bloque. Hasta Cutac,
que se había mostrado callado y taciturno, sonreía. En ese momento los guardias
anunciaron el final del taller, y cuando los chicos se estaban yendo, Dylan nos pidió que
leyéramos lo que había escrito en su cuadernito.