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Corrupción en la

administración de justicia

Helen Beatriz Mack Chang


Premio Nobel Alternativo de la Paz 1992
Presidenta de la Fundación Myrna Mack
Guatemala
fmmack@intelnet.net.gt

La corrupción en la administración de justicia y su impacto muy concreto en los procesos penales,


constituye uno de los principales mecanismos de impunidad. Junto a otros elementos de obstrucción, o
"cuellos de botella", como la intimidación a funcionarios judiciales y el uso arbitrario del Secreto de
Estado para ocultar información, la corrupción ataca de manera sistemática a los procesos judiciales,
independientemente de si se trata de casos de violación de derechos humanos, del crimen organizado o
de la delincuencia común.

La corrupción es uno de los principales problemas que aquejan a la administración de justicia en Guatemala y de acuerdo con las
investigaciones realizadas por la Fundación Myrna Mack (FMM) 1, a partir del estudio de casos judiciales concretos, es un mecanismo
fundamental en el proceso de generación de la impunidad y de las condiciones de fragilidad, deficiencia y atrofia, características del sistema
judicial.
Un primer enunciado al respecto, es la percepción generalizada de que el fenómeno de la corrupción se extiende a todas las instituciones
de justicia. Sin embargo, resulta difícil y complejo determinar con precisión su amplitud, manifestaciones concretas e implicaciones. No
obstante, sí es posible determinar la existencia de sistemas que producen o que facilitan la corrupción, y de ahí la importancia de poner en
marcha métodos dirigidos al diagnóstico de estos sistemas y a la definición de políticas de prevención y combate.

Es claro que este fenómeno obstaculiza la labor de la justicia. Por eso, el soborno a funcionarios judiciales, incluso a testigos y otros sujetos
procesales, con el fin de entorpecer un trámite tribunalicio, manipular la investigación criminal, retardar o negar justicia, constituye una de
las principales preocupaciones asentadas en el Acuerdo de Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad
Democrática (AFPC)2, y en el informe "Una nueva justicia para la paz" de la Comisión de Fortalecimiento de la Justicia (CFJ) 3.

Ambos documentos realizan recomendaciones que deben ser ejecutadas con urgencia, a efecto de asegurar el buen funcionamiento del
sistema y erradicar la corrupción. Con respecto del tema, el AFPC declara como prioridad la erradicación de la corrupción en el ámbito
concreto del sistema de justicia, siendo que tal práctica se considera obstáculo principal en el acceso a la justicia y en la adecuada
prestación de ese servicio público esencial. (Considerando III, numerales 8, 9 y 10)

"La obsolescencia de los procedimientos legales, la lentitud de los trámites, la ausencia de


sistemas modernos para la administración de los despachos y la falta de control sobre los
funcionarios y empleados judiciales, propician corrupción e ineficiencia... La reforma y
modernización de la administración de justicia deben dirigirse a impedir que ésta genere y
encubra un sistema de impunidad y corrupción... Una prioridad a este respecto es la
reforma de la administración de justicia, de manera que se revierta la ineficacia, se
erradique la corrupción, se garantice el libre acceso a la justicia, la imparcialidad en su
aplicación, la independencia judicial, la autoridad ética, la probidad del sistema en su
conjunto y su modernización".
Pero no solamente en el AFPC se identifica a la corrupción como uno de los principales problemas en materia de administración de justicia.
Como se mencionó antes, también lo hace en su informe la CFJ, la cual informó estar convencida de que existe una amplia difusión del
fenómeno de la corrupción, y que en todos los estratos de la sociedad se otorga escaso valor a la ley.

Esta aseveración surge después de un proceso de consulta que la CFJ realizó entre 1997 y 1998, con diferentes sectores nacionales y en
los distintos puntos de la República de Guatemala. (Pág. 46;1998)

"Es común la actitud de aquél que justifica su propia inmoralidad amparándose en que ése
es el comportamiento de todos los integrantes de la sociedad. Lamentablemente, es la
percepción de esta comisión de que la corrupción en nuestro país es intensa y
generalizada, por lo cual deben encararse programas globales que eliminen este flagelo.
La corrupción puede generar graves daños en los países en desarrollo debido a su efecto
devastador sobre el imperio de la ley...".

Además, la Comisión vincula esta práctica a otro factor que suele obstaculizar la justicia: la intimidación y la amenaza a jueces, fiscales y
otros funcionarios judiciales, así como a testigos y querellantes. La intimidación está estrechamente vinculada a la corrupción, pues en caso
que el operador de justicia rechace el soborno o se presenten complicaciones, el procedimiento inmediato al cual se recurre es el
hostigamiento. El propósito esencial es obstruir la administración de justicia y solidificar la impunidad.

Aunque con menor incidencia que antes, la práctica del hostigamiento aún suele culminar con el asesinato de la víctima. De acuerdo con un
monitoreo de hechos públicos realizado por la FMM, del 01 de enero al 31 de julio de este año ha habido 81 casos de amenazas, ocho de
ellos han tenido como consecuencia el asesinato de la víctima. La mayoría de casos afectan los procesos judiciales de gran impacto social:
el asesinato del obispo Juan Gerardi, y el secuestro y asesinato de la estudiante Beverly Sandoval 4.
Casos de intimidación, amenazas y asesinatos

PERÍODO NÚMERO DE CASOS PORCENTAJE


Enero 16 19%
Febrero 4 5%
Marzo 3 4%
Abril 6 7%
Mayo 16 20%
Junio 20 25%
Julio 16 20%
TOTAL 81 100%

Sujeto pasivo de las amenazas (víctimas)

VÍCTIMAS NÚMERO DE CASOS PORCENTAJE


Fiscales 14 17%
Jueces 5 6%
Magistrados 3 4%
Oficiales 1 1%
Abogados 3 4%
Otros 55 68%
TOTAL 81 100%

Sujeto pasivo de las amenazas (victimarios)

VICTIMARIOS NÚMERO DE CASOS PORCENTAJE


Miembros de la propia fiscalía o 2 2%
judicatura
Personas que forman parte del 7 9%
proceso
Policías, militares y ex patrulleros de 28 35%
autodefensa civil
Personas vinculadas al crimen 28 35%
organizado
No se puede precisar la fuente 16 19%
responsable de la amenaza
TOTAL 81 100%
Fuente: Investigación realizada por el Centro de Recopilación. Análisis y Medición del Impacto Noticioso (CREAN), a
solicitud de la Fundación Myrna Mack. Casos reportados de Enero a Julio del año 2000.

La corrupción como mecanismo de impunidad

En el documento Principales problemas que afectan a los procesos penales, con especial énfasis en casos de violación de derechos
humanos, la FMM presenta los resultados de un estudio elaborado a partir de los obstáculos que sistemáticamente han retardado el avance
del caso judicial de Myrna Mack, y que han sido detectados en otros procesos judiciales. Estos obstáculos pueden ser agrupados en tres
grandes campos: 1) secreto de estado, 2) corrupción e intimidación, y 3) problemas en la aplicación de la ley adjetiva y sustantiva.

Estos "cuellos de botella" en la administración de justicia son, en concreto, los mecanismos de impunidad que atacan de manera sistemática
a los diferentes procesos penales, independientemente si se trata de casos de violación de derechos humanos, del crimen organizado o
procesos por delitos comunes.

En la medida que los ciudadanos se acercan más al sistema en busca de justicia y lo ponen a prueba, más evidente es la existencia de los
ya referidos mecanismos de obstrucción, pues entran a funcionar con mayor frecuencia y por lo tanto quedan expuestos al escrutinio
público.
Estos elementos de obstrucción suelen tener su origen en un enmarañado, tenebroso y furtivo "mundo oculto", en el cual se tejen
articulaciones para generar procesos de corrupción y enriquecimiento ilícito, actividades del crimen organizado, tráfico de influencias y
presiones para incidir en la conducción del Estado y en el diseño de políticas públicas, etc.

En esa suerte de inframundo cohabitan agentes del Estado (militares, policías, funcionarios, quienes usualmente actúan por cuenta propia y
no necesariamente siguen una política estatal) y personas de diversos sectores (empresarios, políticos, profesionales, etc.). En la
actualidad, se les suele identificar como "poderes ocultos" o "fuerzas extra gubernamentales", que se configuraron a la sombra de los
regímenes militares y de los organismos de inteligencia.

A la vez que desarrollaban crueles estrategias de contrainsurgencia (que incluyeron masacres, desapariciones forzadas, torturas,
ejecuciones extrajudiciales, persecución, etc.), con las cuales afectaron a amplios sectores poblacionales y no solamente a la guerrilla, los
grupos militares hegemónicos alentaron alianzas con otros grupos nacionales (político-partidarios y económicos, principalmente) para
imponer sobre la sociedad sus intereses y criterios.

El control del poder absoluto, del cual tan sólo compartían migajas con los políticos aliados, cuyos partidos servían de vehículo para que los
militares fuesen electos con vicio y fraude5, consolidó la senda hacia la corrupción, el crimen organizado y el enriquecimiento ilícito a costa
del Estado y sus instituciones.

El contrabando y la defraudación aduanera, la venta de pasaportes y la trata de ilegales, entre otros delitos, convirtieron a las instituciones
del ramo en una suerte de "territorio libre" en el que prevalecían los intereses de la articulación criminal. Esta "red" diversificó sus
actividades y ha fomentado la amplia tipología delictiva que hoy afecta a la sociedad guatemalteca con organizaciones dedicadas al
secuestro de personas, asesinatos por encargo6, narcoactividad, asaltos a entidades bancarias, robo de automotores, depredación de la
flora y la fauna, etc.

Pero, hay que entender que la corrupción no se ha presentado únicamente como un conjunto de casos aislados y separados, cometidos por
funcionarios carentes de moral, ávidos de tener un mayor ingreso y gozar de diversas granjerías. La corrupción es todo un sistema, es a la
vez medio y fin.
Como medio, la corrupción ha sido utilizada como arma y mecanismo para establecer los cimientos de las articulaciones criminales, así
como para comprar lealtades y asegurar el control del poder, la complicidad y el encubrimiento. Como fin, la corrupción ha moldeado la
conducta de personas que se prestan a los juegos de poder, y a mantener incólume el poder oculto, a cambio de ciertos espacios de poder,
ingresos anómalos, favores, prebendas, etc.

En cuanto a la participación del Estado en este sistema de corrupción, hay que aclarar que si bien en estas articulaciones participan
agentes del Estado y funcionarios, esto no significa que exista una política concreta, clara, definida y planificada, por parte del Estado. Es
decir, se supone que no existen lineamientos que ordenen el funcionamiento de este tipo de articulaciones clandestinas, o que fomenten
este tipo de conductas personales e institucionales. Además, es conocido que el diseño y la planificación de actividades criminales se hace
fuera del Estado y del gobierno.

Aún así, el Estado no es inocente. Es evidente que sus estructuras son utilizadas para cometer crímenes, y a la vez para asegurar el
encubrimiento y la impunidad sobre la base de corrupción, amenazas e intimidación. La responsabilidad del Estado radica en su tolerancia y
falta de acción frente a este tipo de actividades, que no son investigadas ni sancionadas.

Los poderes ocultos en la justicia

La "huella" de esas fuerzas ocultas y extra gubernamentales se observa muy especialmente en el sector justicia: Policía, Fiscalía,
Organismo Judicial. Las estructuras policiales encargadas de la investigación criminal se debaten entre la falta de capacitación y de
profesionalismo, y la acción de agentes que responden no a la institución sino a los poderes ocultos.

Por aparte, en la Fiscalía anidan también los agentes que se han infiltrado en la institución para manipular las investigaciones y obstruir la
justicia; además de eso, se baten tambores de guerra contra la misma Policía, y se han creado entes de investigación criminal paralela para
asegurar el control de la persecución penal y hacer que los procesos sean afines a sus intereses. Y en las judicaturas se perpetra toda
clase de juegos a favor de la impunidad: presiones, amenazas, soborno, tráfico de influencias 7.

En un documento de trabajo de la FMM, por medio del cual se hace una exploración inicial del tema de los poderes ocultos, se establece
que tales fuerzas se afanan en la consolidación del régimen de impunidad, a efecto de encubrir a cualquiera de sus miembros que quede al
descubierto o esté potencialmente expuesto al poder punitivo. Pero, a la vez que encubren sus delitos, también corrompen y debilitan a las
instituciones y a las autoridades para mantener en resguardo sus actividades ilícitas.

En su informe "Guatemala Memoria del Silencio", la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH), presentó una contundente
conclusión de cómo el sistema de justicia ha sido afectado y utilizado por esos poderes. (Numeral 10, Conclusiones del informe)

"La ineficacia de la justicia

10. El sistema de justicia del país, por su ineficacia provocada o deliberada, no garantizó el
cumplimiento de la ley, tolerando y hasta propiciando la violencia. Por omisión o acción, el
poder judicial contribuyó al agravamiento de los conflictos sociales en distintos momentos
de la historia de Guatemala. La impunidad caló hasta el punto de apoderarse de la
estructura misma del Estado, y se convirtió tanto en un medio como en un fin. Como
medio, cobijó y protegió las actuaciones represivas del Estado así como las de particulares
afines a sus propósitos, mientras que, como fin, fue consecuencia de los métodos
aplicados para reprimir y eliminar a los adversarios políticos y sociales".
La situación ha variado y hay muchos avances por valorar, pero aún hace falta concretar cambios verdaderamente sustanciales e
irreversibles. Por eso, a la luz de los hechos cotidianos, no sorprende la práctica de acciones orientadas a entorpecer o desviar las
investigaciones, alterar documentos de investigación, extraviar o desaparecer pruebas o evidencias, e incluso contaminar escenas del
crimen. El objetivo es impedir la acción de la justicia, pues la caída de uno solo de sus miembros hace vulnerable a la "organización".

En el caso de militares que han sido sometidos al escrutinio judicial, ya sea por crímenes comunes o por violaciones de derechos humanos,
el encubrimiento toma incluso características del orden institucional, pues en defensa del o los acusados entra a funcionar el llamado
"espíritu de cuerpo" que consiste, entre otras cosas, en cerrar filas para evitar -a cualquier costo- que algunos de sus miembros o sus
estructuras sean investigados y procesados judicialmente.

Este encubrimiento va desde el uso del poder militar dentro del mismo Estado para obstruir las investigaciones, pasando por la acción de
los organismos de inteligencia en el diseño y ejecución de "campañas negras" en contra de las víctimas y afectados, hasta la abierta
destrucción de evidencias y manipulación de las investigaciones para atajar cualquier acción judicial independiente, la corrupción, las
amenazas y la eliminación física de toda persona que implique un potencial y certero riesgo.

Sin soluciones mágicas

Las instituciones estatales fueron, pues, puestas al servicio de esos poderes ocultos. Esto ha significado que, tras el fin de los regímenes
militares, asistimos al amanecer democrático del país con instituciones totalmente debilitadas y aquejadas por una serie de fallas,
deficiencias y anomalías, siendo que sus estructuras fueron moldeadas para servir a la impunidad y, a la vez, para fomentarla.

Desde la instauración de los gobiernos civiles se iniciaron gestiones para celebrar procesos de reforma institucional profunda, a efecto de
reparar los daños ocasionados por las décadas de autoritarismo. No obstante, tal aspiración empezó a cobrar forma hasta que el tema fue
sometido a discusión en las negociaciones de paz. De ahí surge el ya mencionado AFPC y su capítulo dedicado a la democratización y
modernización del sistema de justicia, que señala a la corrupción como un mal endémico urgente de erradicar.

El AFPC y la CFJ identifican como prioridades, en este combate y en el mejoramiento general del sistema, diversas acciones, entre las
cuales destacan:

 La emisión de una Ley de Carrera Judicial, que asegure la estabilidad de los jueces, resguarde su independencia de las presiones
que puedan darse en los ámbitos interno y externo del Poder Judicial, y que a la vez establezca mecanismos transparentes para la
selección y nombramiento de jueces y magistrados; y procedimientos de disciplina y responsabilidad, a efecto de que el juzgador
que cometa falta o delito sea sometido a un proceso en el cual se garanticen sus derechos, pero que también garantice la adecuada
sanción de quienes incurran en violaciones a la ley. A este respecto es necesario mencionar que, en noviembre de 1999, se emitió
la referida ley y actualmente se trabaja en su implementación.

 La separación de las funciones jurisdiccionales y administrativas en el ámbito de la Corte Suprema de Justicia, para descargar a la
Corte del cúmulo de trabajo administrativo que distrae sus obligaciones en el plano de la administración de justicia propiamente
dicha.

 Fomento de códigos de ética a partir de las universidades del país y muy especialmente desde las aulas de las facultades de
Derecho, a efecto de que los estudiantes aprecien la observancia de conductas éticas y comprendan el daño que ocasionan la
corrupción y la ausencia de valores.

 Para completar el círculo del combate, es necesario consolidar las carreras Policial y Fiscal, a efecto de que estas otras
instituciones del sector justicia, realicen también los esfuerzos del caso. El Ministerio Público y la Policía Nacional Civil, al igual que
el Organismo Judicial, deben impulsar comportamientos éticos, excelencia profesional y programas sostenidos de capacitación.

Cabe mencionar que tales recomendaciones, entre otras, son coincidentes con las que presenta la Fundación Myrna Mack en su
publicación Corrupción en la Administración de Justicia, salido a luz pública en julio de 1998.
Otras conclusiones y recomendaciones van en la dirección de realizar cambios en las políticas institucionales, en el campo de la legislación
específica, en el ámbito de la educación universitaria, y en la capacitación y especialización de los profesionales que se dedicarán a la
administración de justicia.

Además, se hace un especial énfasis en la necesidad de establecer controles internos que funcionen de acuerdo con modelos
democráticos. Actualmente, en el Poder Judicial, en la Policía Nacional Civil y en el Ministerio Público, existen estructuras dedicadas al
control interno, pero simplemente no funcionan o lo hacen con un sesgo autoritario.

Se ha comprobado en diversos casos que este tipo de estructuras de control interno funcionan como una articulación más de los poderes
ocultos, por lo que lejos de combatir la corrupción y otras actitudes anómalas de los funcionarios, las fomentan. Además, se dedican a
perseguir a los funcionarios honestos que tratan de trabajar con apego a la ley y a su personal código de ética, haciendo frente a todo tipo
de presiones y amenazas.

Otro punto más es la necesidad de impulsar la adopción de códigos de ética específicos para los jueces, magistrados, fiscales, policías,
personal auxiliar y administrativo, a efecto de impulsar en cada institución nuevos comportamientos y conductas en el orden personal, más
allá de lo que pueda trabajarse en el ámbito institucional, jurídico y estructural.

Estas recomendaciones constituyen apenas un acercamiento a las tareas por realizar en el campo de la lucha contra la corrupción, pues,
como se apuntó al principio, la corrupción es una actividad furtiva que se nutre de las fallas estructurales, institucionales y legales, así como
de los desequilibrios sociales para consolidarse.

En ese sentido, es importante visualizar el problema de manera integral, porque su práctica implica variables diversas y depende no sólo de
la dimensión moral de cada persona, dentro o fuera de las instituciones, sino de todo un sistema que la cobija y la propicia.

La cuestión ética indispensable


En lo personal, siempre he pensado que los cambios jurídicos, políticos e institucionales son insuficientes, si no van acompañados de un
proceso de adopción de valores que impriman una transformación significativa en la conducta de las personas. Podemos avanzar en el
perfeccionamiento de la legislación y de las instituciones, pero si no se trabaja en la recuperación de las virtudes personales, no será
posible armar una nueva convivencia.

La transformación y la adopción de códigos de transparencia en la legislación y en las instituciones, así como la eliminación de la
discrecionalidad y la reducción de los monopolios de poder personal, dependen de la voluntad política de las autoridades para impulsar los
cambios que sea necesario concretar.

Sin embargo, la conducta de los funcionarios y empleados que deban velar por la correcta aplicación de la ley y el adecuado funcionamiento
de las instituciones, depende de un código de ética personal y de un conjunto de valores mayores aceptados y observados por toda la
sociedad.

Por eso, a la par de la excelencia profesional, los méritos académicos y la experiencia, se requiere que las personas que ejercerán la
autoridad y los cargos públicos, en este caso concreto que se encarguen de administrar la justicia en el país, guíen su conducta según las
virtudes de la verdad, la justicia, la moderación y la tolerancia, el honor y la honestidad, así como el respeto a la dignidad del ser humano.

Bien se ha dicho que de nada sirve a la humanidad y al buen gobierno que las personas tengan talento e inteligencia para ejercer los
cargos, si esas ventajas serán utilizadas para hacer el mal y observar conductas corruptas; si la inteligencia y el talento se utilizan para
ejecutar las malas prácticas, defenderlas y multiplicarlas.

La corrupción, como todos sabemos, no es un problema que esté atacando solamente al sistema de justicia. En realidad, pareciera que en
general la sociedad del mundo ha perdido valores y principios. El sentido de la vida y de la justicia ha sido alterado, la pobreza y la miseria
ocasionan más muertos que una guerra; la exclusión y la marginación mancillan la dignidad del ser humano; el respeto de la igualdad
jurídica no se cumple; el derecho a la individualidad, el derecho a ser diferente y a tener una identidad propia se ha convertido en causa de
más exclusión y discriminación.
La autodestrucción llega a tal extremo que la sociedad vive bajo códigos de muerte y violencia que no incluyen solamente las violaciones de
derechos humanos, la agresión, la confrontación, la violencia contra los niños y las mujeres, sino también alcanzan otro tipo de relaciones.
Por ejemplo, la relación del ser humano con la naturaleza, y eso se refleja en la depredación letal e irracional de los recursos naturales, con
el consiguiente daño al equilibrio del planeta, que es nuestro Hogar.

Desde esa perspectiva, me parece impostergable que las sociedades de Centroamérica, de América Latina y del mundo entero, inicien un
proceso de búsqueda de una nueva ética, y que los gobiernos y la comunidad en general no queden al margen. Más bien, la tarea debe ser
global e integral, a efecto de que todos los sectores inicien gestiones en torno a la recuperación de la ética y a la definición de un nuevo
código de valores morales mayores.

CUADROS ANEXOS

TIPOLOGÍA DE LAS PRÁCTICAS CORRUPTAS *

1. Utilización, por parte de jueces y magistrados, de sus decisiones respecto de diligencias y trámites, como
mecanismo de presión sobre las partes.
2. Exacciones ilegales.
3. Aceptación de dádivas e incentivos dinerarios para acelerar las resoluciones y adoptar otras medidas
procesales, inclusive para emitir resoluciones en un determinado sentido.
4. Tarifación de medidas sustitutivas.
5. Amiguismo y tráfico de influencias.
6. Pagos para evitar procesamientos.
7. Pagos para lograr la adopción de medidas cautelares y la incautación de bienes.
8. Recepción de pagos para notificar, o para manejar las notificaciones de manera que se beneficie o perjudique
a alguna de las partes.
9. Extravío doloso de expedientes y memoriales.
10. Elección de juez interviniente.
11. Desaparición o adulteración dolosa de pruebas y efectos incautados y que se hallan bajo custodia judicial.

* Prácticas y conductas de corrupción atribuidas al sistema de justicia guatemalteco, según hallazgos logrados por la
CFJ tras la realización de consultas multisectoriales.

-Las prácticas mencionadas en los numerales 9 y 11 han afectado principalmente a los casos de violación de derechos
humanos. Los procesos por el asesinato de Myrna Mack y Jorge Carpio, así como por la masacre de Xamán,
ejemplifican con claridad esta situación.

Fuente: Informe de la CFJ.

PRINCIPALES FACTORES QUE GENERAN CORRUPCIÓN EN LA JUSTICIA *

1. Falta de comunicación, coordinación e información entre los distintos organismos del Estado.
2. Delegación indebida y/o ilegal de funciones en el ámbito interno, tanto en el Organismo Judicial como en el
Ministerio Público.
3. Concentración de funciones en la Corte Suprema de Justicia.
4. Inexistencia de mecanismos transparentes para la selección y nombramiento de jueces, magistrados, fiscales
y policías.
5. Política salarial deficiente.
6. Falta de criterios objetivos y claros en la adjudicación de casos.
7. Excesiva burocracia.
8. Falta de desarrollo de las carreras Judicial, Policial y Fiscal.
9. Deficiente funcionamiento y falta de autonomía de las instancias de control interno.

* Informe de la CFJ. Se mencionan únicamente algunos de los factores organizacionales detectados por la Comisión.

PERCEPCIONES SOBRE LA CORRUPCIÓN EN


LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

(Resultados de una encuesta realizada por la empresa Borge & Asociados a solicitud de la Fundación Myrna Mack, en septiembre de 1997.
Se consultó a una población específica de 150 personas, 100 abogados y 50 estudiantes de Derecho que realizan labores de procuraduría
en diversos bufetes de la ciudad capital de Guatemala, los que fueron seleccionados al azar.)

 ¿Cuáles son las principales razones o causas por las cuales usted está tan insatisfecho con el funcionamiento de los tribunales?

FRECUENCIA PORCENTAJE
Desconocimiento de las leyes por parte de 7 1.8 %
los funcionarios
Impunidad generada por procesos 13 3.3 %
irregulares
Falta de profesionalismo y de personal 34 8.7 %
capacitado
Corrupción 37 9.5 %
Abuso de autoridad 3 .8 %
Lentitud en los trámites y en la toma de 86 22.0 %
decisiones
Desorganización del sistema 11 2.8 %
Excesiva burocracia 19 4.9 %
Irresponsabilidad y negligencia 9 2.3 %
Pésima atención del personal de tribunales 20 5.1 %
Falta de recursos económicos 4 1.0 %
Falta de infraestructura 5 1.3 %
Mala administración de justicia 25 6.4 %
Procesos mediante amistad y 4 1.0 %
compadrazgo
Ausentismo y déficit de personal 6 1.5 %
Desigualdad en la aplicación de la ley 5 1.3 %
Falta de credibilidad 5 1.3 %
Manejado bajo influencias y presiones 4 1.0 %
NS/NR 94 24.0 %
TOTAL 391 100 %
 Quiero pedirle que me señale, con base en su experiencia o por lo que ha oído entre sus colegas, el nivel de corrupción existente
en las diferentes ramas o fueros judiciales.

Ámbito Penal

FRECUENCIA PORCENTAJE
Mucho 88 58.7 %
Bastante 39 26.0 %
Poco 16 10.7 %
Nada 2 1.3 %
NS/NR 5 3.3 %
TOTAL 150 100 %

 ¿Hasta qué punto tiene influencia ofrecer alguna ventaja o beneficio a un miembro del Poder Judicial, para obtener un dictamen
favorable?

FRECUENCIA PORCENTAJE
Mucho 52 34.7 %
Bastante 50 33.3 %
Poco 20 13.3 %
Nada 18 12.0 %
NS/NR 10 6.7 %
TOTAL 150 100 %

 ¿Hasta qué grado tiene influencia ofrecer soborno a un miembro del Poder Judicial, para obtener un dictamen favorable?

FRECUENCIA PORCENTAJE
Mucho 50 33.3 %
Bastante 47 31.3 %
Poco 19 12.7 %
Nada 20 13.3 %
NS/NR 14 9.3 %
TOTAL 150 100 %

Notas:
1. Fundación creada en 1993 con el propósito de luchar contra la impunidad en Guatemala. Inicialmente trabajó sobre la base de la
experiencia y el aprendizaje obtenidas en el proceso de búsqueda de justicia por el asesinato de Myrna Mack, una antropóloga
social que estudiaba el tema del desarraigo provocado por el enfrentamiento armado, quien fue asesinada por un comando del
Estado Mayor Presidencial el 11 de septiembre de 1990.
2. Suscrito en septiembre de 1996, es uno de los varios acuerdos a que arribaron el Gobierno de Guatemala y la Unidad
Revolucionaria Nacional Guatemalteca, en el marco del proceso de negociaciones de paz.
3. Comisión creada en 1997 en cumplimiento de uno de los compromisos del acuerdo referido en el numeral anterior.
4. Los casos Gerardi y Beverly Sandoval acaparan el mayor interés de la opinión pública, tanto por el impacto social que han tenido en
la medida que conmocionaron y conmovieron a la ciudadanía, como por las características de su tratamiento en el sector justicia.
Son casos paradigmáticos que, como el de Myrna Mack, han dado aportes sustanciales en el conocimiento del sistema judicial, sus
fallas y debilidades; y han develado algunas características del comportamiento de los poderes ocultos, así como el encubrimiento
de parte del Estado.
5. La alianza de los partidos Movimiento de Liberación Nacional (MLN) y Partido Institucional Democrático (PID) llevó al coronel Carlos
Arana a la Presidencia en 1970; y en 1974, al general Kjell Laugerud, quien asumió el poder tras un fraude que arrebató el triunfo
electoral al general Efraín Ríos Montt, candidato del Frente Nacional de Oposición; en 1980, el general Romeo Lucas alcanzó la
presidencia postulado por la alianza del PID con el Partido Revolucionario.
6. Las nuevas autoridades del Ministerio de Gobernación y de la Policía Nacional Civil, que asumieron cargos en los primeros días de
agosto de este año, aseguran que los asesinatos pagados configuran una de las estadísticas más abultadas en materia de
violencia.
7. En 1999, Henry Monroy, juez del Juzgado Segundo de Primera Instancia Penal, presentó denuncia ante la Corte Suprema de
Justicia en contra de cuatro de sus oficiales, a quienes sorprendió en actos de corrupción.

__________
Helen Beatriz Mack Chang es administradora de empresas y labora como gerente general de una empresa de bienes raíces. En forma ad
honorem, desempeña el cargo de presidenta de la Fundación Myrna Mack, y es querellante adhesiva en el proceso judicial que se sigue
para esclarecer y sancionar el asesinato de su hermana, la antropóloga social Myrna Elizabeth Mack Chang. En diciembre de 1992 recibió,
en Suecia, el Right Livelihood Award (Premio Nobel Alternativo de la Paz) y entre diversos premios y reconocimientos nacionales e
internacionales, recibió en España el Premio León Felipe por la Concordia 1999, y fue designada "Líder de los 90?s" por el Consejo
Empresarial de Guatemala.

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Revista Probidad * décima edición * septiembre-octubre/2000


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