Una tarde una liebre y una tortuga discutían sobre quien
era más rápida. Para resolver el asunto, decidieron correr una carrera. Eligieron una ruta y comenzaron la competencia. La liebre arranco a toda velocidad. Al ver que llevaba ventaja decidió descansar un rato, para recuperar fuerzas y se quedó dormida. La tortuga a paso lento lo alcanzo y lo supero terminando primero en la carrera y siendo la vencedora.