Cómo estimar la vida útil de las propiedades, planta y equipo
La vida útil es el tiempo por el cual una entidad espera obtener
beneficios económicos provenientes de la utilización de un activo. El párrafo 21 de la sección 17 del Estándar para Pymes establece los factores a tener en cuenta en la estimación de la vida útil de las propiedades, planta y equipo. La vida útil de un activo corresponde al tiempo durante el cual una entidad espera obtener los beneficios económicos provenientes del mismo o las unidades de producción que se espera fabricar con el activo. La vida útil no puede establecerse como una política contable, pues es muy poco probable que todos los activos lleguen a depreciarse en los mismos años de vida útil. Lo adecuado es que la entidad estime la vida útil de cada uno de los activos significativos que adquiere, en el momento de su adquisición, con el fin de iniciar una depreciación que permita distribuir el importe depreciable entre los períodos en que se espera que el activo produzca beneficios económicos. “Al llevar a cabo la estimación de la vida útil, la entidad debe considerar cuatro aspectos básicos y fundamentales, los cuales están incluidos en el párrafo 17.21 del Estándar para Pymes” 1. Utilización prevista del activo Este primer aspecto hace referencia al tiempo durante el cual la gerencia espera utilizar el activo de forma productiva. Este dato generalmente está incluido en alguna parte del proceso de planeación, previo a la adquisición del activo, y no tiene relación con la capacidad del activo para generar beneficios, sino con la intención de la administración de utilizarlo por un tiempo determinado. La pregunta clave es: “señor gerente, ¿por cuánto tiempo espera hacer uso productivo del activo?”. 2. Desgaste físico esperado Este segundo punto tiene que ver con la capacidad del activo para mantenerse productivo sin deteriorarse físicamente. En este aspecto se deben considerar las cualidades de los materiales con los cuales el activo está construido, la intensidad con la que será utilizado, el ambiente en el cual se pondrá en operación (por ejemplo, activos utilizados cerca al mar, suelen deteriorarse por la salinidad del ambiente). En este aspecto, una de las fuentes de información a las que puede acudir la gerencia es el proveedor del bien, quien le indicará las las perspectivas de duración y de desgaste esperado; o también el área de ingeniería de la organización, que suele encargarse de estudiar las propiedades de los materiales con los cuales se construyó el activo, con el fin de establecer su duración estimada. La pregunta clave en este segundo aspecto es: “señor gerente, ¿cuánto tiempo se espera que este activo sea productivo antes de deteriorarse significativamente?”. 3. Obsolescencia técnica o comercial “deben considerarse las condiciones tecnológicas del activo y la evolución que pueda llegar a tener el mercado en el cual se va a utilizar” En este tercer punto deben considerarse las condiciones tecnológicas del activo y la evolución que pueda llegar a tener el mercado en el cual se va a utilizar. Por ejemplo, es probable que una entidad que fabricaba teléfonos en la década de los 90 utilizara una máquina especializada para fabricar las carcasas de los teléfonos fijos que se vendían para ser empleados en los hogares. Esas máquinas probablemente aún se encuentren en buen estado, y hasta sean capaces de seguir fabricando los teléfonos fijos. Sin embargo, es evidente que la entidad no utilizará más esa máquina, y es poco probable que un tercero se la compre debido a la poca o nula demanda de teléfonos fijos en la actualidad. 4. Límites o restricciones legales o contractuales Este punto involucra el análisis de cualquier restricción de tipo legal o contractual que la entidad tenga para utilizar libremente el activo. Las restricciones pueden provenir de contratos, tales como los de arrendamiento que pueden tener una fecha de vigencia no revocable, como consecuencia, los beneficios económicos provenientes del activo arrendado no excederán esa fecha límite, y por lo tanto la vida útil del activo no debe trascenderla (recuerde que la vida útil, en algunos casos, debe estimarse por componentes). Debido a que se trata de una estimación, la vida útil de los elementos de propiedades, planta y equipo debe ser evaluada constantemente, y actualizada cuando sea necesario, con efecto prospectivo, tal como lo establece la sección 10 del Estándar para Pymes. Juan David Maya Herrera
Consultor de Estándares Internacionales de Información Financiera
Certificación Internacional por el ICAEW en IFRS Full (NIIF Plenas) RENOVACION DE MAQUINARIA O EQUIPO
La compra de maquinaria de la construcción puede tener varios
motivos. Por un lado puede deberse a la mejora tecnológica con novedades importantes para el sector. Por otro lado, puede suponer un incremento sustancial en la producción, o simplemente el motivo puede ser la renovación periódica de las máquinas que han cumplido su ciclo de vida por otra máquina similar. La necesidad de renovar la maquinaria se debe sobre todo al envejecimiento de los equipos, una producción baja o con unos costes elevados y al mercado de maquinaria nueva y usada. Estos son algunos de los criterios que deberían guiar a la empresa en la adquisición de una máquina sin olvidar otros factores como el estado general de la economía, el futuro de la empresa y sus necesidades inmediatas, los objetivos a largo plazo y la selección de los medios adecuados para sus logros. Los 3 motivos principales para renovar la maquinaria La decisión del momento apropiado para cambiar equipo de construcción es algo que merece una especial atención por las consecuencias que puede tener para un negocio. El uso continuado de las máquinas implica un desgaste que provoca un aumento de las averías y también de los costes de las reparaciones. Por este motivo, conviene seguir estos consejos para saber cuándo se hace necesario renovar la maquinaria de la construcción: – Cuando la máquina queda obsoleta. Las maquinarias pueden volverse obsoletas antes de que estén completamente desgastadas, es decir, cuando ya no es tan conveniente para realizar un trabajo como lo son los modelos o máquinas más nuevas. – Cuando la máquina es improductiva. Es difícil reparar una máquina y económicamente volver a recuperar el nivel apropiado de seguridad una vez que ha comenzado a tener averías periódicas. Si una máquina comienza a tener problemas a menudo, la cantidad de reparaciones necesarias para restaurarla a un nivel aceptable de confianza puede ser prohibitiva. – Cuando la máquina está desgastada. En ocasiones recomendable cambiar una máquina cuando está desgastada a pesar de las reparaciones. Depende de la clase de cuidado que haya tenido la máquina y cómo haya sido usada. Renovar la maquinaria en las pequeñas empresas El problema de la renovación es independiente de la dimensión de las organizaciones. Las pequeñas empresas deben afrontar el reemplazamiento de los equipos con la misma urgencia que las grandes. La alternativa a la renovación de maquinaria pueden ser las grandes reparaciones, el alquiler de maquinaria, el arrendamiento financiero y la compra de máquinas usadas. Siempre que la empresa pueda abordar la adquisición de un nuevo equipo, son los criterios de rentabilidad económica durante la vida útil los que decidirán la opción más adecuada en cada caso. Tendencias actuales en mantenimiento industrial Ing. MSc. Oliverio García Palencia CMRP. Altos volúmenes de producción Alto grado de mecanización y automatización Demanda de Disponibilidad y Confiabilidad de los equipos Relevancia en la protección de las personas, equipos y medio ambiente Impacto de los costos de mantenimiento en la vida útil Gran desarrollo de las tecnologías de información (TICS) Avances del Mantenimiento Basado en Condición (CBM) Auge del Mantenimiento Productivo Total (TPM) Implementación del Mantenimiento Centrado en Confiabilidad (RCM). El final del siglo pasado y el comienzo del nuevo milenio representan la nueva revolución industrial y tecnológica, marcada por la competitividad como factor de sobrevivencia de las organizaciones, lo que constituye la Cuarta Generación del mantenimiento, que se extiende desde principios del siglo hasta hoy, donde se destacan como principales características [1]: Gestión Integral de Activos (AM), PAS 55 e ISO 55000 Alto nivel de competencias del personal de mantenimiento Confiabilidad y Excelencia Operacional Prevención del Mantenimiento (MP) Gestión de Riesgos e Incertidumbre (RBI) Desarrollo de la Optimización del Mantenimiento Planeado (PMO) Optimización Costo-Riesgo-Beneficio (CRBO) Análisis del Costo del Ciclo de Vida (LCCA) Optimización Integral del Mantenimiento (MIO). El desarrollo actual de las modernas metodologías de mantenimiento ha rebasado los pronósticos más audaces, la gran diversidad de estrategias, ideologías, técnicas y herramientas, particularmente en las áreas de la gestión gerencial, de la normatividad internacional y de las tecnologías sistematizadas para diagnóstico proactivo, con las cuales se ha reducido considerablemente el costo total de manufactura, así lo demuestran. Gestión de activos En las cuatro últimas décadas, la industria ha experimentado una serie de profundas transformaciones a nivel organizacional, tecnológico, económico, social y humano. Estos cambios son consecuencia del desarrollo de las comunicaciones, la constante evolución tecnológica, la globalización de los mercados y la competitividad de los negocios, por lo que se requiere adoptar esquemas flexibles que permitan evolucionar en todos los aspectos de la organización, a fin de asegurar su sostenibilidad futura. La implementación de modernas estrategias, de la prodúctica y la terotecnología, es la que convierte una pequeña industria en una organización de clase mundial. Para ser competitivos, es necesaria la inserción de valiosas herramientas que aseguren la óptima consecución de los objetivos estratégicos de la empresa. Ante esta panorámica, los fundamentos de la Gestión de Activos basada en Ingeniería de Confiabilidad representan la única ruta efectiva que permite a las compañías, enfrentar de forma efectiva los retos permanentes a los cuales están sometidas las organizaciones de la actual Sociedad del Conocimiento. La Gestión de Activos, en inglés Asset Management(AM), la define la BSI PAS 55 [2] como: “Un conjunto de prácticas sistemáticas y coordinadas, a través de las cuales una compañía gestiona sus activos, de manera optimizada y sostenible, así como el rendimiento, los riesgos y los costos a lo largo de sus ciclos de vida, con el objetivo de desarrollar el plan estratégico organizacional”. Para una gestión eficaz de los activos se parte de la visión, misión, políticas y objetivos estratégicos, se definen las acciones centrales, basadas en mejora de la confiabilidad, con el objetivo de alcanzar la competitividad global. La Gestión de Activos, es en fin un nuevo modelo para gerenciar las compañías, que implica grandes cambios en los objetivos estratégicos, en las tecnologías, en los recursos, y esencialmente una nueva actitud del Capital Humano. Para lograr los resultados deseados es necesario transformar los actuales paradigmas y generar conciencia de la importancia de los programas de formación para toda la vida, de entrenamiento y trabajo en equipo, de innovación y liderazgo, de empoderamiento y sentido de pertenencia, de motivación y desarrollo, y de Excelencia Operacional, enmarcados en un sistema de Gestión Integral Estratégica con Responsabilidad Social Corporativa, en la búsqueda del bien común. Confiabilidad operacional La Confiabilidad Operacional como la estrategia fundamental de la Gestión de Activos, se define como: una serie de procesos de mejoramiento continuo, que incorporan en forma sistemática y sistemática, avanzadas herramientas de diagnóstico, técnicas y metodologías de análisis, y nuevas tecnologías, para optimizar la planeación, ejecución y control de la producción industrial [3].