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4.

Ciudadanía simbólica

La ciudadanía va más allá de aspectos legales, ya que los papeles y documentos no son lo que nos
define sino costumbres culturales que en su mayoría no son reconocidas por el estado como por
ejemplo el no reconocer como una de sus lenguas a la lengua que habla un grupo de ciudadanos
pertenecientes a un pueblo indígena, estas personas estarían siendo excluidas de la ciudadanía
simbólica.

Críticas a la relación entre ciudadanía y nacionalidad

Debido a la gran migración que se vive en varios países del mundo en estos días, varios autores
ven a estos fenómenos como un problema de status para los migrantes. Debido a que si solo
poseen la nacionalidad del país al cual migraron serán considerados ciudadanos de dicho país y
por ende las personas sin estos papeles no tendrán a su disposición los derechos humanos de
dicho país. Por lo tanto mientras se tenga una mayor condición ciudadana para los migrantes
menos problemas habrá para su debida integración a dicho país, para que estos ya ciudadanos
puedan vivir plenamente y gozar de sus derechos.

La confianza como base de la democracia de la ciudadanía

Hay dos maneras de ver a la democracia, una puede ser vista como una forma de gobierno y otra
como una forma de vida.

Si la queremos ver como una forma de gobiernos es muy simple ya que esta busca acabar con
problemas y conflictos entre países o ciudadanos pacíficamente buscando la equidad para todos, y
para estos los ciudadanos deben elegir sabiamente a sus representantes mediante el voto. Para así
tener toda la voz del pueblo representada en una sola persona o un grupo.

Por otra parte entender a las democracias como una forma de vida inculca a la participación
ciudadana para resolver dichos conflictos, esta vez ya no se requerirán votos, ya que ahora se
requiere de la unión de un grupo de personas que buscan un fin común para solucionar un
problema

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