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Un niño nacido en un país pobre, donde hay una baja previsión social, termina por ver
afectado su sistema de salud, su desarrollo cognitivo y sus habilidades de aprendizaje;
luego entra a un colegio pobre y con en el tiempo, esta persona entra al mercado del
trabajo y se encuentra con una brecha de habilidades acumuladas, de alguien que
nació en situación de desventaja en relación a alguien que nació en situación de
ventaja. Sin embargo, en la medida que los países se vuelven ricos, esto cambia.
En países ricos, donde tienes saneamiento de agua de mejor calidad y mejor cobertura
de salud, las brechas en el desarrollo infantil -generadas por el origen social- se
acortan. Luego, aunque las brechas en salud sean menores, encuentras que en muchos
países todavía hay grandes brechas en la calidad de los colegios, y ese es el siguiente
nivel para reducir estas diferencias, hay que asegurarse de que la calidad de las
escuelas públicas se incremente. Toda esta implementación para incrementar la
calidad de los servicios públicos en educación requiere de una inversión que es muy
costosa. Una de las grandes razones por las cuales los países se vuelven ricos es que
esas brechas se reducen y empieza a haber más igualdad de oportunidades como
resultado de mayor calidad en la inversión de servicios públicos. Pero tienes que tener
los recursos públicos necesarios para hacerlo.
Entonces, ¿qué se puede hacer desde política pública para generar el cambio?
Ahora, cuando los países son un poco más ricos, donde estas brechas en salud y por lo
tanto en desarrollo infantil son más pequeñas, el siguiente paso es reducir las brechas
en la calidad de la provisión de educación primaria y secundaria. Entonces, hay que
asegurar que los niños cuando van al colegio, sobre todo aquellos que tienen un origen
social bajo, tengan un acceso a educación pública de calidad. Lamentablemente,
quizás nunca van a poder acceder al mismo nivel de calidad que tienen los colegios
privados “top”, pero al menos hay que asegurarse de que todo niño tenga acceso a un
nivel decente de educación. Ese es probablemente el segundo nivel que hay que
abordar en términos de política pública.
Cuando un país se va volviendo cada vez más rico, debería ir cerrando las brechas en
la educación primaria, luego en la secundaria, y después asegurarse de facilitar el
acceso a la educación universitaria, a través de becas para los estudiantes con un
origen familiar más bajo en términos socioeconómicos. Entonces, a medida que los
países se van volviendo más desarrollados, el tipo de política que tiene mayor sentido
va cambiando simultáneamente. En suma, cuando eres un país pobre tienes que
encargarte del desarrollo temprano de los niños. El siguiente paso es que quieres estar
seguro que la brecha de calidad en la educación escolar sea más pequeña. Luego,
tener becas para la educación superior, y ahí buscas las becas. Entonces dependerá
del contexto, de qué nivel estás en desarrollo del país.
En Chile se suele decir que los contactos o el capital social son importantes, y se
asocian con posiciones de privilegio. Pensando en eso, ¿cómo crees tú que tener
buenos contactos o redes podría asociarse con la movilidad social
intergeneracional?
Sí, por supuesto, los contactos tienen un rol sobre todo en el mercado del trabajo. En
un contexto donde los buenos trabajos son pocos, la gente que tiene buenos contactos
o redes pueden acceder a los puestos más deseados. Quizás una persona que tiene los
contactos adecuados no sea la más indicada para el trabajo, pero tiene los medios
para obtenerlo. En este sentido, un niño que está envuelto en una buena red de
contactos podría sacar ventaja en su vida profesional posterior, por ejemplo, si su tío
o su padre tiene un buen puesto en una empresa. Chile no es el único país del mundo
donde operan de esa manera las redes de contacto. Pero si en un contexto la oferta
de buenos trabajos está extendida, el sentimiento de desventaja que pueden generar
los contactos puede que sea menor. El problema ocurre especialmente cuando la
oferta de trabajos buenos es baja y la gente siente que tener una buena educación no
le permite salir adelante.
Y, ¿cuán problemático crees que puede llegar a ser esto? Por ejemplo, ¿cómo
podría llegar a afectar la desigualdad de oportunidades y la desconexión de la
gente con los niveles reales de movilidad social en la cohesión de una sociedad?
Cuando hay mucha gente joven que tiene la posibilidad de estudiar -lo que es positivo,
porque estos países han invertido en el acceso a una mejor educación-, pero al mismo
tiempo no hay buenos empleos para toda esa gente, y las redes sociales, los contactos
les permite solo a una pequeña porción de la gente alcanzar los pocos buenos empleos
disponibles, entonces eso genera tensión social, deja a muchos jóvenes descontentos.
En algún momento ellos ven que lo necesario para conseguir trabajo no tiene que ver
con las herramientas o el conocimiento sino con tener buenas redes o contactos, y eso
produce mucha frustración, resentimiento y rabia. Obviamente, no es difícil de
predecir e imaginar que eso va a general tensión social. Algunos académicos lo han
relacionado con violencia. Entonces, si no te haces cargo de mitigar la desigualdad de
oportunidades, es muy fácil que se generen las bases para la tensión social.
Para terminar, y sólo para resumir un poco lo que hemos estado hablando y pensar
en la relevancia de abordar estos temas, ¿por qué crees tú que es importante
estudiar la movilidad intergeneracional?
Bueno, todos los académicos que trabajamos en esto concordamos con que es
importante. Por un lado, estamos preocupados por los niveles de justicia social, dado
que, en general, hay muy poca movilidad social intergeneracional. Esto significa que
hay mucha desigualdad de oportunidades, lo cual es una fuente potencial de tensión
social. Pero también hay argumentos económicos sustantivos, de por qué debiésemos
preocuparnos al respecto. Es necesario generar las condiciones para que todos los
niveles alcancen su nivel potencial de desarrollo y contribuyan a la economía. Si no
inviertes los recursos para que los niños se desarrollen, más allá del origen familiar
que tenga, eso va a terminar afectando la economía. Pero para tener una idea cuán
alta o baja es la desigualdad de oportunidades, necesitas medirla y comparar.
Entonces, estudiarla y discutir la manera más adecuada de hacerlo es clave.
En general, pienso que los gobiernos tienen que asegurarse de proveer de los empleos
formales necesarios para sus ciudadanos y ver de qué manera la gente puede contribuir
a la economía. Entonces, todo radica en darle a la gente las oportunidades, los medios
para poder desarrollar su potencial.