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CONDUCTAS QUE DEFINEN EL CAMBIO DE LA PRIMARIA A LA SECUNDARIA

Este artículo es el resumen de datos proporcionados por varios teóricos y especialistas en


conducta de jóvenes adolescentes en el cual me enfocaré a proporcionar a los padres de familia un
poco de esa información acerca de los cambios que sufren sus hijos de la pubertad a la adolescencia,
que los alumnos de 6° grado manifestarán cuando vivan la transición de la primaria a la secundaria.

El primer cambio al que se enfrenta el alumno refiere una serie de aspectos como una
modificación de horario, de profesores y de responsabilidades, esto genera tanto un cambio en la
organización escolar como en su desarrollo académico. Este es uno de los primeros retos que el
alumno de primaria se enfrentará al pasar al siguiente grado educativo, es un reto que se unirá a los
cambios físicos, hormonales, psicológicos y sociales a los que se enfrentan nuestros adolescentes.

A continuación se enumeran algunos de los aspectos que requerirán atención y la búsqueda


de apoyo de parte de los padres, tutores y de la familia en general.

Los adolescentes, demandan mayor libertad para la búsqueda de una nueva identidad, esta
búsqueda implica a la identidad corporal, emocional y personal.

Pierden el miedo a diversas situaciones, por lo que se vuelven más desafiantes y atrevidos,
además se prueban a sí mismos, por lo que la cuestión de los retos es un modo de cubrir esta área.

Las emociones son más intensas a causa de las hormonas, por lo que sufren de cambios de
humor más constantes y los cambios pueden ser en realidad extremosos pasando de la euforia a
tristezas profundas que regresan a la calma inclusive desde cuestión de minutos hasta varios días. Los
adolescentes suelen ser malhumorados y regañones, por nada se hunden en la tristeza, se vuelven
coléricos, furiosos y no hay quien los entienda. Los adultos no saben que decirles y, de repente, ya
están risueños, simpáticos, cariñosos, etc.
Los cambios frecuentes de humor pueden tener raíz fisiológica debida a las descargas de
hormonas que se vierten en el organismo (como cuando las mujeres tienen su menstruación), o
también causas psicológicas. Les sacan de quicio todas las razones tan convencionales de las que
les hablan tanto los padres.
Los adolescentes son seres insatisfechos, están descontentos con ellos mismos, a veces no
logran saber qué hacer, ni que pensar o decir, cuando no logran organizar sus propios impulsos o
deseos.
Son bastante egocéntricos (que creen que ellos son el centro de atracción) y no les gusta que se les
moleste en su manera de vivir.
Los cambios de humor son también un reflejo de lo que viven en su interior; sus problemas de
amor, sus decepciones, sus malas calificaciones, la certeza del fracaso les hace volverse gruñones,
inquietos y protestones.

Comienzan a manifestar interés en el sexo opuesto y por lo tanto comienzan a realizarse


diversas preguntas con respecto a la sexualidad.

Empiezan a darle mayor importancia a su aspecto físico y a sí mismo en la forma en que los
demás los ven, buscan una vestimenta diferente a la gente que convive alrededor de él.

La opinión de sus amigos se convierte en la más importante, por lo que cualquier otra opinión
es difícil que la acepten o consideren, a causa de esto suelen caer en errores o problemas graves de
conducta, de autoestima y en la toma de decisiones pues se dejan influenciar demasiado.

Se sienten más independientes aunque en realidad no lo demuestren por lo que no permiten


que se les diga lo contrario. Se dan cuenta de que ya no pueden seguir siendo los niños o las niñas
que obedecen a sus papás, que ya no son unos niños pero tampoco son adultos, como no saben
quiénes son entran en una crisis de identidad y quieren a cualquier precio conocer y establecer sus
propios puntos de referencia por lo que pasaran por varias etapas como la duda, el rechazo, la
provocación, las experiencias, la ansiedad, etc.

Resumen hecho por Psicóloga Leticia Fonseca León.


CONDUCTAS QUE DEFINEN EL CAMBIO DE LA PRIMARIA A LA SECUNDARIA

Hay una nueva adquisición en habilidades emocionales, que es empezar una independencia
en cuanto a las emociones con respecto a los adultos.

Empiezan a establecer relaciones interpersonales más elaboradas.

Empiezan a valorar y a conformar sus propias normas y valores personales de conducta para
poder relacionarse en sus diversos campos de acción, por lo que será muy marcado el cambio de
conducta en sus diversas áreas de acción.

Empieza a haber un cambio favorable en el autocuidado e incluso en el mantenimiento


material.

En cuanto a la maduración, los adolescentes que maduran de manera temprana tienen


grandes avances en el aspecto académico, en primer lugar por lo general, los estudiantes que son
físicamente maduros tienden a obtener calificaciones más altas en los exámenes de capacidad
mental que otros estudiantes de la misma edad pero menos maduros. En segundo lugar, la
maduración temprana pareciera atraer ciertas ventajas especiales; es más probable que estos
disfruten de un nivel socioeconómico más alto, suelen ser los líderes y los más populares.

En cambio, los jóvenes de maduración tardía pasan malos ratos, sobretodo porque las
mujeres maduran antes que los hombres. Los jóvenes que al último salen de la infancia suelen ser
menos populares y más ansiosos de recibir atención aunque podrían pasar muchos años rodeado de
compañeros maduros.

En cuanto a las cuestiones sociales los adolescentes no saben expresar de manera adecuada
sus emociones o prefieren no hacerlo, esto los vuelve retraídos o poco asertivos, en comparación de
otros que lograrán manifestarse y expresarse de manera más abierta, lo que provocan un sentimiento
de envidia y pueden empezar a guardar recelo contra esos compañeros y se ve afectado su
desempeño académico.

Buscaran más tiempo para interactuar en las redes sociales lo cual se ha convertido en algo
vital para ellos, esta situación es un arma de dos filos pues como puede ser bueno para algunos puede
resultar sumamente perjudicial por las cuestiones de la influencia sobre su personalidad y sus
decisiones.

Necesitan ser escuchados por diversas personas, para ellos es muy importante que alguien
trate de comprender, cuando se expresan, de las opiniones que tienen y de las cosas que les suceden
en la vida.

Necesitan sentir respeto, que se les respeta en sus opiniones, aunque estén equivocados, que
se les valora y necesitan sentir que su punto de vista cuenta en las decisiones importantes tanto dentro
del aula como dentro del núcleo familiar.

Hay un cambio en los ciclos de sueño de los adolescentes pues deberán levantarse más
temprano para alistarse y salir al colegio, así mismo invierten más tiempo en su jornada escolar y más
tiempo para hacer sus tareas.

Se acaba el profesor titular y en cambio pasan a tener un profesor por asignatura, lo que
implica adaptarse a diferentes personalidades y métodos de trabajo, si los adolescentes no logran
adaptarse de manera rápida a esto, tendrán serias dificultades académicas y de convivencia.

Los adolescentes son rebeldes por excelencia, tratan de responder al mundo que le rodea
como si lo supiera todo, actúan como si fueran omnipotentes ellos todo lo saben y no dudan en
cuestionar a la autoridad (principalmente a los padres y a los profesores), y sin embargo carece de lo
más importante: la experiencia.

En esta parte final se agregan algunos criterios generales que pueden ayudar a facilitar el
tránsito durante esta etapa vital a los adolescentes, estos son: en primer lugar, proporcionar unas

Resumen hecho por Psicóloga Leticia Fonseca León.


CONDUCTAS QUE DEFINEN EL CAMBIO DE LA PRIMARIA A LA SECUNDARIA

normas de relación interpersonal adecuadas y ofrecer el apoyo emocional y los instrumentos para
resolver los retos que se planteen. También es necesario que los adolescentes se introduzcan en
contextos sociales variados que funcionen a la vez como soporte y estímulo a su autonomía personal.

Es desaconsejable toda forma de relación excesivamente rígida o aquellas en las que está
ausente el apoyo y la orientación. Está demostrado que las formas de crianza basadas en la
comunicación, el afecto y el fomento de la autonomía por parte de los progenitores tiende a resultar
en una etapa adolescente más apacible y menos conflictiva.

Es importante conocer las inquietudes de los jóvenes y de empatizar, aunque no hay que
dejar de lado las actitudes correctas tampoco hay que ser excesivamente represivos porque de lo
contrario pudiera haber una reacción aun mayor que llegue a deteriorar de por vida la relación
padre-hijo.

Es necesario establecer límites muy claros con ellos.

Ponerles consecuencias de acuerdo a sus actos antes de que sucedan las cosas, y ser firmes
en la naturaleza de la consecuencia así como en el tiempo establecido, no levantarle la
consecuencia antes de tiempo para que el adolescente tenga el tiempo suficiente de madurar con
respecto a sus actos.

Hay que mostrar empatía y comprensión.

Darles la oportunidad de decidir y de equivocarse, cuando un padre es sobreprotector no


permite al hijo el aprendizaje por este medio y el adolescente no madura igual que los demás.

Resumen hecho por Psicóloga Leticia Fonseca León.

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