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Cartilla - S5
Cartilla - S5
PROGRAMA DE ECONOMÍA
MÓDULO INTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍA
CAPÍTULO Cinco: PROS Y CONTRAS DE LAS ECONOMÍAS MIXTAS
¿Cómo afecta la asignación de los recursos al bienestar? Cuando el mercado determina la cantidad
de equilibrio ¿es esta asignación demasiado pequeña, demasiado grande o simplemente correcta?
Durante este capítulo se intentará realizar análisis normativos más que positivos para dar
respuesta a estas preguntas. Sin embargo, las economías mixtas también están moldeadas por la
intervención del gobierno; ¿de qué manera su intervención incide en el bienestar económico?
¿Necesariamente los mercados asignan correctamente los recursos? ¿Qué ocurre con el bienestar
cuando ello no ocurre?
El propósito de este capítulo es examinar preliminarmente qué virtudes y defectos trae organizar
una sociedad económica con base una economía mixta. Por un lado, veremos que el uso de los
mercados trae eficiencia y en cierto sentido la asignación que hace de los recursos es deseable.
Luego veremos que la intervención del gobierno puede generar tanto efectos positivos como
negativos sobre el bienestar de las personas. Finalmente, se mostrará que los mercados fallan
algunas veces en asignar los recursos abriendo la puerta al surgimiento de problemas sociales y
ambientales.
En general, todos estos aspectos se recogen en una gran categoría económica: la economía del
bienestar, que estudia cómo afecta la asignación de los recursos al bienestar económico.
EL EXCEDENTE DEL CONSUMIDOR
No todas las personas valoramos de la misma manera un producto. Por ejemplo, algunos creen
que los pasabocas de maíz picantes son de muy buen sabor y monetariamente estarían dispuestos
a pagar un precio alto en comparación con otros compradores. De hecho, el máximo precio que
cada uno está dispuesto a pagar por un bien se denomina disposición a pagar y mide el valor que
concede al bien. Así, cada comprador compraría si el precio observado fuera inferior a su
disposición a pagar. Si el precio de venta es exactamente igual que su disposición a pagar, a los
consumidores les daría lo mismo comprar que seguir teniendo el dinero. En el caso de los
pasabocas de maíz muchos creen que son un regalo del más allá, puesto que lo que realmente se
paga por cada paquete es inferior a lo que estaba dispuesto a pagar. Estos consumidores
experimentan un excedente del consumidor: la cantidad que un comprador está dispuesto a pagar
por un bien menos la cantidad que paga realmente. Esa es la sensación de un consumidor cuando
los vendedores de los denominados san andresitos son buenos. Estos, al rebajar el precio
sucesivamente, hacen pensar al consumidor que están adquiriendo una ganga y que ellos sí saben
negociar. Realmente estaban tratando de reducir el excedente del consumidor al máximo que los
consumidores lo permitieran. Por eso allá siempre es oportuno solicitar descuento.
En la siguiente gráfica se pueden visualizar dos situaciones. A la izquierda se presenta
gráficamente el excedente del consumidor y a la derecha se representa el impacto de una
reducción del precio sobre el excedente del consumidor. Quienes antes no podían acceder al
producto ahora pueden, ya que al disminuir el precio el excedente del consumidor se amplía.
Gráfica 25. Representación del Excedente del consumidor antes y después de la disminución del precio del
bien
Precio Precio
Excedente del
Excedente del consumidor
consumidor
Excedente del nuevo consumidor
Demanda para los nuevos consumidores
∆%𝑃
Demanda
Excedente inicial
del productor
Cantidad
Cantidad
LA EFICIENCIA DEL MERCADO
Con los conceptos que se acaban de desarrollar se puede abordar la siguiente pregunta: ¿es
deseable la asignación de los recursos que hacen los mercados libres? La meta de cualquier
gobernante es que toda su población esté lo mejor posible (hipótesis del dictador benevolente) en
términos de su bienestar económico. Esto expresado en excedente del consumidor significa que el
excedente total para la sociedad (la suma de los excedentes del productor y el consumidor) sea el
máximo posible. Podemos definir excedente total como:
𝐸𝑥𝑐𝑒𝑑𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 𝐸𝑇 = 𝐸𝑥𝑐𝑒𝑑𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑙 𝐶𝑜𝑛𝑠𝑢𝑚𝑖𝑑𝑜𝑟 𝐸𝐶 + 𝑒𝑥𝑐𝑒𝑑𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑙 𝑝𝑟𝑜𝑑𝑢𝑐𝑡𝑜𝑟 𝐸𝑃
Aplicando las definiciones tendríamos:
𝐸𝑇 = 𝑉𝑎𝑙𝑜𝑟 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑟𝑎𝑑𝑜𝑟𝑒𝑠 (𝑉𝐶) − 𝑐𝑎𝑛𝑡𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑝𝑎𝑔𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑟𝑎𝑑𝑜𝑟𝑒𝑠(𝐶𝐶)
+ {𝑐𝑎𝑛𝑡𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑟𝑒𝑐𝑖𝑏𝑖𝑑𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑣𝑒𝑛𝑑𝑒𝑑𝑜𝑟𝑒𝑠(𝐶𝑅𝑉)
− 𝑐𝑜𝑠𝑡𝑜𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑙𝑜𝑠 𝑣𝑒𝑛𝑑𝑒𝑑𝑜𝑟𝑒𝑠 (𝐶𝑉)}
Como la cantidad pagada por los compradores es la misma cantidad recibida por los vendedores,
esos dos términos se cancelan. Así el EC sería:
𝐸𝑇 = 𝑉𝐶 − 𝐶𝑉
¿Cuál sería entonces el máximo excedente total? La noción de eficiencia vuelve a ser definitiva.
Digamos que la oferta no vende el producto al precio más bajo que ella puede, sino a uno
superior. Las empresas aumentarían su excedente del productor a costa de la reducción del de los
consumidores, pero sólo una parte. Habría una parte del excedente perdido de los consumidores
que no quedaría en manos de los productores, simplemente se pierde. Ello ocurre porque con un
precio más alto habría consumidores que saldrían del juego y no podrían adquirir el producto
(pérdida neta del bienestar). De ahí podemos afirmar, como en el caso del costo de oportunidad,
que una situación es eficiente cuando no podemos mejorar la posición de alguien sin desmejorar
la de otro. En este caso el máximo excedente total se logra cuando la asignación es eficiente y ese
punto corresponde con el equilibrio de mercado. No olvidemos que los precios determinan quién
participa en el mercado y quién no. ¿Cómo? Los compradores que conceden al bien un valor
superior al precio deciden comprar el bien; los que no, no lo compran. Esto es cierto también para
los productores. Aquellos cuyos costos son más bajos que el precio deciden producir y vender el
bien, en caso contrario no lo producen ni lo venden.
De lo anterior surgen dos conclusiones clave “Los mercados libres asignan la oferta de bienes a los
compradores que les conceden más valor, representado por su disposición a pagar.
1) Los mercados libres asignan la demanda de bienes a los vendedores que los pueden
producir con el menor costo.”1
Una crítica a este planteamiento, que en términos generales es muy valioso, es que no involucra la
discusión de la equidad. Dado que los precios determinan quién entra o no al mercado, puede
pasar que no todo el que desee participar lo pueda hacer. Así, el problema no es ni siquiera si las
asignaciones de mercado son justas, puesto que la justicia se refiere a que cada quien tenga lo que
se merece. Dado que el recurso se asigna desde el que a menor costo lo produce hacia quien más
lo valora, al final todo los que participaron recibieron lo que se merecían. El problema persiste:
¿qué pasa con los que no pudieron entrar? El mercado definitivamente es un buen asignador en
1
MANKIW, Gregory. Op cit p 106
tanto es eficiente, es decir, es muy bueno de puertas hacia adentro, cumple su función que es la
de asignar lo que hay disponible. Pero no está diseñado para ayudar a los que se quedaron por
fuera. Ahí el Estado es más que importante. Por ejemplo, en Alemania hay un mercado libre de
arrendamientos de tal manera que el precio de alquilar un lugar se rige por la oferta y la demanda.
Sin embargo, si para una familia (especialmente con hijos) es muy conveniente vivir allí y no puede
pagar todo el precio de mercado sino una parte, el Estado le aporta el saldo para que viva allí.
Obviamente hay que demostrar la necesidad y la imposibilidad de pago total, pero en todo caso el
Estado, a través del gobierno, subsidia a los que lo necesitan para que entren al mercado. En otras
palabras, genera la igualdad de oportunidades2 a los agentes de la economía para que participen
libremente en el juego de oferta y demanda.
CRÍTICA A LA INTERVENCIÓN DEL ESTADO: LA PÉRDIDA IRRECUPERABLE DE EFICIENCIA DERIVADA
DE LA TRIBUTACIÓN
Retomemos uno de los resultados del capítulo cuatro: un impuesto bien sea dirigido a la demanda
o a la oferta sube el precio que pagan los consumidores y baja el precio que perciben los
vendedores. Al final unos y otros se reparten la carga del impuesto. Esta, como cualquier medida
de política económica, tiene dos caras: genera ingresos para el gobierno, para que éste pueda
cumplir con su misión esencial (positivo) y genera unos costos para la sociedad, puesto que ese
dinero no se genera espontáneamente, debe salir de algún bolsillo (aspectos negativos).
Los ingresos provenientes del impuesto son sencillamente la tarifa del impuesto multiplicada por
la cantidad de unidades vendidas. Por otro lado, dicho impuesto afecta el bienestar económico de
la sociedad. ¿De qué forma? La respuesta está en la reducción de los excedentes del consumidor y
del productor.
En presencia de un impuesto la cantidad de mercado se reduce hasta el nuevo punto de equilibrio.
En ese nivel de cantidades, divergen el precio del comprador y el del vendedor. El primero es más
alto que si no hubiera impuesto y el segundo más bajo. Así, podemos ver cómo pierde excedente
el consumidor, el productor y en general la sociedad. Al ser más alto el precio que paga el
consumidor cuando hay impuesto con respecto a cuando no había, los consumidores compran
efectivamente menos cantidad de lo que lo hacían antes. Esa es precisamente su pérdida de
bienestar: el triángulo formado por la brecha entre el consumo antes de impuesto y después de
impuesto y el precio después del impuesto y el precio sin impuesto en la figura 24 se llama área A.
Veamos ahora cuánto pierde el productor. Por efecto del impuesto vende menos que sin impuesto
y además el precio que percibe es menor que cuando no había impuesto. Entonces lo que pierde
es precisamente esa área que el gráfico 24 es un triangulo y que se denomina B. Por tanto la
pérdida total de bienestar para la sociedad es A + B. Es claro en la gráfica que lo que pierde cada
uno no lo gana el otro. Como eso es así, el área A+B se llama pérdida irrecuperable de eficiencia.
Gráfica 24. Los ingresos fiscales del impuesto
2
Banco Mundial. Medición de la Igualdad de oportunidades en América Latina. Mayol editores –Banco
Mundial. México 2009.
Los ingresos fiscales del impuesto
12
cuanpa del impuesto
11
10
9
Precio en pesos ($)
T*Q
8
7
6
5
4 ingresos por el Oferta
impuesto
3
2
demanda
1
0
0 1 2 3 4 5 6
can/dad en unidades
Gráfica 24. Ilustración de la pérdida irrecuperable de eficiencia debida a un impuesto
Pérdida irrecuperable de eficiencia originada por un
impuesto
precio que
pagan los
compradores
precio sin A
impuesto
B
precio que
perciben
los Oferta
vendedore
s
ingresos por el
impuesto demanda
0 1 2 3 4 5 6
can/dad en unidades
Para cerrar esta sección cabe preguntarse: ¿qué tan grande puede llegar a ser la pérdida de
eficiencia? La respuesta está en las elasticidades. Entre más elásticas sean las curvas de
demanda o de oferta, la pérdida es mayor.
Gráfica 25. La influencia de la elasticidad en pérdida irrecuperable de eficiencia originada
en un impuesto
PIE debida a un
PIE debida a un
impuesto cuando la
impuesto cuando la
Precio oferta es
Precio oferta es
relativamente
relativamente elástica
inelástica
Tamaño
del
Tamaño impuesto
del
impuesto
Cantidad Cantidad
EXTERNALIDADES
Una de las críticas que se le pueden hacer a los mercados es que no todas las veces asignan
correctamente los recursos. Ese fenómeno se denomina falla de mercado y se resume en un solo
término: externalidades. En condiciones normales la oferta representa los costos marginales
sociales y la demanda los beneficios sociales marginales, esto es, la oferta de mercado tiene en
cuenta apropiadamente todos los costos relevantes y la demanda tiene en cuenta todos los
beneficios relevantes de manera que el mecanismo de competencia genera una maximización de
los beneficios sociales netos o, lo que es lo mismo, el excedente del consumidor y del productor
son máximos.
Una falla de mercado ocurre cuando una o más de estas condiciones no se satisface. De esta
forma una externalidad surge cuando la actividad de una firma u hogar a una consecuencia no
intencional para otra firma u hogar y no figura en los costos o los beneficios de la actividad del que
originó el efecto. En otras palabras, una externalidad ocurre cuando una actividad genera efectos
sobre otros por los cuales no se hace ni un pago ni una compensación3. Hay diferentes tipos de
externalidades; por ello es conveniente realizar una clasificación.
Tabla 15. Clasificación de externalidades
Externalidad
Benéfica Dañina
originada en
Fuente: adaptado de Perman et al. 2003.
3
Perman, R., Ma, & Common. Natural Resource and Environmental economics. London: Longman 2003. P 87
Una forma de ver una externalidad puede ser la gráfica 26. En ella se representa la externalidad
originada por la contaminación que hacen a un río empresas productoras de cuero. Ellas al limpiar
la piel generan unos residuos (pelos y grasa) que son arrojados sin tratamiento al río más cercano.
Las empresas que hacen eso no pagan por la contaminación generada ni toman medidas para
evitarlo; como consecuencia, aguas abajo la población que toma agua de dicho río se ve afectada
negativamente. Así, para la empresa expulsar los desechos al río es un ahorro (en prevención o
mitigación) y para la sociedad es un costo mayor. En tal caso los costos sociales son mayores a los
privados (que es el que se refleja en la oferta); por ello el mercado no asigna correctamente la
cantidad de cuero que debería producirse, pues subestima todos los costos en los que se incurre
en la producción de ese bien. En consecuencia, el gobierno busca usualmente internalizar las
externalidades a través de políticas públicas, o en ocasiones la misma comunidad se pone de
acuerdo (negociación, también conocido como teorema de Coase) para corregir el fallo.
Gráfico 26. Un mercado cuando el costo social difiere del costo privado, entonces se requiere
internalizar la externalidad.
Oferta correctamente valorada:
Precio del incluye costos privados y costos
sociales
cuero
Oferta subvalorada: sólo incluye
costos privados
Demanda
Qóptima Qmercado
Cantidad
de cuero
En el primer caso se pretende que aquel que se beneficia de la externalidad, en esta caso la
empresa, pague una compensación por el daño generado (este es el principio el que contamina,
paga) puede ser a través de un impuesto, llamado comúnmente pigoviano en honor al economista
Arthur Pigou, quien lo sugirió por primera vez. Otra opción dentro del esquema de incentivos son
los permisos transferibles de contaminación. Bajo este esquema se calcula una cantidad precisa de
contaminación permitida (normalmente de acuerdo a consideraciones económico‐ ambientales) y
se divide en permisos. Dichos permisos se reparten de tal forma que muy seguramente haya a
quien le sobre permisos y a quien le hagan falta. De esta manera surge un mercado donde al final
cada quien tiene el número de permisos que quería y podía tener. Vistos con detenimiento, los
impuestos correctivos y los permisos transferibles tienen aspectos en común. En ambos casos las
empresas pagan su contaminación. Con los impuestos correctivos las empresas contaminantes
deben pagar un impuesto al Estado. Con los permisos, deben comprarlos (incluso las que ya
poseen permisos deben pagar para contaminar: el costo de oportunidad de contaminar es lo que
podrán haber recibido vendiendo sus permisos en el mercado abierto). Otra similitud es que se
internalice la externalidad al hacer que contaminar tenga costos para las empresas.
En el segundo caso, la negociación puede ser un arma interesante para solucionar la externalidad.
En el ejemplo original usado por Coase (1960) hay un terreno que no tiene cerca. A un lado hay un
granjero y del otro lado hay un ganadero. Resulta que las reses del ganadero, al no haber cerca,
pasan al lado del granjero y dañan la cosecha de este (externalidad). Según el razonamiento de
Coase es posible solucionar el problema de dos formas diferentes con un mismo resultado, en el
que se produce eficientemente. En un primer camino se puede suponer que el granjero tiene el
derecho a que las reses no dañen su cultivo, de manera que el ganadero paga a este una
compensación equivalente al daño marginal tolerable por el granjero. Es decir, si el granjero tiene
los derechos de propiedad, el ganadero paga hasta cuando el beneficio de dañar sea superior al
pago que realiza como compensación. Pero puede haber otra forma. Puede ser que el ganadero
tenga el derecho a que las vacas paseen libremente. En ese caso el granjero le paga al ganadero
para que vaya retirando reses hasta el punto donde el ahorro que experimenta el granjero por las
reses retiradas es mayor al costo que le significa. Lo que logra mostrar Coase es que sin importar
quién tenga los derechos de propiedad (si el granjero tiene derecho a que no le destruyan su
sembrado o si el ganadero tiene el derecho a que sus vacas paseen sin restricciones) el resultado
en términos del número de reses es el mismo siempre y cuando los costos de negociar (costos de
transacción) sean lo suficientemente bajos. En general los costos de transacción son de tres tipos:
1. Costos de información. Son en los que se incurre para buscar y encontrar a la contraparte con
la que se va a negociar.
2. Costos de negociación. Son aquellos en los cuales se requiere de abogados para diseñar el
contrato que garantice mínima perdida eventual, por ejemplo.
3. Costos de hacer cumplir. Se refieren a lo que se necesita para lograr que en caso de
incumplimiento de una de las partes, la otra logre hacer cumplir con las obligaciones pactadas.
Entonces, si los costos de transacción son demasiado altos, la solución propuesta por Coase no va
a servir, es decir, el teorema funciona cuando las partes interesadas no tiene ningún problema
para llegar a un acuerdo y aplicarlo. En el mundo real la negociación no siempre funciona aunque
sea posible llegar a un acuerdo mutuamente beneficioso.