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“En el conjunto de la naturaleza no hay nada tan importante,

o que merezca mayor atención, que el suelo. Toda


la Creación depende del suelo, que es la base esencial
de nuestra existencia”.
Friederich Albert Fallou (1862)
5 Introducción
8 principios básicos
10 normativa
11 la reconversión
13 Técnicas
16 el suelo
20 la fertilización
26 el laboreo
32 rotaciones y asociaciones
36 control de plagas y enfermedades
43 Datos estadísticos
46 Información en internet
47 Bibliografía
La necesidad del cambio
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial
se produce un cambio radical en los modelos
agrícolas tradicionales, consecuencia de los im-
portantes avances en el panorama científico
agrario. La llamada “revolución verde” supone la
aparición de nuevas razas y variedades, fruto de
una selección genética, así como la obtención
de nuevas generaciones de abonos químicos,
plaguicidas y herbicidas, la mecanización cre-
ciente del campo, etc.

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Todos estos elementos, para con-
seguir forzar la máxima productivi-
dad del suelo y el más rápido
crecimiento vegetativo.

Se consigue así un incremento de la


renta recibida por los agricultores,
una seguridad en el abastecimiento,
el mantenimiento de unos precios ra-
zonables y una cierta estabilidad de
los mercados.

Sin embargo, la práctica de una agri-


cultura intensiva y mal planificada Arado de vertedera, utilizado en la agricultura con-
vencional, y desechado por la ecológica
conlleva la aparición de nuevos pro-
blemas que cuestionan la eficacia de
esta forma de producción:

Deterioro del medio ambiente


Aparición de excedentes de productos agrícolas
Pérdida del valor genético a favor de variedades y razas muy seleccio-
nadas y exigentes
Pérdida de fertilidad del suelo y erosión
Incremento de los costes de producción, y, como consecuencia, dis-
minución de las rentas agrícolas
Aumento de la resistencia a los agroquímicos de las malas hierbas, in-
sectos y enfermedades
Disminución progresiva de la productividad
Reducción de la calidad de los alimentos
Riesgo para la salud humana y animal por los residuos de fitosanitarios
Abandono del medio rural

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Parece evidente que no será aceptable una agricultura que explote los recur-
sos naturales por encima de sus tasas de renovación, que emita efluentes al
medio superando su capacidad de asimilación, y transforme los ecosistemas
sin respetar los límites de su capacidad de adaptación.

Esta situación supone la aparición de sistemas alternativos más acordes con


el concepto de sostenibilidad, y un conjunto de políticas que dan un mayor
peso al cuidado del medio ambiente.

La agricultura ecológica es un modo de producción, perdurable en el tiempo


y que ofrece alternativas a los problemas que plantea la agricultura química.
No se trata de producir más; sino de hacerlo mediante una buena gestión de
los recursos, respetando en lo posible el medio ambiente.

Todas las técnicas en Agricultura Ecológica irán encaminadas a buscar la estabilidad


del agroecosistema

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¿Qué es agricultura ecológica?
Los términos agricultura ecológica, orgánica o biológica definen un
sistema agrario que mediante el uso de técnicas conservadoras y mejorado-
ras del suelo y el ecosistema consiguen obtener alimentos de máxima cali-
dad nutritiva y sensorial, respetando el medio ambiente sin la utilización de
productos químicos de síntesis y consiguiendo de esta manera agroecosis-
temas social y ecológicamente sostenibles.

Principios básicos
Los principios y prácticas en las que se basa la producción ecológi-
ca aparecen recogidos en el documento de normas de IFOAM (Federación
Internacional de Movimientos de Agricultura Ecológica).

PRINCIPIOS BÁSICOS
Producir alimentos de alta calidad nutritiva y en suficiente cantidad
Trabajar con los ecosistemas en vez de intentar dominarlos
Fomentar e intensificar los ciclos bióticos dentro del sistema agrario que
comprendan los microorganismos, la flora y la fauna del suelo, las plantas
y los animales
Mantener y aumentar a largo plazo la fertilidad de los suelos
Emplear al máximo recursos renovables en sistemas agrícolas organiza-
dos localmente
Trabajar todo lo que se pueda dentro de un sistema cerrado en lo
que respecta a la materia orgánica y los nutrientes

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La agricultura ecológica basa su for-
ma de producir en las siguientes
técnicas:

Buena elección de cultivos y va-


riedades
Rotaciones y asociaciones de
cultivos
Correcto programa de abonado
Abandono de los productos
químicos de síntesis
Laboreo no agresivo
Control integrado de plagas
Uso de métodos mecánicos y tér
micos en el control de malas hier-
bas

Proporcionar al ganado las condiciones de vida que le permita realizar


todos los aspectos de su comportamiento innato
Evitar todas las formas de contaminación que puedan resultar de las téc-
nicas agrícolas
Mantener la diversidad genética del sistema agrario y de su entorno, in-
cluyendo la protección de los hábitats de las plantas y animales silvestres
Permitir que los agricultores obtengan unos ingresos satisfactorios y rea-
licen un trabajo gratificante en un entorno laboral saludable
Considerar el impacto social y ecológico más amplio del sistema agrario

www.ifoam.org

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Normativa
El marco normativo fundamental que regula y homogeneiza criterios
para todos los miembros de la Unión Europea es el Reglamento (CEE)
2092/91 del Consejo; de 24 de junio de 1991, sobre producción agrícola
ecológica y su indicación en los productos agrarios y alimentarios.

A raíz de este Reglamento, se publica en España el Real Decreto 1852/93 so-


bre producción agrícola ecológica, en el que se reconoce a las comunidades
autónomas su plena competencia para aplicar directamente el Reglamento
europeo y dictar las normas necesarias para su correcto cumplimiento.

En nuestra comunidad se forma entonces el Consejo de Agricultura Ecológi-


ca de Castilla y León (CAECYL) con este fin y se promulga el Reglamento de
12 de noviembre de 1996, publicado en el BOCyL del 4 de diciembre de 1996
y que se aplica a todos los productores ecológicos de la comunidad.

Toda esta reglamentación es necesaria para establecer mecanismos que


puedan garantizar que los alimentos ecológicos han sido producidos según
las directrices pertinentes. Sólo los productos obtenidos de acuerdo a la nor-
mativa de producción agraria ecológica pueden utilizar en su etiquetado o
publicidad los nombres protegidos: ecológico, biológico, orgánico o bio-
dinámico.

El Consejo de Agricultura Ecológica de Castilla y León


garantiza el cumplimiento de esta normativa identifican-
do los productos elaborados en la región con esta eti-
queta

La Comunidad Económica Europea, a su vez, identifica


los productos que han sido sometidos al sistema de
control con este logotipo

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La reconversión
Se denomina así al periodo de cambio o adaptación del método de
cultivo convencional al ecológico. Su duración será de al menos dos años
aunque el organismo de control podrá, con el consentimiento de la autoridad
competente, decidir que dicho periodo en ciertos casos se prorrogue o re-
duzca en función del nivel de intensificación que hayan sufrido las parcelas
en el anterior sistema de cultivo.

La integración de agricultura y ganadería contribuye a cerrar los ciclos de nutrientes y per-


mite ampliar las rotaciones con la introducción de cultivos forrajeros y praderas temporales
(Primer año de reconversión de la finca “La Aldehuela”. Diputación de Zamora)

Durante este periodo es cuando se pueden presentar los problemas más im-
portantes de plagas y enfermedades hasta que se consiga alcanzar el equi-
librio entre la planta, el suelo y el entorno. Además, las producciones serán
menores, a lo que se debe añadir el inconveniente de comercializar al pre-
cio convencional hasta conseguir la certificación de garantía ecológica.

Por tanto, se requiere un fuerte compromiso por parte del agricultor, que de-
berá asumir un nivel de riesgo e incertidumbre importantes. Esto implica un
perfecto plan de transformación de la finca a todos los niveles: agronómico,
técnico y comercial. Hay que entender que no existen recetas ni soluciones
únicas, siendo las características de cada explotación las que nos van a mar-
car en último término las pautas a seguir en cada caso.

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El concepto del agrosistema como algo global
supone que las técnicas de la agricultura
ecológica sean la otra cara de la moneda, en
relación a las utilizadas por la agricultura con-
vencional, basadas en la intensificación y en su
visión simplificada del medio.

Se exponen a continuación los principios funda-


mentales y algunas de las técnicas que se
pueden emplear en los sistemas de producción
ecológicos, aunque sin pretender dar normas
estrictas, ya que cada caso hay que estudiarlo
individualmente y dar las soluciones específicas
que precise.

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Agricultura química
Aunque los métodos de producción de la agricultura convencional pueden
conseguir resultados a corto plazo, a medio y largo plazo se crea un sistema
cada vez más inestable y dependiente.
Es muy común ver cómo, cuando se entra en la línea de aplicación de pesticidas
y herbicidas en un sistema agrario de tipo tradicional, en pocos años se va
evolucionando hacia la necesidad de controlar un mayor número de plagas que
aparecen como consecuencia de unas condiciones
de cultivo cada vez más artificiales.

La inestabilidad del sistema requiere del uso de abonos químicos, pesticidas,


herbicidas, laboreo intensivo, etc., responsables a su vez de mayor
inestabilidad. Este círculo vicioso supone un desequilibrio cada vez mayor a la
vez que un incremento de los daños económicos y medioambientales.

Agricultura ecológica
El objetivo de la producción ecológica es ofrecer un ambiente equilibrado,
rendimientos sostenibles, fertilidad biológica de los suelos y regulación natural
de las plagas a través del diseño de agroecosistemas diversificados.
La estrategia se basa en principios ecológicos de forma que la gestión lleve a un
reciclaje óptimo de los nutrientes y de la producción de materia orgánica,
corrientes cerradas de energía, conservación de aguas y suelos, y poblaciones
equilibradas de enemigos naturales.
La idea es explotar la complementariedad y sinergia resultante de las diversas
combinaciones de cultivos, árboles y animales para poder mantener las plagas y
enfermedades bajo niveles que no provoquen daños económicos.

No se trata, por otro lado, de un retroceso a las formas de cultivar anteriores a


la II Guerra Mundial, si no que supone combinar el conocimiento agrícola
tradicional con las nuevas tecnologías que resulten menos dañinas para la
vida del suelo, base fundamental del agricultor ecológico sobre la que
descansan todos los principios fundamentales de esta forma de producir.

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15
EL SUELO

La agricultura química y los métodos de producción intensivos que utiliza ha-


cen que el suelo quede relegado a la categoría de un simple soporte para el
cultivo. La compactación del suelo por el uso indebido de maquinaria pesa-
da, la práctica del monocultivo, la quema de restos de cosecha, el empleo de
abonos solubles y fitosanitarios químicos conducen de forma directa o indi-
recta a la destrucción del equilibrio necesario para el desarrollo sano de los
procesos vitales del suelo, provocando la irremediable pérdida de fertilidad y
su erosión.

El resultado es un sistema cada vez más desequilibrado y dependiente


donde los cultivos serán más susceptibles al ataque de plagas y enfer-
medades.

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suelo

Para la agricultura ecológica el suelo representa un complejo ecosistema for-


mado por gran cantidad de organismos diferentes que varían tanto en
tamaño como en función.

Mantener el equilibrio de estos organismos así como potenciar en la medida


de lo posible su actividad biológica va a incidir de manera positiva en la co-
rrecta nutrición y salud de los cultivos. Serán estos organismos los encarga-
dos de transformar los elementos químicos insolubles necesarios para el
crecimiento vegetal en elementos solubles y asimilables por las plantas.

El primer paso en la prevención de plagas y enfermedades será, por tanto,


conseguir un suelo sano, fértil y capaz de mantenerse productivo en el tiem-
po, por lo que serán necesarias técnicas adecuadas como laboreo poco
agresivo, aportes orgánicos, abonos verdes, rotaciones y asociaciones de
cultivos, abandono de los productos químicos de síntesis, etc.

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suelo

El suelo como organismo vivo


Se puede considerar el suelo como un organismo vivo en continua
evolución que tiene un origen o nacimiento, una etapa de madurez y muere
como consecuencia de la erosión.

El origen del suelo es doble, mineral y orgánico. Se forma por la unión entre
las arcillas procedentes de la descomposición y alteración de la roca madre
y el humus procedente de los deshechos orgánicos. La combinación de
partículas de arcilla y humus permite la formación de un compuesto estable:
el complejo arcillo-húmico, que favorece la aireación, el almacenamiento de
agua y la fertilidad jugando un papel fundamental en las buenas característi-
cas físicas, químicas y biológicas del suelo.

Durante el proceso de maduración del suelo, el medio se hace progresiva-


mente más profundo y se estratifica en capas de color y texturas diferentes
denominadas horizontes. El conjunto de ellos constituye el perfil pedológico.

De esta forma, la evolución de un suelo se hace por arriba, por la incorpo-


ración de la materia orgánica (horizonte A) y por abajo, por la alteración de
las rocas (horizonte C); finalmente, por la unión entre materia orgánica y
mineral (horizonte B).

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suelo

Si el suelo no es alimentado convenientemente con materias orgánicas,


acabará perdiendo su estabilidad estructural ligada al complejo arcillo-
húmico y muriendo por el proceso de erosión.

La erosión es un fenómeno que consiste en la pérdida de la capa superficial


del suelo por el agua o por el viento. El complejo arcillo-húmico se destruye
por la separación y degradación del humus y la arcilla.

El hombre se convierte en un agente activo en el proceso de erosión a


través de malas prácticas como sobrepastoreo, quema del rastrojo, la fer-
tilización química prescindiendo del aporte de materias orgánicas, labrar
las laderas en el sentido de la pendiente, dejar el suelo desnudo, aplicación
de pesticidas, etc.

Los organismos vivos del suelo


El ecosistema formado por los organismos vivos del suelo tiene una
función de vital importancia en la nutrición y el buen desarrollo de los cultivos,
así como en todos los procesos de formación, desde la degradación de las
rocas y materias orgánicas hasta en la formación del complejo arcillo-húmico.
Todas las prácticas y principios en los que se fundamenta la agricultura
ecológica deben plantearse, por lo tanto, desde el respeto al suelo y a las
formas de vida que contiene. Conseguir un suelo sano debe ser el punto de
partida necesario hacia la estabilidad y sostenibilidad del agroecosistema.

Algunos organismos establecen relaciones beneficiosas con sus


hospedadores y tienen gran importancia para el desarrollo de las plantas
como, por ejemplo, los hongos micorrizógenos, las bacterias fijadoras de ni-
trógeno y en general todos los microorganismos que forman la “rizosfera” es-
tableciendo un proceso de competencia contra los agentes patógenos, a los
que desplazan, lo que repercute en la salud de la raíz.

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LA FERTILIZACIÓN
La agricultura química basa su plan de fertilización en el uso, y muchas ve-
ces, el abuso, de abonos químicos solubles, generando problemas graves
para el suelo y el medio ambiente.

El abandono de los aportes de materias orgánicas favorece los procesos de


erosión y disminuye el potencial de la actividad enzimática, lo cual afecta de
forma indiscutible a la capacidad del suelo de ciclar y proveerse de nutrien-
tes. Esta situación acaba trasladándose a los cultivos haciéndolos cada vez
más dependientes de los factores externos.

Por otro lado, basar la fertilización en unos pocos elementos solubles como
el fósforo, nitrógeno y potasio (N,P,K), contribuye a un desequilibrio nutri-
cional, ya sea por deficiencias inducidas o por un aumento de su absorción,
lo que supone un cultivo más vulnerable a las plagas y enfermedades.

20
fertilización

La agricultura ecológica fundamenta la fertilidad del suelo en los aportes


orgánicos a través de estiércol, compost, restos de cosechas, abonos
verdes, etc. Con esto se consigue aumentar la biodiversidad y actividad de
los organismos del suelo, así como una clara mejora en las propiedades físi-
cas y químicas.

De esta manera se entiende la fertilidad como algo global, no sólo como la


capacidad de un suelo para nutrir al cultivo, sino también para mantener un
nivel de producción aceptable y de calidad, conservando un estado de alta
estabilidad frente a factores que pueden incidir en su degradación.

La materia orgánica influye en todas las propiedades importantes que con-


tribuyen a la calidad del suelo. Sin el suministro de materia orgánica, el te-
rreno desarrolla deficiencias en microelementos así como en elementos
secundarios.

21
fertilización

La normativa sobre agricultura ecológica (Reglamento (CEE) 2092/91 de 24


de junio) establece que “tanto la fertilidad como la actividad biológica del
suelo deberán ser mantenidas o incrementadas en los casos apropiados me-
diante:

a) El cultivo de leguminosas, abonos verdes o plantas de enraizamineto


profundo, con arreglo a un programa de rotación plurianual adecuado
y/o
b) La incorporación al terreno de abonos orgánicos obtenidos de residuos
procedentes de explotaciones cuya producción se atenga a las normas del
presente reglamento”

Antes de realizar cualquier tipo de fertilización, será necesario conocer las ca-
racterísticas del suelo a través de un análisis completo. Podremos así obte-
ner toda la información necesaria para corregir las posibles carencias y tomar
la decisión más correcta, no sólo en cuanto al tipo y cantidad del aporte si no
también en la elección de cultivos, rotaciones, laboreo, etc.

Fertilización orgánica en la finca “La Aldehuela” (Diputación de Zamora)

22
fertilización

El concepto ecológico de fertilización es bastante distinto al que se maneja


habitualmente. Un papel importante en la alimentación de las plantas lo jue-
gan las bacterias, hongos, lombrices y el resto de seres vivos del suelo.

Todos precisan ser alimentados y de ello se encarga el compost y toda la


materia orgánica en descomposición presente en la tierra. Este tipo de ferti-
lización aumenta el contenido en humus del suelo y su capacidad de reten-
ción de agua, mejora la estabilidad estructural, facilita el trabajo del suelo,
estimula la actividad biológica y suministra la mayor parte de los elementos
nutritivos necesarios que los cultivos utilizarán para un desarrollo óptimo.

El compostaje, base de la fertilización ecológica


El compostaje es un proceso en el que se consigue la formación de
una masa homogénea de estructura grumosa, rica en humus y en microor-
ganismos partiendo de una mezcla de materias orgánicas que son someti-
das a un proceso de fermentación aerobia.

Los objetivos de esta técnica son:

La supresión de olores desagradables


La mejora de las condiciones higiénicas del producto
La eliminación de patógenos y semillas de adventicias
La mejora del valor fertilizante
El incremento de la actividad biológica del suelo
La reducción de pérdidas de nutrientes
La mejora de las condiciones de transporte
La minimización de gastos energéticos y económicos en el proceso
y el uso

23
fertilización

Al tratarse de un proceso biológico, exige la intervención de microorganismos


para su funcionamiento, por lo que está condicionado por los factores que in-
tervienen en la optimización de la actividad microbiana:

Aireación: Es imprescindible una aireación adecuada para no detener la


correcta descomposición, así como para evitar la pérdida de nutrientes y
aparición de sustancias tóxicas para las plantas
Humedad: Es indispensable para la descomposición de las materias,
debe variar entre el 50 y el 60%. Una humedad demasiado baja paraliza la
actividad biológica y cuando es alta se producen condiciones de anaero-
biosis y pérdida de nutrientes por lixiviación
Relación C/N: Cuando el nitrógeno es escaso, se paraliza la actividad
biológica y cuando está en exceso, se producen pérdidas. Debe estar en
torno a 20
PH: Influye sobre la actividad de los microorganismos y sobre la veloci-
dad de las reacciones enzimáticas. Debe ser próximo a la neutralidad (ph 7)

Volteo y control de humedad del compost. “La Aldehuela” (Zamora)

24
fertilización

Por otra parte, también se utilizan en la fertilización los abonos verdes,


verdes que
son cultivos destinados a ser incorporados al suelo cuando llega la floración,
momento en que la planta tiene más elementos movilizados y su contenido
en fibra aún es bajo. Se eligen plantas de crecimiento rápido. Se pueden in -
tercalar entre dos cultivos principales, asociados al cultivo de cereal o en fru-
tales, cuando el agua no es un factor limitante.

Los abonos verdes van a jugar un papel muy importante en el diseño de las
rotaciones en los sistemas ecológicos. No sólo ayudan a retener y, en al-
gunos casos, a acumular nitrógeno y otros nutrientes, reduciendo así las pér-
didas por lavado, sino que también cubren el terreno, protegiendo al suelo de
la erosión, mejorando su estructura, incrementando su actividad microbiana
y favoreciendo además el control de plagas y malas hierbas.

Normalmente los aportes orgánicos van a proporcionar los macro y micronu-


trientes necesarios para los cultivos, aunque en ocasiones, sobre todo du -
rante la reconversión, pueden presentarse carencias o desequilibrios en el
suelo. En éste caso se puede recurrir a los abonos minerales.
minerales Están auto-
rizados para su uso en agricultura ecológica las sustancias naturales que
hayan sufrido sólo procesos físicos para su extracción. Estos productos de-
berán tener escasa solubilidad para que las plantas no puedan asimilarlas di-
rectamente, siendo los microorganismos del suelo quienes realicen esta
función. En este sentido, se pueden aportar estas enmiendas orgánicas al
montón de compost, donde empiezan a ser sometidas a la actividad micro-
biana.

En cualquier caso, estos fertilizantes y demás acondicionadores del suelo de-


berán ajustarse a las normas establecidas en el Anexo II, parte A, del
reglamento (CEE) 2092/91 del Consejo de 24 de Junio de 1991.

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EL LABOREO
La agricultura química tiende a un laboreo agresivo, en exceso y frecuente-
mente con el uso de maquinaria pesada. En general, mientras mayor sea la
perturbación de la materia orgánica, mayor será su descomposición, lo que
se traduce en la pérdida de fertilidad y estructura. De esta forma, el suelo se
vuelve más compacto y difícil de trabajar, haciéndose cada vez más “adicto”
al arado.

El arado de vertedera provoca además consecuencias indeseables en el eco-


sistema del suelo, pues el volteo de horizontes afecta de forma negativa a los
organismos edáficos adaptados a distintas profundidades del perfil.

26
laboreo

La agricultura ecológica, por el contrario, se limita al laboreo estrictamente


necesario, con el objetivo de evitar alteraciones graves en la actividad bióti-
ca, la pérdida de estructura y fertilidad, la compactación y la erosión.

Se prescinde por ello, de aperos que provoquen el volteo de la tierra, como


el arado de vertedera, y se recurre a útiles que realicen una labor vertical con
mullimiento en profundidad y volteo en superficie.

El laboreo es sólo uno más de los factores hacia la consecución de unas bue-
nas características físicas, químicas y biológicas. Tener un suelo fértil va a
suponer una menor necesidad de trabajo mecánico, que se puede efectuar
rápidamente, con poco gasto de energía, y casi en cualquier época del año.
De esta forma se puede prescindir del uso de maquinaria pesada y de sus
efectos negativos sobre la estructura del suelo.

27
laboreo

Fundamento y objetivos
La finalidad última del la-
boreo va a ser favorecer el cre-
cimiento y desarrollo de los cultivos.
Se busca así aumentar el potencial
productivo del suelo mejorando la
actividad y diversidad biótica, apor-
tando a la tierra una mejor estructura
física y respetando los estratos na-
turales del terreno. Además el la-
boreo sirve para incorporar los 1.
abonos y enmiendas, eliminar la
competencia con las adventicias y
parásitos y preparar un lecho de
siembra más favorable a la germi-
nación de las semillas o al enraiza-
miento de las plantas.

No existen fórmulas aplicables


de forma general. Hay que
plantearse cada caso concreto
en función del tipo de suelo, el
3.
clima, el cultivo y las otras téc-
nicas empleadas. Sin embar-
go, sí existe una serie de
normas que hay que procurar
cumplir:

No labrar por rutina. Hay que reducir al máximo el número de labores


Conservar el perfil del suelo o potenciar su formación si es necesario, evi-
tando el volteo y mezcla de horizontes
No producir alteraciones bruscas en las condiciones del suelo tratando
de profundizar de forma progresiva

28
laboreo

Sistema de laboreo
invertido de J. M. Roger
Es el método del agrónomo
francés Jean Marie Roger, que tiene por
objeto preservar la estabilidad estruc-
tural, respetar la vida microbiana del
suelo, así como fatigar la vegetación
adventicia.

Se empieza con las labores superfi-


ciales y se va profundizando en las
2.
siguientes. De esta forma la materia
orgánica se va prehumificando en su-
perficie conforme se profundiza en cada
labor. Por otro lado, la siembra se efec-
túa en un momento en que el suelo
tiene una gran actividad biológica, por
lo que la germinación y el desarrollo del
cultivo se ven favorecidos. De esta for-
ma de trabajar la tierra se deduce la
4.
sustitución del arado de vertedera, el
más utilizado durante mucho tiempo
para el laboreo del suelo, por aperos
1. Vertedera como cultivadores, chísel, gradas de
2. Cultivador
3. Rotativa de eje vertical
discos y otros útiles que esponjan el
4. Grada de discos suelo sin voltearlo evitando así la mez-
cla de sus horizontes.

Potenciar el laboreo natural por las raíces y los organismos del suelo a
través de rotaciones y asociaciones con diferente profundidad radical,
aportes de materia orgánica, abonos verdes, etc
Trabajar el suelo con el tempero adecuado
No incorporar en profundidad la materia orgánica fresca

29
laboreo

Las rotativas de eje vertical u horizontal mezclan íntimamente la tierra que tra-
bajan y en agricultura ecológica sólo se utilizan para las labores superficiales.
Estos aperos presentan el inconveniente de formar suela de labor y batir ex-
cesivamente el suelo, sobre todo si se trabaja a gran velocidad.

Laboreo de los seres vivos del suelo


Resulta irremplazable el trabajo que en el suelo realizan las raíces de
las plantas. Ninguna máquina es capaz de efectuar la labor de las raíces de
las praderas temporales, así como los beneficios que se traducen de la bue-
na actividad de los seres vivos del suelo.

Es importante suceder cultivos con distintos tipos radiculares en la rotación.


La actividad biológica de los organismos edáficos depende en gran medida
de la presencia de raices por lo que se procurará, en la medida de lo posi-
ble, no dejar el suelo desocupado.

30
laboreo

Los organismos del suelo juegan un papel fundamental en la descomposi-


ción de la materia orgánica, realizan profundas galerías, remueven grandes
cantidades de tierra, mezclan los distintos componentes del suelo y a través
de sus segregaciones gástricas, contribuyen a la formación de agregados y
por tanto la buena estructura del suelo.

Las lombrices hacen pasar al suelo y


a los residuos orgánicos por su in-
testino. La arcilla y la materia orgáni-
ca se recubren allí de gomas
orgánicas estabilizadoras y del cal-
cio que segrega una glándula espe-
cial del tracto digestivo.

El excremento de lombriz aporta de


esta manera el tipo de agregado es-
table al agua, necesario para reten-
erla y permitiendo a las raices
obtener suficiente aire y aprove-char
completamente los nutrientes y la
humedad que contienen.

Según varias estimaciones, una


población activa de lombrices puede
transformar anualmente hasta 40
toneladas de suelo por Ha., o el es-
pesor equivalente de, al menos, 0,5
cm. de suelo.

La eliminación de las lombrices con


lombricidas, la acidificación del sue-
lo y el uso de fertilizantes como el
sulfato amónico, ciertos herbicidas y
fungicidas, así como técnicas inadecuadas de cultivo (como el fresado) y la falta
de éxito en dotar al suelo con suficientes residuos orgánicos, llevan a una com-
pactación progresiva de éste y los problemas de drenaje asociados.

Es tan grande la importancia de las lombrices para la incorporación de la materia


orgánica y la estructuración del suelo, que debería ser motivo de preocupación
tener poca cantidad.

31
ROTACIONES Y ASOCIACIONES
La agricultura química , con la práctica de monocultivo intensivo, consigue la
acumulación de problemas fitosanitarios y la pérdida de fertilidad de los sue-
los, así como la desaparición de la diversidad, ya que se utilizan unas pocas
variedades y razas genéticamente seleccionadas. Estas variedades presen-
tan, por otra parte, gran exigencia de fertilizantes y fitosanitarios, dada su fra-
gilidad e inadaptación a las condiciones concretas de las zonas donde se
cultivan.

Esta disminución de la diversidad da como resultado un agrosistema que va


a requerir de la intervención humana constante para reemplazar las funciones
reguladoras llevadas a cabo por las poblaciones animales y vegetales que se
dan en un ecosistema diversificado y que desaparecen producto de la sim-
plificación por el establecimiento de sistemas agrícolas monoculturales.

32
rotaciones y asociaciones

La agricultura ecológica tiene una de sus bases en el estudio de las interre-


laciones de los seres vivos y su ambiente, con el fin de aprovechar los bene-
ficios que estas influencias pueden ofrecer. Con la diversidad se pretende
conseguir un agrosistema lo más estable posible. Cuanta más variedad exis-
ta, mayor será la estabilidad del medio, por lo que todo cultivo habrá de inte-
grarse en un equilibrio dinámico en el espacio mediante las asociaciones y
en el tiempo mediante las rotaciones.

La diversificación natural supone, además de incrementar el control de pla-


gas, un aumento del reciclaje de materiales vegetales, mayor conservación
del suelo, un incremento de la estimulación de sus procesos bióticos, bajos
costes energéticos y, como consecuencia, una menor dependencia de in -
sumos externos.

33
rotaciones y asociaciones

Rotaciones
Una rotación es la sucesión de cultivos establecida sobre una
parcela, de manera que al cabo de un número de años se hayan realizado
todos, repitiéndose a continuación a partir del primero.

Ventajas de las rotaciones:

Aprovechamiento más eficaz de los recursos de las explotaciones


agrarias
Reducción de riesgos
Empleo más racional de mano de obra
Mejor aprovechamiento de los horizontes del suelo
Absorción selectiva de los elementos nutritivos
Control de malas hierbas, plagas y enfermedades

Normas a tener en cuenta en el diseño de una rotación:

Los cultivos de raíces profundas deben seguir a cultivos con raíces su-
perficiales
Alternar entre cultivos de mucha y poca biomasa radicular
Los cultivos fijadores de nitrógeno se alternan con los que demandan
gran cantidad
Mantener siempre el suelo cubierto
Cultivos de desarrollo lento con cultivos que sofocan las adventicias
Alternar cultivos de hoja y de paja
Alternar entre cultivos de siembra en otoño y en primavera

Asociaciones
Las asociaciones son el cultivo simultáneo de varias especies sobre
la misma parcela, de forma que se imita la diversidad natural. Lo que se bus-
ca es el beneficio mutuo o al menos de una de ellas sin verse afectadas las
otras. Las plantas no se asociarán al azar, pero tampoco hay que limitarse a
las asociaciones tradicionales, pues, dependiendo de la región y de las
condiciones de la zona de cultivo, pueden resultar más o menos eficaces.

34
rotaciones y asociaciones

Una vez que se han planificado correctamente las asociaciones, se pueden


encontrar numerosas ventajas:

El suelo y el agua son mejor uti- Reducción de hierbas adventicias


lizados Algunos cultivos protegen a otros
Mayor aprovechamiento de la luz y Aumenta la fecundación
mejora del microclima Algunas plantas sirven de soporte
Los riesgos de mala cosecha se a otras (maíz a las judías)
reducen Cobijo de insectos útiles
Se mejora la calidad de las pro- Enriquecimiento en humus
ducciones Protección contra la erosión y la
Mejora la conservación lixiviación

Un caso particular de asociación es


el de cereal-leguminosa, en la que
se beneficia el cereal por el
aprovechamiento del nitrógeno fija-
do por la leguminosa y se beneficia
la leguminosa al utilizar el cereal
como tutor, obteniéndose forrajes
más equilibrados y sanos que los
producidos en monocultivo.

Las abejas y muchos otros insectos


están asociados con la mayoría de
las plantas con flores, a las que
polinizan, aumentando así el desa-
rrollo de sus frutos y semillas.
Asociación de cultivos en invernadero
“El Maderal” (Zamora)

35
PLAGAS Y ENFERMEDADES
La Agricultura química y su estrategia dominante en la lucha contra plagas
basada en el uso de agroquímicos genera una serie de problemas que ha-
cen que no compensen los resultados que a corto plazo consigue. Resulta
evidente que a largo plazo la agroquímica no interesa por:

Aparición de resistencias
Contaminación del suelo
Eliminación de insectos útiles
Aparición de nuevas plagas.
Intoxicaciones de los trabajadores
Mayor dependencia de recursos ex-
agrícolas
ternos
Agrosistema cada vez más dese-
Alimentos contaminados
quilibrado

36
plagas y enfermedades

La Agricultura ecológica y su alternativa en el control de plagas pasa por una


amplia gama de prácticas que comprenden todo el agrosistema en su con-
junto, lo que implica una forma de gestión globalizada de la explotación. No
pretende la completa erradicación de la plaga, sino que busca mantenerla en
unos niveles en los que no cause daños económicos; y para ello se actúa de
una forma integrada.

En general no hay un producto o una solución simple para cada problema,


siendo necesario poner en marcha estrategias diversas y adaptadas a cada
situación concreta.

En el control de plagas y enfermedades hay que dar prioridad a los métodos


preventivos frente a los curativos, que se utilizarán en casos excepcionales y
extremando las precauciones, a fin de causar el menor daño posible al resto
del agrosistema.

37
plagas y enfermedades

Las buenas “malas hierbas”


Se consideran “malas hierbas” aquellas especies que crecen entre el
cultivo, provocando en mayor o menor medida disminuciones de producción.
El aumento de la resistencia de algunas “malas hierbas” a los herbicidas, so-
bre todo cuando éste es el método más empleado en su erradicación, hace
necesario considerar otros métodos de control a través de escardas mecáni-
cas y térmicas, acolchados, rotaciones, falsas siembras, compostaje de la
materia orgánica, variedades de rápido desarrollo, etc.

La competencia de las “malas hierbas” interviene en determinados periodos


críticos de desarrollo del cultivo. Fuera de estos periodos y bajo determi-
nadas condiciones pueden incluso aportarnos beneficios como:

Cobertura del suelo protegiéndolo de la


erosión
Microclima favorable
Las raíces mejoran la actividad microbiana y
la estructura del suelo
Recuperación y reequilibrio de los minerales
del suelo
Albergar insectos depredadores y parásitos
naturales, que contribuyen al control biológico
de plagas “malas hierbas” en cultivo
de cebada

La estrategia, por tanto, no debe ser conseguir un campo limpio de “malas


hierbas”, sino mantenerlas en un equilibrio aceptable para aprovechar los
posibles beneficios que nos puedan aportar; pero sin llegar a afectar negati-
vamente al cultivo.

Por lo general, los suelos desequilibrados, pobres en humus y mal trabajados


son más fácilmente invadidos por las “malas hierbas”. Será el periodo de re-
conversión a la producción ecológica donde el agricultor encontrará más
problemas en su control hasta que se alcance el equilibrio edáfico.

38
plagas y enfermedades

Métodos preventivos
Las plagas y enfermedades no constituyen un problema importante
en los sistemas ecológicos bien establecidos, aunque esto no quiere decir
que no existan a veces algunas situaciones específicas que puedan requerir
una acción curativa. Una planta sana, además de no mostrar síntomas de en-
fermedad, también puede resistir activamente al comienzo de una infección.

En los ecosistemas naturales, las plagas y enfermedades tienen un papel


específico: atacar los puntos débiles del sistema y dejar espacio a es-
pecies más adaptadas. La estabilidad es posible mediante el equilibrio, ya
que las plagas son controladas, a su vez, por otros organismos. Por lo tan-
to, sólo constituyen un problema cuando están fuera de control y lo más
probable es que ello sea más un síntoma que una causa de la pertur-
bación.

Así se deduce que cualquier planteamiento ecológico encaminado al control


de plagas y enfermedades supone aceptar que no existe un único factor res-
ponsable de una plaga determinada y debe basarse en la aplicación de di-
versas prácticas agrícolas que fomenten la estabilidad y el equilibrio en el
agroecosistema:

Elección de especies adaptadas y de variedades resistentes


Creación de un medio desfavorable a los enemigos de los cultivos
Rotaciones y asociaciones variadas
Reforzamiento de la resistencia de las plantas mediante técnicas de cul-
tivo adecuadas
Trampas físicas y repulsión mediante olores
Creación de un medio ambiente favorable para los auxiliares

39
plagas y enfermedades

Por otra parte, existen también tratamien-


tos vitalizadores que ayudan a potenciar la
resistencia del cultivo frente al ataque de
plagas y enfermedades. Para ello, se uti-
lizan en forma de purín fermentado, infu-
siones, decocciones, maceraciones, etc.,
distintas plantas como la ortiga, cola de
caballo, manzanilla, valeriana, consuelda,
diente de león...
Otros tratamientos vitalizadores no vege-
tales pueden realizarse con arcilla, polvos
de rocas silíceas, extractos de algas, agua Purín de ortiga para tratamiento vitalizador
de compost, etc.

Los setos y vegetación natural entre parcelas de


cultivo cumplen las funciones de una asociación
en la que, además de los beneficios sobre las
condiciones edafo-climáticas, se consigue apor-
tar otras ventajas importantes, como:

Atraer a los insectos polinizadores


Favorecer la presencia de insectos útiles me-
diante plantas que les sirvan de refugio
Potenciar los beneficios derivados del aumen-
to de la diversidad

Finca “El Aguilarejo” que gestiona la Diputación de Córdoba


y donde se experimenta con el sistema de producción ecoló-
gico.

40
plagas y enfermedades

Métodos curativos
Cuando una plaga aparece, suele ser consecuencia de un desequi-
librio, ya sea por una labor mal aplicada (fertilización , laboreo, riego , trata-
mientos, etc.) variaciones en el clima o cualquier otro elemento perturbador.

Será necesario analizar las causas que han producido ese desequilibrio para
intentar restablecer el equilibrio. En cualquier caso, puede ser preciso recur-
rir al uso de ciertos productos que permitan mantener la plaga bajo control,
teniendo presente, por otra parte, que su utilización no debe hacerse de for-
ma rutinaria.

Un control físico puede hacerse mediante la desinfección a través de calor


(solarización, vapor, agua muy caliente) y trampas donde se atraen a los
patógenos con feromonas, sustancias alimenticias, luz, color, etc. También
pueden emplearse barreras que impidan el paso de los patógenos como:
cercas metálicas, mallas finas contra insectos, plásticos de invernadero, cin -
tas con aceite, etc.

Para enfermedades producidas por hongos (mildiu, oidio, etc) se pueden uti-
lizar preparados a base de compuestos de cobre y azufre debiendo ser su
uso restringido por los problemas de acumulación de cobre en el suelo, así
como el daño que el azufre pueda causar a ciertos insectos beneficiosos.

Existen también insecticidas de origen natural que pueden emplearse en la


protección de los cultivos como derivados del árbol neem, pelitre, rotenona,
etc., e insecticidas de origen microbiano (nemátodos, protozoos, bacterias y
hongos) causantes de enfermedades en los patógenos del cultivo. El bacillus
Thuringiensis, por ejemplo, es una bacteria empleada en el control de
coleópteros, lepidópteros y dípteros.

Estos y otros productos fitosanitarios aparecen recogidos en el Anexo II,


parte B del Reglamento (CEE) 2092/91 del Consejo de 24 junio de 1991 y de-
berán ajustarse a las normas y supervisiones de la autoridad de control.

41
Datos estadísticos del Ministerio de
Agricultura Pesca y Alimentación del
año 2000.
La superficie total dedicada a la agri-
cultura ecológica fue de 380.838 hectáreas.
Sin incluir pastos, bosques y barbecho que
representaron la superficie de 213.204 hec-
táreas.

El número de productores se elevo a 13.424


siendo el número de elaboradores de 666.

La estimación de la producción comercializa-


da en ese año fue de 17.000 millones de pe-
setas (102,2 millones de Euros).
43
Año 2000. Superficie de agricultura ecológica sobre un total de 380.838 Has.

44
Evolución de la producción agrícola ecológica en Has. (años 91 al 00)

Evolución de la producción agrícola ecológica . Operadores (años 91 al 00)

45
Información en internet
www.agrilogica.com
Página hermana de esta publicación, que complementa y amplía la infor-
mación aquí contenida, además de servir de encuentro de todo las per-
sonas relacionadas, de alguna u otra forma, con el pensamiento
ecológico.
www.agrieco.com
Punto de encuentro nacional dedicado en exclusiva a las producciones
ecológicas, con enlaces a otras páginas que contienen información sobre
el sector.

www.agroecologia.net
Organización de carácter científico que reúne a investigadores y técnicos
interesados en este sector, abierta a otras personas y colectivos. Desa-
rrolla jornadas técnicas y congresos de carácter internacional en nuestro
país, así como otras acciones formativas, informativas, etc.
www.ganaderia-ecologica.com
Página de la ADGE, asociación sin ánimo de lucro, abierta a todos aque-
llos interesados en promocionar este tipo de sistemas de cría animal, con
noticias, artículos y múltiples enlaces de interés.

www.ifoam.org
Portal de la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura
Ecológica, institución internacional que funciona como coordinadora del
sector en aspectos de normativa, investigación, representación, inter-
cambio de información,...
www.fao.org/organicag
Página de la FAO dedicada a las producciones ecológicas, con informes
y otros documentos propios de gran interés y enlaces seleccionados a
páginas de todo el mundo.

www.personasenaccion.com/agriculturaecologica
Enlaces a iniciativas, asociaciones e información diversa.

www.vidasana.org
Página de esta organización, pionera en España en el desarrollo y pro-
moción de las producciones ecológicas.

www.craega.es/castellano/normativa/2092_91.htm
Reglamento (CEE) 2092/91 del Consejo de 24 de junio de 1991 sobre la
producción agrícola ecológica y su indicación en los productos agrarios
y alimentarios.

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Bibliografía

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