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11.1 INTRODUCCION.
Debe advertirse para comenzar, que las teorías y técnicas que constituyen
el fundamento de la predicción del tiempo son muy variadas. Incluso una
referencia breve tendría que incluir deducciones matemáticas bastante
complicadas, junto con un resumen de un gran número de experiencias y
práctica operativa. En conjunto, la predicción del tiempo es una aplica-
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ción de la Meteorología superior que no se puede describir en un capítulo
corto. Todo lo que podemos hacer aquí es echar una ojeada de conjunto,
destacando las directrices según las cuales se ha desarrollado el pronósti-
co del tiempo.
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El avance de la meteorología se vio favorecida por la tecnología desarro-
llada con fines bélicos. Por ejemplo, el desembarco aliado del Día D en
contra de los nazis, el 6 de junio de 1944, se efectuó aprovechando una
mejora transitoria de las condiciones del tiempo prevista por los meteoró-
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logos yanquis y británicos. La historia dice:
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“El primero de junio de 1944, un grupo de oficiales mensajeros armados
abordó las embarcaciones de los aliados, en los puertos de salida. Cada
oficial recibió un sobre sellado marcado como ultrasecreto que contenía
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otro sobre sellado en su interior. El mensaje de la operación Neptuno re-
velaba la fecha del Día D: el 5 de junio, con posible cambio al día 6 ó 7.
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La nota terminaba diciendo: ‘Quémese este mensaje una vez leído y en-
tendido’. Hacia mal tiempo el 5 de junio. Al siguiente día el mar estaba
picado, pero la tormenta había cesado. Poco después del amanecer del
día 6 de junio, una flota de buques de guerra de los Aliados apareció en-
tre la niebla, de un gris como acero, frente a la costa de Normandía, pre-
parada para bombardear los puestos alemanes señalados en el mapa del
plan BIGOT (to gib). Detrás de la playa Utah, las baterías costeras ale-
manas abrieron fuego primero, con algunos de sus cañones apuntando a
Pero dejando de lado la historia, la sociedad moderna exige cada día ma-
yor precisión en los pronósticos del tiempo, desde las actividades turísti-
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cas para programar un fin de semana en playa o la montaña hasta las los
pronósticos altamente especializados de la NASA para evaluar las condi-
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ciones del tiempo en sus lanzamientos de las naves al espacio. Las líneas
aéreas, marítimas, transporte terrestre, agricultura, pesca, actividades fo-
restales, industria, deportes, turismo, etc., planifican sus actividades dia-
rias de acuerdo al pronóstico del tiempo.
r r r 1
dv r r
+ 2Ω × v + ∇p − g = FR
dt ρ
d (1 ρ )
A
dq dT
= cv +p
dt dt dt
D
dρ r
+ ρ∇ ⋅ v = 0
dt
O
p = RρT
R
Este se conoce como el conjunto de ecuaciones primitivas. Suponiendo
conocida la fuerza de fricción FR, y que se puede especificar la variación
de calor dq/dt, entonces este sistema constituye un conjunto de seis ecua-
ciones para las seis variables dependientes u, v, w, p, ρ y T, y las cuatro
variables independientes x, y, z, t. Aplicadas a la atmósfera, constituyen
el conjunto de ecuaciones de pronóstico del tiempo, usadas en el proble-
ma de la predicción. Todas las ecuaciones son de primer orden en el
tiempo, excepto la ecuación de estado que es directa.
Son los pronósticos para meses, estaciones o año, basados en los datos
del tiempo pasado, obtenidos en la actualidad por métodos de pronóstico
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numérico. No son pronósticos en el sentido usual, sino que son una esti-
mación del comportamiento que se espera tengan las variables en esos
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períodos futuros. Por ejemplo, lo que se espera en cantidad de precipita-
ción para el presente año respecto a los valores que se consideran como
condición normal anual, o una estimación del régimen térmico del
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próximo invierno o verano, con conceptos generales tales como más frío
o más cálido que lo normal, o la probabilidad que los próximos meses se
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desarrolle o no el fenómeno de el Niño.
• 0-12 horas: en este período las condiciones generales del tiempo y las
tendencias tienen un alto porcentaje de acierto, sobre 85%.
• 12-48 horas: el porcentaje de acierto es bastante alto, del orden de
85%.
• 3-5 días: la circulación de gran escala tiene un buen o alto porcentaje
de acierto. Los pronósticos de temperatura son buenos a 3 días hasta
regular a 5 días. El pronóstico de precipitación es regular a 3 y margi-
nal a 5 días.
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• 6-10 días: poco acierto, siendo mejor en los primeros días, el acierto
es mayor en temperatura que en precipitación.
• Mensual a estacional - anual: ligero acierto, mayor en temperatura que
en precipitación.
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Las razones por las cuales el pronóstico pueda fallar son varias. La red de
estaciones meteorológicas es incompleta, no cubre adecuadamente gran-
des áreas continentales como desiertos, selvas, cadenas montañosas u
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otras regiones inhóspitas, y no hay estaciones sobre los océanos. Más es-
casos aún son los datos de altura en la troposfera. Los modelos de circu-
lación son incompletos porque no consideran totalmente los factores que
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afectan al tiempo como topografía, cubierta vegetal, de nieve, de nubes,
tipo de suelos, etc. Las leyes de la física aplicadas a la atmósfera no se
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pueden resolver completamente porque son no lineales. La atmósfera te-
rrestre obedece las leyes de la mecánica, pero puede resultar extremada-
mente difícil determinar como operan estas leyes con respecto a cualquier
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fenómeno atmosférico. El hecho de que el pronóstico anuncie buen tiem-
po y soleado, pero sin embargo amanece lloviendo, no significa que las
leyes de la mecánica son incorrectas, sino que este error significa sim-
plemente que estas leyes son muy difíciles de aplicar en meteorología.
Los satélites han sido puestos en órbita polar o ubicados en un punto fijo
sobre el ecuador. Los satélites de órbita polar circulan en torno a la tierra
de norte a sur pasando en cada órbita por sobre los polos. Vuelan a baja
altura, aproximadamente a 850 km y tardan sólo cerca de 100 minutos
(1,7 horas) en completar una órbita, moviéndose con una rapidez de 7446
m/s. Como la Tierra ‘debajo’ gira hacia el este, estos satélites que no
cambian su trayectoria, derivan hacia el oeste aproximadamente 25º en
cada vuelta. Por lo tanto, pueden cubrir una gran región en sólo pocas
horas y se pueden obtener imágenes de toda la Tierra, esto es, circulan
toda la Tierra, aproximadamente dos veces cada día.
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Los satélites geoestacionarios comenzaron a orbitar en 1966, tienen una
órbita paralela y sobre el Ecuador. Estos orbitan en un punto fijo sobre la
Tierra, de ahí su nombre de geoestacionario, por lo que tienen la misma
rapidez angular de la Tierra, es decir completan una vuelta en torno a la
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Tierra en un día. La altura a la que orbitan es de 36000 km, con una rapi-
dez del orden de 3075 m/s. Sin embargo desde esa gran altura se pierden
algunos detalles en la imagen.
Las imágenes de los satélites pueden ser tomadas con luz de longitud de
onda infrarrojo (IR) y con luz visible, que es la que nosotros vemos;
ejemplos de estas imágenes se muestran en la figura 11.5, de un mismo
día a una misma hora, para poder comparar las diferencias entre ambas.
La imagen visible, (figura 11.5, izquierda), es una fotografía que toman
Mucho antes de que empezara a tomar forma la ciencia, tal como noso-
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tros la conocemos, los hombres observaron el cielo, notaron las caracte-
rísticas de las estaciones y procuraron de disponer sus actividades, hasta
el punto que podían, de acuerdo con el tiempo cambiante. Sin duda, mu-
chos observadores sagaces llegaron a alcanzar cierto conocimiento de las
sucesiones de tiempo características, y a formular reglas que, en ocasio-
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nes, les fueron útiles. Por ejemplo, se sabe que los vikingos (hacia el año
1000 de nuestra Era) eran capaces de escoger el “tiempo a propósito” pa-
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ra su viaje primaveral a Islandia, que duraba varios días, y desde ahí via-
jaban a la costa este de Canadá, (esto significa que no fue Colón quien
primero llego a América, sino que fueron los vikingos, al menos 500
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años antes que Colón). A la luz de los conocimientos modernos parece
probable que buscaran las señales en el movimiento de las nubes cirrus.
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Normalmente estas nubes son arrastradas desde el oeste o noroeste y van
asociadas con tempestades viajeras. Sin embargo, los cirrus que son
arrastrados desde el sur o desde el este son indicio en Noruega de condi-
ciones anticiclónicas persistentes que favorecen los vientos del sudeste
hacia Islandia. Tales situaciones son particularmente frecuentes en pri-
mavera, y los meteorólogos las llaman situaciones de bloqueo, porque en
ellas está impedido el paso hacia el este de las tempestades atlánticas.
Siempre ha sido muy fuerte la creencia en que las reacciones de los per-
sonas y de los animales predicen el tiempo. Por ejemplo:
Estos dos refranes reflejan una experiencia cierta en regiones donde los
vientos dominantes son del oeste. El arco iris se ve en la dirección opues-
ta al sol, de manera que por la mañana está al oeste (o a barlovento), y las
Otros refranes se refieren a esos anillos que rodean el sol o la luna y que
se llaman halos. Por ejemplo:
puede muy bien indicar una tempestad que avanza. El significado del ter-
cer refrán quizá no es tan evidente. El color del cielo sugiere aire polar
limpio. Cuando una masa tal de aire llega a las latitudes medias, corrien-
temente es inestable y se presenta con frecuencia lluvia en chubascos.
• Cielo aborregado y colas de yegua hacen que los altos barcos bajen
las velas.
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Aquí, colas de yegua significan penachos y rayas de cirros que son arras-
tradas por los vientos en altura. En latitudes medias, tales nubes, arrastra-
das desde el Oeste o Noroeste, son a menudo un signo de que avanza un
ciclón.
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PREGUNTAS.
11. ¿Qué comentarios puede hacer acerca de la calidad y/o acierto de los
pronósticos del tiempo para nuestra zona? ¿Cuál pronóstico creen
que es mejor: uno realizado en Santiago para Concepción o uno rea-
lizado aquí, explicar? ¿Cuál es el mejor pronóstico regional que co-
nocen?