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LA ETICA Y LA MORALIDAD DE LAS ACCIONES HUMANAS

1. NATURALEZA DE LA ÉTICA

1.1. Introducción

La persona humana es un ser digno porque ontológicamente está ubicado sobre todo
existente en la realidad sensible. Posee una dignidad ontológica que radica en la excelencia de su
ser personal, constituido por su dimensión espiritual y su dimensión corporal. Si bien es cierto la
espiritualidad le otorga las perfecciones más sublimes como la capacidad de conocer y amar
inteligentemente; sin embargo el cuerpo humano no tiene menor dignidad porque participa del
mismo ser del espíritu humano y es un medio apto para que se ponga en contacto con el medio
externo y a través de él obtenga los recursos necesarios (sensaciones-imágenes) para elaborar sus
ideas; y como consecuencia pueda amar y expresar el amor hacia los demás. El cuerpo es, pues, un
medio privilegiado para amar, ya que todo él encuentra su sentido último en el amor.

Por tanto, ontológicamente todo el ser humano es digno y a su vez son dignos los seres humanos,
sin ninguna excepción: embriones, niños, adultos, ancianos, pobres ricos, etc. Esta dignidad no
puede ser vulnerada, ni disminuida y menos anulada.

La persona humana por tener un ser noble también tiene capacidad para un obrar noble, pues el
obrar sigue al ser. Así como somos debemos obrar. Aquí entra la dignidad moral: aquella que radica
en las acciones libres del hombre en cuanto están en conformidad con las exigencias de su ser
personal.

La dignidad moral puede aumentar, disminuir y hasta desaparecer cuando el hombre actúa en
contra de la naturaleza de su ser personal.

En la naturaleza humana se encuentran todas las capacidades que el hombre puede desarrollar
con su obrar. Por eso el hombre es un ser perfectible, necesita actuar para desplegar aquella
potencialidad de la que puede ser capaz.

Existe cierto tipo de actos que brotan espontáneamente de la naturaleza humana, que no
requiere esfuerzo ni cultivo, estos son los actos que brotan de las tendencias instintivas y sensitivas;
sin embargo hay otras que requieren esfuerzo para su realización como aquellas donde intervine
la inteligencia y la voluntad libre. Esta actuación es precedida por una deliberación que las
evalúa y de una decisión consciente.Pero las acciones humanas no son iguales, no son
indiferentes. Unas son buenas; otras son malas. Unas son adecuadas al perfeccionamiento del
hombre; otras no lo son.

¿Importa lo mismo al ser humano escoger unas que otras? ¿Deberá escoger un tipo de acciones
con preferencia al otro?... Aquí se hace presente la ética o la moral para determinar qué acciones le
convine al perfeccionamiento del hombre, le acercan a la consecución de fin último; y qué
acciones le alejan de su fin y por tanto le obstaculizan conseguir la felicidad tan anhelada por el
espíritu humano. La ética trata precisamente de ofrecer un fundamento para la elección de aquello
que sea mejor para el hombre.
1.2. Definición nominal y real de ética
El término usado para designar la reflexión, orientadora y normativa, sobre el obrar humano es doble:
ética, de la voz griega «évthos» que significa costumbre, y moral, de la oz latina «mos» que significa
igualmente costumbre.

Ética, del vocablo griego ethos a partir de la interpretación que da Aristóteles en su libro, ethiké
proviene de hexis = disposición, modo de ser adquirido, carácter, hábito (el “habitudo” de la
escolástica) “segunda naturaleza” .

Cicerón tradujo al latín el vocablo ethiké con la frase philosophia morum, que quiere decir:
filosofía de las costumbres. Eso es precisamente la ética, una filosofía moral o reflexión filosófica
sobre la conducta moral o el “deber ser” del individuo.

Moral viene de mos (“mores”), término latino que se ha utilizado para traducir el “ethos” griego.
“Mos” tiene un doble significado: unas veces “el significado de costumbre, otras veces significa una
inclinación natural a hacer algo” (Tomás de Aquino). Este doble significado de “ethos-costumbre”
y el de “ethos-carácter” incluidos en el “mos” latino, llevó a muchos autores a señalar diferencias entre
ética y moral.

La etimología implica, por tanto, una profunda referencia a las costumbres como fuente y
marco del obrar humano. Las costumbres pertenecen al grupo social. Cuando hablamos de
las costumbres de una persona nos referimos a sus formas habituales de comportarse.
El individuo actúa casi siempre según unos modelos reconocidos o unas pautas generales de
vida colectiva asimiladas en el proceso de socialización.
La ética pretende dirigir los actos de cada individuo particular, motivando su voluntad para
que decida según la norma objetiva. ¿Cómo encajar la noción de costumbre en la definición
nominal?.

Porque la ética se ha desarrollado históricamente a partir de las formas sociales de vida, que
inicialmente determinaban la conducta individual. En las sociedades primitivas o cerradas se
identifican moral, derecho y costumbre... No hay más normas de comportamiento que las
costumbres… el individuo se subordina a la comunidad. El progreso de la cultura, el desarrollo de
las sociedades, el cultivo del individuo y la afirmación de su conciencia fomentan y favorecen el
afianzamiento de la personalidad individua.

Entonces cada uno empieza a dirigir su obrar no según las costumbres sociales, sino desde
su propia conciencia interior... El hombre empieza a dirigirse desde sí mismo, desde su conciencia
íntima y libre, y no desde las pautas sociales, exteriores y generales. Cada acto es fruto de una
decisión particular y no consecuencia más o menos mecánica de una costumbre. De ese
modo la ética deja de ser la ciencia de las costumbres y pasa a ser de los actos.

La ética, en su definición real sería: «estudio racional de los principios que deben
orientar rectamente los actos humanos», en orden a la consecución de su fin último que
constituye su plenitud. Es decir, la ética o moral natural es una reflexión sobre los actos
humanos en cuanto que racionalmente se deben referir a una norma que los guíe con rectitud hacia
su plenitud humana.
Por eso se dice que la Ética se ocupa de la moralidad de los actos humanos, desde una perspectiva
filosófica; es decir haciendo uso de la luz natural de la razón humana y fundamentándose en el
conocimiento de las exigencias de la naturaleza del ser personal humano.

Al afirmar que estudia la moralidad de los actos humanos queremos decir considera los actos
humanos en cuanto son buenos o malos. Pues por moralidad entendemos una cualidad que
corresponde a los actos humanos exclusivamente por el hecho de proceder de la libertad en
orden a un fin último.

1.3. Objeto de estudio de la ética

a) El objeto material de la Ética:


El objeto de la ética son los actos humanos, que es necesario distinguirlos de los actos del
hombre. Los actos humanos son los actos libres que realiza el hombre. Estos son los actos
específicos del hombre, es decir, aquellos actos por los que el hombre se distingue de los otros
seres. Por tanto interviene lo más propio de la persona:

– Deliberación inteligencia…
– Decisión voluntad libre…
– Dominio responsable del sujeto…

Los actos humanos son voluntarios y libres: lo que supone un conocimiento previo y el ser
realizados teniendo la voluntad el pleno control de su ejecución de modo que pueda realizarlo o
abstenerse de él.
Los actos humanos son imputables, esto es pueden ser calificados como buenos o malos,
mereciendo un premio o un castigo.

Los actos del hombre son los actos de los que el hombre no es responsable y por tanto no le son
imputables.

b) El objeto formal de la Ética -o punto de vista bajo el que estudia los actos humanos- es el
de su rectitud moral o moralidad. La moralidad, estrictamente hablando, radica sólo en los actos
humanos, pues solo estos son dirigidos libre y voluntariamente, por tanto, son los únicos que
pueden ser calificados como buenos o malos.

2. MORALIDAD DE LOS ACTOS HUMANOS


Los actos humanos, son aquellos que proceden de la voluntad deliberada del hombre; es decir, los que
realiza con conocimiento y libre voluntad; son el objeto material de la Ética y pueden ser juzgados
como buenos o malos desde la Moral.

El acto humano no es una estructura simple, sino integrada por elementos diversos. ¿En cuáles de ellos
está la moralidad de la acción? La pregunta es clave para el estudio de la ciencia moral, se responde
diciendo que, en el juicio sobre la bondad o maldad de un acto, es preciso considerar: el objeto del acto
mismo, Las circunstancias que lo rodean, y La finalidad que el sujeto se propone con este acto.
Acto Objeto diverso
Matar -Asesinato
- Defensa propia
- Aborto
- Pena de muerte
a) El Objeto: constituye el dato fundamental: es la acción misma del sujeto, pero tomada bajo su
consideración moral; nótese que el objeto no es el acto sin más, sino que es el acto de acuerdo con su
calificativo moral. Un acto físico puede tener actos muy diversos, por ejemplo:
La moralidad de un acto depende principalmente del objeto: si el objeto es malo, el acto será
necesariamente malo; si el objeto es bueno, el acto será bueno si lo son también las circunstancias y
la finalidad. Ejemplo: Nunca es lícito blasfemar, murmura, etc., por más que las circunstancias y la
finalidad sean buenas.

b) Las circunstancias (circum-stare = hallarse alrededor): son diversos factores o modificaciones que
afectan el acto humano. Se pueden considerar las siguientes:

- Quién realiza la acción (peca más gravemente quien teniendo autoridad, da mal ejemplo)-
- Qué cosa; designa la cualidad de un objeto (ejem., el robo de una cosa sagrada) o su cantidad (ejem.,
la suma de lo robado).
- Dónde; el lugar que se realiza la acción (ejem., un pecado cometido en público es más grave por el
escándalo que supone.)
- Con qué medios se realizó la acción (ejem. si hubo fraude o engaño, o si se utilizó la violencia)
- Cómo; hace referencia al modo en qué se realizó el acto (ejem., castigar a los hijos con exceso de
crueldad)
- Cuándo se realizó la acción, ya que el tiempo influye en ocasiones en la moralidad (ejem. comer
carne en día de abstinencia).

Hay circunstancias que atenúan la moralidad del acto, otras que agravan y otras que añaden
connotaciones morales al acto humano.

c) La finalidad: es la intención que tiene el hombre al realizar un acto. En relación a la moralidad el


fin que actúa puede influir de modos diversos.
- Si el fin es bueno, agrega al acto bueno una nueva bondad
- Si el fin es malo, vicia por completo la bondad de un acto.

- Cuando el acto es de suyo indiferente, el fin lo convierte en bueno o malo (ejem. pasear frente a un
banco –objeto indiferente- para preparar el próximo robo -fin malo-)

- Si el fin es malo, agrega una nueva malicia a un acto de suyo malo (robar –objeto malo- para
después embriagarse –fin malo-)

- Si el fin es bueno del que actúa, nunca puede convertir una acción que de suyo es mala (ejem. no
se puede jurar en falso –objeto malo- para salvar a un inocente –objeto bueno-).

El principio básico para juzgar la moralidad es el siguiente:


 PARA QUE UNA ACCIÓN SEA BUENA, es necesario que lo SEAN SUS TRES ELEMENTOS:
objeto bueno, fin bueno y circunstancias buenas; PARA QUE EL ACTO SEA MALO, basta que
lo sea CUALQUIERA DE SUS ELEMENTOS.
La razón es clara: estos tres elementos forman una unidad indisolubles en el acto humano, y aunque
uno de ellos sea contrario a la ley divina, si la voluntad obra a pesar de esta oposición, el acto es
moralmente malo.

2. Algunos errores actuales en torno a la moralidad del obrar humano


1. Utilitarismo moral

• Bentham (1748-1822) fue el fundador. Otro representantes: John Stuart Mill (1806-
• 1873).
• Es una de esas "nuevas morales" de la ilustración.
• El hombre se mueve en busca del placer y alejándose del dolor. Lo único bueno es
• lo que produce placer y malo lo que produce dolor.
• La moral utilitarista es la más elemental, la más fácil de entender por las gentes sencillas y
sin formación.
• El utilitarismo corresponde a una moral mínima, fácil de entender y de practicar, y que puede dar
un barniz -no despreciable- de moralidad.
• El gran sistema utilitarista de la antigüedad es el de Epicuro (371-240 a.C.): El hedonismo:
El sabio tiene que buscar el placer, un placer sereno y tranquilo, no turbado por los excesos,
ni por el sufrimiento y el deseo. "Epicuro era lógico consigo mismo: fría y
sistemáticamente egoísta, condena el altruismo (diligencia en procurar el bien).
• Atentos a cuestiones prácticas, con sentido utilitario
• Identifica la verdad con lo útil, con lo que ayuda a vivir y convivir

Crítica al utilitarismo: Es una "moral" de un profundo egoísmo, de un egoísmo calculado; produce


una ruina y decadencia tan profundas que cortan toda posibilidad de ascensión hacia una vida
propiamente humana.
• El utilitarismo trata a los adultos como si fueran niños: "No cometas delitos, porque puedes ir a la
cárcel". "Tengamos palabra, cumplamos lo pactado y seremos todos más felices". No dejan de ser
buenas razones, que buscan el interés propio a corto o mediano plazo.
• El placer en sí mismo no es malo, pero nunca puede ser concebido como fin, pues siempre será
un medio.
• El utilitarismo no es una teoría filosóficamente bien fundada, y tampoco es capaz de dar ningún
empuje moral, ningún espíritu de sacrificio, ninguna pureza de intención.
• Tratan de mantener los preceptos de la moral cristiana (o algo bastante parecido a ellos)
centrándolos sólo en el hombre y en este mundo.
• Los utilitaristas, bajo la presión de la tradición cristiana, han querido integrar el altruismo en
el utilitarismo, pero su tentativa misma muestra que es preciso otro principio para justificar el
sacrificio.

2. Pragmatismo moral

Sus representantes son William James y John Dewey. El valor del comportamiento humano se
reduce a los actos que conducen al éxito personal. El pragmatismo es una variante egoísta del
utilitarismo.
Sostiene que la verdad es la utilidad: una proposición será verdadera en cuanto nos sea útil. ¿Es
lícito robar?, en buena ley el pragmatista debería responder: sí, cuando es útil.
El pragmatismo orienta hacia la búsqueda del poder, de la riqueza, por todos los medios...útiles.
Es una corriente muy partidaria de la democracia, porque esa forma de gobierno produce, según ellos,
poderío, fuerza, riqueza...; o sea, es útil.

3. La moral del super hombre

• Federico Nietzsche (1844-1900). Criticó las éticas en circulación (las que él conocía):
o Estas simulaban un fundamento objetivo, pero eran en realidad expresiones de la voluntad
del sujeto, de su conveniencia o del azar.
o En cinco aforismos rápidos, ocurrentes y demoledores, destruye de un plumazo el proyecto
moral de la ilustración.

Propuso una moral de la voluntad:


• Mi moral sólo puede ser la moral que mi voluntad ha creado: no hay sitio para ficciones
al estilo de los derechos humanos, o el mayor bienestar para el mayor número.
• Toda moral es el disfraz de una voluntad de poder, excepto la propia moral de
Nietzsche, que no oculta nada, que es simple y llana voluntad de poder sin máscara ninguna.
• El hombre realmente valioso, el superhombre, impone su voluntad creando su propia moral.
• Los mediocres no tienen sino que obedecer la voluntad del superhombre.
• Medio para imponer la moral: la simulación y el engaño
• Es una moral totalmente irracional, no lo fundamenta ni siquiera en el razón (como el caso de la
moral iluminista).
• La única fundamentación de su moral es la voluntad del superhombre que se impone a los
mediocres.

4. El relativismo moral, es un cáncer de la ideología de nuestra sociedad.

El relativismo es la corriente de pensamiento que dice que cada sujeto, cada cultura, cada periodo de
la historia tiene su propia verdad sobre el bien y el mal, y ninguna de ellas tiene derecho de
considerase más verdadero que ellos. EN CONSECUENCIA, no hay valores objetivos y universales. Y
si no hay una diferencia sobre el bien y el mal, cada uno debe hacer lo que quiere.
• Dos postulados:
o No hay verdades absolutas en ética que puedan aplicarse en todo momentoy en todo lugar.
o Todo es relativo.
• Se deduce que:
o Las costumbres de las distintas sociedades son lo único que existe y ellas definen la moralidad de
una acción.
o Acciones similares pueden ser consideradas morales en una sociedad e inmorales en otra.
o La moralidad es un artefacto cultural creado por la sociedad y no puede tener legitimidad más
allá de sus propios límites.
El relativismo en los medios de comunicación social

• Los medios de comunicación manipulan la verdad y hacen creer a la población lo que se quiera.
• La TV nos ha acostumbrado a pensar que todo vale.
• Tú tienes tu verdad, yo tengo la mía.
• Expresan verdades a medias. Las medias verdades son las peores mentiras.
• La TV nos engaña con frases bonitas: “Miente, miente… que la mentira repetida termina por ser
verdad” (Lenin).
• Nunca el mundo ha tenido un medio para hacer el mal como es el caso de la TV.
• Los argumentos que utiliza el relativismo moral para fundamentar sus afirmaciones son
sentimentales. No va a la razón, solo llega a los sentimientos.

Consecuencias inadmisibles
• Desaparecen las bases objetivas para comparaciones y críticas éticas interculturales.
• Se anulan las bases objetivas para desacuerdos éticos.
• Son inadmisibles las críticas respecto de las prácticas morales de la sociedad propia y no da
lugar a reformas éticas o progreso ético. Se destruye la propia moralidad.
• Permite decidir si una acción es correcta o incorrecta sin analizarla ni mirar sus consecuencias
sólo sobre la base de la opinión de la sociedad.

Críticas al relativismo
• Rechazo mayoritario de los filósofos.
• Benedicto XVI dice: “es el problema más grave de nuestro tiempo”.
• Juan Pablo II: crítica al relativismo en las Encíclicas Veritatis Splendor (1993) y Fides et Ratio
(1998).
• “Existen normas objetivas de moralidad válidas para todos los hombres de ayer, de hoy y de
mañana”.
• Es necesario una norma moral universal.
• La verdad es verdad te guste o no te guste, te convenga o no, quieras o no.
• El relativismo contradice al principio de no contradicción: “una cosa no puede ser bueno y malo
a la vez”; o es bueno o es malo.
• Hay verdades objetivas y universales y no depende de lo que opine el sujeto.
• Hay muchas verdades que son relativas, pero no todo es relativo.
• Hay algunas cosas que son opinables, pero no todo es opinable.
• En el campo de la física, de la química, de la filosofía, de la teología hay verdades absolutas.
• El relativismo no lleva a la democracia sino a la tiranía porque sería el Estado el que decidiría lo
que es bueno o malo.

5. El sentimentalismo: sobrevaloración de los sentimientos:

Ante la concepción extrema del racionalismo, se produce un redescubrimiento de la afectividad


humana, llegándose a otra concepción extremista que concede una importancia muy superior a la
que realmente posee.
• Esta concepción presentada y explicada por muchos ensayistas contemporáneos, considera que
los sentimientos son la clave de cualquier existencia humana.
• Lo más importante de la vida son los sentimientos (como tú te sientes), solo de esto depende la
felicidad humana; incluso en desmedro del dictado de la razón.
• Esta concepción olvida una antropología cabal e íntegra que conciba al hombre como una realidad
corporal y espiritual, no reduciéndola a solo a sentimientos.

Criterio moral para el sentimentalismo: El modo como me siento es el único criterio para
determinar lo que es bueno o malo.
• Los sentimientos son importantes en la vida del hombre pero deben estar ordenados por la
inteligencia y la voluntad.
• Solo cuando hay armonía en todas las dimensiones humanas el hombre podrá
perfeccionarse.
• La experiencia enseña que darle más importancia de lo que tiene realmente a los sentimientos
y fundamentar nuestras decisiones en ellos tienen consecuencias gravísimas, como: la
destrucción de la persona, de la familia y de la sociedad, que desemboca en una total infelicidad y
una vida sin sentido.

Función real de los sentimientos:


• La afectividad no es solo imprescindible, sino maravillosa en la vida humana.
• Su función no consiste en regir la vida humana, sino en potenciar la capacidad y el vigor del
entendimiento y de la voluntad para llevar con tino esas riendas.
• Lo que realmente es el centro de la vida humana es el amor, que en su sentido más cabal no es un
sentimiento ni un conjunto de ellos; es un acto de la voluntad de querer el bien del otro en cuanto
otro.
• Pero por la imperfección de la voluntad humana, el amor humano resulta insuficiente y debe ser
reforzado y completado por los sentimientos y la manifestaciones externas de afecto.

El sentimentalismo: Características:
• Hipertrofia de la afectividad: Lo que más prima en la vida humana son los sentimientos;
todas las decisiones son tomadas en base a lo que uno siente.
• Atrofia del entendimiento y la voluntad: Por vivir solo en un mundo sentimental no se ejercita
la inteligencia y la voluntad que por ser potencias requieren ser ejercidas permanentemente
para desarrollarse.
• Concepción inadecuada de la voluntad: Se concibe a la voluntad como fuerza, fortaleza. El
uso de la voluntad es el voluntarismo.
• Desmesurada importancia otorgada a la autoestima.
• Hedonismo: Huída a toda costa del dolor y sufrimiento por considerarlo un mal verdadero ya
que solo el placer es el bien.
• La calidad de vida es solo bienestar físico-psíquico o simplemente psíquico.
• Los padres se plantean como objetivo supremo el evitar contrariedades y sufrimiento a sus hijos;
resultando personas carentes de vigor, fáciles de derrumbarse ante cualquier contrariedad en la
vida social y familiar.
• Se valora a la persona en función exclusiva de sus buenos sentimientos.

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