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cesfuerzo por decir lo que el lenguaje corriente no puede decir. Por osta Tazén, la critica (la mejor) Hende siempre a convertirse en literatura: solo es ‘posible hablar de lo que hace la Literatura haciendo Tteratura. La Mteratura puede constituirse y sub- sistir solamente a partir de esta diferencia con ol Tenguaje corrlente. La literatura enuneia lo que s0- Jo ella puede enunciar. Cuando el eritico haya di cho todo sobre un texto literario, no habré aun di ‘cho nada; pues la definicién misma de la literatura implica no! poder hablar de ella, Estas reflexiones escépticas no deben detenemnoss nos obligan tan solo a tomar conciencia de limites que no podemos tasponer. El trabajo de conoc miento epunta a una verdad aproximada, no a una slea solo existe una vez que todos los continentes fueron correctamente deserites. La imperfecciin es, paraddjieamente, una garantia de sobrevida. 2. Definicién de lo fantastico Primera definisén de lo fantistco. — Le opie ‘ida de lor predecesores,— Lo fantastico. eo fl Manteno encontrado on Zoragons: {funda definicién de lo fantstico, ta explicita Y made precisa Otres definctones gue te es: fartan Un singular sjomplo de bo fantctcn ‘Ruretia de Neal Alvaro, el protagonista de El diablo enamorado de Gazette, vive desde hace varios meses con un se de sexo femenino que, segiin sospecha, es un espi gitu maligno: ol diablo o alguna de us secuaces Su modo de aparicién indiea a las claras que se trata de un representante del otro mundo; pero =u comportamiento especificamente humano. (y. mas atin, femenino), las heridas reales que reeibe pare ‘cen, por el contrario, demostrar que se trata de una. mujer, y de una mujer enamorada. Cuando Alvaro le pregunta de dénde viene, Biondetta. contesta, “Soy una Silfide, y una de las mds importantes." (pig, 198). Pero,” zexisten las sflfides'? "No. podia imaginar nada de lo que ofa, prosigue Alvaro. Pero, gqué habla de imaginable en mi aventura? Todo sto me parece un suefio, me decla, pero, zacaso la vida humana es otra cosa? Sueso de manera mée extruordinaria que otros, eso es tad. (.--) gDénde eh 0 ponbleP bdo fo imposbior™ (pa, 900. gunta (y junto con él también lo hace el lector) si lo que le sucede es cierto, si Io ‘que lo rodea es real (y entonces las Silfides existen) 99 © si, por ol contrario, se tata de una simple ilusion, ‘que ddopta aqui la forma de un suetio. Alvaro leg ‘ds tarde tener zelaciones con esta misma mujer ‘due tal vez es el diablo, y, agustado por esta idea, Vuelve a pregustarse: “eHabré dormido? el de lo fantistice, yl mismo se atorsbra soto las cosas extraordimatiag que lo rodean’ (Olga Rel nana). Esta Tita podfia ser slarguda Sndetinica. ‘mente. Advirtamos, sin embargo, una diferencia en. tre las dos primeras definiciones y a tercoras en el Dimer easor quien vacil entre las dos posiblidades fal lector, cf segundo, ef porsonajer Nile ade: inte volveremos « tratar este Junto, Hay que tefalar, ademas, que a las definiciones de lo fantistico aparccidas en recientes trabefos de au tores franceuet no son identicas in muestra tango. 0 la contradicen- Sin detenernos demasiado, dure. ‘nos algunos ejemplos tomados do Tou: exten “cas: 35 pleas". En Le Conte fantastique en France, Castex Tiina que “Lo fantéstion... se earacterian .« por {Ung intrusion brutal del misterio en el marco de la Vid real” (péu. 8), Louls Vax, en BP Arte y la Lt evatura fontéstica dice que "El relato fantéatico hros presenta por lo general a hombres que, Some noslto,hubitan e mundo ral pero aye de Pronto, Se encuentran ante Io inexplicable (pig. 5). Rogor Gallo en Au coeur da fantastique, afima_ aoe Todo fo fantastice es una rapture del orden revo ypocido, una irrupsién de lo inadmisible en el seno Ge la inalterable legalidad cotidiana” (pag. 161) Como vemos, estas tres definielones son, intencio- tralmente 0\no, pardfrasis reefprocas: en todas apa- oce el “inisteriot lo “inexplicable”, lo “inadmistble", {due se introduce en la vida real”, 0 en el “mundo Seal", o bien en ‘a inalterable legalidad cotidians” Estal definiciones se encuentran’ globalmente in Cluidas en la que proponian los primeros autores ci tador y que implitabs ya la exatencia de dos 5rd hes de acontecimientos: Tos del mui y Sci mundo sobrenatural, Pero la definicion de So- foviov, James, ete. seialaba ademés la posibilidad {0 suninistrar Gos explicaciones del aconteckmiento Sobrenstural y. por consiguiente, ol hecho de que Giguien taviese que elogir entre ellas. Bra pues més Sugestiva, mas Hea; la que propusimos derivaba de ‘ilts Adcmads, pone el Gnfasis en al carécter diteren- Sial de lo fantSetico. (como nea divisoria entre lo Sxtrafo y To maravillos)en lugar de tasformarlo Gn una Sastancia (como lo bagen Caster, Caillois, Gre). En tenminos mis generales, es preciso decit {Que un género se define siempre con Felacion a los eneros que le som prévimos. Pero la definicign carece todavia de nitidez, y es on Io referente a este punto donde dabemos ir més alla ‘que nuestros predecesores, Ya se sefial6 quo no se 36 er re ey pecans con ced ht ae cab, mo SUL i ca ae recat, ao mora bee ee to ain vee pr a soi tee cede Tate leo ismvrne on er ei ate eee nee, Sate Poser: genera ae eau ema arias eee he a etl ffomcte enor en Zar OF eae an primer nas ea awn do acti te mer Mage oon ee de scree cee do cre oma ie ish eee ele ty come i capes oe ee cee enteric es ran eee prc ley coe mas 3 Stra Moree Se pron cy am Nera Stee ney oer et a Tie, ade es Tos abit the seo oe ftps omen rt ee fuses fess learnt rns omm ue, enor crete do Ereshameat, une Bole Dope cig de sora ere sn eae ag SO) en suse ee emu J er bata one saben donde vob es oy rene Smeg, bales Zvoae om Bee moe epee somatroaia2 tm ade ge oe a de mujer” (pg. 39). Le cuentan luego sus vidas y_ fetgcren Bones imap rit ais eae Brie eras, et elt 2 feegrurs col priest del en» aoa Spe eee ealae asta 7 “Todo esto, de més esté decitlo, no proviene de las leyes de la naturaleza tal como se las comoce. Alo sumo, puede decirse que se tata de scontecimicn tor exttafios, de colncidencias insélitas. En cambio, cl paso siguiente es decisivo: se produce un acon’ tecimiento que la raaén no puede explicar. Alfonso ‘waelve a lavcama, las dos hermanes fo aeompatan (6 quads ello no'sea mas que tn suefio); pero hay algo indudable: ‘cuando 20" desplerta, ya uo se et cuentra en una cama ni en una sala subterrinea, “Entrevi el ciclo y me di cuenta de que me hallabs al aire libre. (..-) Me encontraba bajo I horea de {ios Hermanos, Pero lor eadéveres de los dos her taanos de Zoto no colgaban al sire, sino que yacian junto mi" (pag. 40). He aqul, ‘pues, tn primer eomtecinient? sSbrenarual Ine ermosts ma Ghachas se. trasformaron en dor endaveres pest: Tentes, Pero todo esto no basta para convencer @ Alfonso Ge Ta existencia de fucreas sobrenaturales,circuns- fancia que bubiera suprimido toda vacilacion (y puesto fin a lo fantéstico). Busea un lugar donde Pasar la noche y llega hseta In cabata de un end: Tato, donde encuentra a un poseso, Pacheco, que le relate su historia, extragamente percelda a iz de Al Toso, Pacheco pernocts en la misma posada; bajé tuna sala subterrines y pasé la noche en uaa cama ‘con dos hermanas; «la shadiana siguiente, se desper~ 6 bajo Ia horea, entre dos cadaveres. Al adwvertir sta semojanta, Aifonso se pone sabre aviso: advierte Sl ermitaio que no eree eft los aparecidon,y da una fxplicicién atural de las desventuras de Pacheco. Sin embargo, no interpreta de la misma manera sus Dpropias aventuras, “En cuanto a mis primas, n0 du Saba de que fueran mujeres de came y Iucso. Ha- bia elgo me fuerte que todo lo que me hablan di cho sobre el poder de los demonios, que me hacka ‘reerio asi, Pero atin duraba mi indigeacton por Ia 38 anal pasada que me habian jogado al hacerme dor- Imir bajo Ts bores” (pass. 80)- ‘Sin embargo, Ia presencia de nuevos acontecimien- tos habrd de reavivar las dadas do. Alfonso. Vuclve {encontrar a sus primes en una grata, y una noche flogin hasta su cama, Estin dispuestas « quitarse los cinturones de eastidad, pero pam ello, es nece- sario que cl propio Alfonso se deaprenda de una se. Tiquia eristiana que leva alrededor del cucllo, on cayo logar, una de las hermanas anuda una de sus Senzas, Apenas’sosegados los primeros_ impetus famorosos, se ove la primera campanada de media: poche Un hombre entra entonees en distancia atte el Personsje sol narrador, de inanera que no conode- mos Ta-posieiin de este-ulmo. or una rere de icles, ol marador toma dist con. respecto._a_los_ otro: zal ‘enieetertas palabras en ene seid of len- uae cs cl tema principal de Aurelia). “Recubrien- do aguello que los hornbres Haman razdn" dice en 50 clerta oportunidad. ¥ en otra: “Pero parece que se trataba de una ilusién de mi vista” (pag 265). © Dien: “Mis aceiones, aparcntemente insonsatas, es- taban sometidas « To que se llama flusién, sequin Ia razén humana” (pig. 256). Admiremos cata frase: I gece fon Tass (Slee «1 tural) pero tan solo "en apariencla” (referencia Jo sobrenatural); estén sometidas... ale ilusi6n (referencia a lo natural), 0 més bied, no, “a'lo que 6am fhusién’ (referencia To sobrenatural)s fem, el mperfste sigiien que n0 «el nite quien piensa asi, sino el Derk sntatio. ¥ ademnds esta frase, resumen de toda ia am biguedad de Aurelia: “Una serie de visiones, tal vex insensatas” (pag. 257), El narrador toma ‘ast dis sncia con Tespecto al hombre “normal” y s0 apro- ‘dl personaje: al mismo tiempo la” Gerteaa de que se trata de locura deja paso a la duda. Ahora bien, l narrador_ir4_ més lejos: retomart abiertamente la tesis del personaje, a saber, que To- ary suefio no son mds que una raz6n superior. Vesinigo que en, esto gentido decin ef personae (nig. 260); Ios relatos de quienes me habian visto 25{ me causaban tna suerte do iritacion cuando fdvertia que se atribata a la aberracién del sapirita los movimientos 0 las palabras que coincidian con las diversas fases de lo que pera mi era una serie de coutecimientos iégicon’ [alo que ia frase de Poe contesta lo siguiente: “La efeneia no nos Bec iactiastias crosiaaie de la inteligeneis”, H.C, S., pag. 05). Y también: “Gon la idea que me habia hecho accrea del swe8o, como capaz de abrir al hombre tuna comunteacion on el mundo de los espiritus, esperaba "(pag 290). Pero veamos emo hable el narrador: “Vay tratar..- de trascribir las impresiones de wna lar ga enfermedad que traseurié por entero en los Inisterios de mi expirite; y no #8 por qué empleo on este término enfermedad, pues Jams, en Jo que @ Ini se refiere, me genti mejor. A weces crefa que mi Fuerza y mi actividad se babian duplicado, i ima ginaci6n me train delicias infinitas (pegs. 251-259). 5 'bien: “Sea como fuete, creo que la fiaginacién humana no ha inventads nada gue no ses certo, fen este mundo o en los oles, ¥ no podia dudar de fo que habia visto tan claramante” (pag. 270). En estos dos fragmentor, el narrador parace. decla- rar sbiertamente que lo gue vio durante su preten- ‘ida locura no arte de la vealldad, Pero cada uno de lor pasajes empieza em pro sente, la itima proposicin vuelve a estar en imper- ecto: reintroduce fa ambiguedad en la perception ddel lector. El ejemplo inverso se encuentra en 1as Ultimas frases de Aurelia: “Podia juagar de manera ‘nds sana el mundo de ilusiones en el que habia vi ido durante cierto tiempo. Sin embargo, me siento dichowo de fos conviceones quo edu (ple. 515). De primera proposicion parece remitir todo ‘anterior al mundo dela locurs; pero entonces, cco tno cxplicar esa dicha por las convieciones adquit das? ‘Aurelia constituye asi un ejemplar original y perfec: terde la ambigdedad fontistica, Esta ambiguedad ira, sin dude, en torno a In locura; pero cn tanto {fue en Hoffmann nos proguntidbamos si el persona J estaba 0 no loco, aqu sabemes de antermano que Sa comportamiento se llama locara; lo que se trata ae saber (y c= aqul hacia donde apunta la vacila- idm) cyst Ta locura no es, de hecho, unm razdn su Deplor En ol sso anterior Ia vetlctén se zetia Bia percepelin; cn el que acibumos de estudiar, coneitmie al lenguaje. ‘Con Hoffmann, se vacila ficerca del nombre que ha de darce a ciertas acon: {cclmientos; con Nezval, la vacilacton se ubiea deat {Wo del nombre, es deett, en su sentido, se 3. Lo extrafio y Io maravilloso El género fantstco, sempre evanegcente, — Lo feotistico-xtraio. ~ Las “excuens” de To fuse tice. Fentistico y veroimall ~ La extra puro. — Edgar Foo y la experieacia de low Fimites. ~'Lo fantistco y'la novela polit “La stntcss de ambos ET cuarto rdionte, = Lo {antistico-maavillose, ~ La mucrea snomorad ¥ la metamorfosis del cadiver. ~ Lo marsvt- lies puro. — Los cuentos de hedas- — Sui visiones: fo maravilose hiperbalic, exo, foe Wramental'y"centfica (ik eiencesielse) = Elogio de Io maravilos, ‘Vimos que lo fantéstico no dura més que el tiempo de una vacilacién: vacilacién comin al lector y al Personaje, que deben decidir si lo que perciben pro- ¥iene o no de la “realidad”, tal como existe para la ‘opinién corriente, Al finalizar la historia, el lector, St el personaje no Io ha hecho, toma sin embargo ‘una decision: opta por una u otra soluelén, saliendo asi de lo fantistica. Si decide que las leves de Ta Yealidad quedan intactasy sxplicar os 10s, decimos que la obra pertencce a otro género: lo extrafi. Si, por el contrario, de= cide que es necesario admitir nuevas leyes de la hhaturaleza mediante las cuales el fenémeno puede ex expcado, entramos en el género de To maravi- Lo fantistico tiene pues una vida Iena de peligros, ¥ puede desvanccerse en cuslaier momento. Mas ue ser un género auténomo, parece situarse en. el mite de dos géneros: lo maravilloso y lo extraso. Uno de los grandes perfodos de la literatura sobre- natural, el de la novela negra (the Gothic novel) ‘parece ‘confirmar esta situactén, En efecto, dentro 68

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