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BLOQUEO FÍSICO:
Los problemas más comunes son: dolores, endurecimiento, mastitis, mastosis, quistes,
tumores y cáncer.
BLOQUEO EMOCIONAL:
Los senos son un lazo directo con nuestra manera de amamantar, ya sea a nuestros hijos,
nuestra familia, nuestro cónyuge o al mundo en general. Tener un problema en un seno,
tanto en el hombre como en la mujer, se relaciona con un sentimiento de inseguridad
con respecto a nutrir bien o proteger a aquellos que uno amamanta. Amamantar
significa que se sigue tratando al otro como si fuera un niño dependiente de su madre.
Es posible que la persona con un problema en el seno sea del tipo que se esfuerza por
mantener una apariencia maternal, por ser un buen padre, o que se preocupa demasiado
por los que ama en detrimento de sus propias necesidades. Así, de manera inconsciente,
está resentida con ellos porque no tiene tiempo para sí mismo a causa de sus numerosas
demandas. Suele ser una persona muy controladora en su manera de amamantar a los
demás. Este tipo de problema puede también significar que la persona se exige
demasiado, que se cuida hasta el punto de ser excesivamente prudente.
Para una persona diestra, el seno derecho está relacionado con el cónyuge, su familia u
otras personas cercanas a ella.
Su seno izquierdo se relaciona más con su hijo (o incluso con su niño interior).
Para un zurdo es a la inversa. Si una mujer tiene un problema en los senos de orden
estrictamente estético, recibe el mensaje de que se preocupa demasiado por su imagen
como madre. Debe darse el derecho de ser el tipo de madre que es y aceptar sus límites.
BLOQUEO MENTAL:
El Proyecto Sentido es una información que llevamos grabada como producto de una
emoción, intención, drama, etcétera, que fue proyectada por nuestros progenitores como
"proyecto o sentido de vida" en el espacio de la concepción, gestación, nacimiento y/o los
primeros 3 años.
El Proyecto sentido es una oportunidad de sanar unos errores de los padres desde la
fecundación hasta los tres años de vida, de no somatizarse en lo físico, no tendrían fin. El
hijo muestra la sombra del resentir de sus padres y de sus ancestros, lo hace a través de los
síntomas físicos y emocionales que pueden ser catalogados como enfermedad o alteraciones
de conductas. Cuando se trabaja con el Proyecto sentido, ocurre algo mágico: cuando la
madre toma conciencia de todo el problema, el niño presenta una mejoría prácticamente
instantánea. Las cosas se resuelven solas, porque nuestro inconsciente lucha por salir y
expresarse, y cuando lo hace, desconecta los programas. Nuestro inconsciente quiere
emplear toda la energía para vivir, y no para expresar el resentir lo “no resuelto” y “lo no
dicho” El proyecto sentido es múltiple, y en sus facetas se encuentran muchos de los
programas que luego revivimos cuando somos adultos, por una fuerza del inconsciente que
está relacionada con la fidelidad familiar. Romper ese lazo o bloqueo se hace
imprescindible para poder vivir nuestro proyecto de vida libremente y sin
condicionamiento.
Nacimiento: Parto prematuro, parto tardío, parto provocado o inducido, fórceps, cordón
umbilical alrededor de mi cuello, miedo de mamá a parirme, tristeza o rabia de mamá por
estar sola, nací bajo anestesia de mi madre, nací por cesaría, nací de nalga o de pié, tuve
sufrimiento fetal, parto forzado, hice sufrir mucho a mi madre durante mi nacimiento,
mamá casi se muere en mi nacimiento, no deseado mi sexo, rechazo de mamá, rechazo de
papá, abandonada...
¿Como liberarnos?
1. Síntoma físico, psicológico, conductual o enfermedad. ¿Desde cuándo, primera vez?.
Para ubicar el momento en que fue desencadenado.
- Tristeza o temor a la soledad, relacionado con las creencias centrales con respecto a sí
mismo “estoy desamparado”, “van a abandonarme”, “estoy indefenso”, “me siento solo”,
“me quedaré solo”, “no valgo la pena”, “soy diferente”, “no soy normal”, “no me amarán” y
“no me desean”, “no soy atractivo”, “no se ocupan de mi”.
(Esto también podemos proyectarlo sobre las personas y al mundo, “quien me quiere me
abandona”, “no es posible confiar en los demás”)
- Rabia o temor a ser rechazado, asociado con las creencias centrales con respecto a sí
mismo “van a rechazarme”, “soy inadecuado”, “no soy bueno”, “soy malo”, “no soy
querible”, “no me comprenden”, “no agrado a nadie”, “nadie me comprende”, “nadie me
quiere”, “todos me rechazan”, “el mundo es un lugar podrido”.
- Inseguridad o temor a fracasar, asociado con las creencias con respecto a sí mismo por
inmadurez y falta de confianza: “Soy un fracaso”, “no puedo”, “no sé”, “soy inútil” “no soy
bueno”, “soy vulnerable”, “soy incompetente”, “soy débil”, “soy incapaz”, “estoy
atrapado”, “estoy indefenso” y “soy dependiente”, “no se ocupan de mí”, “no me respetan”,
“soy inferior a los demás”.
Con respecto a las creencias que se proyectan sobre las personas y al mundo:
- “La gente va a herirme” y “me quieren dañar”, “el mundo es amenazante”, “quiero que
me ayuden”, “no confían en mi”.
6. Reviva la sensación física o síntoma. Toque con su mano el lugar de su cuerpo donde
siente esa emoción displacentera identificada. ¿Qué siente en ese lugar?: dolor, hincada,
corrientoso, opresión, me aprieta, ardor, quemazón, retuerce, palpitación, ahogo, no puedo
respirar, se desvanece, sin fuerza, etc.
7. Resentir. ¿Qué te provoca decir y callas?, ¿Qué te provoca hacer y reprimes? ¿Para qué
vives esa experiencia?, ¿cuantas veces la has repetido?