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REVOLUCIONARIO UNIDOEDITORIA
EL ETNOCAERISMO COMO DOCTRINA
No podemos analizar la realidad politica, social y econémica de nuestro pais, sin dejar
de mencionar al etnocacerismo como movimiento politico contestatario, en respuesta
a.un sistema neoliberal explotador y entreguista que sigue los designios del gobierno
depredador de Washington.
Es en ese contexto politico social y econémico que nace el Etnocacerismo como
dootrina politica caracterizada por el nacionalismo étnico que evoca tanto el poderio y
la identidad de! Imperio inca como el nacionalismo de las Fuerzas Armadas Peruanas
de la época republicana. El primer pilar del etnocarecismo es la reivindicacién de la
raza cobriza (indigena americana), que mas tarde que nunca volverd a gobernar este
pais de hondas contradicciones.
El segundo pilar del etnocacerismo es el nacionalismo, por ello tiene como simbolo
representativo del movimiento al héroe de la Brefia, Andrés Avelino Caceres, "el Brujo
de los Andes" quién encabez6 la resistencia del Ejército peruano en la sierra, durante
la invasion chilena en la Guerra del Pacifico (1879-1883)
Siendo suspllares ideolégicos la reafirmacion de la identidad andina, lanacionalizaci6n
dela industria pervana, la legalizacién del cultivo de la hoja de la coca junto a una lucha
implacable contra el narcotrafico. Ser un pais bilingie (donde el quechua y el espafiol
sean cooficiales) y tener como referencia el Gobierno del General Juan Velasco
Alvarado (1.968-1 377), impulsordel Gobierno Revolucionario delas Fuerzas Armadas.
En una reciente entrevista que diera el mayor Antauro Humala, sefiala los pardmetros
del etnocacerismo como ideologia que busca reivindicar a las etnias de estirpe cobriza,
en especttico al conglomerado poblacional de ascendencia kechuaymara, tomandolas
hegeménicas en e! campo politico-cultural. Lo cual implica concretar bajo pautas
6tnicas la edificaci6n de una "ll Republica” cuyo Estado en vez de representar al pais
superficial o "postizo" representa al pais genuino o profundo
Estos son los objetivos politicos, en cuanto a lo ideolégico, el etnocacerismo se
enmarca dentro de una categoria superior que denominaremos "etnonacionalismo" en
el cual se antepone el facto etnocultural al factor clasista (lucha de clases): Manco
CApac antes que Karl Mark y Adam Smith. Especificamente por haber emanado de los
cuarteles -durante los dias mas crudos de la Guerra sucia -como respuesta a la
"pentagonizacion’ castrense que aplicaba las formulas del Fart West y Vietnam contra
nuestros gruesos poblacionales
El término "etnocacerismo" surge del binomio compuesto por "etnia Y "Caceres, el
primero reivindica el mestizaje, eje rector cultural de “todas las sangres" en su
expresion de Estado Soberano; y el segundo término ("Cacerismo") porque en la
crénica republicana, la campafia de la heroica de la Brefia liderada por "tayta" Caceres.
Es en seguimiento de aquella senda genuina, que en Locumba como en Andahuaylas
insurgié una milicia reservista en contra del Estado criollo pro-extranjero, a manera de
“militarismo tropero y popular" en contraparte contra un sistema corrupto, entreguista
yexplotador.
El Director
Diciembre 2016Evocando con el Mayor Antauro
Humala el origen del Etnocace-
rismo y la Epopeya historica dol
Locumbazo y Andahuaylazo
A 16 afios de Ia rebelién reservis-
ta-militar de Locumba (Fuerte Ari-
ca - Tacna), gqué sentimiento le
embarga, dada la posterior traicion
de su hermano Ollanta?
Primeramente satisfaccién, pues de
ahi emergié el avatar del movimiento
resenvista, base militante del etnoca:
ccerismo y -ala vez- vanguardia ejecu-
tiva del autentico “nacionalismo de
‘ADN" en segundo lugar, amargura por
la vieza de un comandante que final:
mente se devel6 como pobre diablo.
~Cémo un "Cosito”
Un tipo despreciable, por supuesto:
lo cual -en aquel entonces- no pude
anticiparlo, lamentablemente.
Acaso se puede ser tan misera-
ble de dejar en prisién alos reser-
vistas y al mismo hermano, sus ca-
maradas de armas y de rebelion,
al no indultarlos, estando en la
presidencia de la Republica gra-
cias al esfuerzo de éstos?
‘Aunque monstruoso, es una realidad
que -por cierto- nos ha costado harti-
simo superar y que finalmente hatem-
plado ain més a la siempre leal y
abnegada militancia reservista.
Valid la pena el Locumbazo?.
Al igual que el Andahuaylazo (que es
su continuidad), por supuesto que si
‘Ambas rebeliones etnocaceristas ge-
neraron el resurgimiento histérico de!
nacionalismo, opacado desde la cal-
da del régimen velasquista (1975),
Pero lo que ustedes construyeron
lo traiciono Ollanta.
Anélogo a lo construido por Velasco
traicionado por otro felén como Mora
les-Bermidez,
‘Ambos ex-presidentes "felones”
estan con un pie en prision: Mora-
les-Bermiidez tiene un pedido de
cadena perpetua (lesa humani-
dad) por la Fiscalia italiana, y
Ollanta conjuntamente con Nadi-
ne como “cabecillas de una red
criminal" (sic), a consecuencia de
Capitulo I
«FUERON LOS
RESERVISTAS QUIENES
POSIBILITARON EL
RESURGIR DEL
ETNONACIONALISMO,
SIN JAMAS TRAICIONAR»)
ANTAUROlos millonarios montos de las
agendas. {No le parece suma-
mente significativo?
En Morales-Bermddez el cargo no
deja de ser de indole politica. En
Cosito-Heredia el cargo es propio de
delincuencia comin: por rateros. Y
claro que resulta signiicativo, consi-
derando que todo el resto de *presi
deniillos viadiconstitucionales": Fu-
jimori, Toledo y Garcia, como Cosi-
to-Heredia, estan inmersos en casos
de corrupcién, uno ya preso y el res
to, particularmente Cosito y Toledo,
ad-portas de eso.
Retomando el tema de! Locumba-
20, diganos gde quién(es) fue la
iniciativa?
Si bien es cierto que desde subte-
niente recién egresado de la Escue-
ta Militar incubaba la idea de una re-
belién reivindicadora det nacionalis-
mo velasquista, fue recién de tenien-
te que -conjuntamente con otros cin-
co promocionales- fundamos la "Lo-
gia Etnocacerista’ (1989) con el ob-
jetivo especifico de dar un golpe de
Estado; sin embargo, el avatar sen-
derista determinaba entonces que
todos los oficiales de la Logia sea
mos destacados a las zonas de
emergencia. No pasdbamos, puss,
de la conspiracién, cada cual como
jefe de patrula en su respectiva base
contrasubversiva
EY el Servicio de Inteligencia, que
“seguramente- seria mas eficien-
te en las zonas de emergencia?
Precisamentefuimos detectados, de-
Diciembre 2016
tenidos e investigados en los sétanos
del SIE (Servicio de Inteligencia del
Ejército). Eso fue en el verano de
1990: estaba destacado en un Bata-
lién Contrasubversivo acantonado en
Jauia y acababa de tener un enfren
tamiento armado con los senderistas,
‘cuando recibo la orden de constituir
me inmediatamente ante el Coman-
dante General de la Region Militar del
Centro. Obviamente lo atribui a que
Seguramente habia un importante
“mando terruco" entre los muertos del
enfrentamiento, pero no era por eso,
sino porque Contrainteligencia habia
descubierto la existencia de la Logia.
¢Pero acaso no los debieron dar
de baja?
De eso nos salvé el mismo Jefe del
SIE, el coronel Rafael Cérdova Rive:
ra, cuyo informe final consideraba que
“el etnocacerismo no constituia un
peligro para el Ejércilo”. Pero, atin
con dicha absolucion, el Comandan-
te General del Ejército (Zegarra.....),
nos sancioné a todos.
‘Algo sumamente “raro”, por de-
cir lo menos, en la plenitud de la
guerra intern.
Debo precisar que en el verano del
80, aunino gobernaba Fujimori (Io hizo
a patir del 28 de Julio de ese aro),
como que tampoco Montesinos tenta
injerencia alguna en el sistema de in-
teligencia. E1SIN era SIN y no soplo-
neria. Ademas el coronel Cérdova era
tn tipo culto, preparado y... naciona:
lista. Hasta simpatiz6 con los tenien-
les etnocaceristas.
"a doctrina
contrasubversiva era
inoperante en la medida
que era calcada y copiada
de los manuales del
Comando Sur del US Army,
cuyos pilares se
sustentaban en las guerras
indias del Far West
(eminentemente etnocidas)
y en la guerra contra el
Vietcong.’
Pero ustedes podian ser hasta acu-
sados de simpatias con los sen-
deristas, habida cuenta que de al-
guna manera también el etnoca-
cerismo propugnaba un cambio
revolucionario, gno lo cree asi?
Definiivamente eso fue lo primero que
pensaron en el SIE, pero -en los he-
chos- resultaba que esos mismos
tenientes se desempefaban muy
aguertidamente en el combate con-
tra Sendero y el MRTA, ocasionén-
doles hartas bajas en enfrentamien:
to. Ello determinaria finalmente nues-
tra absolucion.
eY cual era el planteamiento et-
nocacerista ante la guerra contra-
subversiva?
Arrancabamos de la premisa que la
‘doctrina contrasuibversiva era inoperan-
teen la medida que era cakcada y co-
piada de los manuales de! Comando
Surdel US Army, cuyos pilares se sus-
tentaban en las guerras indias del Far
West (eminentemente etnocidas) yen
la querra contra el Vietcong, Loque-a
nuestro entender- explicaba el "tert
rismo de Estado” aplicado por las
FFAAy FFPP en las zonas de emer-
gencia, via las decenas de fosas co-
munes de ADN cobxizo.
Corroborado por la Comision de
la Verdad y Reconciliacion (CVR),
una década después..
Gierto, puesto que la CVR alude al
"aspecto étnico” (lo llama racismo)
‘como uno de ios principales causales
del terorismo de Estado aplicado por
los batallones contrasubversivos,
zPero qué planteaban los tenien-
tes etnocaceristas?ATE oe
aetna
open i
ie)
Cr
Que Ia doctrina importada debia ser
nacionalizada. Entonces venia la car
ga palitico-ideoiégica: el Ejército de-
bia retomar el Poder, reivindicando a
\Velasco para culminar las ransforna-
ciones frustradas por a traicién de
Morales-Bermidez. Ello implicaba
revivir aquel binomio Pueblo-Fuerza
‘Armada, que a aislaria a la subver-
si6n armada de todo apoyo popular.
En sintesis, planteabamos que el
Ejército debia liderar el proceso de
transformacién social, quiténdole e!
agua poblacional al pez insurgente,
analogizando a Mao,
2Y los generales de entonces no
‘se "horrorizaban"?
Para nosotros era irrelevante. Aca.
's0 se ha visto un general en Locum:
bao en Andahuaylas comandando a
la Reserva Etnocacerista? Los gene.
rales eran los mas chicheriés con la
doctrina traducida de! inglés al cas:
tellano, ademas jamas habian com-
batido y no tenfan nada que ensefiar
a los tenientes jefes de patrulla. Y es
que la guerra intema fue, ante todo,
una "guerra de tenientes’. Hubo mu:
ccho de contlicto generacional
Bajo el régimen de Fujimori,
como siguié desarrollandose
"el Ejército debia retomar
el Poder, reivindicando a
Velasco para culminar las
transformaciones
frustradas por la traicion
de Morales-Bermudez. Ello
implicaba revivir aquel
binomio Pueblo-Fuerza
Armada, que a aislaria a la
subversién armada de
todo apoyo popular. *
aquella Logia Etnocacerista?
Hubo qué sobrevivir camuflandose
‘como “oficiales del montén". Entién:
dase que con Montesinos a la cabe-
2a del Aparato de Inteligencia (del que
fue dado de baja el coronel Rivera,
que era una especie de mentor nues:
to), mas atin después del autogolpe
del 5 de Abril, la soploneria llagd al
nivel tal en que la mitad del Ejército
vigilaba a la otra mitad. Recuérdese
que el conato de rebelién del general
Jaime Salinas Sed6 habia creado un
descomunal estado de descontianza
or parte del "General Victorioso"
(Hermoza Rios) y su séquito de via-
digenerales hacia el gran resto de la
Oficialidad. De aquella primigenia Lo-
gia tres tenientes murieron en las
zonas de emergencia, dos se fueron
de baja y solamente quedé yo.
Pero lo dieron de baja, finalmen-
te, en Enero 98...
Habiendo ascendido recién a Mayor
@ ingresado a la Escuela Superior de
Guerra, El ascenso-en la carrera- de
un oficial conocido coma “antisiste
ma" preocuba al Comando del Ejér
cito. Es asi que mi Resolucion de Baja
invitacion al retro") la firman Hermo-
za (Comandante General), Saucedo
(Ministro) y e! mismo Presidente Fu:
jimori (cuando apelo): toda una con:
decoracién.
Su hermano Ollanta, gacaso no
fue vinculado también al etnoca-
cerismo?
Nunca pertenecié a la Logia. No tenia
inguietud politica y, en verdad, era un
ficial mediocre. No obstante, recaia
sobre él, como “hermano del etnoca-
cetista’, a sospecha respectiva
zEntonces cémo asi termina
Comandando con Ud. el Locum-
bazo?
Por sola necesidad, m
ANTAUROCapitulo II
LOCUMBA:
LA TERCERA INTENTONA
REBELDE
"Ya en el retiro y obviamente sin mando de tropa, percibi
la necesidad de contar con algiin oficial, de preferencia
con el grado de Comandante, para asi poder contar con
un batallén de soldados....
Pero su hermano no era etnoca-
cerista..
No existfa vinculo ideolégico, pero si
de sangre. Entiéndase que en aque!
entonces ain no se manifestaba en
su faceta ruin.
gAcaso esa faceta la adquirio o se
le manifesto "gracias" a Nadine?
Es muy posible.
Por lo visto, convencié finalmen-
te a Ollanta para el desenlace et-
nocacerista de Locumba. Inclusi-
ve suscribe el Manifiesto elabora-
do por Ud.
Lo de Locumba, a decir verdad, fue
la tercera intentona rebelde que efec-
tuamos en los dos afios comprendi-
dos entre mi baja y el 29 de Octu-
bre. Claro que me cost6 convocar y
convencer no solo a él, también
como a dos docenas de oficiales
entre los grados -entonces- de ma-
yores y comandantes,
{Qué paso con dichos oficiales
‘conspiradores, porqué no le si
guieron en Locumba 0 -mas tar-
de- en Andahuaylas?
Es interesante: el gran escollo que
determiné que las dos intentonas an-
teriores se frustraran en las mismas
visperas, era la estructuracién men-
tal del cachaco, al cual cuando se le
planteaba la posibilidad insurreccio-
nal, lo primero que preguntaban era
*Zqué general lo comanda?”. Era casi
imposible 'desanuevarlos", explican-
doles que el "viadigeneralato”(enton-
‘ces en su apogeo de poder) era parte
del problema y no de la solucién: que
ta rebelién la comandariamos noso:
{ros mismos. Ademas acababa de
darse el caso de comandantes insu-
rrectos en Sudamérica: Hugo Chavez
y Lucio Gutiérrez
No fue suficiente la explicacién...
Noimportab, pues luego perciby que
mas importante que la aficialidad com:
prometida, era la tropa y/o reservis-
tas en cuanto fuerza ejecutante.
Por lo que decidié concentrarse
de lleno en el batallén de su her-
mano mayor.
Y simultaneamente en convocar a
mms ex-soldados (reservistas) que me
acompajiaron en las Zonas de Emer-
‘genciay enlas operaciones dela que~
tra contra el Ecuador. Fusron ellos
‘quienes posibiltaron, a la postre, el
Locumibazo, el Andanuaylazo y et re-
surgir del etnonacionalismo en el
Peri
ePero, acaso 2 oficiales, 1 subofi-
Cial, 52 soldados y 17 reservistas
podian dar un golpe de Estado
desde Locumba?, zno era desca-
bellado?
‘Toda rebelién lo es, més ain si se
genera desde el interior mismo del
aparaio armado del Estado. Sin em-
bargo, esa rebelidn no constiufa -des-
de nuestra perspectiva-un "golpe de
Estado"
2¥ entonces qué?...
Un "contragolpe", puesto que se opo-
iia al Fujigolpe de! 92. Por consi-
‘uiente, la legalidad la considerdba-
mos de nuestra parte, en funcién al
Articulo titimo de la Constitucién na-
cionalista del 79. Pero ademas de la
cuestién constitucional, habia el co-
lapso moral del Estaco Viacifyimo-
fista, lo cual arrastraba al Ejército
mismo, dado que rompia la cadena
ética del mando, desde su cispide
misma.
zEntonces se decide la captura
del "Fuerte Arica” (6ta. Division
Blindada / Locumba - Tacna)?
Se capturé la Mina Toquepala
(Southern), para lo cual debi6 previa-
mente saiirel convoy rebelde de Fuer-
te Arica. El principal problema “téc-
nico" era el cémo sacar al batalién
sin despertar sospecha: por lo que
ledije a Ollanta que gestionara la au-
torizacién para un “vivag” en el de-
sierto, con fines de instruccién al per-
sonia de tropa.
2Y la corporacion de oficiales de
‘aquel batallén formaban parte del
plan rebelde
Debié ser asf, pero para ello era ba-HISTO!
sico que el Comandante fuera lider.
Ollanta no lo era. Sus oficiales no lo
seguian... No se cont6 con ninguno,
éPero la participacion de la ofi-
Cialidad no era fundamental?
Loverdaderamente fundamental eran
los soldados, la tropa. Ademas con
los dos tinicos oficiales que éramos
suficiente para un contingente de 70
hombres, con los cuales debiamos
salir del Fuerte, enrumbando hacia
Toquepala, donde -emulando a Velas-
cocon la toma de Talara- debla darse
lectura al Manifiesto Rebelde: hacer-
se fuertes ahi para luego seguir en.
rumbando por a serrania, en""marcha
de remembranza etnocacerista” (sic),
con el objetivo de captar reservistas,
voluntarias, inerementando nuestro
efectivo para disuadir o dificultar al
maximo toda operacién bélica por par-
te del Aparato Armado (FFA y FFPP}
de! Estado viaciconstitucional
ZEn qué momento captura, Ud.
Mayor, al General Bardales, Co-
mandante General del "Fuerte Ari-
ca"?
En la media cussta entre Camiara y
Toquepala, donde se detuvo el con-
voy rebelde por motivo de desperfec-
to mecanico de uno de los camiones.
pporta:tropas. Humeaba el radiador, por
lo que -acompariado por dos solda.
dos y un reservista- me dirigi en jeep
a buscar agua. A los 20 minutos re-
tomaba, encontrandome con una si
tuacién critica: en ese interin el Ge-
neral Bardales, acompafiado por el
coronel Chaparra (Jefe de Estado
Mayor) y una pequefia escolta moto-
rizada, dieron alcance al convoy para
conminarloa la subordinacién y al re-
tomo. Eran las 4:30 AM del 29 de
Octubre. Habian descendido del ve-
hiculo y se observaban con Ollanta
que estaba a un metro de estos, to-
dos de pie, y las tropas con el arma
fen ristre parados en las tolvas de los
vehicules. Las miradas eran de ten-
sin y sorpresa, en la que era vila
anticiparse a que el general el coro-
nel, mediante una orden enérgica
acompafiada de un estruendoso "jca-
rajol’, tomase el mando de la tropa,
Entonces procede a capturarlos...
detante de la tropa.
Exactamente. Desenfundé y le apun
16 en la sien al general, ordenandole
que colocase las manos detras de la
rnuca y -simulténeamente- indicéndo-
le al Comandante (Olianta) que des-
armara al Coronel. Al mismo tismpo,
mis reservistas apuntaban con sus fu
siles a la escolta de! General, desar-
mandolos en el acto. Se les hace pr:
sioneros.
Con el Jefe de la Guarnicién cap-
turado, se facilitaba la captura del
enclave minero...
No tanto, pues el convoy seguia plan-
tado por ja averfa de uno de los porta-
tropas. Habia necesidad de algo mas
que agua para su arregio. Es enton.
ces que decido adelantarme con la
camioneta del General, con é! como
‘conductor (apuntado con un arma) y
6 reservistas en la tolva, hasta et in-
greso de la Mina.
‘Cuya seguridad estaba a cargo de
un oficial retirado, promocional
de su hermano, y que luego (con
Ollanta de presidente) seria nom-
brado jefe de la DINI: gGémez
Rodriguez?
No. La seguridad estaba a cargo -efec:
tivamente- de un oficial retirado, pero
1no de la promocién de Ollanta. Era
Luis Sotelo, que fue mi técnica (ca-
dete de 4to. Afo) en la Escuela Mil
tar. Una vez apoderado del control de
ingreso, mandé avisar y el convoy, con
un vehiculo menos (y su tropa reaco
modada en los otros portatropas). in-
gresaba a Toquepala.
‘Sin embargo, Mayor, se hablo de
que todo eso fue una "cortina de
humo" para solapar la fuga de
Montesinos en el velero "Karisma",
asimismo existieron Ilamadas te-
lefonicas desde el velero a "Fuer-
te Arica’
‘Aquellas llamadas telefnicas desde
el Karisma, por el ya prolugo Mon-
tesinos, todas fechadas el 29 de Oc:
tubte desde las 8:30 AM, son efec-
tuadas cuando el convoy rebelde es-
taba ya en Toquepala, a 89 kms. de
Fuerte “Arica’, a cuya Comandante
General -Bardales- llamaba Montes
‘nos. No fueron, pues, para ‘coordinar
la cortina de humo’, sino -por ldgica
elemental- que el profugo, recién en-
terado (en allamiar) de lo acaecido en
Perti, debi indagar al respecto, efec-
tuando tales llamadas para estar al
tanto (fel al estilo de hombre de inte-
ligencia) respecto de quién(es) eran
los que se rebelaban, sia favor o en
contra suyo, y el resto de informacién
basica que en su rol de préfugo inter
nacional le interesaria,
‘Algo que corrobora lo dicho por
Ug., e5 que el Manifiesto es total-
mente contrario a Fujimori como
a Montesinos y la Cupula Militar
de entonces, llegandolos a cal
car de “delincuentes y traldores”
Cierto. Pero ademas, en dicho Mani
fiesto, confeccionado dias antes (en
Lima}, figuraba el nombre de José
Villanueva como Comandante Gene-
ral del Ejércto, cuando ya -desde el
27 de Oct.- habia sido relevado por el
Gral. Walter Chacén Malaga (padre
de la actual congresista fujmorista).
ANTAURODe ello no pude enterarme, por hallar-
me en ruta hacia Tacna, junto con mis,
reservistas y el suboticial Amilcar.
En todo caso, fue coincidencia
que por esa fecha se dieran esos
dos eventos de rebelion y de
fuga...
Tampoco: la rebeli6n -sihemos de ser
precisos en las fechas- empez6 el 28
de Octubre y no al cia siguiente (29),
pues es a las 23:00 hrs. del 28 que
yo, conjuntamente con Ollanta y 6 re-
servistas mas e! suboficial Amilcar
Gomez (a quien traje de Palacio de
Gobierno, donde brindaba seguridad)
ingresamos al "Fuerte Arica’, para -
recién ahi- levantar, armar y embar-
car al contingente de tropa del Grupo
de Artilleria Antiaérea 501
EY desde Toquepala, no preveian
que serian cercados?, gPor qué
permanecer hasta la tarde ahi,
dando tiempo a los contingentes
militares circundantes para ro-
dearlos?
Desde ahi debia emitirse e! manities-
to Rebelde, repito, y permanecer
como desafio politico al Régimen,
aunque sea por ciertas horas. Es por
Diciembre 2016
el atardecer que el convoy, reorgani:
zado con vehiculos nuevos “contisca
dos" a la Empresa Minera extranjera,
reemprende ruta hacia el altipiano, en
direccién al valle de Carumas, en la
serrania moqueguana limitrafe con
Puno. Asimisma, llevabamos con no-
sotros al General capturado.
4Cémo fue la reaccién de la tro-
Pa y de los reservistas al perca-
tarse que no se trataba de una
marcha de instruccion sino de una
rebelién militar?
La tropa, en su mayorfa reciuta, es
taba sorprendida y algo desorienta:
da, més atin, al ver a un Mayor (el
suscrito) desconocido y que daba ér-
denes por doquier. No era una tropa
bien formada con confianza ciega en
su Comandante (Ollanta): lo cual de-
terminaria su gradual deserci6n a
medida que transcurrian los dias de
persecucién. Y es que cuando se
avistaban los helicépteros, atin a lo
lejos, entraba esa tropa en casi des-
esperacion, descendiendo a los ba-
rrancos. Ello implicaba retraso en el
itinerario a seguir. En cambio los te-
servistas, veteranos y mas curtidos
en eluso de las armas, estaban -tam-
No era una tropa bien
formada con confianz:
iega en su Coman
(Ollanta); lo cual
ja su gradual
jon a medida que
los dias de
bién- mucho més consolidados polit
camente, Ellos visualizaban una re
belién de visos revolucionarios, em-
pezando por resarcir el problema del
desempleo (que les agobiaba), en
‘cuanto principal problema del pais. En
comparaci6n, los soldaditos solo as
piraban a su buena palla, su propina
y que les licencien lo mas pronto po
sible. Todo ello determinaria que la
robelién fuese monopolizada, a medi
da que transcurriesen los dias y las
deserciones de tropa, por puros con:
tingentes reservistas que voluntaria
mente s° nos fueron uniendo a los
ppooos rebeldes que atin quedébamos
errantes por las crestas proximas al
volean Ubinas.HISTO!
Capitulo II
LA PERSECUCION
Y LAS DESERCIONES
“Ollanta, desde el cuarto dia, ya estaba escondido
en la iglesia de Moquegua.
Pero acaso Ia persecucién de la
que eran objeto no se daba en las
serranias?, inclusive fue publica
presencia del Dr. Santisteban de
Noriega, flamante Titular de la ro-
cientemente creada Defensoria
del Pueblo (DP)
Santisteban lo hallé en la Iglesia,
2A parte de ellos dos, hubieron
testigos que pudieran corroborar
dicho encuentro, dado que San-
tisteban murié?
Mi otro hermano, Ulises, como la
misma Nadine, quienes viajaron a
Moquegua para indagar sobre el pa-
radero de sus parientes, para lo cual
fueron ayudados por la DP. Los tres
(Ulises, Nadine y Santisteban) se en-
contraron con Ollanta, el cual ya es-
taba de civil
Eso nunca se supo; sin embargo
cabria preguntar gporqué dicho
ocultamiento, nada menos que de
parte de la DP?
Entiendo que el Defensor Santisteban,
considerando que la caida delrégimen
€a prioritaria, opts por callar a fin de
no refrenar el creciente apoyo popu-
lar de la rebelién, habida cuenta que
centenares de reservistas, organiza-
dos en secciones y hasta por com-
ppanias, subfan alas alturas para unit-
ssenos, alos poquisimos rebeldes que
continuamos en "marcha etnocaceris-
ta’, durante las subsiguientes sema~
nas entre las serranas de Moquegua
y Tacna.
gCuantos rebeldes quedaban, lue-
{0 de las deserciones provocadas
or la intensa persecucion?... Asi-
mismo no ha quedado clara fa lle-
gada de Ollanta a Moquegua, gEn
qué momento se separaron y qué
fue del General y Coronel captu-
rados?
rt
Una vez que dejamos Toquepala, la
siguiente etapa consistia en adentrar-
se en convoy hacia el interior de la
serrania, hasta que terminase la ca-
rrozable yio se agotase el combusti-
ble, para de ahi continuar a pie. Es
asi que nos adentramos, por las la-
deras de otro volcan, el Tiesani tron-
terizo entre Moquegua y Puno), don-
de por agotamiento de la gente hici-
‘mos un alto de dos horas para estu-
diar la Carta de Situacién e “intentar’
dormitar algo, aunque fuera en el gé
do frio de la puna. Reiniciada la mar-
cha, aproximadamente a las 2 AM del
31 de Octubre, arribamos al pueblo
de Calacoa, Los vehiculos del convoy:
2 Jeep's, 3 camiones porta-tropas (uno
cargado de municién y dos con so
dados y reservistas), mas 3 camio-
nnetas (decomisados a la Southern,
con sus choferes respectivos) carga.
das de explosivos, viveres y material
de comunicaciones; pues bien, todo
ese convoy habia practicamente ago-
tado su combustible, Juntamos toda
la gasolina y a las justas completa-
mos 10 galones, con los cuales re-
abastecimos dos camionetas. Deci
cimos dividimos entonces, para reuni
rnosen el caserio de Muylaque (a hora
y media en carro), lugar donde finali-
zaba la toch carrozable. Ollanta tia
on las dos tnicas camionetas que
pudimos reabastecer. En una de és-
tas, junto él, se embarcé al General
prisionero (al Coronel se le liber6 en
a misma cuesta de Toquepala) y un
soldado de escolta; en el segundo
vehiculo irfan -con un chofer del la
Mina- dos soldados. Asimismo, en la
tolva de ambas camionetas se aco-
‘modaron todas las mochilas del grue-
0 de tropa restante, afin de aligerar-
les el equipo de campafia, pues mar-
chariamos a pie, conmigo a la cabe-
2a, por el camino de herradura hasta
Muylaque
zCuantos soldados quedaban?
Habia ya desertado un sargento de
tropa, en la misma Toquepala, al oir
por la radio que Fujimori habia dis-
puesto la debelacién de la rebelién y
‘que contra nosotros marchaban ba~
tallones provenientes de Puno, Are-
quipa, Tacna y Moquegua, a fin de
Cerrarnos toda ruta de escape. Era-
mos, pues, para la marcha a pie, un
contingente de 67 hombres, com-
puesto por un oficial (yo), un sub-ofi-
cial (Amilear Gomez), 17 reservistas
y 48 soidados (descontados los tres
que se fueron con Ollanta en los vehi-
culos}.
eConsiderando que por vehiculo
era hora y media hasta Muylaque,
cuanto tiempo tardaria el contin-
gente de a pie?
Cinoo a seis horas. Debiamos esca-
lar hasta el "abra" misma, para -de
ahi- inicar el descenso hasta el fon-
ddo de la quebrada y volver a trepar (al
frente) hasta Muylaque. Por eso es
que Olanta -que legaria con varias ho-
ras de anticinacion- debia aguardar-
nos con el rancho ya preparado para
la tropa que legaria, a partir del me-
dio dia, conmigo,
No llegaron a reunirse...
Era -ya- el 4° dia en rebeldia (1° de
Noviembre). Habiamos salido de Cal-
acoa a las 4:00 AM, pues mi inien-
cién era sobrepasar 6! abra antes del
ANTAUROamanecer; estaba seguro que al alba
aparecerian los helicépteros para de-
tectamos (en la tarde anterior, casi al
crepuisculo, aparecieron los primeros
helicépteros, que tuvieran que retor.
nar por la noche que se avecinaba), y
que la Gnica manera de evitario era
transitar por las quebradas, evitando
el terreno abierto, menos aun trepan:
do por las laderas y alturas -escasas
de vegetacion (atin no se iniciaba e|
period de lluvias)- de las montanas.
Lamentablemente -repito- la tropa era
Diciembre 2016
recluta en su mayoria, mal entrana-
day algo "asustada’ por saberse bajo
persecucién. Lo cierto fue que ni bien
comenzé a clarear el dia, ya perci
biamos el ruido de los helicépteros
(todos artlados), distinguiéndolos a
la lejania. Calculaba que era cuestion
de minutos, 5 6 6, para que las aero-
naves nos detectase... Y -aunque ya
cereano- todavia no lograbamos ie
gar al abra, pese a la marcha forza-
da. La columna estaba sobreexten:
diday con rezagados por cansancio.
LOCUN
Entonces, fue que cuando alguien
gfit6 que los helicdpteros -aunque to
davia a lo lejanisimo- “inclinaban el
rumbo" hacia nuestra posicién, osea
que nos habian detectado, empez6
la dispersién casi generalizada, ha-
cia las partes bajas, en direccién al
fondo de la quebrada. En esos bre
ves minutos, apenas 6 individuos
los que fbamos en punta- logramos
sobrepasar elabeael suboficial Ami
car, 4 reservistas y yo.
zQué pasé con los que quedaron
atras?
En el trascurso de los dias, los sok
dados rezagados fueron siendo cap-
turados por las patrullas "sembradas"
por los helicépteros en diversos po
blados. Pero, cabeme la satistaccéon
de que ninguno de los reservistas re
zagados fue capturado; ellos volve
rian a reunitseme, semanas después,
cuando la Reserva logra apoderarse
de la region.
Una vez sobrepasado el abra, ces
taban yaa salvo de los helicépte-
ros?
Teniamos al caserio de Muylaque a
la vista y el camino de descenso se
internaba en un area cublerta de ve
getacion, apta para camutlarse. Ade
més los helicopteros estaban mas
ocupados en las tropas dispersas al
otto lado de as montahas. Incluso
efectuaron un par de rocketazos, a
manera de disuasién para que los fu-
gitivos se entregasen. Y es que el
Ejército habia ya ocupado Calacoa y
venian tras nosotros dos companias
de infanterfa, las cuales iban reco
giendo los pertrechos abandonados
por la tropa fugiiva y capturandolos
también. Tenfan mucho trabajo al otro
lado del abra; estabamos, pues, a
salvo los seis que logramos sobre
pasatia
Tenia, entonces, la ruta libre...
Tampoco, pues -premunido de bino
culares- logré detectar otro helicop-
tero attilado que habia descendido
en una chacra contigua al poblado.
Una patrulla helitransportada ocupa-
ba Muylaque.
zY el grupo de su hermano?, cel
General?
Llegaron a Muylaque, pero al advertou |
Reconozco que la
situacién era critica, casi
desesperada, pero en
los siguientes dias las
cosas cambiaron
radicalmente, sucedié -
digamosio- un
“milagro": la aparicion
de los contingentes
reservistas.
que los helicépteros se acercarian
ppara sembrar alguna patrulla, optaron
por abandonar las camionetas y al
prisionero. Aguardaron la noche para
emprender camino hacia la carretera
binacional, distrazados de paisanos
y escondiendo los fusiles. Al amane-
cer logran, ya en la binacional, tomar
tuna custer de transporte piblico con
destino a la ciudad de Moquegua. Ahi
llegados. los tres individuos de tropa
se despiden cada cual por su lado y
Ollanta termina en la Iglesia. Obvia-
mente, mi grupo se mantuvo ajeno a
esia informacién, y asi -descontacta-
dos y persequidos- optamos por man-
tenemos unidos y en armas, allé en
las alturas,
Pero apenas eran 6, un pufiado...
Reconazco que la situacién era cr
ca, casi desesperada, pero en los
Quientes dias ias cosas cambiaron ra-
dicaimente, sucedié -digamosio- un
“milagro": la aparicién de los contin-
gentes reservistas.