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Bolívar y Las Sociedades
Bolívar y Las Sociedades
Bolívar y Las Sociedades
Como ya fue señalado, las Sociedades Secretas se iniciaron en las orillas del Nilo, como una
necesidad a dar respuestas al culto y los misterios que adoctrinaba la religión del Antiguo Egipto,
donde no se tenía ni siquiera en mente la idea de la salvación de la propia alma, ni tampoco tenían
temores, mas que al mal y a sus posibles consecuencias. Ni siquiera la muerte era considerada
como algo temido, sino que era esperada con paciencia y gran seguridad para seguir el proceso
de la vida después de la muerte. Y su principal deseo no era buscar su propia salvación, sino
avanzar en la escala evolutiva para lograr el desarrollo espiritual. El faraón Akhenatón fue el gran
revolucionario de la teología egipcia, cuando estableció la religión más espléndida que ha conocido
la humanidad, en la que participaban todos por igual, desde el Faraón hasta el esclavo; cuyo
dogma consistía en la creencia y aceptación de tres principios religiosos: 1) el Monoteísmo que
era declarado al gran Iniciado; es decir, la existencia de un Dios al que llamó Atón = Dios Sol; 2)
El Castigo y recompensa en la otra vida después de la muerte; y 3) El Panteísmo como la religión
universal; palabra que deriva del Griego, y que significa: Todo es Dios y por consiguiente, todo es
obra de Dios.
Antes de que Egipto adoptara el monoteísmo con su adoración solar, la religiosidad se manifestaba
en el culto y adoración de innumerables dioses; celebrados con grandiosas procesiones a lo largo
del río Nilo, llenas de vivos colores, despertando la devoción de los fieles que en ellas participaban,
en honor a sus deidades principales: Osiris, Isis y Horus. Pero más allá de todas estas
manifestaciones, aquellos que sentían la religión como algo propio y lo vivían con verdadera
intensidad, buscaban pertenecer a la Logia de los Sagrados Misterios, de donde sobrevive a
nuestros días la Masonería y sus rituales, donde la adoración a un solo Dios marcaba la diferencia.
Akhenatón fue uno de los grandes iniciados que incentivo las Sociedades Secretas que tenían como
objetivo: estimular las ciencias, trabajar por el bien común, y rendir culto a la deidad solar como
generadora de energía, de luz y vida sobre la tierra. Para poder efectuar dicha tarea, Akhenatón
instaló Grandes Logias distribuidas en el territorio egipcio, cuya misión era inundar al Reino de la
Luz Oculta, y a las cuales estaban subordinadas Logias Ordinarias, que se consideraban
preparatorias para ingresar a la Gran Logia de Menphis. Así como la religión, la Corte de Akhenatón
estaba dirigida por la Organización de los Misterios, quines invocaban oraciones a cada amanecer:
Amén..!
Este “mantra” religioso invocado por el cristianismo como símbolo de veneración en su homilías…
no surgió con Jesucristo como muchos creen, sino fue tomado por la Biblia de la invocación que
hacía el faraón Akhenatón para alabar la salida del sol cada mañana desde su Templo de Amén en
la desaparecida Tell El Amarna: Ciudad construida por el faraón para honrar al dios Sol, y que a
la muerte del faraón, la ciudad fue desmantelada piedra por piedra, cuando los sacerdotes
prohibieron la deidad solar, Atón, e invocaron el culto a sus antiguos dioses.
Reivindicar al Dios Sol como el astro creador de toda la vida sobre la Tierra, se convirtió en una
obsesión para los seguidores de las Sociedades Secretas de Egipto, agrupadas en las tres Grandes
Logias que sobrevivieron a la persecución luego de la muerte de Akhenatón, las cuales practicaban
un ritual llamado: La Construcción del Templo de Amén. Durante miles de años este ritual fue
observado estrictamente por los iniciados, y Egipto floreció como una gran nación, con la
esperanza de retomar la adoración al dios Atón.
La tradición Egipcia pasó al pueblo judío con Moisés, sacerdote de la Corte de Akhenatón, iniciado
en los Altos Misterios por los sacerdotes egipcios, quien después transmitió estas enseñanzas a la
clase sacerdotal de los Israelitas. En el Antiguo Testamento (Samuel XIX-20 y Reyes II-2,5) se
mencionan las Escuelas Iniciáticas en Naioth bajo la dirección del Profeta Samuel y otras en Bethel
y Jericó. Los misterios egipcios fueron transmitidos de generación en generación hasta el momento
en que Salomón ocupó el trono luego de la muerte de su padre el rey David.
El Rey Salomón, quien gobernó entre 976 y 926 antes de Cristo, se dedicó a la unificación de su
pueblo y con tal fin erigió el Templo de Jerusalén inspirado en el Templo de Amén edificado por
Akhenatón, para que fuera centro de veneración religiosa y símbolo de la unidad nacional, como
lo fue la desmantelada ciudad egipcia de Tell El Amarna… El Templo era un edificio completamente
simbólico, su plano, sus construcciones y ornamento representaban la síntesis de todas las
ciencias, era el Universo, era la filosofía, era el cielo, representaba el Macrocosmo y los hombres
al Microcosmos. Salomón lo diseñó en su mente, y su arquitecto Hiran Abiff, quien fue el decorador
de la ciudad de Tiro, construyo el templo con elevada inteligencia. Para el mejor desarrollo de la
obra, dividió a los trabajadores de acuerdo a la labor que realizaban, en Aprendices, Compañeros
y Maestros, estructura jerárquica que los masones tomaron como forma de organización; razón
por la cual, también tomaron el emblema del compás y la regla, que fueron los instrumentos
utilizados por los constructores, y que hoy muestra el Signo Masonería … En el templo, Salomón
guardaba el emblema del cristianismo: el Arca de la Alianza, que contenía los fragmentos en piedra
de los Diez Mandamiento, y cuyo tabernáculo, dado a Moisés, permitía la comunicación de los
mortales con Dios; pero también se guardaba en este recinto sagrado, el “Santo Grial”, como el
elixir de la vida eterna, por ser la copa que usó Jesucristo en la última cena.
El simbolismo del Templo corresponde al cosmos y está dividido en tres partes que corresponden
al cielo, al mar y a la tierra. Telas y ornamentos interiores evocan los cuatro elementos: las siete
ramas del candelabro remiten a los siete planetas, las doce columnas interiores a los doce signos
de zodiaco. La orden iniciática y esotérica de la Francmasonería se inspirará en este simbolismo
cósmico para la disposición, el orden, la orientación y forma de la Logia… En reedificar el Templo
de Amén o Salomón se fundamenta la filosofía masónica; porque ello significaría construirlo sobre
las bases de la jerarquía inteligente y de la iniciación progresiva.
Aristóteles, Homero, Pitágoras, Thales de Mileto, Virgilio, Hipócrates, Sócrates, Platón y un vasto
número de otros filósofos de Grecia, se convirtieron a la masonería, cuando tuvieron la oportunidad
de adentrarse en los misterios, convirtiendo a la ciudad de Alejandría en el Centro del
Conocimiento Universal, de donde surgieron los inventos y teoremas que revolucionarán la historia
de todos los tiempos de la humanidad… Durante los próximos 17 siglos, el sagrado fuego de los
misterios, hoy Masónicos, ardió en Jerusalén sin ningún intento culpable de reducirlo o de
extinguirlo, y los archivos del Templo Místico de Amén permanecieron entre las crianzas de los
hijos intelectuales de Egipto, hasta que el catolicismo organizado en un ejército de las “cruzadas”,
se empeñó en desaparecer todo rastro de las Sociedades Secretas… Cruzadas..! un término
romántico con que la iglesia bautizó ante la historia el ejército del Papa, organizado y equipado
para destruir pueblos y quemar personas que denigraran del Vaticano, aún cuando en su fe
religiosa invocaran al mismo Jesucristo.
Sin temor a ser excomulgado por la Iglesia Católica, me atrevo a calificar a las “cruzadas”, como
la más nefasta organización terrorista y criminal creada por el Vaticano, con la única misión de
exterminar a la raza humana; para luego ampliar su campo de acción con los Tribunales
Inquisidores, que asesinaron más personas que todas las guerras mundiales juntas, y que además,
fueron los causantes del exterminio de las milenarias civilizaciones americanas
La historia de la iglesia católica apostólica y romana, qué es cómo se denomina el catolicismo,
tiene su origen cómo institución en la iglesia qué reclama cómo fundador a San Pedro, uno de los
doce apóstoles de Jesucristo, quien se dice predico y murió crucificado en Roma bajo el dominio
de Nerón en el año 64, luego que el emperador incendio de Roma culpando de éllo a los cristianos.
Durante los tres primeros siglos después de la muerte de Jesucristo, la iglesia fue perseguida por
la monarquía. El martirio al qué los cristianos fueron sometidos y su capacidad de resistir al
tormento antes qué renunciar a su fe, acelero el proceso de consolidación de la iglesia. En el año
313 el emperador Constantino publico el edicto de Milán legalizando la iglesia católica. La alianza
del Vaticano con el poder imperial, le dio gran autoridad al Papa para perseguir a sus enemigos,
hasta consolidarse como la religión del estado y su fidelidad a las cortes de los reyes.
Los Papas de la edad media personificaban el poder y majestuosidad de Roma para los pueblos
“bárbaros” qué conquistaban en nombre de Dios.
En ausencia de un poder civil qué mantuviera unidos los territorios sometidos, los Papas se
erigieron en un poder político y militar qué abarco a toda la Europa occidental para el siglo X. En
1095 el Papa Urbano II se embarco en la primera de las “cruzadas” para recuperar la tierra santa
a tiempo de qué la iglesia alcanzaba su apogeo económico y militar… El Papa Inocencio III (1198-
1216) en su primer sermón después de ser elegido Papa, declaraba lo que ha permanecido en el
tiempo, a pesar de la evolución teológica, científica y tecnológica que ha experimentado la
humanidad:
“El sucesor de Pedro es el Vicario de Cristo qué ha sido establecido cómo mediador entre Dios y
el hombre, más bajo qué Dios pero más allá del hombre; inferior a Dios pero superior al hombre;
quien juzgara a todos y será juzgado por nadie”… Es decir, en la proclama católica, el Papa está
por encima de todos los mortales y su palabra es Ley..!
Este poder omnipotente le daba derecho al Papa a nombra delegados qué viajaban por toda
Europa, investigando y asegurándose qué sus ordenes fueran cumplidas. En el Cuarto Concilio de
1215 se estableció la prescripción de la penitencia y los procedimientos legales para inculpar y
condenar a los “herejes”. La inquisición había nacido y el Papa se establecía en la plenitud de su
potestad (plenitudo potestatis).
Los primeros en sufrir los rigores de la inquisición fueron los Cataros del sur de Francia, agrupados
en Sociedades Secretas qué pregonaban un regreso al amor y la bondad de Jesucristo, y en su
apostolado rechazaban al Vaticano por sus riquezas y el poder político de los Papas. Los Cataros,
a quienes los habitantes apodaron los “buena gente”, adoctrinaban a la gentes cansadas de los
abusos de la iglesia, provocando así la ira del Papa Inocencio III, quién ordenó una “cruzada” para
aniquilarlos… Juzgados por el Tribunal de Inquisición, los Cataros y sus seguidores fueron
quemados vivos, salvajemente torturados, y todas sus riquezas y posesiones pasaron al Vaticano,
para engrandecer la inmensa fortuna que hoy ostenta la ciudad santa.
“El pueblo me adora, y yo seré el Arca de su Alianza. Traigo el Arca de la salvación” Bolívar a
Santander el 21 de febrero de 1821
Hacia el año 1109, un grupo de intelectuales y estudiosos de la cristiandad, se agruparon en torno
a la historia del desaparecido Templo de Amén en Tell El Amarna, que una vez invocó al Dios Sol
y a partir del cual, con Moisés surgió el cristianismo y la adoración a un único Dios, cuyo hijo
Jesucristo descendió a la tierra… Así lo aseguraban los iniciados que se hacían llamar “templarios”…
Eran personajes que se juramentaron augustos depositarios de los misterios egipcios, los cuales
fueron revelados a un número pequeño de aquellos en quien ellos consideraban dignos de la
iniciación, fundando Sagrados Misterios en las arenas ardientes de Nubia y de Etiopía, donde una
vez Zoroastro fundo la escuela de los Magos en la Persia y Media, hacia el 520 antes de Cristo…
Los templarios no reconocían la autoridad del Papa, y menos aún a la iglesia católica, la cual
consideraban como una aberración de la doctrina de Cristo…
Esta sublime institución Templaria que se hacían llamar “Caballeros del Sol” en remembranza al
Dios Sol Atón, se extendió desde las planicies egipcias de Memphis, donde existió la Gran Logia,
hasta las ruinas del sagrado templo en Jerusalén, donde llegó el pueblo de Moisés luego del éxodo
por el desierto, tras salir de la corte del faraón Akhenatón… Jerusalén era un lugar prominente,
puesto que allí convergen las tres religiones más importantes del planeta: la cristiana por su
ascendencia bíblica, la judía que denigró de Jesucristo, y la musulmana, por ser el lugar donde el
profeta del Islam, Mahoma, ascendió a los cielos para encontrarse con el Dios Alá… Los Ilustres
iniciados templarios, hicieron de la construcción del Templo un testimonio de su gratitud al Sublime
Arquitecto del Cosmos.
Es así como el Templo de Amén se convirtió en una jornada de reconstrucción que bautizaron con
el nombre del Templo del Rey Salomón, como: herederos de conocimiento del antiguo imperio
Egipto, estudiosos del conocimiento universal, y custodios de de los elementos simbólicos de la
cristiandad que estuvieron depositados en dicho templo: el Arca de la Alianza, cuyo Tabernáculo
permitía una comunicación entre la vida terrenal y el mundo celestial; y como depositarios del
secreto de la vida eterna mediante el Santo Grial, como la copa que utilizó Jesús para tomar el
vino en la última cena… Esta agrupación de individuos se proclamó como la máxima cristiandad
en la tierra, utilizando como símbolo heráldico una “cruz roja”, que simboliza la sangre de
Jesucristo en la cruz, y convirtieron las ruinas del Templo del rey Salomón en un santuario que
debían edificar sobre sus ruinas, luego que su poder se hiciera sentir en todos los espacios del
planeta… Fue una secta de personajes que constituyeron una Sociedad Secreta que la historia
conocerá como “Templarios”, por su conexión espiritual con el Templo de Amén o de Salomón,
quienes portaban el símbolo de la cruz coloreada de rojo en su indumentaria.
Pronto la Santa Iglesia Católica gobernada desde el Vaticano, excomulgó y declaró enemigos a
todas las Sectas Secretas en una guerra de “cruzadas” que justificó los Tribunales de Inquisición…
En el año de 1314, el Papa Clemente V con el apoyo del rey de Francia, Felipe IV, llevó a la hoguera
al Gran Maestre Templario Jacobo de Molay, líder indiscutible de la orden… En Europa, muchos
intelectuales de la literatura y de las ciencias se refugiaron en logias francmasónicas vinculadas al
Temple, que dieron asilo y protección a integrantes de círculos masónicos.
Los hacedores del conocimiento permanecieron en el tiempo, no así la orden de los Templarios,
que se infiltró en la Masonería: Masón era todo aquel individuo rebelde a la doctrina religiosa
impuesta desde el Vaticano, con un Papa y un gobierno de cardenales que protegían la monarquía
en una alianza macabra de sumisión y adoctrinamiento del individuo para cautivar adeptos… Masón
era todo individuo estudioso de la intelectualidad universal, y ávido de conocimiento, ante el veto
irrestricto impuesto desde el Vaticano… Masón era la persona que protestaba contra la iglesia
católica que torturaba y llevaba a la hoguera a miles de personas… Masón eran los fieles seguidores
a la religiosidad cristiana y los preceptos bíblicos… Masón eran todo revolucionario que conspiraba
contra la monarquía… Masón eran también los científicos e investigadores perseguidos por la
Sagrada Inquisición Católica que prohibía las ciencias y el conocimiento.
Podemos afirmar que en esa época: ser masón era honrar la raza humana, era la expresión más
genuina de la cristiandad, y una rebeldía contra el genocidio del hombre y la intelectualidad
cometidos por el catolicismo
Desde el Vaticano en la etapa más siniestra del catolicismo: se prohibían los libros científicos; se
desmantelaban los laboratorios de investigación; se quemaban en la hoguera a los herejes que
practicaran la disección de cadáveres, como una práctica prohibida de investigar la anatomía
humana; y tal fue el fanatismo religioso, que eran llevados a la cámaras de tortura a los
investigadores que manifestaran teorías científicas en franca contradicción a los escritos bíblicos…
Célebre fue el caso del científico Galileo Galilei, quién perfeccionó el telescopio para sus
observaciones astronómicas, y en 1624 hizo público sus teorías sobre el sol y la rotación de los
planetas, en base al Sistema Planetario ya descrito por Copérnico… Galilieo fue llevado a Roma
ante los Tribunales de Inquisición, acusado por el Papa como “Grave de Herejía”: sus libros fueron
quemados, la sentencia fue leída en todas las universidades, y por instrucciones del Papa fue
sentenciado a cadena perpetua.
En una alianza desesperada de mantener a la población sumisa en la ignorancia y la manipulación
religiosa, la iglesia y la monarquía condenaban las ciencias y el conocimiento; y precisamente en
estos dos aspectos, que son propios de la naturaleza humana, se fundamentaba la evolución
pensante del estudiante, del científico, del escritor, en fin, de todo ser racional con una visión
intelectual no sesgada por la mediocridad católica; es por ello, que la masonería se constituyó en
una agrupación de individuos rebeldes pero de mentalidad abierta al conocimiento y al debate de
ideas.
Es así como la masonería fundamenta sus principios doctrinarios en los misterios egipcios y su
elevada espiritualidad con la deidad solar, Atón, cuyo máximo exponente fue el faraón Amenhotep,
mejor conocido como Akhenatón. Por esta razón, dentro de los símbolos de la masonería,
encontramos: la esfinge como el símbolo de la fuerza, el triángulo piramidal que representa la
sabiduría, el ojo de Horus que todo lo ve; pero sobre todo en el misterio de la creación asociada
al dios Osiris, hermano y esposo de la diosa luna, Isis.
Según la mitología egipcia: Osiris encontró a su pueblo sumido en la barbarie y les enseñó la Ley,
la Agricultura, la Religión y otras ventajas de la civilización. Fue asesinado por su malvado
hermano, Set, quien cortó su cuerpo en pedazos y dispersó los fragmentos… La diosa de la luna,
Isis, los encontró y enterró su cuerpo despedazado… El lugar donde fue enterrado Osiris, fue
venerado suelo sagrado, para edificar allí a la ciudad egipcia de Menphis. Lo interesante de este
episodio de la religiosidad egipcia que hace honor la masonería con la Gran Logia de Menphis, lo
encontramos también en las culturas americanas, cuando en la década de los 80 se descubrió la
gran pirámide en la capital de México. Allí se halló una inmensa escultura circular que representa
el cuerpo despedazado del dios Coyolxauhqui, asesinado por su hermano, y enterrado por
Cuatlicue, diosa de la luna, y sobre cuyo cuerpo despedazado se edificó la capital del imperio
Azteca Tenochtitlán:
(foto de escultura de Coyolxauhqui hallada en Zócalo de México)
Así como la mitología egipcia y americana tienen un simbolismo común en sus deidades, también
la forma piramidal constituyó para las culturas americanas, al igual que para los egipcios, el
sistema constructivo por excelencia, todo lo cual, demuestra el origen místico de la masonería,
cuyo rito se remonta a las fábulas de milenarias culturas egipcias y americanas, lo cual le acredita
un sentido universal.
LA MASONERIA ANTIGUA
Dios, como supremo hacedor y Gran Arquitecto del Universo, es el pilar sobre el que reposa todo
el edificio espiritual de la masonería… El Gran Arquitecto es representado por la letra “G”, por el
triángulo piramidal, que en su compás y la regla, son las claves de la creación.
Para la doctrina masónica, el hombre es la “piedra bruta” que ha de ser tallada hasta convertirse
en la piedra perfecta o, lo que es lo mismo, en el “hombre verdadero” con iniciativa, autoestima,
capacidad de análisis; pero sobre todo, emprendedor de grandes obras… Como organización
esotérica, la masonería es portadora de un “secreto” que constituye la esencia de su mensaje.
Este a su vez se transmite por medio de causes secretos que ningún masón puede develar bajo
juramento, pero que no es más, que las fórmulas que dicta la Sociedad Secreta para que el hombre
logre una transformación interior, que lo lleva a descubrir por propia experiencia la paz interior,
la verdad religiosa y el conocimiento universal, que en su conjunto constituyen el camino perfecto
para la realización espiritual… A esta “verdad oculta” sólo pueden tener acceso quienes hayan sido
debidamente iniciados, y después hayan recorrido el camino que se abre ante sus ojos. Para
descubrir el sendero de la espiritualidad y el conocimiento universal, el iniciado deberá: leer
profundamente la intelectualidad sin importar las corrientes, discutir el análisis aprendido con
dominio de causa, y practicar con asiduidad y perseverancia el arte de la vida. Por eso, como
subraya Christian Jacq: “Los libros que anuncian grandes revelaciones sobre los secretos
masónicos, no pueden ser más que imposturas, ya que el conocimiento y las verdades de la Orden
que se alcanzan en el interior de la Logia masónica, no pueden ser comprendidas sin ser vividas”.
La jerarquía iniciática de la organización masónica, se articula a través de una escala de jerarquía
formada por grados sucesivos, que vienen a ser como los escalones por los que se debe ir subiendo
para llegar a la verdad suprema del conocimiento. El número de estos grados varía según los ritos:
99 en el egipcio, 3 en el inglés, 7 en el francés, 10 en el Rito sueco, y 33 en el Rito escocés; que
en su conjunto se dividen en tres grupos: aprendiz, compañero y maestro; como las tres fases de
la iniciación masónica, y que se corresponden con la muerte y resurrección interior del hombre
ante la vida… El carácter universal de la Francmasónica no prohíbe a sus miembros la asociación
con persona alguna sin importar su corriente religiosa; y el masón es libre para asistir a la iglesia
de su fe, pues es dueño de su propia conciencia y de su espiritualidad… Esto evidencia el carácter
no teológico de la masonería, y por el contrario, es de una total apertura a las creencias religiosas,
dentro de un estricto ambiente de misticismo y dogmatismo, en cuanto a sus principios e ideología.
Con el tiempo, la masonería comenzó a proliferar en todos los países europeos, con la misma
rapidez en que se sucedían los cambios en todos los géneros de la sociedad: económicos, políticos,
científicos y literarios… Su carácter antimonárquico la convirtió en enemiga de las Cortes europeas
y por ende del Vaticano… El 24 de junio de 1717 se constituye la Gran Logia de Inglaterra, la cual
les dio un impulso intelectual a todas las demás que se fueron creando en otras naciones…
Nuevamente el Vaticano encuentra en esas Sociedades Secretas un peligro a su adoctrinamiento
religioso y poder monárquico que les garantizaba sus riquezas… La masonería se convirtió en caldo
de cultivo para las ideas revolucionarias que se estaban sucediendo en todo el planeta, al extremo,
que los proyectos de Constitución de Estados Unidos y Francia, surgieron de los intelectuales que
la integraban… Las transformaciones que engendraban los partidarios de la masonería, más que
la Orden misma, se convirtieron en una pesadilla para la monarquía imperante asociada con el
Vaticano… El Papa denunciaba a la Sociedades Secretas como las causantes de la revolución social
y la rebeldía que empezaba a gestarse en el trabajador del campo, y propone destruir los
movimientos revolucionarios y nacionalistas amparados por la masonería, ante el peligro de que
ésta se adueñase de los estados pontificios y amenace con infiltrar al propio Vaticano.
En 1738, el Papa Clemente XII promulga la “Bula” por la cual quedan excomulgados de la iglesia
a todos los católicos que formaran parte de la masonería; y además decretó los Tribunales de
Inquisición para todos sus integrantes… Fue una aberración teológica de tal magnitud, que no
obstante de responder a puros intereses económicos y en un siglo de ignorancia y sumisión, aún
hoy en día la misma Bula está vigente, cuando Juan Pablo II recordó en 1983: “La Bula del Papa
Clemente XII y ratificada por el Papa León XIII, está vigente, por lo cual resulta incomprensible
ser católico y masón”… y el cardenal Ratzinger recordó oficialmente en nombre del Vaticano:
“Siguen vigentes los artículos 2335 y 2336 del Código de Derecho Eclesiástico, según los cuales,
quienes dan su nombre a la Secta Masónica incurren en Excomunión”…El argumentos esgrimidos
por Juan Pablo II, fue expuesto por el Cardenal Pablo Poupard (Presidente del Consejo para la
Cultura -Vaticano): “La Francomasonería mete en un mismo paquete todas las visiones del mundo.
Es lo que yo denomino el ‘relativismo absoluto… Y el cristiano no puede admitir eso porque sólo
Jesucristo es la verdad. Había que decirlo de forma clara: ninguna visión del mundo puede situarse
en el mismo lugar que la verdad de Cristo”
A partir de 1738, la satanización le fue etiquetada a la masonería, presentándola como una
organización diabólica que rendía culto a Satanás, donde se hacían orgías, se violaban jóvenes
vírgenes, se hacían ritos con sangre de animales, se fomentaban asesinatos de sacerdotes, se
conspiraba contra los reyes como herederos de Dios, y se promovían revoluciones sociales… A
partir de entonces, la masonería fue prohibida como una vez lo fueron los Templarios, y la iglesia
inició una persecución atroz contra sus integrantes, prohibiendo su difusión, por el temor que
encierra la afinidad de la cultura de los faraones con la doctrina cristiana en muchos de sus rituales.
El escritor Jorge Zalamea, nos describe cual era la visión sesgada de conocimiento e instrucción
que imperaba en las colonias españolas del Nuevo Mundo, cuando Bolívar viaja por segunda vez
a Europa a comienzo de 1804:
“Sabido es que uno de los más atentos cuidados de la política española en su América, fue el
monopolio de la instrucción. Un peregrino concepto hacía suponer a los gobernantes que un pueblo
ignorante, supersticioso y atemorizado por los castigos temporales y eternos, era de más fácil
gobierno que una sociedad capaz de libre e ilustrado juicio. Partiendo de esta idea, los reyes
delegaron en el clero el cuidado de educar a las juventudes india y criolla, seguros de que sus
ministros sabían mantener a los pueblos de América en esa dichosa inocencia del entendimiento
que ellos reputaban indispensable para los intereses terrenales de la corona y salvación eterna de
las almas americanas. Basta decir a este respecto que sólo en México y Lima se permitía la
enseñanza del derecho de gentes, matemáticas y ciencia náutica; que la instrucción popular se
reducía al aprendizaje de memoria de unas cuantas oraciones y cánticos que negros e indios
recitaban sin recibir explicaciones sobre su significado; que la introducción de libros que no
hubiesen sido revisados y aprobados por el Consejo de Inquisidores estaba rigurosamente
prohibida, y que en cuanto a lo que en el resto del mundo sucedía, vivíase en una incomparable
ignorancia”
Cuando los jóvenes estudiaban fuera del aula de clase, los frailes vigilaban su educación, para
asegurarse de que no se incurriera en el sacrilegio y desacato de pensar más allá de lo que se le
obligaba a estudiar… Como se representa en esta pintura, donde el joven Simón Bolívar recibe
clases de Andrés Bello, en presencia de un religioso.
Motivado al adoctrinamiento y el racismo que imperaba en el Nuevo Mundo, los criollos blancos
de familias adineradas podían saltarse este escollo enviando a sus hijos a estudiar a Europa. Tal
fue el caso de Bolívar. Por tanto, su identidad cultural estaba configurada en gran medida por la
influencia del Viejo Mundo y en concreto de España; por ello su primer viaje en 1799, tenía como
finalidad educado como blanco y como tal fue recibido y agasajado en las cortes española y
francesa como vasallo español. Más tarde, motivado a la muerte de su esposa María Teresa,
emprende un segundo viaje a Europa en un recorrido de tres años, entre 1804 y 1806… Este
segundo viaje marcará definitivamente su personalidad, con un cambio radical de 360º, cuando
Simón Bolívar dejará de ser el oligarca insensible a la explotación de América, para convertirse en
el redentor de un continente, que bien hace honor al dios Osiris que llevó a Egipto la libertad y la
felicidad; o como el dios Quetzalcoatl, el redentor de las culturas americanas… Como bien supo
resumir Miguel de Unamuno:
“El quijotesco amor a la gloria, la ambición, la verdadera ambición, no la codicia, no la vanidad del
pedante, no el deseo de obtener pasajeros aplausos, sino la alta ambición quijotesca de dejar
fama perdurable y honrada, le movía. (….) Bolívar se preocupaba de lo que de él dijera la historia,
como los héroes homéricos y como también los condenados dantescos”
Por segunda vez Bolívar está en Europa… Se instala en el hotel “Des Etrangers” en la Rue Viviente,
para disfrutar de la vida cosmopolita que le brindaba la ciudad de las 24 horas, la que nunca
duerme, con sus clubes nocturnos, sus salones de diversión, sus clásicos museos, sus
deslumbrantes bibliotecas; pero sobre todo, París era la capital que reunía lo más selecto de la
intelectualidad de la época… Bolívar, hombre exigente en el paladar, acostumbraba comer en el
restaurante “Ches Beauvillers” ubicado en la Rue de Richelieu, donde degustaba las exquisitas
ensaladas, las crepé de pollo, los finos quesos, los añejados vinos, y los sofisticados caldos con
ese toque francés que tanto gustaba al joven venezolano… Por las tardes, paseaba a caballo por
los jardines de Tívoli, para extasiarse de la gran cantidad de artistas plásticos, que inspirados por
el colorido del lugar, dejaban volar su imaginación para plasmar sus obras de arte… pero además,
era el lugar predilecto de las damiselas que coqueteaban en busca de aventuras… Bolívar estaba
en su elemento, disfrutando la metrópolis parisina, que en nada se parecía a su anticuada Caracas
colonial de lúgubre arquitectura… Por la noche, era un asiduo visitante del Palais Royal, lugar de
diversión donde desarrollaba su afición por el baile, y donde pasaba horas entregados al placer de
la buena música… Su admiración por París se vio recompensada luego de un paseo en coche,
donde olvidó su cartera: Cuenta Perú de Lacroix: “Cuando Bolívar advirtió que había perdido la
cartera, se trasladó a una estación de policía para dar aviso. Bolívar se admiró mucho de que en
veinticuatro horas después, le llamasen para hacerle entrega de su cartera, sin que le faltase un
solo documento y efectivo”
En la casa de su prima Fanny Du Villars en la Rue Basse de St. Pierre, conocerá a los más
distinguidos personajes de la época, como el vizconde Lainé, el General Beauharnais, entre otros,
con quienes comparte temas vedados por la monarquía europea: política, ciencia y religión, cuyos
temas eran siempre considerados escabrosos y subversivos para la autoridad del Vaticano… Pero
más significativo para el joven venezolano, fue la sorpresiva visita, a la casa de su prima, del
afamado naturalista alemán, Alexander von Humboldt, quien recientemente había llegado de una
aventura científica de exploración por los virreinatos del Nuevo Mundo… La curiosidad innata del
venezolano, y su afición a los temas científicos, cautivaron a Humboldt y su acompañante Aimé
Bonpland, para compartir horas de experiencias en esas desconocidas regiones americanas…
Humboldt narraba sus aventuras por el Orinoco, los misteriosos tepuy que se elevan cientos de
metros sobre la llanura de la Gran Sabana, la enigmática Cueva de los Guacharos, las misteriosas
ciudades precolombinas de Tatuy en Mérida, las cumbres de los Andes, la magnificencia del
imperio Inca, los fabulosos templos y pirámides de México, los temibles volcanes del Ecuador, el
Chimborazo, Cuba; en fin, los tres pasaban horas y horas conversando de infinidad de temas que
llevaban a un solo punto: América era la tierra más fabulosa del planeta, y sus culturas y
civilizaciones superaban en creces a la cultura egipcia, la cual estaba en boga tras la invasión de
Napoleón.
La avidez de conocimiento que mostraba ese joven de 21 años, llama poderosamente la atención
del sabio Humboldt, quien lo invita a participar con otras personalidades del mundo intelectual,
que también tenían mucho que decir, mucho que escribir y mucho que enseñar, pero como ya fue
señalado, la sabiduría era un tema prohibido a pesar de la apertura científica que experimentó
Francia luego de la Revolución Francesa y el impacto renovador que le impuso Napoleón, como
enemigo de la monarquía… En esas reuniones secretas donde participaba Bolívar, conoció a
científicos de la talla de: Gay Lussac con su revolucionaria teoría de la “Dilatación de los Gases”
que hizo posible los vuelos aerostáticos… Pierre Simón Laplace, astrónomo y matemático con su
revolucionaria teoría sobre la “Formación del Universo”… George Cuvier, creador de la anatomía
comparada, especialista en la reconstrucción de fósiles, y revolucionario con sus teorías sobre la
“Evolución del Hombre”… Louis Nicolas Vauquelin, eminente químico con sus teorías
revolucionarias sobre “Composición Molecular de los Elementos”… entre muchos otros científicos,
que le permitieron a Bolívar tener una concepción distinta del sesgado conocimiento impartido por
el clero… y para sorpresa del venezolano, todos ellos participaban en la Sociedad Secreta de la
masonería, donde podían debatir temas vedados por el la iglesia vaticana.
Con su maestro Simón Rodríguez, el mundo de la política y la filosofía adquieren un aire renovador,
cuando ambos se instalan en una modesta vivienda en la Rue Lancry… Su maestro quien se había
cambiado el nombre por Samuel Robinson, le influyó en la lectura de afamados filósofos de la
política como: Voltaire y Montesquieu, cuyos libros compartían, discutían y analizaban a la luz de
los acontecimientos del Nuevo Mundo… Pero Jean Jacques Rousseau, será el filósofo francés que
más influiría en las ideas revolucionarias que forjaron el espíritu aventurero y revolucionario de
Bolívar como Libertador… Bolívar, reflexiona, discute y medita con su maestro la visión geopolítica
de un sistema de gobierno distinto a la monarquía que reinaba en Europa: los derechos humanos;
los procesos electorales; la renovación constante de los cuadros del gobierno; la independencia
de los poderes: ejecutivo, legislativo, judicial, electoral moral; los modelos de constitución; la
libertad de culto; la educación gratuita; la reforma agraria; la esclavitud y los Derechos del
Hombre; la autodeterminación de los pueblos; la opresión española; en fin, todo un contexto
revolucionario que cambiaría la manera de pensar y de actuar de los pueblos.
Bolívar acepta la invitación de su maestro para recorrer Europa, como una vez éste lo hizo a pie…
Como escribió Uslar Pietri: Aquellos dos peregrinos venían desde París, con la cabeza bullente de
las ideas de la Revolución Francesa y con los ojos deslumbrados por las ceremonias imperiales de
la coronación de Napoleón. Venían del agitado escenario de la historia reciente para entrar en los
vestigios de la historia romana, donde Bolívar hará aquel juramento inmortal, que dará brillo a la
independencia de América.
La hermandad que obliga la masonería había hecho un milagro en esos dos titanes de la guerra…
Quién pudiera pensar que hasta ayer eran sanguinarios combatientes dispuestos a devorarse
mutuamente..? Bolívar y Morillo dieron una lección para la historia, al deponer las pasiones para
honrar al Ser y la hermandad que debe existir entre todos los hombres y mujeres de buena
voluntad… Porque cuando se tienen ideales y un corazón noble, no importan las diferencias por
muy insalvables que parezcan; porque cuando se actúa de buena fe, se tienen convicciones, y se
cree en los principios, el hombre se crece ante las adversidades y le da un sentido a su existencia…
Ambos eran sobresalientes en cada una de sus posiciones antagónicas; pero sin embargo,
encontraron un punto de convergencia que los unió como Seres humanos, más que como militares
entregados a una causa.
Bolívar para conmemorar ese encuentro, ordenaría en su Correo del Orinoco Nº 91 del 30 de
diciembre de 1820 la siguiente nota:
“A la heroica firmeza de los combatientes de uno y otro ejército los felicito por: su constancia,
sufrimiento y valor sin ejemplo. A los hombres dignos, que a través de males horrorosos sostienen
y defienden su libertad. A los que han muerto gloriosamente en defensa de su patria o de su
gobierno. A los heridos de ambos ejércitos, que han manifestado su intrepidez, su dignidad y su
carácter… Pero con la misma intensidad declaro odio eterno a los que deseen sangre y la derramen
injustamente”
Con estas palabras Bolívar hacía honor al IDEAL..! no importa de donde venga ni si el mismo es o
no compartido… Cuando se trabaja, se lucha y se muere por un ideal, se debe honrar al guerrero…
Ambos generales tenían mucho que conversar, mucho que recriminarse y mucho de meditar… Por
la noche los dos enemigos en la guerra durmieron bajo el mismo techo y la misma habitación,
dejaron afuera sus instrumentos de batalla para emplear el arma más poderosa: la palabra… A la
mañana siguiente, soldados de uno y otro bando arrastraban una pesada piedra, donde ambos
generales convinieron erigir una pirámide que conmemoraría el encuentro masón.
La pirámide como símbolo de la hermandad de la Francmasonería, señalaría el lugar donde Bolívar
y Morillo hacían honor al Ser humano, para recordarnos que, sin importar el odio y las diferencias,
siempre encontraremos un punto de coincidencia, donde el amor y la confraternidad es capaz de
unir a los hombres y hacer milagros… y como una lección para estos tiempos difíciles que vive la
humanidad, donde las pasiones políticas, religiosas, raciales, y económicas, mantienen en una
guerra fraticida al género humano… Bolívar y Morillo honraban al Ser y demostraban una gallardía
incomparable.
Bolívar a Santander: “El General Morillo propuso que se levantase una pirámide en el lugar donde
él me recibió y nos abrazamos, que fuese un monumento para recordar el primer día de la amistad
de españoles y colombianos, la cual se respetase eternamente; ha destinado un oficial de
ingenieros y yo debo mandar otro para que sigan la obra. Nosotros mismos la comenzamos
poniendo la primera piedra que servirá en su base”
El general O´Leary cuenta en sus Memorias: “un soldado republicano y otro realista llevaron una
piedra cuadrada al lugar donde se encontraron los generales… El general Morillo mandó a que se
edificara una pirámide en el lugar del encuentro”… La pirámide aún está pendiente de su
construcción, pero en su lugar, se erigió un obelisco realizado en bronce y mármol por el escultor
venezolano Lorenzo González. Fue develado el 5 de julio de 1912 en el Municipio Pampán,
parroquia Santa Ana, durante el gobierno de Juan Vicente Gómez, al pie del cual se encuentra la
histórica piedra de “pizarra” de la hermandad que selló el memorable encuentro de los dos titanes.
Después del encuentro entre los dos máximos lideres de la contienda, hubo una tregua en las
acciones bélicas que se sucedían en todo el territorio… Bolívar y Morillo planifican la batalla final
al mejor estilo de las grandes batallas europeas que decidían las contiendas, tal como fue en la
batalla de Waterloo del 18 de junio de 1815… Esta batalla tendría como escenario el campo de
Carabobo, porque allí convergen todas las rutas del país… y como fecha el 24 de junio de 1821,
para conmemorar el día internacional de la Masonería, fundada el 24 de junio de 1717 con la Gran
Logia de Inglaterra.
24 de junio de 1821 Batalla de Carabobo que celebra el día de la Gran Logia de
Inglaterra del 24 de junio de 1717
Gracias a la masonería, Bolívar y Morillo acordaron un acuerdo de paz cuando todo estaba perdido
para la causa libertadora… El Armisticio logró la tregua temporal, pero el Ideal Masónico que ambos
compartían, logró algo más duradero:
1. Lugo del célebre encuentro, Morillo quedó deslumbrado por la personalidad del Libertador; tanto
es así, que días después, el 15 de diciembre, regresa a España para más nunca regresar a
Venezuela, con estas palabras que dirige a su rey Fernando VII: “Nada es comparable a la
incansable actividad de este caudillo. Su arrojo y su talento son sus títulos para mantenerse a la
cabeza de la revolución y la guerra; pero es cierto que tiene de su noble estirpe española rasgos
y cualidades que le hacen muy superior a cuantos le rodean… Bolívar es la revolución”
Por su parte, Bolívar también reconocerá en su contrincante valores loables que resaltar: “Confieso
que mi corazón se ha mudado con respecto a mis nuevos amigos… Yo me doy a la enhorabuena
por haber conocido a hombres tan acreedores a mi justo aprecio, y que a través de los prestigios
de la guerra no podíamos ver sino cubiertos de las sombras del terror”
2. Morillo entendió el mensaje de Bolívar cuando éste se presentó ante su ejército, sólo y sin
escolta… El mensaje era claro: “España no pelaba contra un hombre ni contra aguerrido ejército,
España luchaba contra un ideal; y cuando el ideal está en la conciencia de los hombres, el pueblo
es invencible”
Sin Morillo a la cabeza de la contra revolución, cambia todo el panorama de la guerra… Bolívar
pudo llevar a cabo su sueño de liberar a su país para crear su máxima obra, la Gran Colombia,
que logró la emancipación de todo un continente
La amistad que surgió entre Bolívar y Morillo es una lección para la raza humana: La Logia
Masónica como todas las instituciones conformada por hombres y mujeres, pronta está a ser
prisionera del vicio y la ambición, y por lo tanto ha evolucionado a la par de las aberraciones de
la misma sociedad; y como bien decía el Libertador: son los hombres y no el dogma quienes
manipulan la conciencia del pueblo… son los hombres y no la fe quienes utilizan la Iglesia como
un “poder” para lograr prebendas contrarias a los principios religiosos… y son los hombres y no
las religiones a quienes la historia se encarga de juzgar… Los enemigos de la revolución bolivariana
fueron también a las fuentes de la sabiduría y la intelectualidad que conspiraba en las Sociedades
Secretas… Pronto estuvo la institución masónica a albergar a hombres de corazón malvado, que
utilizaron la institución para proyectar sus ideales macabros, logrando conquistar a muchos de sus
integrantes, quienes se embarcaron en una ventura suicida de asesinar al Libertador y denigrar
de su obra libertadora, hasta convertirse en los más acérrimos enemigos de la revolución
bolivariana.
Su compatriota, Antonio José de Sucre, que también era masón al igual que Santander y muchos
otros colaboradores del Gobierno, advierte a Bolívar sobre la conspiración que se estaba gestando
entre algunos hermanos de la Logia… En respuesta, el 21 de octubre de 1825, el Libertador le
dirige comunicación al General Santander, tildando de, malditos y charlatanes a los conspiradores
de la Francmasonería Bogotana:
“Malditos sean los masones y los tales filósofos charlatanes. Estos han de reunir los dos bellos
partidos de cuervos blancos, con cuervos negros: al primero por quererlo humillar, y al segundo
por quererlo ensalzar. Por los filósofos, masones y cuervos, no he de ir a Colombia. Por acá no
hay nada de esto, y los que haya, serán tratados como es justo. Soy de usted de corazón. Bolívar”
El Libertador, con esa sutileza diplomática características de un insigne estadista, en esa carta
insultaba indirectamente a Santander, que como bien sabía Bolívar, era uno de los artífices de los
grupos masónicos disidentes que financiaban la contra revolución.
Bolívar no estaba equivocado… algunos integrantes de la Logia de Bogotá, que ostentaban las
mayores fortunas, con Santander a la cabeza de la conspiración, planificaban asesinarlo, como
efectivamente lo intentaron, cuando 37 asesinos irrumpen el Palacio de Gobierno el 25 de
septiembre de 1828, donde milagrosamente Bolívar salva su vida, gracias a la intervención
oportuna de su compañera Manuela Sáenz y la valentía de sus edecanes.
Como respuesta al atentado, el 8 de noviembre de 1828, el Libertador emitió un decreto
prohibiendo la masonería en Colombia, alegando que las sociedades secretas de Nueva Granada,
servían solamente para preparar los trastornos públicos, turbando la tranquilidad y el orden
establecido; que ocultando ellas todas sus operaciones con el velo del misterio, hacen presumir
fundadamente que no son buenas, ni útiles a la sociedad… Este decreto fue promulgado 1 mes y
13 días después del atentado en Bogotá… y luego de haberse publicado en el órgano de la logia
de esa ciudad, se encontró una nota que decía: “Puede ser que Obando haga con Sucre lo
que nosotros no pudimos hacer con Bolívar”
DECRETO
Artículo 1º: Se prohíben en Colombia todas las sociedades o confraternidades secretas, sea cual
fuere la denominación de cada una
Artículo 2°: Los Gobernadores de las Provincias, por sí y por medio de los Jefes de Policía de los
Cantones, disolverán e impedirán las reuniones de las sociedades secretas, averiguando
cuidadosamente si existen algunas en sus respectivas provincias.
Artículo 3°: Cualquiera que diere o arrendare su casa o local para una sociedad secreta incurrirá
en la multa de 200 pesos, y cada uno de los que concurran, en la de 100 pesos por la primera y
segunda vez; por la tercera y demás será doble la multa; los que no pudieren satisfacer la multa
sufrirán por la primera y segunda vez dos meses de prisión, y por la tercera y demás será doble
la pena.
Parágrafo 1°: Los Gobernadores y Jefes de Policía aplicarán la pena a los contraventores
haciéndolo breve y sumariamente, sin que ninguno pueda alegar fuero Cero en contrario.
Parágrafo 2°: Las multas se destinan para gastos de policía, bajo la Dirección de los Gobernadores
de las Provincias.
REFLEXIONES
Es un error de interpretación simplista, y un claro desconocimiento sobre los orígenes de las
Sociedades Secretas, pretender deslustrar la personalidad masónica de Bolívar, aludiendo el
Decreto de 1828, por el cual prohibió la masonería, así como argumentar los supuestos
comentarios hechos a su edecán Luís Perú de Lacroix, quien también era masón, y cuya supuesta
confidencia aparece en su Diario de Bucaramanga del día 11 de mayo de 1828, el cual dice
textualmente:
“Pocas ganas tenía el Libertador de irse a dormir y siguió conversando. Habló sobre la masonería,
diciendo que también había tenido él la curiosidad de hacerse iniciar para ver de cerca lo que eran
aquellos misterios, y que en París había sido recibido de Maestro, pero que aquel Grado le había
bastado para juzgar lo ridículo de la tal antigua asociación: que en las Logias había hallado algunos
hombres de mérito, bastante fanáticos, muchos embusteros y muchos más tontos burlados: que
todos los masones parecen unos niños grandes, jugando con señas, morisquetas, palabras
hebraicas, cintas y cordones: que sin embargo la política y los intrigantes pueden sacar algún
partido de esa sociedad secreta, pero que en el estado de civilización de Colombia, de fanatismo
y de preocupaciones religiosas en que están sus pueblos, no era político valerse de la masonería,
porque para hacerse algunos partidarios en las logias se hubiera atraído el odio y la censura de
toda la nación, movida entonces contra él por el clero y los frailes, que se hubieran valido de aquel
pretexto: que por lo mismo poco podía hacerle ganar la masonería y mucho hacerle perder en la
opinión”
Tomar como referencias estos argumentos en contra de la personalidad masónica de Bolívar es
un craso error interpretativo… Para esa época de resabio religioso, una personalidad como la de
Bolívar era totalmente antagónica a la mediocridad de la iglesia; no así con agrupaciones de
individuos llámese como se llame, ocultas o secretas, que compartieran como él, las ansias de
conocimiento y el debate de idea, que alimentaba un espíritu filosófico como el del Libertador
cuando decía: “Moral y luces son nuestras primeras necesidades”… Bolívar en su trascendencia
por su manera de pensar, de redactar y poner en práctica, era indiscutiblemente masón.
Para quienes no comparten la idea de un Bolívar masón, argumentando en su defensa: el Decreto
y el Diario de Perú de Lacroix, deben tener en cuenta lo siguiente argumentos en su contra:
Como ya fue explicado, el Decreto fue el resultado de una conspiración que se gestaba en
Colombia, cuando algunos masones conspiraban en la Logia de Bogotá, a la cual pertenecía el
malvado Pedro Carujo, masón en Grado 18, implicado en el asesinato de Sucre y en las tres
oportunidades en que quiso asesinar al Libertador: en Soacha, población cercana a Bogotá, lugar
donde por cierto fue asesinado el 18 de agosto de 1989 el bolivariano Luís Carlos Galán, candidato
presidencial de Colombia; la fiesta de las máscaras donde lo esperaban los hombres disfrazados
con puñales ocultos; y el atentado en el Palacio de Gobierno del 25 de septiembre; todos en 1828
cuando la Dictadura hacía mella en la oligarquía colombiana.
Perú de Lacroix se suicidó en 1837, y así fue reportado por el dueño de la posada en Francia donde
estaba hospedado… Una Nota de Suicidio señala la existencia del Diario de Bucaramanga en poder
del Marqués del Toro en Caracas… Hubo que transcurrir 33 años cuando apareció la primera
versión del Diario… 42 años más tarde aparecen otros escritos atribuidos a Lacroix… 20 años
después son publicados otros manuscritos… hasta que finalmente en 1935, o sea a 98 años del
suicidio de Lacroix, el Monseñor Nicolás Navarro, integrante de episcopado y acérrimo enemigo de
las Sociedades Secretas, publica una edición del Diario de Bucaramanga que a juicio de los
historiadores, presenta omisiones, recortes y enmendaduras a las versiones anteriores, además
de pretender influir en la espiritualidad católica del Libertador, como una versión deformada de
los hechos y las circunstancias, conforme a la manera de pensar de la iglesia.
CONCLUSIONES
El Diario de Bucaramanga en su versión actual, es un documento apócrifo que hay que leer con
muchas reservas y entre comillas, puesto que ha permitido recopilar, además del legado del
edecán del Libertador, toda la aversión, envidia, rabia y resentimiento, de muchas personas e
instituciones políticas, militares, civiles y religiosa, que encontraron la oportunidad de poner en
boca del Libertador, la infamia y el resentimiento acumulado durante la guerra de independencia.
Por tal motivo, quienes conocemos la pluma de Bolívar, su redacción, la manera de enfocar los
episodios de su gesta, pero sobre todo, sus nobles sentimientos que albergaban la universalidad
del conocimiento, podemos afirmar, que algunos de los pasajes del Diario no se corresponden con
la verdad y fueron incorporados para tergiversar la obra de Bolívar; como lo referido a: el
fusilamiento de Manuel Piar, la muerte de su esposa María Teresa, el sacrificio del bogotano
Antonio Ricaurte en San Mateo, su aversión a la masonería, su fidelidad a la iglesia, entre otras
narraciones que fueron escritas por personas inescrupulosas, interesadas en minimizar la
magnificencia del Libertador; mientras que su otro edecán, Francisco O´Leary, nos presenta una
verdad muy diferente llena de elogios y reconocimientos:
El último capítulo de esta historia la escribirá en la Isla de Jamaica, el comerciante inglés
establecido en Kingston, señor Maxwell Hyslop, viejo amigo del Libertador, cuando la noticia de
su agonía llegó a la isla… Como compañero masón, el comerciante inglés quiso brindarle una
postrimera ayuda y al efecto, solicitó del Gobernador de la isla el envío de un médico especialista
a Santa Marta, junto con un arsenal de medicinas, en la desesperación de salvar su preciosa vida.
De inmediato, el Dr. Michael B. Clare, afamado cirujano y que por cierto era el Gran Maestro de
la Logia Masónica, se embarcó en la fragata de guerra “Blanche” hacia Santa Marta, llevando
consigo, además, suficiente dinero para cubrir las necesidades de su Excelencia… Pero todo fue
en vano..! La embarcación fondeó en el puerto de Santa Marta el 18 de diciembre de 1830, cuando
se rendían los últimos honores al Libertador, quién había muerto el día anterior.
Por tres días el cuerpo embalsamado de Bolívar fue expuesto en capilla ardiente, sobre un mesón
improvisado que para tal fin se habilitó en el antiguo edificio de aduanas, propiedad de Joaquín
Mier… Fue notoria la ausencia del Obispo de Santa Marta, y que al Libertador no se le rindieron
los santos sacramentos que manda la iglesia católica… Se argumentaba: que el clérigo estaba
enfermo y otras versiones le atribuían estar fuera de Santa Marta… Ni siquiera el cura de la aldea
de Mamatoco, quien visitó al Libertador para oír su confesión, hizo acto de presencia en la aduana
de Santa Marta… Lo cierto de esta historia parece ser, que Bolívar fue excomulgado por el Vaticano
por pertenecer a la Sociedad Secreta de la masonería, organización a quién mucho le deben los
pueblos del mundo, que han sufrido una transformación social como resultado de una revolución
ideológica.