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Yom kipur 29-09-2017

Hoy comienza otro día de reposo y ciertamente cada día de reposo es especial, por el simple hecho
de ser un día que el Eterno estableció. Pero en particular el día de hoy, tiene una connotación
diferente y especial en mi vida, por lo que ocurrió en este día. Hoy es el día del perdón, el único día
en el año que el sumo sacerdote entraba delante de la presencia de YHWH, cuando se pronunciaba
su nombre; solo de imaginarme lo que acontecía en ese momento, me pone eriza la piel; me pongo
en el lugar del sumo sacerdote, entrar a la presencia del altísimo, delante del creador de todo;
simplemente no logro imaginar todo lo que acontecía. Sin duda alguna, esa experiencia era única
en el mundo y en el universo; imaginar cuando el sumo sacerdote iba caminando rumbo al lugar
santísimo, todo el ritual que precedía, todos los por menores y por otro lado, el pueblo a la entrada
en espera de lo que acontecía, sin duda alguna un espectáculo único, la adrenalina y el miedo a más
no poder; por más que me informo de todo lo que sucedida ese día, me quedo corto; no creo que
haya un libro ni información que pueda describir la experiencia.

Pues hoy solo recuerdo la fiesta, porque no puedo llevarla como tal, pero un día en esperanza talvez
tenga una oportunidad de presenciarla. Por eso, este día de reposo tiene un toque especial y si eso
fuera poco, en este día el Eterno me regalo un gesto que no merezco, un detalle que no poder
pagarle. Previo a entrar al día de reposo y conmemorando Yom kipur, asistí a mi entrevista de
trabajo; antes de salir le dije a Él, mi carta de presentación será guardar tu Torah, y siendo muy
específico con el mandamiento de “guardar tu día de reposo”. Salí con lo único que tengo, su Torah,
nada más con eso. Llegue, me recibieron, salude a unas personas que conocía y en cuestión de
minutos, me llamaron; con todo el panorama en contra; y con una sola propuesta “del día de
reposo”. Después de más de un año, aquí nuevamente ante una oferta de trabajo; y teniendo todo
por hacerme del puesto sin mayor problema, no podía hacer uso de eso aunque quisiera, El me llevo
totalmente quebrado, lo único que sonaba en mi cabeza “guarda su día Cris”. Después de platicar
un rato y de hacerme una pequeña investigación verbal y darme descripción del puesto; el me
pregunto ¿Qué me parecía?, ¿Cuál era mi postura? Y la única respuesta y argumento que llevaba
salió de mis labios sin pensarlo y fue el siguiente: Si usted me da el día sábado, le tomó la palabra
y acepto el puesto. Lo pensó un rato y sin más; me dijo: está bien, solo te pido trabajar una hora
más entre semana; lo cual acepte, con tal de obtener el día de reposo. Le dije lo del sueldo, se lo
dejo a usted, me doy más que bien pagado con el día de reposo. Platicamos un rato más y este lunes,
después de más de un año, YHWH me regresa al sistema; aunque son inciertos los detalles de lo que
acontecerá con este regreso al sistema, algo si es seguro; es el comienzo de la última etapa; mi única
arma su Torah, en una versión más madura y fundamentada de Cris; un Cristóbal que llevara al límite
su Emunah, este viaje que no tiene regreso.

Tengo muchas cosas que decir, tanto que YHWH ha hecho y me ha mostrado; no me considero
alguien especial, ni alguien que acapare el amor de Dios; para nada; sino todo lo contrario, me
considero la persona más indigna y transgresora. No tengo nada bueno, eso El me lo confirmo los
últimos años, me hizo ver mi bajeza y me humillo sin en el más mínimo esfuerzo, me avergonzó, me
quito cuanto quiso y de las formas que se le antojaron, me dejo sin argumentos para defenderme,
me quito toda arma y tal vez lo que jamás olvidare; ver como quebró mi orgullo y mi dignidad
delante de mis ojos, sin poder hacer nada para evitarlo; seco mis lágrimas a más no poder; me
humillo como nadie lo había hecho, me hizo sentir débil y frágil, me hizo ver que mis cualidades y
prodigios, no son nada delante de Él. Después de todo eso, estando en una tierra ajena a donde
había nacido, acostado en el piso, en un cuarto vacío, sin dinero y ninguna posibilidad de poder salir
de mis problemas; mirando hacia la ventana con dirección al cielo, le dije lo único que había en mi
mente: Solo Tú eres TODOPODEROSO.

Y en este día de Yom kipur; sin faltar a la fórmula de toda mi vida que Él me dio; me mando a traer
de Cancún, a través de esta oferta de trabajo y de una oferta paso a una propuesta de trabajo
concreta; donde accedieron a darme el día de reposo y por si fuera poco trabajare enfrente de mi
casa. No tengo palabras que decirle, la cara se me cae de vergüenza, no puedo mirarlo; lo volvió
hacer; me exigió al limité y aunque no aguante; el me da este detalle; tengo 30 años y todo lo he
recibido de Él, en lo laboral, nunca he tenido que ir a meter papeles o buscar trabajo por mi propia
cuenta; pero en esta ocasión fue más especial, porque Él hizo que me llegaran casi a buscar a mi
casa, habiendo tantos mejores que YO, Él hizo que se fijaran en mí y me dieran la oportunidad como
yo la había anhelado desde mucho tiempo atrás.

Su palabra nunca regresa vacía y cumple el propósito para lo cual Él lo envío; solo me queda decir
que la PACIENCIA es un don de YHWH; y esperar en Él es lo mejor que el hombre puede hacer.
Ciertamente no me pagaran ni lo máximo, pero tampoco lo mínimo; pero no me importa, lo que El
hizo lo paga todo y con creces.

Y termino con esto; desconozco todo lo que acontecía cuando el sumo sacerdote estaba ofreciendo
la ofrenda delante de la presencia de YHWH; no había nadie más, solo ellos dos, YHWH y el sumo
sacerdote. Y bajo esta escena, pudieron pasar muchas cosas; pero sin duda alguna y sin temor a
equivocarme; más allá del veredicto del Eterno; y porque así lo siento en este día en especial, el
sumo sacerdote terminaba postrado delante de la presencia del Eterno; es lo única forma visible de
expresar lo indignos que somos de estar delante de Él.

“que Tú nombre sea inscrito en el libro de la vida” / gmar Jatimá Tová

Shalom.

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