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Se Vende Mama PDF
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.. No speréa que Nora contestara: orri hasta Ja cocina y le dijea mi madre que el padre de Nora estaba de viaje, que mi amiga estaba en gasa con una actriz de teleseries queno le diri- gia la palabra y que no tenia nada en la nevera para cenat,y le pregunté si podia invitarla a co- ‘mer pizza de cuatro quesos. Claro, hijo. Dile que venga -respondié mi thadre, mientras le lanzaba una mirada enig- mitica ami padre. 38 Corti a leer la respuesta de mi amiga, que era exactamente la que habia imaginado: «Genial! En media hora estoy ahi», ‘Nora tiene una suerte inmensa. No tiene que pedirle permiso a nadie para hacer las cosas, porque su padre casi nunca esté en casa. Puede quedarse despierta hasta tarde, comer lo que quicra incluso chuches y ganchitos y cortezas) yy salir siempre que le apetece. Ademas,su padre Jeda una paga cuatro veces mayor que la mia. ¥ tiene teléfono movil. Y yo aqui,en la edad de piedra.Para hacer tiempo mientras esperaba a mi amiga, decidi mirar mi correo electrénico. jE] coraz6n me dio un tumbo cuando descubri un mensaje en la bandeja de entrada! Lo enviaba alguien amado Sombra Negra, y se titulaba . Puff. Creo que sobran los co- mentarios, ZNadie piensa inventar un robot que haga los deberes? <4 3. «Son las nueve y media, a la cama todo el mundo». Lo que me fastidia es que, en mi casa, «todo el mundo» soy yo, porque mis padres se quedan viendola tele yel garbanzo nunca sale de su cuna, de modo que es dificil que pueda volver ella. , 4, «En diez minutos quiero ver Ia habitacién recogida>. Tengo una duda: zhay algéin experimentose- rrio que demuestre que en diez mi- nitos es posible recoger una habita- cin? Yo todavia no lo he conseguido, ‘eso que llevo varios afios intenténdolo. 72 5, «Sinote comes la verdura,no frecerés». A veces mamé piensa que soy tonto, Alejandro, el del otro grupo, nunca secome la ensalada ni las judias verdes y es el mésaltode laclase.Las co- sas verdes que se comen deberian estar prohibidas. Elverdees el color mas horrible que existe. ‘Las amenazas falsas ‘de los padres ‘son de color verde. 6. =Nunea compra congelados. —/Hucle bien? Si — Habla mucho 0 poco? —Bastante. = (Grita? —Cuando se quema en la cocina. —e lava los dientes? —Doce veces al dia, por lo menos. — {Te deja ira fiestas de cumpleaiios? i. ={¥ ella es de las que van o de las que se quedan en casa? Solo va si son en domingo. Y asi continuamos un buen rato. No sé cuantas preguntas me hicieron, pero fueron tantas que igual me equivoqué en alguna res- puesta, por culpa de la concentracién. Una sola ‘vez intenté acabar con aquello preguntando si faltaba mucho, pero las dos contestaron al mismo tiempo: ~Ya estamos terminando, tranquilo. 101Un buen rato més tarde, se miraron, estu- diaron sus respectivos papeles, hicicron una ¢s- pecie de evaluacién rapida y una de ellas dijo: Nos interesa tu madre. Por cierto, cémo se llama? —Mariluz, ~¢Mariluz? Nosotras la llamariamos Guo Meng Kuan, gte importa? No, no -me apresuré a decir-, aunque es tun poco raro. Como se llama la vuestra? -Nuestra madre se Hama Tan Kun Lang. Significa «Brillo de la Tierra>. Igual prefieres lamarla Brillo, ~{Brillo? Eso también es un poco raro. Sefiora Brillo... -musité. Doblaron sus hojas de papel, plegaron los brazos, me miraron muy serias (como habian estado todo el rato) y Wang (o Ling) dijo: ~Ahora te toca a ti. Pregunta lo que quieras de nuestra madre y de nuestra tia. Estaba tan cansado de preguntas y respues- tas, que no se me ocurria gran cosa. Tenia la mente en blanco. jMenuda novedad! ~ (Son guapas? Una de ellas sac6 una carpeta de la mochila y me la entreg6. La abri, intrigado. Eran fotos. En todas se veia a dos sefioras chinas, siem- pre sonrientes y siempre agarradas del brazo. ‘También eran idénticas y también iban vesti- das igual. ~{Cémo las distinguis? ~pregunté, =No lo hacemos. Pero se parecen tanto que no hace falta. ~Es como tener dos madres ~dijo la otra. -No sé si me gustaria tener dos madres... ~susurré, ~Eso es porque vives con tu madre. Pero la sefiora Brillo vive en China, y nuestra tia tam- bién. No importa si son dos 0 doce; igualmente, no las verss. 103= {¥ si se me cae un botén? ~pregunté. ‘Me miraron, muy intrigadas, como si no su- pieran de qué les estaba hablando. =¥o no sé coser. ;Qué hago si necesito que mi madre,o la vuestra, me cosa un botén? Por un momento, parecieron desconcerta- das, Luego, una de ellas levanté un dedo, como si acabara de tener tna idea brillante. ~jSe lo mandas a China! ~dijo, La verdad es que era una posibilidad. Igual debia hablarlo con mi padre,a ver qué opinaba de mis negocios. Al garbanzo daba lo mismo preguntarle 0 no, porque de todas formas no sabia hablar. Lo pensaré esta noche y ma- algo les dije, como hacen los hombres de negocios.Se marcharon muy juntas, agarradas del brazo, No parecian contentas, pero tampoco enfadadas. Mientras regresaba a la libreria y buscaba algo convincente que explicarle a mi madre,no dejaba de pensar en que por fin iba a ser como Nora. Iba a poder hacer lo que me diera la gana. En ese momento fui a subirme los pantalo- nes y me di cuenta de que se me habia cafdo un botén. Uno muy importante. El que sujera los pantalones ' en su sitio, nada menos. 106 10 Risas nerviosas y alguna sorpresa Mewreas mi madre me cosia el botén, es- cribi una carta en sucio para la sefiora Brillo. No tenia su correo electrénico, pero pensé que 4 ibaa ser au hijo en la distancia estaria bien Leoerumbrarme a escribisle 107Estimada sefiore Brille: Soy sv nveve hija. Me Hlamo Oscar, sere pert: Le ence qve quiere 1 ea diga lo qve verge 40" 2 eee ae pelievias tengorgve vet are nd oblige a hecerlos deberes a er tee Sizer el ordenador Pre erie comer verdete, Todo J end be endo meee Fabs usted coser botones. Saludos Idsear 108 ‘mas © menas [o mismo. Busqué a Nora en el canal de conversacién automética, pero no la encontré. La llamé por teléfono, pero tenia el movil desconectado. Comencé a preocuparme de verdad. En ese momento, me Ilam6 mamé para ce- nar, En el plato habia patatas hervidas con acel- gasy una tortilla francesa. =No quiero cenar esto -dije-. Quiero un bocadillo. Mi madre (que igual muy pronto iba a dejar de serlo) me miré de arriba abajo. Tenia al gar- banzo en brazos. Pap4 atin no habia llegado de trabajar. ~;C6mo dices? ~pregunté, atonita. —Lo quiero de salchicha,con doble de queso y mucho ketchup, en un pan de esos blandos {que venden en el supermercado, Ah, y una na- ranjada. jY me lo quiero preparar yo solo, sin que me ayudes! jY comérmelo en el sof’, viendo latele!Entonces a mi madre le ocurrié algo muy aro: se eché a reir. Muy fuerte, como nunca la habia ofdo reir. Comenz6 por soltar una carca- jada de esas tan sonoras como una explosién Pero luego siguié otra, y otra mas. De pronto, I falt6 el aire y tuvo que sentarse. El garbanzo es taba encima de ella y no sabia adénde mirar.Co menz6 a llorar, porque el pobre es tan pequetic que afin no sabe que refrse no es malo, aunque saga tanto ruido, Mi madre se dio cuenta y co- ‘menzé6 a reir mas adn. Era como si le hubiera dado un ataque. Rié y rié y ri6, Tanto, que tenia los ojos Ienos de lagrimas. Tavo que sacar un paftuelo y sonarse las narices. Y aquello Je dio ain més ganas de carcajearse. Supa por fin consiguié pronunciar +Si, hijo, si. Ha quedado clarisimo. Adelante, prepérate la cena, 110 Y se fue al salén a darle el pecho al gar- banzo. Fue todo tan raro que ni siquiera me dio tiempo a hablarle de Wang y Ling ni a pregun- tarle qué le parecerfa si ellas Fueran sus nuevas haijas gemelas,~Tenemos una sorpresa para ti -dijo mi ma- dre, muy misteriosa, en cuanto lego papa. Parecian nerviosos. Por tun momento, senti ppanico: mas o menos,aquella era la cara que te- nian el dia en que me comunicaron que ibaa tener un hermanito, De pronto, temi que fueran a anunciarme una invasién de garbanzos.Pero no, Pre- firieron hacerse los misteriosos un buen rato més: -Novasa + tener que es- perar mucho, Debe de estar al llegar. [Alas diez, menos cuarto, soné el timbre del telefoni- lo, Era muy raro que no me hubieran mandado a la cama to- davia. Realmente, lo que estaba pasando debia de ser muy importante. Esperamos junto als entrada como un ¢jército en formacién, Cuando llamaron a la puerta, mi padre corri6 a abrir. Era Nora, acompafiada de una sefiora a 112 Ja que no habia visto nunca. Enseguida me di cuenta de que mi amiga traia una maleta y una especie de carcel de plistico donde viajaba su gaa. Se va a quedar con nosotros una tempora~ dita -anuncié mi madre sonriendo-. ;Estis contento? ‘Tuve una especie de colapso neuronal. No sa- bia qué pensar ni qué decir. Ademis, no enten- dia nada, Me sentia como debe de sentirse el gar- banzo cuando nos mira hacer cualquier cosa. No locentendi hasta que me lo explicé Nora, despacito, un rato después. 113Se Ilama acogida. Voy a estar con vosotros hasta que mi padre deje de viajar tanto y pueda hacerse cargo de mi. Lo han arreglado los psi- célogos del colegio y otros a quienes no cono- ia, pero fue tu madre quien se ofrecié. Senti algo que no habia sentido nunca. Me senti orgulloso de mi madre. Fue un poco desa- gradable, supongo que por falta de costumbre. Nora se instalé en el cuarto de la plancha, que desde ese dia comenz6 a ser la habitacién itados. Mama dijo que de momento se so en el sofat-cama, y papa dijo que esa 114 misma semana comprarian un dormitorio co- ‘mo Dios manda, Otra vez:me cost mucho tra- bajo dormirme, porque imaginar que Nora es- taba alli, justo tras la pared de mi cuarto, me hacia sentir unas cosquillas rarisimas en el es- témago. Creo que era la emocién. -Mafiana desharemos la maleta -dijo mi madre-. De momento, saca a ese pobre bicho de su caja y dale algo de cenar. Mafana sera otro dia.«Mafiana sera otro dia» es otra de esas frases quea mi madre le gusta repetir, aunque en fea- lidad sea una tonteria tan grande que merece- ria aparecer en el concurso del padre de Nora. Cualquier dia empezaré otra lista titulada Frases absurdas que pronuncia mi madre, pero es- peraré una temporadita. 116 Li gata de Nora oe adapté muy bien asu nueva casa yasu nueva familia. Nada mas legar,se res- treg6 un poco contra las piernas de mi padre,dur- ‘mi6 una siesta corta sobre el regazo de mi madre y observé mucho rato al garbanzo, como pre- sguntndose si era mejor comérselo o ignoratlo. Finalmente, opt6 por lo segundo. Le pusimos ‘una manta en la habitacién de Nora, para que durmiera cerca de su duefia y no extrafiara nada. Pero a los gatos les cuesta quedarse quietos en un mismo lugar y nunca duermen por las noches, de modo que la gata de Nora decidié sa- lir de excursién y acabé en mi cuarto. Y como yo tampoco podia dormir y no hacia mas que preguntarme cuiindo acabarian las cosquillas del estémago, me di cuenta de que tenia algo ast como un calor extrafio junto a mis pies. 47Me encantan los animales. Encendi la luz de la mesilla y le indiqué a la gata que se echara a mi lado, un poco mas arriba. El ani rato ciandola, Creo que yo también ronroneé un poco, de la alegria de tenerla alli. Entonces i cuenta de que levaba un collar. Uno 0, un poco gastado. Quedaba tan escon- dido entre su pelo, que hasta ese momento no lo habia visto. Me fijé bien. Tenia una placa, una especie de medall6n. Y en el me- dallén habia una inscripcién: Baraka Si mis pensamientos hubieran sonado como una maquina, aquella noche no hubiera d dormir a nadiePor la mafiana se lo pregunté a Nora. = {Qué significa Baraka? Es «suerte», en algiin idioma raro ~dijo. ~Tu gata lleva una placa con ese nombre. =Creo que mi madre la Llamaba asi Por eso yo prefiero llamarla de otra forma, ‘Nos miramos sin pronunciar palabra. Creo que los dos comprendimos muchas cosas. Nora pparecia un poco incémoda. La conozco muy bien: creo que estaba pensando lo mismo que yo. Se encogié de hombros, bajé la mirada y no + nada mas. 120 Aquella tarde,al volver del colegio, a ayudé a deshacer su equipaje. Fuimos colocando Ja ropa en los estantes del armario. Yo se la daba y ella la doblaba, porque se le da mucho mejor. ‘Ya casi habiamos terminado cuando, de un bolsillo lateral de la maleta, cayé una fotogra- fia. La recogi del suelo y me quedé como con- gelado del asombro. Era un chico pelirrojo, alto y pecoso, Le reconoci enseguida, sin nece- sidad de mirarle mucho. Era Sombra Negra. Fue la pista definitiva, la que necesitaba para acabar de atar todos los cabos. Igual deberiamos hablar le dije a Nora. Igual si. Y hablamos. De hecho, de pronto vi claras muchas cosas. De algan modo, ya las habia visto an- tes de que ella me las dijera. Pero fue estupendo que me lo contara todo, sin olvidar ni un detalle. 121~El chico pelirrojo es un primo segundo mio dijo Nora-. Le pedi que se hiciera pasar por Sombra Negra,y él se lo tomé muy en serio, por- que quiere ser actor. ~Y Baraka también cras ti, claro... Como tu gata. Bajé los ojos, un poco avergonzada, y dijo que sicon la cabeza antes de afiadir: Tenia Ja gata sentada en mi regazo, y fue Jo primero que se me ocurrié cuando contesté al anuncio. 122 ~{¥ Jas hermanas Wang y Ling ~jDe esas no sé nada! De hecho, si me lo hu- bieras consultado,no te habria dejado ir sin mi. jLas habria mantenido a rayal Nora y yo nunca nos enfadamos. Es nuestra norma: mejor comprenderse que pelearse. Aun- que.a yeces no es facil, y requiere un poco de es- fucrzo, ~Me parecfa tan estupendo tener una madre que te prepare la merienda, te cuente cuentos y te dé un beso de buenas noches antes de dor- mir. -susurr6. ‘Yo todavia pensaba en algo que decirle, cuan- do Nora hablo otra vez. Esta vez para decir: 123Me alegro mucho de que hayas fracasado en el mundo de los negocios, Oscar. Ahora si supe qué contestarle. Me salié sin pensar: -Y yo me alegro mucho de que estés aqui. Un dia después de la llegada de Nora, volvi aentrar en la pagina de anuncios por internet. No lo habia hecho desde aquel sabado en que me converti en un hombre de negocios. Busqué entre los anuncios de mi zona y de mi grupo de edad hasta que encontré el mio, el que no ha- bria podido redactar sin la ayuda (y el interés) demi amiga Nora. Lo lei de nuevo: vende mamé de 38 as, pelo sqvonenaes gee (pero tampoco bata), fos marron bastante guapa. Le salen muy i asa, la pizza de cuatro quesos ' fe sobresace. Le gusta 1 Ss poreues de atracsones. AEs muy carosa y tee la Voz Spradabe,corece un montén Be ents Cos nce eat. Me parecié muy raro,como si no lo hubiera escrito yo. Sin dudarlo un segundo, apreté la te- cla , Dos veces. Enseguida aparecié un texto: Enhorabuena. Tu anuncio «Se vende mama» acaba de borrarse con éaito de la pina «Vender Y comprar cualquier cosa, illo no». iEsperamos, ue nos visites de nuevo muy pronto! 124 125Antes de salir para siempre de aquella pagina, decidi curiosear un poco. Entré en la seccion de teléfonos, de patinetes con motor y de consolas. ‘También visité la de mascotas. Ya me iba cuando viel apartado de «Otros», Pulsé la tecla. Solo habia un anuncio. Lo habia puesto al- guien llamado «Mamadrilo». Jamas habia oido ese nombre, pero me dio la impresién de que me resultaba familiar. Decidi pulsar en la op- cién «Leer este anuncio». De pronto, se abrié una nueva ventana y me encontré cara a cara ‘con mi foto. jNo me lo podia creer! Era una foto mia ho- rrible: la de cuando terminé primero. Estaba feo y parecia mis pequefio y mas serio de lo ue soy en realidad, Pero lo peor no era la foto, sino lo que lef después. Un anuncio en el que se decia: SSe vende hijo de 8 aitos y medio, muy guapo, inteigente (pero un poco vago), algo protestén, siempre enfurrufiado, que casi no ayuda en casa Yoda la lectura con todas sus fuerzas, || Su plato favorito es la piza de cuatro quesas 17 N0 le gusta nada acostarse temprano,Me podria haber sentado mal, pero ocurri6 todo lo contrario. Sonrei. {Mi madre me habia descrito a Ia perfec- ciént jNi siquiera se habia olvidado lo de acos- tarse temprano, y eso que yo pensaba que no se habia dado cuenta! 128 De pronto, vi las cosas de otra manera. Pensé que nadie es perfecto, ni siquiera las madres, ni siquicra las mejores amigas. Y que querer a una persona significa saber ver en ella lo que tiene deespecial. Creo que ese dia comencé a hacerme un po- quito mayor. 29TE CUENTO QUE A CARE SANTOS... «le encanta cocinar, viajar, escribir cuentos y contar historias. Es una persona divertida, carifosa y una gran conversadora, Pero lo cierto es que, cuando les dice o sus tres hijos que se vayan pronto a la cama, ‘se coman toda la verdura 0 se laven detrds de las ore- Jjas, ellos piensan que no es ni tan divertida ni tan ‘buena cocinera. ¥ ni se les pasa por la cabeza que es tuna de las mejores escritoras de literatura infantil ¥y juvenil que tenemos en Espana; simplemente, es una mamé tan rollo como todas las demds. Aunque seguro que la quieren igual. Care Santos nacié en Matar6 (1970). Ha publicado mas de cuarenta libros, tanto para nifios y jévenes como para adultos, y ha recibido varios premios, entre ellos, EL Barco de Vapor 2009 por Se vende mamd.Peo scar no Es Et Unico PERSONAIE DE EL BARCO DE VAPOR QUE ESTA HARTO DE SU MADRE, ‘ALLENA, LA PROTAGONISTA DE ‘ xg EL SECRETO DE LENA, le pasa exactamente igual. Bueno, en rea- lidad, lo que a Lene le molest es que sus padres la contadigan. Por exo va aver aun hada, para au le dé una solucon, = {AL SECRETO DE LENA Michel Ende EL BARCO OE VAPOR, SERIE AZUL, * 113 ‘SL TE GUSTAN LOS LIBROS COMO ESTE, NARRADOS CON MUCHO SENTIDO DEL HUMOR, NO TE PUEDES PERDER EL DEDO QUE NO ERA UN FINGER. Acompanards 2 Spike en su primer viaje aInglatera, donde des- cubrira que un dedo no siempre es un Finger, qué es «a veggie sauge>y, lo ‘que es peor, que la mafia rusa est detris de todo lo que le acute. in FL DEDO QUE WO ERA UN FINGER Paloma Borders Tus BaoKs QUIERES LEER M é SI TE HA SORPRENDIDO TODO LO QUE PUEDE PA- SAR CUANDO UN NINO DECIDE VENDER A SU MAMA, NO TE PUEDES IMAGINAR LO QUE LE OCURRIRA A MAYA CUANDO PONE EN VENTA A ASHRIT EN QUIERO VENDER A MI HERMANA. Y eso que solo queria contribuir de algin modo a la economta familar. ‘QUIERO VENDER A MI HERMANA rt Zor FL BARCO DE VAPOR, SERIE AZUL, > 118 LA LLEGADA DE UN NUEVO MIEMBRO A LA FAMI- LIA SIEMPRE TRAE COMPLICACIONES. ST NO, QUE SE LO DIGAN A LAURA, LA PROTAGONISTA DE {JORGE HABLA, que a las cuatro se- manas de nacer su hermano, deseubre que no e: un bebé cortente, aunque, de mo mento, debe guardar el secreto a |MORGE HABLA! Dik King Smith FL BARCO DF VAPOR, SERIE AZUL, N* 59