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FILOSOFIA
FILOSOFIA
TEMA:
ASCCCDSV
CICLO: II-ME-03
INTENGRANTES:
2.1. Características
La Ética es una ciencia porque posee autonomía didáctica, doctrinaria
y normativa, es decir, tiene sus principios; se la estudia en forma independiente
de otras ciencias que tienen por objeto el estudio de la conducta humana y
posee sus propias normas; es más, la ética formula reglas ideales incluso para
cada profesión; además, es una disciplina racional, parte de los actos
humanos. Explica las cosas por sus causas.
La Ética se capta con la razón; tiene como órgano básico a la razón. Esto
significa que la Ética no es un producto de la emoción o del instinto, tampoco
es el resultado de instrucción del corazón, ni mucho menos de la intención.
Es un conjunto de conocimientos sistemáticos, metódicos, racionales
basados en las experiencias y fundados en principios.
La Ética es una ciencia práctica porque está hecha justamente para realizarse
en la vida diaria.
La Ética es una ciencia normativa porque establece leyes, normas para que
el hombre sepa elegir entre el bien y el mal.
De la espiritualidad de la persona humana derivan sus rasgos característicos:
La persona es un ser individual separado de los otros, irrepetible, gracias a su
espíritu. La persona es libre y responsable de sus propios actos debido a su
inteligencia, mediante la cual es capaz de entender no sólo las cosas sino el fin
de éstas, sus actos y el sentido de su propia vida; es capaz de dirigir su
comportamiento a un objetivo determinado: lo bueno o lo malo
2.2.3. La metaética
No se ocupa de fundamentar la validez de un determinado sistema
de creencias si no que se concentra en el análisis lógico y semántico
de los enunciados mediante los cuales expresamos evaluaciones,
creencias o imperativos morales. Por ejemplo, cuando decimos que
algo es bueno, ¿qué significa el predicado bueno? ¿Indica una
cualidad de las cosas, cómo el color “rojo”, o tiene otro correlato
semántico, otra estructura? Pregunta compleja, cuya respuesta no
es fácil. Los tres niveles de reflexión anteriormente mencionados son
importantes en filosofía, pero de diferente manera. Aunque la
discusión propiamente filosófica en torno a la ética se sitúa
principalmente en el nivel normativo, ello no significa que lo que
pase en los otros niveles no tenga consecuencias. Incluso para lo
que se plantea en la propia ética normativa.
La deontología profesional busca justificar los valores morales que deberían guiar
a los profesionales, y estudia los valores que de hecho guían a los profesionales. En
el primer sentido la deontología profesional es una disciplina normativa y filosófica.
En el segundo sentido, se trata más bien de una disciplina descriptiva y por lo tanto
científica. La deontología profesional también cuenta con subdisciplinas como la
ética médica, la ética de los negocios, la ética computacional o la ética de la
ingeniería.
La ética ambiental se ocupa de la relación ética entre los seres humanos y el medio
ambiente. Quizás las dos preguntas fundamentales de esta disciplina sean: ¿qué
deberes tienen los seres humanos hacia el medio ambiente, y por qué En general, la
respuesta a la primera pregunta es una consecuencia de la respuesta a la segunda.
Distintas respuestas o aproximaciones a respuestas han dado lugar a distintas éticas
ambientales.
En una primera noción de ética aplicada, podría parecer redundante, puesto que la
ética misma es una filosofía práctica, una filosofía de la acción; sin embargo, esa
filosofía práctica que Sócrates ejerciera en el Ágora, quiere decir, en el centro de la
vida ciudadana de Atenas, con el transcurso del tiempo fue poniendo cada vez más
el acento en sus componentes teóricos, hasta casi reducirse en los últimos siglos a
una reflexión sobre los fundamentos de las normas.
6. Subdisciplinas
La ética aplicada se diversifica en varias subdisciplinas: bioética o ética médica, ética
profesional o deontología, ética ambiental, ética económica y comercial, ética social,
y ética sexual.
6.1. Bioética
La bioética es la rama de la ética dedicada a proveer los principios para la conducta
más apropiada del ser humano con respecto a la vida, tanto de la vida humana como
del resto de seres vivos, así como al ambiente en el que pueden darse condiciones
aceptables para la misma.
Existe una subdisciplina de la ética profesional por cada profesión que la requiera.
Algunos ejemplos prominentes son la ética médica, la ética de los negocios, la ética
de la ingeniería, la ética jurídica y la ética periodística.
La ética ambiental es un relato sistemático de las relaciones morales entre los seres
humanos y su medioambiente. La también llamada ética medioambiental, es una
rama relativamente nueva de la ética filosófica, la cual describe los valores que lleva
el mundo natural no humano y prescribe una respuesta ética apropiada para
asegurar la preservación o restauración de dichos valores.
Dentro de las corrientes de pensamiento más conocidas de la ética ambiental, se
encuentra aquella basada en el sistema moral deontológico, aquella que limita el
objetivo de los sistemas naturales como independiente del uso o valor que el ser
humano pueda tener sobre él. Y dentro de ella, la perspectiva deontológica holística
e individualista. Los mayores expositores de ellas son Holmes Rolston y Paul W.
Taylor, respectivamente. El primero expone constantemente que la especie, como
conjunto es la unidad fundamental más importante de la vida, donde los organismos
son mera representación de la especie y cuyo objetivo único es preservarla. Esto
implica que los organismos son reemplazables. Desde una perspectiva deontológica
la elección de proteger a una especie a costa de la pérdida de organismos no es
solo una acción con suficiente justificación, sino un deber moral. Taylor señala lo que
llama "el valor inherente" de las plantas y animales, comprometiendo al principio de
imparcialidad de especies a través del reconocimiento de que las especies humanas
y no humanas buscan el bienestar en su propia manera. Este valor que les
pertenece por naturaleza es lo que vuelve mala a una acción cuando no es
considerado el daño que provocaría en el organismo al tomar decisiones, como
agentes morales debemos considerarlos, tener una actitud de respeto. Taylor
menciona en Respeto por la naturaleza (1986) que el ser humano debe aislarse de
su naturaleza biológica y teológica para tomar decisiones, con un compromiso moral
de la no intervención haciendo uso de su racionalidad.
Ambas teorías tienen como uno de sus fundamentos la capacidad del ser humano
de tomar decisiones racionales a partir de la separación de sus intereses y así juzgar
de manera objetiva su intervención en la naturaleza. Esto implicaría alcanzar el valor
más alto de una acción moral.