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electrónicos
‘Cada vez lo sabemos con mayor certeza, y está comprobado científicamente: nuestra piel está
constantemente expuesta a la radiación solar. Es susceptible tanto a los rayos UVB, que con una
longitud de onda más corta penetran en la unión de la epidermis y la dermis, como a los rayos
UVA, cuyas longitudes de onda más largas penetran más profundamente. Sin embargo, hay un
nuevo tipo de contaminación a la que deberíamos comenzar a prestar atención. Se trata de la
contaminación electromagnética o electropolución, un agente ambiental invisible y luminoso que
los diversos aparatos electrónicos irradian y que producen el “envejecimiento digital”.
“En el rango de la luz visible hay una región de luz azul de frecuencia relativamente alta
llamada luz azul visible de alta energía (High-Energy Visible Light o HEV, por sus siglas
en inglés), que penetra toda la profundidad de la piel y la daña. La exposición a largo plazo
a la luz azul también produce respuestas fisiológicas similares a los daños causados por los
rayos UVB y UVA, y genera estrés oxidativo que, a su vez, conduce a la citotoxicidad en
las células cutáneas humanas”, explica la Dra. Lelia Nudelman, farmacéutica y directora de
Laboratorio Carthage.
Desconéctate
Para que tengas un panorama completo y tomes las medidas necesarias de cuidado de tu
piel, te damos un datito más. Pasar ocho horas diarias durante cuatro días frente a una
computadora es equivalente a 20 minutos expuestos al sol a mediodía sin filtro solar.
“Está confirmado que la luz que emiten los monitores de las computadoras y las pantallas
led, produce una radiación térmica que altera las células de la piel, entre ellos, los
melanocitos, que son los productores de las manchas. Para prevenir estos problemas,
recomiendo usar el protector solar indicado para cada tipo de piel y descansar de la pantalla
cinco minutos cada hora. Además es bueno consumir alimentos que contengan
antioxidantes”, sugiere la médica dermatóloga Dra. Laura Mijelshon, directora del Centro
Piel y Estética.
Una clave para disminuir los daños de la tecnología en el organismo es preservar los
lugares donde descansamos.
“Es importante mantener el teléfono móvil lejos de la cabeza y del cuerpo siempre que sea
posible, apartar con frecuencia los ojos de la pantalla de la computadora y no abusar de la
contracción de los párpados para evitar las arrugas antiestéticas alrededor de los ojos. En el
caso de los más chicos, tratar que utilicen pantallas digitales sólo cuando sea estrictamente
necesario. Realizar actividades al aire libre es muy útil para equilibrar”, indica Nudelman.