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MODULO 2.

DISEÑO, FORMULACIÓN Y EVALUACIÓN DE PROYECTOS

UNIDAD 1

 EL PROYECTO

Definiciones:

Un proyecto es un conjunto de acciones que se planifican a fin de conseguir una meta previamente
establecida, para lo que se cuenta con una determinada cantidad de recursos. Todo proyecto, ya
sea que tenga fines personales, sociales, profesionales o investigativos, posee una estructura
dividida en fases que permiten dar finalmente, el que la meta u objetivo se alcancen.

La primera es la fase de Planificación. Esta etapa se caracteriza por ser un periodo en el qué se
establecen los objetivos a seguir y el modo en cómo se llevarán a cabo las acciones necesarias para
lograr cumplirlos. En caso de qué en el proyecto participen varias personas, es en esta etapa en
donde deberán establecerse los roles de cada uno, así como también todo lo relacionado con los
recursos con los que se dispone y la manera en que éstos serán utilizados. Los recursos se
comportan como parte esencial en un proyecto y no sólo se incluyen los recursos materiales, sino
que también es necesario considerar los recursos humanos que se tienen, los costos y el tiempo,
entre otras variables, de este modo, la organización adecuada de todos los recursos, favorece en
gran medida el éxito o fracaso de un determinado proyecto.

La segunda fase es la Ejecución. Es en ésta fase en la que se realizan las acciones y tareas
planeadas, las cuales representan la ejecución misma del proyecto. Se refiere a la ejecución de
todo aquello qué se organizo durante la fase previa de planificación.

Por último, la fase de Entrega o Puesta en Marcha, la que deberá cumplirse en el tiempo que se
estipulo en la fase de planificación. De este modo, en la gran mayoría de los casos se concretará
todo el proceso planificador, culminando con el cumplimiento de los objetivos. En algunas
ocasiones, se darán eventos donde no se alcanzo a satisfacción con el cumplimiento de lo
planeado, debiéndose reestructurar acciones o procesos que enruten el proyecto en la dirección
adecuada.

El significado del término Proyecto

El término Proyecto1 según el Diccionario Pequeño Larousse Ilustrado; significa: "Pensamiento de


Hacer algo". Puede realizarse en Apuntes, bosquejos, croquis, esbozo, esquema, maqueta, etc.
Según el libro Preparación y Evaluación de Proyectos de los autores Nassir Sapag Chain y Reinaldo
Sapag Chain; "Un proyecto es la búsqueda de una solución inteligente al planteamiento de un
problema tendiente a resolver, entre tantas, una necesidad humana."

Un Proyecto es una técnica que busca recopilar, crear y analizar en forma sistemática un conjunto
de antecedentes económicos que permitan juzgar cualitativa y cuantitativamente las ventajas y
desventajas de asignar recursos a una determinada iniciativa.

1
Se toman algunos conceptos emitidos por la Lic. Janneth Mónica Thompson Baldiviezo
Distintos autores consideran que un Proyecto es un instrumento de decisión que se vale de un
conjunto de herramientas que pretende conseguir la asignación de recursos con criterios de
racionalidad, de previsión de hechos, de fijación de metas coherentes y coordinadas.

Para otros autores un Proyecto es un método racional que permite cuantificar las ventajas y
desventajas que implica asignar recursos a una determinada iniciativa.

Así también un Proyecto es considerado como un Plan de Desarrollo; es un medio para alcanzar los
objetivos trazados.

Un Proyecto es considerado como un proceso donde intervienen 4 etapas: Idea, pre-inversión,


inversión y operación.

Hay quienes prefieren catalogar a un Proyecto como un Plan de Trabajo; es decir un conjunto
ordenado de actividades con el fin de satisfacer necesidades.

Para algunos profesionales del campo definen un proyecto como una secuencia de actividades
únicas, complejas y relacionadas, que deben ser completadas en un tiempo específico dentro de
un presupuesto.

Descrito en forma general, un proyecto es la búsqueda de una solución inteligente al


planteamiento de un problema tendiente a resolver, entre muchas, una necesidad humana.

En esta forma, puede haber diferentes ideas, inversiones de diverso monto, tecnología y
metodologías con diverso enfoque, pero todas ellas destinadas a resolver las necesidades del ser
humano en todas sus facetas, como pueden ser: educación, alimentación, salud, ambiente, cultura,
entre otras. El proyecto de inversión se puede describir como un plan que, sí se le asigna
determinado monto de capital y se proporcionan insumos de varios tipos, podrá producir un bien o
un servicio, útil al ser humano o a la sociedad en general.

Como conclusión de todo lo anterior, y siendo consecuentes con lo expresado por los diferentes
autores, un Proyecto es una herramienta o instrumento que busca recopilar, crear, analizar en
forma sistemática, un conjunto de datos y antecedentes, para la obtención de resultados
esperados. Es de gran importancia porque permite organizar el entorno de trabajo.

Un Proyecto está relacionado de acuerdo al ámbito de desarrollo y la perspectiva que adopte el


proyectista en un determinado trabajo. En primera instancia, debe saber qué tipo de estudio está
por realizar, si es un Proyecto de Investigación, un Proyecto de Inversión Privada, un Proyecto de
Inversión Social, un Proyecto Tecnológico, un Proyecto de Vida.

Por lo tanto, un Proyecto es la búsqueda de una solución inteligente, de forma sistemática, al


planteamiento de un problema, la satisfacción de una necesidad o el aprovechamiento de una
ventaja comparativa.

 Conceptos sobre Proyectos


 Un proyecto es un instrumento o herramienta que busca recopilar, crear, analizar, en forma
sistemática, un conjunto de datos y antecedentes que permitan estimar la viabilidad de
realizar una determinada acción.
 Un proyecto es la búsqueda de una solución inteligente al planteamiento de un problema,
tendiente a resolver una necesidad humana.
 Un proyecto es un conjunto de actividades coordinadas e interrelacionadas que buscan
cumplir con un cierto objetivo específico, el cual debe ser alcanzado en un periodo de
tiempo previamente definido y respetando un presupuesto ya determinado.
 Un proyecto es una ruta para el logro de conocimiento específico en una determinada área
o situación en particular, a través de la recolección y el análisis de datos.
 Un proyecto es un plan de trabajo, con acciones sistemáticas, es decir, coordinadas entre
sí, valiéndose de los medios necesarios y posibles, en busca de objetivos específicos a
alcanzar en un tiempo previsto.
 Un proyecto es un modelo de emprendimiento a ser realizado con las precisiones de
recursos, de tiempo de ejecución y de resultados esperados.
 Un proyecto surge como respuesta a la concepción de una "idea" que busca la solución de
un problema o la forma de aprovechar una oportunidad de negocio.
 Un proyecto es la compilación de antecedentes y elementos de diagnóstico que permiten
planear, concluir y recomendar las acciones que se deben llevar a cabo para materializar
una idea.

A modo de conclusión, “Un proyecto es una propuesta ordenada de acciones que pretende
encontrar solución o reducción de la magnitud de un problema que afecta a un individuo o grupo
de individuos y en la cual se plantea la magnitud, características, tipos y periodos de los recursos
requeridos para completar la solución propuesta, dentro de las limitaciones técnicas, sociales,
económicas y políticas en las cuales el proyecto se desenvolverá.”

La elaboración de un proyecto consiste esencialmente en organizar un conjunto de acciones y


actividades a realizar, que implican el uso y aplicación de recursos humanos, ambientales,
financieros y técnicos en una determinada área o sector, con el fin de lograr ciertas metas u
objetivos. En el proceso de formulación, quien lo hace organiza las ideas de manera lógica y
precisa, los objetivos que puede alcanzar con su acción y concreta las actividades específicas que
necesita realizar, por que formular un proyecto es ante todo un proceso creativo.

Los proyectos se aplican en todos los ámbitos de la existencia humana, pues proyectar es mirar
hacia el futuro. Una persona sin proyectos, no aspira un progreso personal, y eso es contrario a la
naturaleza humana, que tiende a darle un sentido a sus actos

 Identificación de Necesidades de Proyectos

Para la identificación de necesidades de proyectos existen distintos escenarios que proveen


información general y específica, que puede muy bien orientarse a la determinación del desarrollo
de un proyecto, que entre a ser parte o el todo, de una solución a la necesidad detectada.

Se requiere de manera inicial, saber “detectar” el problema o necesidad. Muchas veces pasamos
por encima de cierta información sin “poder ver” que allí se tiene una potencial posibilidad para la
generación de un proyecto. Por lo tanto, el analista deberá ser no sólo cuidadoso de la lectura que
esté haciendo del escenario en potencia, sino que será necesario que tenga buen olfato, basado en
el conocimiento y la práctica, para visualizar la oportunidad. Ya con este primer acercamiento, le
corresponde ampliar su búsqueda, pero de una manera más detallada y expedita, que le pueda
confirmar la existencia de dicha probabilidad, y por tanto, el inicio del proceso de formulación del
proyecto; o la certeza de no ahondar más en ella, y descartarla, dado que no le encontró asiento
real, o posibilidades efectivas de brindar soluciones adecuadas al problema o necesidad en
estudio.

Se establecen a continuación, algunos escenarios propicios para iniciar análisis de posibilidades de


proyectos:

 Estudio de los Tratados de Libre Comercio que estén próximos a entrar en ejecución o
áreas de desarrollo de los ya existentes, donde la zona o territorio tenga potencialidades.
 Programas de desarrollo, especialmente de tipo local o regional, y estudios sectoriales,
dentro de los cuales se cuenta con los Clúster, son una excelente fuente para determinar
necesidades. Ya sea que se haga un análisis agrupando factores técnicos (Industrias
complementarias) o factores geográficos (Infraestructura para la industria).
 Estudio de negocios existentes para determinar necesidades que actualmente no se
satisfacen; determinar mercados mal servidos; o necesidades para apoyar el desarrollo de
la industria existente.
 Estudio de las necesidades de materia prima de los negocios existentes.
 Análisis de las tendencias de la población y de la información demográfica.
 Análisis de las tendencias económicas.
 Análisis de los cambios sociales.
 Análisis de situaciones de orden público, político y estratégico.

 Ciclo del Proyecto

Todos los proyectos siguen su propio ciclo. Existen muchas versiones acerca de lo que es el ciclo de
un proyecto, diferenciadas esencialmente por el manejo de la terminología y la cronología de
algunas actividades. Lo que debe tenerse en cuenta es que la comprensión del ciclo de un
proyecto, es un aspecto fundamental para poder ubicar la evaluación dentro del conjunto de
actividades a realizar.

El enfoque aquí presentado se basa en tres aspectos principales:

o Cada etapa del ciclo tiene su razón de ser y, por lo tanto, no debería limitarse a hacer
una repetición más detallada de las labores realizadas en etapas anteriores.

o Es importante involucrar desde el principio del ciclo del proyecto, a los distintos
actores interesados o involucrados en el mismo, para que colaboren conjuntamente en
su diseño, evaluación y ejecución.

o Se necesita una estructura flexible del ciclo del proyecto, que se adapte con facilidad a
los diversos tipos de proyectos. El ciclo no debe percibirse como una camisa de fuerza
lineal, sino como una lógica de progresión de un proyecto.

En su forma general, el ciclo del proyecto comprende tres etapas, a saber:


1. Preinversión
2. Ejecución y Seguimiento
3. Evaluación Ex-Post

Las etapas constituyen un orden cronológico de desarrollo del proyecto, en las cuales se avanza
sobre la formulación, ejecución y evaluación del mismo. A continuación se hace una breve
presentación de cada etapa.

No existe consenso universal sobre la denominación de estas diferentes etapas y sobre los límites
de una con otra. Sin embargo, una discusión detallada de la terminología sería poco fructífera. Por
lo tanto esbozaremos una definición de las diferentes etapas y fases con sus objetivos

1. Preinversión: Formulación y evaluación ex-ante del proyecto

La etapa de pre-inversión se construye por la formulación y evaluación ex–ante de un proyecto.


Está comprendida entre el momento en que se tiene la idea del proyecto y la toma de decisión de
iniciar la inversión.

Consiste en un juego iteractivo de preparación y evaluación en el cual se diseña, evalúa, ajusta,


rediseña, etc. Esta etapa tiene por objeto definir y optimizar los aspectos técnicos, financieros,
institucionales y logísticos de su ejecución. Lo que con ellos se busca es, especificar los planes de
inversión y montaje del proyecto, incluyendo necesidades de insumos, estimativos de costos,
identificación de posibles obstáculos, necesidad de entrenamiento y obras o servicios de apoyo.

La etapa de preinversión o formulación, por lo tanto, permite clarificar los objetivos del proyecto y
analizar en detalle las partes que lo componen.

Cabe volver a señalar que la preparación y evaluación se hace en forma iteractiva, en un proceso
de profundización progresiva de la información y de aumento en la certidumbre en lo que se
refiere a la selección de alternativas y proyectos. Así, la etapa de preinversión se compone de
cuatro fases, que dividen y delimitan los pasos sucesivos de preparación y evaluación; en cada una
de ellas se examina la viabilidad técnica, económica, financiera, institucional y ambiental, y la
conveniencia social de la propuesta de inversión. Las fases son las siguientes:

a. Identificación: Esta primera etapa parte de la obtención de una amplia información sobre el
sector económico y geográfico donde se insertará el proyecto, que nos dará una panorámica
sobre los recursos naturales, técnicos y humanos disponibles, y sobre las condiciones
económico-sociales favorables y desfavorables para el desarrollo del proyecto en la región o
área en estudio.

Las monografías o estudios regionales, y los diagnósticos sectoriales aparecen como los
instrumentos más idóneos en esta primera etapa. Cuando se trata de un proyecto en el sector
minero, por ejemplo, se precisa información sobre la geología de la región, las condiciones
climatológicas, la infraestructura disponible (vías de acceso, electrificación, telefonía, entre
otros); la abundancia o escasez de recursos humanos y técnicos en la zona, etc. Además de las
características socioeconómicas de la población, sin descuidar las políticas y objetivos trazados
por el gobierno y los sectores económicos organizados.
Si se hace referencia a un proyecto en el sector agrícola, se precisan conocer en principio las
condiciones de clima, las características del suelo y la variedad de producción, además de los
niveles de ingresos de los agricultores, sus condiciones de vida, la modalidad de cultivos
(minifundio, latifundio), la tecnología empleada, la disponibilidad de vías y medios de
transporte, las costumbres, técnicas y canales de mercadeo y distribución utilizados, entre
otros.

Una metodología recomendable en esta primera etapa, es plantearse una serie de


interrogantes que deben ser respondidos antes de seguir adelante. Como los siguientes: ¿Cuál
es la principal actividad económica de la región? ¿A cuántas personas directa o indirectamente
espera beneficiar el proyecto? ¿Con que servicios y de qué calidad cuenta la región, la zona o
la localidad? ¿Existen suficientes recursos humanos y físicos en la zona? ¿Cuál es el nivel de
ingresos de la población? ¿Cuál es la situación de empleo de la región y su clasificación por
sectores (industrial, agrícola, ganadero, minero, turístico, servicios, comercio, otro)?.

En resumen, la Identificación tiene por objeto clarificar una opción que se presenta entre
muchas, para atender una necesidad o aprovechar una oportunidad, teniendo en cuenta
aspectos económicos, técnicos, institucionales, ambientales, sociales y financieros.

b. Perfil preliminar: Con base a los elementos de juicio obtenidos a través de los estudios previos,
se plantean hipótesis en torno al producto o servicio frente a la población objeto; a la
viabilidad técnica de la propuesta y sus posibles variantes derivadas del tamaño, la localización,
o de los procesos técnicos disponibles y de modelos de organización en las etapas de
instalación y operación; logrando una primera aproximación a la magnitud de las inversiones,
los costos y los ingresos que permitan identificar preliminares “flujos de caja”, y posibiliten la
aplicación de ciertos criterios de rentabilidad y sensibilidad conducentes a calificar, en
principio, las bondades o desventajas del proyecto.

Podemos, entonces, resumir los aspectos que sería deseable conocer cuando el proyecto se
encuentra en esta fase de “perfil”, así:

 Situación general, que hace referencia


 Identificación del agente promotor del proyecto y la motivación del mismo
(una necesidad no atendida, la oportunidad de aprovechar alguna ventaja
comparativa, la inversión en algún renglón floreciente de la economía, etc.).
 En lo posible, una reseña geográfica y socioeconómica del ámbito donde se
ubicará el proyecto. (En algunos casos la localización se constituye en una de
las incógnitas por descubrir a través del estudio, por lo tanto, dicha reseña se
elaborará una vez que se hubiese definido el emplazamiento definitivo).
 Referencia a los objetivos de planes o programas nacionales, sectoriales,
regionales, locales o empresariales que sean pertinentes a los objetivos del
proyecto.
 Estudio de los propósitos del proyecto
 Resultados esperados a corto, mediano y largo plazo.
 Descripción de los diferentes estudios que se adelantarán con la metodología
prevista y su cronología aproximada; además de la hipótesis planteada en
torno a cada uno de los aspectos analizados.
 Identificación de los promotores del proyecto, y los responsables, si es
posible, en cada una de las fases.
 Consideraciones de orden financiero
 Inversiones necesarias y sus valores aproximados.
 Presupuesto de costos de funcionamiento.
 Presupuesto de ingresos previstos para cada uno de los periodos del
horizonte del proyecto (ventas, tarifas, transferencias, otra).
 Fuentes posibles de financiación, públicas y privadas, tanto para el periodo
de instalación como de operación.
 Cronología de la etapa de ejecución del proyecto, teniendo en cuenta
principalmente las siguientes actividades:
 Creación del nuevo ente jurídico
 Negociación y compra de terrenos
 Solicitud de autorizaciones
 Construcciones y obras civiles complementarias
 Negociación y compra de equipos, maquinaria, muebles y enseres
 Montaje de equipos y maquinaria
 Programación de capacitación
 Pruebas y puesta en marcha

Un estudio a nivel de “perfil” debe seguir, en lo posible, las siguientes pautas de presentación:

 Una parte introductoria donde se clarifiquen los objetivos del proyecto, las a corto,
mediano y largo plazo, los eventuales beneficiarios, la motivación del mismo, y, sí se
cree conveniente, la justificación correspondiente.
 Una presentación monográfica característica del sector (o subsector) y la región
donde se insertará el proyecto.
 Un resumen de las conclusiones derivadas de cada uno de los aspectos estudiados y
las recomendaciones argumentadas de ejecutar, aplazar o pasar a la fase de
prefactibilidad.
 La presentación de cada uno de los aspectos:
 Estudio de mercado o estudio de necesidades: Demanda insatisfecha, oferta
actual y proyectada, precios o tarifas, mecanismos de comercialización.
 Estudio técnico: Diferentes opciones de tamaño y su relación con el
mercado; alternativas de localización y criterios para su definición;
identificación y selección de procesos técnicos utilizables; aproximación al
modelo administrativo tanto para el periodo de ejecución como para la
operación; y definición en lo posible, de las actividades que se desarrollarán
en la etapa de ejecución y si cronología, para determinar en lo posible, el
momento de puesta en marcha.
 Estudio financiero: presupuesto y cronología de las inversiones, estimadas en
forma agregada y basadas en cotizaciones actualizadas. Presupuesto de
costos clasificados en: de producción, administrativos y ventas (si se tiene
información suficiente, también se pueden incluir los costos financieros).
Presupuestos de ingresos con base a los estimativos de producción y precios.
 Evaluación: Con los datos de inversiones, costos e ingresos se pueden
estimar flujos de fondos, que permitirán la aplicación de indicadores para
determinar la bondad financiera del proyecto.
 Bibliografía: Con el fin de orientar a los interesados (promotores,
inversionistas, agencias de financiación y bancos, autoridades locales o
sectoriales, gremios, etc.) resulta necesario presentar una bibliografía de los
documentos consultados para la elaboración del perfil y, al principio, una
tabla de de contenido que guie la lectura, además de los apéndices y anexos
complementarios que garanticen y respalden la cabal comprensión del
documento.

Cabe la pena anotar que en los estudios de “perfil” se trabaja preferiblemente con
información “secundaria”, ya que la información primaria suele ser muy costosa y
demorada.

c. Estudio de Prefactibilidad: En esta etapa se depuran, en mayor grado de detalle, los aspectos
de consumo, técnicos, financieros, institucionales, administrativos y ambientales, elaborados
en la fase anterior (para cada alternativa o variante), y acudiendo si es preciso, a información
primaria para algunas variables consideradas como relevantes, con el fin de contrastar las
hipótesis inicialmente planteadas.

Se debe incluir en el estudio, entre otros, los aspectos generales del entorno socioeconómico,
análisis de mercado identificando las principales variables que afectan su comportamiento
(producto, demanda, oferta, procesos de comercialización, precios, entre otros); definiendo en
principio alternativas de tamaño y localización con todas las restricciones que puedan incidir;
seleccionando un modelo técnico adecuado; diseñando una organización para las etapas de
instalación y operación; determinando las inversiones, costos y utilidades; y finalmente,
aplicando criterios de rentabilidad financiera, económica, social y ambiental según el caso.

Dado que los estudios de Prefactibilidad se utilizan como instrumento de negociación con
instituciones financieras o con inversionistas potenciales, a este nivel no se pueden incluir
precisiones con respecto a las fuentes de financiación. Es útil, además, adelantar en esta etapa
el análisis de sensibilidad que permita observar el comportamiento del proyecto ante
alteraciones de las variables relevantes.

Al terminar el Estudio de Prefactibilidad se espera, entonces, o mejorar el nivel de información


para tomar una decisión más ponderada y pasar al estudio de factibilidad, o proceder al diseño
definitivo para ejecutarlo, o abandonar el proyecto de manera temporal o definitiva, al no
presentar ventajas comparativas que ameriten su ejecución.

Cabe anotar que el Estudio de Prefactibilidad conduce a definir una única alternativa que será
estudiada si se considera necesario, con mayor rigor en el nivel de factibilidad.

d. Estudio de Factibilidad: Cuando persisten dudas en torno a la viabilidad del proyecto en


algunos de sus aspectos fundamentales, se procede a depurar la información que permita
otorgar mejores y más confiables soportes a los indicadores de evaluación. La decisión de
pasar de la etapa anterior al Estudio de Factibilidad debe ser tomada por las altas jerarquías,
pues siempre implica su elaboración, altos gastos financieros y consumo de tiempo y puede en
muchos casos, acarrear considerables costos políticos (en el caso de proyectos de gran
complejidad como vías troncales, hidroeléctricas, sistemas de trasporte masivo, entre otros).
Es oportuno en este momento aclarar que los llamados “estudios de preinversión” por razones
metodológicas y prácticas, se suelen dividir en dos grandes partes: por un lado, lo
correspondiente a la “formulación” (que no es otra cosa que la organización y análisis de la
información disponible), y por otro lado, la “evaluación” que es la aplicación de ciertas técnicas
y criterios para determinar su conveniencia o no. La mayoría de los estudios de preinversión
incluyen los dos componentes, sin embargo, instituciones de financiamiento suelen asignar
grupos diferentes de expertos para efectos de revisión de cada una de las partes, con el fin de
garantizar objetividad en el manejo de la información, en la utilización de indicadores y en la
aplicación de criterios. Vale la pena puntualizar que tanto el estudio de prefactibilidad como de
factibilidad, suelen ser adelantados por los agentes interesados (inversionistas privados o
empresas del Estado), o indirectamente a través de empresas consultoras nacionales o
internacionales, según la magnitud o importancia del proyecto.

El estudio de factibilidad debe conducir a:

 Identificación plena del proyecto a través de los estudios de mercado, tamaño,


localización y tecnología apropiada.
 Diseño del modelo administrativo adecuado para cada etapa del proyecto.
 Estimación del nivel de las inversiones necesarias y su cronología, lo mismo que los
costos de operación y el cálculo de los ingresos.
 Identificación plena de fuentes de financiación y la regularización de compromisos
de participación en el proyecto.
 Definición de términos de contratación y pliegos de licitación de obras para
adquisición de equipos.
 Sometimiento del proyecto, si es necesario, a las respectivas autoridades de
planeación.
 Aplicación de criterios de evaluación tanto financiera como económica, social y
ambiental, que permita allegar argumentos para la decisión de realización del
proyecto.

En efecto, del estudio de factibilidad se puede esperar, o abandonar el proyecto por no


encontrarlo suficientemente viable o conveniente, o mejorarlo, elaborando un diseño
definitivo, teniendo en cuenta las sugerencias y modificaciones que surgirán de los
analistas representantes de la alternas fuentes de financiación, o de funcionarios estatales
de planeación en los diferentes niveles, nacional, sectorial, regional, local o empresarial.

En consecuencia, los objetivos de cualquier estudio de factibilidad se pueden resumir en los


siguientes términos:

 Verificación de la existencia de un mercado potencial o de una necesidad no


satisfecha.
 Demostración de la viabilidad técnica y la disponibilidad de recursos humanos,
materiales, administrativos y financieros.
 Corroboración de las ventajas desde el punto de vista financiero, económico y social de
asignar recursos hacia la producción de un bien o la prestación de un servicio.

El estudio de factibilidad es un trabajo inteligente en el que concurren talentos diferentes


especializados en las más diversas áreas, según su magnitud y complejidad, lo que supone
altos costos y tiempo suficiente para su realización, por lo tanto, solamente una de las
alternativas seleccionadas en el nivel anterior, se somete a este estudio.

Claramente se puede observar una relación directa entre el tiempo y los costos incurridos y la
profundidad del estudio de preinversión.

También se puede observar una relación indirecta entre la incertidumbre y los niveles de
profundidad, el perfil registra una alta incertidumbre que disminuye en la medida que se acerque a
la pre o la factibilidad.

Podemos concluir, entonces, que en cada una de las fases de preinversión se llevan a cabo
diferentes estudios de diagnóstico y de preparación del proyecto (socio-económico; técnico; de
mercado; financiero; ambiental; legal; administrativo-institucional). Distintos proyectos requerirán
de distintas profundizaciones en los diversos estudios. Diferentes fases de un solo proyecto
también obligarán a los analistas a hacer énfasis en uno u otro estudio.

Los estudios efectuados en cada fase de la etapa de preinversión se convertirán en insumos de la


misma preparación o formulación del proyecto, así como de las evaluaciones realizadas en dicha
fase. Los resultados de dichas evaluaciones mostrarán el camino más indicado para el desarrollo
del ciclo, teniendo como alternativas:

I. Continuar hacia la siguiente fase (en la medida en que las evaluaciones indiquen que los
beneficios netos esperados sugieren que vale la pena seguir invirtiendo en la etapa de
preinversión);
II. Retroceder o detener dentro de la etapa de preinversión, con el fin de indagar sobre
ciertos aspectos de la formulación y evaluación (en la medida en que se presente
incertidumbre en cuanto a la posible justificación de continuar con la etapa de
preinversión);
III. Suspender la etapa de preinversión y destacar el proyecto (en el caso en que se indiquen
que no haya viabilidad para el proyecto y/o que los beneficios netos esperados no
justifiquen invertir más en el diseño del proyecto).

2. Ejecución y seguimiento

Está comprendida entre el momento en que se inicia la inversión y el momento en que se liquida o
se deja de operar el proyecto. La etapa de ejecución y seguimiento está compuesta por dos fases, a
saber: a. diseños definitivos, y b. montaje y operación.

a. Diseños Definitivos
Una vez aprobada la realización del proyecto, se procede a contratar los diseños
definitivos. Debido a que su elaboración suele generar una serie de pequeños cambios en
el diseño del proyecto, puede ser necesario actualizar los presupuestos. Sin embargo, es
importante anotar que, de ser bien realizado el estudio de factibilidad, los cambios que se
introduzcan en esta fase no deben ser significativos.

Tan pronto se tengan los diseños definitivos y los presupuestos actualizados, se procede a
preparar el informe de presupuesto. En caso de ser necesario, también se elaborará el
informe de crédito, con el fin de solicitar a las entidades financiadoras montos acordes con
los requerimientos de recursos.

b. Montaje y Operación
El proceso de ejecución del proyecto comprende la construcción o montaje, y la operación
del mismo a través de todos los años de su “vida útil”, Convencionalmente se divide en dos
sub-fases; la de montaje o construcción, y la de operación y mantenimiento. Esta división
arbitraria no implica que durante la operación de un proyecto no se hagan inversiones o
montajes para ampliación o reposición.

Durante las dos sub-fases del montaje y operación, la evaluación juega un papel
significativo, pues permite realizar ajustes al diseño y ejecución del proyecto, de tal forma
que facilite el cabal cumplimiento de las actividades programadas y el logro de los
objetivos. Así la evaluación juega un papel “formativo”, tiene la capacidad de influir
sustancialmente sobre la forma en que se ejecuta el proyecto. Esta evaluación se
caracteriza por trabajar con información verificable en el momento y, por lo tanto, se
asocia con una evaluación ex–post.

En conclusión, podemos decir que por dos razones fundamentales podemos percibir las labores de
seguimiento (monitoreo) y evaluación como esenciales: primero, entregan información necesaria
para la toma de decisiones sobre la continuación o no del proyecto y la necesidad de replantear o
ajustar lo que falta del mismo; segundo, sirven como mecanismos para mejorar los criterios de
proyección en futuras evaluaciones.

3. Evaluación Ex–Post

Esta denominación se utiliza para referirse, como su nombre lo indica, a la evaluación que es
efectuada después de que un proyecto es ejecutado. Tiene como fin determinar hasta dónde el
proyecto ha funcionado según lo programado y en qué medida ha cumplido sus objetivos.

La característica principal de la evaluación ex–post es que la incertidumbre es inexistente. Esta


condición se puede ver afectada por la cantidad y calidad de la información recolectada, durante la
ejecución del proyecto.

La evaluación busca cuantificar el impacto efectivo, positivo o negativo, de un proyecto. Sirve para
verificar la coincidencia de las labores ejecutadas con lo programado. Su objeto consiste en
“explicar”. Al identificar los aspectos del proyecto que fallaron o no estuvieron a la altura de las
expectativas, analiza las causas que crearon esta situación. También indaga sobre los aspectos
exitosos, con el fin de poder reproducirlos en proyectos futuros. Además, constituye una
herramienta para identificar proyectos futuros, ya sean de reposición o de complemento.

La evaluación ex–post es “sumativa”: nos agrega conocimiento y experiencias a los ya acumulados.


Así, nos aporta información valiosa para entender e interpretar experiencias pasadas y para
formular mejores proyectos futuros.

Existe cierto rechazo a la evaluación ex–post porque, en algunos casos, se ha utilizado como un
ejercicio de identificación de “culpables” de un proyecto no exitoso. El buen uso de la evaluación
ex–post reemplaza esta aplicación “acusatoria” con el ánimo de retroalimentar el diseño y la
gestión de proyectos y para aportar criterios a las etapas de preinversión de proyectos futuros.

(Se determina el Anexo 1, Capítulo I, El Ciclo del Proyecto, del Libro Gestión de Proyectos de Juan
José Miranda Miranda, como lectura complementaria de la información de éstos temas).

 Tipos de Proyectos de Inversión

Cabe ilustrar en forma muy tangencial el contenido de los estudios de factibilidad, elaborados en
atención a diferentes condiciones, lo que nos obliga a apelar a una clasificación que como todas,
resulta un tanto arbitraria, pero que cumple con el propósito de clarificar la forma de abordar
cualquier proyecto para la captura, análisis y presentación de la información.

Dadas las características de los productos que elaboran o los servicios que prestan, o de los
beneficios que aportan, los proyectos de inversión se pueden clasificar de la siguiente forma:

A. Proyectos Sociales: Aquellos destinados principalmente a satisfacer necesidades sociales de


una comunidad, mediante el aprovechamiento de los servicios ofrecidos. Ejemplo, proyectos
de salud, educación, saneamiento básico, recreación, vivienda e infraestructura comunitaria,
entre otros.

B. Proyectos Productivos: Estos proyectos tienen como fin instalar y operar una capacidad
transformadora de insumos, con la clara motivación de producir bienes con destino a atender
necesidades de consumo. Ejemplo, proyectos de transformación industrial, de producción
agrícola o agroindustrial, de explotación minera, etc.

C. Proyectos de Infraestructura: Tienen como propósito fundamental crear condiciones


facilitadoras, inductoras, impulsoras o coadyuvantes para el desarrollo económico. El producto
que entrega el proyecto sirve de instrumento para que las comunidades y los agentes
económicos desencadenen actividades productivas que mejoren sus ingresos y condiciones de
calidad de vida, y propicien efectos económicos positivos hacia otros grupos sociales. Ejemplo,
carreteras, centrales eléctricas, distritos de riego, sistemas de comunicación, servicios públicos,
Unidades residenciales de vivienda, entre otros.

D. Proyectos – Programas: Aquellos orientados a producir o fortalecer una capacidad generadora


de beneficios directos a través de otros proyectos. Ejemplo, proyectos de capacitación,
campañas de vacunación, procesos de alfabetización, reformas internas de instituciones
prestadoras de servicios, etc.

E. Estudios Básicos: No suelen generar productos directamente aprovechables, pero si permiten


identificar nuevas opciones de inversión o de aplicación tecnológica en beneficio de las
comunidades. Ejemplo, investigaciones básicas que permiten el desarrollo de productos de
beneficio social, como en el caso de detergentes, alimentos, vacunas, medicinas, entre otras.

Cabe aquí hacer una nueva distinción entre dos ámbitos de proyectos, según sus promotores o
impulsores, así:

1. Proyectos promovidos por agentes privados


Como soporte inicial se debe adelantar un estudio exhaustivo sobre el subsector en que se
insertará (cemento, hierro, textil, papel, agroindustria, servicios, turismo, otro), en el que se
encontrarán cifras relativas a la producción, a los niveles de importación y exportación, a la
mano de obra ocupada, l aporte al PIB, los principales emplazamientos, normas sobre la
operación, entre otras.

Por otro lado, si la ubicación está determinada, una monografía sobre el ámbito geográfico y
socioeconómico sería un complemento adecuado.

El estudio de mercado estará orientado a determinar la demanda interna insatisfecha, y según


el ámbito que se quiera cubrir, la estimación de la demanda internacional, y teniendo en
cuenta la estructura de costos, verificar sus posibilidades de competitividad.

Dados los estudios anteriores, se podrá determinar la magnitud del proyecto, su mejor
ubicación y por lo tanto, una tecnología adecuada (garantizada por cotizaciones en firme de
equipos y suministros), en armonía con el diseño de un modelo administrativo eficiente.

El estudio financiero buscará soportar la bondad del proyecto (evaluación financiera), en su


condición de generador de utilidades, mediante los presupuestos de inversiones. Costos e
ingreso a través de flujos de caja, con el objeto de motivar el interés de fuentes alternas de
financiación disponibles.

A pesar de que el empresario privado no está muy estimulado a emprender por su propia
iniciativa la “evaluación económica y social”, esta sí se debe adelantar, ya sea por las
autoridades de planeación respectivas o por los analistas de las corporaciones financieras, ya
que de todos modos el proyecto determinará efectos positivos, tales como: generación de
empleo, pago de impuestos, incremento del PIB, eventualmente favoreciendo la balanza
comercial, etc., o negativas que como la polución, el ruido o la inseguridad, impactan el
entorno socioeconómico de la comunidad a la que pretenden favorecer.

Es bien interesante además, establecer en qué medida un determinado proyecto contribuye al


logro de objetivos de desarrollo plasmados en los correspondientes planes y programas
empresariales, locales, sectoriales, regionales o nacionales.

2. Estudios de preinversión
En esencia contiene los mismos elementos que en el caso anterior, sin embargo es necesario
relevar algunas diferencias características. Es así como el estudio de mercado debe orientarse a
establecer la magnitud de una necesidad, con el fin de satisfacerla a través del proyecto,
haciendo de todos modos, derivar los estudios técnicos y la determinación de tarifas, en la
consulta de la capacidad de pago de la comunidad afectada.

En consecuencia, el cálculo de la rentabilidad financiera, no tiene como en el caso anterior, el


objetivo de detectar la capacidad del proyecto para generar utilidades, sino que pretende
principalmente, dotar a los gerentes públicos de las herramientas básicas para garantizar el
adecuado funcionamiento del proyecto y su sostenibilidad. Se trata, en alguna forma, que la
misma empresa en la medida de su capacidad costee su operación, sin embargo, dado el bajo
nivel de ingresos de algunas comunidades, se precisa de subsidios para la sostenibilidad de
determinados proyectos, en estos casos la “evaluación financiera” también sigue siendo
importante, puesto que permite establecer cuál es la medida del soporte que a manera de
subsidio, ayuda o transferencia tendrán que conseguir los promotores estatales o las
organizaciones cívicas. Queda claro entonces, que la “evaluación financiera” no busca en estos
casos descubrir niveles de utilidad como consecuencia del proyecto, si no que se constituye en
una herramienta idónea para de la gestión de la empresa pública.

Por otro lado, el hecho de que los recursos sean escasos implica, por parte de las autoridades,
una mejor asignación de los mismos, por lo tanto la “evaluación económica” otorga a los
analistas, instrumentos de decisión objetivos, que permiten analizar opciones entre las
diferentes alternativas de utilización de dichos recursos. Desde luego que, el criterio de
equidad debe estar siempre presente en la asignación de los recursos de inversión pública.

Sin embargo, cada día son más tenues las diferencias que se pueden establecer entre
proyectos que se suelen madurar y ejecutar en el sector privado y aquellos que suelen ser del
resorte e interés de las entidades estatales. Los procesos de privatización que se dan en todo el
mundo, el desarrollo de nueva tecnologías administrativas y financieras, la reducción de los
entes estatales en búsqueda de eficiencia, determinan que en mayor o menor medida
aparezca una sana colaboración y alianza entre los sectores público y privado (mesoeconomía)
para lograr a través de las acciones que les son propias, sus objetivos sociales, encontrando
cada día mayor participación y cooperación en el logro de metas de bienestar para las
comunidades afectadas. Es el caso de la figura técnica de la “concesión” como instrumento que
permite la financiación de obras de infraestructura necesarias para el desarrollo, con capital
privado.

(Se determina el Anexo 2, Capítulo II, Identificación de Proyectos, del Libro Gestión de Proyectos de
Juan José Miranda Miranda, como lectura complementaria de la información de éstos temas).

BIBLIOGRAFÍA

1. Nassir Sapag Chain; Reinaldo Sapag Chain; "Preparación y Evaluación de Proyectos"; Cuarta
Edición.
2. Ernesto R. Fontaine; "Evaluación Social de Proyectos"; 12ª Edición.
3. Karen Marie Mokate; "Evaluación Financiera de Proyectos de Inversión"; Segunda Edición.
4. Raúl Castro Rodríguez; Karen Marie Mokate "Evaluación Económica y Social de Proyectos
de Inversión"; Primera Edición. 2003.
5. Gabriel Baca Urbina. "Evaluación De Proyectos". McGraw-Hill. México. 2001.
6. Juan José Miranda Miranda: “Gestión de Proyectos”. Cuarta Edición. 2004.

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