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E a | cy é rf Ss & H & : Fl : = J F & H | cy 3 i s Hy | & e : aan rotor Nota haa REVOLUCIONARIO UNIDO EDITORIA EL ETNOCAERISMO COMO DOCTRINA No podemos analizar la realidad politica, social y econémica de nuestro pais, sin dejar de mencionar al etnocacerismo como movimiento politico contestatario, en respuesta a.un sistema neoliberal explotador y entreguista que sigue los designios del gobierno depredador de Washington. Es en ese contexto politico social y econémico que nace el Etnocacerismo como dootrina politica caracterizada por el nacionalismo étnico que evoca tanto el poderio y la identidad de! Imperio inca como el nacionalismo de las Fuerzas Armadas Peruanas de la época republicana. El primer pilar del etnocarecismo es la reivindicacién de la raza cobriza (indigena americana), que mas tarde que nunca volverd a gobernar este pais de hondas contradicciones. El segundo pilar del etnocacerismo es el nacionalismo, por ello tiene como simbolo representativo del movimiento al héroe de la Brefia, Andrés Avelino Caceres, "el Brujo de los Andes" quién encabez6 la resistencia del Ejército peruano en la sierra, durante la invasion chilena en la Guerra del Pacifico (1879-1883) Siendo suspllares ideolégicos la reafirmacion de la identidad andina, lanacionalizaci6n dela industria pervana, la legalizacién del cultivo de la hoja de la coca junto a una lucha implacable contra el narcotrafico. Ser un pais bilingie (donde el quechua y el espafiol sean cooficiales) y tener como referencia el Gobierno del General Juan Velasco Alvarado (1.968-1 377), impulsordel Gobierno Revolucionario delas Fuerzas Armadas. En una reciente entrevista que diera el mayor Antauro Humala, sefiala los pardmetros del etnocacerismo como ideologia que busca reivindicar a las etnias de estirpe cobriza, en especttico al conglomerado poblacional de ascendencia kechuaymara, tomandolas hegeménicas en e! campo politico-cultural. Lo cual implica concretar bajo pautas 6tnicas la edificaci6n de una "ll Republica” cuyo Estado en vez de representar al pais superficial o "postizo" representa al pais genuino o profundo Estos son los objetivos politicos, en cuanto a lo ideolégico, el etnocacerismo se enmarca dentro de una categoria superior que denominaremos "etnonacionalismo" en el cual se antepone el facto etnocultural al factor clasista (lucha de clases): Manco CApac antes que Karl Mark y Adam Smith. Especificamente por haber emanado de los cuarteles -durante los dias mas crudos de la Guerra sucia -como respuesta a la "pentagonizacion’ castrense que aplicaba las formulas del Fart West y Vietnam contra nuestros gruesos poblacionales El término "etnocacerismo" surge del binomio compuesto por "etnia Y "Caceres, el primero reivindica el mestizaje, eje rector cultural de “todas las sangres" en su expresion de Estado Soberano; y el segundo término ("Cacerismo") porque en la crénica republicana, la campafia de la heroica de la Brefia liderada por "tayta" Caceres. Es en seguimiento de aquella senda genuina, que en Locumba como en Andahuaylas insurgié una milicia reservista en contra del Estado criollo pro-extranjero, a manera de “militarismo tropero y popular" en contraparte contra un sistema corrupto, entreguista yexplotador. El Director Diciembre 2016 Evocando con el Mayor Antauro Humala el origen del Etnocace- rismo y la Epopeya historica dol Locumbazo y Andahuaylazo A 16 afios de Ia rebelién reservis- ta-militar de Locumba (Fuerte Ari- ca - Tacna), gqué sentimiento le embarga, dada la posterior traicion de su hermano Ollanta? Primeramente satisfaccién, pues de ahi emergié el avatar del movimiento resenvista, base militante del etnoca: ccerismo y -ala vez- vanguardia ejecu- tiva del autentico “nacionalismo de ‘ADN" en segundo lugar, amargura por la vieza de un comandante que final: mente se devel6 como pobre diablo. ~Cémo un "Cosito” Un tipo despreciable, por supuesto: lo cual -en aquel entonces- no pude anticiparlo, lamentablemente. Acaso se puede ser tan misera- ble de dejar en prisién alos reser- vistas y al mismo hermano, sus ca- maradas de armas y de rebelion, al no indultarlos, estando en la presidencia de la Republica gra- cias al esfuerzo de éstos? ‘Aunque monstruoso, es una realidad que -por cierto- nos ha costado harti- simo superar y que finalmente hatem- plado ain més a la siempre leal y abnegada militancia reservista. Valid la pena el Locumbazo?. Al igual que el Andahuaylazo (que es su continuidad), por supuesto que si ‘Ambas rebeliones etnocaceristas ge- neraron el resurgimiento histérico de! nacionalismo, opacado desde la cal- da del régimen velasquista (1975), Pero lo que ustedes construyeron lo traiciono Ollanta. Anélogo a lo construido por Velasco traicionado por otro felén como Mora les-Bermidez, ‘Ambos ex-presidentes "felones” estan con un pie en prision: Mora- les-Bermiidez tiene un pedido de cadena perpetua (lesa humani- dad) por la Fiscalia italiana, y Ollanta conjuntamente con Nadi- ne como “cabecillas de una red criminal" (sic), a consecuencia de Capitulo I «FUERON LOS RESERVISTAS QUIENES POSIBILITARON EL RESURGIR DEL ETNONACIONALISMO, SIN JAMAS TRAICIONAR») ANTAURO los millonarios montos de las agendas. {No le parece suma- mente significativo? En Morales-Bermddez el cargo no deja de ser de indole politica. En Cosito-Heredia el cargo es propio de delincuencia comin: por rateros. Y claro que resulta signiicativo, consi- derando que todo el resto de *presi deniillos viadiconstitucionales": Fu- jimori, Toledo y Garcia, como Cosi- to-Heredia, estan inmersos en casos de corrupcién, uno ya preso y el res to, particularmente Cosito y Toledo, ad-portas de eso. Retomando el tema de! Locumba- 20, diganos gde quién(es) fue la iniciativa? Si bien es cierto que desde subte- niente recién egresado de la Escue- ta Militar incubaba la idea de una re- belién reivindicadora det nacionalis- mo velasquista, fue recién de tenien- te que -conjuntamente con otros cin- co promocionales- fundamos la "Lo- gia Etnocacerista’ (1989) con el ob- jetivo especifico de dar un golpe de Estado; sin embargo, el avatar sen- derista determinaba entonces que todos los oficiales de la Logia sea mos destacados a las zonas de emergencia. No pasdbamos, puss, de la conspiracién, cada cual como jefe de patrula en su respectiva base contrasubversiva EY el Servicio de Inteligencia, que “seguramente- seria mas eficien- te en las zonas de emergencia? Precisamentefuimos detectados, de- Diciembre 2016 tenidos e investigados en los sétanos del SIE (Servicio de Inteligencia del Ejército). Eso fue en el verano de 1990: estaba destacado en un Bata- lién Contrasubversivo acantonado en Jauia y acababa de tener un enfren tamiento armado con los senderistas, ‘cuando recibo la orden de constituir me inmediatamente ante el Coman- dante General de la Region Militar del Centro. Obviamente lo atribui a que Seguramente habia un importante “mando terruco" entre los muertos del enfrentamiento, pero no era por eso, sino porque Contrainteligencia habia descubierto la existencia de la Logia. ¢Pero acaso no los debieron dar de baja? De eso nos salvé el mismo Jefe del SIE, el coronel Rafael Cérdova Rive: ra, cuyo informe final consideraba que “el etnocacerismo no constituia un peligro para el Ejércilo”. Pero, atin con dicha absolucion, el Comandan- te General del Ejército (Zegarra.....), nos sancioné a todos. ‘Algo sumamente “raro”, por de- cir lo menos, en la plenitud de la guerra intern. Debo precisar que en el verano del 80, aunino gobernaba Fujimori (Io hizo a patir del 28 de Julio de ese aro), como que tampoco Montesinos tenta injerencia alguna en el sistema de in- teligencia. E1SIN era SIN y no soplo- neria. Ademas el coronel Cérdova era tn tipo culto, preparado y... naciona: lista. Hasta simpatiz6 con los tenien- les etnocaceristas. "a doctrina contrasubversiva era inoperante en la medida que era calcada y copiada de los manuales del Comando Sur del US Army, cuyos pilares se sustentaban en las guerras indias del Far West (eminentemente etnocidas) y en la guerra contra el Vietcong.’ Pero ustedes podian ser hasta acu- sados de simpatias con los sen- deristas, habida cuenta que de al- guna manera también el etnoca- cerismo propugnaba un cambio revolucionario, gno lo cree asi? Definiivamente eso fue lo primero que pensaron en el SIE, pero -en los he- chos- resultaba que esos mismos tenientes se desempefaban muy aguertidamente en el combate con- tra Sendero y el MRTA, ocasionén- doles hartas bajas en enfrentamien: to. Ello determinaria finalmente nues- tra absolucion. eY cual era el planteamiento et- nocacerista ante la guerra contra- subversiva? Arrancabamos de la premisa que la ‘doctrina contrasuibversiva era inoperan- teen la medida que era cakcada y co- piada de los manuales de! Comando Surdel US Army, cuyos pilares se sus- tentaban en las guerras indias del Far West (eminentemente etnocidas) yen la querra contra el Vietcong, Loque-a nuestro entender- explicaba el "tert rismo de Estado” aplicado por las FFAAy FFPP en las zonas de emer- gencia, via las decenas de fosas co- munes de ADN cobxizo. Corroborado por la Comision de la Verdad y Reconciliacion (CVR), una década después.. Gierto, puesto que la CVR alude al "aspecto étnico” (lo llama racismo) ‘como uno de ios principales causales del terorismo de Estado aplicado por los batallones contrasubversivos, zPero qué planteaban los tenien- tes etnocaceristas? ATE oe aetna open i ie) Cr Que Ia doctrina importada debia ser nacionalizada. Entonces venia la car ga palitico-ideoiégica: el Ejército de- bia retomar el Poder, reivindicando a \Velasco para culminar las ransforna- ciones frustradas por a traicién de Morales-Bermidez. Ello implicaba revivir aquel binomio Pueblo-Fuerza ‘Armada, que a aislaria a la subver- si6n armada de todo apoyo popular. En sintesis, planteabamos que el Ejército debia liderar el proceso de transformacién social, quiténdole e! agua poblacional al pez insurgente, analogizando a Mao, 2Y los generales de entonces no ‘se "horrorizaban"? Para nosotros era irrelevante. Aca. 's0 se ha visto un general en Locum: bao en Andahuaylas comandando a la Reserva Etnocacerista? Los gene. rales eran los mas chicheriés con la doctrina traducida de! inglés al cas: tellano, ademas jamas habian com- batido y no tenfan nada que ensefiar a los tenientes jefes de patrulla. Y es que la guerra intema fue, ante todo, una "guerra de tenientes’. Hubo mu: ccho de contlicto generacional Bajo el régimen de Fujimori, como siguié desarrollandose "el Ejército debia retomar el Poder, reivindicando a Velasco para culminar las transformaciones frustradas por la traicion de Morales-Bermudez. Ello implicaba revivir aquel binomio Pueblo-Fuerza Armada, que a aislaria a la subversién armada de todo apoyo popular. * aquella Logia Etnocacerista? Hubo qué sobrevivir camuflandose ‘como “oficiales del montén". Entién: dase que con Montesinos a la cabe- 2a del Aparato de Inteligencia (del que fue dado de baja el coronel Rivera, que era una especie de mentor nues: to), mas atin después del autogolpe del 5 de Abril, la soploneria llagd al nivel tal en que la mitad del Ejército vigilaba a la otra mitad. Recuérdese que el conato de rebelién del general Jaime Salinas Sed6 habia creado un descomunal estado de descontianza or parte del "General Victorioso" (Hermoza Rios) y su séquito de via- digenerales hacia el gran resto de la Oficialidad. De aquella primigenia Lo- gia tres tenientes murieron en las zonas de emergencia, dos se fueron de baja y solamente quedé yo. Pero lo dieron de baja, finalmen- te, en Enero 98... Habiendo ascendido recién a Mayor @ ingresado a la Escuela Superior de Guerra, El ascenso-en la carrera- de un oficial conocido coma “antisiste ma" preocuba al Comando del Ejér cito. Es asi que mi Resolucion de Baja invitacion al retro") la firman Hermo- za (Comandante General), Saucedo (Ministro) y e! mismo Presidente Fu: jimori (cuando apelo): toda una con: decoracién. Su hermano Ollanta, gacaso no fue vinculado también al etnoca- cerismo? Nunca pertenecié a la Logia. No tenia inguietud politica y, en verdad, era un ficial mediocre. No obstante, recaia sobre él, como “hermano del etnoca- cetista’, a sospecha respectiva zEntonces cémo asi termina Comandando con Ud. el Locum- bazo? Por sola necesidad, m ANTAURO Capitulo II LOCUMBA: LA TERCERA INTENTONA REBELDE "Ya en el retiro y obviamente sin mando de tropa, percibi la necesidad de contar con algiin oficial, de preferencia con el grado de Comandante, para asi poder contar con un batallén de soldados.... Pero su hermano no era etnoca- cerista.. No existfa vinculo ideolégico, pero si de sangre. Entiéndase que en aque! entonces ain no se manifestaba en su faceta ruin. gAcaso esa faceta la adquirio o se le manifesto "gracias" a Nadine? Es muy posible. Por lo visto, convencié finalmen- te a Ollanta para el desenlace et- nocacerista de Locumba. Inclusi- ve suscribe el Manifiesto elabora- do por Ud. Lo de Locumba, a decir verdad, fue la tercera intentona rebelde que efec- tuamos en los dos afios comprendi- dos entre mi baja y el 29 de Octu- bre. Claro que me cost6 convocar y convencer no solo a él, también como a dos docenas de oficiales entre los grados -entonces- de ma- yores y comandantes, {Qué paso con dichos oficiales ‘conspiradores, porqué no le si guieron en Locumba 0 -mas tar- de- en Andahuaylas? Es interesante: el gran escollo que determiné que las dos intentonas an- teriores se frustraran en las mismas visperas, era la estructuracién men- tal del cachaco, al cual cuando se le planteaba la posibilidad insurreccio- nal, lo primero que preguntaban era *Zqué general lo comanda?”. Era casi imposible 'desanuevarlos", explican- doles que el "viadigeneralato”(enton- ‘ces en su apogeo de poder) era parte del problema y no de la solucién: que ta rebelién la comandariamos noso: {ros mismos. Ademas acababa de darse el caso de comandantes insu- rrectos en Sudamérica: Hugo Chavez y Lucio Gutiérrez No fue suficiente la explicacién... Noimportab, pues luego perciby que mas importante que la aficialidad com: prometida, era la tropa y/o reservis- tas en cuanto fuerza ejecutante. Por lo que decidié concentrarse de lleno en el batallén de su her- mano mayor. Y simultaneamente en convocar a mms ex-soldados (reservistas) que me acompajiaron en las Zonas de Emer- ‘genciay enlas operaciones dela que~ tra contra el Ecuador. Fusron ellos ‘quienes posibiltaron, a la postre, el Locumibazo, el Andanuaylazo y et re- surgir del etnonacionalismo en el Peri ePero, acaso 2 oficiales, 1 subofi- Cial, 52 soldados y 17 reservistas podian dar un golpe de Estado desde Locumba?, zno era desca- bellado? ‘Toda rebelién lo es, més ain si se genera desde el interior mismo del aparaio armado del Estado. Sin em- bargo, esa rebelidn no constiufa -des- de nuestra perspectiva-un "golpe de Estado" 2¥ entonces qué?... Un "contragolpe", puesto que se opo- iia al Fujigolpe de! 92. Por consi- ‘uiente, la legalidad la considerdba- mos de nuestra parte, en funcién al Articulo titimo de la Constitucién na- cionalista del 79. Pero ademas de la cuestién constitucional, habia el co- lapso moral del Estaco Viacifyimo- fista, lo cual arrastraba al Ejército mismo, dado que rompia la cadena ética del mando, desde su cispide misma. zEntonces se decide la captura del "Fuerte Arica” (6ta. Division Blindada / Locumba - Tacna)? Se capturé la Mina Toquepala (Southern), para lo cual debi6 previa- mente saiirel convoy rebelde de Fuer- te Arica. El principal problema “téc- nico" era el cémo sacar al batalién sin despertar sospecha: por lo que ledije a Ollanta que gestionara la au- torizacién para un “vivag” en el de- sierto, con fines de instruccién al per- sonia de tropa. 2Y la corporacion de oficiales de ‘aquel batallén formaban parte del plan rebelde Debié ser asf, pero para ello era ba- HISTO! sico que el Comandante fuera lider. Ollanta no lo era. Sus oficiales no lo seguian... No se cont6 con ninguno, éPero la participacion de la ofi- Cialidad no era fundamental? Loverdaderamente fundamental eran los soldados, la tropa. Ademas con los dos tinicos oficiales que éramos suficiente para un contingente de 70 hombres, con los cuales debiamos salir del Fuerte, enrumbando hacia Toquepala, donde -emulando a Velas- cocon la toma de Talara- debla darse lectura al Manifiesto Rebelde: hacer- se fuertes ahi para luego seguir en. rumbando por a serrania, en""marcha de remembranza etnocacerista” (sic), con el objetivo de captar reservistas, voluntarias, inerementando nuestro efectivo para disuadir o dificultar al maximo toda operacién bélica por par- te del Aparato Armado (FFA y FFPP} de! Estado viaciconstitucional ZEn qué momento captura, Ud. Mayor, al General Bardales, Co- mandante General del "Fuerte Ari- ca"? En la media cussta entre Camiara y Toquepala, donde se detuvo el con- voy rebelde por motivo de desperfec- to mecanico de uno de los camiones. pporta:tropas. Humeaba el radiador, por lo que -acompariado por dos solda. dos y un reservista- me dirigi en jeep a buscar agua. A los 20 minutos re- tomaba, encontrandome con una si tuacién critica: en ese interin el Ge- neral Bardales, acompafiado por el coronel Chaparra (Jefe de Estado Mayor) y una pequefia escolta moto- rizada, dieron alcance al convoy para conminarloa la subordinacién y al re- tomo. Eran las 4:30 AM del 29 de Octubre. Habian descendido del ve- hiculo y se observaban con Ollanta que estaba a un metro de estos, to- dos de pie, y las tropas con el arma fen ristre parados en las tolvas de los vehicules. Las miradas eran de ten- sin y sorpresa, en la que era vila anticiparse a que el general el coro- nel, mediante una orden enérgica acompafiada de un estruendoso "jca- rajol’, tomase el mando de la tropa, Entonces procede a capturarlos... detante de la tropa. Exactamente. Desenfundé y le apun 16 en la sien al general, ordenandole que colocase las manos detras de la rnuca y -simulténeamente- indicéndo- le al Comandante (Olianta) que des- armara al Coronel. Al mismo tismpo, mis reservistas apuntaban con sus fu siles a la escolta de! General, desar- mandolos en el acto. Se les hace pr: sioneros. Con el Jefe de la Guarnicién cap- turado, se facilitaba la captura del enclave minero... No tanto, pues el convoy seguia plan- tado por ja averfa de uno de los porta- tropas. Habia necesidad de algo mas que agua para su arregio. Es enton. ces que decido adelantarme con la camioneta del General, con é! como ‘conductor (apuntado con un arma) y 6 reservistas en la tolva, hasta et in- greso de la Mina. ‘Cuya seguridad estaba a cargo de un oficial retirado, promocional de su hermano, y que luego (con Ollanta de presidente) seria nom- brado jefe de la DINI: gGémez Rodriguez? No. La seguridad estaba a cargo -efec: tivamente- de un oficial retirado, pero 1no de la promocién de Ollanta. Era Luis Sotelo, que fue mi técnica (ca- dete de 4to. Afo) en la Escuela Mil tar. Una vez apoderado del control de ingreso, mandé avisar y el convoy, con un vehiculo menos (y su tropa reaco modada en los otros portatropas). in- gresaba a Toquepala. ‘Sin embargo, Mayor, se hablo de que todo eso fue una "cortina de humo" para solapar la fuga de Montesinos en el velero "Karisma", asimismo existieron Ilamadas te- lefonicas desde el velero a "Fuer- te Arica’ ‘Aquellas llamadas telefnicas desde el Karisma, por el ya prolugo Mon- tesinos, todas fechadas el 29 de Oc: tubte desde las 8:30 AM, son efec- tuadas cuando el convoy rebelde es- taba ya en Toquepala, a 89 kms. de Fuerte “Arica’, a cuya Comandante General -Bardales- llamaba Montes ‘nos. No fueron, pues, para ‘coordinar la cortina de humo’, sino -por ldgica elemental- que el profugo, recién en- terado (en allamiar) de lo acaecido en Perti, debi indagar al respecto, efec- tuando tales llamadas para estar al tanto (fel al estilo de hombre de inte- ligencia) respecto de quién(es) eran los que se rebelaban, sia favor o en contra suyo, y el resto de informacién basica que en su rol de préfugo inter nacional le interesaria, ‘Algo que corrobora lo dicho por Ug., e5 que el Manifiesto es total- mente contrario a Fujimori como a Montesinos y la Cupula Militar de entonces, llegandolos a cal car de “delincuentes y traldores” Cierto. Pero ademas, en dicho Mani fiesto, confeccionado dias antes (en Lima}, figuraba el nombre de José Villanueva como Comandante Gene- ral del Ejércto, cuando ya -desde el 27 de Oct.- habia sido relevado por el Gral. Walter Chacén Malaga (padre de la actual congresista fujmorista). ANTAURO De ello no pude enterarme, por hallar- me en ruta hacia Tacna, junto con mis, reservistas y el suboticial Amilcar. En todo caso, fue coincidencia que por esa fecha se dieran esos dos eventos de rebelion y de fuga... Tampoco: la rebeli6n -sihemos de ser precisos en las fechas- empez6 el 28 de Octubre y no al cia siguiente (29), pues es a las 23:00 hrs. del 28 que yo, conjuntamente con Ollanta y 6 re- servistas mas e! suboficial Amilcar Gomez (a quien traje de Palacio de Gobierno, donde brindaba seguridad) ingresamos al "Fuerte Arica’, para - recién ahi- levantar, armar y embar- car al contingente de tropa del Grupo de Artilleria Antiaérea 501 EY desde Toquepala, no preveian que serian cercados?, gPor qué permanecer hasta la tarde ahi, dando tiempo a los contingentes militares circundantes para ro- dearlos? Desde ahi debia emitirse e! manities- to Rebelde, repito, y permanecer como desafio politico al Régimen, aunque sea por ciertas horas. Es por Diciembre 2016 el atardecer que el convoy, reorgani: zado con vehiculos nuevos “contisca dos" a la Empresa Minera extranjera, reemprende ruta hacia el altipiano, en direccién al valle de Carumas, en la serrania moqueguana limitrafe con Puno. Asimisma, llevabamos con no- sotros al General capturado. 4Cémo fue la reaccién de la tro- Pa y de los reservistas al perca- tarse que no se trataba de una marcha de instruccion sino de una rebelién militar? La tropa, en su mayorfa reciuta, es taba sorprendida y algo desorienta: da, més atin, al ver a un Mayor (el suscrito) desconocido y que daba ér- denes por doquier. No era una tropa bien formada con confianza ciega en su Comandante (Ollanta): lo cual de- terminaria su gradual deserci6n a medida que transcurrian los dias de persecucién. Y es que cuando se avistaban los helicépteros, atin a lo lejos, entraba esa tropa en casi des- esperacion, descendiendo a los ba- rrancos. Ello implicaba retraso en el itinerario a seguir. En cambio los te- servistas, veteranos y mas curtidos en eluso de las armas, estaban -tam- No era una tropa bien formada con confianz: iega en su Coman (Ollanta); lo cual ja su gradual jon a medida que los dias de bién- mucho més consolidados polit camente, Ellos visualizaban una re belién de visos revolucionarios, em- pezando por resarcir el problema del desempleo (que les agobiaba), en ‘cuanto principal problema del pais. En comparaci6n, los soldaditos solo as piraban a su buena palla, su propina y que les licencien lo mas pronto po sible. Todo ello determinaria que la robelién fuese monopolizada, a medi da que transcurriesen los dias y las deserciones de tropa, por puros con: tingentes reservistas que voluntaria mente s° nos fueron uniendo a los ppooos rebeldes que atin quedébamos errantes por las crestas proximas al volean Ubinas. HISTO! Capitulo II LA PERSECUCION Y LAS DESERCIONES “Ollanta, desde el cuarto dia, ya estaba escondido en la iglesia de Moquegua. Pero acaso Ia persecucién de la que eran objeto no se daba en las serranias?, inclusive fue publica presencia del Dr. Santisteban de Noriega, flamante Titular de la ro- cientemente creada Defensoria del Pueblo (DP) Santisteban lo hallé en la Iglesia, 2A parte de ellos dos, hubieron testigos que pudieran corroborar dicho encuentro, dado que San- tisteban murié? Mi otro hermano, Ulises, como la misma Nadine, quienes viajaron a Moquegua para indagar sobre el pa- radero de sus parientes, para lo cual fueron ayudados por la DP. Los tres (Ulises, Nadine y Santisteban) se en- contraron con Ollanta, el cual ya es- taba de civil Eso nunca se supo; sin embargo cabria preguntar gporqué dicho ocultamiento, nada menos que de parte de la DP? Entiendo que el Defensor Santisteban, considerando que la caida delrégimen €a prioritaria, opts por callar a fin de no refrenar el creciente apoyo popu- lar de la rebelién, habida cuenta que centenares de reservistas, organiza- dos en secciones y hasta por com- ppanias, subfan alas alturas para unit- ssenos, alos poquisimos rebeldes que continuamos en "marcha etnocaceris- ta’, durante las subsiguientes sema~ nas entre las serranas de Moquegua y Tacna. gCuantos rebeldes quedaban, lue- {0 de las deserciones provocadas or la intensa persecucion?... Asi- mismo no ha quedado clara fa lle- gada de Ollanta a Moquegua, gEn qué momento se separaron y qué fue del General y Coronel captu- rados? rt Una vez que dejamos Toquepala, la siguiente etapa consistia en adentrar- se en convoy hacia el interior de la serrania, hasta que terminase la ca- rrozable yio se agotase el combusti- ble, para de ahi continuar a pie. Es asi que nos adentramos, por las la- deras de otro volcan, el Tiesani tron- terizo entre Moquegua y Puno), don- de por agotamiento de la gente hici- ‘mos un alto de dos horas para estu- diar la Carta de Situacién e “intentar’ dormitar algo, aunque fuera en el gé do frio de la puna. Reiniciada la mar- cha, aproximadamente a las 2 AM del 31 de Octubre, arribamos al pueblo de Calacoa, Los vehiculos del convoy: 2 Jeep's, 3 camiones porta-tropas (uno cargado de municién y dos con so dados y reservistas), mas 3 camio- nnetas (decomisados a la Southern, con sus choferes respectivos) carga. das de explosivos, viveres y material de comunicaciones; pues bien, todo ese convoy habia practicamente ago- tado su combustible, Juntamos toda la gasolina y a las justas completa- mos 10 galones, con los cuales re- abastecimos dos camionetas. Deci cimos dividimos entonces, para reuni rnosen el caserio de Muylaque (a hora y media en carro), lugar donde finali- zaba la toch carrozable. Ollanta tia on las dos tnicas camionetas que pudimos reabastecer. En una de és- tas, junto él, se embarcé al General prisionero (al Coronel se le liber6 en a misma cuesta de Toquepala) y un soldado de escolta; en el segundo vehiculo irfan -con un chofer del la Mina- dos soldados. Asimismo, en la tolva de ambas camionetas se aco- ‘modaron todas las mochilas del grue- 0 de tropa restante, afin de aligerar- les el equipo de campafia, pues mar- chariamos a pie, conmigo a la cabe- 2a, por el camino de herradura hasta Muylaque zCuantos soldados quedaban? Habia ya desertado un sargento de tropa, en la misma Toquepala, al oir por la radio que Fujimori habia dis- puesto la debelacién de la rebelién y ‘que contra nosotros marchaban ba~ tallones provenientes de Puno, Are- quipa, Tacna y Moquegua, a fin de Cerrarnos toda ruta de escape. Era- mos, pues, para la marcha a pie, un contingente de 67 hombres, com- puesto por un oficial (yo), un sub-ofi- cial (Amilear Gomez), 17 reservistas y 48 soidados (descontados los tres que se fueron con Ollanta en los vehi- culos}. eConsiderando que por vehiculo era hora y media hasta Muylaque, cuanto tiempo tardaria el contin- gente de a pie? Cinoo a seis horas. Debiamos esca- lar hasta el "abra" misma, para -de ahi- inicar el descenso hasta el fon- ddo de la quebrada y volver a trepar (al frente) hasta Muylaque. Por eso es que Olanta -que legaria con varias ho- ras de anticinacion- debia aguardar- nos con el rancho ya preparado para la tropa que legaria, a partir del me- dio dia, conmigo, No llegaron a reunirse... Era -ya- el 4° dia en rebeldia (1° de Noviembre). Habiamos salido de Cal- acoa a las 4:00 AM, pues mi inien- cién era sobrepasar 6! abra antes del ANTAURO amanecer; estaba seguro que al alba aparecerian los helicépteros para de- tectamos (en la tarde anterior, casi al crepuisculo, aparecieron los primeros helicépteros, que tuvieran que retor. nar por la noche que se avecinaba), y que la Gnica manera de evitario era transitar por las quebradas, evitando el terreno abierto, menos aun trepan: do por las laderas y alturas -escasas de vegetacion (atin no se iniciaba e| period de lluvias)- de las montanas. Lamentablemente -repito- la tropa era Diciembre 2016 recluta en su mayoria, mal entrana- day algo "asustada’ por saberse bajo persecucién. Lo cierto fue que ni bien comenzé a clarear el dia, ya perci biamos el ruido de los helicépteros (todos artlados), distinguiéndolos a la lejania. Calculaba que era cuestion de minutos, 5 6 6, para que las aero- naves nos detectase... Y -aunque ya cereano- todavia no lograbamos ie gar al abra, pese a la marcha forza- da. La columna estaba sobreexten: diday con rezagados por cansancio. LOCUN Entonces, fue que cuando alguien gfit6 que los helicdpteros -aunque to davia a lo lejanisimo- “inclinaban el rumbo" hacia nuestra posicién, osea que nos habian detectado, empez6 la dispersién casi generalizada, ha- cia las partes bajas, en direccién al fondo de la quebrada. En esos bre ves minutos, apenas 6 individuos los que fbamos en punta- logramos sobrepasar elabeael suboficial Ami car, 4 reservistas y yo. zQué pasé con los que quedaron atras? En el trascurso de los dias, los sok dados rezagados fueron siendo cap- turados por las patrullas "sembradas" por los helicépteros en diversos po blados. Pero, cabeme la satistaccéon de que ninguno de los reservistas re zagados fue capturado; ellos volve rian a reunitseme, semanas después, cuando la Reserva logra apoderarse de la region. Una vez sobrepasado el abra, ces taban yaa salvo de los helicépte- ros? Teniamos al caserio de Muylaque a la vista y el camino de descenso se internaba en un area cublerta de ve getacion, apta para camutlarse. Ade més los helicopteros estaban mas ocupados en las tropas dispersas al otto lado de as montahas. Incluso efectuaron un par de rocketazos, a manera de disuasién para que los fu- gitivos se entregasen. Y es que el Ejército habia ya ocupado Calacoa y venian tras nosotros dos companias de infanterfa, las cuales iban reco giendo los pertrechos abandonados por la tropa fugiiva y capturandolos también. Tenfan mucho trabajo al otro lado del abra; estabamos, pues, a salvo los seis que logramos sobre pasatia Tenia, entonces, la ruta libre... Tampoco, pues -premunido de bino culares- logré detectar otro helicop- tero attilado que habia descendido en una chacra contigua al poblado. Una patrulla helitransportada ocupa- ba Muylaque. zY el grupo de su hermano?, cel General? Llegaron a Muylaque, pero al advert ou | Reconozco que la situacién era critica, casi desesperada, pero en los siguientes dias las cosas cambiaron radicalmente, sucedié - digamosio- un “milagro": la aparicion de los contingentes reservistas. que los helicépteros se acercarian ppara sembrar alguna patrulla, optaron por abandonar las camionetas y al prisionero. Aguardaron la noche para emprender camino hacia la carretera binacional, distrazados de paisanos y escondiendo los fusiles. Al amane- cer logran, ya en la binacional, tomar tuna custer de transporte piblico con destino a la ciudad de Moquegua. Ahi llegados. los tres individuos de tropa se despiden cada cual por su lado y Ollanta termina en la Iglesia. Obvia- mente, mi grupo se mantuvo ajeno a esia informacién, y asi -descontacta- dos y persequidos- optamos por man- tenemos unidos y en armas, allé en las alturas, Pero apenas eran 6, un pufiado... Reconazco que la situacién era cr ca, casi desesperada, pero en los Quientes dias ias cosas cambiaron ra- dicaimente, sucedié -digamosio- un “milagro": la aparicién de los contin- gentes reservistas.

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