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De por sí la palabra “equipo” implica la inclusión de más de una persona, lo que significa
que el objetivo planteado no puede ser logrado sin la ayuda de todos sus miembros, sin
excepción. Es como un juego de fútbol: todos los miembros del equipo deben colaborar y
estar en la misma sintonía para poder ganar. El futbolista no debe jugar por sí solo, tiene
que tomar en cuenta el hecho de que forma parte de un equipo. Solemos pensar que el
trabajo en equipo sólo incluye la reunión de un grupo de personas, sin embargo, significa
mucho más que eso.
Cada uno de nosotros piensa diferente al otro y, a veces, creemos que “nuestra opinión”
impera sobre la de nuestro compañero, sin embargo ¿cómo podemos llegar a un equilibrio?
Precisamente allí es que está la clave del éxito, en saber cómo desenvolvernos con un grupo
de personas cuyas habilidades, formas de pensar y disposición para trabajar, en algunas
ocasiones, difieren de las nuestras.
El miembro del equipo de trabajo debe producir para obtener mejores resultados, centrarse
en los procesos para alcanzar metas, integrarse con sus compañeros, ser creativo a la hora
de solucionar problemas, ser tolerante con los demás, tomar en cuenta a sus colegas y
aceptar sus diferencias, obviar aquellas discusiones que dividan al grupo y ser eficiente,
más que eficaz.
La cotidianidad laboral y la tradición cultural nos ha llevado a considerar que las respuestas
a las preguntas en la organización las tienen los jefes que son vistos, en muchos casos,
como proveedores de soluciones y en peor aún, ellos mismos se sienten investidos de un
don otorgado por no sabemos quién que los hace sentir como los dueños de una verdad
revelada y que por tanto son como patriarcas que orientan con sus consejos y decisiones a
su equipo de colaboradores. Es tal su desconfianza en la capacidad de su equipo de trabajo
que cuando salen algún lado su frase contundente es “ voy a salir, si tienen alguna
dificultad me llaman” , lo cual inmediatamente lo convierte en el único capaz de tomar
decisiones y los demás son solo un grupo de seguidores que ejecutan las tareas
encomendadas.
Los equipos de trabajo exitosos se consolidan cuando cada uno de sus integrantes reconoce
su cancha de juego, conoce sus responsabilidades, sus límites y sus resultados. Contar con
un esquema de indicadores que permita hacer seguimiento a los avances en la gestión es
una oportunidad que permite identificar los factores de éxito en la operación diaria del
grupo.
La invitación, con esta breve reflexión se dirige especialmente a los jefes, a los que tienen
la difícil tarea de distribuir las funciones en el equipo y encontrar quienes son los que,
mediante sus capacidades podrán contribuir significativamente en el resultado esperado. No
se trata de DAR el poder a los colaboradores (ya lo tienen), sino de RECONOCER ese
poder y ponerlo a trabajar en beneficio del equipo y de la empresa, permitirles desarrollar
aquellas tareas en las cuales son exitosos y por las cuales los trajimos a la compañía,
dejarlos jugar su partido de tal manera que se sientan motivados y comprometidos con la
ejecución de una gestión que les exige pero que a la vez le permite ofrecer y poner en
práctica lo que saben.
En muchas ocasiones a los jefes les preocupa y le hace temer el pensar en las consecuencias
del error y de la equivocación por parte de los colaboradores, este tema ya ha sido abordado
con suficiencia por los gurús de la administración desde los años 80 cuando se fue
consolidando la idea de permitir a los colaboradores que se equivoquen y que a partir de sus
errores construyan experiencias que les lleven a ser mucho más exigentes consigo mismos
en el desarrollo de las tareas que les asignan. No se trata de promover la “ gerencia del
error” , las consecuencias serán las que determinen la manera como tendrá que procederse
ante el mismo.
Cuando un integrante del equipo de trabajo siente que sus aportes son valorados y que su
contribución apoya la consecución los objetivos se incrementa su motivación personal y su
desempeño comprometiéndose de modo significativo con la gestión que debe realizar y
fortaleciendo su sentido de identidad con el equipo y la empresa.
Espero que estas breves notas sirvan para animar a quienes la responsabilidad de orientar
equipos de trabajo a incorporar en sus modelos de gestión algunas técnicas que permitan
aprovechar al máximo todo el potencial que mueven las expectativas de nuestros
colaboradores en los equipos de trabajo.
https://degerencia.com/articulo/reconocimiento-del-talento-en-el-equipo-de-trabajo-mediante-
el-empoderamiento/
https://degerencia.com/articulo/leer-correctamente-a-los-demas-contribuye-al-exito-del-equipo/
https://degerencia.com/tema/habilidades/trabajo-en-equipo/