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PRINCIPIOACUSATORIO
PRINCIPIOACUSATORIO
Este principio, se traduce en una idea muy importante y simple: o'no hay proceso sin
acusación"; y esto, si bien se piensa, comprende que "quien acusa no pude juzgar"(z:ot.
El principio acusatorio constituye un criterio configurador del proceso penal, según el cual, sin
una previa acusación, la imputación -a una o más personas concretas- de determinados
hechos, no hay posibilidad de llevar a cabo juzgamiento alguno.
Se trata de una de las garantías esenciales del proceso penal, que integra el contenido esencial
del debido proceso, referida al objeto del proceso, y determina bajo qué distribución de roles y
bajo qué condiciones se realizará el enj uiciamiento del objeto procesal penal(z¡ t).
Tal prescripción se condice, además, con la disposición constitucional expresada en el Art. 159
inciso 5 de la Constitución Política, en la quese le otorga al Ministerio Público, la titularidad en
el ejercicio público de la acción penal(z¡¡).
En tal sentido, corresponde al Ministerio Público provocar la actividad jurisdiccional para que
sea apreciada y decidida la pretensión punitiva debidamente deducida en una acusación.
Sin embargo, más adelante, conforme se va fortaleciendo el Estado, tendrá lugar la aparición
de ciertos delitos que serán cualificados como públicos, lo que a su vez traerá como
consecuencia el nacimiento de la acción popular hecho que se mantiene hasta nuestros días
como elemento característico del principio acusatorio.
Entonces, con el nacimiento de la acción popular como elemento característico del principio
acusatorio se otorgó el carácter de público al delito y a su vez, una limitación del monopolio
estatal.
De modo que la separación formal de estas funciones fue necesaria para garantizar la defensa
individual: ella se reputó imposible sin crear un acusador (contradictor) que circunscribiera la
imputación concreta que el imputado estaba facultado a resistir y contestar, con todos los
medios legítimos a su alcance, y sin dotar de un grado aceptable de imparcialidad al juzgador,
consistente en evitar que él se comprometa, antes del fallo, con la hipótesis delictiva,
afirmándola desde la iniciación del procedimiento(zrs).
De ahí que el principio acusatorio supone una estricta delimitación de funciones entre el fiscal
y eljuzgador; estricta separación de las funciones acusadoras y decisorias, atribuidas a
funcionarios distintos. Cuando el tribunal decisor se inmiscuye en las tareas acusadoras se
afecta el principio de imparcialidad, consustancial al principio acusatorio.
Sólo al persecutor público, como dueño de la acción penal pública le compete el marco estricto
de la acusación.
Este principio es fundamental ya que informa o permite fijar el objeto del Proceso Penal. ,/ La
vigencia del principio acusatorio imprime al sistema de enjuiciamiento determinadas
características, las mismas que han sido reconocidas por el Tribunal Constitucional en el EXP.
N." 2005-2006-PHC/TC(23ó):
1. Que no puede existir juicio sin aatsación, debiendo ser formulada por persona ajena al
órgano jurisdiccional sentenciador, de manera que, si ni el fiscal ni ninguna de las otras partes
posibles formulan acusación contra el intputado, el proceso debe ser sobr e s e ído necesar
iamente ; Que no puede condenarse por hechos distinlos de los acusodos ni a persona distinta
de la acusada, Que no pueden atribuirse al juzgador poderes de dirección malerial del proceso
que cuestionen su imparcialidad".
a. Desdoblamiento de las funciones de acusación y decisión. Ello implica a su vez,la vigencia del
aforismo Nemo idex sine acusatore, por lo que no existe proceso sin la existencia de un
acusador. La función de acusación es privativa del Ministerio Público y, por ende, el juzgador
no ha de sostener la acusación; de manera que si el Fiscal no formula acusación, más allá de la
posibilidad de incoar el control jerárquico, le está vedado al órgano jurisdiccional ordenar al
Fiscal que acuse y, menos asumir un rol activo y, de oficio, definir los ámbitos sobre los que
discurrirá la selección de los hechos, que sólo compete a la Fiscalía.
Debe existir sospecha vehemente de criminalidad, de tal manera que se revelen suficientes
indicios de que un individuo haya cometido un hecho constitutivo de un tipo penal, fuera de
este supuesto material queda vedado cualquier posibilidad de que los órganos de persecución
ejecuten actos de intromisión en la esfera de libertad de los individuos.
Igualdad de armas
No es suficiente que haya contradicción en el proceso, sino que, para que esta sea efectiva, se
hace preciso también que ambas partes procesales, acusación y defensa, ostenten los mismos
medios de ataque y defensa, lo que implica que las partes tengan idéntica posibilidad y cargas
de alegación, prueba e impugnación.
Ello se encuentra establecido en el inciso 3 Art. I del T.P del NCPP, el mismo que prescribe lo
siguiente: "Las partes intervendrán en el proceso con iguales posibilidades de ejercer las
facultades y derechos previstos en la Constitución y en este Código".
De acuerdo con el aforismo "Nemo tenetur sea ipso accusare", en el marco de un proceso
penal acusatorio moderno, el imputado no tiene el deber ni la obligación de ofrecer prueba en
su contra, puede incluso mentir o mantenerse en silencio pues a éste no le asiste el deber de
veracidad y es sobre el fiscal que recae la carga de la prueba.
De manera que probar la culpabilidad del autor está a cargo de la parte acusadora. En este
sentido en casos de delitos de acción pública, el encargado de su persecución será, como se ha
referido ya, el Ministerio Público.