Marco conceptual de las Niif aplicada a las Pymes para la
resolución de problemas de medición y valoración contable
vigentes en Colombia.
Edgar Guerrero Carrillo
Contador Público; Universidad de Cartagena
Resumen
El objetivo principal de este escrito es
demostrar el contraste que resulta
entre marco conceptual de las NIIF y
el decreto 2649 de 1993 de Colombia,
en la valoración y medición de los
activos de una Pyme. El corpus de
este articulo consistió en la revisión
sistemática de 20 papers de
investigación, seleccionados teniendo
en consideración la pregunta del
problema que planteamos siguiendo el
criterio PICO (Población, intervención,
comparación y resultados) esta es:
¿qué impacto ha tenido la
implementación y aplicación del marco
conceptual en las pymes para la
medición y valoración de los activos en
comparación con el decreto 2649 en el
reconocimiento de los hechos
económicos? Hallando que hay ciertos
desaciertos en los criterios que se
implementan actualmente con el
marco conceptual, pero que mejora en
comparación con el decreto 2649 de
1993. En conclusión creemos que se
requiere seguir mejorando los
métodos de valoración pero sin
embargo las definiciones que emite el
IASB son razonables.
Palabras Claves: Marco Conceptual
de las NIIF; decreto 2649 de 1993;
Pymes; valoración; medición.
Jesús Negrete Acosta
Contador Público; Universidad de Cartagena
Abstract
The main objective of this paper is to
demonstrate the contrast between the
conceptual framework of the IFRS and
the decree 2649 of 1993 of Colombia,
in the valuation and measurement of
the assets of a SME. The corpus of this
article consisted in a systematic review
of 20 research papers, selected taking
into consideration the question of the
problem that we proposed following
the PICO criterion (Population,
intervention, comparison and
outcomes). This is: what impact has it
had the implementation and
application of the conceptual
framework in SMEs for the
measurement and valuation of assets
compared to decree 2649 for the
recognition of economic events? We
find that there are certain mistakes in
the criteria that are currently
implemented with the conceptual
framework, but that improves in
comparison with decree 2649 of 1993.
In conclusion we believe that it is
necessary to continue improving the
valuation methods but nevertheless
the limitations that the IASB issues are
reasonable.
Keywords: Conceptual Framework of
IFRS; decree 2649 of 1993; SMEs;
assessment; measurement.
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Introducción
La valoración y medición de los activos
es un dilema metódico vigente, que
pese a los procedimientos propuestos
por el IASB (International Accounting
Standards Board) mediante las IFRS o
en su traducción al español: NIIF
(normas internacionales de
información financiera) y a los criterios
que sugiere implementar el decreto
2649 de 1993 del estado colombiano,
para medir y valorar los activos de los
entes económicos, no se ha hallado un
método que contenga la precisión
requerida para reconocer estos
hechos, sino que se ha avanzado
como lo menciona Fernandez y Barbei
(2006): “La Contabilidad ha avanzado,
a lo largo de la historia, en la
consideración de distintos fenómenos
como objeto de estudio, ya sean
relacionados con temas sociales como
vinculados a temas económicos” (p.
76). Y remplazado paradigmas
tradicionales que en la práctica
contable aún siguen vigentes. En todo
caso se hace difícil implementar los
métodos más avanzados en una
Pyme. Sin embargo el derrotero de
este trabajo estará orientado en los
criterios que existen actualmente en la
normatividad contable de Colombia,
más exactamente en el marco
conceptual de las niif en contraste con
el decreto 2649 de 1993 y su
aplicación en el ámbito de las
pequeñas y medianas empresas
(Pymes).
Las medianas empresas que alude este artículo hacen referencia a las que recientemente han
trasmutado su categoría de ser pequeñas, es decir, que no es inminente su tipificación de ser
grandes empresas.
Es menester el reconocimiento de los
activos y por consecuencia la
valoración y medición de los mismos
debido a que estos coadyuvarán en la
elaboración de la información
financiera razonable y relevante, para
efectos de este trabajo en las Pymes;
que les permitirá a los usuarios de la
información poder tomar decisiones
según sus necesidades y
requerimientos.
Por esto se hace necesario abordar
términos determinantes que
contribuirán a la comprensión de esta
cuestión; estos son: precio, costo y
valor. Para definir estos términos
acudiremos a las acepciones
expuestas por Arias & Sánchez (2011)
las cuales sustentan que:
Precio. Describe el monto pedido,
ofrecido o pagado por un bien o
servicio. Debido a la capacidad
financiera, las motivaciones o
intereses particulares de un
determinado comprador o
vendedor, el precio pagado por los
bienes o servicios puede ser
distinto del valor que podría ser
atribuido a los productos o
servicios de otros agentes. El
precio es un hecho (una realidad
objetiva) y constituye una
indicación de un valor relativo
puesto por un comprador o
vendedor particular sobre los
productos o servicios, en
determinadas circunstancias.
Costo. Es el monto requerido para
crear o producir el bien o servicio.
Cuando ese bien o servicio ha sido
completado, su costo es un hecho.
El precio está relacionado con el
costo, porque los precios pagados
por un bien o servicio se
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 convierten en su costo para el
comprador.
Valor. No es un hecho, pero es
una estimación del precio probable
que se puede pagar por los bienes
y servicios en un intercambio, o
también una medida de
losbeneficios económicos de la
posesión de esos bienes o
servicios. (p. 117)
Si bien observamos que el concepto
de precio y costo constituyen unidades
de medidas objetivas que se le
atribuyen a un bien o servicio para ser
intercambiado por otros, no sucede
este efecto con la acepción de valor,
sino que se asume que este último es
una estimación o medida subjetiva
que se le imputa a los bienes y
servicios para el intercambio o uso de
los mismos. Por esto yace la
complejidad de valorar los hechos
económicos. En consecuencia es
menester ahondar en el concepto de
valor y el tratamiento que
históricamente se le ha dado; cómo el
precio y el valor han tenido
correspondencia y su contraste para
evitar las confusiones conceptuales
perceptibles actualmente. Todo esto
hará parte del itinerario del presente
escrito para luego abordar las
diferencias y similitudes que subyacen
en el marco conceptual de las niif
frente al decreto reglamentario 2649
de 1993 con respecto a los criterios de
medición y valoración de los activos.
Este trabajo buscará abarcar los
sistemas de medición y valoración
adscritos a las IFRS, para el debido
reconocimiento inicial y final del valor
de los activos de un ente económico.
Dado esto, se muestran las bases de
medición como el costo histórico, el
costo corriente, el valor realizable y el
valor presente, tratadas como bases
de valoración obligatorias u
opcionales. Aunque el marco
conceptual de las niif no suministre la
definición de valor razonable lo
abordaremos en este trabajo ya que
esta base de medición trasciende con
respecto a las existentes. En lo
concerniente a las bases de medición
que anteriormente se llevaban a cabo
con el decreto 2649 de 1993, podemos
mencionar el costo histórico, valor
actual o de reposición, valor de
realización o de mercado y valor
presente o de contado. En lo anterior
podemos notar que los métodos de
valoración son similares pero con
tratamientos que difieren y que
posteriormente explicaremos sus
similitudes y distinciones importantes.
En la Actualidad, el problema de la
valoración y medición de los activos ha
sido un tema a tratar por partes de
estudiosos de la Contabilidad, quienes
han aportado su conocimiento, opinión
y metodologías para intentar resolver
este dilema, por ello, tomaremos en
cuenta artículos presentados por los
contadores públicos colombianos:
Mauricio Gómez Villegas, Martha
Liliana Arias Bello, Aracely del
Socorro Sánchez Serna, entre otros a
nivel internacional, que abordan esta
problemática.
Dicho lo anterior es de vital
importancia hacer referencia a los
objetivos por los cuales se llevará a
cabo la elaboración de este artículo de
revisión.
Por consiguiente, el comparativo de
los criterios de medición y valoración
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de los activos del marco conceptual
frente a los postulados por el decreto
2649 de 1993, será el objetivo
principal que erigirá en el presente
artículo. Por otra parte los objetivos
específicos tienen el propósito de:
conceptualizar aquellos métodos de
medición que existen en el marco
conceptual de las niif y
respectivamente en el decreto 2649
de 1993; referenciar los métodos de
valoración existentes en el marco
conceptual de las niif y en el decreto
2649 de 1993 y finalmente dilucidar la
utilidad de valorar y medir
correctamente los activos de un ente.
El presente artículo de revisión, que
como exponen Guirao-Goris JA,
Olmedo-Salas A, Ferrer-Fernández E
(2007), está compuesto por una
introducción en la que se han definido
cuales son los objetivos planteados de
la investigación, por una metodología
que se centrará en la búsqueda de
bibliografía que con unos criterios de
selección como análisis de calidad,
fiabilidad y validez de los artículos,
además de un desarrollo en el que se
hará una argumentación combinando
la información obtenida de las distintas
fuentes, y por ultimo una conclusión
basada en los datos y artículos
analizados; y unas referencias
bibliográficas de los documentos
utilizados.
Metodología
Este artículo de revisión es un escrito
de investigación de tipo descriptivo y
explicativo. Aparte, es de enfoque
cualitativo, debido a que se basa en la
revisión de diversos trabajos de
investigación que nos ayudará a trazar
todo el itinerario del escrito. El método
que utilizaremos para la elaboración
del artículo es inductivo, ya que
partiremos de estudios particulares de
papers que traten sobre el tema
planteado y que por consecuencia nos
conlleve a elaborar la conclusión de
dicha problemática.
Debido a que la idea central de
nuestro trabajo gira en torno al
impacto que ha generado la medición
y valoración de activos en las
entidades pertenecientes al sector
pyme en Colombia, nuestro universo
de investigación fue de cincuenta (50)
artículos, revistas de opinión y de
investigación, entre otros,
relacionados con el tema, de los
cuales después de haber sido
examinados se tomó como muestra
veinte (20) de estos. Entre esta
muestra también concebimos que era
menester incluir documentos
legislativos que repercuten en la
construcción de este escrito.
Toda la documentación seleccionada
contaba con características como que
los artículos son de lengua hispana y
además sus enfoques concordaban
con nuestras palabras claves. Aparte,
algunos son de autores locales o dicho
de otra manera Colombianos, que por
ser coterráneos con nosotros y
conocedores del tratamiento contable
de las entidades en el país, nos
pueden ilustrar desde una visión local
la problemática que planteamos,
ayudándonos a explicar de manera
precisa la información a tratar.
Como fuente para poder hallar los
trabajos de nuestra muestra utilizamos
bases de datos como Google
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Académico, Mendeley y Dialnet ya
que estas son muy interactivas y
sirven de apoyo en la creación de este
tipo de artículos; además que estas
están abiertas al público lo que hace
que sean de fácil acceso.
Valor y precio
Resulta imprescindible plasmar los
antecedentes de los términos valor y
precio, debido a que en estos yacen
disparidades que son significativas y
necesarias conocer para desambiguar
estas expresiones, ya que histórica y
actualmente se perciben confusiones
conceptuales. Por ende nos
remitiremos a analizar la revista de
uno de los escritores que
consideramos con más erudición al
exponer este tema, el cual es Juan C.
Cachanosky, y su revista titulada:
historia de las teorías del valor y del
precio.
Pero antes haremos alusión a una cita
de Álvarez (2009) que afirma:
Adam Smith planteó el problema
del valor en términos de la
siguiente paradoja: la palabra
valor tiene dos significados
distintos: unas veces expresa la
utilidad de un objeto particular y
otras veces la capacidad de
comprar otros bienes que confiere
la posesión de tal objeto.
Podemos llamar al primero "valor
en uso" y al segundo "valor en
cambio". (p.68)
Si bien este autor señala que Adam
Smith fue quien originó esta idea del
valor, hay otros escritores que afirman
que esta concepción fue expuesta por
Aristóteles y otros filósofos morales.
Por ejemplo Cachasnosky (1994)
alega que:
Los temas de valor y precio fueron
los primeros en llamar la atención
de los filósofos morales. El precio
justo y la usura (o cobro de interés)
eran los más importantes en la
vida cotidiana, por lo tanto no es
sorprendente que hayan sido los
primeros en ser abordados por
estos pensadores. A medida que
se trataba de dar una respuesta
más refinada a qué es el "precio
justo", los pensadores se vieron
forzados a contestar las
preguntas: ¿Qué es y cómo se
determina un precio? y ¿por qué el
precio de un bien sube o baja? Así,
paulatinamente la teoría se fue
introduciendo en el campo de la
moral y la justicia. (p.1)
Según este escritor, la historia del
valor y precio fue una concepción que
partió desde el punto de vista moral,
es decir, existía cierto interés por parte
de los filósofos morales en resolver
preguntas que atañen a la justicia en
este campo. Por consiguiente
Cachasnosky (1994) alega que: “Lo
que preocupaba a los primeros
pensadores era la justicia. Los temas
económicos eran una parte de largos
tratados de justicia y ética; más
concretamente, el tema económico
era: la justicia en los cambios” (p.1).
En este segmento podemos notar que
aunque no existía preocupación de
ahondar en temas para determinar el
precio y valor verdadero de las cosas,
la búsqueda de la justicia se acerca
mucho a estas teorías que luego
complementan los economistas
clásicos y marginalitas.
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Groso modo estás teorías de justicia
quedan obsoletas desde la aparición
de las hipótesis de los economistas
clásicos que finalmente concibieron
que el valor de las cosas es un asunto
objetivo y por ende cuantificable, ya
que los costos componen los precios y
la parte residual la utilidad, ambas
cosas objetivas según esta teoría, es
decir, los clásicos hacían referencia al
valor de cambio y no al valor de uso de
los bienes, que filósofos como
Aristóteles aludían cuando se referían
al valor de las cosas, y que posterior a
todos ellos, los economistas
marginales refutan con sus teorías e
imprimen subjetividad en las
acepciones de valor, dándole la
identidad de: valor de uso.
Algunos marginalistas aludían que el
precio está compuesto por el valor de
uso (utilidad marginal) y valor de
cambio (costo). Por otra parte hay
marginalistas que alegan que el precio
es el valor de uso de las cosas, es
decir que los bienes no tienen valor
intrínseco sino que todo depende de la
subjetividad vinculado con factores
que se ajustan a los deseos
hedonistas de cada individuo.
En este escrito nos adherimos a las
ideas de la corriente marginal, ya que
concebimos que tiene mayor
razonabilidad. Opinamos que las
cosas no tienen un valor intrínseco
sino que el valor es impuesto
subjetivamente según la necesidad de
Valor de cambio: monto cuantificable que un individuo imprime sobre un bien para adquirir otro que
satisfaga su necesidad.
Valor de uso: monto no cuantificable que un individuo imprime sobre un bien y que este sirve para
satisfacer su necesidad.
cada individuo, y que por medio de
consensos pasa a ser objetivo, esto
quiere decir que la objetividad del valor
de un bien depende de la
intersubjetividad de los individuos que
participan en el mercado y que por
ende, medir y valorar partiendo de las
directrices que plantean las normas es
casi un reto. Sin embargo las normas
internacionales de información
financiera intenta mermar la
imposibilidad de medir y valorar los
activos con los criterios que plantea y
que posteriormente abordaremos.
Para esto consideramos menester
enunciar las acepciones que se deben
tener en cuenta para comprender lo
relativo a estos métodos de medición
y valoración de activos.
Contrastes y acepciones
relevantes
Principalmente aludiremos lo relativo a
las acepciones de reconocimiento de
los activos, definiremos que es
valoración y medición, y que es un
activo según lo elucida el marco
conceptual de las niif frente al decreto
2649 de 1993. Abordaremos el
concepto de Pyme, entre otras
acepciones que consideramos
importantes, para ultimar con las
definiciones de los criterios de
valoración enunciados por la
normatividad actual frente a la
anterior.
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Tabla 1.
Comparativo de la definición de reconocimiento de activos según marco conceptual frente al
decreto 2649.
Reconocimiento de activos
Marco conceptual niif Decreto 2649
Según el marco conceptual emitido por el IASB
(2010):
Se reconoce un activo en el balance
cuando es probable que se obtengan del Y según la acepción propuesta por la
mismo, beneficios económicos futuros normatividad colombiana con el decreto 2649
para la entidad, y además el activo tiene de 1993:
un costo o valor que puede ser medido El reconocimiento es el proceso de
con fiabilidad. Un activo no es objeto de identificar y registrar o incorporar
reconocimiento en el balance cuando se formalmente en la contabilidad los
considera improbable que, del hechos económicos realizados.
desembolso correspondiente, se vayan a Para que un hecho económico
obtener beneficios económicos en el realizado pueda ser reconocido se
futuro. En lugar de ello, tal transacción requiere que corresponda con la
lleva al reconocimiento de un gasto en el definición de un elemento de los
estado de resultados. Este tratamiento estados financieros, que pueda ser
contable no implica que la intención de la medido, que sea pertinente y que
gerencia, al hacer el desembolso, fuera pueda representarse de manera
otra que la de generar beneficios confiable. La administración debe
económicos en el futuro, o que la gerencia reconocer las transacciones en la
estuviera equivocada al hacerlo. La única misma forma cada período, salvo
implicación de lo anterior es que el grado que sea indispensable hacer
de certeza sobre los beneficios cambios para mejorar la información.
económicos que van a llegar a la entidad, (Colombia, 1993)
tras el presente periodo contable, es
insuficiente para justificar el
reconocimiento del activo. (p.4)

Esta tabla fue de elaboración propia pero adhiriendo definiciones arrojadas por la normatividad
colombiana y las emitidas por el IASB.

De lo dicho anteriormente en la tabla contrario se estaría hablado de un

1, se puede substraer de forma clara gasto.
que el proceso de reconocimiento de
En comparación con lo establecido en
los activos en las pymes va a ser
el 2649 en donde no se hablaba de
realizado en función de los beneficios
control sobre el activo, lo que
que se vaya a obtener de un hecho
generaba un sesgo para catalogar
económico para que pueda este ser
ciertos gastos como activos en los
catalogado como tal, porque de lo
estados de situación financiera.

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Tabla 2.
Comparativo de la acepción de medición según el marco conceptual niif frente al decreto 2649
Medición o valoración
Marco conceptual niif Decreto 2649
Medición, según el Marco Conceptual de los
Según el artículo 10 medición o valoración:
IFRS, en su párrafo 4.54, es el proceso para
Tanto los recursos como los hechos
determinar los valores o importes monetarios
económicos que los afecten deben ser
por los cuales se puede reconocer
apropiadamente cuantificados en términos de la
contablemente los elementos de los estados
unidad de medida.
financieros, entre ellos, los activos de la
Con sujeción a las normas técnicas, son
empresa, requiriendo tal medición, la aplicación
criterios de medición aceptados el valor
de una base o método de medición, según las
histórico, el valor actual, el valor de realización
características propias de la empresa y su
y el valor presente. (Colombia, 1996)
objeto social. Son elementos de los estados
financieros, los activos, los pasivos, el
patrimonio, los ingresos y los gastos. (Lobo y
Bedoya, 2013, p. 5)
Esta tabla es de elaboración propia y servirá para contrastar la definición de medición adhiriéndonos
a ideas de los autores del trabajo investigativo titulado: medición y valoración de los activos bajo
IFRS Javier Eduardo Lobo Marioti e Ítalo Omar Bedoya Enríquez y el decreto 2649 de Colombia.

En cuanto a los términos medición y concebirá como la cuantificación del

valoración según Lobo y Bedoya
(2013):
Para las Normas Internacionales
de Contabilidad e Información
Financiera, NICNIIF (o IFRS, por
su sigla en inglés), la medición es
sinónimo de “valoración”, definida
como aquel conjunto de reglas
empleadas para determinar un
importe o valor monetario para
cada uno de los elementos que se
reconocen en los estados
financieros de una empresa,
mediante la selección de
diferentes bases o métodos de
medición, que puede combinarse
entre sí, siempre que sean
permitidas por los IFRS. (p.5)
Es decir que en lo que concierne al
marco conceptual estos términos
tienen carácter crematístico, dicho de
otra manera, siempre que se refiera al
método de valoración o medición se
valor monetario de los elementos de
los estados financieros, sin destacar
diferencia alguna entre uno y otro tal
como alega Álvarez (2009) la
medición es un término que subyace
en la valoración. Siendo al parecer
esta diferencia poco significativa para
el IASB al establecer equivalencia
entre estos. Por otro lado, en cuanto
atañe al decreto 2649 de 1993, no es
clara la definición de estos términos,
solo se puede percibir que al igual que
el marco conceptual, estos se
circunscriben a una cuantificación en
términos monetarios de los hechos
económicos y los recursos de la
entidad. Aparte el tratamiento para
estos dos términos (valoración y
medición) es similar a como los define
el marco conceptual, es decir, son
sinónimos según el decreto
colombiano.

P á g i n a 8 | 19
Tabla 3.
Comparativo de la acepción de activo según el marco conceptual niif frente al decreto 2649
Activo
Marco conceptual niif Decreto 2649
Según el IASB (2010) mediante el marco Activo. Según el artículo 35 del decreto 2649
conceptual de las niif refiere que “un activo es de 1993: “un activo es la representación
un recurso controlado por la entidad como financiera de un recurso obtenido por el ente
resultado de sucesos pasados, del que la económico como resultado de eventos
entidad espera obtener, en el futuro, beneficios pasados, de cuya utilización se espera que
económicos” (p.19) fluyan a la empresa beneficios económicos
futuros” (Colombia, 1993)

Esta tabla es de elaboración propia usando como referencia definiciones del marco conceptual de
las niif emitidos por el IASB y el decreto colombiano 2649 de 1993 para establecer un comparativo
respecto a la definición de activo.

En la tabla 3 podemos notar la importar la actividad que

objetividad con la que el IASB define
el activo “recurso controlado” es la
gran diferencia que se observa en
contraste con la regulación emitida,
por ende la mejor definición es la que
otorga el marco conceptual de las niif.
¿Qué es una Pyme?
Hay muchas definiciones
concernientes a este interrogante,
entre estas la definición que la
normativa colombiana proporciona al
respecto.
Colombia define la Pyme según
sus activos totales y el número de
empleados (Ley 905 de 2004), sin
desempeñe. En Estados Unidos y
Europa, la Pyme se define
dependiendo de su sector. Sin
importar cuál sea el criterio
(ventas, activos, empleados, etc.),
el ideal es que el tamaño de las
compañías sea relativo a su propio
sector. (Montoya, Montoya y
Castellanos, 2010, p.110)
Considerando que en Colombia la
norma que regula las condiciones de
las empresas es la ley 905 de 2004
que (como se citó en Correa y
Jaramillo, 2007) según expresa la
siguiente tabla:

Tabla 4
Clasificación de las empresas por tamaño en Colombia
Tipo No. De Activos totales
Empleados [SMLMV]*
Microempresa <= 10 <= 500 (excluida
la vivienda)
Pequeña 11 – 50 501 – 5.000
Mediana 51 – 200 5.001 – 30.000
Grande 201 en adelante 30.000 en
adelante

Nota. Tabla acuñada de Correa y Jaramillo según lo contenido en la ley 905 de 2004

P á g i n a 9 | 19
En la tabla 4 notamos la cantidad de
empleados mínimos y máximos que
debe tener una empresa para hacerse
llamar pyme y los activos totales de la
misma los cuales se deben tener en
cuenta para analizar el impacto que
produce la valoración según los
criterios que el IASB refiere en el
marco conceptual y que más adelante
trataremos.
Bases de medición
Como lo aludíamos anteriormente, los
criterios de medición que postulaba el
decreto 2649 de 1993 más
exactamente el artículo 10, frente a los
que están vigente en Colombia
mediante la ley que inició el proceso
Tabla 5
Definición de las bases de medición entre las elaboradas por la IASB y en Colombia.
Marco conceptual
Costo Los activos se registran por el
histórico importe de efectivo y otras
partidas pagadas, o por el
valor razonable de
contrapartida entregada a
cambio en el momento de la
adquisición. (IASB, 2010, p.)
de convergencia 1314 del 2009 y
posteriormente el “decreto 3022 del 27
de diciembre de 2013. Se reglamenta
la Ley 1314 de 2009 sobre el marco
técnico normativo para los
preparadores de información
financiera que conforman el Grupo 2”
(Arias y Sánchez, 2014, p. 37).
Teniendo claridad que el grupo 2 hace
referencia a las pymes; evidenciamos
que muchos de los criterios para medir
y valorar hechos económicos, más
exactamente los relativos a los activos
de una pyme, tienen correspondencia
pero también difieren
significativamente en algunos
aspectos los cuales presentaremos a
continuación
Decreto 2649 de 1993
Valor o costo Es el que representa el
histórico importe original consumido u
obtenido en efectivo, o en su
la equivalente, en el momento
de realización de un hecho
económico. Con arreglo a lo
previsto en este decreto,
dicho importe debe ser re-
expresado para reconocer el
efecto ocasionado por las
variaciones en el poder
adquisitivo de la moneda.
(Colombia, 1993)
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 Costo Los activos se llevan Valor de Es el que representa el
corriente contablemente por el importe realización o importe en efectivo, o en su
de efectivo y otras partidas de mercado equivalente, en que se espera
equivalentes al efectivo que sea convertido un activo o
debería pagarse si se liquidado un pasivo, en el
adquiriese en la actualidad el curso normal de los negocios.
mismo activo u otro Se entiende por valor neto de
equivalente. Los pasivos se realización el que resulta de
llevan contablemente por el deducir del valor de mercado
importe sin descontar de los gastos directamente
efectivo u otras partidas imputables a la conversión
equivalentes al efectivo que se del activo o a la liquidación del
precisaría para liquidar el pasivo, tales como
pasivo en el momento comisiones, impuestos,
presente. (IASB, 2010) transporte y empaque.
(Colombia, 1993)

Valor Los activos se llevan Valor actual o Es el que representa el

realizable (o contablemente por el importe de reposición importe en efectivo, o en su
de de efectivo y otras partidas equivalente, que se
liquidación) equivalentes al efectivo que consumiría para reponer un
podrían obtenerse, en el activo o se requeriría para
momento presente, por la liquidar una obligación, en el
venta no forzada de los momento actual. (Colombia,
mismos. Los pasivos se llevan 1993)
a su valor de liquidación; es
decir, los importes no
descontados de efectivo o
equivalentes al efectivo que se
espera pagar para cancelar
los pasivos en el curso normal
de la operación. (IASB, 2010)

Valor Los activos se llevan Valor presente Es el que representa el

presente contablemente al valor
presente, descontando las
entradas netas de efectivo que
se espera genere la partida en
el curso normal de la
operación. Los pasivos se
llevan por el valor presente,
descontando las salidas netas
de efectivo que se espera
necesitar para pagar las
deudas, en el curso normal de
la operación. (IASB, 2010)
o descontado importe actual de las entradas
o salidas netas en efectivo, o
en su equivalente, que
generaría un activo o un
pasivo, una vez hecho el
descuento de su valor futuro a
la tasa pactada o, a falta de
esta, a la tasa efectiva
promedio de captación de los
bancos y corporaciones
financieras para la expedición
de certificados de depósito a
término con un plazo de 90
días (DTF), la cual es
certificada periódicamente
por el Banco de la República.
(Colombia, 1993)

Esta tabla es de elaboración propia, teniendo en cuenta las definiciones que emite el IASB y la
legislación colombiana con el marco conceptual del 2010 y el decreto 2649 de 1993 respectivamente.

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En la tabla 4 hemos plasmado las
definiciones que existe entre bases de
medición postulada por el marco
conceptual y las que plantea el decreto
2649 de 1993 para medir y valorar un
activo. De ahí podemos notar que
claramente el decreto mencionado
contaba de alguna manera con
criterios de medición similares a los
del marco conceptual pero siendo este
último más útil por ciertos detalles
incluidos. Por ejemplo, si nos situamos
en la base de costo histórico según el
marco y el decreto, notamos que la
diferencia yace en que este último no
contempla:
Los costos de desmantelamiento y
retiro del elemento, o la
rehabilitación del lugar sobre el
que se asienta el activo; estos
componentes del costo imponen la
aplicación de técnicas de medición
que permitan prever de manera
fiable, en la fecha de la medición,
las erogaciones que a futuro en las
que deberá incurrir la entidad,
para restablecer el lugar o las
condiciones en donde operaba el
activo. (Arias y Sánchez, 2014, p.
40)
Esta diferencia es significativa en
cuanto a la que contemplaba el
decreto 2649 ya que claramente los
activos poseerán mayor valor cuando
se le practique el respectivo
reconocimiento. Por otro lado
resultaría irrelevante elucidar cada
una de las bases de medición
definidas en la tabla 4 sino ahondar en
los métodos que mayor repercusión
tienen actualmente en la elaboración
de los informes financieros. Cabe
mencionar que el IASB (2010) alega
que las bases de medición y
valoración que más se utilizan son: el
costo histórico y el valor razonable.
“En la normativa vigente emitida por el
International Accounting Standards
Board (IASB), se incorpora el
concepto de valor razonable en
aproximadamente el 72% de las
normas” (Silva, 2011, p. 97).
En la tabla 4 no se presenta el valor
razonable debido a que no está
definido en el marco conceptual de las
niif, pero que sin embargo se
menciona y el IASB profundiza en la
niif 13, por esto lo elucidaremos en
este artículo. Por otro lado es
menester estudiar esta base de
medición, ya que es una de las más
importante y utilizadas (como se
expresó anteriormente) junto al costo
histórico por quienes elaboran los
estados financieros. Pero antes,
consideramos menester tocar algunos
aspectos del costo histórico ya que “la
mayoría de los modelos contables
aplicados en los distintos países por
varios siglos fue el método de
medición a costo histórico, en algunos
casos ajustados por efectos de la
inflación, para reflejar la situación
económica del país” (Gómez, Hoz y
López, 2011, p. 609).
En el propio marco conceptual
se reconocen una serie de bases
o métodos de medición: Costo
histórico, Costo corriente, Valor
realizable (o de liquidación), Valor
presente. Se plantea que la base o
método de medición más
comúnmente utilizado por las
entidades, al preparar sus
estados financieros, es el costo
P á g i n a 12 | 19
 histórico. (Ruiz y González, 2012,
p. 152)
Por esto ha cobrado relevancia este
método a través del tiempo, hasta tal
punto que aún sigue en vigencia.
El costo histórico como lo definíamos
en la tabla 4, se basa en valores por el
que se obtuvo en el pasado un bien o
servicio, y que este se puede combinar
con distintos métodos de valoración,
pero que en la definición que
proporciona el IASB hace alusión al
valor razonable como combinación
para medir a costo histórico, esto
quiere decir que si se realiza un
intercambio entre un bien para adquirir
otro, se tendría que valorar el bien que
va a ser objeto de cambio para adquirir
otro a valor razonable.
Pero el costo histórico fue perdiendo
terreno en el campo de la valoración
de los activos debido a que no puede
representar razonablemente el valor
en ciertas situaciones.
Cuando en una economía hay
inflación, la información financiera
con el método del costo histórico
presenta limitaciones, ya que la
información relativa al valor de la
empresa no aparece en la
contabilidad, la comparabilidad de
los negocios de las empresas se
distorsiona, la toma de decisiones
se vuelve errada y los resultados
anuales no son reales. (Gómez y
Álvarez, 2013, p. 446)
Esta entre otras limitaciones impidió
que la valuación de activos que se
realizaba en las pymes no fuera
efectiva utilizando este criterio, pero
que sin embargo se sigue usando en
la práctica combinando ya que
“algunos investigadores consideran
más relevante la aplicación del valor
razonable, mientras que otros creen
que es el costo histórico” (Gómez y
Álvarez, 2013, p. 456). Por esta entre
otras razones.
Pero tal y como Oda et al. (2011)
afirma:
Inicialmente las normas
internacionales de contabilidad
que se emitieron requerían del
costo histórico y producto de la
dinámica en la actividad
económica-social donde se
desarrollan las organizaciones se
fueron incorporando de manera
creciente las mediciones y
revelaciones a valor razonable. (p.
611)
El valor razonable como se
manifestaba anteriormente, es el
criterio de valoración más utilizado por
las pymes entre otras empresas por la
magnitud de operaciones que estas
actualmente desempeñan. El valor
razonable nace como necesidad y otra
opción por los cuestionamientos
realizados al costo histórico y a las
discrepancias entre el valor de
mercado y en libro (Oda et al., 2011).
Discrepancias que son relevante en la
toma de decisiones ya que no se
puede determinar el valor de un bien
cuando el valor actual en el mercado
arroja diferencias, esto se debe a que
en la medición posterior de un bien al
momento de su venta no se pueda
enajenar por no existir consenso entre
el comprador y vendedor, que compra
según las circunstancias del mercado
y vende por lo que presenta sus libros
respectivamente.
P á g i n a 13 | 19
En torno a las diversas definiciones
debemos destacar la que alude el
IASB y FASB (como se citó en Silva,
2011) “el valor razonable es el precio
que se recibiría al vender un activo o
que se pagaría al transferir un pasivo
en una transacción regular entre los
participantes del mercado en la fecha
de medición” (p. 100). Si bien
observamos que la definición de este
criterio refiere que debe existir
participantes del mercado, esto
implicaría que al medir o valorar se
dependa de los valores que se
establezcan en el mercado activo.
Pero que entre otras cosas según
Silva y Azúa (como se citó en Silva,
2011) afirma que:
Comparativamente con el
concepto de costo histórico, el uso
del concepto de valor razonable
implicaría incurrir en mayores
costos administrativos dada la
continua revisión del valor
razonable de los distintos activos
y/o pasivos para constatar las
revaluaciones o deterioros de
valor. (p. 110)
Entonces una pyme tendría que
incurrir en mayor costo por la
valuación de un activo utilizando este
método.
Limitaciones de los criterios
de valuación vigentes
Uno de los activos que únicamente
mencionaremos por cuestiones de
espacio y extensión del presente
artículo y porque además representa
un reto para las bases de valoración
en una pyme, son los intangibles los
cuales define Stewart y Brooking
(como se citó en Pérez y Tangarife,
2013) son aquellos que poseen valor
sin tener dimensiones físicas y están
localizados en las personas
(empleados, clientes, proveedores), o
bien se obtienen a partir de procesos,
sistemas y la cultura organizativa.
Estos han tenido mayor repercusión al
transcurrir del tiempo y que han
trascendido en la economía actual.
El conocimiento, la investigación y
el desarrollo, la publicidad y otras
fuentes intangibles constituyen un
parte de importancia creciente en
las economías modernas, por lo
que la contabilidad de los
intangibles se ha convertido en
una cuestión primordial para
mejorar la calidad de la
información financiera que se
suministra a los usuarios de la
misma. (Iñiguez y López, 2005, p.
460)
Por esto juegan un papel importante
en cuanto a los hechos económicos
que se deben valorar respecta, pero
que por consecuencia termina siendo
un dilema el reconocimiento de los
mismos en la contabilidad. “El
principal problema a resolver se centra
en que estos activos son difíciles de
identificar y sus beneficios futuros
esperados son a menudo muy
inciertos” (Iñiguez y López, 2005,
461). Y esta dificultad de identificar
estos activos produce que las pymes
deban incurrir en onerosos gastos
para evaluarlos y medirlos ya que los
métodos convencionales y
contemporáneos no reúnen las
características para lograrlo.
Se evidencia una crisis de la
medición del valor puesto que los
criterios de valoración, tanto
P á g i n a 14 | 19
 convencionales (asociados al
capitalismo industrial) como
contemporáneos (vinculados al
capitalismo financiero), resultan
inadecuados para dar cuenta de la
complejidad de la producción
inmaterial más allá de las fronteras
de la fábrica-entidad. (Archel y
Gómes, 2014, p.113)
Por ende se observa que existen
ciertos vacíos que no cubre el marco
conceptual y que la International
Accounting Standards Board (IASB,
2010) reconoce, por lo cual alega que:
Los informes financieros con
propósito general no están
diseñados para mostrar el valor de
la entidad que informa; pero
proporcionan información para
ayudar a los inversores,
prestamistas y otros acreedores
existentes o potenciales a estimar
el valor de la entidad que informa.
(p.8)
Es decir, no existe rigidez en la
elaboración de la información
financiera basada en los criterios del
marco conceptual para valorar y medir
los activos de una pyme sino que lo
deja a la interpretación o al juicio de
los usuarios de la información. Aquí
yace la complejidad de suministrar
información que satisfaga las
necesidades de los usuarios de la
misma y que contribuya a la
representación fiel de los informes
emitidos, que aún no se puede
reconocer los activos bajo los métodos
contemporáneos que proporcionan las
normas más actualizadas
internacionalmente aceptadas, en
todo caso creemos que es una tarea
difícil determinar algo que es
meramente subjetivo ya que
claramente no se puede satisfacer a
cabalidad necesidades de un
colectivo.
Resultados
Los métodos de medición que se
deben usar en una pyme para valorar
los activos son seleccionados según lo
visto por la gerencia, y el criterio por el
juicio de la misma según lo prevé el
marco conceptual de las niif. Perea,
Castellanos y Valderrama (2016)
expresa:
El marco normativo del IASB
otorga a la gerencia de la entidad
un excesivo poder de decisión en
la obtención de las cifras
contables. Este órgano del
gobierno corporativo tiene la
potestad, a partir de su juicio
profesional, de seleccionar entre
un universo de técnicas
financieras y de datos
económicos, las metodologías e
inputs “correctos” para determinar
los importes a presentar en los
estados financieros. (p. 118)
Esta subjetividad hace que las pymes
estén sujetas a riesgos por las
limitaciones intrínsecas a la
administración de una empresa, en
cuanto a la medición implementada
para avaluar los activos, esto lo
consideramos como una de las
desventajas que posee el marco
conceptual de las niif; se apoya en
datos subjetivos emanados del juicio
de la gerencia.
A parte de esto consideramos que no
es posible avaluar los activos de una
pyme desde estos métodos de forma
precisa, ya que no considera la
P á g i n a 15 | 19
subjetividad de los diversos
participantes de un mercado al
valorarlos. El valor razonable es el
criterio que más se enfoca en
establecer el valor a partir del
consenso entre los participantes de un
mercado activo, pero “sin embargo,
hay críticas a este método de medición
por la falta de objetividad cuando no
hay un mercado activo” (Gómez y
Álvarez, 2013, p. 442). Esta entre
otras, es una de las razones por la que
carece de objetividad este método,
pero como lo enunciamos,
comprendemos que es complejo
medir el valor desde esta perspectiva.
Uno de los impactos a partir de la
aparición del marco conceptual
emitidos por IASB y en lo concerniente
a los métodos que postula para valorar
activos es el costo en los que incurre
una pyme para implementarlos. Cayon
y Sarmiento (como se citó en Tovar y
Muñoz, 2018) “la valoración es un
proceso costoso, que implica como
mínimo un consumo de tiempo del
área financiera y en muchas
ocasiones supone la contratación de
personas o compañías especializadas
en realizar este tipo de trabajos” (p.
140). Por ende a las pymes se le
complica la medición obligatoria de
sus activos dada la pérdida de
recursos que se produce en ellas.
Por otra parte el marco conceptual ha
permitido que los criterios para valorar
los activos mejoren con respecto a la
normatividad anterior (decreto 2649
de 1993) ya que explica con mayor
claridad y objetividad algunos detalles
importantes tratados en este artículo.
Conclusión
Para Ultimar, creemos que los
métodos de medición convencionales
como el costo histórico siendo uno de
los más utilizados hasta el día de hoy,
y los métodos de medición
contemporáneos como por ejemplo el
valor razonable, logran cuantificar el
importe de los activos en cuanto al
valor de cambio concierne, que como
lo explicábamos: consiste en que un
individuo o participante del mercado le
imputa a un bien que está destinado a
ser intercambiado por otro, un
determinado monto, lo cual es el
resultado del comercio, que en el caso
de un mercado perfecto sería
impuesto por los participantes de este
último, es decir, por los vendedores y
compradores que ofrecen y demandan
el mismo bien, o si fuere el caso,
servicio. En esta medida creemos que
las norma anterior (decreto 2649 de
1993) y la actualmente vigente (marco
conceptual de las niif) cubren en gran
medida esta necesidad de valorar los
activos en las pymes pero con ciertas
limitaciones como las mencionadas
anteriormente.
Por otra parte concebimos que la
medición en términos de valor de uso
queda corta, ya que cada bien tiene
para distintos individuos un valor
diferente, por lo tanto es imposible
medir el valor verdadero o el valor
intrínseco de las cosas, lo cual en el
comercio tiene gran impacto, ya que
por ejemplo en el caso de los activos
intangibles como el capital intelectual
de una pyme, no existe un método
fiable que pueda medir o acercarse al
valor de este y se tiende a imputar
P á g i n a 16 | 19
arbitrariamente (según el juicio de la
administración) un valor que no
representa al activo haciendo
complejo su reconocimiento en la
contabilidad, y por consecuencia
representa erróneamente el valor de la
empresa.

P á g i n a 17 | 19
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