Está en la página 1de 2

El acto moral

¿Qué es un acto moral? Es el proceso mediante el cual un individuo realiza un comportamiento


que puede ser valorado moralmente, como bueno o malo, debido o indebido. Los dos requisitos
indispensables en todo acto moral son la libertad y conciencia, pero intervienen además una
serie de elementos. Veamos cuáles son.

Capacidad: Identifica los elementos que condicionan el acto moral.

Condiciones del acto moral

1.La libertad. Escoger el acto voluntariamente y por sí mismo es una condición fundamental en
la esencia del acto mural, porque, por ejemplo, el acto de un individuo que se realiza bajo una
coacción interna o externa no cae en la esfera de la moral.

2.La conciencia. Saber lo que se está haciendo es la segunda condición del acto moral. Los niños,
los imbéciles o los locos no tienen calidad moral, porque ellos no saben lo que hacen.

Elementos del acto moral

El sujeto moral: El sujeto moral es un individuo dotado de conciencia moral. Este sujeto no es un
ente abstracto o ideal, sino un ser concreto, ubicado en una determinada circunstancia histórica
y social. Es el sujeto real.

Los motivos: Los motivos o las intenciones son los que nos llevan a actuar o a perseguir un
determinado fin. Un mismo acto puede realizarse por diferentes motivos: buenos o malos. Los
motivos constituyen uno de los factores más interesantes del acto moral por las discusiones que
han suscitado. Por ejemplo, las teorías motivistas o éticas de los motivos consideran que lo
bueno de una acción descansa en los motivos del sujeto. Como representante de esta postura,
tenemos a Kant.

Según esta teoría, los actos pueden realizarse con buenas intenciones, pero los resultados no
son, por diversas circunstancias, buenos o positivos. Estos actos, a pesar de todo, son positivos.
En cambio, los actos que son realizados con malas intenciones, y cuyos resultados son exitosos y
hasta juzgados como buenos, pero que no surgieron de una intención o motivación positiva, son
calificados como malos.

La anticipación del resultado: La anticipación ideal del resultado que se pretende alcanzar es la
conciencia del fin que se persigue. El sujeto moral tiene capacidad para sopesar los alcances, las
consecuencias, las secuelas que pueda traer consigo su acto moral y de esa manera prever con
anticipación situaciones indeseables que en muchos casos pueden ser graves.

La anticipación del resultado orienta el acto moral del sujeto. Por ejemplo, si dos personas
visitan a un amigo influyente que está enfermo, uno podría hacerlo con la intención de
reconfortar a su amigo y el otro porque espera que lo tenga en cuenta para un ascenso en la vida
política.

La decisión: La decisión es la capacidad que tiene el sujeto para actuar por sí mismo, en
concordancia con lo que cree que es la mejor elección o alternativa. Otorga al acto moral su
carácter autónomo y voluntario, ya que la decisión debe ser expresión de la propia voluntad y
responsabilidad del sujeto, y no de una voluntad ajena.

La elección: La elección es el paso previo a la decisión, ya que implica una elección entre varios
fines posibles. Un ejemplo de elección es el siguiente: Una persona va a abrir una ventana
porque siente necesidad de aire fresco; ningún acto podría ser más natural, más moralmente
indiferente en apariencia. Pero recuerda que su acompañante es un minusválido muy sensible a
las corrientes de aire.

Ve ahora su acto bajo dos aspectos diferentes, dotados de dos valores distintos y tiene que hacer
una elección. ¿Cuál es el fin adecuado, la satisfacción de un placer personal o la satisfacción de
las necesidades de otro?

El medio: El acto moral necesita los medios para realizar el fin escogido por el sujeto. Los medios
deben ser tan morales como los fines. Sin embargo, no todos los filósofos coinciden en esto:
Maquiavelo, por ejemplo, considera que los fines justifican los medios; si el asesinato o la
conspiración, piensa, conducen al fortalecimiento del Estado, entonces éstos son buenos por
haber demostrado su efectividad.

El resultado: El acto moral se consuma en el resultado o realización del fin perseguido. Algunas
teorías consecuenciales o éticas de los resultados sostienen que la licitud o ilicitud de una acción
depende únicamente del resultado o consecuencia que tenga. Dentro de este criterio, por
ejemplo, el delincuente es castigado porque el castigo tiene como resultado impedir la
realización de otros delitos semejantes.

Las circunstancias: Las circunstancias son las diversas situaciones que rodean el acto moral. El
hecho de llamarse circunstancias no significa que carezcan de importancia para la valoración del
acto moral. Una forma de enumerar las circunstancias que enmarcan el acto moral podría ser a
través de preguntas como: ¿quién?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿a quién?, ¿con qué medios?,
¿cuán a menudo? No sirven las preguntas ¿qué? o ¿por qué?, ya que estas interrogantes se
refieren al acto mismo y su motivo.

También podría gustarte