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GUÍA DE LA VIDA RELIGIOSA

Para entender mejor la Vida Consagrada.

Los religiosos y las religiosas son esas personas que se consagran a Dios y que forman
parte de una congregación religiosa. Muchas veces las personas las llaman "monjas" o
"frailes"…

1.- ¿Qué es eso de "religiosos"?


Los religiosos y religiosas tienen todos tres características en común:
.Han consagrado su vida a Dios mediante los votos públicos de pobreza, castidad y
obediencia en un instituto religioso.
.Viven en comunidades donde comparten su experiencia de fe.
.Renuncian al mundo. Esto no significa que se desentienden del mundo, sino de los afanes
materiales al que el mundo les invita.

2.- ¿Todos los religiosos son sacerdotes?


No. Hay institutos religiosos donde hay sacerdotes y hermanos que no lo son. Existen
incluso congregaciones exclusivamente de Hermanos que no son ordenados sacerdotes.
Tampoco las congregaciones femeninas son sacerdotisas.

3.- ¿Entonces, hay sacerdotes "religiosos" y otros sacerdotes que no lo son?


Efectivamente. Hay sacerdotes que pertenecen a un instituto religioso y otros que no.
Los sacerdotes "diocesanos" no pertenecen a ningún instituto religioso concreto sino a cada
diócesis. El superior de un sacerdote diocesano es el Obispo de esa diócesis donde ha sido
ordenado sacerdote.
Mira la diferencia generales entre unos sacerdotes y otros:

SACERDOTES RELIGIOSOS SACERDOTES DIOCESANOS


Hacen votos públicos de pobreza, castidad y obediencia. No hacen ningún tipo de votos

Cuando son ordenados, hacen promesa de obediencia al Obispo y promesa de celibato.


Viven en común compartiendo las cosas materiales. Si trabajan lo que ganan lo tienen que
entregar a la congregación a la que pertenecen. Lo que necesiten se los suministra la propia
congregación. El sacerdote diocesano puede vivir solo en la casa parroquial. Aunque, si lo
desea, puede vivir en comunidad con otros sacerdotes diocesanos. Vive de su trabajo o del
sueldo que le da el Obispado por la atención a las parroquias.
Renuncian al mundo. El carisma de su congregación marca su vida en servicio a los demás:
dedicación a los enfermos, enseñanza, etc., etc. También lo hace el sacerdote
diocesano; pero el sacerdote diocesano está, tiene que estar, presente en las realidades del
mundo: parroquias, movimientos, etc.
Siguen una espiritualidad concreta: la de su fundador y otros hermanos y hermanas que han
llegado a la santidad. El sacerdote diocesano es muy libre de escoger la espiritualidad que
más le llene en los distintos momentos de su vida. un sacerdote diocesano en un
determinado momento puede seguir una espiritualidad y en otros momentos elegir otra. No
está sujeto a una espiritualidad concreta.

4.- ¿Cuál es la mejor de las dos opciones?


Los seres humanos siempre estamos comparando… En este tema no hay opciones mejores
que otras. Cada persona individualmente tiene que preguntarse dónde le quiere Dios y
actuar en consecuencia.
En la vida de fe el mejor sitio es estar donde Dios nos quiere. Quien es llamado a la vida
religiosa, como religioso, y el que es llamado a la vida diocesana, pues como sacerdote
diocesano. Cada uno debe descubrir el lugar desde donde servir al Señor y a los demás.

5.- ¿Qué es la vida religiosa?


La Vida Religiosa es una forma de vida que ayuda a que se realicen, humana y
espiritualmente sus miembros, desde el seguimiento específico de Jesucristo, a través del
servicio y la presencia en el mundo y en la Iglesia.

6.- ¿Qué es un instituto de vida consagrada?


Son comunidades de personas consagradas a Dios con el único empeño de seguir e imitar
lo que Cristo vivió y predicó. Para lograrlo se reúnen a vivir juntos lo que individualmente
Jesús les confió a través de la vocación personal.

7.- ¿Qué se hace en las órdenes, congregaciones o institutos religiosos?


En síntesis se podría afirmar: la misión de los institutos religiosos es cumplir en el mundo de
hoy el programa de vida que trajo Jesús; su entrega, su sacrificio, su anuncio del reino de
Dios, su amor…
En las congregaciones religiosas se sientan las bases para que sus miembros puedan
realizar un eficaz servicio de amor, mediante una determinada forma de vida espiritual y de
entrega a los demás.
Hay congregaciones que realizan las más variadas actividades. Cada instituto religioso
desempeña las suyas concretas. Todos los campos de trabajo de los institutos de vida
consagrada quedan englobados dentro de estos cuatro grandes bloques:

1.- Contemplativos:
Se dedican a la oración, al estudio y al trabajo dentro de sus comunidades (los
monasterios). Su género de vida es de clausura, es decir, no abandonan sus comunidades
sin motivo verdaderamente grave.

2.- Institutos apotólicos:


Se dedican preferentemente a la predicación, a la evangelización, misiones, enseñanza,
catequesis, estudio y, en general, a todo lo que contribuya a comunicar y proclamar el
mensaje de Jesús.

3.- Institutos dedicados a las obras de beneficiencia:


Tienen como tarea el cuidado de los pobres, enfermos, abandonados, niños, etc…

4.- Institutos seculares:


Sus componentes no se retiran de sus actividades normales, como pueden ser trabajo,
estudio, familia, etc., sino que continúan viviendo las mismas realidades cotidianas.
Permanecen en el mundo con la misión de santificarlo desde sus propias estructuras.

8.- ¿Qué encontrarás en la vida religiosa?


Lo primero que le ocurre a una persona cuando ingresa en la vida religiosa es el
encontrarse con muchas tradiciones, obras, casas distintas, personas nuevas en su vida,
actos propios… Al principio todo esto parece un tanto desconcertante.
El recién llegado puede que se encuentre un poco como "pez fuera del agua". No sabe a
ciencia cierta si llegará a adaptarse… En la mayoría de los casos, todo esto se soluciona
con el tiempo y la asimilación progresiva del nuevo tipo de vida. Hay que saber aceptar lo
que no podemos cambiar, pero también hay que ser radicales en el amor que nos viene de
Dios.
Cada fundador ha tenido una visión muy particular al crear una nueva congregación. Los
que optan por una u otra congregación religiosa tienen que saber identificarse con el
carisma del fundador transmitido por dicha congregación.

9.- ¿Qué es el "carisma" de una congregación?


La palabra "carisma" viene de la lengua griega y significa algo así como el "don de gracia".
Dicho en otras palabras: es el don, la gracia que Dios concede a una persona para
provecho de la comunidad. Cada uno, según el don que Dios le ha dado, sirve a los
hermanos en comunidad.
Los carismas se dan en todos los creyentes de la Iglesia.
Cuando se habla de "carisma de una congregación" se quiere significar cuál es la finalidad,
la misión o identidad de un instituto concreto, cuál es su objetivo en la Iglesia y en el mundo.
Cuando se hace la pregunta: "¿cuál es el carisma de la congregación?" , se está
preguntando por el trabajo y la vivencia espiritual que una congregación realiza en la Iglesia,
por su estilo de vida, por las motivaciones profundas que le impulsan.
Dedicarse a la enseñanza, a los enfermos, a las misiones, etc. con "carismas" específicos.

10.- ¿Cómo se "gobierna" una congregación religiosa?


Como cualquier grupo humano, los religiosos también tienen unas reglas que regulan su
vida de comunidad, si bien, ciertamente, hay una diferencia clara entre la reglamentación de
los religiosos y cualquier otra.
Algunas veces se han entendido estas reglas como cercenadoras de la libertad de las
personas que optan por este estilo de vida. Nada más lejos de la realidad. Quien opta por
Jesús de verdad, ve el auténtico significado que supone el tener unas normas concretas
que contribuyen a hacerle más libre y más cercano a las realidades de Dios y de las
personas en general.
La principal norma o regla de vida de los religiosos es el Evangelio. En él se encuentra la
luz de la Palabra de Dios que estimula su caminar.
El principal "Superior" es Jesús. Mediante su presencia en la comunidad, intenta servir
mejor con su vida a la causa del reino de Dios en el mundo de hoy.
Existe, no obstante, una serie de normas concretas que orientan esa vida de comunidad y
de fraternidad:

1.- Código de Derecho Canónico:


En él se contienen las normas generales para todos los institutos de vida consagrada. Son
normas de derecho universal y tienen validez para toda la Iglesia católica de rito latino.

2.- Normas locales:


Son las promulgadas por cada obispo del lugar donde está ubicada una casa religiosa.

3.- Las constituciones:


Son las normas propias por las que se rigen un instituto religioso. Cada congregación tiene
sus constituciones:

• Si estas constituciones están aprobadas por el obispo de la diócesis, esta congregación se


llamará de "derecho diocesano".

• Si las constituciones, en cambio, han sido aprobadas por la Santa Sede, se llamará
congregación de "derecho pontificio".

11.- ¿Quién "manda" en las congregaciones religiosas?


En cada congregación existe una serie de misiones o cargos que están concebidos, desde
el principio de la Iglesia, como realidades al servicio de los hermanos. Los superiores
alientan, desde su puesto, con la fuerza del Espíritu que actúa entre todos los religiosos, y
animan a las comunidades, orientan y estimulan desde el servicio a los hermanos…
Estos servicios son:

• El Superior General de una congregación religiosa:


Es, después del Papa, el responsable de toda congregación en el mundo entero. A su vez,
el Superior General está asesorado por unos consejeros generales.

• El Superior Provincial:
Cada congregación religiosa está dividida en Provincias religiosas. Los límites de cada
provincia no tiene que coincidir con los límites sociales o políticos. Cada congregación
establece sus propias Provincias religiosas.
El superior Provincial tiene la responsabilidad directa de la actuación de una congregación
en un país o zona determinada. También el Superior Provincial está asesorado por unos
consejeros provinciales.

• El Superior Local:
Tiene la responsabilidad directa de servir a los hermanos de una casa determinada.
Asimismo, el Superior Local está asesorado por unos consejeros locales elegidos por la
comunidad.

12.- ¿Quién puede ser religioso?


Ante todo conviene entender que existe una llamada universal a la perfección cristiana.
Todo cristiano está llamado a seguir el ejemplo de Jesús. Dentro de esa llamada universal a
la perfección, hay algunos miembros de la comunidad de la Iglesia que, a través de la
vocación, optan por un seguimiento de Cristo en la vida religiosa.
Para ser religioso o religiosa, por tanto, es necesario tener vocación a este estilo de vida: a
estar dispuesto a compartir con los demás la propia existencia, a encontrar sentido a la vida
en comunidad para el seguimiento de Jesús, a ser capaz de adoptar unos compromisos
concretos de vida espiritual y material…

Los requisitos que se exigen para ser religioso o religiosa son:

Ser católico/a, estar bautizado y confirmado.


Tener vocación y recta intención.
Tener buena salud psíquica y física.
Poseer un carácter adecuado y madurez suficiente proporcionada a la edad.
Tener cualidades suficientes para seguir el camino elegido.
Tener más de diecisiete años de edad.
Estar soltero o viudo.

Que la opción por la vida religiosa sea algo totalmente libre. Que la persona sea capaz de
ajustarse a las normas de la congregación elegida.

13.- ¿Qué tengo que hacer para llegar a ser religioso/a?


En primer lugar, tienes que descubrir en ti la llamada del Señor: la vocación. A través de ella
entenderás tu misión de servicio a la comunidad y cuál es la voluntad de Dios para tu vida.
Para ayudarte a descubrir tu vocación te podrá orientar algún sacerdote, religioso, religiosa
o cristiano convenientemente formado.
Una vez que haya realizado el oportuno discernimiento vocacional y descubierto la voluntad
de Dios en tu existencia, tienes que dar un segundo paso, que es el de localizar un instituto
de vida consagrada, en el que tú creas que vas a poder realizar la misión de servicio que
Jesucristo te ha encomendado de manera particular.
Por lo general, tendrás que iniciar un contacto con la congregación que hayas elegido. Este
contacto bien puede ser personal o bien por carta o correo electrónico.
Una vez mantenido un contacto más o menos largo pasarás al postulantado, que dura
alrededor de seis meses, aunque esto depende del Superior que te haya admitido.
Finalizado el periodo de postulantado ingresarás al Noviciado.

14.- ¿Qué es el Noviciado?


Es un periodo de prueba. Es el equivalente al noviazgo en la relación de pareja.
En este tiempo de noviciado conocerás cómo es el instituto religioso al que pretendes
ingresar: su estilo de vida, sus formas de apostolado, su historia, su espiritualidad, etc.
El noviciado tiene una duración de un año como mínimo y dos años como máximo.
Durante este tiempo reflexionarás, calcularás tus fuerzas, orarás, conocerás las ventajas de
tal forma de vida religiosa y también sus inconvenientes…
Todo lo que aprenderás en el noviciado te lo enseñará un religioso que de manera especial
te acompañará mientras dure tu época de novicio. Este religioso o religiosa es el maestro/a
de novicios/as. Él estará a tu lado en este año, o dos años (depende de cada
congregación), y te hará conocerte más a ti mismo y a la congregación a la que pretendes
ingresar después del noviciado.

Para ingresar en el noviciado necesitarás presentar:

Certificado de bautismo.
Certificado de confirmación. Asimismo, los superiores te podrán exigir cualquier otro dato,
documento o información que consideren oportuno.
El noviciado es también un tiempo de formación. En este tiempo de formación convivirás en
comunidad con otros compañeros que tienen tus mismas inquietudes de servir a la Iglesia y
al mundo. La fuerza de Dios les ha hecho comprender que el servicio a los hermanos es el
mejor de los caminos…

Tú irás profundizando en tu vocación. Irás clarificando mejor tu camino. Poco a poco tus
dudas tendrán respuestas. En definitiva, te formarás para conocerte mejor en tu relación
hacia Dios y hacia los demás.
Este periodo, tan importante en la vida de un aspirante, requiere toda tu atención y todo tu
esfuerzo. Por ello, durante el noviciado no se pueden realizar ningún tipo de estudios con
validez académica.
En el tiempo de noviciado no adquieres ninguna obligación estricta con la congregación y
por lo tanto, en cualquier momento puedes abandonar el noviciado; o bien, la congregación
puede despedirte.

15.- ¿Qué es la "profesión religiosa"?


Has estado uno o dos años en el noviciado. Ya conoces la historia, la espiritualidad, el estilo
de vida de la congregación de la que pretendes formar parte. Has conocido los aspectos
positivos y también los defectos humanos de los componentes de la congregación que has
elegido. Igualmente has conocido tus propios defectos y tus buenas cualidades. Pero Dios
ha podido más. Has decidido dar un paso muy importante en tu vida: quieres ser servidor de
tus hermanos y de los hombres y mujeres de este tiempo. Dios y tú han hecho un singular
pacto de amor: Dios te dará la fuerza de la fe. Tú pondrás tu libertad a su servicio, porque
sabes que donde hay amor siempre hay más libertad…
Llega el momento de tomar una decisión bastante seria: optar conscientemente por ser
religioso o religiosa, esto es la "profesión religiosa".
Ha llegado el momento de hacer la Primera Profesión.

16.- ¿Qué es la Primera Profesión?


Una vez terminado el periodo de noviciado satisfactoriamente, podrás hacer la primera
profesión. Para ello deberás reunir los siguientes requisitos:

Tener dieciocho años como mínimo.


Haber hecho válidamente el noviciado.
Ser admitido a la primera profesión libremente por el superior.
Que la primera profesión sea hecha libre y voluntariamente por tu parte. Con la primera
profesión te incorporas a una congregación religiosa como miembro activo y asumes todos
sus deberes y derechos. Una vez que has hecho la primera profesión ya eres religioso/a.

17.- ¿Qué es una profesión "temporal" y que son "los votos"?


La primera profesión es una profesión "temporal", esto es: cada año, el mismo día que has
hecho la primera profesión, tendrás que renovarla. Podrás ir renovando la profesión (tu
voluntad de seguir en la congregación) por un periodo de hasta nueve años. Llegados los
nueve años como máximo de renovaciones temporales, tendrás que hacer la profesión
perpetua o abandonar la congregación.
En la primera profesión asumes por primera vez y públicamente tus tres votos de:
pobreza, castidad y obediencia.

Estos tres votos te comprometes a cumplirlos por espacio de un año, si son votos
temporales, y para siempre, si sin votos perpetuos, que son los que se hacen en la
profesión perpetua.

18.- ¿Qué es la profesión "perpetua"?


A partir de la primera profesión, ya eres religioso/a.
Ha pasado ya cierto tiempo desde aquel emocionante día de la primera profesión. Ahora
estás estudiando y formándote para el sacerdocio u otra especialidad técnica. Puede ser
que ya estés insertado en una comunidad de vida, trabajo y oración. Cada año renuevas tus
tres votos que estás viviendo en comunidad…
Con la profesión "perpetua" te comprometes definitivamente, de por vida, con Dios y con tu
instituto religioso. Después de hacer la profesión perpetua, ya no tendrás que hacer más
renovaciones temporales, sino que has optado de por vida por el ideal y seguimiento de
Jesucristo dentro de la vida religiosa, para amar y servir a los hombres y mujeres de nuestro
tiempo.
Para hacer la profesión perpetua se necesita:

Haber hecho la profesión temporal al menos durante tres años.


Ser admitido por el Superior Mayor.
Que seas libre al hacerla.
Tener al menos veintiún años de edad.
Que la profesión perpetua sea recibida por el superior legítimo.

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