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Solución al problemas

(BOGOTÁ D. C., 14 de enero de 2013 — Agencia de Noticias UN-)

Según Karen Hussmann, consultora de Transparencia por Colombia y de Transparencia


Internacional, los órganos de control (Procuraduría, Contraloría, Fiscalía) tendrán que reforzar su
capacidad de acción. “En las regiones estas organizaciones son mucho más débiles que a nivel
nacional, pues el ámbito político en las regiones no permite que las denuncias sean investigadas. El
control de la Superintendencia Nacional de Salud es muy importante; lamentablemente, el año
pasado ejerció un control muy débil, su capacidad de personal no era suficiente para hacerse cargo
de una cantidad de contratos muy complejos”,

El acceso a la información para un control social, por parte de ciudadanos y organizaciones


especializadas, asociaciones de pacientes, la Federación Médica Colombiana y observatorios, es
clave para lograr una muy buena veeduría; la regulación y políticas públicas no tienen en cuenta la
transparencia y la rendición de cuentas, y cambiar este aspecto es preciso para disminuir la
corrupción.

El acceso a la información para un control social, por parte de ciudadanos y organizaciones


especializadas, asociaciones de pacientes, la Federación Médica Colombiana y observatorios, es
clave para lograr una muy buena veeduría; la regulación y políticas públicas no tienen en cuenta la
transparencia y la rendición de cuentas, y cambiar este aspecto es preciso para disminuir la
corrupción.

Lo que se puede hacer, según ejemplos dados en otros países, es la construcción de planes
departamentales anticorrupción, transparentar la compra de medicamentos así como la regulación
de los mismos, promover compliance (cumplimiento de normas) en los hospitales, fortalecer
consejos civiles y empoderar a los pacientes.

Para fortalecer la integridad institucional, Karen Hussman concluye que se deben de tener en cuenta
los siguientes principios: ejercer liderazgo, hacer análisis de riesgo, crear información para la
orientación interna y procesos, entrenamiento y comunicación, investigación de violaciones o
errores, medidas correctivas y disciplinarias y, por último, revisión y monitoreo con control social

EFRAÍN RIVEROS PÉREZ* | 2011/11/25 00:00 opinion

En Colombia existe consenso acerca de la necesidad de reformar el sistema de salud, lo que no se


logra dilucidar aún es cómo hacerlo. El debate ha alcanzado máxima temperatura con la sentencia
T-760 de 2008 de la Corte Constitucional (Corte Constitucional de Colombia, 2008), que obliga al
Estado a igualar los planes de beneficios para toda la población, y con la intervención de la Empresa
Promotora de Salud (EPS) más grande del país, Saludcoop, en el año 2011.

Los defensores del sistema de salud insisten que los principios consagrados en la Ley 100 de 1993
son sublimes y que con algunos ajustes se podrá lograr que todos los colombianos tengamos salud
de excelente calidad al menor costo posible. Para ellos, la reforma consistiría en formular
mecanismos, que por medios policivos, controlen a cada uno de los actores del sistema, es decir,
adicionar nuevas reglas a un juego ya existente

¿cómo se puede operar un sistema sin que presente los vicios del que funciona en la actualidad? En
primer lugar, se puede concebir la atención en salud como una cadena de cuatro eslabones:
recaudo, puesta en marcha, auditoría y pago. Hoy en día, el Estado hace la parte más difícil de
cualquier negocio, que es recaudar los recursos. Una vez recaudado el dinero, se lo transfiere a las
EPS, las cuales han fallado al voto de confianza que la sociedad colombiana depositó en ellas para
administrar los recursos. Algunas de ellas han actuado de mala fe en los recobros al FOSYGA
(presunto robo al Estado), en la negación o retraso en la atención (presunto robo al paciente) y en
el pago de cuentas por servicios prestados (presunto robo a proveedores y prestadores). ¿Tiene
sentido la existencia de la EPS?

El recaudo debe seguir siendo realizado por el Estado, pero ahora también debe administrarlo, a
través de los entes territoriales. De otra parte, tras 18 años de haberse puesto en marcha el sistema
de salud, se puede saber con certeza cuánto cuesta anualmente. Al conocerse esta cifra, se puede
planear de dónde saldrá el dinero para cubrirlo en su totalidad. El Estado puede entonces, decidir si
hay que crear nuevos impuestos, desmontar regímenes especiales (fuerzas militares, magisterio,
entre otros) o emplear nuevas fuentes para mantener el sistema. Una posibilidad es desmontar el
aporte de nómina e independiente para reemplazarlo por un impuesto sobre productos y servicios
que no afecten la canasta familiar, para que seamos realmente solidarios y no que unos pocos
aportemos mientras otros mienten sobre la base de cotización.

La auditoría, actividad con alto riesgo de corrupción, habría de ser asumida por comisiones
conformadas por las universidades públicas, las cuales estarían constituidas por profesores y
estudiantes de pregrado y posgrado, con los méritos académicos que los avalen. El servicio de
auditoría se retribuye para reinversión en la educación pública.

Por último, el Estado pagador tendría contrato con todas las instituciones de salud habilitadas, las
cuales competirían con calidad para atraer al paciente que acude a ellas por libre escogencia. Las
cuentas auditadas por la comisión de universidades públicas serían pagadas por el Estado en plazos
cortos. Los retrasos en el pago se podrían cruzar contra impuestos por parte de los prestadores,
estimulando así el pronto pago.

30 May 2011 - 11:00 PM

Por: César Rodríguez Garavito

La tarea mayor y más urgente es fortalecer la Superintendencia de Salud y los demás mecanismos
de inspección, vigilancia y regulación. Como lo ha señalado el propio ministro Santamaría, y lo había
documentado un estudio de la Procuraduría y Dejusticia, éste ha sido el talón de Aquiles del sistema
de competencia regulada de la Ley 100.

De ello dependerá que no se repita la historia de los últimos años. Y que tengamos, al fin, un sistema
de salud equitativo, eficiente y pulcro.
Gonzalo Diaz 2014: Soluciones para la crisis de la Salud

Revocar la Ley 100 para poder comenzar a acabar con la corrupción y el desastre generados por
dicha ley

Acabar totalmente con la Medicina Prepagada cuya calidad es igual a la de la Ley 100, pero su
cubrimiento menor, aunque su costo es mayor

Que el manejo de la salud sea ejecutado por profesionales de la salud sin intereses previos y no por
"expertos" incompetentes que no tienen la menor idea de salud ni economía y cuyos resultados así
lo confirman. (Los expertos con conocimientos financieros, intereses personales y totalmente
corruptos, sobran)

Libertad absoluta de escoger médico, clínica, laboratorio, etc, y que un seguro de salud responda al
menos parcialmente por los costos.

Incluir médicos independientes ( y por tanto imparciales) como consejeros para las políticas de salud

Cerrar lmás de 50 facultades de Medicina en Colombia, pues hay 62, pues lo que se necesita es
buenos médicos, no muchos médicos

Ampliar la cobertura, reducir costos y mejorar la calidad mediante la Telemedicina

Cumplir el Código de ética médica y la Constitución Colombiana

Derogar la ley 657 que obliga a que personas sin preparación idónea en una disciplina sean las únicas
autorizadas para ejercer dicha disciplina (algo así como si sólo los abogados pudiesen ejercer la
medicina, y lo contrario)

http://agenciadenoticias.unal.edu.co/detalle/article/estrategias-para-frenar-la-corrupcion-en-el-
sector-salud.html

http://www.semana.com/opinion/articulo/reflexiones-sobre-solucion-sistema-salud/249883-3

http://www.elespectador.com/opinion/salud-corrupcion-ambicion-y-soluciones
http://www.gonzalodiaz.net/l100/ley100/solucion.shtml

Conclusiones
Debido a que, en la mayoría de los casos, y como vimos anteriormente en la descripción del
caso SaludCoop, los fraudes o errores materiales se descubren después de que el ente
auditor ha expresado un dictamen, se piensa que el auditor fue quien tuvo la
responsabilidad de descubrir dicho hecho, pero lo que en realidad recae como
responsabilidad del auditor en este caso La Super Intendencia de Salud que tipo de
seguimiento realiza a las entidades prestadoras de salud.
La lucha contra la corrupción exige inspecciones bien programadas y una actuación decidida
de inspecciones o de la fiscalía y aun creando potenciado fiscalías específicas, como ya se
ha hecho en diversos lugares. La justicia, además de responder a su nombre, que es lo
primero, tiene que ser rápida y eficiente.

Aumentando el control social sobre las instituciones. Pueden hacerlo instituciones de con
observatorios específicos, los medios de comunicación, o bien organismos específicos. Este
control exige evitar conflicto de intereses, y en concreto que el controlador tenga intereses
sobre quien lo controla.

El Gobierno debería empezar a analizar cuáles serían los sistemas óptimos para poder
controlar todo el proceso con las EPS y obligarlas a usarlos, ya que la consecuencia de la
corrupción en la salud colombiana se paga con vidas, no se pueden reponer nunca.

ANÁLISIS DE LA ENCUESTAS

La tabulación de las encuestas obtiene una muestra de 18 personas encuestadas que


corresponde al 100% de las preguntas planteadas, 18 respuestas afirmativas y 0 negativas
a los planteamientos, arrojando unos indicadores que demuestran que la sociedad conocía
el caos administrativo en SaludCoop y la irresponsabilidad social de la empresa sin calcular
las funestas consecuencias para sus usuarios.

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