656 Del sistem de Yalta ala ponguerra feta
hicieron concesiones a la libertad de prensa y al multipartidismo y se
Preparé un programa de privatizaciones.
La reunificacién alemana
La reunificacién se impuso por sorpresa a una opinién politica y
uuniversitaria alemanas que se habia acomodado, desde hacia varios
decenios, a la realidad del «bi-estatismo». Cicrtamente, la generacién
contemporinea de Adenauer habia manifestado su apego a un Estado
nacional depurado de las secuclas del nazismo. Después, el bi-estatis-
mo habia sido considerado a la ver. como la sancién por las catistro~
fes nacionales del siglo xx y como el estado final necesario de la na-
cién alemana. El fil6sofo Karl Jaspers estaba dispuesto a renunciar a
|a reconstitucién del Estado bismarckiano con dos condiciones: que
la RDA estuviese dotada de las libertades fundamentales y de un es-
tatuto de neutralidad a la austriaca. EI historiador Golo Mann consi
deraba la condicién de neutralidad inaccesible y utépica. A comien
70s de los aos ochenta, la multiplicacién de las investigaciones sobre
la Confederacién Germanica de 1815 parecian contribuir a la legiti-
macién de una nueva confederacién RFA-RDA, Otros autores dis-
tingufan una eidea cultural de la nacién» —panalemana— y una «idea
politica», imitada al Estado germano-occidental. Otros temian ver la
cuestién alemana manipulada por un futuro equipo «mas creativoe
de dirigentes soviéticos.
Las iltimas esperanzas del mantenimiento de un Estado germano-
oriental, abrigada por Hans Modraw y Markus Wolf, iban a ser barri-
das el 4 de noviembre de 1989 por Iz manifestaci6n de la Alexander-
platz y el 15 de cnero de 1990, cuando se asa la sede de la Stasi®. La
hora de las transformaciones estaba préxima para los defensores del
bi-cstatismo. Un cronista que afirmaba en Die Zeit el 11 de agosto de
1989, en plena efervescencia del Este, «la certidumbre de que el Esta-
do nacional fundado por Bismarck se ha destruido él mismo. Era con-
veniente no hablar mis de la reunificacién de Alemania y renunciar a
1a ret6rica de la reunificaciSne, escribia scis meses mis tarde, el 16 de
febrero de 1990 en Siiddemtsche Zeitung: «1a unidad del Estado ale-
san es la Unica perspectiva que promete un giro en un futuro mejor,
» Polisi politica del régimen de Alemania del Este (N. del T)
1a caida del muro 657
Los trastornos del otofio de 1989, la caida del Muro, el hundi-
miento rapido de la RDA habian revitalizado las disposiciones cons
titutucionales que se podian ereer ya caducas. {Cémo reunificar Ale-
mania?
Fstaban abiertas dos vias por la ley fundamental. La «via real»,
establecida en el articulo 146 - la ley fundamental de la RFA no tenia
yya vigencia; una nueva constitucién era adoptada por el conjunto del
pueblo aleman que habia recuperado «la libertad de sus decisiones».
Un camino més oscuro: el artivulo 23 enumera los lander de la Rept
blica Federal (los diferentes paises federados) y aiiade que «otras par-
tes de Alemania podrin acceder a Ia Federacién. En realidad, el cons
tituyente pensaba en la reintegracién del Sarre, administrado
enconces por Francia, y no en la Alemania del Este. Sin embargo, el
articulo utilizado fue el 23, puesto que permitia un procedimienta
mis répido y evita cualquier interrogante sobre la identidad del nue-
vo Estado unificado. No hubo fusién de la RFA y de la RDA en una
identidad estatal nueva, sino univn pura y simple de los cinco linder
de la Alemania del Este (reconstituidos el 22 de julio de 1990) a la
Republica Federal.
La reunificacién era, en consecuencia, dominio del derecho cons-
titucional de la Reptblica Federal, en tanto que la formula de una
comunidad contractual», presentada por Hans Modrow en noviem-
bre de 1989 y aceptada un mes mis tarde por el canciller Kohl, man-
tenia el proceso en el marco del derecho internacional, Parad6ji
camente, se recurrié también, por wiltima vez, a la via interestatal
clisica, a las negociaciones entre la RFA y la RDA, arriesgindose a
‘rear una impresién de confusién. En realidad, se trataba de un «re-
pparto de tareas». Son los representantes clegidos de la nacién alemana
los que deben tomar la decisiGn de principio de la reunificacidn y los
dos gobiernos negociarén las modalidades de la aplicaci6n. Los dos
tatados de Estado (Staats-vertrage) instauraron la unién monetaria y
econémica entre la RFA y la RDA y adaptacon la legislacidn de la
RDA ala de la RFA, evitando asi ua vacio juridice.
La unién pura y simple de la RDA a la RFA aseguré la continui-
dad de la participacin del Estado unificado a la Comunidad Europea
yaa Alianza Atlantica. La Cammnidad habia afirmado desde su ini-
cio, por un protocolo anejo al tratado de Roma, el principio de la
unidad econémica panalemana y autorizado el libre comercio inter-
alemn (en derogacién de las reglas sobre a unién aduanera). L.a RDA
se habia convertido de este modo en el miembro invisible de la CFF,oss Dl sistema de Yalta ala posguerra fia
Para oficializar esta muy antigua relacién tras la caida del Muro, la
CEE abrié negociaciones con la RDA el 22 de diciembre de 1989,
con vistas a la conclusién de un acuerdo comercial. Pero la Historia
aceleraba su curso. Iniciada la unificacién alemana, la negociacidn
con la CEE perdia todo su sentido. El articulo 227 del tratado de
Roma planteaba el principio de la «variabilidad del tertitorio de los
Estados miembros. En Dublin, el 28 de abril de 1990, el Consejo Eu-
ropeo constataba que la integracién de Alemania del Este en la CEE
seria efectiva en el momento en que tuviese lugar la unidad alemana
sin revisi6n de los tratados. La cuesti6n de las alianzas era mis delica-
da: la salida de la Alemania Federal de la Alianza Adlintica, a cambio
de la reunificacién, gno era la mas tradicional y ritual de las propues-
tas soviéticas, que materializaba la trampa puesta por la URSS a Oc-
cidene? El presidente Gorbachev resign tris su entrevista on el
canciller Kohl el 16 de julio de 1990 a que la Alemania unificada per-
teneciese a la OTAN, poniendo fin de esta forma al antiguo orden
ceuropeo heredado de 1945.
Desde el punto de vista politico, la reunificacién alemana plantea-
ba un problema a los socios europeos occidentales y en particular a
Francia, ¢Qué politica alternativa cretble se podia imaginar cuando
desde hacia decenios el gran proyecto franeés era la contruccién eu
ropea basado en la pareja Francia-Alemania? ¢Que hacer si Alemania
se comprometia en una deriva de potencia «cada vez un poco mis
alemana», fascinada por su propio destino, «cada vez un poco mas en
el centro de Europa?»
Los responsables franceses no pudicron evitar reaccionar ante el
eventual «deslizamiento» alemén.
Este fue el intento de reactivacidn de los derechos y responsabili-
dades de los vencedores de 1945, «soplado» por Estados Unidos, car-
ta que para Adenauer representaba «la pesadilla de Potsdame. Este
fue el esbozo del esbozo de una alianza por la espalda, sepiin los con.
scjos de los vicjos manuales de diplomacia que eran de la época de
Francisco I y del Gran Turco (cofundadores, segiin Georges Valance,
de la primera politica exterior laica). Paris habia manifestado a partir
de mediados del afiv 1988 una actitud mas comprensiva con respecto
4 la perestroika; Frangois Mitwerrand lanz6 entonces el lemma de «Con-
federacién Europea», de la que un politélogo aleman habia escrito
que era la