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Breve biografía de los editores

Resonancias Jhoel David Esquivel Vera. Licenciado en


Filosofía por la Facultad de Filosofía de la
Pensamiento latinoamericano Universidad Nacional del Este (UNE), Máster en
Estudios Latinoamericanos por la Universidad

Resonancias Pensamiento latinoamericano


Federal de Integración Latinoamericana (UNILA)
de Brasil. Se desempeña como docente en
La labor, creativa y apasionada, de los compiladores a favor del pensamiento, es la Facultad de Filosofía y en programas de
de larga data y con resultados muy fructíferos. Por ello, se agradece la iniciativa de posgrado en la Escuela de Posgrado de la UNE.
“pensar” una radio online y a través de ella convocar a pensadores y pensadoras
para deliberar acerca de temas y expresiones varias que guardan relación con el Jorge Daniel Contrera Irala. Licenciado en
Paraguay y toda Latinoamérica. Este libro cobija en sus entrañas resonancias que Historia y maestrando en Historia del Paraguay
vibran a través de frecuencias alternativas, críticas y comprometidas con la gente. por la Facultad de Filosofía de la Universidad
Nacional del Este. Es Profesor Asistente de
Extracto del prólogo del Historia Americana Colonial e Independiente en
Prof. Dr. José Manuel Silvero Arévalos. la misma institución. Además, ejerce la docencia
en el Tercer Ciclo y Nivel Medio en el área de
Ciencias Sociales.

Silvio Luis Benítez López. Licenciado en


Ciencias de la Comunicación por la Facultad de
Filosofía de la Universidad Nacional del Este
(UNE), maestrando en Ciencias Sociales con
énfasis en Sociología. Es fundador, Director y
Propietario de Ñacurutu News Radio Online.

Jhoel D. Esquivel
Jorge Contrera
Silvio Benítez
(Editores)
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

RESONANCIAS:
PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

Jhoel D. Esquivel
Jorge Contrera
Silvio Benítez
(editores)

Resonancias:
Pensamiento
latinoamericano

Asunción, Paraguay
2018

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

2018
© JHOEL D. ESQUIVEL; JORGE CONTRERA; SILVIO BENÍTEZ

Edición al cuidado de SUINDÁ EDICIONES


Cerro Corá 1073, Asunción. suindaediciones@gmail.com
Teléf.: 0971-898890

Diagramación de interior: Gilberto Riveros Arce – giliriveros54@gmail.com


Corrección: Milciades Gamarra
Diseño de tapa: Rodolfo Insaurralde

Hecho el depósito que marca la Ley Nº 1.328/98.


Edición limitada.
Todos los derechos reservados.

ISBN: 978-99967-0-709-4

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

Dedicatoria

Al Prof. Lic. Juan Vicente Villalba R.,


quien siempre estuvo ahí.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

PRESENTACIÓN

Tenemos el agrado de presentar el libro Resonancias: Pensamiento lati-


noamericano, que reúne las entrevistas realizadas en la primera temporada
(2017) del programa de divulgación, Generando Filosofía Radio, emitido
por Ñacurutu News Radio Online.
Desde el canal de radiodifusión, el programa tuvo como objetivo
presentar a un público más amplio, las investigaciones y el estado actual
de las discusiones que se vienen desarrollando en el contexto paraguayo
y latinoamericano, sobre temas que abarcan, de manera interdisciplinar, lo
social, político, histórico, filosófico, científico, entre otros.
Cabe resaltar que de las 29 entrevistas realizadas, a la hora de la trans-
cripción y revisión por parte de los editores y entrevistados, debido a la
superposición de actividades, se ha producido la ausencia de algunos de
ellos, situación que obedece a factores que han escapado de nuestras ma-
nos. Este primer volumen, que ofrece 23 entrevistas, creemos puede enri-
quecer nuestro horizonte de reflexión a partir de la comprensión del influ-
jo que tienen las ideas en el sujeto y la sociedad que lo rodea.
Ninguna de ellas tiene la finalidad de agotar la reflexión sobre los
temas enfocados en los distintos programas y reflexiones de los entrevis-
tados, sin embargo, se convierten en mojones para el inicio de nuevos
análisis y, quizás, puntos de investigaciones posteriores. El material pre-
sentado puede ser leído de manera lineal, iniciando con la primera entre-
vista e ir avanzando, consecutivamente, porque cada uno de ellos va desa-
rrollando sus ideas de manera aislada a las demás. Sin embargo, el lector
puede ir descifrando los textos de acuerdo a los intereses temáticos que
considere oportuno priorizar.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

Esperamos que esto sea el inicio para construir nuevas miradas y


enfoques hacia un futuro que se nos vuelve esquivo como sociedad, por lo
que pretendemos aportar con este material herramientas para interpretar-
la desde estos grandes pensadores paraguayos y latinoamericanos.

Los editores

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

PALABRAS PREVIAS

Pocas veces tuve la ocasión de acceder a un texto que compilara mag-


níficamente las voces, las conversaciones, de varones y mujeres en torno
a las humanidades y sus resultas.
La dinámica impregnada en cada una de las tertulias asume la magia
de la oralidad que encuentra en la radio el medio ideal para fluir sin más
conservando la frescura del diálogo pero sin perder la erudición que el
lector podrá advertir en cada una de las entrevistas.
Un detalle no menor es que los entrevistados y entrevistadas, en su
totalidad, argumentan, deliberan y expresan sus opiniones con la fuerza y
la libertad que les otorga los muchos años de investigaciones y trabajo
intelectual que cada uno/a lleva a cuestas a manera de impronta académi-
ca e intelectual. Textos frescos pero profundos en el manejo de conceptos
y teorías pero sin perder de vista el contexto ni la perspectiva de un pensar
en un contexto donde la pertinencia es necesidad que se impone.
Si intentáramos trazar de manera breve y concisa las líneas principa-
les que a manera de ideas se entrecruzan en este mosaico, podríamos afir-
mar sin miedo a equivocarnos que se distinguen temas como el poder, la
belleza, el pensamiento latinoamericano, la equidad, la libertad, la memoria, los
abusos de la dictadura, la revisión de la historia, la defensa del idioma guaraní y
finalmente, la defensa de la dignidad humana, entre otros. Las piezas centrales
se concatenan de manera magistral formando un todo poliédrico.
Así, el lector encontrará una pluralidad de voces que versan acerca de
cuestiones aparentemente desconectadas pero al revisar detenidamente,
se impone un orden y sentido que invita al lector a revisar la siguiente
conversación.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

Asimismo, el lector debe saber que el trabajo académico y cultural de


Jhoel, Jorge y Silvio en pos del debate y la reflexión es una tarea de años.
La labor, creativa y apasionada, de los compiladores a favor del pensa-
miento, es de larga data y con resultados muy fructíferos. Por ello, se agra-
dece la iniciativa de “pensar” una radio online y a través de ella convocar
a pensadores y pensadoras para deliberar acerca de temas y expresiones
varias que guardan relación con el Paraguay y toda Latinoamérica. Este
libro cobija en sus entrañas resonancias que vibran a través de frecuencias
alternativas, críticas y comprometidas con la gente. Escuchar estas voces,
prolijamente compiladas, es celebrar la grandeza y el valor de las ideas.
Invito pues a disfrutar de este excelente libro que habla.

José Manuel Silvero A.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

AUGUSTO ROA BASTOS (1917-2005): LITERATURA, HISTORIA


Y FILOSOFÍA DE UN “SUPREMO”

Ticio Escobar

–Generando Filosofía Radio: Concentrándonos en la obra clave de


Augusto Roa Bastos, Yo el Supremo, ¿cuáles serían los diferentes mo-
mentos que caracterizan esta obra?; me refiero a su estructura, los tiem-
pos y el sentido que otorga Roa a la escritura en ella.

–Ticio Escobar: La estructura de la obra gira, justamente, en torno a


un gran montaje de escrituras diversas, confrontadas y articuladas de
manera conflictiva: escrituras desdobladas por el efecto pharmakon. Por
una parte, ellas constituyen un medio útil para rescatar la historia y poder
reinscribirla, reeditarla, mediante los ajustes de la memoria; por otra, re-
sultan un instrumento de fijación de la palabra y posible ejercicio autorita-
rio del poder. En cuanto inscripción, la escritura actúa como para-sí del
poder y constituye un lugar de disputa por el sentido. Pero esta disputa,
política, se da tanto dentro del lenguaje como fuera de él, en sus efectos; en
la pragmática del uso de la palabra.
Esa dimensión ambivalente atraviesa la obra Yo el Supremo, construi-
da con textos de diversa procedencia y formato: cronologías, documentos
oficiales, memorandos, cartas, crónicas y libelos que conforman laberintos
donde resuenan discursos, ecos y rumores confusos. Es que el orden sim-
bólico no puede cubrir la totalidad de la historia ni ser cerrado en un solo
decir supremo; apela, pues, a lo imaginario a costa de esa unidad que
termina estallando en una polifonía de voces dependientes de retóricas

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

variables. La irrupción de esas voces plurales, discordantes, marcan el


momento que Rancière llama “el desacuerdo”: el momento político. En
gran parte, el litigio por el poder tiene lugar en el orden del lenguaje.
Siguiendo a Becerra, aquellos textos superpuestos y plurales asumen bá-
sicamente cuatro formatos: el pasquín catedralicio, la circular perpetua, el
1
cuaderno privado del dictador y las notas al pie de página .
En primer lugar aparece el pasquín catedralicio que sentencia al Su-
premo y plantea la voz del Otro anónimo que debe ser detectada y silen-
ciada, como debe ser acallada toda voz, todo discurso, todo texto diferente
a los dictados por el Dictador. En segundo, la circular perpetua, que repli-
ca, contraargumenta y se reitera en diferentes estratos discursivos. En ter-
cero, el cuaderno privado del dictador, que, según Becerra, remeda la pers-
pectiva desdoblada del Yo/Él e “instaura desde la propia figura protago-
nista una esquizofrenia narrativa que nuevamente abre el espacio de la
ficción a la irrupción de múltiples intervenciones textuales” a cargo de
personajes y representaciones distintas que enciman sus decires y mezclan
los niveles de la historia, la memoria, la ficción y el mito. Por último, las
notas al pie de página, del propio compilador, que actúan como una ins-
tancia metalingüística y asumen una posición irónica con relación al texto:
una cierta posibilidad de desprenderse de la escritura y mirarla, reescribir-
la, desde afuera. El propio Roa, en cuanto narrador, asume diferentes em-
plazamientos de enunciación y rodea la complicada arquitectura escritu-
ral alejando y acercándose, regulando las distancias y los ángulos de abor-
daje, como si la obra le fuera ajena. Es decir, son varias instancias de textos,
posibles de ser transitadas en un movimiento de ida y vuelta que crea
estratos superpuestos de escritura. La obra es una serie hojaldrada de tex-
tos y de voces que terminan sosteniendo, sobreponiendo y negándose a sí
mismas. Estos movimientos introducen la negatividad en la escritura de
modo a permitir que su propio poder se disuelva en ella. La obra termina

1. Eduardo Becerra. Yo el Supremo. Escritura del poder, poderes de la escritura. Centro


Visual Cervantes, Madrid, s.f.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

cuestionando la versión escritural del poder y, después, el poder mismo


traducido en la escritura y sostenido por ella.

–GFR: Esa cuestión de la novela polifónica, que hace compleja una


lectura a un lector no preparado, en cuanto este no se nutrió primera-
mente de sus cuentos o de sus otras novelas; y como bien señalaste, hay
elementos, como las notas privadas, el compilador que está allí organi-
zando ese texto... Estamos hablando entonces de un texto dentro de otro
texto, de una intertextualidad que va conectando distintas redes, distin-
tos significados, los cuales, de una u otra manera, van ampliando la
realidad de esa ficción, de esa novela. ¿Qué es lo que dificultaría a un
lector que por primera vez está aproximándose a la obra Yo el Supremo?

–TE: Quizá el momento más desconcertante y complicado sea activa-


do por la acción de esos elementos que citaste; por la intertextualidad que
expresa voces diferentes, muchas veces anónimas, que resuenan en los
textos y sobreponen sus ecos. La obra también moviliza textos de diversos
tiempos y lugares, como traídos por vientos distintos. Y mezcla esas voces
con estos textos y con imágenes en figuras híbridas; oscilantes entre la
escritura, el sonido y la mirada.
Siento a veces que hay que leer Yo el Supremo como se debería leer
Ulises, de Joyce; a sorbitos, como bebiendo un coñac demasiado fuerte.
Hay momentos en que uno queda desconcertado ante la intrincada densi-
dad de la escritura, pero siente que debe seguir avanzando, aun un poco
a oscuras, tanteando caminos difíciles, regresando para tratar de aclarar
un tramo, guiado por los puros indicios de la belleza; olfateando el camino
del sentido. Pues, aunque obviamente no existen significados unívocos, sí
aparecen sentidos intensos, relámpagos de sentido. Tampoco existe una
articulación discursiva ni una narración desplegada de un modo secuen-
cial. Necesariamente es un relato entrecortado; o varios relatos simultá-
neos y cruzados. Todos estos factores producen cierta dificultad de lectura.
Pero se trata de una dificultad inevitable. Decía Walter Benjamin que a

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

veces un escritor debe “maltratar el lenguaje”, y Roa Bastos, por cierto, lo


hace: apremia y celebra la palabra para que diga más de sí de lo que diría
en situación de calma.

–GFR: Reconociendo estos puntos, ¿cuál es la tensión entre la rea-


lidad histórica y la construcción ficcional en esta obra?

–TE: Interferido por el hacer ansioso del deseo y los empujes de inte-
reses distintos, el trabajo de la memoria no es imparcial como lo es el de la
historia. Pero esa falta de objetividad no significa pura ficción; ese trabajo
se basa en hechos reales, aunque filtrados por el recuerdo o interferidos
por la representación, que trastorna siempre la veracidad de lo acontecido.
Por más que la recordación sea adulterada por ilusiones y espejismos, ella
parte de prácticas y sucesos fijados en formas objetivas o asumidas por los
devaneos de la representación. Esas formas y, aun, estos devaneos, signi-
fican tiempos específicos, pero también síntomas, en el sentido freudiano
del tiempo: no pueden ser interpretados de una sola manera ni de modo
definitivo. Por otra parte, ciertos núcleos oscuros de la memoria resisten la
simbolización; determinados momentos traumáticos, por ejemplo, no
pueden ser inscritos en clave simbólica: no pueden ser convocados en
formato de recuerdo claro. Ante esos puntos nocturnos y demasiado in-
tensos solo queda el arbitrio de la imaginación poética, que no puede reve-
lar el contenido de esos núcleos pero sí hacer de ellos principio activo de
nuevos significados, o mejor, impulso renovado de sentido. Un impulso
que fragmenta y reordena el transcurso temporal según regímenes que
escapan a la lógica discursiva. Por eso, Walter Benjamin dice que “Articu-
lar históricamente el pasado no significa conocerlo tal y como verdadera-
mente fue. Significa apoderarse de un recuerdo tal y como éste relumbra
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en un instante de peligro” . Este relumbre, el relámpago de la “imagen

2. Walter, Benjamín. “Tesis sobre la historia. Apuntes, notas y variantes”, en Tesis sobre
la historia y otros fragmentos, traducción de Bolívar Echeverría, Universidad Autóno-
ma de México, México, 2008, p. 97.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

dialéctica”, ilumina brevemente la escena en un momento radical, extre-


mo, y permite imaginar lo que no puede nombrar el lenguaje.
Así, hay una escritura que asume la ficción y oscila entre el mito y la
realidad, entre la historia y la memoria. Pero, incluso, admite diferentes
memorias y diferentes recuerdos; es decir, diversas formas de “editar” el
material de la memoria. Esta escritura recalca continuamente su dimen-
sión pragmática, los lugares de enunciación y sus propios efectos. La his-
toria va cambiando según quién recuerda y quién habla. No existe una
verdad histórica absoluta que sostenga las muchas historias que transcu-
rren, paralelas o enredadas. Pero si no hay certezas sí hay verosimilitudes.
El personaje de Roa es un personaje real, contradictorio pero convincente.
Aunque los considere sombras, alucinaciones o reflejos, a la larga Roa
tiene más consideración a los hechos registrados que apego a un juicio de
valor que exalte o repruebe al personaje; fuera de todo maniqueísmo, trata
de asumir, en cuanto se pueda, la posición imparcial de un historiador,
aunque considere que la historia es siempre un punto de partida y su curso
se va enseguida enredando en las trampas de la memoria y la propia com-
plejidad del personaje. Un personaje melancólico es, por definición, con-
tradictorio: por un lado, un solitario idealista obsesionado por una ética
estricta puesta al servicio de los bienes del Estado; por otro, un tirano
megalómano e implacable, incapaz de tolerar el decir discordante. Roa
Bastos no toma partido; asume por momentos el lugar de un historiador
meticuloso que describe los datos registrados. Pero el mismo discurrir de
la palabra lo va enredando en recuerdos opuestos entre sí y lo fuerza a
ramificar y desdoblar el lenguaje, a desmentir lo recién dicho, a remitir el
dato al orden espectral de lo omitido o callado.

–GFR: A grandes rasgos, podemos decir que Yo el Supremo gira en


torno a la figura del Dr. Francia, que estuvo como dictador entre 1814 y
1840. Pero también podemos ver que, más que centrarse en esa figura, lo
que a Roa le interesaría es la concepción del poder. Y esa concepción del
poder, obviamente, trasciende la figura del Dr. Francia. ¿Cuál es la con-
cepción del poder que aparece en Yo el Supremo?

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–TE: Sí, se ha dicho con acierto que Yo el Supremo levanta un gran


fresco del poder. Más que el caso de una dictadura específica, a Roa le
interesa el tema del poder mismo; la tragedia del poder que, ilimitado, se
vuelve contradictorio, contra sí, pues no admite el antagonismo que supo-
ne todo acto de poder. Cuando el poder se identifica consigo mismo, que-
da encerrado en un puro en-sí, sin posibilidades de ser inscripto, sin oca-
sión de devenir para-sí en la escritura. No hay escritura sin una superficie
de inscripción que suponga la diferencia: el mínimo vacío que debe rodear
las palabras para asegurarles un margen de sombra, de vibración y de eco.
Por otra parte, la escritura no es una mera exteriorización o sanción
del poder; no lo agota en su inscripción: ambas figuras (poder y escritura)
no se identifican; cuenta cada cual con un margen de autonomía que activa
y reactiva la diferencia. Por eso pensar en un discurso poderoso, único, en
una escritura del poder absoluto, significa el fracaso no solo del poder, sino
de la escritura misma. El discurso omnipotente termina derrotado por sus
propias repeticiones, que, en el espacio reverberante de la memoria, pro-
ducen desdoblamientos y duplicaciones; incontrolables versiones distin-
tas. Es por eso que la obra termina en el estallido del lenguaje. Obviamente,
toda obra literaria –toda obra de arte– apunta a quebrantar el lenguaje. En
el sentido lacaniano, lo real imposible, el ansiado objeto de deseo del arte,
es justamente aquello que trasciende el orden simbólico, el régimen del
lenguaje. Solamente lo imaginario puede, si no alcanzar, sí vislumbrar
contenidos relampagueantes que nunca tendrán nombre pero sí una mi-
sión perturbadora que empuje a buscar fuera de las palabras. El enigma
del Supremo no puede ser escrito; se encuentra más allá de los datos his-
tóricos, los documentos y los registros; solo la escritura poética puede
rodearlo, que no descifrarlo.

–GFR: En esta obra, así como señalaste, aparecen estas figuras; apa-
recen la memoria en sí, los hechos históricos basados en documentos y
obviamente la ficción. ¿Cómo se produce esa relación entre memoria,
historia y literatura?

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

–TE: Creo que la articulación de estas figuras ocurre en distintos nive-


les y de manera oscilante. De hecho, para un historiador significa una tarea
imposible detectar la objetividad absoluta de lo acontecido, renuente siem-
pre a una inscripción definitiva.
Mucho menos podría hacerlo con un personaje como el Dr. José Gas-
par Rodríguez de Francia, El Supremo, que está enfocado desde puntos de
vista distintos; tironeado por posiciones ideológicas que desembocan en
lecturas maniqueas, por conceptos éticos y concepciones del poder opues-
tos. Roa Bastos no pretende retratar al Dr. Francia: ni siquiera lo menciona
con su nombre. El personaje aparece así tensionado por distintas perspec-
tivas de lectura. De nuevo la diferencia entre historia y memoria: la prime-
ra, distorsionada por el deseo, se presta a ser considerada más desde la
microfísica del poder que desde las epistemologías objetivistas de la histo-
ria-ciencia. La memoria, por su parte, es siempre subjetiva y opera me-
diante recuerdos convocados desde distintos lugares de enunciación. En
Yo el Supremo, la historia aparece agujereada por la memoria, cuyos plie-
gues y distancias permiten los juegos de la autonomía formal de la escri-
tura. Y estos juegos remiten a la cuestión de la belleza del escrito, tema
poco tratado en los análisis acerca de esta obra, generalmente centrado en
la estructura del mensaje, las maniobras significantes, la retórica y los con-
tenidos históricos en desmedro de la estética y la poética de la obra. Es
decir, se considera poco Yo el Supremo en cuanto obra de arte. Y no se
reflexiona suficientemente sobre el hecho de que el arte impone sus pro-
pias rupturas, rodeos y negatividades y que pospone la fidelidad realista
de los hechos en aras del mejor brillo del sentido. Ese breve fulgor, el del
sentido, el de la belleza, se produce no en el orden de lo fáctico, sino en el
registro de lo sensible y lo imaginario. La historia se encuentra siempre en
culpa por su posible infidelidad, la de no poder dar cuenta del hecho tal
como realmente ocurrió. La literatura, en cambio, opera programática-
mente en el margen que media entre lo ocurrido y lo narrado. Esa traición
al Verismo constituye a la vez su virtud y su fracaso. La figura del phar-
makon se plantea a partir de la alternativa de una escritura cristalizada,

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

anclada en la inscripción precisa de los datos, o una impulsada por los


antojos de la imaginación y las fluctuaciones de la memoria. Es un dilema
“simple constructivo”: ambos caminos llevan al brete de un lenguaje que
no puede identificarse plenamente con lo que nombra. Esa paradoja hace
vacilar de manera continua la escritura en un vaivén que termina por
deshacer el personaje, que nunca puede ser definido en su plena realidad
o en su ficción completa.

–GFR: Partiendo de lo expuesto, podemos deducir que Yo el Supre-


mo es una obra bastante compleja donde se presentan diversos elemen-
tos. Ahora bien, reconociendo la presencia de tales elementos –memo-
ria, historia, literatura–, ¿se puede deducir qué pretendía Roa Bastos con
la obra Yo el Supremo?

–TE: Creo que, como todo gran artista, Roa Bastos pretende abrir
mundos. Un artista toma un hecho, un objeto o un personaje y los enfrenta
a la incapacidad de que su significación se clausure en una identidad esta-
blecida. Este gesto genera un haz disparador de significaciones que pue-
den enriquecer la historia social, la colectiva, la personal o la universal. O
todas ellas al mismo tiempo. En cuanto obra de arte, Yo el Supremo significa
no solo la fundación de una enorme arquitectura escritural complejísima
y sugerente, sino también un principio de demolición de esa arquitectura:
la obra de arte se niega siempre a sí misma para descentrarse del círculo de
la pura identidad y abrirse a las significaciones más potentes que aporta la
diferencia. En la obra de Roa, el Dr. Francia es sustraído a la dicotomía
maniqueísta que lo hace o un tirano sanguinario o el héroe fundador de la
nación paraguaya. Roa va generando una serie de brillantes juegos de
lenguaje que impiden que la figura de Francia quede encasillada, no sola-
mente en ninguno de los dos polos de aquella dicotomía, sino en ningún
otro lugar fijo. El personaje siempre va a ser mucho más que él mismo. Va
a zafarse de los contornos de una identidad preestablecida. En ese sentido,
este libro levanta una crítica implacable a cualquier intento de concluir un
retrato absoluto de Francia.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

–GFR: Teniendo en cuenta los puntos que mencionaste, y que se


pueden rastrear en la obra, específicamente en el arte contemporáneo,
¿qué podemos encontrar, para el arte y el pensamiento contemporáneos,
en la obra Yo el Supremo?

–TE: Esta pregunta posibilita retomar dos cuestiones. Una es la del


arte, que permite activar expedientes específicos vinculados a su régimen:
el rodeo retórico, la distancia irónica y la negatividad, medios que habili-
tan la discusión del sentido fijo de las cosas y la reflexión sobre la plurali-
dad de sus alcances. Estos expedientes oscurecen el acceso a las cosas,
abordadas mediante desvíos y ladeos, encaradas mediante afirmaciones y
negaciones simultáneas. Yo el Supremo no puede por eso ser leído en clave
historicista ni como si fuera una ficción novelada de la historia. La obra
debe ser abordada desde los dispositivos propios de la literatura: sus pro-
pios contenidos (el poder, la soledad, el miedo, la contingencia fatal de
todo lo humano) solo pueden ser merodeados desde los juegos de lengua-
je, las formas y las imágenes que la propia escritura promueve en cuanto
representación, pero apuntando a fuera de sí. “Esto es representación. Esto
es literatura. Representación de la escritura como representación”, escribe
Roa de manera tajante.
Otra cuestión es la política, en el sentido que Rancière usa ese térmi-
no, como desacuerdo que permite la irrupción de todas las voces, muy
especialmente las excluidas. Esas voces devienen en la obra de Roa, cla-
mor, rumor, casi silencio; un silencio inquieto, alerta, resonante de gritos
callados que ahora se levantan, se escuchan, aparecen en la escena comple-
ja del poder; discuten la enunciación de un discurso único, el poder centra-
do en un solo lenguaje: un poder apoyado en su propia enunciación, con-
fundido con su propio decir. Las otras voces producen la rajadura del
lenguaje. Pero no solo no puede existir un solo lenguaje capaz de nombrar-
lo todo, sino que el lenguaje mismo no puede cubrir la realidad entera. Es
por eso que Roa recurre a las imágenes para suturar la brecha inevitable de
los signos. Las imágenes están continuamente desdoblando y redoblando

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

las palabras, duplicándolas en ecos y reflejos. Como se sabe, lo imaginario


llega más allá del orden simbólico; el poder se juega allá y acá. Y cambia
según el lugar y el sujeto de enunciación. De pronto, en la obra aparece un
indígena, un nivaklé, que descentra el sitio desde donde habla el poder y
lo abre a un decir intruso, intempestivo, cuya voz suena en registro políti-
co. Toda la obra Yo el Supremo guarnece, protege y, simultáneamente, ataca
el lenguaje, critica la política de la representación buscando sus límites
hasta desembocar en una imagen metafórica intensa donde la propia obra
se ve tragada, arrastrada por el lenguaje que estalla.
Yo el Supremo ha sido “leído primero y escrito después”, dice Roa
desandando el camino de las palabras. Y, al mismo tiempo, borrando los
mismos hechos narrados en registro histórico: “La historia encerrada en
estos Apuntes se reduce al hecho de la historia que en ellos debió ser narra-
da y no ha sido narrada”. Toda la obra podría convertirse en un teatro de
sombras de pura ficción de ficciones o espectro de espectros, si no tuviera
puntos de sujeción tan potentes, anclajes firmes en lo real; apuestas al
sentido, que está más allá de los significados. Roa busca “tierra firme” a
través de la imagen, que trasciende el orden de la palabra. Por eso puede
hablarse, en términos contemporáneos, de una “escritura expandida”:
requiere lo visual, lo sonoro e, incluso, lo táctil. No basta solamente con el
verbo. En un momento, el Supremo manda hasta a través del silencio.
Hasta cuando calla está mandando. O sea, hay unos núcleos duros, oscu-
ros, que no pueden ser colados por el verbo y claman por los poderes de la
imagen. Por eso aparece en la obra un invento extravagante: la “pluma-
recuerdo”, dispositivo capaz de “escribir al mismo tiempo que visualizar
las formas de otro lenguaje, compuesto exclusivamente de imágenes, por
decirlo así; de metáforas ópticas”, … “dotado de una tercera función: repro-
ducir el espacio fónico de la escritura, el texto sonoro de las imágenes
visuales”.

–GFR: En algunos encuentros te tocó convivir con Roa Bastos. Le-


yendo una entrevista hecha a Ricardo Piglia, advertí que en algún mo-

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

mento le preguntaron: “¿Cómo quieres que se lean tus libros?”. ¿Alguna


vez Roa comentó algo similar sobre cómo quería que se leyeran sus
libros?

–TE: Por una parte, lo que Roa quería es que sus libros fueran leídos.
Por otra, a pesar de haber sido amigos tan cercanos, nunca lo escuché decir
cómo querría que fueran leídos. Pero sí por haberlo conocido tanto me
arriesgaría a decir que él podría haber querido que sus libros se leyeran,
por un lado, fluyendo la belleza de la palabra, y por otro, sorteando con
inteligencia las trampas de la palabra.
El lenguaje siempre cobija una argucia que deviene paradoja: para
poder cumplir su cometido remite a un “afuera de sí mismo”, o a un con-
tenido agazapado en la palabra misma o entre líneas. Pero nunca se pre-
senta a cuerpo gentil ni se muestra de manera transparente. Me cupo el
gusto de editar con Augusto y con Osvaldo Salerno un libro que se llamó
Metaforismos, un híbrido entre metáforas y aforismos; un supuesto cruce
entre las metáforas visuales de Salerno y los aforismos de distintos escritos
de Roa. Un texto-imagen, en términos de Rancière; o una pluma que escri-
biese letras e imágenes, en figura de Roa. Pero obviamente, los lugares
terminaban interceptados, mezclados, identificados o alterados. Las pala-
bras de Roa se volvían imágenes gráficas: aparecían invertidas, se agran-
daban, se estiraban, se volvían casi ilegibles. Y las imágenes de Salerno
estaban cruzadas por las palabras. Roa disfrutaba de jugar con esa forma
peligrosa de escritura que es la literaria, mientras que usaba la palabra
clara para comunicar ideas, ilustrar enseñanzas, fijar posiciones políticas y
doctrinarias, presentar un libro. Buscaba en estos casos la franqueza del
lenguaje y en ella otro principio de belleza. Diría que las imágenes de Roa
podrían girar en torno a un principio que él llamaba “un punto indiferen-
ciado en la delgada sombra entre el mañana y la muerte”, para usar una
enigmática y sugerente figura suya que nombraba, al sesgo, la contingen-
cia de la palabra. En una situación límite, la palabra resplandece, como
relumbra el recuerdo en momentos de peligro, según Benjamin; como

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

quería Roa que resplandeciera la palabra al igual que lo hace en el decir de


los sabios guaraní: el Ayvu Rapyta, obra cumbre de la literatura paraguaya,
según el propio autor de Yo el Supremo.
En cierto sentido, la imagen de Roa podría representar un ñakurut¯,
la lechuza de Hegel, que levanta el vuelo solo al atardecer, después de
ocurridos los hechos, y permanece mirando, casi en 360 grados, hacia to-
dos los lados, en medio del punto más oscuro.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

LA NACIÓN COMO PROBLEMA: LOS HISTORIADORES


Y LA “CUESTIÓN NACIONAL”

Elías José Palti

–Generando Filosofía Radio: Partiendo de una de las ideas expues-


tas en tu libro sobre el problema de los historiadores y la cuestión nacio-
nal, ¿Podrías decirnos qué perspectivas teóricas se confrontan en este
debate?

Elías José Palti: En primer lugar, quiero agradecerles la invitación.


Para mí es un gusto poder compartir algunas ideas acerca de la historia
intelectual, y en particular sobre este libro, La nación como problema, los
historiadores y la “cuestión nacional”. Para empezar, les comento brevemente
cuál es el contexto en el que surgió el mismo. Ya tiene varios años, lo escribí
en los años 90 en el marco del rebrote nacionalista que se da en Europa
luego de la caída del muro de Berlín y que, tras la disolución de la Unión
Soviética, da lugar a la formación de una serie de nuevos estados. Particu-
larmente dramática aparecería entonces la disolución de Yugoslavia, que
desata una guerra civil sangrienta, donde hubo incluso intentos de blan-
queamiento étnico.
Fue en ese contexto que se dio una oleada de estudios acerca del
nacionalismo inspirado por el temor de que esa misma oleada nacionalista
se traslade al resto de Europa, sobre todo, a Europa Occidental, y diera
lugar allí a procesos de desintegración nacional similares a los ocurridos
en Yugoslavia. Este va a ser un problema particularmente sensible en paí-

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

ses como España, Inglaterra, que tienen un carácter claramente plurinacio-


nal, o incluso en Italia, donde hay también tendencias secesionistas.
Básicamente, estos estudios, de los cuales, los más conocidos son
Naciones y nacionalismos de Eric Hobsbawm y Comunidades imaginarias de
Benedict Anderson, van a tratar de cuestionar los fundamentos de estos
movimientos nacionalistas, mostrando hasta qué punto el postulado bási-
co de estos movimientos tiene, en realidad, un carácter ilusorio, místico.
Este postulado afirma que cada Estado debería corresponderse con una
nacionalidad preexistente. Esto es lo que suele denominarse el concepto
“genealógico” de la nacionalidad. Por el contrario, según muestran estos
estudios recientes, no existen tales cosas como las nacionalidades preexis-
tentes, esa comunidad de valores y principios que supuestamente definen
a cada nación como tal. Ninguna sociedad moderna compleja, se afirma,
puede definirse a partir de algún tipo de principio común que todos sus
habitantes compartan y que los distinga, a su vez, de los habitantes de
todas las otras naciones. Toda sociedad alberga pluralidad de sujetos di-
versos en términos culturales, sociales, etc. Se trata siempre de realidades
heterogéneas y multiformes.
En definitiva, estas nacionalidades a las que se invocan se tratarían de
nociones de carácter puramente discursivo, que no tienen un referente
objetivo en la realidad. Ahora, lo que estos estudios buscan cuestionar, en
realidad, no es solamente el carácter “mítico” de los fundamentos de las
ideologías nacionalistas, del concepto “genealógico” de la nacionalidad,
sino también, y fundamentalmente, las consecuencias siempre reacciona-
rias que esta ilusión de entidad nacional tiene aparejadas, dado que con-
duce necesariamente a alguna forma de segregación. Bueno, lo que trato
de mostrar en este libro es que, si bien esta crítica, en general, es correcta,
esto no significa que el propio discurso “antigenealógico” carezca, sin
embargo, de problemas, que es lo que me propongo analizar allí.
En primer lugar, lo que señalo en ese libro es que la crítica que les
hacen a los nacionalismos en realidad es válida solo para los nacionalis-
mos del siglo XIX. En el siglo XX surge una forma más radical de naciona-

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

lismo que, de hecho, no va a desconocer la naturaleza “mítica” de su pro-


pio tipo de discurso; por el contrario, va a afirmarlo como tal, y a destacar
al mismo tiempo su eficacia simbólica en tanto que articulador de modos
de convivencia colectiva. Estas ya no suponen la preexistencia de una
cierta comunidad de valores y de principios. Lo que postulan es que es,
justamente, el propio discurso nacionalista el que funda o tiene la función
de crear esos sentidos de comunidad. La nación, según se admite ahora, es
un mito; pero esto ya no porta un sentido peyorativo para estas nuevas
corrientes nacionalistas. En definitiva, lo que se va a enfatizar acá es lo que
llamamos la performatividad de este discurso, esto es, la capacidad de los
discursos de producir aquello que nombran.
A partir de ahí, entonces, señalo dos problemas fundamentales. El
primero es de naturaleza política. Para entender esto debemos volver al
contexto en el cual se produjo esta polémica, y, particularmente, a la guerra
en Bosnia. Los serbios entonces van a desconocer la capacidad de secesión
del pueblo bosnio, van a rechazar los reclamos nacionalistas de los bosnios
y ello va a dar lugar, como dije, a una terrible masacre. Es decir, lo que
vemos entonces es que, paradójicamente, este discurso antinacionalista
que se reivindica como progresista, cosmopolita, etc., se va a terminar
alineando, en el caso de la guerra bosnia, con sectores claramente ultra-
rreaccionarios.
Esto, indudablemente, resulta ya sumamente problemático, desnuda
la presencia tras su supuesto “progresismo” de otro orden de preocupa-
ciones; más precisamente, cierta voluntad de preservar el actual sistema
de estados nacionales aun en contra de la voluntad de los sujetos involu-
crados. Tras estos problemas de carácter estrictamente político asoman así
problemas conceptuales, aún más profundos. La pregunta fundamental
que plantea este rechazo de los nacionalismos es sobre qué base podemos
negar el derecho a la autodeterminación a un determinado colectivo so-
cial. Para tomar un ejemplo, cómo podemos determinar si los catalanes
constituyen una nación de por sí, o son solo una parte de la nación españo-
la. Esto, en realidad, no se puede establecer sobre bases objetivas: no hay

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

ningún criterio objetivo que permita determinar cuándo un cierto grupo


humano constituye de por sí una nación, y, por lo tanto, pueden reclamar
derechos soberanos para sí. Como ya demostrara Ernest Renan hacia fines
del siglo XIX, ninguno de los criterios a los que comúnmente se apela (la
lengua, la religión, la posesión de un territorio común, etc.) ofrece un pa-
rámetro válido (frente a cualquiera de estos criterios que quiera esgrimirse
pueden hallarse contraejemplos que lo refuten, es decir, naciones diversas
que poseen un mismo lenguaje e, inversamente, naciones que albergan
dentro de sí pluralidad de lenguas, y así sucesivamente).
Pero tampoco podemos establecerlo sobre bases subjetivas, es decir,
ninguna elección puede decidir al respecto. Retomando el ejemplo ante-
rior, si nosotros les damos a los catalanes el derecho de que decidan de por
sí si quieren formar parte de España o prefieren constituir una nación
propia, el resultado de la elección ya no tendría ningún sentido porque el
solo hecho de reconocerles a los catalanes el derecho de decidir estamos
implícitamente admitiendo ya que poseen un derecho a la autodetermina-
ción, es decir, que constituyen una nación de por sí. Ocurre aquí lo mismo
que en el caso de la pregunta de cómo está constituida una nación, si está
formada por individuos o por grupos sociales. Esto no lo puede decidir
ningún congreso porque todo congreso constituyente presupone ya una
definición respecto de quiénes van a estar representados en este congreso:
individuos o los grupos sociales. En definitiva, lo que se descubre aquí es
que el concepto de naciones es un concepto en última instancia político, lo
que quiere decir que nos enfrenta a una cuestión, en última instancia, in-
decidible. Nos traslada a un plano donde toda normatividad se quiebra,
donde ya no existen parámetros objetivos sobre cuyas bases decidir tales
cuestiones, y su resolución supone entonces un acto decisorio, es decir, un
acto propiamente político.
El problema, no obstante, no termina allí. La pregunta realmente crí-
tica se abre recién a partir de esta misma comprobación. Lo que surge a
partir del descubrimiento de esta necesidad de un acto decisorio despro-
visto ya de todo fundamento, de toda regla o parámetro objetivo que pue-

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

da servir de sustento, es quién puede hacerlo, quién puede determinar


esto, decidir al respecto. Y es acá, en fin, donde el discurso “antigenealógi-
co” encuentra su límite, y revela sus propias fisuras inherentes. Por detrás
de esta vocación normativa de este discurso, que, en el fondo, lleva a los
intelectuales a postularse y considerarse a sí mismos como aquellos auto-
rizados a decidir qué naciones merecen, o tienen derecho a constituir esta-
dos de por sí, y cuáles no, se trasluce, en definitiva, en un intento de sacra-
lizar el statu quo entonces presente, de naturalizar el orden establecido en
la Carta de Helsinki (que fue la que fijó el mapa de las naciones en Europa
tras la Segunda Guerra). Y ello en el mismo momento en que ese orden
internacional estaba entrando en crisis acelerada. De hecho, este se encon-
traba ya en proceso de disolución, algo que para estos intelectuales apare-
ce como sumamente preocupante y que desata esa ira hacia los nacionalis-
mos que se descubre en esos textos. Las críticas al mismo, aunque buscan
aparecer como resultados de una mera comprobación histórica, están fuer-
temente sobredeterminadas por precupaciones presentes, las cuales resul-
taban, además, muy difíciles de sostener públicamente en el marco de la
Guerra Bosnia, dadas las contradicciones que esto les generaba, como ya
vimos.
Sintetizando, lo que buscaba en ese libro es mostrar porqué la crítica
nacionalista es perfectamente válida. Que esos trabajos que surgieron en
esos años van a ser muy lucidos en desmontar las aporías implícitas en la
idea genealógica de la nacionalidad. Pero que la contrapartida de esto va
a ser una ceguera respecto de las aporías que contiene el propio discurso
antigenealógico de la nacionalidad. En el fondo, así como estos se propu-
sieron deconstruir el discurso nacionalista, de lo que se trataba ahora, para
mí, era, a su vez, de deconstruir el propio discurso antigenealógico o anti-
nacionalista que entonces se había impuesto entre los estudiosos del na-
cionalismo y el mundo intelectual, en general.

–GFR: ¿Podrías explicarnos cuáles son los lineamientos teóricos de


la historia intelectual como campo de análisis dentro de la historiografía
contemporánea?

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–EJP: El campo al que yo me dedico, que es la historia intelectual, ha


experimentado en los últimos años lo que un historiador muy conocido,
John Pocock, miembro de la llamada Escuela de Cambridge, definió como
una verdadera revolución teórica. Lo que dio origen a esta transformación
fue el intento de rescatar a esta disciplina del oscurecimiento al que se
había visto sometida en los años 60s y 70s, debido al auge de la historia
económica y la historia social y también de la historiografía marxista que,
al menos en su versión “vulgar”, tendía a ver a las ideas como meras
emanaciones o manifestaciones epifenoménicas de procesos sociales y eco-
nómicos, reflejos en la conciencia suyos. Desde esta perspectiva, las claves
que ordenan la historia intelectual se encontrarían por fuera de ella, es
decir, para entender las transformaciones de orden conceptual cabría mejor
estudiar la historia social y económica; bastaría con entender cómo se trans-
formó la sociedad y la economía.
En el ámbito anglosajón se va a retomar así una crítica, ya realizada a
comienzos del siglo XX por un historiador, Lewis Namier, quien fue en su
momento el fundador, o el principal referente de lo que se llamó la visión
“cínica” de la historia. Namier se dedicó fundamentalmente a la historia
política, y lo que él buscó en sus escritos fue demostrar hasta qué punto
ningún actor político tuvo nunca ningún prurito en contradecir aquellos
postulados que sostiene públicamente siempre que lo considerara necesa-
rio. En definitiva, lo que determina la acción de los sujetos, asegura, no son
las doctrinas, las ideas, los principios, los valores que se suelen proclamar.
Estos, dice, tienden más bien a ocultar más que a revelar la verdadera
motivación de los sujetos, que es, básicamente, el afán de poder. Los dis-
cursos, las ideas, no servirían sino para velar, para maquillar, esta realidad
mucho más cruda y descarnada.
Frente a esta crítica, la historia de las ideas buscará enfatizar, por el
contrario, el hecho de que los sujetos tienen siempre la necesidad de racio-
nalizar su conducta, es decir, que si bien las ideas, en verdad, no son más
que racionalizaciones de impulsos de otra índole, una vez postuladas,
impactan sobre la conducta de los agentes. De alguna forma, los sujetos se

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

ven siempre obligados a actuar de manera coherente con aquellos princi-


pios que postulan públicamente.
En esta nueva historia intelectual se apartaría ya de este supuesto. Va
a partir de admitir que, en realidad, el mismo es más bien ingenuo. La
pregunta que se va a plantear es cómo podemos fundar la disciplina sobre
bases menos precarias que este supuesto de que los sujetos van a ser cohe-
rentes con sus ideas. Es decir, cómo podemos darle sentido a la historia
intelectual aun suponiendo que Namier tuviera razón, que las ideas no
son realmente efectivas en la determinación de las conductas de los
sujetos.
Como vemos, se trata de una cuestión crítica, puesto que se pone aquí
en juego el sentido mismo de la disciplina. Si fuera así, parece ser que nada
de lo que hacemos los historiadores intelectuales tendría ya algún sentido.
En el campo de la llamada historia intelectual hay distintas escuelas,
y cada una va a confrontarse con este desafío de manera distinta. En el
ámbito anglosajón, la más influyente es la llamada Escuela de Cambridge,
cuyo principal sostenedor es Quentin Skinner. Este va a apelar a las teorías
lingüísticas anglosajonas. Según éstas, el mayor problema de la vieja his-
toria de ideas radica en que limita su análisis a una sola dimensión del
lenguaje, que es la dimensión semántica, los contenidos referenciales de
los discursos, y pierde así de vista otras dimensiones inherentes a los usos
del lenguaje, como es la dimensión pragmática.
Según muestran estas teorías lingüísticas, cuando nosotros decimos
algo no solo estamos diciendo algo, sino que estamos materialmente hacien-
do algo al decirlo. El caso típico es cuando uno dice “sí” ante el altar o el juez
de paz. Lo que está haciendo es de hecho cambiando su estado civil. Bue-
no, de lo que se trata para Skinner es no limitarse a analizar qué es lo que
dicen los textos sino básicamente tratar de entender al mismo tiempo qué
es lo que estaban haciendo concretamente esos autores al decir lo que
dijeron. Es decir, traspasar el plano de los puros contenidos de los discur-
sos para reconstruir el conjunto de relaciones pragmáticas comunicativas
dentro del cual ese discurso cobró forma: quién habla, en qué contexto de
relaciones sociales se produjo esa enunciación, etc., etc.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

Acá encontramos ya una posible respuesta al desafío de Namier. En


realidad aun cuando las ideas efectivamente fueran falsas y arbitrarias,
esto ya no le quitaría valor al estudio de la historia intelectual desde el
momento en que lo que se trata de estudiar no es meramente lo que están
diciendo los sujetos, sino concretamente qué están haciendo al decir lo que
dicen. Dicho en palabras de Austin, comprender los discursos como accio-
nes, actos de habla.
En realidad, hay distintos niveles dentro de los cuales se despliega
esta crítica a las formas tradicionales de comprender la historia intelectual,y
la que vimos de Skinner es solo una posible. Hay otra que me interesa
particularmente y que distingue aún más radicalmente a la nueva historia
intelectual respecto de la vieja historia de ideas, puesto que rompe con lo
que constituye el fundamento último en que esta se basaba, y que es lo que
podemos llamar la “filosofía de la conciencia” o “filosofía del sujeto”.
La que va a marcar ese gran aporte que significó la ruptura con esta
filosofía de la conciencia va a ser otra de las escuelas, la escuela francesa,
que arranca fundamentalmente con Michel Foucault. En efecto, a partir de
Foucault se va a producir un giro fundamental en el modo de abordar los
discursos. La idea de discurso en Foucault tiende a enfatizar esta imbrica-
ción que se da entre prácticas y conceptos, entre lo material y lo simbólico.
En definitiva, toda práctica política, social, económica se sostiene sobre
una serie de supuestos de orden conceptual, y resulta inconcebible des-
prendida de esos supuestos. Para tomar un ejemplo, hay algo que cita un
historiador que estudia la historia intelectual latinoamericana y que en
uno de sus textos cita el caso de Tocqueville, quien, a su vez, cita un miem-
bro de la Asamblea Nacional francesa, Loménie de Brienne. En el marco de
la revolución, este afirmará que, desde el momento en que la Constitución
de la nación se volvió un objeto de problema, el antiguo régimen había
desaparecido.
El historiador que les mencionaba retoma esta afirmación para el caso
gaditano, las cortes de Cádiz, que terminarán sancionando en 1812 una
Constitución. Este afirma que lo mismo ocurría entonces en España, es

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

decir, desde el mismo momento en que, con la convocatoria a un Congreso


Constituyente, la nación se volvió objeto de problema, el antiguo régimen
había terminado. Para él, el mejor ejemplo de ello es el triunfo en las elec-
ciones para diputados del Partido Liberal liderado por Manuel Quintana.
Sin embargo, hay en esta afirmación un error de interpretación. No era eso
lo que estaba diciendo Tocqueville. Lo que estaba señalando era, justa-
mente, que no importaba quién hubiera ganado la elección, aun cuando
hubiese ganado la misma el partido absolutista, el hecho es que, desde el
mismo momento en que la nación se volvió objeto de problema, ya el
antiguo régimen terminó. Y en efecto, la cuestión de cómo se constituye a
sí misma una nación ya es una cuestión que escapaba por completo al
universo de problemas del Antiguo Régimen, no tenía lugar posible den-
tro de él. Su sola emergencia mostraba hasta qué punto este universo con-
ceptual ya se había trastocado definitivamente. Las coordenadas que orien-
taban ahora el debate político se había ya trasladado, y el triunfo del par-
tido absolutista no alteraría ya en nada esa situación.
En definitiva, lo que esta afirmación muestra es que lo que importa en
este caso no son las ideas de los sujetos, sino qué es lo que está concreta-
mente en disputa en cada momento. Lo que podemos llamar una historia
de los discursos o de los lenguajes políticos busca, en efecto, reconstruir
eso: no cómo cambian las ideas de los sujetos, sino cómo cambia objetiva-
mente el suelo de problemas subyacentes, cuál es ese, cómo se fueron
modificando históricamente el tipo de problemas a los cuales los sujetos se
vieron en cada momento confrontados, qué es lo que se encontraría en
disputa en un determinado contexto particular de debate. Porque son esos
problemas los que articulan un espacio de debate, los que establecen las
coordenadas en función de las cuales se ordena el debate político de un
periodo dado.
El punto fundamental, y ya concluyo con esto, es que esos cambios
son de naturaleza objetiva. No está en manos de los sujetos alterar eso.
Ellos se ven confrontados a esos problemas independientemente de su
voluntad y aún de su propia conciencia. Tomemos un ejemplo. ¿Qué deci-

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

mos cuando hablamos de que vivimos en un mundo secularizado? Esto es


algo independiente de las creencias de los sujetos, de cuántos más o cuán-
tos menos crean en la existencia de Dios. Aun cuando todos hoy creyeran
en la existencia de Dios, eso no alteraría en nada el hecho de que, para
decirlo con las palabras de Nietzsche, “Dios ha muerto”, puesto que esto
no refiere a las creencias subjetivas sino que tiene que ver con cómo cam-
biaron las condiciones de articulación pública de las ideas. Esas mismas
creencias religiosas hoy, para poder circular socialmente, deberán hacerlo
en una esfera pública que ya se ha desprendido de lo teológico. Dicho de
otra forma, más allá de las creencias de los sujetos, la existencia de Dios no
es el presupuesto sobre cuyas bases se fundan nuestros sistemas políticos
y sociales. De lo que se trata entonces de analizar es más allá de las ideas,
de los cambios o no de las ideas de los sujetos, cómo se alteraron histórica-
mente estas condiciones de enunciación de los discursos, los supuestos
sobre cuyas bases se funda un determinado orden social y político. Y, por
lo tanto, cómo en determinado momento aun las mismas ideas sin embar-
go ya van a tener un sentido muy distinto al que tenían anteriormente.
Este cambio es el que yo considero fundamental en la historia intelec-
tual. De lo que se trata, en definitiva, es arrancar los estudios en el área del
plano de la pura conciencia, del plano puramente subjetivo, y entender
cómo es que los entramados simbólicos, los discursos, forman parte cons-
titutiva de las propias prácticas sociales. Ambas dimensiones, lo material
y lo simbólico, resultan así indisociables, no pueden desprenderse una de
otra. Esto significa que el orden de lo simbólico no es algo que circula
exclusivamente en la mente de los sujetos sino que es un elemento consti-
tutivo de la propia realidad, y que de lo que se trata es de comprenderlo
como tal. Esto, en fin, supone una reformulación fundamental del objeto
de estudio. Tradicionalmente se piensa que las ideas, los conceptos, se
colocan del lado del sujeto, que son atributos subjetivos, y que se oponen,
a su vez, a realidades materiales “objetivas”. Por el contrario, aquello hacia
lo que se orienta esta nueva historia intelectual, como vemos, es, al mismo
tiempo de orden simbólico y objetivo. Ello define un nuevo espacio de

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

reflexión, un campo de análisis completamente nuevo, que ya no tiene


nada que ver con la antigua historia de “ideas”, las cuales, como vimos, se
dirige exclusivamente hacia lo que los sujetos piensan, perdiendo así de
vista esta dimensión simbólica que se encuentra imbricada ya en los pro-
pios sistemas de acciones sociales, con independencia de la voluntad, y
aún de la conciencia de los sujetos.
Esto es brevemente lo que traté de mostrar a lo largo de mis escritos
sobre el tema: hasta qué punto el cambio que estamos presenciando en la
disciplina se trata efectivamente de una verdadera revolución teórica, que
ha hecho de esta disciplina uno de los campos más dinámicos en el ámbito
historiográfico, una fuente de desarrollos teóricos cuya influencia se ha
hecho notar incluso más allá del ámbito estricto de la disciplina histórica
y que ha impactado al conjunto de las disciplinas humanísticas.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

SOCIEDAD, UNIVERSIDAD Y CONOCIMIENTO EN PARAGUAY

Juan Andrés Cardozo

–Generando Filosofía Radio: ¿Cuál es la situación actual de las uni-


versidades paraguayas en términos de producción de conocimiento?

–Juan Andrés Cardozo: En general, tenemos que hacer unas distin-


ciones, porque la universidad en sí es una generalización que debemos
evitar. Y porque la Universidad Nacional de Asunción y las otras univer-
sidades nacionales se caracterizan por ser más rigurosas en su institucio-
nalidad, su gestión y trabajo, en su programación, y en todo lo que hace al
método científico, académico y de selección. En última instancia, la situa-
ción de la universidad en el Paraguay es una cuestión ambigua que pasa
por un anacronismo hasta en las más afamadas carreras, incluyendo las
públicas. Este anacronismo es un desfase, en particular en lo que se refiere
a la producción de conocimientos. Pero en las universidades privadas te-
nemos un problema mayor, puesto que la producción de conocimientos es
prácticamente nula. Y entonces nos encontramos con un cuadro tremen-
damente problemático en relación al concepto inherente a la universidad
en el contexto latinoamericano y más aún respecto a los centros de relevan-
cia en el mundo. Así que nos enfrentamos a una situación problemática
que nos impele superar, siempre que pueda incidir la crítica en los cambios
metodológicos y estructurales que son urgentes de realizar en nuestras
universidades.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–GFR: ¿Cuál es el papel que debe cumplir el Estado, en esta deno-


minada Era del Conocimiento?

–JAC: El papel del Estado es ineludible. Y cada vez su presencia tiene


que ser mayor, partiendo de la necesidad de una inversión significativa,
que en el caso de Paraguay, a pesar del aumento contemplado en la nueva
ley, no se cumple. Peor aún, la inversión en el ámbito del conocimiento y
de la investigación científica es cada vez más reducida. Por otro lado, ne-
cesitamos además definir aquellos ámbitos determinados para la investi-
gación científica, la producción de teorías, como por ejemplo en los cam-
pos de las ciencias sociales. No hay la adecuada interacción en las investi-
gaciones para que nosotros siquiera avancemos hacia un conocimiento
teórico e histórico de nuestra propia realidad, histórica y coyuntural. La
realidad social del Paraguay no pasa por una aprehensión objetiva y crítica
en las universidades. Los trabajos y los estudios siguen siendo personales,
individuales, de algunos intelectuales que se dedican al trabajo de la inves-
tigación, pero no constituyen la gestión y el resultado de un proceso arti-
culado de una institución académica. Además, en el Paraguay no existe
una élite en el sentido de una minoría calificada, con capacidad de incidir
en las distintas entidades asociativas de índole cultural y con influencia en
el sistema de la educación superior, incluso en la política. Siempre predo-
minan la mediocridad y los intereses de una oligarquía urbana y rural. La
política es particularmente un fiel reflejo de esta referencialidad socio-
histórica.

–GFR: ¿Qué puede enseñar una persona que no hace investigación


en nuestras universidades?

–JAC: Nada, a no ser que la simple reproducción de actores sociales


premodernos.Tenemos, en primer lugar, un porcentaje muy escaso de gente
que produce investigación en la esfera universitaria, pero la cuestión es
que este deber de la universidad ya es improrrogable. La investigación no

38
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

puede continuar en la inercia de la postergación. Y para romper con esa


inercia de la tradición es preciso y urgente introducir no solamente la
metodología de la investigación científica, la más moderna y pluri-
comprehensiva, sino asimismo practicar –tanto en el campo de la expe-
riencia científica como en el de la reflexión crítica– la lógica de la articula-
ción estructural. Nos referimos a la lógica del conocimiento y del pensa-
miento en sí. Estas cosas todavía no estamos haciendo como deberíamos,
aun cuando en algún momento del proceso histórico universitario se ha
pasado a la investigación práctico-experiencial, en el marco de la ciencia
aplicada, a hacer trabajos interesantes, específicamente, en las facultades
de Medicina, Ingeniería y Arquitectura. En esos centros hay trabajos de
gran importancia y que han tenido también alguna acogida en publicacio-
nes especializadas en el exterior, como en Estados Unidos. En Alemania y
Francia tienen cierta receptividad los trabajos de ensayo e investigación en
las áreas de las ciencias humanas y sociales. El filósofo Juan Santiago Dávalos
nos abrió la puerta en la Universidad de Berlín, mientras que el antropólogo
Pierre Clastres en las universidades francesas. También el sociólogo Alain
Touraine hizo lo mismo en el Instituto de Altos Estudios Sociales y Políti-
cos de París.

–GFR: Tenemos conocimiento que conformaste el equipo de aseso-


res para el estudio de la reforma de la educación superior en el último
periodo legislativo del 2008-2013, y por consiguiente cabe preguntar:
¿Cómo han quedado dichos estudios y fundamentos? ¿Qué ha pasado
desde entonces? ¿Cuál es el rumbo de la educación superior en el Para-
guay desde las propuestas políticas del Estado?

–JAC: Terminó con la promulgación de la Ley N° 4995/2013 de la


Educación Superior, que rige en la actualidad para las universidades e
institutos superiores. Esta ley tiene algunas ventajas, como por ejemplo,
establecer un 20% del Presupuesto General de la Nación destinado a las
universidades y los institutos superiores, para que las universidades pú-

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

blicas sean más accesibles a grandes sectores de la mayoría de los estudian-


tes. Sin embargo, esa inversión no se está otorgando, aun cuando dentro de
ese 20% el 2% deberá dedicarse a la investigación científica. Lamentable-
mente, hay que señalar que ambos porcentajes no se cumplen, con el agra-
vante de que los recortes anuales comienzan con los rubros destinados a la
investigación. La nueva legislación puso fin a la especulativa norma deno-
minada “ley Marcos”, la misma que concedió al Congreso la facultad de
habilitar sin dictámenes vinculantes de ningún organismo especializado
la apertura de universidades. Ahora tanto la habilitación como la acredita-
ción de las universidades deben pasar por el Consejo Nacional de Educa-
ción Superior (CONES), así como la respectiva evaluación por la Agencia
Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior
(ANEAES). Pero hay que señalar que el proceso anterior ya había produ-
cido un daño irreparable con la proliferación de un sinnúmero de univer-
sidades privadas. Y que hoy son meros centros de comercialización de la
educación superior, concediendo títulos sin las preparaciones adecuadas
ni las rigurosidades metodológicas en carreras de enorme importancia
científica. La población estudiantil de estas universidades mercantilistas,
y meramente lucrativas, ya supera a la de las universidades públicas; dán-
dose así, la privatización fáctica de la educación superior en el Paraguay.
Como era de esperar, de esta manera no nos preparamos para ingresar en
la “Era del conocimiento”, la que distingue a nuestro siglo. A esta etapa del
saber humano, un filósofo español, Eugenio Trías, había agregado que el
siglo XXI es asimismo la época del Conocimiento y del Pensamiento. ¿Por
qué? Porque la filosofía debería estar presente en nuestra época, ya que sin
ella la ciencia termina siendo subsumida al interés de la reificada técnica y
del sistema político-económico hegemónico. Sistema que viene agravan-
do la deshumanización del mundo. Entonces, la intervención crítica del
pensamiento filosófico podría llevar al conocimiento en sí mismo hacia un
proceso de re-humanización del saber humano. O sea que el conocimien-
to, la ciencia, la técnica, la imaginación creadora y el conjunto de saberes
estarían, con la intervención críticamente emancipadora de la filosofía, al
servicio del ser humano, de su autorrealización y autoreferencialidad.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

–GFR: Teniendo en cuenta la realidad de la educación universitaria


actual, ¿qué debemos hacer con las universidades privadas? ¿Cómo
podríamos combatir el mercantilismo?

–JAC: Para salir de este oprobioso mercantilismo se creó el Consejo


Nacional de Educación Superior. Ha sido una lucha personal, el haber
logrado la participación de los docentes y la representación estudiantil en
el CONES. Lamentablemente, en la práctica nada estamos haciendo, pues
las representaciones se digitan políticamente. Y esa digitación política, en
vez de llevar las expectativas y los legítimos intereses de los docentes para
mejorar la educación, solo ubica a personas sin la menor formación cien-
tífica y sin la identificación coherente con las demandas de sus respectivos
gremios. Para la representación docente debería exigirse la producción de
alguna investigación y tener mínimamente diez años de experiencia en la
enseñanza. No se cumple con eso. En relación con los estudiantes, se nom-
bra a aquellos que provienen de universidades irrelevantes y mediocres,
tanto públicas como privadas. La idea era que la representación estudian-
til coopere para que el país avance hacia una educación superior de mayor
calidad y, sobre todo, para avanzar hacia la equidad del sistema. Con ese
objetivo, nosotros incorporamos en la ley los principios del derecho a la
igualdad de oportunidades y del derecho a la igualdad de condiciones.
Pero esta misma ley nació defectuosa en el Congreso, ya que las partes
interesadas del statu quo, como el ministro de Educación y los rectores,
conforman el CONES y digitan la membresía de la ANEAES.

–GFR: ¿Hacia dónde debería dirigirse la reforma? ¿Qué incidencia


tiene la universidad en la sociedad o en el país?

–JAC: Deberíamos apuntar no hacia una meritocracia, por la actual


transgresión denotativa de esta terminología. Pues ha dejado de tener su
originaria significación, cual es la de privilegiar los méritos por encima de
la kakistocracia: el “gobierno de los peores” según los griegos. Pero hoy la

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

meritocracia en el poder y la meritocracia en la sociedad civil significan, de


conformidad con la moderna sociología del conocimiento, exclusión so-
cial, uniformidad ideológica e interdicción de los intelectuales. De acuerdo
con el funcionalismo y utilitarismo operantes, la meritocracia se reduce al
gobierno de los “expertos”, el recetario de los supuestos “técnicos” o la
agenda política y mediática dictada por los publicistas y logógrafos. La
universidad de nuestro tiempo y para el futuro es abierta, inclusiva e
integradora, a la vez creativa, lúdica, autocomprensiva, crítica e innovadora.
Está conectada interactivamente con la sociedad. Y desde esta perspectiva,
los modelos son las universidades de Suecia, de Finlandia y Noruega. Por
eso, en nuestro contexto latinoamericano, Chile y Uruguay miran hacia
esos modelos, en especial aquellos intelectuales y líderes comprometidos
con la erradicación de las desigualdades sociales. En nuestro caso, hay una
reproducción constante de la medianía, de las precariedades cognoscitivas
y prácticas. ¿Por qué? Porque el poder viene siendo privatizado desde
hace tiempo, capturado, por la nesciencia, la ignorancia, a la que se suman
los doxólogos (opinólogos), los “comunicadores” y figuras de la
entretención y de la frivolidad. Entonces, en vez de progresar hacia la
cualificación descendemos al abismo de la incompetencia y de la inepti-
tud. Así nos inmovilizamos en el fango de la chapucería y la precariedad.
Y por lo tanto, no es raro que nuestra educación y la propia universidad no
sean capaces de formar, según la exigencia de la época en la que estamos
viviendo, para aprender a hacer, para aprender a pensar y para solidaria-
mente aprender a ser. A ser un país digno, respetado y admirado. La cul-
tura de la emancipación, hacia la cual debemos avanzar, requiere un mo-
delo de universidad de incidencia dialéctica en la superación histórica de
la sociedad en su conjunto. Estamos hablando por consiguiente de una
universidad para todos. Para todos aquellos ciudadanos, para todos los
estudiantes, que ansían y están capacitados –mediante la universalidad de
la educación media– para llegar a los estudios superiores y puedan a su
vez crear, generar, producir conocimientos. De ahí que hablamos de una
universidad abierta como modelo, no de una universidad excluyente,

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

elitista y elitaria. Hablamos sí de universidades bisagra, para que incluso


aquellos estudiantes que no han podido continuar determinadas carreras
puedan volver, después de diez o treinta años, a reinsertarse académica-
mente hasta terminar los cursos de grado y de posgrado, cumpliendo con
la aspiración de concluir las carreras elegidas. Pensemos en la universali-
zación de la educación superior y no en un sistema endogámico que exclu-
ye y margina a las mayorías. Así la educación será la inmensa unidad de
fuerzas transformadoras que llevarán no solo a la transformación estruc-
tural del Paraguay, sino también a ser un país protagonista en la construc-
ción de un mundo mejor, más justo y humano.

–GFR: ¿Cuál es el papel de la filosofía sobre la ciencia, el conoci-


miento y la historia?

–JAC: La filosofía es inquietante siempre. La filosofía molesta sin


cesar porque hace preguntas que requieren una respuesta que correspon-
da a la realidad y pueda elevarse a las verdades universales. La interven-
ción de la filosofía en la ciencia es desde sus orígenes, puesto que de la
filosofía nacieron las ciencias particulares. Y desde la Ilustración, la inter-
vención filosófica ha sido a los efectos de desmarcar la ciencia misma de la
ideología. ¿Esto qué quiere decir? Por ejemplo, podemos tener buenos
profesionales en el ámbito de la investigación física, química o biológica,
en general de las ciencias básicas y aplicadas, pero que carecen de una
adecuada epistemología. Pues siguen huérfanos de una teoría científica
del conocimiento, y entonces sus opiniones están contaminadas de
desfasadas metafísicas, teologías y aun de éticas. Así no es casual que un
científico sea ideológicamente conservador o esté impregnado de
mistificaciones, pues su formación filosófica es deficiente y está anclada en
una superada o mala filosofía. Por eso la filosofía interviene siempre en los
ámbitos de la ciencia para corregir sus errores conceptuales y establecer las
demarcaciones que legitiman la autonomía y la validez de la ciencia. Que
un físico opine teóricamente sobre el universo en base a investigaciones

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

empíricas o metodologías lógicas y abstractas es pertinente, pero de ahí


que siga repitiendo dogmas etnocentristas y teocéntricas es seguir con la
irracionalidad y el oscurantismo de la Edad Media. En biología y en bioética
nos encontramos fácilmente con estas contradicciones. Conectadas estas
disciplinas con las ciencias políticas y las ciencias sociales, adquieren no-
ciones más veraces sobre la sociedad. Pero también si las disciplinas de las
ciencias sociales son meramente utilitaristas y funcionalistas, las “ciencias
3
normales”, por utilizar una categoría de Thomas Kuhn terminan por ser
instrumentales a las estructuras sociales injustas y conservadoras. Y res-
ponden a sus intereses, en este caso, hoy, del capitalismo. Frente a esta
problemática debemos plantearnos ¿en qué sentido la filosofía hace una
demarcación que implique un aporte a la sociedad? Nuestra respuesta es
sencilla y a la vez categórica: en el sentido de un pensar crítico capaz de
contribuir a la formación de una conciencia también crítica de la ciudada-
nía. Lo hará, siempre que el filósofo produzca efectivamente un pensa-
miento lógico y una tesis radical destinada a transformar la sociedad me-
diante los principios de equidad, autonomía y de igualdad. También, y
volvemos a insistir, siempre que al mismo tiempo la filosofía sea capaz de
producir una epistemología, una teoría del conocimiento realmente cien-
tífica, que libere a la ciencia de la ideología, entendida esta como “falsa
conciencia”, “engaño”, “ilusión”. En virtud de ello es igualmente decisiva
la intervención de la filosofía en la sociología, en especial para liberarla del
positivismo y de las descripciones meramente cuantitativas y estadísticas
de la sociedad. La sociología sin la filosofía es a-histórica, de la misma
manera en que la historia es a-científica sin la filosofía. Esta le da no sola-
mente la hermenéutica para una interpretación metodológica de los acon-
tecimientos, sino también la heurística para una aprehensión objetiva, es-
tructural y totalizante. Pero sobre todo la filosofía aporta a la historia un
lenguaje conceptual y la posibilidad de realizar el axioma de Pierre Vilar

3. Kuhn, Thomas. La estructura de las revoluciones científicas.México, FCE, 1971.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

de “pensar históricamente”. Hay razones, por consiguiente, de compro-


meternos a hacer filosofía en el Paraguay, tanto como para producir el
conocimiento científico como para crear aquellas teorías, preguntas y con-
jeturas que abren el camino del presente y del futuro para la autorrealización
humana.

–GFR: ¿Cuál es la situación de la filosofía actualmente en el Para-


guay?

–JAC: Debo decir con gran satisfacción que hay un grupo de jóvenes
que asumen la tarea de pensar. Son, diría mutatis mutandis, los balbuceantes
«filósofos» de la nueva generación. Se caracterizan por una dedicación
sistemática y una aplicación formidable al estudio de la filosofía y de la
ciencia. Eso es importante. Pues no se va a estar improvisando o apelando
a la intuición como se hacía antes. Se percibe ya una capacidad propedéutica
que avanza hacia una interpretación gnoseológica y lingüísticamente apro-
piada respecto a diferentes disciplinas. Pongamos el caso de la historia.
Nosotros tenemos una afición muy fuerte hacia la historia circunscripta al
relato y a la simple narración de los hechos. Más aún, hacia esa historiografía
limitada a la crónica y cuya descripción gira en torno a determinadas figu-
ras que se idolatran. Esta historiografía ha venido siendo la matriz de lo
que denominamos el “culto a la personalidad”, fuente a su vez del fascis-
mo. Desde la Escuela de los Anales en Francia, y concretamente con Lucien
Febvre (Combates por la historia), esta disciplina observa la totalidad de los
procesos sociales que inciden en los acontecimientos y sirve a una mirada
de “larga duración”. Entonces, la visión holística con una metodología
estructural, que aporta la filosofía de la historia, la investigación histórica
tiende a una aprehensión más objetiva y totalizadora del pasado y contri-
buye para comprender el presente. Esta tendencia ya empieza a aflorar en
la nueva generación de investigadores. Pero en lo que se refiere concreta-
mente a la filosofía, también se aprecia una evolución crítica, y en coinci-
dencia o siguiendo con la emergencia de la filosofía latinoamericana, con

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

una reflexión más autónoma frente al logocentrismo tradicional. Todavía


tenemos déficit en la producción teórica. Y en el ámbito de la filosofía
política, materia que suscita mayor estudio en los ensayos, persiste el
descriptivismo en desmedro de la razón dialéctica y del lenguaje concep-
tual. Arribar hacia esa filosofía, en la que el pensar tenga activa presencia
y universal trascendencia, es la tarea que desafía a nuestra inteligencia,
anhelante de saber y de seguir preguntando sobre las verdades estableci-
das, por cuestionar y re-inventar.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

“EN LOS SÓTANOS DE LOS GENERALES. LOS DOCUMENTOS


OCULTOS DEL OPERATIVO CÓNDOR”, REFLEXIONES EN TORNO A
LA OBRA HOMÓNIMA DE ALFREDO BOCCIA PAZ,
MIGUEL H. LÓPEZ, ANTONIO V. PECCI
Y GLORIA GIMÉNEZ GUANES

Miguel H. López

–Generando Filosofía Radio: ¿Cómo surgió esta obra? ¿Cuáles fue-


ron los objetivos que llevaron a impulsar una obra sobre el Operativo
Cóndor? ¿Qué pretendían con la misma?

–Miguel H. López: Una tarde, en el diario Última Hora, estábamos


con Antonio V. Pecci conversando sobre la dictadura, sobre las cosas que
ocurrieron entonces, hablando de la necesidad de interpretar los hechos
de entonces para las generaciones que venían y que no tenían mucha no-
ción del tema. Discutíamos sobre los modos en que deberíamos atar esta
relación intergeneracional e instalar la interpretación de lo que fue la dic-
tadura de Alfredo Stroessner, todo su simbolismo, toda su represión y su
carga de muerte. De todo lo que significaba la proyección política para el
país hoy, la corrupción, la herencia económica, etc. Estábamos en eso cuan-
do nos preguntamos¿por qué no escribimos nosotros? Entonces nos pro-
pusimos ese desafío.Un día nos sentamos a hablar para ver qué y cómo lo
haríamos. Después invitamos a Alfredo Boccia y coincidimos en que lo
que teníamos que escribir era algo que fuera un aporte importante tanto en
Paraguay como en los países de la región. Decidimos trabajar sobre el

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

Operativo Cóndor, que algunos llaman Operación Cóndor, un plan supra-


nacional que involucró a las dictaduras de Sudamérica que en principio
eran Chile, Argentina, Paraguay, Brasil, Bolivia y Uruguay. En su última
fase, que fue la más criminal, se estaban por incorporar Venezuela, Perú y
Ecuador, hacia el ocaso de la década del 70, que es cuando se desactiva el
plan, no sin antes dejar un tendal de muertes, de perseguidos, de destruc-
ción, todo lo que después conocimos.
Nos propusimos ese trabajo que llevó tres años. Hicimos investiga-
ciones en los distintos países involucrados en el Operativo Cóndor, cada
uno de nosotros aprovechó viajes que hacíamos para cursos, seminarios,
y visitábamos los archivos, hacíamos entrevistas a personas que habían
sufrido en aquellos países, que habían sido víctimas del Operativo Cón-
dor, o en su defecto conocían personas o trabajaron para la defensa de
personas afectadas por Cóndor. Así fuimos reconstruyendo el Operativo,
basados fuertemente en los documentos del Archivo del Terror de Asun-
ción. Evidentemente, esas son las evidencias más contundentes que exis-
ten sobre la existencia real y el funcionamiento de este Plan siniestro, que
constituyó una suerte de convenio internacional entre los países para eje-
cutar de modo clandestino y fuera de la ley un operativo de persecución,
intercambio ilegal y asesinato extraterritorial de opositores a los regíme-
nes dictatoriales.

–GFR: ¿Cuál fue la relevancia del Operativo Cóndor para el sistema


represivo de la dictadura de América del Sur?

–MHL: Tuvo una relevancia superlativa. Obviamente, el Operativo


Cóndor no es una iniciativa autónoma, propia de los países que estuvieron
involucrados en el Cono Sur. Era parte de una plataforma y de un proyec-
to, de una estrategia y estratagema de los organismos de seguridad de los
Estados Unidos; la CIA, principalmente, el Pentágono y el Departamento
de Estado, insuflaron la creación de esta articulación criminal. Tuvo su
creación en noviembre de 1975 en Santiago de Chile. Hay una reunión

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

fundacional que en su primera etapa plantea la creación de una base de


datos sobre los opositores a los regímenes dictatoriales y el intercambio
entre las inteligencias de los países involucrados, de las informaciones de
estos opositores que ellos llamaban guerrilleros, disidentes, comunistas,
etc. En principio era el intercambio de documentaciones. De ese encuentro
en Santiago, al que llamaron Conferencia, participaron Paraguay, Chile,
Argentina, Uruguay, Bolivia y Brasil para dar nacimiento al Operativo
Cóndor, cuya sede principal era la capital chilena y su principal referente,
el Cóndor 1, Augusto Pinochet, el dictador de Chile. Estados Unidos, a
través de ese mecanismo, hizo lo que siempre hace: persiguió, impuso las
dictaduras, fomentó las dictaduras, las sostuvo y ejecutó todo su plan de
dominación y de crímenes en el mundo.
En su segunda fase, el Operativo Cóndor se basó en el intercambio
ilegal de prisioneros políticos. Hay un caso bien documentado y que abre
y cierra todo el proceso, que demuestra fehacientemente el plan y está en
el libro, el de unos opositores argentinos, uruguayos y chilenos que llegan
a Paraguay. Recuerdo sus nombres: José Nell, Alejandro José Logoluso,
Dora Marta Landi Gil, Nelson Rodolfo Santana y Gustavo Insaurralde,
creo que estaba también un chileno. Ellos son detenidos en Paraguay, la
mayoría en Asunción; son tenidos en las cárceles de Stroessner y luego
entregados en la frontera de Paraguay con Argentina, en Formosa, a gen-
darmes argentinos llevados en avión.
El ejecutor de aquella entrega fue el comisario Alberto Cantero, uno
de los esbirros de Stroessner. No había ninguna operación de extradición,
nada. Era una entrega ilegal de prisioneros políticos. Los detenían, porque
la inteligencia argentina y uruguaya había solicitado que los rastrearan,
porque tenían y enviaron las informaciones de que estaban en Paraguay.
Fueron detenidos por la policía paraguaya con la participación ilegal, tam-
bién, de gendarmes y policías de inteligencia argentina y uruguaya. Los
toman presos en Paraguay, en Asunción a la gran mayoría, los entregan en
la frontera y los llevan a destinos desconocidos. Desaparecen dentro del
marco del Operativo Cóndor. Lo bueno, dentro de toda esta desgracia, es

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

que existen documentos de los traslados, de las detenciones, de las decla-


raciones y de la entrega. Incluso, está el tipo de avión que fue utilizado. Eso
demuestra esa triangulación criminal que representó el Operativo Cón-
dor. Esta es la segunda fase y en ella se produjeron cosas de las que no
tenemos conocimiento porque, si bien en algunos casos quedaron docu-
mentos como en este, en otros (tal vez en la mayoría de ellos) no.
El caso del Dr. Agustín Goiburú de Paraguay, por ejemplo, es uno del
que no existen documentos, sino muchos testimonios que sustentan que
estuvo dentro del Operativo Cóndor. Gladys Meilinger de Sannemann fue
una víctima sobreviviente del Operativo Cóndor. Paraguaya ella, que vi-
vía en la Argentina, que entra dentro de todo este proceso y logra ser
salvada por organismos internacionales y escapar a Europa, donde logró
sobrevivir. Ella es la primera que escribe una obra sobre el Operativo Cón-
dor y denuncia a nivel mundial este esquema criminal.
Su tercera fase, la del Operativo Cóndor, no solamente intercambia
información sobre los opositores, no solo captura y hace entrega ilegal de
prisioneros políticos; sino asesina a distancia en territorios extranjeros a los
opositores a las dictaduras, escapando o en el exilio. Existe un caso emble-
mático, que es el caso de Orlando Letelier, excanciller de Salvador Allende
en Chile, que es asesinado, nada menos que en la zona de las embajadas en
Washington. En el corazón del monstruo que crea el Operativo Cóndor, le
instalan la bomba. Lo asesinan a él y a su secretaria. Esto es lo que provoca
que Estados Unidos reaccione y finalmente, inicie el proceso de desactivar
el Operativo Cóndor, porque la bomba la había detonado en su propia
cara. Hay un caso también emblemático, el de un chileno (Bernardo Leigh-
ton, dirigente demócrata cristiano), al que intentaron asesinar en Roma,
Italia; y también el caso del general René Schneider, que es asesinado en
Argentina. Un militar que era del ejército de Salvador Allende. Esa fue la
tercera fase del Operativo Cóndor, que para entonces ya representaba una
mano larga de los gobiernos dictatoriales que autorizaban a otros países a
ingresar a su territorio y asesinar a sus opositores. Esa fue la estratagema
que se montó y que concluye básicamente hacia fines del 70. Duró como 5

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

años en los que se sembró el terror en los países de la región y fuera incluso
del continente, como fue el caso del Leighton, a quien intentaron asesinar
con su mujer en Roma.
Entonces, esto nos demuestra la importancia que tuvo para las dicta-
duras la ejecución del Operativo Cóndor y que su envergadura en 5 años
fue tan extraordinaria que finalmente llegó a vulnerar la propia seguridad
de los Estados Unidos, creador intelectual del Operativo.

–GFR: Considerando los países participantes del Operativo Cón-


dor y el funcionamiento del mismo. Estos países tienen entre sí resque-
mores, celos nacionalistas, conflictos bélicos internacionales, que de
alguna u otra forma crean ciertos recelos entre los mismos. ¿Cómo fue
posible superar esas diferencias para llegar a una alianza clandestina y
supranacional de carácter represivo? ¿Cuál fue ese elemento unifica-
dor?

–MHL: Estábamos dentro del marco de la Guerra Fría. Estados Uni-


dos ordenaba en estas dictaduras. De hecho, estas dictaduras fueron pues-
tas en gran medida por Estados Unidos y eran sostenidas por ellos que
liberaban importantes recursos económicos y enviaban agentes para ins-
truir en torturas, en persecución, en asesinatos en estas naciones del Cono
Sur de América. Esos resquemores no se superaron. Esos resquemores
siguieron, pero quedaron subterráneamente porque las dictaduras tenían
el interés de autoprotegerse por un lado, y por el otro tenían la orden de
ejecutar ese plan supuestamente para liberar al mundo (y la región) del
comunismo, del marxismo apátrida y ateo, como rezaba la prédica del
régimen. Esos resquemores siguieron, pero en lo económico la imposición
de Estados Unidos fue el elemento determinante.

–GFR: Entonces, ahí entra a jugar una importancia real lo que cono-
cemos como la Doctrina de la Seguridad Nacional.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–MHL: Sí. La Doctrina de la Seguridad Nacional entra en la región a


través de Brasil que es el primer país que reorganiza, como que adapta, la
Doctrina que impone Estados Unidos a través de los organismos de segu-
ridad para los demás países del mundo y en particular para América La-
tina. Brasil lo adapta a la región y a través de él empieza a inficionarse en
Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile, Bolivia, etc. Brasil es el que logra
adaptar esto y es el primero que introduce lo que después sería la base que
sustenta la Guerra de baja intensidad, conflicto de baja intensidad, dentro
del esquema de la doctrina de la Seguridad Nacional, aupado en la Guerra
Fría.

–GFR: Esta obra se subtitula “Los documentos ocultos del Operati-


vo Cóndor”. Entre ellos, aparecen los Archivos del Terror. ¿Cuál fue la
relevancia del hallazgo de estos archivos? ¿Qué puede encontrar la ciu-
dadanía en ellos?

MHL: El Archivo que se descubre son documentos del stronismo. Es


la historia que la dictadura escribió de sí misma, por más que parezca
contradictoria. Fue determinante, porque es la primera vez (que se conoce
en papeles) y es la demostración documentada de que el Operativo Cón-
dor existió. No hay, básicamente, otros documentos en otros países más
que estos. Después lo que se tiene son cosas sueltas y testimonios. El archi-
vo que tenemos aquí en Paraguay es el que efectivamente demuestra y
sustenta que el Operativo Cóndor existió. Esa es su mayor importancia, en
este tema por lo menos. Lo que ocurrió es que en los otros países el Ope-
rativo Cóndor fue aplicado, pero toda la documentación quedó a cargo de
las estructuras militares. En Paraguay compartían esta responsabilidad los
militares y la Policía. Y estos archivos son los que tenía la Policía. Si hubie-
sen quedado solo en los archivos militares tampoco hubiéramos tenido
acceso. Los militares hasta ahora o guardan o ya destruyeron esos archi-
vos.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

GFR: Como una forma de querer ocultar lo que sucedió…

–MHL: Es que esas cosas les incriminan. Los militares son responsa-
bles de tantas muertes y asesinatos por ejecución y tortura.

–GFR: En comparación con otros países que conformaron el Opera-


tivo Cóndor o con algunos de ellos. ¿En qué se ha avanzado en nuestro
país respecto al juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad come-
tidos durante la dictadura?

–MHL: En nuestro país no avanzamos prácticamente nada. Los Ar-


chivos del Terror, a principio, apuntaban a ser cabeza de proceso de causas
judiciales sobre estas violaciones, pero el único caso que se logró continuar
y cerrar fue el de Mario Schaerer Prono. El resto quedó así. Nosotros, bá-
sicamente, no tenemos condena de los responsables materiales e intelec-
tuales, la mayoría de los torturadores, de los esbirros, de los intelectuales
y ejecutores de la dictadura stronista, el propio Stroessner; murieron fuera
de la cárcel. Ellos no recibieron el castigo que debieron, porque los críme-
nes de lesa humanidad no prescriben. Y no avanzamos nada. De hecho, en
nuestro país se sigue teniendo serio déficit por violación de derechos hu-
manos. Eso está en todos los informes internacionales y es una cosa que no
se puede negar. En Argentina avanzaron, pero también retrocedieron bas-
tante en los últimos tiempos, con las dobles indulgencias. En Brasil es
donde efectivamente fue mucho más dura la cuestión y donde hay mayor
impunidad en términos estructurales de los militares involucrados en to-
dos estos procesos. En Chile tampoco se avanzó mucho. Para lo que sirvie-
ron (los documentos) fue para tratar de reconstruir la memoria de la dic-
tadura sobre los horrores y el terror que sembraron los regímenes dictato-
riales; y para seguir peleando; para tener enfáticamente una memoria que
nos permita seguir reverdeciéndola, seguir recordando para evitar que se
vuelva a repetir.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–GFR: Cuando hablamos de la dictadura stronista, ¿cuáles son las


secuelas más graves que ha dejado en la sociedad paraguaya?

–MHL: Son varias las secuelas. La educación, que hasta ahora nos
jode, y creo que nos jode para siempre o para largo tiempo. Y eso es caldo
de cultivo de todo lo que vemos. Las torturas, los traumas psicológicos, la
castración cívica, todo lo que representó esta persecución, esta cultura
autoritaria verticalista y antidemocrática. La sociedad paraguaya es alta-
mente anticomunista. Es decir, la sociedad paraguaya es altamente stro-
nista. Nosotros en nuestro gen cultural tenemos profundamente insertada
la dictadura y por eso actuamos con mucho autoritarismo en muchos es-
pacios. A nosotros nos cuesta muchísimo construir procesos participati-
vos, democráticos. Eso no es casual, es producto de la dictadura. Aparen-
temente no nos damos cuenta. Pero como dice Marx, la ideología, en su
primera fase, es ocultamiento. Y el más ideologizado es aquel que no se da
cuenta de que está ideologizado. Nosotros tomamos (esto) como si fuera
natural, pero en realidad es el resabio de la dictadura: una sociedad alta-
mente corrupta, prebendaria, sobornable. Esas son las grandes herencias
que deja la dictadura sobre todos los paraguayos y paraguayas.

–GFR: Específicamente, en los Archivos del Terror, ¿encontramos


documentos fehacientes que hablan acerca de la participación de Esta-
dos Unidos en el Plan Cóndor?

–MHL: En los archivos de Paraguay, lo que encontramos es la parti-


cipación de técnicos de Estados Unidos en adiestramientos y técnicas de
tortura. Hay manuales de ejecución de todos estos procesos. Sí hay algu-
nas referencias de participación de algunos agentes de Estados Unidos en
algunas acciones similares a este adiestramiento. En Chile sí hay docu-
mentos que hablan de la participación de agentes de la CIA encubiertos,
contratados en Chile en el asesinato de Orlando Letelier, que es parte de los
asesinatos del Operativo Cóndor.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

–GFR: ¿Cuál es tu opinión sobre estos signos que se dan en el go-


bierno de Horacio Cartes, donde se reivindica de alguna u otra forma la
figura de Stroessner?

–MHL: Eso es parte de la herencia. Horacio Cartes, el presidente de la


República, es un personaje que surge, se enriquece y crece bajo el amparo
de la dictadura. La mayoría de los potentados económicos de la oligarquía
paraguaya es resultado de esos favores que le otorgaba Stroessner. El can-
ciller nacional Eladio Loizaga que fue condecorado por el Gobierno de
España, era un personero de la dictadura, participó de la Liga Mundial
Anticomunista, ejecutó una serie de acciones, propició la expulsión de
misioneros españoles, como Bartomeu Melià, Pa’i Oliva, etc. Es galardo-
nado por el Gobierno de España; y tiene el tupé de decir que él participó
en el proceso de construcción de la democracia en Paraguay. Ese tipo de
cosas son las que tenemos. Y obviamente, son signos inequívocos de que
la dictadura sigue vigente, de que el aparato no fue desmantelado, de que
la cultura dictatorial todavía está muy fuertemente arraigada: y que quie-
nes son o eran parte de las autoridades, principalmente, colorados o de
origen colorado son todos hijos menores, minúsculos, del dictador Stroes-
sner.

–GFR: ¿Algo más que quieras acotar sobre la obra colectiva o el


Operativo Cóndor?

–MHL: Pedir sencillamente que la gente lea. Que lea todo lo que
encuentre. Después de este libro aparecieron muchos otros sobre el Ope-
rativo Cóndor, que ampliaron un poco más la mirada, el análisis. «En los
sótanos de los generales» es un libro que representó, en su momento, lo
último que se tenía sobre el Operativo Cóndor y es el primer libro que
entrega los documentos que demuestran la existencia de este gran y nefas-
to plan criminal. La gente debe leer. Aquí nosotros hacemos un relato en un
lenguaje sumamente accesible, las distintas historias de horror que vivie-

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

ron las personas en los países que fueron víctimas del Operativo Cóndor.
Uno empieza a leer, de modo secuencial y encuentra que la obra abre con
el caso de Goiburú y lo lee. Lo escribimos en un lenguaje periodístico para
que se entienda fácilmente, qué es y cómo pasó. Porque finalmente lo que
pretendemos es que se comprenda la dimensión de todo lo que representó
y que siempre está el peligro latente de que se reproduzca de una u otra
manera. No obstante, quiero dejar a la reflexión de que el Operativo Cón-
dor en este momento se aplica de otras maneras. Tecnológicamente sigue
habiendo la dominación de Estados Unidos sobre los países periféricos.
Nosotros seguimos inficionados. El Plan Colombia era un poco parte de
esa avanzada que montó todo ese operativo de criminalización de la iz-
quierda, de las luchas sociales. Forma parte de lo que podríamos llamar un
Operativo Cóndor un poco más disimulado; con otras técnicas y tecnolo-
gías y en tiempos de democracia. Porque también esto se ejecuta a través
de la cooperación internacional, donde obviamente no podemos descono-
cer a la USAID, que es el órgano de cooperación de Estados Unidos y que
impone condiciones e inficiona distintas organizaciones para obtener in-
formación y seguir traficando con datos sobre la gente y definiendo recetas
e imponiendo medidas de seguridad interna de nuestros países.

–GFR: Esta semana estuve leyendo tu libro “Los silencios de la


palabra”; me pareció muy interesante en cuanto al bosquejo que hiciste
allí entorno a lo que dijeron y callaron los diarios en la memoria de la
dictadura, durante la transición paraguaya. ¿Cuál fue el papel de los
medios de comunicación en la época de la dictadura? ¿Cómo podríamos
advertir a la sociedad actual sobre la influencia que los medios de comu-
nicación pueden tener para un sistema de información o una tecnología
de dominio y control social?

–MHL: Los medios de comunicación, por su naturaleza, son vehícu-


los que transportan doctrinas, modelos de sociedades, modelos económi-
cos, políticos; y construyen desde el discurso diversas realidades que al ser

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

discursos unívocos produce que la gente tome esa como la única manera
de ver el mundo. Eso gracias a que los medios de comunicación gozan de
un consenso social que se llama credibilidad. Y a partir de allí, es que
tenemos que hacer este análisis de que, por suerte la gente se da cuenta, los
medios, a veces, groseramente manipulan. Otras veces, sutilmente; no nos
percatamos de que manipulan algunas informaciones. A veces dan infor-
maciones efectivamente equilibradas, no subjetivas, no contaminadas. Pero
en los temas que les interesan, definitivamente tergiversan, manipulan,
etc. ¿Qué sucedió en el caso del intento de enmienda constitucional para la
reelección presidencial?A la gente solo quiero decirles que lean con aten-
ción los medios de comunicación. Principalmente la prensa comercial.
Porque actualmente tenemos el riesgo de que se están creando grupos,
conglomerados, que son como monopolios informativos; los Vierci, los
Cartes, los Zuccolillo están dominando básicamente los medios de comu-
nicación. Están imponiendo un discurso único, desde una perspectiva única
y una mirada sobre lo que la gente debe creer y debe entender; y sobre el
tipo de información que la gente debe recibir, obviando que recibamos
otro tipo de información. Allí es donde queda la otra batalla que hay que
darle desde los medios alternativos, que es el caso de ustedes por ejemplo.
Que pueden ayudar muchísimo a que la gente tenga otra mirada, otro
análisis, otra percepción y otro tipo de datos e informaciones para saber
que en el país están ocurriendo cosas que los medios, o la gran prensa
comercial, calla. Es una batalla permanente. Fidel Castro siempre habló, en
esta última etapa de su vida, de la batalla de ideas; y creo que ese es el
punto del conflicto actualmente en nuestros países.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

PENSAR Y REPENSAR LA REALIDAD PARAGUAYA.


REFLEXIONES EN TORNO A LA OBRA
“IDEARIUM, FILOSOFÍA POLÍTICA EN PARAGUAY”

Osvaldo Gómez Lezcano

–Generando Filosofía Radio: ¿Podrías indicarnos desde cuándo


vienen animando el estudio y las investigaciones filosóficas y humanís-
ticas desde el Centro de Investigaciones en Filosofía y Ciencias Huma-
nas?

–Osvaldo Gómez Lezcano: Pertenezco a la 1ª promoción del ISEHF


y tuve allí maestros excepcionales de la talla de Bartomeu Melià SJ, Kevin
O’Higgins SJ, Jim Kang, Dom Wook Kim, Jorge Benítez, Francisco Gimé-
nez y otros. Enseñaba ya Hermenéutica desde 2000 como profesor auxiliar
de cátedra, cuando en 2003 obtuve mi licenciatura en Filosofía. Participé
como ponente en el Primer Congreso de Filosofía Política y Crítica de la
Cultura realizado en setiembre de 2006 en Asunción, y a partir de esa
movilización filosófica y la publicación de sus ponencias en diciembre de
ese año, surgieron diversas iniciativas, como el Colegio de Investigaciones
Filosóficas. Entre las diversas propuestas e iniciativas del Colegio, un gru-
po de estudiantes hemos iniciado en 2008 una Maestría en Filosofía Polí-
tica Contemporánea, organizada por iniciativa de varios colegas y la Di-
rección de Posgrado de la Universidad Nacional de Asunción, bajo la di-
rección entonces, del PHD Prof. Antonio Tudela Sancho, una influencia
decisiva en mi formación.En ese contexto académico e intelectual, funda-

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

mos el CIF (Centro de Investigaciones en Filosofía y Ciencias Humanas).


Desde entonces, hemos desarrollado diversos cursos largos y cortos en
convenio con diversas instituciones dela capital, como el Centro Cultural
Juan de Salazar, el Centro Cultural Paraguayo-Alemán, el ISEHF de los
jesuitas, la Universidad Nacional de Asunción y otras instituciones. Ya en
el 2011, con motivo del Bicentenario de la Independencia, hemos patroci-
nado diversas publicaciones de temática filosófica y cultural en convenio
con la Secretaría de Cultura, dependiente de la Presidencia de la Repú-
blica.

–GFR: ¿Cuántas publicaciones han hecho hasta el momento sobre


el Paraguay?

–OGL: En aquella ocasión se publicaron seis libros, no recuerdo bien


la cantidad exacta de publicaciones realizadas con motivo del Bicentena-
rio de la Independencia con la Secretaría de Cultura, pero estrictamente
fuera de dicha financiación, logramos realizar otros cinco libros y una
revista temática de Filosofía Política y Social en dos ediciones, de nombre
“Apóstasis”, la cual próximamente queremos abrirla hacia una revista
cultural de temática más amplia. En 2011 editamos “Identidad e historia,
pensamientos del Bicentenario”, con el patrocinio de la Secretaría de Cul-
tura. En 2013 presentamos “Cultura, Reflexiones y Debates”, luego, en
2014, “Pensadores (as) del 900”. En febrero del 2017, el libro “IDEARIUM,
filosofía política en Paraguay”; una conclusión de investigaciones hechas
con fondos del CONACYT. Esta obra tuvo dos presentaciones, una en
UNINORTE y otra en la Escuela de Ciencias Políticas y Sociales de la
UNA.

–GFR: Hemos visto esta obra, más que interesante, y creemos que
ha sido oportuna por los temas que se abordan en ella…

–OGL: Efectivamente, dada la dificultad de publicar, personalmente


he colaborado con anterioridad de forma individual con los compañeros

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

filósofos en varias obras colectivas: con el Dr. José Manuel Silvero Arévalos
y con Sergio Cáceres, que fue nuestro anterior presidente de la entidad. He
colaborado en otras obras también, igualmente publicaciones colectivas,
no tengo un libro así, individual que pueda destacar, pero estoy trabajando
en ello. La mayoría son obras colectivas del CIF.

–GFR: ¿Podrías describirnos cómo surge esta idea de investigar


sobre los fundamentos de la filosofía política en Paraguay y señalarnos
sobre la recepción de esta obra? Por otra parte, ¿por qué estudiar filoso-
fía política en Paraguay?

–OGL: A partir de diversos intentos de sistematizar el pensamiento


filosófico-político, que es lo más estudiado, y de acometer una labor de
más largo aliento que requiere la conjunción de muchas personas, de pre-
disposiciones varias, se ha asumido esta tarea con una gran responsabili-
dad. Queda mucho por investigar y ampliar. En general, la crítica es gene-
rosa porque se trabaja muy poco estos temas. Hay gente más versada en
Historia, en Derecho, en Sociología que filósofos. Y el filósofo, normalmen-
te, está más abocado a la docencia. No había un espacio propio, digamos,
para la función del filósofo, salvo ser un aficionado ratón de biblioteca,
desde otros campos del saber y meterse a investigar. El paso de profesores
de filosofía a filósofos investigadores presupone también la creación de un
espacio profesional que le genere recursos, porque tiene una familia que
mantener. Esa razón limita mucho el número de lectores críticos y el incen-
tivo a investigar. Sin embargo, en los últimos años esta situación está cam-
biando en Paraguay, dado el apoyo efectivo del Estado paraguayo a través
del CONACYT, pues gracias a diversos programas e incentivos se está
profesionalizando cada vez más la función del pensador. Notamos una
muy buena acogida al último libro “IDEARIUM, filosofía política en Para-
guay” a partir de informaciones que vamos recabando de la gente que lo
ha empezado a leer.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–GFR: En referencia al libro IDEARIUM y sobre tu artículo “Anar-


cosindicalismo en Paraguay”, ¿podrías describirnos la influencia de la
ideología anarcosindicalista en el desarrollo del movimiento obrero
paraguayo?

–OGL: Resumiendo el trabajo realizado, donde menciono primero a


los autores anarcosindicalistas de Europa, lo más importante –considero–
es resaltar el papel del pensamiento obrero acá en Paraguay, manifiesta en
el actuar político de sus protagonistas históricos. En la investigación, reto-
mo un tema candente en los comienzos del movimiento obrero paraguayo
a finales del siglo XIX. Desde los gobiernos de corte liberal y entre algunos
referentes en la prensa de esa época, se indicaba el carácter extranjero y
“extranjerizante” de los anarquistas. Precisamente por ello, no empeza-
mos hablando de Rafael Barrett, porque él era un español, sino como un
muy importante animador posterior. La tesis que el líder sindical anar-
quista Ciriaco Duarte defiende –y comparto esa tesis– es que había una
forma primitiva de organización del trabajo comunitario en Paraguay, al
que yo lo emparento con un larvado anarquismo. Este incluso competía
con una economía centralizada y era por muchas pruebas históricas, pro-
fundamente antiestatal, en el sentido de fortalecer los lazos entre los tra-
bajadores antes que con los encomenderos, religiosos, el Estado mono-
pólico –en la época de Francia y los López– y luego, por parte de empre-
sarios explotadores. Así estaba articulada organizativamenteel “jopói” y
la “minga” como genuino trabajo comunitario. Dichas formas de produc-
ción, como se destaca por la cita de numerosos autores, eran profunda-
mente aglutinadoras de las comunidades. Estos obreros trataban de zafar
por diversos medios un trabajo rentista estatal y hacer posible un sistema
económico autónomo, no esclavo, al que el Estado los sometía desde la
época colonial. En la época del Dr. Francia y los López no fue fácil domes-
ticar el trabajo industrial y agrícola. La abolición de la esclavitud tras la
Constitución del 70 no creó condiciones para mejorar las relaciones labo-
rales. Las políticas liberales solo iniciaron nuevas formas de opresión y

62
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

sujeción. Esa forma de trabajo y defensa de los intereses obreros y campe-


sinos se vieron fortalecidas con la venida de anarquistas argentinos, espa-
ñoles e italianos, quienes indudablemente dieron un gran impulso organi-
zativo en un ambiente receptivo de la lucha entre los obreros locales. Su
colaboración dio pie a victorias, como la jornada laboral de 8 horas y rela-
ciones laborales obrero-patronales mucho más justas. Desde los inicios se
da una sorda lucha por el control del movimiento obrero entre socialistas
y anarquistas. Con los años, sin embargo, el desgaste de las divisiones
internas entre grupos sindicales con fines irreconciliables, la criminaliza-
ción y persecución a los líderes anarquistas y, por otro lado, la politización
progresiva de los gremios supusieron una aguda crisis al anarquismo.
Otro factor adverso a la proliferación del movimiento sindical libre era que
muchos políticos querían apropiarse de los cuadros sindicales y las fede-
raciones formadas, llevándolos hacia el coloradismo o el liberalismo como
a la obrera del partido. Además, menciono como factor de decadencia, el
ascenso práctico y teórico del comunismo también en boga, lo cual condu-
jo posteriormente a una suerte de ocaso del anarquismo. El fuerte influjo
del comunismo, muchas veces apelando a subterfugios y falsas promesas,
llevó a casi borrar de la memoria los orígenes anarquistas del movimiento
obrero paraguayo. Solamente, en fechas recientes se empezó a reivindicar,
más decididamente, toda la cuestión del movimiento obrero y sus raíces
anarquistas.

–GFR: Además de Barrett, ¿a quiénes más los citamos entre los


anarcosindicalistas en Paraguay?

–OGL: En 1922, por ejemplo, tuvimos la toma de Encarnación y allí


estuvieron el pintor Ignacio Núñez Soler, el obrero mestizo Félix Cantali-
cio Aracuyú y el poeta Leopoldo Ramos Giménez, por citar a los más
conocidos. Ciriaco Duarte fue un gran líder sindical, convencido anarco-
sindicalista. Pocos eran los auténticos anarcosindicalistas, porque estaban,
por un lado, los “anarquistas-individualistas”, que eran muchas veces

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

“medio dinamiteros”, “medio terroristas”, y por otro, estaban los anar-


quistas que potenciaban la organización obrera sindical federativa. La for-
ma de lucha era oponerse al Estado, negar el Estado, pero desde organiza-
ciones sindicales, y ahí fue donde prendió más fuerte. Esta fortaleza se
puso a prueba en el intento de una revolución obrera, de la cual no puedo
hablar mucho en este espacio. Muchos de ellos eran líderes que fueron
surgiendo en verdad, en forma casi anónima, pero es un hecho histórico
destacado que fueron elementos anarquistas quienes hicieron la toma de
Encarnación, por pocas horas. Creo que por 16 o 17 horas tomaron la ciu-
dad en 1922. Oscar Creydt y Obdulio Barthe participaron también, pero es
sabido que ellos viraron después hacia el comunismo.

–GFR: Ya que mencionaste a Ciriaco Duarte, José Arce tiene un


libro donde desarrolla su historia.

–OGL: Sí, hace poco salió publicada en una colección del diario ABC
Color; ahí está justamente en desarrollo la historia. Por cuestión de espacio
no desarrollé más las vicisitudes históricas posteriores del anarquismo,
entre los años 20 y 30. Me detuve mucho en los comienzos del movimiento
obrero, rescato raíces indígenas, coloniales, inclusive la significación que
tenía el anarquismo autóctono a diferencia del pensamiento griego sobre
el anarquismo europeo, que proviene desde la época de los sofistas.

–GFR: ¿No estamos hablando de un pensamiento decimonónico?

–OGL: Soy consciente de que defiendo una tesis audaz, que llamo
protoanarquismo. En efecto, Paraguay sufría las mismas trasformaciones
profundas del trabajo industrial sobre la sociedad del siglo XIX, aunque
con sus propias peculiaridades y retrasos. La libertad del trabajo tiene
raíces muy ondas en diversos sitios, y antropológicamente, si vamos a
analizar en el Paraguay, había una resistencia latente al control del Estado

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

español, tal como se implantó después de la Conquista y la Colonización.


La población respondía con mucha resistencia al influjo del encomendero
sobre los nativos. Quitarle su palabra era convertirle en un “poriahu”. Un
poriahu era alguien falto de palabra, falto de recursos, completamente es-
clavo, y ellos se resistían a muerte a pasar a ser esclavos, tal como eran los
indios “mitayos” del Perú, frente a quienes se declaraban libres. Los gua-
raníes conocían muy bien el imperio inca, al cual consideraban el anti-
ejemplo de la libertad como ser humano. El artículo es extenso por las
referencias a los antecedentes, pero descubre profundas raíces que sirven
de fundamento para pensar un anarquismo autóctono. ¿Por qué los gua-
raníes se resistían tanto al trabajo? No es que fueran holgazanes y no qui-
sieran trabajar. Ellos trabajaban en forma libre y comerciaban con quienes
querían. Y, sin embargo, tenían que producir tabaco, yerba y ganado para
los “poguasu”. Mirando al pasado podemos entender muchas cosas que
hoy nos resultan inexplicables sobre el porqué del “reniego” al trabajo que
tanto se critica a los indígenas y luego a los mestizos. Lo que rechazaban no
era el trabajo en sí, sino el trabajo impuesto y el trabajo para otros.

–GFR: ¿Qué línea de investigación vienen desarrollando en el CIF,


más allá de la filosofía política en Paraguay?

–OGL: En realidad, queremos seguir profundizando en esa línea de


investigación, incluso ampliándola. No solamente política, sino también
sobre otras áreas de la filosofía. Porque es un trabajo que se viene haciendo
actualmente en toda Latinoamérica, el cual consiste en sistematizar, en una
especie de enciclopedia filosófica paraguaya, donde podamos compilar
todo el pensamiento paraguayo, tarea acometida por muchos otros gran-
des investigadores antes que nosotros, tales como Raúl Amaral, Carlos
Centurión, Milda Rivarola y otros que fueron haciendo aportes significa-
tivos. Eso merece un trabajo conjunto con varios autores y contar con los
recursos para publicar una obra de dicha envergadura. Estamos en vías de
potenciar y trabajar esa idea. En estos momentos tenemos en proyecto un

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

Ciclo de Charlas sobre historia de las ideas filosóficas en diversos campos,


en educación, economía, etc., con la Fundación Mandu’arã y la Biblioteca
Nacional con la intención de presentarla en otra siguiente publicación.

–GFR: ¿Qué significa hacer filosofía e investigar sobre el desarrollo


de las ideas y sus procesos en el Paraguay?

–OGL: Es una tarea desafiante que requiere de financiación, predis-


posición y disciplina científica. Requiere de agudeza interpretativa, ho-
nestidad intelectual para no arrogarse conquistas ajenas. No vamos a in-
ventar la pólvora. Y buena dosis de autocrítica y ayuda de los colegas para
concretar los objetivos. Es una satisfacción muy grande contar con la cola-
boración de colegas filósofos y de otras disciplinas. Con vistas a lograr ese
objetivo, invito a los colegas y simpatizantes de este trabajo a unirse al CIF
y seguir bregando para el estudio del pensamiento en el Paraguay.

–GFR: El anarquismo siempre estuvo relacionado con el carbona-


rismo o la carbonaria, esa sociedad secreta y política europea. ¿Existen
menciones sobre ellos en el anarquismo paraguayo?

–OGL: Acá en Paraguay no los encontré con ese nombre. En Europa


mismo el nombre se transforma rápidamente y se pierde rastro. Había
gente que era muy radical, en el sentido de la negación del Estado. Sobre
todo el Estado monárquico. Entonces muchos grupos tenían que ser secre-
tos para poder conspirar bien contra el Estado. Era conocida la aversión
del Dr. Francia a los masones y otras sociedades secretas. En tiempos de
López, con el reconocimiento de la independencia por Italia, Francia e
Inglaterra, vinieron los primeros inmigrantes de esos países, muchos de
ellos inscritos en sociedades secretas como los carbonarios. Los masones
estaban infiltrados de modo clandestino en todas las organizaciones, in-
cluidas las obreras. Como liberales republicanos tenían una raíz también
materialista, de modo que no eran considerados peligrosos, sino una secta

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

simplemente hermética. Normalmente, el filósofo es una persona pacífica,


puede concebir una idea que revolucione la sociedad como lo hizo Marx,
por ejemplo, quien discutía con Proudhon y Bakunin. Pero siempre van a
tratar de buscarle una andadura desde el pensamiento y la praxis. Mucha
gente entendió que anarquismo era matar al presidente, dinamitar una
fábrica, matar a un capitalista. Nada de eso fue realmente anarquista, ellos
se veían a sí mismos como profesionales, oficiales y técnicos, cuyos saberes
les daban un prestigio y reconocimiento social. El fanático que mataba y
después se suicidaba, eso no era anarquismo. El anarquismo es un pensa-
miento filosófico, con mucha altura y variantes en su construcción que
habla de una sociedad que trata de fundamentar lo innecesario del Estado.
Y solamente necesita el poder de una buena organización sindicaly clara
orientación entre las cabezas. Creían en el municipalismo, el mutualismo,
el cooperativismo; pero Estado, no. Eso igual significa estar en ley, significa
volver a ideas fundamentales. Que las personas sean libres y no oprimidas
por un grupo de personas que detentan el poder.

GFR: O sea, va mucho más allá de la idea de desorden que se tiene,


en realidad lo que se apunta es a una organización sin necesidad de que
exista una institución que esté subyugando allí.

–OGL: En mi trabajo trato de hilar lo más fino posible, diferenciando


bien lo que son las palabras anarquismo y anarquía. La anarquía era una
especie de moneda de cambio con la que los colorados atacaban a los
liberales de ser anarquistas, o difundir la anarquía, y viceversa. No tenían
ningún sustrato teórico o justificación de por qué empleaban dicha pala-
bra. Podemos pensar que la usaban como epíteto peyorativo de agentes
del caos y del desorden social. Concluyo que, simplemente, el Estado no
funcionaba y se dejaba sin intervención atropellos e injusticias, sin ningún
tipo de control de “autoridad en serio” que dirija la sociedad. Es fácil acu-
sar y decir que la otra facción fomenta la anarquía y no hace nada, desde
la llanura política. Entonces, con ese tipo de distinciones, trato de dejar

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

bien claro el concepto para hablar con propiedad de lo que es el anarquis-


mo.

–GFR: ¿Algo más que quieras agregar?

–OGL: Quisiera agradecer a Generando Filosofía Radio la oportuni-


dad de difundir el pensamiento filosófico. Estamos tan metidos en los
libros que no facilitamos la comunicación de la producción paraguaya.
Descuidamos las redes sociales y los medios de comunicación y nos que-
damos un poco cortos. Falta más acercamiento a lo tecnológico como para
que esto se difunda a un público amplio que tiene mucha sed de aprender
del conocimiento filosófico, incluso más allá del nivel académico o como
consumidores de novedades en ideas. Esto ayuda a que la sociedad mejore
intelectualmente en proyección cultural.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

VIOLENCIA EN PARAGUAY. “¿PERO ESO ES VIOLENTO, NO?”

Victoria Taboada Gómez

–Generando Filosofía Radio: ¿Podrías comentarnos tu experiencia


académica (actualmente) por la Universidad Humboldt (Berlín)? ¿Qué
aspectos se podrían resaltar en cuanto al nivel de formación?

–Victoria Taboada Gómez: Muchas gracias por la invitación antes


que nada y sobre todo en un día tan especial donde se celebra el día inter-
nacional de las mujeres; así que realmente es un gusto poder compartir un
tiempo con ustedes. Bueno, en cuanto a la primera pregunta, sí, yo estoy
hace casi dos años estudiando en la Universidad Humboldt de Berlín y me
gustaría decir que en cuanto a eso, lo que rescato por sobre todo –porque
siempre hay aspectos positivos y negativos–, pero lo que podría rescatar
en serio y lo que valoro mucho es el ejercicio de la crítica que se da en la
universidad y para lo cual lo principal es la participación de todo el estu-
diantado desde el primer momento, evaluar el programa que el profesor
o la profesora presenta, hablar sobre eso, cambiar si es necesario, adaptarlo
a las necesidades del estudiantado, debatirlo, es decir, que esa persona
encargada de llevar la clase explique por qué eligió tales autores, por qué
eligió tales textos, tal orden, y ahí ir construyendo juntos ese programa que
luego se va a desarrollar durante un semestre. Y además de eso, el hábito
de ir preparado a clases para criticar esos textos, evaluar, no solamente
tragarlos, sino también pensar en cuándo se escribieron, quién lo hizo, con
qué bagaje, qué intereses estaban en la mesa, o qué cuestiones ignoró, qué
cuestiones no abordó. Es decir, ese hábito, ese ejercicio de la crítica, de la

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

participación, son cuestiones claves en la universidad y realmente contri-


buyen a construir el conocimiento y a ejercitarse en esa tarea.

–GFR: Por otra parte, antes de comentarnos el objetivo y propósito


del libro colectivo que han coordinado con Magdalena López, ¿podrías
decirnos desde cuándo vienen animando el estudio y las investigacio-
nes sobre el Paraguay desde el Grupo Sociodata (SD) y el Grupo de
Estudios sobre el Paraguay (GESP)?

–VTG: El objetivo de escribir el libro de violencias era abrir un espa-


cio, justamente, para reflexionar sobre los tipos de violencias que conoce-
mos y que de hecho necesitamos conocer con más profundidad o desde
otras perspectivas, también fue para hablar sobre los tipos de violencias
que se encuentran naturalizados en la sociedad paraguaya, o sobre los
tipos de violencia de los cuales no se habla o sobre tipos de violencias que
encuentran mucha resistencia en la sociedad para ser reconocidos como
violencias. Sociodata viene trabajando principalmente a través de publica-
ciones autogestionadas como el libro Violencias en colaboración con otros
grupos de estudio porque pensamos que las ciencias sociales son necesa-
rias en Paraguay, la historia, la sociología, la antropología, las ciencias
políticas, la filosofía nos ayudan a explicar nuestra realidad, a conocer
eventos del pasado, a entenderlos, a descubrir continuidades y disconti-
nuidades, luchas de poder, a entender cómo las relaciones sociales son
construidas y cómo se van estableciendo, así también cómo van cambian-
do y en todo este ejercicio metódico de estudio y de reflexión sobre nuestra
realidad nos damos cuenta de que las cosas no pasan nomás o son nomás
luego así, o es lo normal o siempre fue así. O bien que los eventos y los
problemas aparecen mágicamente o caprichosamente o que todo lo que
conocemos hoy es, solamente, el estado natural de las cosas. Las ciencias
sociales nos dan herramientas que nos permiten salir de esa “inocencia”,
para poder, en un primer momento comprender que la realidad es cons-
truida y en un segundo momento poder criticar esa realidad, poder iden-

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

tificar situaciones de injusticia, poder identificar problemas, y bueno, ver


esas injusticias que deben y que pueden ser cambiadas, y así digamos que
las ciencias sociales son necesarias para poder ejercitarnos en esa crítica,
para poder preguntarnos sobre la realidad, para poder cuestionarnos y
para poder también plantear alternativas. Y el grupo de estudios sobre el
Paraguay de la Universidad de Buenos Aires del cual forma parte Magda-
lena López, la coordinadora del libro, también es un grupo de referencia
realmente sobre todo lo que tiene que ver con el análisis, que tenga al
Paraguay como objeto de estudio y ellos crearon espacios fundamentales
para el crecimiento de las ciencias sociales, como por ejemplo, los talleres
que se llaman Paraguay desde las Ciencias Sociales –y que de hecho la
décima edición de estos talleres va a ser del 22 al 24 de junio en Buenos
Aires–, generalmente alternan un año en Argentina, otro año en Paraguay,
y esto es un espacio donde se pueden compartir líneas de investigación,
reflexiones sobre Paraguay, trabajos, publicaciones también, y realmente
trabajar sobre eso, no solamente ir y presentar sino que estar en un espacio
donde se pueda debatir lo que uno presenta, recibir una retroalimenta-
ción; estar involucrado en la presentación de la otra persona, es decir, po-
der aportar con críticas constructivas el trabajo de los demás participantes
y es por eso un espacio valioso para todo lo que son las ciencias sociales y
el pensamiento crítico en Paraguay y sobre Paraguay.

–GFR: ¿Cuál ha sido la recepción de las obras que han venido pu-
blicando hasta el momento?

–VTG: Creo que la recepción de las obras fue muy buena, de hecho,
las versiones impresas de Paraguay desde la perspectiva de Michel Foucault y
Violencias ya están agotadas, igual, la idea justamente, es difundir y gene-
rar debate, disenso, etc. Las copias digitales se pueden descargar gratuita-
mente desde google books, desde internet, así que la idea es poner temas
de la agenda y sobre todo mejorar las publicaciones e ir enriqueciéndolas,
así que están más que invitados a descargar ambos libros.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–GFR: Con respecto al artículo que has publicado en el libro “Sobre


las exigencias de la cotidianidad y la violencia individual”, ¿podrías
explicarnos de qué manera, muchas veces, los individuos no logran re-
conocer ciertas manifestaciones de violencia en sus acciones cotidianas?
¿Qué tipo de presión ejerce la sociedad sobre los mismos? ¿Por qué?
(¿Podría darnos algunos ejemplos de la misma?).

–VTG: En mi artículo quise tocar un poco la instancia de la naturali-


zación de la violencia, ese momento en el que la violencia ya está tan
incorporada que se vuelve imperceptible, por ejemplo, con exigencias sobre
cómo presentarnos ante los demás, sobre nuestro propio cuerpo, sobre
nuestros hábitos, sobre la propia manipulación de nuestros tiempos y es-
pacios personales. Igualmente, yo no quise desvincular esto de las estruc-
turas sociales y culturales que les dan lugar. Entonces, en este sentido, la
desigualdad de género y la cultura machista que dominan la escena en
Paraguay, también es un punto clave que no se trató solamente en este
artículo, sino también varios autores trataron este tema. El heteronormati-
vismo también genera una serie de violencias no solo en cuanto al relacio-
namiento entre las personas, sino también en un nivel individual y un
psicológico. Por ejemplo, cuando a una mujer le parece normal tener que
ir cambiando de vereda o cuando los varones desconocidos le hablan en la
calle, o cuando le parece normal subir el vidrio del auto a plena luz del día
con 40 grados de calor cuando prefiere cubrirse de ropa de pies a cabeza
con este mismo calor, son microsituaciones de violencias que se encuen-
tran tan naturalizadas, que incluso son objeto de burla cuando alguien se
queja, o cuando alguien denuncia estas situaciones, si es que empezamos
a denunciar. O cuando se pretenden crear mecanismos legales para preve-
nir estas situaciones como el caso de la mal llamada ley antipiropos, eso
también es una muestra de que tan naturalizados están estos tipos de
violencia y son indicios de un ambiente en el que la mujer se encuentra en
una situación particular de violencia, es una situación que sufren las mu-
jeres en su mayoría y no los varones. Es decir, los varones al salir a la calle

72
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

tienen que preocuparse porque no le asalte un motochorro, las mujeres al


salir de día o de noche, también tienen que preocuparse por no ser asalta-
das, pero además de eso tienen que preocuparse por no ser asaltadas,
tocadas, seguidas, acosadas, incluso violadas; o los varones al llegar a su
hogar se sienten libres de peligro y para muchas mujeres es al llegar al
hogar cuando realmente empieza el peligro. Entonces, ese peligro sigue,
puede estar en el hogar, en las escuelas para las niñas, para las adolescen-
tes, sigue en las universidades, en el trabajo, y así en todos los ámbitos,
entonces, es esa situación particular de las mujeres, que necesita una mar-
cha de mujeres o un Día Internacional de las Mujeres, por eso hay una ley
integral contra la violencia hacia las mujeres y por eso también existe una
figura penal ahora, que se llama feminicidio, que es esa figura particular
que refleja el final de toda una cadena de violencia que sufren las mujeres,
específicamente, y no los varones, por eso se llama feminicidio y solo hace
falta ver también las estadísticas que de hecho existe un subregistro muy
importante de casos de violencia doméstica, o de abuso a niñas, por ejem-
plo. Que niñas tengan que soportar embarazos también es violencia, de
hecho todo esto es como la parte más visible de la violencia y aun así la
sociedad se resiste tanto a reconocer eso y a cuestionar realmente lo que
está sucediendo alrededor suyo, y otros tipos de violencia mucho más
evidentes, se dan, por ejemplo, por los roles de género que son adscripcio-
nes culturales que se les dan a las mujeres y a los varones. Son expectativas
sociales sobre cómo comportarse, sobre cómo responder, qué estudiar, qué
deportes hacer, qué vestir, o en qué trabajar, o qué tareas hogareñas reali-
zar, y todas estas son asignaciones que culturalmente se asigna a uno u
otro sexo, así como cuál debe ser el tipo de relacionamiento entre uno y
otros, incluso, que uno tenga la potestad de ejercer violencia física sobre
otra, sobre una mujer o sobre niños y niñas, y esas relaciones de poder son
consideradas como naturales y normales y eso es violencia también, es
decir, cuando se censura o reprime que una persona desee salirse de esos
moldes.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–GFR: Con respecto a la violencia de género en Paraguay, ¿cuáles


son los avances que se vienen dando sobre el tema?

–VTG: Yo creo que en Paraguay se dieron pasos importantes, por


ejemplo, en el plano legal con la promulgación de la ley integral contra la
violencia hacia las mujeres, también hay importantes avances, con respec-
to a la paridad política, hay muchos movimientos que se están organizan-
do para avanzar en ese sentido. A nivel universitario también hay organi-
zaciones y articulaciones importantes que están tomando el lugar de la
denuncia, están denunciando, están luchando en contra de situaciones de
injusticia, pero incluso en estos avances que se dan, estos se ven teñidos de
resistencia, y también demostraciones de odio, también se ven estas resis-
tencias en casos de extrema injusticia. Como se vio, existen casos judiciales
de acoso, incluso en las universidades, y se ve una resistencia a ver la
violencia y también hacer algo al respecto para cambiar esa situación, y
esta resistencia viene por parte tanto de estructuras institucionales, esta-
mentos institucionales como por parte de la ciudadanía que permanece
indiferente ante estas denuncias que se dan por todos los medios, por
diferentes manifestaciones, comunicados, etc., pero permanece realmente
esa indiferencia o esa negación digamos de esa violencia de esa realidad de
violencia que se está denunciando. Con respecto al paro por el día interna-
cional de las mujeres me parece algo sumamente importante para visibili-
zar las diferentes situaciones de violencia que viven las mujeres y también
para sumar personas a esa lucha contra la violencia. Me parece también
que en el Paraguay -por lo que veo- existen muchas críticas al feminismo
y lastimosamente reflejan una visión conservadora y poco empática, una
visión que aboga por no cambiar la realidad, por no cambiar las relaciones
desiguales de género y lo que no ven lastimosamente es que esa realidad
que no quieren cambiar es una realidad violenta, y es una realidad que
mata a la mujeres, mata a adolescentes y a niñas.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

–GFR: Considerando una fecha muy importante que refiere al paro


internacional de las mujeres, ¿cuál es tu percepción sobre el tema en el
Paraguay?

–VTG: Lo que podría agregar es que la causa de esta marcha es muy


noble y a la vez muy básica, es una marcha que pide una vida sin miedo
para las mujeres. Estoy segura de que todas podemos visualizar esos
momentos en lo que sentimos peligro en nuestra integridad y que los
varones también conocen ese miedo cuando ven una hija o una novia salir
a la calle. Me gustaría que podamos expandir esa visualización más allá de
nuestro círculo de conocidos y más allá de nuestras rutinas, y podamos
abogar por un mundo libre de violencia para todas las mujeres. Ha habido
muchas marchas a lo largo de la historia que también han contado con sus
detractores, con detractores que pensaban que las cosas estaban bien como
estaban, pero igualmente grandes avances para los derechos de las muje-
res se lograron gracias a estas movilizaciones y hoy todas y todos tenemos
la oportunidad de apoyar esta causa.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

LA MALDICIÓN DEL LEGIONARIO. CÓMO SE CONSTRUYÓ UN


ESTIGMA POLÍTICO AUTORITARIO EN EL PARAGUAY

Claudio José Fuentes Armadans

–Generando Filosofía Radio: ¿Qué lo llevó a realizar esta investiga-


ción sobre los legionarios?

–Claudio José Fuentes Armadans: Primeramente, los hechos de ju-


nio del año 2012, donde la destitución de Fernando Lugo en un juicio
político con características propias de un golpe de Estado, y las discusio-
nes subsiguientes sobre la soberanía y la intervención o no de la comuni-
dad internacional levantaron, justamente, esa polémica. Pero la polémica
no es nueva, porque viene de fines del siglo XIX. La destitución de Lugo
resucitó de vuelta y magnificó la cuestión de los legionarios o los no legio-
narios, y los soberanos y los no soberanos, y los nacionalistas. Es en ese
sentido que se hace una crítica a la construcción de la memoria por parte
del nacionalismo autoritario en el Paraguay; construcción que se convirtió
en un obstáculo para el desarrollo de una sociedad más justa, democrática
y pluralista.

–GFR: Como si fuese que ya estaba el término bien dormido, pero


ocurre un evento político de esa categoría y vuelve a resurgir. ¿Cuál era
la percepción que tenían los paraguayos de la época de López y de la
Guerra Grande hacia los llamados legionarios?

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–CJFA: Primeramente tenemos que dividir en dos esa pregunta. Antes


de la guerra y durante la guerra. Los legionarios eran miembros de la élite
social, inclusive emparentados con el propio López. O sea, la élite social
paraguaya y más específicamente la asuncena forma parte de la Legión
Paraguaya. En ese sentido, todos estaban emparentados, no hay una dis-
tinción clara entre lopiztas y antilopiztas. Y la población no es que tuviese
una percepción per se más allá de la propaganda durante la guerra en los
periódicos de trinchera. Luego de la guerra, ocurre según el historiador
Luc Capdevila una conveniente opinión, tanto de antiguos veteranos, como
de legionarios con respecto a la figura de López: en donde ambos bandos
–por así decirlo– tenían un concepto negativo de Francisco Solano López.
O sea, tienen sus diferencias, pero coinciden, tanto veteranos como legio-
narios, de que López era tiránico, que López cometió ciertos crímenes, etc.
Esto servía de excusa tanto a veteranos lopiztas como a legionarios para
desligarse de las responsabilidades propias durante la guerra y echarle
toda la culpa al derrotado mariscal. Recién el fenómeno adquiere una di-
mensión popular y el término legionario se comienza a usar más corrien-
temente, a partir de la década de 1890 en adelante.

–GFR: ¿Desde cuándo hablamos oficialmente de los legionarios?


¿Cuál ha sido su rol durante la Guerra Grande?

–CJFA: El rol de la Legión Paraguaya durante la Guerra Grande fue


mínimo. De hecho, los aliados no necesitaban de los legionarios. Ellos
hicieron a veces de baqueanos y sirvieron para negociar la rendición de
Uruguayana. Y su labor de exploradores de los aliados no siempre fue bien
realizada tampoco, ya que incluso algunas veces hasta a los aliados les
parecía más un estorbo que un auxilio. Pero sacando todo eso de lado, el
rol de los legionarios y sobre todo de los más dirigentes, de los más intelec-
tuales como José Segundo Decoud, fue fundamental en la reconstrucción
paraguaya. Dicho sea de paso no es que en la inmediata posguerra haya
habido una división clara entre lopiztas y antilopiztas como la literatura

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

nacionalista instaló en la historiografía tradicional, sino más bien los dife-


rentes bandos que siempre estuvieron en pugna tuvieron tanto legionarios
como lopiztas con un alto nivel de movilidad entre los clubes políticos que
se formaron a partir de 1869; como lo demuestra el politólogo Paul H.
Lewis que investigó la conformación de los clubes y partidos políticos
entre 1869 y 1940.

–GFR: En cuanto a su fundación oficial, ¿se habla de legionarios a


principios de la Guerra Grande?

–CJFA: Más que hablar de los legionarios en sí mismos, que ya fueron


investigados por los historiadores Juan Bautista Gill y Beatriz González de
Bosio, el libro trata sobre el uso del vocablo “legionario”, es un tratado de
historia conceptual sobre el término legionario. En cuanto a la pregunta en
sí misma, la Legión Paraguaya tiene su antecedente Sociedad de la Libera-
ción o de Socorro del Paraguay, en la Asociación Paraguaya. Sus antece-
dentes, más anteriores, se fijan en 1857 a 1859 y 1864 a 1865.

–GFR: Teniendo en cuenta que en las primeras décadas del siglo XX


se produjo una confrontación ideológica entre nacionalistas y liberales
¿de qué forma era usada dicha categoría, la de legionarios por parte de
los nacionalistas? ¿Qué buscaban con ello?

–CJFA: Hay que prestar mucha atención a esto, ya que las categorías
de la pregunta son construidas desde los términos que el nacionalismo
autoritario volvió hegemónico en la historiografía paraguaya. Las catego-
rías construidas por el nacionalismo son muy simples, cuando en realidad
la cuestión es más compleja desde los estudios historiográficos. Había
diversos tipos de nacionalismos, uno de corriente regeneracionista y otro
de la corriente de la reconstrucción; el primero imbuido por el liberalismo
y positivismo y cuyo objetivo era superar la cultura de preguerra; y el
segundo también por dichas ideas a las que se sumaba un rescate de ele-

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

mentos del pasado anterior a la guerra. Recién en los años 1930 es que
Natalicio González más o menos unifica el nacionalismo paraguayo de las
diversas vertientes desarrolladas desde Juan E. O’Leary y otros autores
novecentistas como Manuel Domínguez, Blas Garay, Fulgencio R. More-
no, Ricardo Brugada, Ignacio A. Pane, etc., que sería después reproducida
en casi todos los partidos políticos de forma más o menos gradual. Pero
cuando hablamos de nacionalismo o liberalismo, ideológicamente hablan-
do, también propugnaba otro proyecto nacionalista. En cuanto al uso del
vocablo “legionario”, en 1900 ya era bastante corriente. Se puede ver eso
en los periódicos desde fines de la década de 1890. Pero explota el fenóme-
no con la discusión producida con la polémica entre Cecilio Báez y Juan E.
O’Leary de 1902-1903.

–GFR: En este caso, a principios del siglo XX, como señalaste había
varias corrientes del nacionalismo, inclusive dentro del Partido Liberal,
obviamente.

–CJFA: Ojo, la pregunta como la formulaste es liberalismo. Una cosa


es liberalismo y otra es Partido Liberal. No siempre el Partido Liberal es
liberal. Ambos partidos, el Liberal y el Colorado, fueron creados como
partidos de ideología liberal en 1887, pero en el siglo XX sufrieron cambios
doctrinarios, y una fuerte influencia del nacionalismo revisionista, sobre
todo en el caso del pensamiento colorado con la reforma doctrinaria de
Natalicio González de 1934, mientras que el pensamiento liberal estuvo
dividido en varias corrientes como lo expresó en 1946 Luis De Gásperi.

–GFR: Hay un capítulo del libro que habla sobre el stronismo y el


vocablo legionario. ¿Cuál fue el uso dado por el régimen dictatorial al
mismo?

–CJFA: El uso del vocablo legionario por parte del régimen stronista
(1954-1989) no difiere mucho de lo que ya se vio del régimen de Rafael

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

Franco (1936-1937) o el régimen de Morínigo (1940-1948). Pero con Stroes-


sner se potenció aún más su uso. Porque Stroessner asoció el legionarismo
y el comunismo. Convengamos que Morínigo ya había hecho la relación
antes, pero Stroessner exacerbó esa comparación en un contexto nacional
e internacional que favorecía ese tipo de discursos. El uso del vocablo
legionario se exacerbó a un nivel muy grande y se comparó con la lucha
anticomunista. De hecho, durante el tiempo de Stroessner es de alguna
forma que también se pluraliza el uso del vocablo legionario. Los comu-
nistas, por ejemplo, usaban el vocablo legionario para referirse a sus cama-
radas de otras facciones. Oscar Creydt llamaba POL (Partido Oportunista
Legionario) a la facción ProRusia, mientras él era de la facción ProChina.
Y así sucesivamente, los febreristas usaban contra los liberales, siguiendo
la tradición que viene del gobierno de Rafael Franco. Los liberales radica-
les contra los liberales “levirales”; y los colorados entre sí, los MOPOCO
contra los stronistas y viceversa. Existe básicamente una explosión de ese
uso durante el stronismo. Pero ojo, no significa que no haya sentido crítico.
Mismo cuando ya Stroessner estaba por asumir el poder, ya surgen los
primeros textos críticos al uso del vocablo legionario como el opúsculo de
Pastor Giménez de 1954. Después surgiría con Adriano Irala Burgos la
Epistemología de la Historia Paraguaya en 1975 y, posteriormente, mu-
chos textos de Guido Rodríguez Alcalá, Alfredo Seiferheld, etc., en los
años 1980, donde incluso hasta Helio Vera llega a criticar fuertemente el
uso del vocablo.

–GFR: Entonces el uso de este vocablo no necesariamente se redujo


a un determinado sector político de nuestro país, sino que se dio prácti-
camente en todos, inclusive entre los propios liberales…

–CJFA: Bueno, de hecho, el uso del vocablo legionario casi comienza


con el Partido Liberal. José de la Cruz Ayala (Alón) lanza una serie de
campañas periodísticas contra José Segundo Decoud que era legionario, y
a Ignacio Ibarra –excaballerista devenido en liberal y fundador del perió-

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

dico La Democracia– lo llega a llamar “soldado legionario” a pesar de que era


veterano lopizta: todo esto en textos periodísticos de los años 1880. La
cuestión es que no es que un partido sea legionario y otro partido sea
lopizta, esa distinción es ridícula ya que ni el Partido Colorado es el más
nacionalista, ni el Partido Liberal es más legionario. De hecho, los números
de fundadores de la Legión, en los partidos son desproporcionados. Había
más legionarios en el Partido Colorado, pero eso no significa un demérito
ni nada. Al contrario, los más grandes hombres y mentes del siglo XIX en
el Paraguay estaban entre los legionarios del Partido Colorado; de la mis-
ma forma también hubo legionarios en el Partido Liberal. Y los legionarios
son tan constructores del Paraguay como los veteranos lopiztas de guerra.
Eso nosotros tenemos que ver para conciliar la historia paraguaya hacia un
abordaje más científico y académico: ya no ver más legionarios ni supues-
tos seguidores del legionarismo en ningún lado.

–GFR: ¿Se puede decir que la categoría de legionario sirvió a los


gobiernos autoritarios para legitimar sus acciones represivas hacia los
opositores? ¿De qué modo se produjo eso?

–CJFA: Sí, es así, sirvió el concepto legionario para ese propósito.


Casos hay muchísimos. Desde Rafael Franco de 1936 a 1937, José Félix
Estigarribia mismo (1939-1940). Sobre todo, y quien inaugura un periodo
más largo de autoritarismo y la relación al uso de la palabra legionario es
Higinio Morínigo, de 1940 a 1948. Y este hecho se ve en dos cuestiones
claves: la proscripción del Partido Liberal de 1942 y la Guerra Civil de
1947, donde la alianza entre liberales, comunistas y febreristas era vista
como la “nueva Triple Alianza”, pero también como una señal de legionaris-
mo. En este sentido, la labor de intelectuales como Víctor Morínigo y Na-
talicio González es fundamental para justificar esto, de la misma forma
que sirvió de sustento al accionar de grupos violentos de choque como los
Guiones Rojos de la ANR.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

–GFR: ¿Crees que el uso de la palabra legionario goza de muy bue-


na salud?

–CJFA: Sí, goza de buena salud, es cuestión de ver eso en redes socia-
les: Facebook y Twitter, principalmente. Goza de demasiada buena salud,
si se fija uno en la crisis institucional del 2012, se dio mucho el uso del
vocablo legionario, ejemplos sobran. Pero en la crisis institucional del 2012,
no se vio tanto, ya que quizás no se dieron las circunstancias históricas
para comparar con la Guerra de la Triple Alianza, como para establecer
entre las fuerzas políticas en disputa esa analogía; por lo que en esta oca-
sión no se observó tanto el uso del vocablo legionario. No digo que eso sea
un progreso, pero de repente, puede sorprendernos la realidad. Pero por
lo menos, es un alivio temporal. Pero creo que goza, lastimosamente, de
buena salud el uso del vocablo.

–GFR: Al parecer en el 2012 más bien se relacionaba con la izquier-


da cuando se utilizaba esa palabra.

–CJFA: Así mismo, se relacionaba con la izquierda de la misma forma


como los liberales usaban el término contra José Segundo Decoud a fines
del siglo XIX o los colorados y febreristas durante los años 30 y 40 contra
el Partido Liberal. O en el mismo sentido que los propios comunistas lo
usaban entre sí durante tiempos de Stroessner. El sentido es el mismo ya
que no varió, es intangible: lo que cambia es el enemigo político al cual se
acusa de ser legionario, pero el concepto permanece.

–GFR: En la actualidad, ¿estás trabajando en algún proyecto de


investigación en la misma línea o algo diferente?

–CJFA: Continúo algunas cosas sobre el vocablo legionario. Sobre


todo para congresos o papers en capítulos de libro o en revistas académicas:
a veces quiero desprenderme del tema, pero como es algo que ya está

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

explorado, cuando aparecen nuevos matices y nuevas posibilidades con-


ceptuales en cuanto al aprovechamiento de la temática surge la necesidad
de hacer profundizaciones puntuales. Presenté hace un tiempo y se publi-
có en la revista del CEADUC, Estudios Paraguayos, un estudio compara-
tivo entre el vocablo pynandi y el vocablo “legionario”, que son como an-
típodas. Uno es la paraguayidad y otro es la traición en el discurso nacio-
nalista autoritario, sobre todo centrándose en las ideas de Natalicio Gon-
zález respecto a una paraguayidad. Eso se puede ver también en el libro,
pero está bastante menos desarrollado. Está mucho más desarrollado en
términos de historia conceptual y con nuevos datos que surgen de la pro-
fundización en las investigaciones en este artículo de la Revista de Estu-
dios Paraguayos del CEADUC.

–GFR: Ese artículo, ¿se puede consultar en internet o solo existe en


forma impresa?

–CJFA: Está en forma impresa y también ya está disponible en inter-


net para su descarga libre. Y otra cosa que estoy trabajando ahora es en
torno a la prensa paraguaya de fines del siglo XIX e inicios del siglo XX.
También en torno a la prensa argentina y española, relacionada con el
Paraguay de esa misma época, en periódicos satíricos de ambos países, así
como también las relaciones entre la revista Caras y Caretas de Buenos Aires
con el Paraguay.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

LA DICTADURA EN LA LITERATURA

Aníbal Barreto Monzón

–Generando Filosofía Radio: ¿Cómo se dio tu incursión en el cam-


po de la novelística?

–Aníbal Barreto Monzón: Yo entré por la ventana en esta historia.


Nunca pensé que iba a escribir, absolutamente nada que, digamos, se pueda
exponer al público. Hasta que un día hice una sátira sobre las propuestas
políticas de los partidos políticos tradicionales. La llevé a un amigo, y le
dije: “Leé esto, a ver qué podemos hacer”. El amigo se llamaba Rafael
Peroni, tenía en aquel momento la editorial RP. Llevo el material, nunca
pensando en ser un libro. Peroni me dice: “Yo me estoy dejando de esto,
porque el libro me va a matar. Es pérdida. No voy a hacer nada”. Le insistí
para que lea el material y vea qué se podía hacer. Era la Semana Santa, creo
que del 95. Él salió con el material, se fue al campo y yo me olvidé del tema.
Cuando vuelve Peroni del campo, me llama. Me dice: “Este material tene-
mos que publicar ‘ayer’. Tiene mucho humor y vamos a publicarlo”. Ahí,
con eso me inicié. El libro se llama Democracia a lo Luque, pero no les gustó
mucho a los luqueños. Por eso le digo, Colorido partido divertido. Calculo
que le gustó a la gente, porque tiene mucho humor el libro. Es una toma-
dura de pelo desde el inicio hasta el final. Ya no hay ese libro. Se agotó,
como yo me agoto cada vez que publico un libro.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–GFR: ¿Cómo fueron recibidas tus primeras obras? ¿Podrías na-


rrarnos algo de ellas?

–ABM: Esta obra se agotó enseguida. Lo que sucede es que el humor


político en todas las épocas, sobre todo en dictaduras, funcionaban muy
bien. Y nosotros estábamos saliendo de una dictadura muy larga, y de ahí
fue que tenía cierta relevancia, porque nadie escribía humor político como
libro. Había humor político de tipo revistas muy cortas, no libros.
En aquel momento trabajaba en una empresa vendiendo productos
médicos y recorría, fundamentalmente, la seguridad social. Y veía la co-
rrupción que había, y me dije: “De alguna manera, puedo reflejar en algún
libro”. Empecé a escribir el segundo libro que se llama El Doctor, mi candi-
dato. También es una sátira, pero refleja cómo funciona el funcionario pú-
blico respecto a los partidos políticos que lo nombra en esos cargos. Es
también un libro que se agotó rápidamente. Sostengo que hasta hoy día
poca gente escribe con humor sobre la realidad política. Tenemos a Helio
Vera y González Safstrand, quienes escribieron algo de humor. Siendo
modesto, debemos reconocer que de humor, mi libro es el mejor.
Después pasé a escribir una novela gruesa que se llama La vida en
pedazos, que refleja, aunque tiene mucho humor, la historia política del
Paraguay. Este libro fue llevado al Concurso Nacional de Literatura del
Parlamento Nacional. Fue una joda total, porque el premio que se dio ese
año era ilegal; tenía que ser inédita, y no era inédita. Yo tenía la posibilidad,
no de ganar, pero de participar, pero ni leyeron mi libro. Llegué a hablar
con algunos que fueron miembros del jurado y no tenían idea de lo que era
mi libro. Incluso me orientaron a que yo presentara el libro alguna vez. No
tenían absolutamente idea de mi libro.
Muy pichado con este tema del Concurso, donde ni siquiera leyeron
mi libro, hice un opúsculo, creo que tiene 25 o 28 páginas. Es una legisla-
ción en joda. Desde el inicio hasta el final, les toma el pelo a los miembros
del jurado y dándoles posibilidades de que les premien a sus amigos. El
premio en la novela es una tapita de gaseosa. Era más una forma de de-
mostrar mi enojo con mucho humor. Ese libro se llama La ley no es zoncera.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

La Historia de Isabel Ibarra es el quinto libro. La novela habla de una


prisionera política de la dictadura militar argentina. Ella fue torturada y
frente a ella le cortaron la lengua a la hermana. Un libro muy cruel, donde
se relata toda la historia de ella, desde la ida del Paraguay a la Argentina,
porque no soportaba el acoso del general Colmán. Ella era funcionaria del
Hospital Militar. Esto se relata en el libro. De pura casualidad me metí en
el caso de Isabel Ibarra, que más bien quería un trabajo de biografía. Y
como nunca trabajé en biografía, hasta que le propuse hacer una novela.
En la novela puedo mentir, pero en la historia real no puedo hacerlo. Esa
es la diferencia. La biografía debe ser rigurosa, y yo no puedo ser riguroso
en nada. Con este libro tuve la satisfacción de estar con ella en Suiza para
hacerlo. Estuve casi un mes trabajando con ella y luego de volver a Para-
guay empecé a escribir la historia. Nos comunicábamos por internet todos
los días; le pasaba parte del libro, leía, nos poníamos de acuerdo y seguía-
mos. Era una forma muy extraña de escribir.
Detrás de eso viene La santa política, que es un libro publicado sola-
mente en Costa Rica, Panamá y Colombia.

–GFR: ¿Por qué se dio ese fenómeno de solo publicarlo en esos


países?

–ABM: Porque me presenté al concurso de una editora de libros en


Costa Rica. Entonces esa empresa editó mi libro y me invitó para que vaya
a presentar los libros, en el 2012, en el mismo año del lanzamiento del libro
sobre Isabel Ibarra. Era la primera vez que hacía presentaciones de dos
libros en un año. Esos libros no hay en Paraguay, pero se pueden comprar
por internet. En mi caso, pido a la editora y mandan 10 ejemplares, pero
solo así. El costo de envío es muy alto. Ese libro tiene mucho humor. Yo
traje 200 ejemplares y se fueron como pan caliente. Y los que leyeron que-
daron satisfechos con el material.
El séptimo libro es La dictadura, el exilio, el amor y otras locuras, un libro
que muchos creen es mi autobiografía. Y tengo que explicarles que no es

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

así. Hay algunas cosas que sí me sucedieron, pero otras cosas fueron rela-
tos de otras personas que pasaron por esas experiencias en el exilio. Por
ejemplo, en el libro se trata de un personaje que estaba en una iglesia en Río
de Janeiro, que era tupamaro. Esa persona tenía toda su familia en un lugar
que, no recuerdo si es una ciudad o provincia, que se llama Durazno. Se le
contrató a un paraguayo para ir a quitarle a toda la familia al exilio en
forma clandestina. En Río de Janeiro también estaba un personaje del ERP
(Ejército Revolucionario del Pueblo), que perdió el brazo cuando le explo-
tó una bomba. Y el ERP le asignó tarea, que consistía en la logística de
falsificar documentos.
Ese personaje falsificaba todos los documentos habidos y por haber,
certificados de nacimiento, todos los documentos que uno quería, él lo
hacía. Este personaje le hace la cédula y el pasaporte al paraguayo, y tam-
bién las cédulas de identidad y certificados de nacimiento de toda esa
familia que tenía que ir del Uruguay al Brasil. El paraguayo iba a entrar al
Uruguay como un sacerdote, pero a la vuelta iba a volver como padre de
la familia que iba a ser pasado al exilio, pero con otro nombre. Entra como
sacerdote y sale como un empresario. Todo eso ocurrió en la realidad, pero
son hechos que relato basándome en comentarios ajenos. El personaje, de
apellido Blanco, se escapó de la cárcel de Punta Carreta con Pepe Mujica.
Eso es así en la realidad. Llegaron a cavar 55 metros de túnel y cuando ya
iban a renunciar, porque encontraron una piedra muy grande, alguien
entró con un hierro a agujerear y salieron a otro túnel; que le había servido
a otro grupo de presos en 1931 para escapar de la misma cárcel. Son hechos
que van ocurriendo y que los fui mezclando. No es una historia mía, sino
de varias personas que condensé en un solo personaje.

–GFR: ¿Cómo fue recibida esta novela La dictadura, el exilio, el


amor y otras locuras, siendo que es la segunda edición?

–ABM: La primera edición personal es de 1.000 ejemplares y yo mis-


mo salía a vender el libro. Y lo ofrecía por internet, y llevaba el pedido en

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

la zona de Asunción y Gran Asunción. Lo llevaba en bicicleta. Eso gustaba


mucho a la gente. Una experiencia muy linda, porque llegué a vender a
personas que jamás compraron un libro o leyeron un libro. En una oportu-
nidad fui a una costurera, que me llama y me dice: “Traeme tu libro porque
quiero leer. Nunca compré un libro. Es la primera vez que compro y voy a
leer”. Hice con mucha satisfacción todo esto, porque la gente cree que es
muy importante hablar con un escritor. Está convencida la gente. Te dice
“vení” y se toma fotos contigo. No es que vas, llegás, vendés y salís. A veces
te quedás toda la mañana hablando con esa persona, porque no te dejan
más salir. Este libro que vendí 1.000 ejemplares andando en bicicleta es la
mejor experiencia que tuve. Reedité 400 ejemplares y de esos me quedan
200, lo que me hace creer que el mercado de libros se reduce a 1.000 ejem-
plares por edición. De los 1.000 ejemplares, más de 400 personas me hicie-
ron comentarios del libro y eso fue extraordinario. Se nota que se leyó. Me
encanta que hagan comentarios sobre mis libros. En este país es muy difícil
que la gente se adentre en la literatura. Esto da pie a que la gente, por lo
menos se tropiece con un libro. Esa es la realidad.Creo que ningún escritor
en Paraguay tiene esta experiencia.

–GFR: ¿Cuál es la experiencia de convertirse en “El escritor en su


bicicleta”?

–ABM: Eso sucedió cuando un periodista revisa mi Facebook y me


dice: “Quiero hacerte una entrevista”. Le comenté esto, y el título de la nota
que me hizo en una revista dominical del diario La Nación y me dice que
el título era “Mil kilómetros, mil libros”. La mejor satisfacción que tuve es
con este último libro. En el sentido de la experiencia y el trabajo que hice
para vender el libro. Mucha gente me criticó también diciéndome: “Por
qué pusiste algo tan erótico”. Pero eso también demuestra que somos re-
primidos y represivos en la cuestión erótica. No nos acostumbramos a
hablar del erotismo directamente. Y esa realidad también es un problema.
En el libro El Doctor, mi candidato, un escritor paraguayo me dice: “El
libro que vos hacés no es literatura, es una porquería”. No le gustó. Y

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

bueno, estamos para aceptar las críticas. Además, reconozco siempre que
mi entrada en el mundo de la literatura es “por la ventana”. No soy una
persona estudiosa de la literatura. No soy un tipo que escribía a los 17 años,
sino a los 45, que fue el año en que ingresé al mundo literario, empezando
con un ensayo. Entonces no tengo mucha autoridad para decir: “Che nin-
go che vale” (Yo soy muy hábil).

–GFR: ¿Te afectan las críticas negativas que se hacen sobre tus li-
bros?

–ABM: En realidad no. Por ejemplo, en una oportunidad me dijeron:


“Vos sos perseverante”. Y en el fondo era cierto. Soy perseverante, le voy
a aturdir a la persona que me pida algo o que yo quiera algo.

–GFR: ¿Cómo surgió el último libro Las fiestas privadas?

–ABM: Las fiestas privadas no tiene nada que ver con lo que la gente se
imagina, que es una orgía. Mucha gente me dice “¡Qué nombre tiene tu
libro!”. En realidad es una historia que ocurre en un país que se llama
“Orengania”, que también usé en otros libros, usé ese país ficticio. En este
país, ocurrieron unos crímenes muy terribles que cometía una cofradía de
homosexuales. Toda esa cofradía funcionaba muy bien hasta la llegada del
dictador Somoza, así como vino a Paraguay, donde vienen con él varios
bandidos y aparte viene un “galán”. De este personaje se enamora uno de
los hombres que más poder tenía en el gobierno. Esto produce una pelea
interna y vienen los asesinatos, crímenes y venganzas. Es un libro terrible-
mente cruel. Es un libro muy diferente a todo lo que yo escribí hasta la
fecha. No tiene nada que ver con los anteriores siete libros.

–GFR: ¿Cuáles son las diferencias entre este último y los otros?

–ABM: La gran diferencia es que los otros tenían un gran contenido


social y político y humor político. Este último refleja una crónica de una

90
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

serie de crímenes que ocurrieron. Es diferente la forma de escribir y tam-


bién la forma de relatar los hechos. En ningún lado se intenta sacarle una
risa al lector. Salvo al final, donde hay algunas cosas que puede hacerle reír,
pero más pueden decir: “Chemokorasõ rasy lénto la nde libro” (Tu libro me
produce angustia). Me consta, porque di a 10 personas para que lo lean,
por el temor de que consideraran el libro como homofóbico. De esas 10
personas me opinaron por escrito seis. Y ninguna dijo que sea homofóbico
y todos coincidían en la angustia que les producía. Algunos tuvieron que
parar de leer y seguir al día siguiente.
Esta angustia incluso tuvieron mis dos hermanas que lo leyeron. En
mi familia, ustedes saben que todos escribimos y compartimos nuestros
escritos. Está Chiquita, Nemesio, Augusto, Mirta, todos escribimos. Como
decimos, escribimos aunque sea en alguna pared con carbón. Cuando sale
este libro, les paso para que lo lean. Y al día siguiente me llaman a decirme:
“Chemopy’a perere la nde libro, (Me produjo taquicardia) y tuve que parar”.
La persona que iba a hacer la presentación del libro en el día del lanzamien-
to me dijo: “No pude continuar porque me dañó el cerebro”. Definitiva-
mente, debemos convenir que tienen algunas cosas que son muy difíciles
de absorber por tratarse de crímenes de criaturas.

–GFR: ¿Podríamos decir que en el tema de la dictadura presenta


similitudes con las anteriores?

–ABM: La dictadura está en todos mis libros. En Las fiestas privadas,


ocurre a fines de la década del 70 e inicios del 80, o sea, en plena dictadura.
La dictadura más consolidada de América era en ese momento. Entonces,
Stroessner podía darse el lujo de traer a otro dictador en Paraguay y que
nadie se queje, como es el caso de Somoza. Él vino y murió acá. Nadie dijo
“¿por qué viene este tipo aquí?”. Nadie dijo nada, nadie protestó. Salvo
algunas personas que dijeron: “Este bandido de mierda que viene acá”.
Pero hasta ahí nomás. En ningún otro lado se lo aceptó. Entonces, el mo-
mento más crítico de la dictadura se relata en la historia de este libro.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–GFR: ¿Esto significa que estás entrando en un nuevo enfoque lite-


rario?

–ABM: “Aike kokue ajénope”. Ndaikuaái mba’epa oiko va´erã chugui. (Es-
toy entrando en terreno desconocido. No sé qué puede ocurrir). Sospecho
que algo va a pasar con este libro. Lo importante es que la gente lo lea. El
éxito está en eso. No está en que se venda. Una gran ventaja es que estos
libros son fáciles de leer. No hace falta tener un diccionario al lado. Eso
facilita la lectura. Mi intención es que la gente entienda lo más rápido
posible lo que quiero decir y no explico con términos difíciles. Una de mis
hermanas me dijo: “Vos escribís como hablás”. Esa es una ventaja.

–GFR: ¿Algo más que quieras agregar con relación a tus obras?

–ABM: Con relación a las satisfacciones que da la escritura, una anéc-


dota es que no habiendo podido conseguir más ni siquiera un ejemplar de
mis primeros dos libros, ni siquiera entre los usados. Y había una persona
que me dijo: “Yo te voy a vender, pero por 300.000 guaraníes”. Imagínate,
yo comprando mis propios libros en esa cantidad. Esa es la gran satisfac-
ción. Que no pueda conseguir mis libros es una gran satisfacción. No soy
de la idea de reeditar los libros, solo por reeditarlos. A mí me tocó vender
en solo un año los 1.000 ejemplares y esa es otra de mis satisfacciones.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

ANTROPOLOGÍA DESDE LA PERIFERIA Y DESDE EL SUR

Eduardo Restrepo

–Generando Filosofía Radio: Con respecto a tu obra Intervenciones


en teoría cultural, ¿podrías decirnos cuáles fueron las problemáticas que
dieron origen a la misma?

–Eduardo Restrepo: El libro, Intervenciones en teoría cultural surge de


una serie de problemáticas que han habitado mi trabajo desde hace algu-
nos años. En particular, me interesa mucho el problema de cómo pensar la
diferencia en términos de ciertas relaciones, no solamente de diferencia-
ción, sino también de desigualdad y dominación. Entonces, esta es la pro-
blemática central que amarra este libro. Concretamente, las categorías, con
las cuales se puede pensar esa diferencia en clave de poder, de desigual-
dad, de tecnologías de dominación y las categorías desde las cuales se
piensan son categorías que se elaboran en la teoría contemporánea, inclu-
so tomando distancia de algunas categorías centrales de la antropología,
como puede ser la de cultura o tomando distancia de ciertas lecturas sim-
plistas de la noción de multiculturalismo. Entonces, el libro está constitui-
do a partir de esa problemática central. Por eso el abordaje sobre la cultura,
por eso el asunto de la raza y la “racialización”, por eso la problemática
sobre el multiculturalismo.
Muchos de los capítulos de este libro fueron el resultado de mis clases
de posgrado y pregrado. Por ejemplo, el texto Modernidad y diferencia es
resultado de varios seminarios de posgrado. Por lo tanto, las elaboraciones

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

que están allí tienen que ver con la impronta misma de los seminarios
donde las discusiones y las elaboraciones también tienen una dimensión
colectiva. Es muy interesante también señalar que este libro es el resultado
de una labor de discusión y el trabajo con muchos de mis estudiantes.

–GFR: ¿Cuáles son vínculos que unen o distinguen a los estudios


culturales, la teoría cultural y la antropología?

–ER: Se podría decir que la teoría cultural, los estudios culturales y la


antropología están vinculados por una preocupación en torno a la cultura.
Pudiera ser esa como la primera impresión y de hecho, algunos de los
vínculos que pueden ser trazados entre ciertas tradiciones de la antropo-
logía, entre las ciertas elaboraciones de la teoría cultural y de los estudios
culturales tienen que ver con la cultura.
Sin embargo, me gustaría precisar dos asuntos. El primero, que no
toda antropología es antropología constituida o definida en torno a la cul-
tura. La antropología o las tradiciones más estadounidenses o ciertas ela-
boraciones antropológicas, incluso latinoamericanas, tienen esa impronta
de pensar la antropología desde o como el estudio de la cultura, pero
existen y han existido múltiples tradiciones antropológicas como, por ejem-
plo, la antropología social británica o la etnología francesa, que no necesa-
riamente están pensando en clave de cultura.
Ahora, eso nos pone ante la perspectiva de que antropología no nece-
sariamente es el estudio de la cultura. El otro elemento es que, aunque se
esté usando la palabra cultura en diferentes campos, como los estudios
culturales, la teoría cultural y algunas antropologías, los conceptos que
hay detrás de esa palabra no necesariamente son el mismo. Por ejemplo, en
estudios culturales, la cultura es pensada, la cultura como poder y el poder
como cultura. Ese es el concepto de cultura con el que se trabaja en estudios
culturales, o sea, es cómo se coproducen la cultura con las relaciones de
poder, las prácticas de significado y la relación de poder. Y eso no necesa-
riamente es lo que está definiendo una noción desde el estructural-funcio-

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

nalismo malinowskiano. Desde Malinowski, al igual que desde algunas


otras expresiones estructural-funcionalistas, la noción de cultura de algu-
nas antropologías donde la cultura es fundamentalmente un modo de
vida, o desde otras corrientes más ligadas a la vertiente hermenéutica, la
cultura opera como una dimensión de lo social o de lo humano que es la
distinción simbólica. Entonces, esos dos elementos hay que tenerlos pre-
sentes: no solamente que no todas las antropologías están pensadas en
relación con cultura y existen múltiples diferencias en nuestras tradiciones
antropológicas.
Entonces, teniendo eso claro, podríamos decir que lo que conecta a
los estudios culturales y a la teoría cultural y a la antropología, pudiera ser
esa preocupación en cómo la dimensión o el aspecto, de significado, de
representación, de discurso, del lenguaje, de lo simbólico, es inmanente, o
se constituye, se relaciona, se coproduce con otros aspectos, otras dimen-
siones, de lo humano.Desde los estudios culturales está toda la problemá-
tica con el poder y desde la antropología está toda esta elaboración tam-
bién con asuntos como prácticas sociales y relaciones sociales.
Es muy importante también tener presente que esas tradiciones son
tradiciones que de muchas maneras se pueden articular, se pueden mez-
clar, pueden confluir. Entonces no es que tengamos que pensar que los
estudios culturales son un ámbito, un campo que no dialoga, que no pue-
de articularse con un asunto como la antropología. De hecho, en América
Latina hay muchos diálogos entre estudios culturales y antropología, diá-
logos que son muy productivos en el sentido de que pueden introducir un
conjunto de preocupaciones o de categorizaciones para que la antropolo-
gía entienda con mayor complejidad las articulaciones entre las prácticas
de significación y las relaciones de poder.
Ahora, la teoría cultural es un campo muy amplio que podríamos
decir que incluye todas aquellas elaboraciones conceptuales que se hacen
desde las diferentes disciplinas o campos interdisciplinarios sobre la cul-
tura. Entonces, teoría cultural así entendida sería un terreno de confluen-
cia, de tensión y de disputas en torno a cómo se puede pensar y cómo se

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

puede conceptualizar esa categoría. En la teoría cultural habría múltiples


vertientes. Una vertiente pensaría la cultura más en términos de todo lo
humano, de lo que nos diferencia de otros animales, lo que define nuestra
singularidad como manera de existencia. Una segunda vertiente en la teo-
ría cultural abordaría la cultura como un campo particular de lo social,
más a lo Bourdieu, donde la cultura no es tanto una categoría analítica sino
un objeto de análisis. Desde esta vertiente, la cultura es pensada como un
campo sobre lo cultural, cómo se disputa, cómo se define, se configura con
diferentes capitales económicos, sociales, simbólicos, y cómo el Estado,
por ejemplo, interviene ahí. Esa es otra manera de abordar en teoría cultu-
ral la cultura.
Una tercera vertiente estaría constituida por estas elaboraciones que
se apropian del giro discursivo o hermenéutico y piensan la cultura más
como un asunto de constitución o una dimensión específica, o un aspecto
específico de todas las relaciones de poder, de las relaciones sociales, de las
prácticas humanas. Entonces, teoría cultural sería ese terreno de confluen-
cia, tensión y disputa desde diferentes campos disciplinarios y transdisci-
plinarios que piensan desde diversas categorías de cultura el mundo o
examinan cómo en la vida social se usa de múltiples formas la cultura.

–GFR: ¿Qué distingue a la antropología crítica latinoamericana de


las escuelas clásicas de la antropología?

–ER: Sobre el punto, yo señalaría tres aspectos fundamentales. El


primero tiene que ver con que las antropologías clásicas son antropologías
cientificistas, son antropologías que están enmarcadas dentro de toda la
lógica y la concepción de que la ciencia es un ejercicio de producción de
conocimiento desligado de las condiciones históricas y de los posiciona-
mientos ético-políticos de los científicos, y tienen todas esta idea funda-
mental del para qué de la labor científica se define por la producción de
mayor conocimiento, la acumulación de mayor conocimiento en nombre
de una humanidad abstracta. El para qué del conocimiento es el conoci-

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

miento mismo, entonces se produce conocimiento por el conocimiento


mismo y esa es la lógica en la que se inscribe el grueso de antropologías
clásicas. Las habitan preocupaciones epistémicas, humanistas, pero de una
forma muy abstracta.
Las antropologías críticas latinoamericanas que surgen en los años
sesenta son antropologías que tienen como pregunta fundamental el para
qué del ejercicio antropológico en términos de la transformación social,
términos del cuestionamiento y la problematización de relaciones y entra-
mados de dominación, en múltiples dimensiones de lo social. Concreta-
mente, hacia poblaciones subalternizadas que para el caso de las antropo-
logías críticas latinoamericanas han sido encarnadas en gran parte por las
poblaciones indígenas. La primera gran diferencia entre las antropologías
críticas latinoamericanas y las antropologías clásicas la encontramos en los
contrastes de su dimensión ético-política, en el para qué se hace antropo-
logía. Mientras que las primeras, las clásicas, es para acrecentar el conoci-
miento antropológico en nombre de una humanidad abstracta, para las
antropologías críticas latinoamericanas el para qué tiene que ver con gene-
rar conocimientos que ayuden, que se articulen, que configuren interven-
ciones políticas y sobre todo orientadas hacia el cuestionamiento y disrup-
ción de las relaciones de dominación de sectores subalternizados como las
poblaciones indígenas.
El segundo elemento que diferencia tajantemente a las antropologías
clásicas de las antropologías críticas latinoamericanas se relaciona con los
paradigmas teóricos que las constituyen. Las antropologías clásicas han
operado desde paradigmas teóricos funcionalistas, estructuralistas, de sis-
temas, que tienen como premisa una serie de concepciones de lo social
donde el conflicto y el antagonismo son exterioridades, patologías, o no
centrales en sus explicaciones de la totalidad social o cultural.
En contraste, las antropologías críticas latinoamericanas tienen como
paradigmas teóricos que les preocupan y conceptualizan el conflicto, los
antagonismos, las luchas. En concreto, en los años sesenta fue muy impor-
tante la influencia del marxismo, pero después se apropian de otras elabo-

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

raciones como las de Foucault. En estas teorías el conflicto, la contradic-


ción, la guerra, el antagonismo, no son una patología, no son una anomia
social, sino que son constitutivos de lo social. Entonces, desde estos para-
digmas teóricos que alimentan a las antropologías críticas latinoamerica-
nas, el problema del conflicto, la relación de poder, el antagonismo, la
transformación, la historia misma, las lecturas más de historización de las
cosas, adquiere una relevancia, muy importante. Esa es la segunda gran
diferencia entre las antropologías clásicas que están pensando desde para-
digmas teóricos que subrayan la cohesión, la armonía, la reproducción,
mientras que las antropologías críticas latinoamericanas están pensando
desde paradigmas críticos donde la contradicción, el conflicto, los antago-
nismos, son constitutivos de lo social.
El tercer elemento que diferenciaría fuertemente a las antropologías
clásicas de las antropologías críticas latinoamericanas tiene que ver con los
encuadres metodológicos que se despliegan. Para las antropologías clási-
cas, como sabemos, el dispositivo etnográfico más convencional reprodu-
ce una relación sujeto-objeto, el etnógrafo es el sujeto, el dispositivo, el
agente en la producción de conocimiento; y las poblaciones son objetos
etnografíados, son recipientes, son lugares donde sucede o cuerpos con los
que sucede la producción del conocimiento etnográfico, ellas tienen un
lugar pasivo, son objetivadas. También dentro de las antropologías clási-
cas, en términos metodológicos, hay un distanciamiento en nombre de la
objetividad, que es fundamentalmente un distanciamiento cínico de los
etnógrafos con respecto a las relaciones de dominación o las relaciones de
poder que están habitando o definiendo la vida de la gente con las que se
está trabajando, sino que establecen incluso la relación y la condición de
posibilidad de su presencia en estos escenarios. Las antropologías clásicas
reproducen, en términos metodológicos, esta noción del etnógrafo y de
etnografía.
Las antropologías críticas latinoamericanas, al contrario, han desple-
gado un conjunto de enfoques, y de imaginaciones metodológicas que ha
llevado a transformar esta idea de etnografía y la relación del etnógrafo

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

con las poblaciones, hasta el punto de que desaparece esta figura en alguna
de las vertientes de las antropologías críticas latinoamericanas, así como el
propósito mismo de la escritura y la publicación es puesto en cuestiona-
miento. Dentro de las antropologías críticas latinoamericanas ha habido
un conjunto de desarrollos metodológicos que han tratado de articular o
conectar ese propósito, esa dimensión ético-política de que hablaba al co-
mienzo, con la forma en que los antropólogos entran en relación con las
poblaciones específicas con las que trabajan. Entonces, ahí hay una dife-
rencia también fundamental. Para resumir, hay unas diferencias en térmi-
nos éticos-políticos primero, en términos de paradigmas teóricos segun-
do, y en términos de encuadres y enfoques metodológicos, tercero. Ahora
bien, es importante no asumir que lo que hacen todos los antropólogos en
América Latina es antropología crítica latinoamericana. No toda la prácti-
ca antropológica en el pasado y gran parte de la que se hace hoy por antro-
pólogos latinoamericanos se inscribe fácilmente en modalidades no críti-
cas.

–GFR: ¿Podrías presentar brevemente la geopolítica del conocimien-


to antropológico latinoamericano, en términos de una ciencia que busca
su legitimación de sus paradigmas construidos desde el sur?

–ER: El conocimiento antropológico latinoamericano hay que enten-


derlo en lo que podríamos denominar el sistema-mundo de la antropolo-
gía. Esto es un sistema en el cual ciertas concepciones de antropología,
ciertas tradiciones antropológicas, ciertos antropólogos tienen una hiper-
visibilidad, con ciertos idiomas como dominantes, con ciertas prácticas de
lo que se entiende como lo antropológico como dominantes. Las antropo-
logías hechas en América Latina se encuentran ubicadas o definidas en ese
sistema mundo de la antropología en relaciones fundamentalmente de
subordinación, en relaciones de invisibilización, relaciones de silenciamien-
to, pero no solamente para los colegas que están en lugares o escenarios
privilegiados del norte, sino también para nosotros como antropólogos

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

latinoamericanos. Hay una invisibilidad, o silenciamiento, un desconoci-


miento de lo que se produce por parte de otros colegas y otras antropolo-
gías no solamente en otros países de América Latina sino incluso en nues-
tros mismos países. Tristemente se conoce más fácilmente lo que se hace y
lo que se discute en la antropología estadounidense o en la antropología
francesa que lo que se hace en los propios países con los propios colegas.
Entonces, habría que entender esa ubicación de las antropologías la-
tinoamericanas en esta idea de sistema-mundo de la antropología donde
hay unas hipervisibilidades y unos silenciamientos que se explican por los
efectos de la geopolítica del conocimiento. Habiendo dicho eso, considero
que es muy importante para las antropologías y colegas que estamos ubi-
cados en diferentes lugares de los establecimientos académicos en el sur,
pensar en cómo interrumpir, cómo cuestionar, cómo transcender, algunas
de las prácticas de silenciamiento, de invisibilización, de acallamiento de
lo que significan los trabajos, las discusiones, los aportes, los estudios de
las antropologías hechas desde América Latina.
Es importante que nosotros mismos, en nuestras propias prácticas,
cuestionemos nuestra mirada profundamente orientada hacia ciertos au-
tores del norte global. Creo que es importante conversar también con el
sur, con los diferentes sures y con los diferentes colegas y tomarnos en serio
lo que otros colegas en los sures están proponiendo y están haciendo. Esto
no significa que nos vamos a cerrar o no vamos a conversar con los colegas
que han tenido esta ubicación y esta hipervisibilización desde el norte;
simplemente es un ejercicio por trazar otras genealogías y otras conversa-
ciones por enriquecer y por incluir asuntos, conceptualizaciones, contri-
buciones que usualmente pasan inadvertidas.
Ese sería un primer elemento que tendríamos que pensar en términos
de interrumpir de alguna manera, por lo menos en la práctica cotidiana
que pasa por los cursos, en lo que nosotros enseñamos, por los artículos
que escribimos, por la manera como diseñamos nuestras investigaciones,
poner en conversación en esos escenarios otros colegas, y otras voces que
no son simplemente las voces y los colegas de siempre del norte.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

Otro elemento que considero fundamental es que deberíamos enten-


der que no hay una forma, o un estilo de trabajo antropológico sino que
debemos entender que hay multiplicidad de antropologías de inscripcio-
nes, de maneras de configurar la antropología y de entender las prácticas
antropológicas desde América Latina. Creo que esas intenciones de míme-
sis o de emular ciertos estilos antropológicos que operan en Francia, Esta-
dos Unidos, tienden a clausurar otros estilos de trabajos antropológicos
que de hecho emergen y se constituyen en diferentes partes de América
Latina.
Deberíamos considerar que hay una especie de naturalización del
canon antropológico de cómo debe ser la antropología hegemónica que
deberíamos descentrar, que deberíamos provincializar, que deberíamos
mirar como una expresión particular, como una forma particular valiosa
en sí misma, pero como una forma y no como la forma de hacer antropo-
logía. Eso habilitaría prácticas y concepciones y maneras de hacer antropo-
logía en América Latina, que no necesariamente pasan por ese estilo y esa
forma de hacer antropología más centrada en lógicas de otros estableci-
mientos. Ese sería un segundo elemento que me parece importante.
Un tercer elemento es que deberíamos des-disciplinarnos un poco con
respecto a la antropología. No creo que la antropología sea como el único
horizonte que definiría la práctica nuestra como investigadores y como
sujetos políticos en América Latina. Creo que la antropología tiene mu-
chos aportes que ofrecernos, pero deberíamos preocuparnos menos por
los escenarios disciplinarizantes y encontrar conversaciones y posibilidades
en otros conjuntos de conocimientos de saberes y de lógicas que no nece-
sariamente tienen que ser circunscriptos a lo que aparece como antropolo-
gía.

–GFR: ¿Cuál es la relación entre los espacios de formación no aca-


démicos y los académicos en los procesos de institucionalización y legi-
timación de la antropología?

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–ER: Tienen múltiples aristas. En principio, una de estas aristas ten-


dría que ver con la idea de que la antropología no solamente existe en el
ámbito de lo académico, sino que la antropología existe, se legitima, se
posiciona, también en un imaginario social, en una concepción de lo que
puede ser o puede implicar la antropología que va más allá de la academia
y que va más allá de los antropólogos.
Esas ideas que existen en una sociedad determinada sobre lo que es
la antropología, en sus valoraciones (o no) y sus alcances son fundamen-
tales en la posibilidad y en la forma como se institucionaliza y se legitima
la antropología en esa sociedad. Por ejemplo, si la antropología se concibe
o se cierra en el imaginario social como un asunto únicamente definido o
limitado por los restos arqueológicos y por la práctica arqueológica y en
esa sociedad no hay un centro, no hay una gran valoración de ese asunto
arqueológico pues entonces que la antropología va a ser muy marginal. En
cambio, donde ese mismo imaginario esté en una sociedad donde lo ar-
queológico y los restos prehispánicos o hispánicos que puedan ser traba-
jados desde la arqueología sean centrales en la imaginación de la nación
pues entonces va haber otro lugar. Así, en primer lugar diría que existe una
imbricación entre estos espacios de formación no académicos y académi-
cos en la institucionalización y la legitimación de la antropología.
Por otro lado, la antropología no se circunscribe a lo académico. En
países como Colombia, por ejemplo, los antropólogos que están dedicados
a la academia son una gran minoría. El grueso de los colegas está haciendo
un ejercicio profesional que no está en las universidades, que no está en lo
que estricta y más concretamente podríamos denominar prácticas acadé-
micas. Ellos están en diferentes esferas del Estado, están en diferentes es-
feras de las empresas, el mercado, diferentes expresiones de movimientos
sociales, incluso algunos colegas, antropólogos indígenas que están traba-
jando con sus mismas comunidades. Entonces, el segundo elemento que
deberíamos pensar con respecto a esta pregunta es que no podremos darle
una centralidad a lo académico, ya que son mucho menos los colegas que
se circunscriben al establecimiento académico. La antropología es una

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

práctica que escapa, que ha habitado, que ha incluido otras esferas que no
son simplemente académicas. Entonces en esa perspectiva deberíamos
también entender el asunto de las prácticas de formación o de los espacios
de formación académicos y no académicos en la institucionalización y la
legitimación de la antropología en escenarios como los escenarios latinoa-
mericanos.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

RELACIONES INTERÉTNICAS EN PARAGUAY

Gloria Scappini

–Generando Filosofía Radio: ¿Qué caracterizan a las relaciones in-


terétnicas en nuestro país? ¿Cuáles son los avances y desafíos?

–Gloria Scappini: Básicamente, tenemos que entender a las relacio-


nes étnicas no solamente como relaciones entre los diferentes grupos étni-
cos. Las relaciones étnicas también incluyen las relaciones de la sociedad
nacional con sus minorías. Personalmente me refiero a las relaciones étni-
cas en ese sentido, y podemos decir que en nuestro país las relaciones
interétnicas están de alguna manera supeditadas a la estructura de las
relaciones entre la sociedad nacional y sus minorías.
Con respecto a las características principales de esta relación habla-
mos de un extremo racismo, discriminación y segregación. Esto tiene que
ver con mitos de construcción nacional totalmente versados a fortalecer la
colonialidad. A pesar de que el discurso del mito del mestizaje pueda dar
a entender la participación de otra cultura en la conformación de la socie-
dad paraguaya; este discurso sigue siendo un discurso colonizador por-
que niega, al hablar de“amalgama”, “unión pacífica”,“encuentro entre
dos culturas” y todo lo que los libros de historia nos cuentan, la existencia
de un conflicto que fue llevado a cabo a través de la conquista. A esto le
sigue la posterior colonia que ha desplegado sus formas de dominación y
de explotación de los pueblos precolombinos. Esto ocurrió en toda Latino-
américa incluyendo Paraguay.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

La diferencia, en nuestro país, radica en que su mito de construcción


nacional es totalmente, todavía hoy, excluyente de una verdadera valori-
zación de los aportes de los pueblos indígenas. Con el bilingüismo sola-
mente, no tenemos una valorización de aporte. De la misma manera, el
bilingüismo es fruto de una concepción de la lengua oral que pasó al len-
guaje escrito. Es decir, que de alguna manera para existir tuvo que trans-
formarse en el lenguaje de los dominadores. He ahí que siguen jerarquiza-
das como sociedades inferiores y primitivas las sociedades que no han
accedido a la puesta por escrito de sus lenguas. Entonces, no tiene que ser
porque no se accede al sistema dominante o hegemónico que no se es
valorizado.
En Paraguay estamos en una paradoja, la de una gran exaltación de
un pasado guaraní que coexiste con una de las peores situaciones de polí-
tica indigenista mundial y en el contexto latinoamericano. A la gran exal-
tación, a la retórica simbólica, equivale siempre –y es una regla de las
ciencias sociales– una realidad sin diagnosticar o negada en términos de
sus características.

–GFR: Reconociendo la realidad de los pueblos indígenas en nues-


tro país ¿cuáles son las razones que llevan a la invisibilidad de esta
realidad por parte de la sociedad paraguaya y específicamente por parte
de la cultura hegemónica?

–GS: Es muy difícil reconocer la realidad de los pueblos indígenas si


no nos acercamos a ellos y no los conocemos. De ahí la herramienta de
aproximación a otras sociedades que se rigen por otro tipo de organización
social, diferente a la nuestra, que nos da la disciplina antropológica. Enton-
ces, el tema del diagnóstico no es algo tan fácil de lograr. Al no haber
diagnóstico, al no haber miradas sobre ellos, no haber descripción de las
sociedades, evidentemente hay un desconocimiento y una ignorancia re-
producida, lo que resulta en la invisibilización.
Por un lado, la antropología es responsable de la visibilización y de
alguna manera también sufre de la falta de apoyo de otras ciencias, para

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

refuerzo, sobre todo en contexto donde tanto la investigación como la


academia tienen muchas dificultades para afianzar sus ciencias sociales.
Por otro lado, la invisibilización como tal es deseada y programada por el
Estado. Toda sociedad con una imagen de sí misma creada a partir de un
falso mito de origen de la población mestiza evidentemente depende de la
reproducción de esta representación para su manejo. Es decir, en los países
donde existe una importante representación del mestizaje, las minorías en
sus particularidades y singularidades están relegadas.
No se trata entonces de una participación plena de todos los sectores
que componen la sociedad si se está eligiendo un modelo de sociedad por
encima de las demás. Finalmente, son 500 años en este mismo sentido de
historia de dominación, explotación, violencia y despojo que hacen que
esos sectores de la sociedad estén con mucho menos posibilidades y capa-
cidades de responder, de adaptarse y adaptar sus maneras de ver el mun-
do a un lenguaje que pueda servir a nuestra sociedad para empezar a
respetarlos. Tenemos que tomar conciencia, algo que tienen mucho más
los pueblos indígenas ya que viven buscando la forma de entrar en comu-
nicación verdadera con nosotros, a pesar del hecho de que ellos nos cono-
cen más a nosotros de lo que nosotros los conocemos a ellos.

–GFR: En la Constitución Nacional se reconoce que el Paraguay es


un país pluricultural. ¿Cómo se da en la práctica el respeto a esa pluricul-
turalidad desde el Estado y sus instituciones?

GS: La pluriculturalidad de la cual habla la Constitución Nacional es


una mera retórica y no es el único espacio donde esto acontece. También
tenemos una de las legislaciones indigenistas más vanguardistas del con-
tinente y, a través del bilingüismo, la exaltación de la lengua guaraní y la
realidad de los pueblos indígenas que son los verdaderos depositarios de
esa lengua en sus formas originales. Lo mismo acontece con los textos: a
muchos textos, poca realidad y coherencia en el Paraguay en las relaciones
entre el discurso y la práctica. La pluriculturalidad es una cuestión por

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construirse desde una perspectiva inicial de lucha de clases que también se


viene abriendo muy de a poco, y que tiene como primer obstáculo el pro-
pio racismo del campesinado hacia el mundo indígena. Esto tiene que ver
con las formas de construcción de la ruralidad, pero sobre todo con la
colonialidad en la población mestiza que ocupa los lugares privilegiados
del sector rural.
Esto es parte de un desafío que no solo incumbe a los pueblos indíge-
nas desde sus perspectivas de reclamos y de luchas etnopolíticas para el
reconocimiento en su diversidad y singularidad con sus organizaciones
indígenas, y una atención merecida de parte del Estado en lo que a legis-
lación internacional se refiera; sino que también es parte de un proceso de
apertura de la sociedad en general hacia sus verdaderos componentes.
La pluriculturalidad no solo incluye a los pueblos indígenas, también
incluye a la cultura y a las poblaciones afrodescendientes, a la afropara-
guayidad. En una medida más interesante –en población y en aportes que
ya se han visto confirmados a lo largo de la historia– está el sector femeni-
no, que también es fuente de otra forma de ver el mundo. Por lo tanto, debe
ser tomada más en cuenta en sus reivindicaciones y escuchada en su capa-
cidad de aportar una visión del mundo que pueda matizar los efectos tan
violentos perpetrados por el patriarcado en la manifestación de una socie-
dad extremadamente machista. Así pues, tanto el feminismo como el indi-
genismo van de la mano en el sentido de que son formas de exigir una
sociedad más justa y más inclusiva.

–GFR: ¿Cuáles son los avances que se han dado en los estudios
antropológicos en nuestro país? ¿Qué desafíos se deben superar?

–GS: Las investigaciones antropológicas en Paraguay tienen una his-


toria muy ligada al tipo de formación recibida por los investigadores, así
como de la época en la cual se desarrollan estas investigaciones como de su
objeto y la relación del investigador con este. Existe mucha variedad y una
gama muy amplia de maneras de hacer antropología en un país donde

108
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

sigue siendo un desafío la institucionalización digna de esta disciplina


como parte integrante de la familia de las ciencias sociales.
El lugar que tiene la antropología en las ciencias sociales es mucho
más importante de lo que en realidad parece. No estoy hablando solamen-
te de una antropología en el sentido de una etnología, en otras palabras
una antropología versada en el conocimiento de los pueblos indígenas,
sino también como herramienta metodológica que ya ha sido explotada
por varios referentes en su mayoría de la sociología, completamente cons-
cientes que sin herramientas antropológicas por ejemplo, es muy difícil
escarbar en el Paraguay rural, en el campesinado. Nos referimos aquí a
poblaciones guaraníparlantes, a grandes estructuras de pensamiento sim-
bólico y prácticas heredadas de un pasado donde la herencia indígena es
el principal vector transmisor.
En este sentido, hacer sociología en Paraguay sin interesarnos en la
antropología es un contrasentido, es decir, no se puede. También recorde-
mos a la antropología y su postulado de aproximación íntima, de metodo-
logía de familiarización, donde el observador al mismo tiempo llega a ser
sujeto y donde del propio análisis de sus percepciones al investigar se
construye el conocimiento. Esto es muy importante a nivel de construc-
ción de una mirada local en ciencias sociales. Si el investigador solamente
aplica metodología y teorías que vienen de otros lugares sin hacer un aná-
lisis de los propios filtros a través de los cuales está viendo la realidad –sea
cual fuere su objeto– no estamos construyendo ciencias sociales con iden-
tidad.
Ahí la antropología es un arma mayor que debe ser explotada mucho
más de lo que es. Volviendo al tema de las investigaciones antropológicas
en sí, tanto en el indigenismo como en las investigaciones de antropología
aplicada, tenemos una búsqueda de incidencia a nivel de los órganos de
decisión sobre políticas rurales, políticas públicas y construcción de la in-
terculturalidad. Existe una variedad de temas que no deberían limitarse a
los pueblos indígenas: recordemos que tenemos toda la población afrodes-
cendiente que debe empezar a ser parte del discurso pluricultural, tratan-

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

do de no caer en la retórica vacía, así como los sectores olvidados, no


escuchados, marginados, segregados de la sociedad; también estos son
objeto de la antropología.
Es por eso que una sociedad que lucha contra la pobreza y que quiere
establecer mecanismos de inclusión no puede dejar de acercarse a la disci-
plina antropológica, y para esto se necesita la solidaridad y el apoyo de las
demás ciencias y la correcta visibilización de la diferencia, de la mirada
antropológica. Es necesaria una solidaridad sin caer en la fusión, sino re-
conociendo un postulado propio, con una historia propia en América La-
tina y el resto del mundo a ser aplicada con especificidad local, para el
desarrollo de las ciencias sociales.

–GFR: ¿Qué significa ser antropólogo en Paraguay?

–GS: En mi caso, ser antropóloga. ¿Qué significa ser antropóloga en


cualquier lugar del planeta? Es mucho más difícil que para un hombre.
Primero, por el acceso a una formación universitaria. En el caso del Para-
guay con más razón, ya que las formaciones no están presentes en el pro-
pio país. Es decir, ser antropóloga en Paraguay es tener que haber migrado
como mujer a otro país para formarse. Ser antropóloga que vuelve al país
también, habiéndose formado afuera, tiene un costo. Conlleva muchas
alegrías y muchas frustraciones. Es bastante complejo el panorama en el
que una se ve inmersa, cuando uno intenta desarrollar y ejercer esta pro-
fesión a lo largo de su vida.
En Paraguay una pasa muchas veces por la necesidad de disociarse
de un enfoque meramente académico y optar por una antropología apli-
cada que acerque a los investigadores la realidad del campo de estudio y
busque una instrumentalización del conocimiento antropológico por par-
te de las políticas.
El investigador se ve inmerso en paradigmas de integración del cono-
cimiento en Paraguay que todavía no han sido activados a nivel institucio-
nal. Eso es muy frustrante y coexiste con una academia incipiente, hecha

110
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

de varios tipos de tradiciones antropológicas según donde se formaron los


investigadores. Son estilos diferentes, mucha variedad de objetos y temas,
que actúan en un vacío relativo y sin un reconocimiento institucionalizado
en todos los espacios de formación universitaria como debería de ser en el
siglo XXI.Recordemos que se trata de un país cuyo mito de construcción
nacional invoca la cuestión indígena tanto en el discurso de origen como
en la exaltación de la esencia de la paraguayidad, a través de la lengua
guaraní.

–GFR: Con respecto al documental “Palabras-almas”, que has diri-


gido. ¿Cómo surgió la idea de registrar en un documental la cultura de
los Mbya Guaraní? ¿Cuál ha sido la recepción del documental en nues-
tro país?

–GS: La iniciativa de emplear técnica audiovisual en la investigación


etnográfica vino de una familiarización con el pueblo con el que me ha
tocado trabajar, los Mbya Guaraní. Una familiarización que se ha dado con
sus maneras de transmisión, así como algunos conceptos espirituales y
religiosos que ellos tienen y que es una extrema conceptualización de la
imagen. La imagen como concepto: la imagen o el reflejo. Los Mbya Gua-
raní sostienen que todos los seres humanos somos simples reflejos, sim-
ples imágenes de una realidad superior. Una realidad sagrada e indestruc-
tible.
La interiorización de estos temas propios de la cosmovisión Mbya me
ha hecho pensar en la imagen también como una herramienta para que la
cultura pueda contarse a sí misma. De esta manera, para que ellos cuenten
a la sociedad nacional lo que seleccionen pertinente. En este sentido, el
documental se gestó con una clara voluntad de que jóvenes de la comuni-
dad tengan acceso a una formación básica en técnica audiovisual y la po-
sibilidad de manejar una cámara. Me puse entonces en campaña para el
diseño de un proyecto que implique la adquisición de estas capacidades,
lo que se produjo.

111
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

A través de eso, uno de los jóvenes de la comunidad tomó como


responsabilidad el registro de los procesos por los que estábamos pasan-
do, su familia –mis anfitriones– y yo. Nos centramos en los temas que
trabajábamos en colectividad y también a nivel más doméstico en el marco
de las interacciones con la investigación etnográfica. Los temas de conver-
sación que surgían en ese encuentro de mundos se reproducían en cada
visita, en cada estadía, y la producción se fue gestando así. Pero por sobre
todo, se afianzó con el fallecimiento de uno de los grandes líderes espiri-
tuales de la zona, Luis Vera, miembro del clan de los Vera, descendientes
del cacique Pablo Vera, conocido por su interlocución principal con León
Cadogan en todas sus obras y en particular en la colecta de los textos
sagrados reunidos en el Ayvu Rapyta (1959). El pedido expreso que recibí
de Luis de grabar sus últimas palabras en su lecho de muerte, desencade-
nó la voluntad de realizar el documental propiamente restituyendo sus
últimas palabras a la comunidad, y eso fue lo que se cumplió. Las últimas
palabras de Luis Vera florecieron como semillas de transmisión a través de
todos los relatos, las imágenes y discursos de la realidad, los momentos de
sabiduría que se viven en la película, guiados por la mirada de un joven
Mbya-guaraní.

–GFR: ¿En qué proyecto de investigación trabajas actualmente?

–GS: En este momento sigo profundizando matrices de investiga-


ción, tanto en etnología indígena como en antropología feminista. La rea-
lización audiovisual está entre paréntesis, ya que me estoy reponiendo del
trabajo y de los esfuerzos versados en Palabras-almas. La historia de la
antropología paraguaya es una de las cosas que estoy tratando de concep-
tualizar de manera de poder establecer líneas de lectura más acordes a los
procesos de construcción y consolidación de la disciplina en el contexto
actual.
La antropología feminista es un enfoque que he podido empezar a
desarrollar gracias a formaciones centradas en Latinoamérica. Aproxima-

112
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

damente hace unos cuatro años se está afianzando en mi ejercicio, con una
investigación sobre la relación entre la violencia patriarcal y la estructura
social paraguaya donde con metodología en Antropología Feminista se
trata de visibilizar, documentar y analizar las formas de violencia hacia la
mujer desde una perspectiva de cultura machista muy arraigada en la
estructura social local. Preguntarse de dónde vienen las formas locales de
violencia, cómo se reproducen y cuáles son los fenómenos concretos de los
cuales deben surgir las identificaciones para la acción son las preguntas
que guían esta necesidad de afrontar el problema de raíz con herramientas
de las ciencias sociales, lideradas por la visión antropológica.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

DISCURSO FILOSÓFICO Y CONFLICTO SOCIAL EN LATINOAMÉRICA

Mario Magallón Anaya 4

–Generando Filosofía Radio: ¿De qué manera podríamos caracteri-


zar a la filosofía latinoamericana?

–Mario Magallón: La filosofía latinoamericana no fue considerada


de carácter académico en la historia de la filosofía del siglo XX en México
y en América Latina. Adquiere su carácter académico después de que los
grandes intelectuales y filósofos latinoamericanistas entregados en la ta-
rea de reflexionar sobre nuestra realidad inician su posicionamiento. Esta
se plantea la necesidad de incorporar en los planes y programas de estudio
a la filosofía latinoamericana y las filosofías nacionales. Un viejo proyecto
acariciado y soñado por el gran filósofo mexicano Leopoldo Zea. La filo-
sofía latinoamericana tiene una profunda raíz ético-política; raíz que está
radicada principalmente en su compromiso ético social, con las comuni-
dades, con los sujetos, con los individuos. Esto plantea establecer una doble
relación con el compromiso ético, porque la eticidad es una forma de ser,
de actuar, de pensar y la de relacionarnos con los demás, con la comuni-
dad.
La forma de organización social en nuestros países, algunos con gran-
des y densas poblaciones indígenas, negras, mestizas, plantea la necesi-

4. Esta entrevista fue posible mediante la colaboración del profesor Rodolfo Daniel
Luna Mora, licenciado en Filosofía por la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

dad del reconocimiento y la aceptación de una propuesta fundamental la


aplicación teórico-práctico: el concepto de diversidad humana; porque la
humanidad es una en la unidad de la diversidad y la diferencia humana.
Una diversidad humana incluyente, suficientemente fuerte, que permita
una coparticipación ética responsable y de compromiso con los otros. Hoy
por hoy, en la actualidad del siglo XXI, como en el siglo XX la realidad de
nuestra América está marcada por formas de exclusión, de marginación,
de miseria y de negación de los derechos de los demás. La filosofía latinoa-
mericana pugna, precisamente, por un ejercicio ético incluyente que per-
mita transitar hacia adelante, por un mundo mejor y más igualitario.

–GFR: ¿Cómo surge la preocupación por los problemas sociales en


la tradición del pensamiento filosófico latinoamericano?

–MM: Bueno, la preocupación es natural. Primero, hay que decir que


la filosofía latinoamericana en general, nunca ha sido considerada de ca-
rácter académico, por los grandes maestros de filosofía de las facultades de
filosofía y de humanidades. Hemos ido abriendo espacios por la fuerza a
las resistencias, para que nuestra filosofía tenga presencia. Esta filosofía ha
surgido de la realidad de nuestros pueblos donde hay demandas concre-
tas como: justicia, igualdad, equidady de compromiso con los demás, las
demandas de las mujeres, las comunidades indígenas, negras, campesi-
nas, obreras, etc., de las gentes de los distintos pueblos.
Es, en consecuencia, una demanda que tiene, necesariamente, un
horizonte ético-político, en el sentido de un compromiso fuerte en la lucha
por la liberación y por la defensa de los derechos, de las libertades con
equidad y justicia de todos los seres humanos. En eso, precisamente, se
diferencia la filosofía latinoamericana de las filosofías europeas. En el pa-
sado la gran preocupación de nuestros filósofos habían sido ser reconoci-
dos por los filósofos europeos; en estos momentos, ya no estamos en esa
condición. Filosofar, se dice de múltiples maneras, de múltiples formas
expresivas, recordando un tanto a Aristóteles, o si ustedes quieren a Neza-

116
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

hualcóyotl, o al gran Tabaré, etc., que planteaban la demanda de justicia e


igualdad, de reconocimiento, de libertad con equidad.

–GFR: ¿Cuál considera que es el papel de la filosofía de la educa-


ción y la filosofía política en el quehacer del desarrollo de la filosofía
latinoamericana?

–MM: Hay una fuerte tradición que no ha sido reconocida particular-


mente, en América Latina, que es la tradición libertaria anarco-socialista.
La tradición libertaria tiene que ver mucho con un factor eminentemente
educativo comunitarista, que plantea una educación incluyente del pue-
blo. Los grandes intelectuales y filósofos que hacen filosofía en educación,
en su mayoría son muy exclusivistas, es decir, para las élites. Para nosotros
hacer filosofía de la educación implica hacerla desde un horizonte de la
antropología filosófica.
Una antropología filosófica, que implica una eticidad solidaria y de
compromiso con los otros. Es aquí donde se vinculan las filosofías latinoa-
mericanas; implica un ejercicio ético de compromiso y responsabilidad
con los otros. Educar en este sentido, es no repetir modelos, sino plantear
horizontes y alternativas para que el ser humano recupere su ser,su iden-
tidad y que adquiera un modo propio de ser, en su onticidad ética, esto
quizás esté a contrapelo de las propuestas de las filosofías importadas, y
las formas políticas impuestas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional, la OCDE, etc., como es el caso de una educación por compe-
tencias. Lo que importa es el ser humano en toda propuesta educativa;
como a la vez importa, también en las filosofías latinoamericanas no solo
de la liberación, sino de otras filosofías, como es el reconocimiento ético,
político y social.

–GFR: Entonces, ¿las filosofías políticas y las filosofías de la educa-


ción van de la mano?

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–MM: Naturalmente, van juntas. Cuando nosotros hablamos históri-


camente, no solo en el caso de México, de América Latina, o de cualquiera
de nuestros países o del mundo. Todos los dedicados a la filosofía, los que
no son necesariamente filósofos, hay un factor importante que tiene que
ver o se relacionan con la educación. Educar significa educar con la liber-
tad, en la confianza, en la autogestión y en el reconocimiento de las prác-
ticas políticas. Educar también es una lucha por la defensa de nuestros
propios derechos. Una defensa por nuestra identidad y el reconocimiento
como seres humanos en el mundo. Esta visión está presente en casi todos
los pueblos de América Latina: los pueblos indígenas, la tercera raíz o las
comunidades negras y de todos nosotros mestizos, blancos, pertenecemos
a un ser latinoamericano multidiverso y que tiene como base fundamental
la educación y la política.

–GFR: Si la educación tiene, como parte de ella, la antropología y la


eticidad, ¿dónde entraría la educación en la filosofía política?

–MM: La filosofía política debemos entenderla como un pólemos, un


diálogo, una dialógica, es decir, un horizonte dialéctico equitativo y solida-
rio; por ello nosotros tenemos que educar en el realismo político. La expe-
riencia del análisis de la política implica, necesariamente, un reconoci-
miento de coparticipación y compromiso. Aprender solamente se da en
una relación con los otros, es decir, todos aprendemos de todos, ello deberá
tener un horizonte humano incluyente. La educación da ese horizonte
político, filosófico, cultural que involucra el reconocimiento de la cons-
trucción de la propia identidad como individuos, como parte de la nación
y del mundo. Entonces, educación y filosofía política implican una etici-
dad, lo cual demanda necesariamente el reconocimiento del otro en sus
diferencias, en sus posibilidades. Ello atravesado por un horizonte episte-
mológico, antropológico y político; donde todos somos diversos en la equi-
dad, la justicia y la igualdad. Por ello, hay que educar en la confianza y en
la libertad, con sentido solidario.

118
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

–GFR: ¿Entonces, el reconocimiento del otro sería parte fundamen-


tal de la filosofía política?

–MM: Sí, porque si no hay un reconocimiento de la alteridad, del otro


diferente, pero no superior sino equitativo y éticamente igual en la ontofe-
nomenicidad, en la equidad y justicia en una situación concreta histórica
y social; es aquí donde se da una relación de alteridad, en la horizontali-
dad, donde sea posible el diálogo, la autogestión, el reconocimiento, la
participación y el compromiso. Decía Paulo Freire que en la educación,
todos aprendemos de todos; esto es parte de una tradición muy antigua
entre nosotros, que no es necesariamente de Freire. Es parte de la tradición,
de la historia de la filosofía, de nuestra América. Es esta relación de apren-
dizajes la que se obstinan los países capitalistas desarrollados en negar
permanentemente, porque de aceptarla resulta ser muy peligroso para los
sistemas económicos, políticos, educativos importados e impuestos en
nuestra América, lo cual implica una toma de conciencia desde nuestra
realidad.

–GFR: ¿De qué manera podemos evaluar la situación de la demo-


cracia y la política en América Latina? Todo desde la óptica de su pro-
puesta de modernidad alternativa radical.

–MM: El concepto de democracia solamente es un horizonte. La de-


mocracia es una forma de guía. ¿Qué implica la democracia? Democracia
implica la coparticipación y compromiso de todos en las cosas de todos. La
democracia, en este sentido, es un proceso de autogestión común, que
socializa la participación y el compromiso de ser responsable consigo mismo
y con el otro. Entonces, hablar de modernidad alternativa, en el estilo pro-
fundo y radical, requiere poner en cuestión las formas y las prácticas po-
líticas dominantes existentes, los modos y las prácticas de producir cono-
cimientos y, poner en duda, sus formas y pertinencias. Además, es un
poner en cuestión la filosofía, es decir, la filosofía llamada imperial, porque

119
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

la verdadera filosofía no responde a un modelo. El modelo del filosofar


desde nuestra América, en la modernidad hoy, implica poner en cuestión
las formas de pensar y plantear un horizonte ético de compromiso respon-
sable sin exclusión de nadie, ni de nada.

–GFR: ¿Sería, entonces, la ética una de las guías del pensamiento


para pensar en filosofía política y filosofía de la educación?

–MM: Creo que sí. El gran problema es que en la ciencia política no


hay ningún compromiso, solamente son formas procedimentales, prácti-
cas, ejercicios estadísticos, etc. Si no hay un compromiso ético, democráti-
co incluyente, necesariamente no es posible realizar un verdadero ejercicio
político. Un compromiso de responsabilidad, con nosotros y con los otros.
El futuro del mundo, si no está basado en un horizonte ético, en la recupe-
ración de los valores, y del sujeto, a pesar de la diversidad de redes socia-
les, de las formas de comunicación y entender la compleja realidad: puede
decirse que hemos perdido la esperanza a la vida y al mundo. Es necesario
volver al reconocimiento del otro, con equidad, justicia en la igualdad, en
una práctica de democracia, desde un compromiso ético.

–GFR: Este compromiso ético, ¿sería como la ética tipo aristotélica,


o sería otra reconfiguración de la ética?

–MM: Si pensamos tanto en la Ética mayor de Aristóteles, pero incluso


pensemos en los grandes poemas de Nezahualcóyotl, en la gran tradición
de los pueblos indígenas, aymaras, quechuas, mexicanas, negras, mesti-
zas, blancos, etc., y en toda la diversidad de pueblos y comunidades hu-
manas existe un compromiso de solidaridad con el otro. Pareciera, como
dicen las tradiciones indígenas y africanas, un poner en común, en comu-
nidad, la coparticipación del buen vivir. Entonces, va mucho más allá inclu-
so de la propuesta de Aristóteles, las nuevas experiencias de los pueblos,
caso como el de los aymarás, incluso los pueblos tojolabales de tradición

120
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

maya; en fin, en todos ellos a lo largo de nuestra América, existe el compro-


miso, que va más allá de vivir bien y del bien común aristotélico. Es un
poner en común, donde no hay exclusiones, sino un profundo reconoci-
miento del otro. Entonces, la ética va mucho más allá. Porque la ética aris-
totélica deja fuera ciertas cosas relevantes de la existencia humana, excluye
a las mujeres, a los niños, a los extranjeros, es decir, aquí lo importante es
que no quede ni un ser humano fuera.

–GFR: Para que eso suceda, ¿tendría que existir una filosofía polí-
tica de la educación con un compromiso mayor del que se ha tenido?

–MM: Por supuesto, la filosofía política tiene horizonte, y el horizon-


te es ético. Es solidario, es responsable, es comprometido, todo en las cosas
de todos. Porque en esto va el futuro de la humanidad, las redes de comu-
nicación son muy importantes, pero si son adecuadamente utilizadas; ahora
estas han sido un vaciarse hacia afuera, se reúnen la mayoría en la virtua-
lidad de medios y el anonimato para la exclusión y el desprestigio del otro,
pero se separan rápidamente. Lo que importa hoy, es tener un horizonte
bien orientado. Es falsa la idea de que ahora tenemos más libertades y más
aún, que tenemos un ejercicio democrático. ¿Quién controla el medio de
comunicación más importante: la nube? Se maneja desde el imperio norte-
americano. Nos engañan de que efectivamente, nosotros somos como entes
libres y que ejercemos nuestra libertad. Pero no, porque detrás del mensa-
je, de las formas expresivas, siempre hay un anónimo. Implica, pues, un
ejercicio comprometido y responsable; es decir, alguien tiene que respon-
der por ello. Entonces, es necesario que hagamos un esfuerzo, como ejer-
cicio ético de compromiso. Basta ver cómo está América Latina y el mun-
do. Vemos que la situación comunicativa es a través de las redes sociales
como medio del desprestigio de grandes personajes, el éxito de personas
que son de la peor calidad moral. Entonces, tenemos que educar en un
compromiso ético, en la democracia, en las libertades y la justicia.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–GFR: Después de todo esto, ¿cómo examina usted la difusión de


los Estudios Latinoamericanos en la región?

–MM: Bueno, fíjense que allá por los años sesenta, nuestro querido
maestro el doctor Leopoldo Zea, después de descubrir que los Estados
Unidos y la CIA organizaban los Estudios Latinoamericanos para vigilar-
nos, planteó la alternativa posible de hacer los estudios de nuestra realidad
latinoamericana y caribeña, es decir, desde nosotros mismos, con un hori-
zonte nuevo. Zea funda la Licenciatura, Maestría y el Doctorado en la
Universidad Nacional Autónoma de México. De ahí se encaminó a difun-
dir su importancia por toda nuestra América; se realizaron reuniones en la
ciudad de Caracas, Venezuela, y posteriormente en varios países de Amé-
rica Latina. Se planteó que habría que invertir en la propuesta de enseñar
la historia y la cultura de nuestra América antes que la de Europa. Ha
crecido la posibilidad, hay algunos países donde los Estudios Latinoame-
ricanos están empezando a prender, pero es muy poquito todavía.
Decía José Martí que los pueblos de nuestra América tienen que em-
pezar a conocerse, que los pueblos han de vivir criticándose y empezar a
conocerse. Entonces, tenemos que hacer ese gran esfuerzo. En Argentina,
en algunos lugares, como en Mendoza, se tiene ya el Programa de Posgra-
do en Estudios Latinoamericanos, algunas otras partes, particularmente
como el caso chileno, por ejemplo; en el Paraguay, que yo sepa no hay
Estudios Latinoamericanos para entender las problemáticas de ese país de
América Latina desde las distintas vertientes filosóficas y políticas. Tene-
mos que hacer un proyecto común de nuestros pueblos, como ejercicio
crítico. Pero también como interpelación al imperio. Entonces, todavía nos
falta muchísimo por hacer, pero hay que empezar a hacerlo.

–GFR: ¿Hasta ahora calificaríamos que los Estudios Latinoamerica-


nos han cumplido con la intención original del maestro Zea?

–MM: Creo que no. Porque realmente la propuesta de Zea es una


propuesta interesante, porque quiere desplegar las humanidades y parti-

122
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

cularmente la cultura de nuestra América. Tiene que ser un trabajo com-


plementario que hizo, en su origen otro gran mexicano, como es el doctor
Pablo González Casanova. Hay que hacer esta doble relación de las cien-
cias sociales y de las humanidades, para que puedan prender y enseñarse,
como decía Martí: “La historia de AméricaLatina debe enseñarse al dedi-
llo” antes que la historia europea, es tiempo de empezar a conocernos.
Entonces, es el momento de poder plantear convenios comunes; en prin-
cipio tienen que ser modestos, que giren en tornoa los gobiernos, las orga-
nizaciones sociales, políticas y económicas, etc., tenemos que ir más allá.
Porque nuestro horizonte es el Sur. Es tiempo para dejar de ser el labora-
torio de experimentación de los imperios, controlar nuestro destino como
naciones. Tenemos que volver a plantear y aprender la importancia de los
Estudios Latinoamericanos; cabe advertir que, incluso, tenemos en Méxi-
co en algunos egresados de la Licenciatura y del Posgrado de la UNAM,
que no saben qué son los Estudios Latinoamericanos.

–GFR: Entonces ¿habría que reconfigurar el método, para poder


lograr el fin que pretendía Zea?

–MM: Habría que replantear un método. Es el método interdiscipli-


nario y transdisciplinario. Debe ser desde la disciplina incluyendo la di-
versidad de direcciones y redefinir conceptos, categorías, marcos teóricos,
que permitan entender los distintos campos: la educación, la filosofía, la
literatura, la historia, las ciencias naturales y sociales, a partir de un hori-
zonte totalmente nuevo.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

EL PENSAMIENTO LATINOAMERICANO
Y SU PROYECCIÓN PARAGUAYA

Orlando Lima Rocha

–Generando Filosofía Radio: Partiendo de una de las ideas expues-


tas en tu investigación sobre la filosofía de la liberación latinoamerica-
na5, ¿podrías describirnos cuáles serían las imágenes y proyecciones de
la misma? ¿Cuál es la importancia de historiar las filosofías de la libera-
ción latinoamericana?

–Orlando Lima Rocha: Lo primero que quisiera apuntar es que con-


sidero importante historiar las filosofías de la liberación porque han sido
y son, para utilizar una expresión del maestro Mario Magallón, una serie
de construcciones discursivas filosóficas que fueron gestadas en un mo-
mento coyuntural de la época histórica latinoamericana. Una época que en
la década de 1960/70 se constituyó con mucha violencia, con una serie de
movilizaciones populares, de movimientos populares colectivos que emer-
gían en un contexto donde el anhelo utópico por la liberación, no solamen-
te a nivel regional sino a nivel mundial, se estaba dando. De modo tal que
historiar las filosofías de la liberación, entendiendo por tales a las filosofías
argentinas constituidas entre finales de 1960 y los primeros cinco años de

5. Orlando Lima Rocha, Filosofía para la liberación en el pensamiento de Osvaldo Ardiles


Couderc, Tesis de maestría en Estudios Latinoamericanos, México, FFyL-UNAM,
2016.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

la década de 1970, implica historiar un núcleo central de la producción


filosófica latinoamericana. Y esto por muchos motivos, entre ellos, el he-
cho concreto de que la filosofía producida desde América Latina es una y
plural, filosofía y filosofías que se han producido siempre en el ámbito de
la praxis.
Así el filosofar se caracteriza por ser una construcción práxica, un
filosofar no propiamente academicista o filosofía como producto acabado,
sino como una reflexión que está en constante quehacer, en constante
movimiento y en constante construcción crítica y colectiva. En ese sentido,
un momento coyuntural como la década de los sesenta y de los setenta
condiciona a todo movimiento filosófico gestado en su seno. En principio,
dentro del punto que nos referimos, se estuvo generando como filosofía de
la liberación que después va a tener distintas vertientes. De allí la necesi-
dad de destacar la dimensión práxica de la filosofía.
Es decir, historiar las filosofías de la liberación implica historiar un
modo de ejercer la praxis filosófica entendiendo por praxis filosófica el
modo de filosofar, el modo de poner en cuestión la raíz de las mismas
cosas, y poner justamente en una duda radical todo aquello que se nos
presenta como una realidad que no se puede cambiar, que no puede trans-
formarse y en ese sentido la filosofía justamente apunta hacia ello, la filo-
sofía apunta hacia la transformación crítica y autocrítica de esta realidad y
de estos discursos que se posicionan como productos acabados. De ahí
pues, la tarea de una filosofía latinoamericana entendida como filosofía de
la liberación al modo argentino, donde justamente se dieron cabida toda
una serie de distintas posiciones que en su seno conjugaron lo que hoy se
conoce como filosofía de la liberación y que dentro del proyecto mismo de
liberación nacional, liberación social, liberación colectiva en último térmi-
no se constituyó, justamente, como una filosofía propiamente gestada en
la Argentina y enraizada en lo propio.
En ese sentido, también es expresión no solamente de ese momento
coyuntural sino también de una tradición que le da cabida, iniciada insti-
tucionalmente por los historiadores de las ideas desde la década de 1940,

126
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

desde la que comienzan a verse a sí mismos, a voltear, a verse a sí mismos


como América Latina. Por lo cual, el hablar de filosofía de la liberación,
como el hablar de historia de las ideas, o como hablar de filosofía latinoa-
mericana, eso implica siempre un voltear a vernos a nosotros mismos.
¿Qué es lo que hemos sido?, ¿qué estamos siendo? y ¿qué queremos ser?
Y en ese sentido, la importancia de historiar una de esas manifestaciones
tan ricas en cuanto a sus dimensiones políticas, históricas como en cuanto
a sus dimensiones filosóficas, discursivas, y desde luego también episte-
mológicas que constituyen las filosofías de la liberación. Dicho esto, y para
dar cuenta justamente de uno de mis acercamientos en la tesis que desarro-
llé durante mi maestría, configuro brevemente a continuación la idea de la
forma en que se han historiado estas filosofías a través de dos vertientes.
Una primera vertiente más homogeneizante, que llamo una histori-
zación homogenizadora porque considera las filosofías de la liberación
como un movimiento filosófico producto de un método, de una serie de
autores o incluso de un único autor. Este tipo de abordajes, justamente, de
lo que dan cuenta es de la forma en la cual distintas construcciones y
vertientes existentes en lo que fue la filosofía de la liberación en el primer
quinquenio de la década 1970, se fueron enmarcando y se fueron agrupan-
do a esa única posición y postura. En ese sentido se presenta la necesidad,
para esa perspectiva historiográfica, de notar una cierta continuidad, tanto
generacional como transversal en la construcción discursiva filosófica. Por
lo cual esta dimensión, esta forma de historiar las filosofías de la liberación,
llega incluso en ciertas tendencias, en ciertas formas de historiar estas filo-
sofías, a separar lo filosófico de lo no filosófico. Lo cual complejiza en
mucho la forma de analizar históricamente las filosofías de la liberación
por cuanto llega a desligar lo social de lo filosófico y el lector en turno
tendría que religarlos, en todo caso, desde otros horizontes. En ese sentido,
encontramos distintas perspectivas, siendo en su mayoría de algunos au-
tores ya clásicos de estas filosofías.
Por otro lado, está la otra perspectiva que es la perspectiva heteroge-
neizante y que a diferencia de la homogeneizante, constituye un análisis

127
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

mucho más abocado a dar cuenta de las distintas tendencias y formas en


las que se construyó discursivamente hablando lo que se conoce como
filosofía de la liberación en la Argentina. Y estas distintas tendencias las
fueron ubicando a partir de posiciones metodológicas, políticas e ideoló-
gicas. A su vez, este tipo de construcción historiográfica considera la filo-
sofía de la liberación como parte de la historia del pensamiento latinoame-
ricano. Por lo cual, también se darán cuenta de las manifestaciones ideoló-
gicas y sus conexiones políticas en una conflictividad de realidades histó-
ricamente contingentes. De ahí pues, esta posición que considera a las
filosofías de la liberación no como un solo movimiento sino como distintas
formas de ejercer esta misma filosofía. Y aquí se encontraría una doble
vertiente, es decir, una primera vertiente que en la cual, por ejemplo, a
diferencia de una perspectiva homogeneizante y según Adriana Arpini
6
(una filósofa mendocina que fue alumna de Roig) , considera que las filo-
sofías de la liberación fueron un movimiento plural con distintas corrien-
tes internas en sus dimensiones metodológicas- teóricas y epistemológi-
cas. Sin embargo, este modo movimentista que considera a la filosofía de
la liberación constituye en su seno una pluralidad y en ese sentido, esta
autora considera que el carácter movimentista de la filosofía de la libera-
ción se acaba con el exilio.
7
Y por otro lado, estaría igualmente la perspectiva de Gustavo Ortiz ,

6. Nos referimos a los artículos de Adriana Arpini titulados: “La <<filosofía de la


liberación>> en el lanzamiento de la <<Revista de Filosofía Latinoamericana>>” en
Argentina entre el optimismo y el desencanto. Mendoza: IFAA-FfyL-UNCuyo, 2007, pp.
193-230; “Filosofía y política en el surgimiento de la filosofía latinoamericana de la
liberación” en Dossier sobre Filosofía Argentina. Revista de Filosofía Iberoamericana,
año VI, Nº 6, Lima, 2010, pp. 125-149; y “Tres cuestiones definitorias en los debates
de la Filosofía Latinoamericana de la Liberación” en Dossier “Historia de las ideas”.
Algarrobo-MEL. Revista de la Maestría en Estudios Latinoamericanos de la Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales-Universidad Nacional de Cuyo, II, 2, Mendoza, FCPyS-
UNCuyo, 2013, pp. 1-24. Recuperado el 10 de diciembre del 2014 de
revistas.uncu.edu.ar/ojs/index.php/mel/issue/view/5.
7. Nos referimos a los escritos de Gustavo Ortiz titulados: “La filosofía en Argentina.
Una interpretación de sus problemas actuales” [1994] en Raúl Fornet-Betancourt

128
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

uno de los pensadores, filósofos de la liberación que en su momento cons-


truyeron esta perspectiva teórico-política de la filosofía y que por decisio-
nes también de vida y otro tipo de consideraciones se separan en algún
momento de estas filosofías.
Mientras que habría una segunda postura o subvertiente de esta co-
rriente historiográfica que consideraría en este caso a las filosofías de la
liberación de inicio como una forma de construcción discursiva con múl-
tiples variaciones y en la cual estarían marcadas las diferencias a partir de
la forma de una dimensión política y de una dimensión ideológica. Así,
por parte de la dimensión política, el peronismo jugó un papel importante
para dividir las vertientes de filosofías de la liberación en populistas y
críticos del populismo; mientras por parte de la vertiente ideológica, en
antimarxistas, por un lado que serían los populistas, y los críticos marxis-
tas que serían los críticos del populismo. Esta última lectura se debe sobre
todo a la obra de Horacio Cerutti Guldberg, Filosofía de la liberación latinoa-
8
mericana , aunque desde luego hay también algunos otros autores.
Y en ese sentido vemos la importancia de mirar históricamente a una
perspectiva filosófica, ya que hablar de filosofía de la liberación, como se
dice en la Metafísica de Aristóteles, es hablar de una pluralidad de formas
de entender estas filosofías, por lo cual trabajar historiográficamente una
manifestación filosófica es considerarla como expresión de la función libe-
radora de toda filosofía.

–GFR: En lo que respecta al campo de los Estudios Latinoamerica-


nos, que tiene por objeto conocer, comprender y explicar lo que “es” y

 [ed.], Für Enrique Dussel. Aus Anlass seines 60. Geburststages, Verlag der Agustinus
Buchhandl, Auflage (Alemania), 1995, pp. 93-102 (En nota a pie aclara Gustavo
Ortiz que fue una conferencia dictada en la Alemania Federal de 1994); y “Filosofía
de la liberación” en América Latina. ¿Una modernidad diferente?, Córdoba (Argenti-
na), EDUCC, 2013, pp. 346-349.
8. Publicada por el Fondo de Cultura Económica en 1983 y que hoy cuenta con su
tercera edición desde el 2006.

129
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

“representa” América Latina, deseamos corroborar con usted, acerca de


la recepción del pensamiento paraguayo en la misma. ¿Qué se conoce
del desarrollo de las ideas filosóficas, históricas y otras ciencias, produ-
cidas desde este lado de la región?; cuando se habla de Paraguay, ¿de qué
se habla?

–OLR: Cuando hablamos de Paraguay desde los Estudios Latinoa-


mericanos hablamos de un país gestado en una región sudamericana, cuya
historia propia está atravesada por características que son esenciales a la
historicidad de América Latina. Cuáles son estas características, son aque-
llas emanadas de la violencia, emanadas de la construcción colectiva de
una nación, y emanadas de las distintas relaciones de poder que constitu-
yen y conforman la construcción de un Estado nacional latinoamericano.
Por cierto, y en ese sentido cuando hablamos de Paraguay, hablamos de un
país latinoamericano, que es constitucionalmente bilingüe. Si bien esta
misma idea de bilingüismo ha sido ya puesta en cuestión por distintos
autores no solamente paraguayos sino también latinoamericanos y latino-
americanistas, esta realidad lingüística configura su expresión muy con-
creta y muy distintiva de la riqueza político-cultural de la región. Y esto,
desde luego, refiriéndome a la perspectiva de los grupos indígenas como
los guaraníes y los distintos grupos originales de la región que abonaron
y han abonado y siguen abonando mucho al conocimiento y al autorreco-
nocimiento y autovaloración de nuestros pueblos.
En el caso de Paraguay, cuando hablamos de las manifestaciones de
las ideas filosóficas, históricas, políticas y científicas, estamos refiriéndo-
nos sobre todo a un país donde la perspectiva guaraní tiene un modo de
vida auténticamente comunitario, y en ese sentido, estamos hablando de
aquel país que originó no solamente las misiones jesuíticas sino también
aquel país cuya historia permite dar cuenta y explicar el llamado socialis-
mo utópico, las ideas de estos socialistas utópicos (europeos) que tienen
un fuerte referente histórico en la construcción de los guaraníes. Por otro
lado, cuando hablamos de Paraguay, hablamos también de un país donde

130
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

el plurilingüismo está presente e inmerso en relaciones de poder, lo cual


conlleva una tradición político-cultural entre los guaraníes que, esto dicho
por estudiosos y expertos en el tema como Bartomeu Melià o José Manuel
9
Silvero , tienen un logos propio que es religioso en sí mismo y donde la
utopía está presente en su cultura. Y es esa utopía de la tierra sin mal. Esa
utopía, donde no precisamos de morir para llegar a ella sino que tenemos
que realizarla en este lugar, en este plano del planeta. Tenemos que reali-
zarla en el aquí y en el ahora. Y en ese sentido, hablar de Paraguay como
hablar de las representaciones de América Latina, implica no solamente
explicar lo que es, sino también lo que quiere ser, lo que queremos que sea
América Latina no solo por medio de su representación sino sobre todo de
su reconfiguración.
Paraguay es una expresión muy concreta de ello, y en ese sentido es
una forma importante de considerar la perspectiva de la construcción his-
tórica latinoamericana. Porque hablar de la historia de América Latina es
hablar de la historia de sus utopías, de sus sueños, de sus fantasías y de sus
anhelos.

–GFR: Respecto de la historia de las ideas, ¿cuál es su relación y


retos para el estudio del pensamiento paraguayo?

–OLR: Una relación de la historia de las ideas con respecto al estudio


del pensamiento paraguayo se da en tanto que es pensamiento latinoame-
ricano y se funda tanto en la producción como en la distribución y el con-
sumo de las ideas, en ese caso del pensamiento paraguayo. Es decir, la
historia de las ideas no solamente se configura con el hecho que se produz-
ca pensamiento, porque es un hecho que se produce, sino que se produzca
a partir de la propia realidad y con relación a la forma en la que esto puede

9. Considérense: José Manuel Silvero, Nambréna. Escritos gua´u de filosofía y otras vyrésas,
Asunción, FONDEC/Servilibro, 2009; Bartomeu Melià, Mundo guaraní, 2ª ed., Asun-
ción, Servilibro/BID, 2011.

131
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

ser publicado y dialogado. Porque este punto es también muchas veces


complejo y más aún complejo es que llegue esta información publicada
por escrito a distintos países de la propia región latinoamericana, es decir,
la situación de dependencia estructural en que vivimos configura la distri-
bución misma de las ideas. Puede así decirse que la migración de las ideas
es algo fundamental y su situación dependiente y colonial es un problema
que aqueja no solamente al Paraguay sino desde luego a toda la región, por
eso mismo es uno de los retos intrínsecos y que hay que atender con extre-
ma urgencia. Ello implica que hay que leernos críticamente, hay que leer-
nos creativamente y hay que leernos para conocernos, para realizar aque-
llo que el filósofo Arturo Andrés Roig hablaba como el a priori antropoló-
gico y en el cual opera la dimensión de tenernos a nosotros mismos como
valiosos y como valiosos conocernos10.
En ese sentido está inmersa la constitución del pensamiento paragua-
yo. Ya lo dijo José Gaos: hablar del pensamiento es hablar de todas las
distintas manifestaciones que la creatividad humana es capaz de crear. Y
en ese sentido, hablar de pensamiento es hablar de una filosofía en sentido
amplio que nos permita dar cuenta de nosotros mismos. Es un ejercicio de
autognosis necesario y urgente para poder tenernos y autovalorarnos en
nuestro propio sentido y en nuestros propios cánones. Desde esa perspec-
tiva, conocernos a nosotros mismos implica leernos, implica criticarnos,
implica un pólemos siempre autocrítico, implica poner en común algo y por
medio de la polémica, por medio del diálogo, entablar una relación donde
nos permita (en este caso, desde el pensamiento paraguayo) conocer no
solamente la forma en la que nos vemos a nosotros mismos hoy, sino la
forma en la que nos hemos visto para dar cuenta de aquellas formas como
nos queremos ver.
Tal ha sido el caso del pensamiento guaraní. Dar cuenta de cómo es
que los guaraníes entienden su vida, entienden su realidad y su mundo. Si

10. Nos referimos a Arturo Roig, “Introducción. El pensamiento filosófico y su norma-


tividad” en Teoría y crítica del pensamiento latinoamericano, 2ª ed., Buenos Aires, Una
ventana, 2011.

132
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

es cierto que esta utopía sin mal está atravesada por una antropología en
donde no está y, en todo caso, no persiste esta distinción entre alma y
cuerpo y por lo cual los discursos de la religión, los discursos de teología,
se enriquecerían demasiado, así como la misma antropología. Es decir,
hablar del pensamiento paraguayo, desde la historia de las ideas, es hablar
desde una posición interdisciplinaria que considere a todo sujeto histórico
como sujeto de su propia historia. Es ahí donde la filosofía juega un papel
crucial desde su dimensión política, pues resulta un elemento fundamen-
tal que nos permita dar cuenta de lo que nosotros mismos estamos pensan-
do, estamos construyendo y estamos imaginando; para dar cuenta de cuál
es nuestro proyecto que queremos configurar y así construir la nación, en
este caso una nación paraguaya, auténticamente propia y donde todos
estemos unidos en un mismo espacio pero con una diversidad de perspec-
tivas, de posiciones y de situaciones que nos permitan incluirnos en una
circunstancia común desde nuestra sujetividad.

–GFR: ¿Qué relación tiene el pensamiento paraguayo con el latino-


americano?

–OLR: Hablar del pensamiento latinoamericano es hablar de un pen-


samiento constituido regionalmente y donde coexisten una multiplicidad
de voces. Es hablar de aquella forma discursiva por medio de la cual no-
sotros nos expresamos filosóficamente desde distintas perspectivas. Y
cuando hablamos del pensamiento paraguayo con relación al pensamien-
to latinoamericano estamos hablando de un modo particular de expresión
de esta generalidad llamada América Latina. Y de esta generalidad donde
no se excluye desde luego al Caribe. Sin embargo, desde la particularidad
que es Paraguay, podemos dar cuenta de cómo es que estamos construidos
concretamente. Desde luego, la relación de la nación paraguaya con la
región latinoamericana es muy rica y ha tenido una larga tradición.
Y aquí, en ese sentido, cabe dar cuenta de la forma en la cual en estos
últimos tiempos, en estas últimas décadas distintos pensadores, tanto de

133
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

Paraguay como latinoamericanistas fuera de Paraguay, han dado cuenta


del pensamiento paraguayo. Es decir, se habla del nacionalismo paragua-
yo como un elemento que hay que examinar (y esto lo dice la Dra. Gaya
Makaran11), que hay que examinar con precisión y con cuidado ya que es
un caso imprescindible en la historia de la construcción de esto que llama-
mos América Latina. Aquella región que nos permite pensar la utopía de
la liberación, la utopía de la libertad y que nos permite soñar otras distintas
formas de ser. Cuando hablamos pues, esta relación entre el pensamiento
paraguayo y el pensamiento latinoamericano, estamos hablando también
de formas análogamente similares donde el pensamiento de los pueblos
originarios y, para referirme al guaraní que es el caso más emblemático en
este sentido, nos permiten dar cuenta de los modos peculiares sobre cómo
se entendían y cómo se identificaban a sí mismos estos grupos. Es hablar
de una identidad que no es ahistórica, no es una identidad metafísica
deshistorizada, sino es una identidad ontológicamente situada, en su fe-
nomenicidad concreta y que nos permite dar cuenta de la forma diahistó-
rica en la que una nación como la paraguaya se va construyendo y se va
relacionando con distintas perspectivas. Por ello implica hablar de la for-
ma en la que la construcción de la nación y su dimensión política ha tenido
distintas caras como lo es aquellas vertientes dominadoras y aquellas ver-
tientes liberadoras dentro de la perspectiva guaraní. De ahí que sea funda-
mental y ha sido fundamental, dar cuenta del lenguaje, del idioma guaraní
y no solamente en una perspectiva de dominación de control, sino tam-
bién en una perspectiva que nos permita dar cuenta de la riqueza plural;
pluralidad y dimensión constitutiva que es intrínseca a la construcción
cultural del guaraní en sus distintas vertientes y en sus distintas posiciones
con relación a esta sociedad actual, y porque queremos hablar no solamen-
te de los grupos guaraníes del pasado, sino también de los del presente,
sujetos que han sido silenciados y prefieren callar para resistir antes que
someterse totalmente al dominio servilista y ninguneador.

11. Gaya Makaran, Paraguay: el nacionalismo y sus mitos, México, CIALC-UNAM, 2014.

134
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

En este sentido nos referimos a aquellos sujetos que han existido y


que viven hasta el día de hoy cruzados por las relaciones del colonialismo.
Aquellos que como nosotros viven inmersos en relaciones de control, de
exclusión, de marginación y que, como el resto de los pueblos latinoame-
ricanos, tienen un proyecto común que es la liberación de todo hombre, de
todo tiempo y de todo lugar.
Por ello puede decirse que el pensamiento paraguayo es un pensa-
miento latinoamericano y el pensamiento latinoamericano no sería el mis-
mo sin el pensamiento paraguayo. Es un punto importante e imprescindi-
ble que hay que considerar siempre y que tenemos que mirar con todo
cuidado y con toda responsabilidad y por eso mismo la necesidad de ha-
cerlo desde nuestra propia valoración y conocimiento. Puesto que es pen-
samiento el tener una mirada histórica de las ideas constituidas en una
región, en un país como Paraguay. Porque las ideas son, como diría José
Gaos, acciones que los hombres realizan y en ese sentido las circunstancias
son un elemento fundamental que nos dan cuenta de la particularidad de
cada situación de los distintos países latinoamericanos y a su vez de la
generalidad que es expresada en esas particularidades. De ahí la necesaria
relación dialéctica de todo pensamiento regional y de todo pensamiento
nacional.
Por último, me gustaría agregar también el hecho de que entrevistas
como estas, que hoy se hace patente, posibilitan –bueno, en el programa de
ustedes se ha hecho posible en distintos momentos y con distintos invita-
dos de gran envergadura–, la relación del pensamiento filosófico con las
nuevas tecnologías con herramientas del internet como estas, nos permi-
ten comunicarnos a distancia y con una construcción proyectiva donde lo
que prima y lo que fundamenta este proyecto es anhelo de un intercambio
de ideas, el anhelo de una construcción colectiva donde lo esencial es co-
nocernos a nosotros mismos, y por eso mismo creo que es necesario man-
tener este tipo de charlas, de diálogos y que ojalá se pueda repetir en dis-
tintos momentos y con distintos colegas que también permitan dar cuenta
desde sus propias perspectivas de la importancia que tiene construir dia-

135
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

lógicamente a nivel no solamente nacional sino internacional y regional


como ya está haciendo en el programa de ustedes. Una forma de conocer-
nos a nosotros mismos, esa autognosis que nos permita también colaborar
en esta proyección latinoamericanista y latinoamericana de dar cuenta de
la dignidad humana, de construir puentes que nos permitan no solamente
valorarnos, también conocernos y por qué no también abrir fronteras para
que esto pueda ser homologado y repetido en distintos espacios, en distin-
tos momentos, y por distintas personas, no solamente en mi país, en el país
de ustedes sino también en otros países como son desde luego aquellos
que los escuchan.

136
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

CIENCIA E INVESTIGACIÓN EN PARAGUAY

Eduardo Quintana

–Generando Filosofía Radio: ¿Qué significa actualmente investi-


gar y hacer ciencia en Paraguay?

–Eduardo Quintana: Hay que hacer un corte temporal primero. An-


tes del golpe de 1989 teníamos una ciencia “del Quijote”, una ciencia no
institucionalizada. Era una ciencia de personas –individualidades–, que
trataban de despertar cierto interés por la investigación ya un poco más
rigurosa en nuestro país. No se pudo lograr, lamentablemente.
Cae el régimen dictatorial stronista y a partir de allí los científicos
paraguayos y los investigadores en general empiezan a posicionarse, y a
tener un poco más de protagonismo dentro de nuestras academias y tam-
bién dentro de nuestros centros de investigación. Investigar o hacer ciencia
en Paraguay, durante la transición democrática significa un proceso de
creación, primeramente, en posgrados científicos. Antes no había posgra-
dos científicos.
Se apunta a posgrados de investigación, a redes académicas, donde
se puedan trabajar y por sobre todas las cosas se logra, en la transición
democrática, la institucionalización de la investigación científica. ¿Cómo?
Con la creación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Conacyt, en
1997. Pero por sobre todas las cosas en el 2002, se crea la Primera Política
Nacional de Ciencia y Tecnología. Es decir, recién en el siglo XXI el Estado
paraguayo se interesa por la ciencia y la investigación en nuestro país y,

137
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

por lo menos en términos legales, apoya la creación de una cultura cientí-


fica en nuestro país.
Pero en términos concretos, recién podemos ver, que a partir del 2008
y 2009 hubo ciertos cambios, ciertas transformaciones en el Conacyt y
aparece lo que viene a cambiar, radicalmente, la investigación en Para-
guay, que es el Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación
del FONACIDE, y se otorgan 100 millones de dólares en un primer mo-
mento.
Después eso se amplía a 125 millones de dólares para investigación y
ciencia en el Paraguay por un periodo de 5 años. Es decir, cada año desde
el 2014 al 2019, se tienen 25 millones de dólares para hacer ciencias y tec-
nologías en el Paraguay. Nuestra inversión en ciencia y tecnología es muy
baja, apenas el 0,13% del PIB. La mayor parte del financiamiento de la
ciencia paraguaya lo hace el Estado paraguayo, con más del 73%. Hay una
inversión del 10% de organizaciones y universidades extranjeras, y el resto
son los centros privados o las universidades privadas que son las que
menos invierten hoy en investigación.

–GFR: ¿Cuáles serían los límites de la ciencia paraguaya actual?

–EQ: En cuanto a los límites, en este trabajo que hicimos durante un


año en la Universidad Iberoamericana constatamos que el 30% de los in-
vestigadores paraguayos considera que la falta de recursos humanos es el
principal problema que tiene la ciencia paraguaya.
Es decir, falta conseguir personal altamente capacitado o expertos y
que sean buenos en distintas áreas de la investigación en Paraguay. El
segundo problema que ven los investigadores es la falta de recursos eco-
nómicos, que se está saldando con estos proyectos que tiene el Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología; y en otra etapa, el 20% reconoce que un
problema grande es la burocracia que existe, tanto en la universidad como
en sus centros de investigación. Y esto no es un dato menor.
Hay investigadores que no pueden conseguir, por ejemplo, en el área
de química, ciertos reactivos que tardan en venir 2 o 3 meses; cuando la

138
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

Aduana acepta, ya están vencidos, no se pueden utilizar esos productos y


se afecta a la investigación. Algunos investigadores necesitan otras herra-
mientas y también se encuentran con problemas porque tienen que hacer
notas, pedidos largos e interminables, tienen que hacer “lobby” con los
directivos o con los encargados de sus respectivas instituciones. Hay mu-
chos problemas todavía en la ciencia paraguaya, pero a diferencia de lo
que había antes de 1989, hoy la ciencia paraguaya, al menos con este tra-
bajo que hicimos, podemos catalogarla como “ciencia marginal o de tran-
sición”.
¿Eso qué significa? Que todavía nuestra investigación está en paña-
les, que recién se está institucionalizando, y que a partir de este momento
puede insertarse dentro del concierto internacional que por cierto es extre-
madamente competitivo.

–GFR: ¿Cuáles serían los logros más visibles de la ciencia paragua-


ya, desde 1989 al 2014? ¿Qué áreas científicas son las más destacables?

–EQ: Con respecto a los avances que tenemos, hay muchísimos, y los
propios investigadores reconocen eso. Desde la erradicación de la malaria
en Paraguay, pasando por los Estudios del Virus del Papiloma Humano,
que por cierto en el 2014 recibió el Premio Nacional de Ciencias hasta llegar
a Guías Alimentarias del Paraguay, que antes no existían estudios científi-
cos al respecto. Pero hay trabajos en otras áreas también, como los algorit-
mos bioinspirados y optimización multiobjetivo en informática del Dr.
Benjamín Barán o los descubrimientos de tumores y trabajos sobre el cán-
cer de pene del Dr. Antonio Cubilla.
También hay trabajos sobre cambio climático o enfermedades tropi-
cales de la actual presidenta de la Sociedad Científica del Paraguay, la Dra.
Antonieta Rojas, que hace un trabajo interesante en ciencia y en política
científica. También hay trabajos sobre el Mal de Chagas y un montón de
otras investigaciones en estas áreas de Ciencias de la Salud o la Informáti-
ca. En cuanto a Humanidades y Ciencias Sociales, los investigadores de

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

estas áreas enfocaron su punto de atención en el programa ProCiencia de


estos 125 millones de dólares que por primera vez se tienen. Y otro que,
probablemente es un punto de inflexión es el Programa Nacional de Incen-
tivo a los Investigadores, el PRONII. Por primera vez, desde el 2011, los
científicos y los investigadores paraguayos tienen un sueldo o un incenti-
vo del Estado, para poder realizar sus actividades de manera libre. Y esto
puede significar cierto apoyo y para muchos, es muchísimo apoyo. ¿Por
qué? Porque hay 4 niveles de categorización de los investigadores. Desde
el candidato al nivel III. El candidato gana un sueldo mínimo. El Investi-
gador que está en el nivel I gana alrededor de 3.100.000 guaraníes. El que
está en Nivel II gana más de 6 millones y los que están en el último nivel,
que son unos pocos, que son, digamos, los “consagrados”, llegan a ganar
digamos un poco más de 9 millones de guaraníes. O sea que, desde el 2011
hasta el día de hoy, esta lista se va incrementando. Ahora tenemos alrede-
dor de 500 investigadores categorizados en todas las áreas, para un país
que tiene alrededor de 1.800 investigadores en distintos campos. Pero para
insertarse al mercado internacional se necesita alrededor de 5.000 investi-
gadores en el medio latinoamericano u 8.000 en términos de Iberoamérica.
Hay mucha demanda, justamente. Faltan los recursos humanos para ha-
cer investigación. Este problema es endémico. Es un grave problema que
se presenta desde hace mucho tiempo en nuestra academia.
Resulta interesante destacar, que en 2016 apareció la Primera Encues-
ta Nacional de Percepción Pública de la Ciencia. Se trabajó con 13 depar-
tamentos del país y un dato importante es que el 91% de los paraguayos no
conoce una sola institución dedicada a Ciencia y Tecnología. O sea, esto es
catastrófico, a tenor de que la propia universidad debe investigar. Pero el
70% dice que la investigación y el desarrollo no destacan en el Paraguay, o
sea que, lamentablemente, no forma parte de la cultura. Hay muchísimos
desafíos para la ciencia paraguaya pero es una «ciencia marginal». Y como
el sistema político, nuestra ciencia paraguaya también está en transición.

–GFR: ¿Se podría hablar de una tradición científica en el Paraguay?

140
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

EQ: No hay tradición científica. No existe un corpus institucional que


ayude a incentivar la Ciencia y la Tecnología en Paraguay. Como decía
anteriormente, antes del 89 era “tarea del Quijote”, tarea de individualida-
des que a puro pulmón y de su propio bolsillo hacían investigaciones. Eso
cambió radicalmente en nuestros días. Algunas áreas capaz lograron cier-
ta tradición, como las ciencias médicas.

–GFR: ¿Cuál sería el papel fundamental de las universidades para-


guayas?

–EQ: Tanto Antonio Cubilla que tiene el trabajo sobre el tema, así
como el Prof. Juan Andrés Cardozo señalan que la exclusión histórica de
la investigación en la universidad es una de las probables causas de la falta
de científicos paraguayos. No se investigó en la universidad, y si se inves-
tigó durante la transición democrática, no eran investigaciones muy rigu-
rosas, no se publicaban en revistas indexadas, que tenían revisores de pares,
o sea, teníamos todos esos problemas.
Hoy la universidad cumple un rol fundamental, la mayor parte de
esta investigación en ProCiencia vienen de las universidades públicas,
especialmente de la Universidad Nacional de Asunción, que casi tiene el
monopolio de la investigación en el Paraguay. Pero, justamente, porque
tiene la mayor cantidad de investigadores dentro de la institución.
Del total de las universidades paraguayas, de las 54 que existen, ni
siquiera la mitad cuenta con centros o institutos de investigación, o al
menos con fondos de investigación. Básicamente, la universidad paragua-
ya es profesionalizante, o sea, para educar a enseñar y, mínimamente, para
hacer extensión, pero muy poco en la investigación. Esto es lo que se quiere
cambiar a partir de ahora y por eso hay, incluso, programas de investiga-
dores que se está tratando de implementar en algunas universidades.

–GFR: ¿En qué proyectos trabajas actualmente?

141
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–EQ: Las áreas en que trabajo en la universidad son historia y filosofía


de las ciencias, que es un solo corpus que trata de entender a la investiga-
ción científica desde el punto de vista histórico y filosófico, sin descuidar
lo del método riguroso de las ciencias. Actualmente, estamos trabajando
en las universidades en dos biografías, de dos científicos paraguayos, del
Dr. Antonio Cubilla, que fue Premio Nacional de Ciencias por su trabajo en
cáncer de pene, y el Dr. Benjamín Barán, en el área de informática. Lo que
tratamos de hacer no es presentar unas figuras hagiográficas, santas, im-
polutas, que no tienen pecados, que no tienen errores, sino mostrar cómo
ellos, dentro del país, y con todas las limitaciones que tenían durante la
dictadura y en la transición democrática, pudieron hacer ciencias y desta-
carse en sus respectivas áreas. El Dr. Cubilla tiene la Medalla Koss que
entrega la Sociedad de Urupatología Internacional, que es uno de los pre-
mios más destacados en su área, y el Dr. Benjamín Barán también tiene
varios logros destacados además del Premio Nacional de Ciencias dentro
del área de Computación y Ciencias Físicas. En ese ámbito estamos actual-
mente.

–GFR: ¿Consideras que las Ciencias Naturales en nuestro país tie-


nen una mayor relevancia sobre las Ciencias Sociales?

–EQ: Este es un país en que su economía está basada en la agroexpor-


tación, somos un país que exporta soja y carne. La investigación en gene-
ral, incluso en la Universidad Nacional de Asunción, se centra en Ciencias
Agropecuarias y también destacan Ciencias de la Salud. Las Ciencias So-
ciales y las Humanidades, lamentablemente, siguen relegadas dentro del
quehacer científico en el Paraguay. Pero esto es un problema muy amplio
porque hoy existen los fondos para hacer investigaciones en Ciencias So-
ciales y en Humanidades. Ninguna ciencia prima más que otra. Si vamos
a hablar de política científica, para el Estado paraguayo, un filósofo, un
historiador, un químico y un físico tienen el mismo peso y pueden realizar
su trabajo con apoyo e incentivo económico y de recursos humanos del
propio Estado.

142
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

El problema creo que tiene que ver más con el gremio, porque dentro
de estos 500 investigadores categorizados, los menos son justamente los
de humanidades y los de ciencias sociales. Y los que están categorizados,
en el Nivel III, que es el máximo nivel, no hay nadie de humanidades, pero
sí de ciencias sociales. Tenemos problemas muy graves dentro de nuestros
grupos. Considero que tenemos que hacer una autocrítica interna, tanto
los filósofos, los historiadores, los literatos, los comunicadores para tratar
de entender por qué nos aislamos. Pero la mayor parte de las investigacio-
nes se centran en Ciencias Agropecuarias y Ciencias de la Salud. Fondos
para Humanidades, apenas el 2,83% en el penúltimo llamado del Conacyt.
Hay una tarea pendiente, existen los fondos, hay que organizarse y sobre
todas las cosas tenemos que incentivar más la rigurosidad y la crítica
monstruosa, dentro de nuestro gremio como humanistas o cientistas so-
ciales. Eso es lo que faltaría. Esa discusión de Ciencias Naturales o Ciencias
Humanas ya acabó. Es el siglo XXI, el conocimiento se forma a partir del
cúmulo y la riqueza, la grandeza que existen entre las distintas ciencias. Y
porque esto es importante, había un informe en el «paper» de los estados
iberoamericanos que decía “la brecha entre países pobres y ricos no solo es
la distribución de la riqueza, sino también es la distribución del conoci-
miento”.
Ahora ya no vamos a discutir cuánto tiempo más vamos a tener para
producir soja, trigo o algodón, unos 30 o 40 años más. Después, ¿qué va a
hacer el Paraguay? Tenemos que ampliar nuestros horizontes y ser un
poco más visionarios e innovadores. Y quizás, primeramente, los precon-
ceptos académicos que tenemos o los preconceptos científicos que tene-
mos que una ciencia es más blanda que la otra, para empezar a trabajar
sobre el conocimiento en sí, sin temores, sin prejuicios y en colaboración
con las distintas ciencias y con los distintos colegas de diversas ramas.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

Referencias

– Conacyt. Estadísticas e Indicadores de Ciencia y Tecnología de Para-


guay (2014-2015) Asunción: 2016
– Congreso de la Nación. Cambio y resistencia en la Educación Supe-
rior. Comisión Bicameral para la Reforma de la Educación Superior.
Asunción: 2006.
– Revista Científica. Estudios e Investigaciones. “Caracterización de la
ciencia en el Paraguay de la democracia (1989-2015). Aproximación a
la construcción de la historia de la ciencia paraguaya”. Unibe: 2016.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

“GASTÓN GADIN, EL ÚLTIMO FUSILADO”12

Juan Marcos González García

–Generando Filosofía Radio: Esta obra Gastón Gadin, el último


fusilado, según tu percepción ¿de qué forma la sociedad actual podría
beneficiarse con la misma? ¿Qué aportes puede extraer de ella?

–Juan Marcos González: La importancia de la obra radica en ser un


trabajo interdisciplinario inédito. Su principal fortaleza la encontramos en
las fuentes halladas para redactar el libro; el expediente del juicio casi
íntegro y otros documentos que fueron traídos de París. El mayor aporte
que deja a la sociedad académica son esas mismas fuentes primarias, sien-
do nuestro deseo que otros académicos puedan utilizarlas, ya sea en el
campo del derecho, desde la sociología, la psicología y también desde la
historiografía.
Abordar casos utilizando códigos o legislación derogada, no sola-
mente complace una curiosidad del autor, sino que nos ayuda a explicar y
a poder entender el camino transcurrido para llegar a tiempos actuales, a
la codificación actual. La comparación entre la normativa del pasado y la
del presente conlleva a cuestionarnos, qué tanto hemos avanzado, ¿esta-
mos igual, peor o mejor que antes?
El dato principal del caso estudiado trata de un error judicial en la
última ejecución en el Paraguay, que no es un dato menor. De esta manera,

12. Libro de la autoría de Juan Marcos González García y Atilio Fernández Celauro.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

la sociedad puede apreciar el riesgo que, ante una eventual sentencia de


muerte, se corre. En tiempos actuales gran parte de la sociedad vuelve a
cuestionarse sobre instaurar o no la pena capital. Para concluir, con respec-
to a los aportes del libro, quiero parafrasear a Edgar Lustgarten quien en
su obra Veredictos discutidos, menciona que “no será en vano el estudio de
juicios que empañen el pasado, si el conocimiento que de ellos se gane,
disminuye la ocasión de que estos se repitan”.

–GFR: Una frase muy acertada, porque al hacer ese rastreo judicial
o del sistema judicial, podemos ver la forma en cómo la misma ha evo-
lucionado o involucionado. Sobre el punto, según tu percepción y com-
parando el sistema judicial de principios del siglo XX y principios del
siglo XXI, ¿qué coincidencias o diferencias encuentras entre ambos sis-
temas judiciales?

–JMG: En general, muchos puntos coinciden entre la justicia de aque-


llos años con la actual. Las primeras diferencias que se pueden remarcar
son que los códigos, tanto de fondo como de forma, así como la Constitu-
ción Nacional (1870) ya no están vigentes. Entre las coincidencias, es que
el Poder Judicial que impartía justicia en tiempos de Gadin tenía los mis-
mos vicios de los que padece el Poder Judicial en tiempos actuales. Teodo-
sio González, autor del Código Penal de 1910 (vigente hasta 1997), escribió
que la justicia de esos tiempos era lenta, costosa y que la gente no tenía
confianza en los jueces.
Una queja frecuente por parte de los presidentes en sus mensajes,
inclusive Eusebio Ayala, en 1922, se basaba en la actuación del Tribunal del
Jurado para las causas criminales. Este tribunal de jueces de hecho juzgaba
a todos los habitantes de la República y obligaba a aquellos del interior a
venir hasta Asunción donde funcionaba el Tribunal. Uno de los requisitos
excluyentes para ser jurado era ser ciudadano de la capital.

–GFR: ¿Todos los miembros del jurado tenían que ser de Asun-
ción?

146
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

–JMG: Sí, todos debían ser de Asunción, ser propietarios de inmue-


bles, ser mayor de edad, por ejemplo, entre otros requisitos. Si a eso le
sumamos los mismos vicios de la actualidad, como resalta Teodosio Gon-
zález, que era lenta, cara y de poco fiar.

–GFR: Como se puede percibir con la lectura de la misma, los me-


dios de comunicación tuvieron mucha incidencia en aquel juicio, como
también en la actualidad. Según tu percepción, ¿cómo influyen los medios
de comunicación –entendiendo también medios y presión pública y
social–, para las acciones del sistema judicial? ¿Crees que es así o no
existe más esa presión mediática y pública?

–JMG: Para responder esa pregunta me gustaría hacer un poco de


historia y remontarme a fines del siglo XIX, donde tiene lugar un proceso
emblemático dentro de los juicios mediáticos, me refiero al caso Dreyfus.
Este proceso dividió la opinión pública mundial en dos grupos, los medios
franceses sentaron posturas y presionaron de acuerdo a sus intereses, unos
pro y otras contra la pena capital. Con el caso de Gadin, se puede apreciar
esa mediatización de la justicia criminal presente en las diferentes socieda-
des.
Rafael Garofalo, exponente de la Escuela Positivista italiana, escribió
que antes de que uno sea juzgado por la Justicia ordinaria es previamente
sometido a un tribunal que él llama “Tribunal de la Opinión pública”. O
sea, da a entender que la opinión pública es la que prejuzga antes de ingre-
sar al engranaje jurisdiccional.
Cuando nos referimos a sistemas judiciales hacemos hincapié en los
juicios mediáticos que generalmente, son del fuero penal, como en el caso
de Gastón Gadin. Dentro del fuero penal hablamos de la cuestión criminal.
En Paraguay, la cuestión criminal está totalmente mediatizada. Un estudio
de la Universidad de Harvard, del año 2007, expresaba que “el sensaciona-
lismo mediático que se enfoca en hechos punibles violentos y sangrientos
ha distorsionado la percepciónpública de la violencia y la seguridad”. Un

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

trabajo realizado por James Cavallaro y Soledad Villagra de Biedermann


explica que el sensacionalismo mediático está vigente en el país.
Enzensberger, en su obra Política y Delito, analiza y expone casos don-
de la política influye en crímenes y delitos. En uno de sus capítulos habla
de un caso italiano, el de Wilma Montesi, donde el gobierno tuvo que
cambiar cuatro ministros por la presión y la gigantesca masa mediática
que generó el caso. Este autor escribe que “en Italia los jueces tienen que
leer el periódico para ponerse al día en sus causas”. Esta frase la contextua-
lizamos con el caso de Gastón Gadin.

–GFR: ¿Podríamos decir entonces que hay una mediatización de la


justicia y sus riesgos?

JMG: Claro. Así como en el caso de nuestro libro, donde las editoria-
les de los medios escritos definían qué era legal y qué no. En ese sentido,
quiero hacer referencia a un profesor de Derecho Procesal Penal quien en
épocas de facultad exponía que a él no le pagaban su sueldo para hacer
justicia, sino que le pagaban su sueldo para aplicar la ley. Ese es el deber del
juez. Tiene que aplicar la ley. Que fue lo que no ocurrió con el caso de
Gastón. Por ahí para mucha gente era justo que él muera fusilado, por
haberles matado a sus padres, pero no era lo legal. La ley debe ser cumpli-
da y no torcerla de acuerdo a nuestros deseos.

–GFR: ¿Podrías comentarnos sobre algún trabajo que tengas enca-


minado en la actualidad?

–JMG: Estoy terminando un libro que trata un caso no tan conocido


o recordado como el de Gadin, pero no por eso menos importante. En él
analizo las diferentes repercusiones que causa un proceso célebre dentro
de la sociedad. O sea, de qué manera es visto un crimen. La Iglesia tiene un
punto de vista, el fiscal que acusa tiene otro, la Policía o los encargados de
aprehender al sujeto reciben un sueldo y son presionados para resolver el

148
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

caso. El punto de vista que tiene el Poder Ejecutivo o el punto de vista de


los victimarios o las víctimas que quedaron con vida en el caso de un
intento de homicidio, también es diferente.
Sigo una novedosa teoría, de un autor norteamericano, reproducida
por Roberto Gargarella, abogado penalista argentino, estableciendo una
conexión entre la injusticia social con la injusticia penal. La idea es analizar
la historia de la cuestión criminal paraguaya, tomando como objeto de
estudio la criminalización de quien menos tiene. Recién en 1949 el sociólogo
Edwin Sutherland explica a la comunidad académica y causa un escánda-
lo al alegar que ”no solamente los pobres cometen delitos”, y que existen
otras personas, los denominados de “cuello blanco”, concluyendo que
“también los ricos cometen delitos”.

–GFR: ¿Cuál es el caso específico, podrías darnos una pista?

–JMG: El hecho tuvo lugar en el interior del país, en Ajos (hoy Coro-
nel Oviedo) en el año 1925. Se aborda el gobierno de Eligio Ayala y el de
José P. Guggiari. Se hace un análisis histórico-jurídico sobre uno de los
juicios más polémicos del siglo XX.

–GFR: ¿Cómo podríamos denominar esa línea investigativa?

JMG: “Historia de la cuestión criminal”. En particular me gusta la obra


interdisciplinaria pero sin caer en la osadía de querer inmiscuirme en otros
campos. Pero trato que mi trabajo tenga condimentos de ciencias afines al
derecho, de esta manera otros profesionales podrían sacar provecho. La
diferencia básica entre el derecho penal y la criminología es que del prime-
ro nos encargamos los abogados, de interpretar la ley penal. En cambio, en
la criminología ya se involucran médicos, psiquiatras, psicólogos, sociólo-
gos, también abogados, entre otros profesionales. Entonces la cuestión
criminal es más amplia que remitirnos, solamente, al derecho penal, y a
eso llamamos historia de la cuestión criminal.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–GFR: Hablando de crimen, tenías una obra El crimen del cine Splen-
did. Stroessner, los nazis y el Paraguay de la década del 60; ¿podrías des-
cribirnos de qué trata esta obra?

–JMG: Cuando era estudiante universitario, mi interés pasaba por


escribir sobre lo acontecido en la guerra contra la Triple Alianza y sobre el
Dr. Gaspar Rodríguez de Francia. Luego, desencantado, mi interés pasó
por el tema del estronismo, porque me pareció que uno debía poner énfa-
sis sobre la historia reciente. Y del estronismo, me había llamado la aten-
ción la década del 60, ya que esta había sido poco abordada por la historio-
grafía. Dentro de esa década, un motivo familiar que venía de la casa de mi
abuela me había inducido a escribir sobre el tiroteo en el cine Splendid,
donde según el imaginario popular habían matado a un agente del FBI en
plena guerra fría. Imposible pensé, ya que estábamos alineados a la polí-
tica exterior norteamericana. Imposible que haya sido así. Con ayuda del
“Archivo del Terror” o los archivos de la Policía del estronismo pudimos
redactar la obra. Entonces, acudo al Archivo del Terror, con los dos nom-
bres, tanto de la víctima como del victimario. Anteriormente, había leído
en la revista Ñandé, que tocaba más o menos el caso, desde el punto de vista
de la espectacularidad. Con esos nombres, me encuentro con una cantidad
suficiente de documentos inéditos que me permitieron escribir la obra. El
hecho ocurrió el sábado 23 de setiembre de 1961, año del sesquicentenario
patrio, dentro de un cine céntrico. Entra un croata y mata a balazos a un
polaco. Con esos datos comenzamos la obra y llegamos a la conclusión que
tanto víctima como victimario pertenecían al mismo aparato represor del
estronismo. El victimario respondía a los intereses del Departamento de
Investigaciones, cuyo director era Juan Erasmo Candia, y la víctima era el
jefe del Departamento de Asuntos Extranjeros de la Dirección Nacional de
Asuntos Técnicos, en aquellos tiempos dirigida por Antonio Campos Alum,
quien dirigió La Técnica durante toda la represión desde 1954 hasta luego
de la caída de Stroessner. Creo que en el año 92 huyó del país impunemen-
te. Fue uno de los pocos funcionarios que no perdió su cargo durante todo

150
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

el estronismo. Era el jefe del polaco Pedro Prokopchuk, quien murió en el


cine Splendid. El libro te cuenta quién era la víctima, cuál era su currícu-
lum, quién era el victimario, a quiénes respondían, qué hacían en el país
ambos extranjeros. La obra concluye con una tesis del porqué de la muerte
del polaco.
Resultó una puja de poder entre estamentos represores y, como anexo
a la historia, entran los nazis. Porque una de las hipótesis, que no es la mía,
era que a Pedro Prokopchuk lo habían matado porque sabía demasiado en
relación a la presencia de nazis en Paraguay. Porque él en su condición de
jefe de Departamento de Asuntos Extranjeros de la Técnica había hecho un
dictamen o un informe a sus superiores, con respecto al ingreso y perma-
nencia de Mengele, Roschmann y de otros nazis que vinieron al país.

–GFR: ¿Ellos ya estaban en nuestro país, Mengele y Roschmann, el


carnicero de Riga?

–JMG: Sí, y también se habla de Bormann. Había una teoría de que


Bormann también estuvo, pero yo sostengo que nunca vino al país.

–GFR: ¿La justicia actual es capaz de comprender y reconocer este


tipo de errores, como en el caso Gastón Gadin, como para enmendar y
corregirlo?

–JMG: En realidad uno tiene la posibilidad de ir contra el Estado


paraguayo, en el caso de ser condenado o enjuiciado ilegalmente y des-
pués uno puede llegar a demostrar que tenía la razón. Claro, puede hacerle
una demanda al Estado. Pero como todos sabemos, una demanda contra
el Estado termina siendo larga, costosa y con pocas probabilidades de
éxito. Adriano Irala Burgos le cita a Riquelme, uno de los grandes procesa-
listas en materia penal, en donde dice que “son cuestiones insalvables esos
errores cometidos por la justicia”. Que ni el nuevo Código Procesal Penal
pudo subsanar esos errores que venimos acarreando de la legislación an-
terior.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–GFR: Y que es un riesgo mayor cuando existe la pena de muerte…

–JMG: Claro, en un caso como el de Gadin, ya no se le puede devolver


la vida. En otro caso, cabría una indemnización o un pedido de disculpas.
Pero en el caso de la pena de muerte no hay vuelta atrás.

–GFR: ¿Cuál es tu percepción sobre la pena de muerte?

–JMG: Como abogado y simpatizante de la Historia, en este tipo de


casos, los números y las mismas estadísticas nos demuestran que la pena
capital no es y nunca fue una solución al conflicto de la criminalidad.
Vuelvo a lo que estaba comentando sobre la cuestión criminal, y recomien-
do también la obra de Zaffaroni, ”La cuestión criminal”. Ahí se relata la
historia, desde los demonólogos pasando por los inquisidores, de todos
los tipos de pena. Se realiza una descripción de cuáles eran los delitos,
quiénes eran los delincuentes, las penas y las diferentes escuelas crimino-
lógicas. Pasando por Lombroso, Ferri y Garofalo quienes sostenían que
una persona nacía delincuente, estudiaban cráneos para denominar quié-
nes eran delincuentes. Después, en la década del 70, Foucault habla de una
abolición total del sistema penal. Después, en los 80, algunos especialistas
tratan de minimizar el sistema punitivo al mínimo. Que son dos teorías
encontradas hoy, existen inclusive estudiosos de la cuestión criminal que
sostienen que el sistema penal tiene que desaparecer y aparecen otros que
dicen que tiene que ser más fuerte; que inclusive tenemos que bajar la edad
de la persona que puede ir a la cárcel.

–GFR: Esa es una idea muy difundida y reproducida en la actuali-


dad.

–JMG: Claro, que sobre el tapete no está solamente la pena de muerte,


sino otros temas, como ser: elevar la pena, más cárceles, bajar la edad. Pude
ver en periódicos de 1930, fotos de la Cárcel de Mujeres del Buen Pastor, en

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

la entonces avenida Colombia, hoy Mariscal López, en las imágenes se


observan reclusas entre 7 y 9 años, una triste imagen. Eso es lo que este tipo
de estudio de casos expone, que niñas o niños eran presos por robar para
comer. Por una necesidad humana. Pero vamos a poner en este contexto,
esas comidas hoy puede ser un teléfono celular. O sea, a niños que roban
celulares les vamos a meter todos presos. ¿Qué ganamos con eso? ¿Es la
cárcel una solución?
No, entonces, yo soy de la idea que se debe minimizar el sistema
punitivo, pero no caer tampoco en la locura de eliminar, porque nuestro
país no está preparado para eso. Pero minimizar y demostrar con números
que hoy en día en las cárceles el 70% de los recluidos son por robo contra
el patrimonio y que no es lo que la criminología mediática te demuestra
día a día.

–GFR: O sea, ¿no estamos hablando de recluidos por asesinato, por


narcotráfico, ni nada de eso?

–JMG: Claro, esos son los menos. Pero no es lo que la televisión te


muestra. Y para finalizar, con respecto a la pena de muerte, no estoy a favor
por el simple hecho de que la historia y la actualidad no han podido de-
mostrar de que sea una solución o que cause un temor del homicida o del
delincuente como ya lo demuestran los números en Estados Unidos, que
es uno de los pocos países que la sigue aplicando, y que nunca pudo redu-
cir su alto índice de homicidios.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

AUSCULTAR EL PASADO, DIAGNOSTICAR EL PRESENTE.


REFLEXIONES EN TORNO A LA OBRA “PARAGUAY DESDE LA
PERSPECTIVA DE MICHEL FOUCAULT” DEL GRUPO DE CENTRO
DE DOCUMENTACIÓN (SOCIODATA)

Javier Numan Caballero Merlo

–Generando Filosofía Radio: ¿Por qué Foucault y no otro para re-


pensar la historiografía paraguaya? ¿Cuáles son las propuestas teórico-
conceptuales que uno puede encontrar en la propuesta de pensamiento
de este filósofo?

–Javier Numan Caballero: Buena y compleja primera pregunta, bien


para comenzar… Siempre es una cuestión de elección según el posiciona-
miento que uno tenga. Foucault es un autor contemporáneo, crítico, liber-
tario, que apuesta sus fichas a algo tan clásico como la superación de cual-
quier forma de sujeción, sujetación y subjetivación autoritaria, en la diná-
mica de la relación del sujeto y el poder en todos los ámbitos, a favor del
primero. Su propuesta define al sujeto como preocupación central. El po-
der se hace accesorio y, sin embargo, necesario, en tanto que dimensión
explicativa estratégica presente en toda y cualquier práctica social o forma
de relacionamiento. Discutiéndose el carácter necesariamente histórico,
como fruto de determinadas relaciones de saber poder, el cómo el sujeto se
construye y, por tanto, solo haciendo conscientes y explícitas esta construc-
ción capa por capa (arqueología) y con sus imposturas (genealogía) hacer
políticamente superables estas formas de constitución del sujeto. No hay

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

otra forma posible de ser libre sino librándose de las diversas ataduras que
nos constituyen en sujetos. Los caminos pueden ser varios, él elige el de la
reflexibilidad desde la filosofía.
Sus conceptos, perspectiva y debates lo hacen atractivo para quien
quiere conocer a los clásicos y su continuidad en la renovación con algo
más aggiornado en el presente. El mismo se define como un historiador
del presente, de sus sistemas de pensamiento.
Los sociólogos críticos generalmente nos ocupamos de gente viva,
para prever desde el presente lo que vendrá como posible escenario cua-
litativo o probable cuantitativamente y en lo posible encarar problemas,
brindar soluciones y mejorar las condiciones de vida de la población fun-
damentalmente equilibrando desigualdades y asumiendo las diferencias.
El pasado de los muertos ilumina el presente de los vivos, con su herencia,
mostrando procesos, conexiones y rupturas, dando significación contex-
tual al hoy como resultado de un ayer y haciendo desde allí un puente
posible o probable pero nunca imaginario, sino real, histórico. Algunos
autores señalan que la forma de vida y conciencia de las generaciones
pasadas oprime la de la siguiente.
Foucault desconstruye los sistemas de pensamiento vigentes en el
presente, como simple ilusión de autogeneración inmaculada, para aden-
trarse primeramente en la descripción arqueológica que hace a las prácti-
cas y discursos y el orden instaurado desde las mismas, menos universal-
natural, y sus verdades menos consensuadas. Justamente producto de
relaciones de poder, económicas, políticas, culturales, étnicas, lingüísticas,
de género. Así, nada es neutral, nada es natural, nada es un hecho dado,
una verdad universal, toda práctica, todo saber, todo discurso, y cualquier
posición en la sociedad es fruto de relaciones de poder históricas.
El gobierno, la moral y la verdad son relaciones emergentes histórica-
mente de luchas y conflictos, de saber poder, donde el vencedor se adueña
discursiva y genealógicamente tanto de las prácticas como del orden de los
discursos, su verdad, su moral, su buen gobierno, y con él, se apropia de
sus privilegios que desde ese lugar no solo mantiene, amplía, y garante.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

Las instituciones son así el producto de las relaciones de micropolíti-


ca, y no a la inversa, dialécticamente su manantial y así mismo resultados
ya, generando desde espacios cosificados –instituciones y estructuras so-
ciales– las prácticas y relaciones que las garanten. Para cambiar la socie-
dad, sus estructuras e instituciones hay que cambiar su fuente, es decir, las
prácticas sociales.
Sin esta transformación de base, los hombres pasan, las instituciones
permanecen, cambian los gobiernos y los tiempos, pero las formas de re-
lacionamiento, según saberes y poderes instituidos desde y a través de las
prácticas, continúan con un tipo de constitución del sujeto moderno nor-
mal dócil y productivo, reproduciéndolo, y ampliando su espectro de vi-
gilancia.
Por tanto, por qué no Foucault, siendo un autor válido entre otros/as,
para pensar nuestra historia presente, problematizando como sujetos co-
lectivos e individuales de dónde venimos, y somos lo que nos dicen que en
verdad somos, estigmatizados desde el habla, tipo físico, actitud frente al
trabajo, el estudio, entre los géneros, como campesino, pobre, vago, indí-
gena, etc. Una forma diferente de pensar nuestra historia, cuestionando
desde el presente, haciendo el ahora el campo de discusión y de acción
tanto intelectual como política.

–GFR: Con respecto a tu artículo “El recurso de la episteme foucaul-


tiana: del discurso del saber al dispositivo del poder como práctica”:
¿cuáles serían las consecuencias prácticas que podríamos extraer de ellas
para el análisis de la historia paraguaya en relación con el presente?

–JNC: Las consecuencias prácticas para el análisis de la historia para-


guaya en relación con el presente son varias. Tienen que ver con la ‘forma
y el producto’ mismo de la construcción de diversas historias sobre hechos
y personajes de nuestro pasado, instalando temas, silenciando otros, así
como afirmando algunas voces y sujetando otras a modo de secuestro de
la otra historia, de la otra mirada, desde el otro lugar. Historia del pasado,
ojo, que sólo se afirma y reproduce en el presente, pasando imágenes,

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

identidades, valores, creencias, gustos, estilos, formas de relacionamiento,


metas, medios para lograrlas, premios, recompensas y castigos, que asi-
mismo, construyen un futuro que garantiza las continuidades de un ejer-
cicio de memoria, de un ejercicio de poder. El presente es la historia pasada
asumida como real, aunque sea un discurso de saber poder entre otros
posibles. De ahí su importancia y radicalidad.
La historia oficial se transforma en LA HISTORIA (la única), que apa-
rece en los textos escolares, efemérides, rituales patrios y hasta en el calen-
dario. Desde la versión y autoimagen del conquistador, vencedor, del blanco,
del castellanoparlante, del rico, exitoso, propietario hacendado, y con ellos,
de sus formas de vestir y de consumo, definiendo estándares de belleza y
propaganda. Del jefe, mburuvicha, asociando patria a militarismo, autori-
tarismo a relación normal de autoridad, relaciones de género. Nunca al
hacer colectivo, del trabajador, trabajador morador de barrios pobres pe-
riféricos, menos mestizo, menos aún indio o negro, pobre, campesino,
guaraníparlante. Su existencia y su discurso solo emergen cuando resiste,
y aún ahí, para ser excluido, condenado, estigmatizado.
Desde el orden del saber, y con su arqueología, Foucault permite
mostrar cómo ciertos discursos son los que circulan como ‘ideología domi-
nante’ espejo del resto de la sociedad, de identidad y concepto de calidad
de vida. Es el nivel de lo descriptivo. Otra cosa ligada a la anterior, pero
sustancialmente distinta, es desde su genealogía o dispositivo de poder,
mostrar cómo y por qué un discurso se transforma en verdad, y otros no.
Ser lindo/a es ser blanco/a, urbano/a, perteneciente a una familia
completa heterosexual, católico/a, hablar castellano, estar vestido de de-
terminada manera, comportarse de determinada manera, que no es la
realidad, ni la condición de vida de la mayoría de la gente del país, o al
menos de gran parte de misma.
Mis gustos y preferencias, ¿hasta qué punto son mis gustos y prefe-
rencias? ¿Hasta qué punto cuando creo estar eligiendo estoy eligiendo,
entre qué candidatos que se ofertan llegaron a ese lugar, de qué manera,
con qué orígenes e intereses? Cuando ejerzo mi libertad de sufragio: ¿real-
mente lo hago desde dónde, y con qué criterios? Y continúa en un ejercicio

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

combinando lo arqueológico y genealógico ad infinitum, problematizan-


do todas las relaciones y prácticas, valores, creencias, verdades como refe-
rencias sociohistóricas.
El conocimiento de las diversas historias, las conocidas y las silencia-
das, permite a los sujetos actores individuales y/o colectivos repensarse
en la diferencia, conocerse a sí mismos y a los otros, y en el proceso ejercer
mayores grados de libertad. El conocer es el primer paso, casi terapéutico,
el segundo es más complejo, que es pasar del saber al hacer, a partir de
encontrar su lugar en el existir.
En condiciones macroconocidas, el ámbito de la micropolítica parece
ser el territorio donde, junto con la caja de herramientas foucaultiana, se
vislumbra una mayor expectativa a corto y mediano plazo, al menos como
forma de resistencia. Y en dicho pliegue, entre el ejercicio de poder y la
resistencia, es que adquieren realidad otras formas de existir, de ser y enun-
ciarse. El resto, es lucha cotidiana, para en el día a día ir tejiendo cambios
que posibiliten otra forma de ejercicio del poder y, por ende, otras formas
más horizontales de relacionamiento.

–GFR: Los sociólogos, ¿son tenidos en cuenta al momento de las


discusiones políticas sobre los temas sociales, o sólo pasa por lo mera-
mente enunciativo?

–JNC: Para no terminar la entrevista aquí, no voy a dar un tajante no,


para elegir cuidadosamente las palabras muy poco.
Los/as políticos/as son muy hábiles, más intuitivos y vivos que for-
mados e inteligentes. Dicen lo que la gente quiere escuchar, le roban el
discurso a la gente y se lo devuelven como promesa política, que queda, la
mayoría de las veces, en lo meramente enunciativo, como práctica de po-
der vaciada de contenidos o metas populares. Después usan viejos recur-
sos y antiguas tácticas, tecnología de saber poder diría Foucault, para jus-
tificar por qué no hacen lo que prometieron. El ejercicio del poder les per-
mite jugar con los distintos niveles del discurso, unas veces pretendida-

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

mente técnico objetivo y castellanizado, y otras afectivo que invoca la irra-


cionalidad de la projimidad echando mano al saber del ñane ñe’ê. En am-
bos casos, la práctica, el ejercicio, la tecnología sólo se expande conducien-
do conductas, sentido literal del término gobierno, reproduciendo legíti-
mamente un orden del discurso y de las prácticas históricamente instala-
do.
El no contar con herramientas para contestar ese orden es parte fun-
damental del dominio, concentración de poder y tomas de decisiones
ancladas en los intereses de dichas prácticas. Una población básicamente
carente de herramientas conceptuales, desprovista de educación, y lo más
grave aún, con el pensamiento crítico y la participación cautiva, prohibida,
silenciada, innombrable, sin categoría que permita siquiera su enuncia-
ción y/o estigmatizado tanto en los discursos como en las prácticas domi-
nantes, como peligrosos, malos, desintegradores, etc. En el orden de los
discursos dentro de lo enunciable solo es verdad lo que las relaciones de
saber poder instauran como tales. Todos los otros discursos son periféri-
cos, los de los otros, los pobres, campesinos, etc., no existen. Las prácticas
(relaciones de saber poder hegemónicas) inauguran discursos y hacen
posibles enunciados verdaderos, dentro de un orden de dominación y
explotación que a modo de red se teje, expande e integra todos los ámbitos
de la vida social.
En general los políticos no leen ni escuchan lo que tienen que decir los
cientistas sociales respecto a los temas sociales, salvo honrosas excepcio-
nes, las cuales provienen de personas con cierto nivel socio cultural, más
que económico, y hasta con formación en el área, pero que acaban sucum-
biendo las más de las veces, llevando agua para su molino. Es decir, des-
considerando lo científico, o subsumirlo a lo ideológico e intereses estraté-
gicos, sean de clase, de dominio o perpetuación en los cargos. Su lectura
política de lo científico acaba siendo una desfiguración ideológica.

–GFR: ¿Cuáles son los aportes de la sociología en las discusiones


políticas actualmente?

160
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

–JNC: Sin embargo algunos cientistas sociales profesionales tratan/


amos, algunos/as, que hasta independientemente del partido político,
movimiento o posicionamiento ideológico, dentro de ciertos límites claro
está (pasado stronista, violación de los DDHH etc.), implementen políticas
que beneficien a sectores sociales histórica y estructuralmente vulnerados,
con sólida argumentación tanto teórico-lógica como empírica. Esto es,
asesorías, como cuadros de movimientos o partidos, hasta de forma ad
honorem, orientando para que, aun sin perder sus lugares de poder, hagan
algo que sea relevante al menos para algunos sectores de la población
seriamente carenciados. Haciendo que cualquier candidato en ejercicio,
desde cualquier sector político o actividad conectada con esta, pueda
mantener su cargo y demás ventajas al tiempo de llevar adelante alguna
política sectorial, micropolítica, etc., con fundamentos científicos y rele-
vancia social. Eso no le quitará votos ni dádivas, pero al menos estará
llevando adelante propuestas serias, responsables, que tal vez, en el tiem-
po, vayan modificando sus prácticas, definiendo otras relaciones de saber
poder, que conecten más con las necesidades, realidades y decisiones de la
población de manera ponderada según mayor sea tu retraso histórico so-
cial.
Por otro lado, cada vez hay más egresados en el área, o que retornan
del exterior ya con cursos de posgrado, lo cual va mejorando la oferta en
cantidad y calidad de asesorías, consultorías, investigaciones sociales. Desde
diferentes ámbitos y perspectivas y también con diversos alcances. Desde
dentro de las universidades, centros privados de investigación, ONGs,
investigadores/as free lancers, organismos internacionales, etc., con la mi-
sión u objetivos de temas muy focalizados, fragmentando lo social, muy
de carácter micro que es lo que más se contrata, y otros más críticos de
alcance medio que se resisten a investigar un pobre (campesino), separado
de los otros pobres (urbano periférico, indígena, trabajador/a).
El uso de dicha producción depende exclusivamente de los políticos,
y en medida incipiente y progresiva del poder de disuasión, participación
de los intelectuales en el ámbito de la política, formando parte de la misma,

161
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

adquiriendo visibilidad pública de sus análisis y posturas. El ideal es co-


nectar el producto de los estudios más serios con el diseño de políticas
sociales o incluirlas en la agenda pública. Pocas instituciones lo logran y
más bien puntualmente, dependiendo de afinidades políticas o de otro
tipo.
Pero hoy ya se cuenta tanto con recursos humanos como con resulta-
dos serios de investigaciones responsables. De lo que se trata es de gestión
política para desde organismos internacionales, universidades y centros
marcar presencia mostrando servicio, productos y respuestas. La exposi-
ción-presencia de estos actores intelectuales en los medios de comunica-
ción se hace urgente y estratégica. Claro está, siempre dependerá en última
instancia de quien corte el queso o tenga la lapicera y su capacidad de
escuchar más que de oír, con la voluntad (de poder) de cambiar, hacer
política produciendo mejoras en la calidad de vida de la población y gene-
rando posibilidades de desarrollo individual y colectiva.

–GFR: ¿Podrías comentarnos en qué proyectos de investigación


trabajas actualmente?

–JNC: En realidad son varios, aunque intento desde hace algunos


años centralizar dos o tres líneas o acciones principales:
La primera, en Conacyt a través de su convocatoria PROCIENCIA
con proyectos propios pero más que nada con formación de nuevos inves-
tigadores.
La segunda, tal vez la más importante y de mi especialización: “Do-
cencia e Investigación en Historia Sociológica de la Sociología en Para-
guay”. Donde mi indagación tiene que ver con la aplicación del propio
instrumental conceptual que constituye mi marco teórico, en gran parte
desde la mirada foucaultiana. Es decir, cómo la historia del presente de las
ciencias sociales en Asunción más que en Paraguay, y particularmente de
la Sociología se explica conectándola con prácticas del pasado, haciendo
necesaria una arqueología de los discursos, y una genealogía acerca de su

162
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

verdad, como expresión de relaciones de saber poder que desenmascaran


las instituciones, prácticas y mitos de las ciencias sociales. El Homo Acade-
micus emerge así más humano, desacralizado, mostrando a la sociología
como una actividad más entre otras, producto de las mismas tensiones y
avatares que cualquier ámbito o sujeto.
La tercera línea es la de la educación superior, con proyectos más que
nada internacionales y regionales, con un carácter siempre dual, general y
específicos, pero siempre partiendo de la descripción del contexto socio-
histórico cultural del país, de las instituciones de educación superior, y las
políticas de inclusión para las IES de América Latina. Esto, a partir del
intercambio de experiencias y buenas prácticas entre países principalmen-
te de Europa y América Latina.

Bibliografía

Caballero Merlo, J. N. (1999). Crítica de la economía política del sujeto y del


poder. Cuadernos de discusión, Nº 11. Facultad de Filosofía y Ciencias
Humanas – Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”.
Caballero Merlo, J. N. (2014). El recurso a la epistemé foucaultiana: del
discurso del saber al dispositivo de poder como práctica. En Caballe-
ro Merlo, J.N. y Peris, C. (Ed.) Paraguay desde la perspectiva de Michel
Foucault. Ciudad del Este, Paraguay: Sociodata.
Caballero Merlo, J. N.y Peris, C. (Ed.) (2014a). Paraguay desde la perspectiva
de Michel Foucault. Ciudad del Este, Paraguay: Sociodata.

De Michel Foucault

Foucault, M. (1988). El sujeto y el poder. En Revista Mexicana de Sociolo-


gía, 2 (3): 3-20.
Foucault, M. (1969).Las palabras y las cosas. México, México: Siglo Veintiuno
Editores.

163
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

Foucault, M. (1990). Tecnologías del Yo y otros textos afines. Barcelona, Espa-


ña: Editorial Paidós.
Foucault, M. (1980). Vigilar y castigar: el nacimiento de la prisión. México,
México: Siglo XXI Editores.
Foucault, M. (1982). Microfísica do poder. Río de Janeiro, Brasil: Ed. Graal.
Foucault, M. (1979). La arqueología del saber. México, México: Siglo XXI
Editores.
Foucault, M. (1979 a). A história da Loucura. São Paulo, Brasil: Editorial
Perspectiva.

164
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

“FEMINISMO Y AUTONOMÍA DE LA MUJER EN EL PARAGUAY”

Teresa del Pilar Ríos

–Generando Filosofía Radio: ¿Podrías describirnos a grandes ras-


gos lo que, actualmente, significa ser mujer en los distintos ámbitos de
la sociedad paraguaya?

–Teresa del Pilar Ríos: Creo que no sería prudente tratar de respon-
der de manera unívoca a lo que significa ser mujer en los distintos ámbitos
de la sociedad paraguaya. Ante todo, no existe “la” mujer, existen “muje-
res” en diversidad de circunstancias personales, familiares, educativas,
culturales, socioeconómicas, políticas, entre otras, que condicionan, en gran
medida, la realidad de cada una de estas mujeres.
Así, un grupo ínfimo de mujeres paraguayas solo han sido ministras
en las secretarías de Estado y en la Corte Suprema de Justicia, representan-
tes en el Congreso Nacional, políticas, empresarias, científicas, artistas,
becarias, profesionales en las diferentes áreas, estudiantes. Otras son em-
prendedoras, sindicalistas, activistas sociales, obreras, trabajadoras infor-
males, empleadas domésticas, campesinas, indígenas, amas de casa, ex-
plotadas sexuales, madres-niñas, y en muchos (demasiados casos) cifras
que muestran que todavía hay un largo camino por andar en igualdad
efectiva.
De este modo, en Paraguay es visto como normal que la mujer sea
explotada, que trabaje casi gratis, que ocupe funciones inferiores, que no
tenga seguro, que no vaya a la escuela o que no termine de estudiar, que
ascienda el candidato aun cuando ella tenga una capacidad profesional

165
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

superior y, lo que es peor todavía, es casi natural que una mujer sea golpea-
da o violada. Estos hechos confirman rasgos que marcan profundas dife-
rencias e inequidades de género que existen y persisten en nuestro país.
El trabajo familiar y doméstico es invisible. A este respecto, es muy
difícil conocer una parte importante de las actividades de las mujeres,
muchas de ellas se dedican con exclusividad al hogar, mientras que otras,
las que trabajan remuneradamente, distribuyen su tiempo entre ambas
labores.
La información estadística disponible revela la existencia de grupos
de mujeres sumamente vulnerables por la falta de acceso a los recursos
educativos, sanitarios, productivos y laborales: las indígenas, las adultas
mayores, las que no tienen ningún ingreso, las jóvenes, las campesinas,
entre otras.
En definitiva, todavía persiste una gran desigualdad de género en
nuestro país y esta inequidad se agudiza cuando las mujeres provienen de
estratos socioeconómicos bajos. Las mujeres con más oportunidades no
siempre tienen conciencia de género ni son solidarias con las más desfavo-
recidas.

–GFR: ¿Cuáles han sido los aportes y las reivindicaciones logradas


por el movimiento feminista paraguayo, históricamente hablando, y
que serían de suma importancia dar a conocer a la sociedad paraguaya?

–TR: En el ámbito educativo, la presencia de las mujeres en la forma-


ción y el desarrollo de la sociedad paraguaya ha aumentado. Aunque esa
participación femenina no sea visible a lo largo de la historia.
Desde 1982 se van creando grupos más sólidos y desde 1986 se arti-
cula progresivamente un movimiento de mujeres. Este adquiere protago-
nismo en los años siguientes al proponer cambios legislativos, integrar los
partidos políticos, elaborar propuestas para la Asamblea Constituyente de
1991 y discutir con miembros del Parlamento la situación de las mujeres y
sus necesidades.

166
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

El inicio de la transición democrática encuentra a las mujeres para-


guayas en un momento de incipientes cambios estructurales. Los procesos
de cambios más notables han sucedido fundamentalmente en la capital,
Asunción, y en menor medida en el resto de las zonas urbanas, siendo muy
poco perceptibles en la casi totalidad de los sectores rurales.
Una proporción creciente de mujeres paraguayas se registra ejercien-
do una ocupación económica, aunque las dificultades de información es-
tadística impiden reconocer con precisión su nivel de participación.
Al producirse la apertura del sistema democrático, por primera vez
en la historia de Paraguay una mujer ocupó una cartera ministerial. Tam-
bién se acrecentó el número de mujeres en el Parlamento, se eligieron más
de doce intendentas y aumentaron los cargos de concejales titulares ocu-
pados por mujeres.
El nuevo Código Electoral, la Constitución Política de 1992, las modi-
ficaciones del Código Civil y del Código Penal favorecieron una efectiva y
creciente participación de las mujeres en los ámbitos de decisión, al demo-
cratizar el sistema político institucional y consagrar la igualdad jurídica de
la mujer con el hombre.
Sobresale la creación, mediante ley de la República, de la Secretaría de
la Mujer, con rango ministerial, destinada a promover la participación y el
protagonismo de las paraguayas, así como a poner en práctica los linea-
mientos de la Convención de Naciones Unidas sobre la eliminación de
todas las formas de discriminación en contra de la mujer.
Esta apertura favoreció la posibilidad de seguir trabajando por el
logro de una democracia más equitativa en lo social y político.
En 1954 se promulga la Ley 236 de “Derechos Civiles de la Mujer”,
que comprendía únicamente los derechos de la mujer soltera o viuda. A
saber, las mujeres feministas paraguayas, al igual que en el resto del mun-
do y la región, mantuvieron una larga batalla por el reconocimiento de sus
derechos políticos.
En efecto, habiendo contado con ilustres figuras femeninas, pensado-
ras y luchadoras por los derechos educativos, civiles y políticos, como

167
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

María Felicidad González, Serafina Dávalos, entre otras, desde comienzos


de siglo veinte; recién en 1961 se promulgó la Ley de “Derechos Políticos
de la Mujer”, mediante la cual hemos obtenido el derecho al voto, siendo
el último país latinoamericano en reconocerlo.
A mi juicio, es muy importante dar a conocer que, a pesar de la can-
tidad de libros escritos en nuestro país, desde hace muchos años, frutos de
solícitas investigaciones y estudios de diferentes disciplinas referidas a la
mujer en la sociedad, no se haya mencionado suficientemente la vida ins-
titucional de la Unión femenina del Paraguay, siendo que este acontecimien-
to significó la incorporación de nuestro país en un movimiento de carácter
internacional.
Omisión que no solo acusa una laguna de la historia nacional, sino a
la vez, una injusticia histórica al reconocimiento de los desvelos y esfuer-
zos de una pléyade de mujeres inteligentes y emprendedoras, incentiva-
das por el afán de la dignificación de su condición social y sus ansias de
13
justicia y libertad.

–GFR: ¿Cuál sería una de las claves que genera la falta de autono-
mía en las mujeres en el Paraguay?

–TR: La clave fundamental que, a mi juicio, mueve los dinamismos


tendientes a impedir la autonomía de las mujeres tiene su origen en el
patriarcado, el cual genera en ellas autoestima baja y falta de conciencia de
su propia dignidad. De ahí que las mismas se subordinan automáticamen-
te y ponen siempre a los otros como prioridad: los padres, los hijos, las
parejas, los familiares, los amigos; en fin, todos los demás que precisan ser
cuidados.

13. Cf. Ríos Vázquez, Teresa del Pilar y Osvaldo Lezcano, Ideas feministas en Paraguay, en
IDEARIUM. Filosofía política en Paraguay, MARBEN, Editora y Gráfica S. A., Asun-
ción, 2017, págs. 9-60

168
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

Así también, se da una falta de libertad que las lleva a autodisminuir-


se, a ponerse en segundo plano, a menospreciarse y a despilfarrar energías
en pro de otros que no reconocen su ser ni su hacer.
De este modo, nos constituimos en un ser para “los otros”, porque
(según el patriarcado) cuando menos se viva para sí, más perfecta se vuel-
ve la mujer. Así pues, ser “egoísta” es un atributo eminentemente mascu-
lino, vedado a la misma, quien solo debe ser pura bondad y “donación” de
sí. Puro amor oblativo para otros que sean más importantes que ella y, a la
vez, la tengan dominada y contenta en semejante situación de sobreviven-
cia.
Sin embargo, mientras las mujeres no tengamos recursos propios,
materiales y simbólicos, no podremos resolver todo o parte de lo que tene-
mos pendiente. Para ello necesitamos: tener propiedades, bienes, territo-
rio y tierra. Depender cada vez menos de los otros para satisfacer nuestras
necesidades. Requerimos contar con recursos suficientes y asociarnos, la
pobreza de género es un problema todavía no resuelto.
Construir la autonomía implica, pues, una manera de vivir, implica
no solo voluntad, sino conocimientos, recursos, conciencia y acciones
puntuales. La autonomía es, fundamentalmente, un conjunto de procesos
de poder; por lo tanto, se constituye a través de procesos vitales políticos.
Requiere obligatoriamente de actores sociales constituidos, identificables,
que portan, reclaman, reivindican, actúan, proponen, argumentan, esta-
blecen y pactan la autonomía.
Destaquemos, la autonomía es un pacto político e implica una recom-
posición de las relaciones del poder patriarcal, una reconfiguración de la
política con preeminencia masculina, y requiere también de un lenguaje
político e inclusivo, pues la autonomía debe ser enunciada políticamen-
14
te.

14. Cf. Lagarde y de los Ríos, Claves feministas para el poderío y la autoestima de las mujeres,
Horas y HORAS, Madrid, 2007.

169
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–GFR: No cabe duda de que son muchas las polémicas que se de-
satan cuando se habla de la “falta de conciencia histórica de género en el
Paraguay”. ¿De qué manera esta situación condiciona el diálogo abierto
y plural sobre la cuestión en nuestra sociedad?

–TR: El concepto de género es útil no solo para dar cuenta sobre cómo
el ser mujeres y el ser hombres depende de marcos culturales específicos,
sino además ha sido imprescindible para entender que entre las conse-
cuencias de estas construcciones existe una realidad injusta, la desigual
distribución de poder, la exclusión y discriminación sufridas por las mu-
jeres.
La teoría de género apunta a un compromiso real con la equidad y la
justicia social. Es una herramienta conceptual que hace posible identificar
la ideología que naturaliza un poder sustentado en la dominación y, a la
vez, nos ofrece recursos concretos para transformar profundamente las
estructuras sociales. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la
amplia difusión y utilización que el concepto de género ha alcanzado en
las últimas décadas del siglo pasado, ha sufrido también frecuentes distor-
siones en la comprensión y los significados que le son atribuidos, por parte
de ciertos sectores.
La autonomía es histórica, pues el carácter cultural de los obstáculos
para el ejercicio de la libertad femenina requiere transformar, tanto las
condiciones histórico-concretas que instituyen a las mujeres, como el modo
en que las mujeres internalizan su propio condicionamiento. En este sen-
tido, los desafíos que presenta la sociedad paraguaya atañen, sobre todo,
a ir modificando esa visión prejuiciosa sobre la perspectiva de género, a la
que despectivamente denominan: “ideología de género”. Solo de este modo
será posible construir un diálogo abierto y plural sobre la situación de las
mujeres en nuestra sociedad. Solo así la autonomía podrá ser una realidad
histórica constatable y analizable a partir de las circunstancias específicas
de cada una de ellas.
La mujer paraguaya se sitúa en la misma condición de sumisión-
subordinación que en las demás sociedades patriarcales. Nuestra socie-

170
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

dad patriarcal no otorga a la mujer los medios para expresar y desarrollar


sus deseos y necesidades, ni le da acceso a los niveles de decisión. Solo una
opción explícita por el enfoque de género, como herramienta teórica y
práctica, hará posible modificar esta cultura paraguaya, tradicional y con-
servadora, que asigna a la mujer el rol dependiente de hija, compañera y
15
madre, con gran preponderancia en el hogar.

–GFR: ¿Cuál es el papel que debe cumplir el sistema educativo para


ir tejiendo imaginarios sociales más inclusivos e igualitarios en la socie-
dad paraguaya?

–TR: Ante todo, reconocer los mecanismos que históricamente han


discriminado y excluido a las niñas del sistema escolar, algunos de los
cuales continúan vigentes. Incorporar la perspectiva de género como eje
transversal de la educación, de tal modo que se vayan propiciando la au-
tonomía y el empoderamiento de las mujeres más vulnerables en igualdad
de condiciones que el varón. Esto evitaría que las mismas continúen des-
empeñando un papel secundario y subordinado en la sociedad.
De ahí que es importante fortalecer la reforma educativa en la línea de
la equidad. Priorizar la calidad educativa de los docentes, así como de sus
honorarios dignos.
Implementar un sistema educativo que promueva la creatividad y el
espíritu crítico, que permita desarrollar el talento, y que maneje eficiente-
mente la educación emocional desde los primeros años escolares.
Un sistema educativo que forme a personas emprendedoras y com-
petentes con el mundo digital, con altos dotes sociales y que se adapten a
ambientes laborales diversos.

15. Cf. Corvalán, Graciela, “El contexto sociocultural y la perspectiva de género en el


bilingüismo paraguayo”, en Lengua y Nación, e Historia de la Salud Pública, Domingo
M. Rivarola (Director), Revista paraguaya de Sociología. Publicación de Ciencias
Sociales para América Latina. Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos. (CPES),
Ediciones y Arte, S. A., Asunción, 2009, pág. 19.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

Que desarrolle políticas e iniciativas con elementos de la educación


inclusiva, que se traduzcan en programas y acciones concretas.
No basta la calidad, la exigencia utilitarista y la eficiencia. El sistema
educativo debe estar abierto a la comunidad y basado en aprendizajes
colaborativos, que formen ciudadanos y ciudadanas capaces de desenvol-
verse en todos los niveles sociales.
Con todo, no podemos perder de vista que en los últimos años hemos
ido avanzando en materia educativa. Uno de los grandes logros que he-
mos vivido se refleja en la legislación en torno a la violencia de género y las
políticas de igualdad. Sin embargo, esa misma legislación, tan necesaria
(aunque mejorable), ha favorecido que se cree la falsa apariencia de igual-
dad real, cuando muchas veces la igualdad solo es formal o legal.

–GFR: ¿Qué proyectos de investigación vienes llevando a cabo ac-


tualmente?

–TR: Me siento urgida y comprometida a acceder a los recursos de la


palabra hablada y escrita. Hay que hacer discurso y escribir discurso, nos
dice la mexicana Marcela Lagarde. No podemos seguir aspirando a hablar
desde el closet. Todas tenemos que salir del closet, de la segregación, del
ghetto, de hablar para el autoconsumo. Estos programas de radio, como
tantos otros, se constituyen en areópagos privilegiados para ir desenmas-
carando y combatiendo con fundamentos racionales y razonables los pre-
juicios patriarcales que se yerguen en detrimento de la autonomía de las
mujeres.
Necesitamos apropiarnos del conocimiento y entender que nada es
más práctico que una buena teoría, una buena filosofía. Debemos aspirar
a ser ilustradas. Ya es hora de despertarnos del letargo que nos impide ser
personas con mayoría de edad, como lo dijera Kant.
De ahí que mi línea de trabajo e investigación siempre está direccio-
nada al empoderamiento y a las relaciones sororales de las mujeres entre
sí. Tengo varios escritos dispersos en espera de adquirir forma y unidad
para poder dar a luz.

172
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

Me siento con la responsabilidad de propiciar conciencia y verdadero


empoderamiento; ese que permitirá una mejor calidad de vida para todos
y todas, los que formamos parte de una sociedad.
Puesto que la desigualdad de género es un signo de decadencia e
ignorancia de una sociedad, esta no debe ser solo una lucha de la mujer
paraguaya y de las organizaciones feministas. Por el contrario, absoluta-
mente todos y todas, tenemos que comprometernos con una acción cons-
ciente y decidida. Cada uno, desde donde esté, desde su reflexión y cam-
bio. No hay otra forma de hacerlo.

TEXTOS DE REFERENCIA

1. CORVALÁN, Graciela, “El contexto sociocultural y la perspectiva de


género en el bilingüismo paraguayo”, en Lengua y Nación, e Historia de
la Salud Pública, Domingo M. Rivarola (Director), Revista paraguaya
de Sociología. Publicación de Ciencias Sociales para América Latina.
Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos. (CPES), Ediciones y Arte,
S. A., Asunción, 2009
2. LAGARDE y de los RÍOS, Claves feministas para el poderío y la autoesti-
ma de las mujeres, Horas y HORAS, Madrid, 2007
3. RÍOS VÁZQUEZ, Teresa del Pilar y Osvaldo Lezcano, Ideas feministas
en Paraguay, en IDEARIUM. Filosofía política en Paraguay, MAR-
BEN, Editora y Gráfica S. A., Asunción, 2017, págs.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

PENSAR EL STRONISMO EN PARAGUAY

Lorena Soler

–Generando Filosofía Radio: Con relación a tu obra, La larga inven-


ción del golpe, ¿cuál ha sido el propósito de la misma y cuáles son las
conclusiones más relevantes?

–Lorena Soler: Una primera gran conclusión es, para mirar en la lar-
ga duración del orden político paraguayo, que el stronismo fue el proceso
autoritario más importante que vivió Paraguay en el siglo XX y, tal vez, el
fenómeno político más importante de su historia. Después de haber estu-
diado e investigado sobre la “dictadura” stronista (concepto que, como
ustedes saben, es políticamente correcto pero epistemológicamente obtu-
rador de otros procesos; sobre todo, en los procesos de cambio, que es lo
que me interesa marcar) me detengo a mirarla como un proceso global,
estructural y, especialmente, como un cambio iniciado desde arriba por las
clases dominantes con altísimos niveles de legitimidad política. La prime-
ra conclusión tentadora, de muchos intelectuales y cientistas sociales, es
pensar que esos regímenes son posibles, porque hay una sociedad ador-
mecida, silenciada, despolitizada, desafiliada del orden político y que, por
lo tanto, vienen estos grandes líderes políticos autoritarios que arrollan
con y contra las subjetividades de esa masa social.
Discuto mucho esa hipótesis, entre otras cosas porque estoy más pre-
ocupada por pensar, retomando no solo la pregunta weberiana sino una
pregunta clave en toda la historia de la filosofía política: ¿por qué los hom-
bres están dispuestos a obedecer? o ¿qué hace que los hombres estén pre-

175
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

dispuestos a obedecer una orden?, aun cuando la orden, desde una mirada
liberal, atenta contra las libertades de los sujetos.
Y eso es un poco lo que invita a pensar el libro, que no viene a hacer
un aporte a la historiografía, porque no es mi campo ni es el campo que
discuto. Hay muy buenos historiadores que hacen muy buenos trabajos
de archivo; repiten, describen y se pasan gran parte de su vida en ese
métier. No es mi camino, aunque no tengo una mirada ingenua sobre los
archivos. Pero la investigación es un trabajo que tiene ante todo una pre-
gunta o una preocupación ¿cómo se construyen los órdenes políticos en
América Latina? Parte de esa pregunta más general se detiene en el orden
stronista.
En mi marco teórico parto de los trabajos de Barrington Moore acerca
de la modernización conservadora y de las transformaciones estructurales
de este tipo de regímenes en sociedades donde lo rural tiene un peso de-
terminante. Y no solamente en su economía, sino también en la construc-
ción de una sociabilidad política. Claro que no solamente miró los cambios
estructurales, el Estado, la propiedad de la tierra, las leyes, la apelación a
una idea de democracia, los cambios en la seguridad interna y externa, el
papel que jugó Estados Unidos, etc. Sino pensar que todo eso estuvo acom-
pañado, o fue la consecuencia, de una nueva idea de nación. Una idea de
nación como comunidad política que Stroessner habilita a partir de una
relectura de lo que considero son las dos guerras patrias, especialmente la
Guerra de la Triple Alianza y en menor medida la Guerra del Chaco.
La Guerra del Chaco, en mi hipótesis, permite repensar la Guerra de
la Triple Alianza y armar una relectura de esa guerra. Es un hecho histórico
que había sido negado por la historiografía liberal. O, más que negado,
había sido partícipe necesario de una interpretación unívoca en torno a
López. Finalmente, las consecuencias de esa guerra no hacen más que
reafirmar la necesidad de borrar a López del planeta político.
Esa es una lectura hegemónica de la posguerra. Sin embargo, empie-
za a ser revisada en los años 20, con mayor fuerza en los años 30 y 40 y que,
a mi entender, es Stroessner la figura política que habilita esa posibilidad.

176
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

No permite una relectura, eso ya estaba, pero sí podemos afirmar que su


régimen político y su figura son herederos de esa tradición nacionalista.
Eso es de un fuerte impacto en la construcción de la legitimidad del orden
político, no solamente de Stroessner. De hecho, no es ninguna novedad
que Stroessner lo haga, lo han hecho otros órdenes políticos. La novedad
radica en el poco cuestionamiento que hasta el día de hoy se hace de esa
relectura que el stronismo hizo de la Triple Alianza. Un imaginario nacio-
nalista, un régimen de historicidad heroico, para citar las sabias palabras
de Luc Capdevila, que no hacen más que reafirmar un esencialismo nacio-
nal.
Tal vez Fernando Lugo era la persona que “debía” hacerlo; que tenía
la oportunidad histórica de haber propuesto una relectura del pasado
nacional, menos cerrada, menos ocluyente. Pero no ocurrió, incluso cuan-
do la región lo reclamaba.
Lo interesante es que con Cartes ocurre, pero de otra manera. Es atrac-
tivo observar qué hace él con la idea de nación, como proyecto
colectivo,porque efectivamente Cartes no es una persona que se identifi-
que con la iconografía política o nacionalista en general. Al menos le ha
interesado la nación como elemento de legitimidad, por ser de derecha,
empresario y por descreer terriblemente de la política. En ese sentido, me
parece interesante ver en su presidencia el lugar en el cual configura el
espacio para la nación. Eso aporta elementos totalmente novedosos a la
historia política paraguaya.
Tampoco es inédito en la región, sino que es un fenómeno interesan-
tísimo de estos procesos políticos recientes de las derechas que azotan la
región. Se puede mirar con bastante claridad en Argentina y en Brasil, por
ejemplo. Retomando, lo que me interesa destacar es que Horacio Cartes
viene a interrumpir ese proceso tan lineal del nacionalismo bélico. No
porque se proponga una contralectura del pasado, sino más bien porque
desprecia el pasado. Son todos elementos que desestima, porque son ele-
mentos centrales de la vida política del pueblo paraguayo.
Horacio Cartes presenta en la actualidad un nuevo proyecto nacional
sin problematizar o teorizar un nuevo concepto. Pero sí es posible que

177
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

tenga otra discursividad. Eso también quedará como reto para las Ciencias
Sociales.

–GFR: ¿Cuál ha sido la situación de las ciencias sociales bajo el


régimen stronista?

–LS: En el campo de las ciencias sociales, Paraguay se ve arrastrado


por el proceso regional de modernización que ocurre en los años 1950-
1960. Como siempre hay antecedentesmuy bien estudiados, entre otros
por Charles Quevedo. Pero estos años son un momento de cristalización
de dicha modernización que ocurre con mayor fuerza en América Latina.
Las ciencias sociales, la sociología y demás, son todas empresas que tienen
sus principales aliados en América Latina y eso, entre otras cosas, porque
tienen un rol central en la nueva etapa de la segunda posguerra a la hora
de poder administrar la llamada “cuestión social”. La preocupación de
Estados Unidos, como se sabe, era poder moldear las almas de estos pue-
blos latinoamericanos que se expresaban en revueltas, luchas violentas,
revolucionarias y experiencias populistas. En ese contexto, las Ciencias
Sociales se presentan como un paradigma teórico, muy vinculado al em-
pirismo metodológico y a la necesidad de la planificación. Empirismo
que surge de la necesidad de entender claramente la estructura social y su
funcionamiento. Entonces, esta mirada de la estructura social lo que per-
mitía era la administración de la acción social que, según se interpretaba,
era posible de gerenciar, porque si conocíamos esa estructura podíamos
descubrir los elementos de conflicto. Por ejemplo, la distribución de la
tierra, el mercado de trabajo, etcétera. Y demás teorías que acompañaron,
luego, el paradigma desarrollista de los años 60. La sociología y las ciencias
sociales vendrían a cumplir un rol esencial.
Como ya Arturo Escobar lo ha descrito con mucha sutileza, este para-
digma tenía que ver claramente con una fuerte hegemonía epistemológica
acerca de cómo debería ser pensado el tercer mundo. Un paradigma que
suponía que las sociedades partían de un lugar en subdesarrollo hacia un

178
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

lugar de desarrollo. Es decir, que podían avanzar en la dirección de conver-


tirse en sociedades desarrolladas. Esto pasa con énfasis en América Latina
y en Paraguay también tiene su repercusión. Quizás la figura más cristali-
na de ese proceso sea el Centro Paraguayo de Estudios Sociales (CEPES)
que nace al amparo de instituciones regionales centrales, que contaban
con muchísimo financiamiento. Es decir, dinero disponible para armar
institutos, intelectuales a tiempo completo, llevar adelante agendas regio-
nales de investigación, publicaciones, etc.
Todo esto ocurre durante el estronismo y fue posible por el amparo
internacional único y excepcional. Tal es así, que uno puede hablar del
CEPES en cualquier parte del mundo. El exterior protegía ese lugar y Stroes-
sner con eso era muy cuidadoso. El CEPES tenía un gran amparo interna-
cional y se movió con bastantes grados de autonomía para la época. Dicha
institución merece ser explicada sin dudas, por este amparo internacional
mucho más que por la ausencia de una visión crítica al stronismo. Pero
sería negar la historia sin otros grandes proyectos políticos de transforma-
ción social. En los márgenes vivieron o se exiliaron intelectuales que fue-
ron parte central de las ciencias sociales. En la Antología sobre Paraguay
hemos recuperado mucho de ello. Existió otro tipo de ciencias sociales, un
ensayismo más ligado al campo político.

–GFR: ¿Cuál es el influjo del stronismo en el Paraguay?

–LS: El stronismo, como todo gran orden político de transformación


social, es indisociable del presente. Una de esas huellas son las urbanas, en
Asunción y en el interior. Lo paradójico es que ha hecho un esfuerzo por
renombrar a Stroessner. Como lo he escrito alguna vez, el cuerpo de Stroes-
sner es un problema político en sí mismo. ¿Qué hacer con ese cuerpo?
También está presente en las representaciones políticas, porque es
indisociable. Aunque dicho esto, no todo lo que pasa es por el stronismo.
Eso quiere decir que no se puede explicar Cartes por el stronismo. Porque
hay que tomarse el trabajo de pensar los procesos con las novedades que
estos aportan. Porque si no, siempre hay modorra intelectual.

179
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

Es fácil decir: “como tenemos 35 años de stronismo podemos tener a


Cartes o puede producirse un golpe de Estado a Fernando Lugo porque
existió el stronismo”. El presente siempre se explica en el pasado, pero no
mediante una tautología. Esto que explico fue advertido por Reinhard
Bendix (1974) bajo la categoría “la falacia del determinismo retrospectivo”.
Hay tradición, representaciones y legados. Pero no son eternos, ni
mucho menos inamovibles. No hay ningún mapa del ADN que determine
que seguimos siendo stronistas porque lo fuimos en el pasado. Eso es de
un determinismo totalmente falso.
Hay que tomarse el trabajo de ver el punto en el cual ese pasado, en
todo caso de forma inevitable, aparece en el presente. Porque hay una
tendencia a explicar todo por dos hechos políticos fundantes: la Guerra de
la Triple Alianza o el stronismo. Y ya es hora de que movamos un poco
nuestras propias categorías, nuestras propias estanterías y nos pongamos
a mirar con otras anteojeras qué es lo que deja el presente en Paraguay.

180
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

¿QUÉ ES EL NOVECENTISMO PARAGUAYO?

Cristian Andino

–Generando Filosofía Radio: ¿Podrías comentarnos sobre tu for-


mación, tus actividades y trabajos?

–Cristian Andino: Ante todo debo decir que yo vengo de una forma-
ción filosófica en una línea “latinoamericanista”. En ese espíritu, estudié
los primeros años de la carrera de filosofía en Córdoba, Argentina, y allí
pude acercarme a una rama de la filosofía o el “pensamiento” latinoame-
ricano (y aquí debo hacer un pequeño paréntesis para explicar la distin-
ción entre pensamiento y filosofía) –para cuya distinción categorial sigo,
fundamentalmente, lo referido por José Gaos ya en 1945 en un muy difun-
dido trabajo suyo titulado “Notas para una interpretación histórico-filosófica
del pensamiento hispano-americano”; texto que apareció como prólogo al li-
bro Antología del pensamiento en Español.
Allí Gaos sostiene que la reflexión filosófica en América distaría de un
discurso filosófico unívoco, por consiguiente, la categoría “pensamiento”
reflejaría de mejor modo la diversidad de expresión de las ideas en “His-
panoamérica”, afirmaba en realidad, como buen español que era.
Es decir, con “pensamiento” no nos estamos refiriendo a algo inferior
a lo propiamente “filosófico”, sino que su expresión es mucho más diversa
y plural, tanto que se expresa en un pensamiento filosófico, propiamente
dicho, pero también hay que buscarlo en la literatura y en tantísimos géne-
ros literarios que el autor enumera y describe.

181
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

No obstante, mucha gente ha hablado y sigue hablando de “pensa-


miento latinoamericano”, como una categoría inferior al “pensamiento
filosófico”, pues se sostiene que “aquí no ha habido filósofos y no ha habi-
do filosofía, por lo tanto, quizá de lo que pueda hablarse sea de una cosmo-
visión, y en el mundo académico, quizá de “pensadores” pero no de “filó-
sofos”, teóricos”, etc. Pero debemos convenir que no fue este el sentido que
quiso expresar el maestro Gaos.
Pero volviendo a lo de mi formación. Ya estando en Córdoba en los
años 2003-2004 tuve la intención de revisar la producción filosófica de
nuestro país, siguiendo la tradición “latinoamericanista” de historiar la
ideas filosóficas en América Latina, un trabajo que ya se inició en la década
del treinta del siglo XX, con los famosos “trans-terrados” españoles en
México –José Gaos es uno de los más sobresalientes– cuya influencia per-
mitió la gestación de grandes maestros tales como Leopoldo Zea en el
propio México. En Argentina le recordamos también al gran maestro Ar-
turo Andrés Roig, entre otros autores, que vinieron animando un trabajo
que se sigue llamando Historia de las ideas “filosóficas”, más que solo la
historia de la filosofía en América.
En aquellos años yo formaba parte de una congregación religiosa y
gracias a eso pude dedicarme a estudiar filosofía a tiempo completo, con
grandes maestros y con seminarios internacionales con autores muy reco-
nocidos como Horacio Cerutti Guldberg.
Ya de vuelta a Paraguay –luego de una serie de periplos existencia-
les– ese espíritu latinoamericanista me llevó a trabajar, en el 2010, en mi
tesis de grado, el pensamiento de Enrique Dussel, reconocido filósofo ar-
gentino, radicado en México desde la década del 70. Al año siguiente de
defender la tesis tuve la oportunidad de empezar a dar clases de Filosofía
Latinoamericana en el ISSEF de los salesianos, que fue precisamente mi
primera cátedra universitaria. Posteriormente pude acceder a dictar la
misma cátedra en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de
Asunción y en la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas de la Univer-
sidad Católica. En el 2012 un grupo de colegas me invitó a incorporarme

182
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

al CIF, grupo de trabajo y de investigación que se estaba formando por esos


años en Asunción y desde entonces, con sus luces y sombras, con periodos
de mucha y escasa producción, venimos en el CIF tratando de animar
estudios sobre las ideas filosóficas, políticas y sociales en el país.

–GFR: ¿Desde cuándo funciona el Centro de Investigaciones en


Filosofía y Ciencias Humanas? ¿Qué proyectos vienen llevando a cabo
actualmente?

–CA: El CIF surge allá por el 2009, con un grupo de jóvenes filósofos,
encabezado por nuestro querido amigo y colega Sergio Cáceres Mercado,
en torno a la revista Apostasis, que es una revista de filosofía política. Hoy
la temática de la revista ya no está circunscripta solamente a filosofía po-
lítica, sino que está abierta a la filosofía en general. Porque ahí chocábamos
con el problema de cómo centrar la política desde la filosofía en Paraguay,
ya que en nuestro país existen núcleos de ciencias políticas, hay carreras,
asociaciones, etc.; pero no se hace mucha“filosofía” y menos “filosofía
política” específicamente.
Cuando me incorporé al CIF tenía la idea clara de que si nosotros
queríamos aportar a la filosofía paraguaya, debíamos empezar historian-
do las ideas de nuestros pocos pensadores. Recuerdo en ese sentido, que
uno de los principales provocadores de dicha tarea fue el Dr. Antonio
Tudela Sancho, español quien estuvo unos años en Paraguay y quien allá
por el 2006, en elprólogo al libro que se publicó con las ponencias del
Primer Congreso Latinoamericano de Filosofía Política y Crítica de la Cultura
que un grupo de profesores organizó en Asunción (dicho sea de paso, esos
profesores fueron los primeros en crear el CIF. Colegio de Investigaciones
Filosóficas le llamaron, pero desapareció muy rápidamente por desave-
nencias internas me parece) presentó lo que denominó el “punto cero de la
filosofía en Paraguay”.
Al respecto afirmaba que “en el Paraguay, hablar de los más “estima-
bles” centros de educación superior, reflexión e investigación en nuestro

183
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

campo puede sonarles a muchos como un sarcasmo. Generación del pára-


mo, la isla o el erial, generación aislada, nómada, solitaria, sin rumbo fijo,
sin horizontes, ni puntos ni mapas cercanos de referencia, sin el más míni-
mo maestro al que asirse, sin agarraderos ni continuidades generaciona-
les. Sin tradición, ni magisterio ni discipulaje, duro aserto, pero quien pro-
teste, que arroje el primer nombre propio. Punto cero de la filosofía: nada
define mejor a esta generación paraguaya que es la nuestra…”.
No sé si Tudela lo dijo en realidad de una forma irónica, no sé si lo dijo
como una provocación. Yo creo que lo dijo en este último sentido, precisa-
mente para empezar a sacudirnos. Pero, para mi grupo y sobre todo para
mí, eso fue un llamado de atención muy grande. Habrá que empezar a
buscar qué se hizo de filosofía y empezar a historiar las ideas filosóficas o
las ideas políticas con las que se pensó y se piensa hoy el Paraguay. Y ver
cómo podemos avanzar a partir de allí.
En ese marco es que empezamos a hacer cursos y seminarios y fruto
de esos seminarios es que salieron dos publicaciones. Teoría crítica de la
cultura, y Pensadores(as) del novecientos, ambas en el 2014. El proyecto origi-
nal de Pensadores (as) del novecientos era abarcar mucho más autores, pero
por cuestiones presupuestarias y de tiempos editoriales no fue posible. Si
uno revisa ese libro, hay allí pensadores liberales, pensadores anarquistas,
estudios temáticos, etc., pero no aparecen, por ejemplo, pensadores del
novecientos de raigambre explícitamente nacionalista, como Manuel Do-
mínguez, Fulgencio R. Moreno o Ignacio A. Pane.
Ciertamente se trató de una primera aproximación que quiere con-
vertirse más adelante en un trabajo mucho más acabado, mucho más ex-
tenso y que va a suponer el esfuerzo de más colegas de historiar el pensa-
miento crítico, cultural, social del Paraguay, desde la colonia hasta nues-
tros días. En una compilación mucho más grande que esperemos poder
realizarla en un futuro cercano.
Precisamente, hace pocas semanas salió otro libro del CIF (Idearium.
Filosofía política en Paraguay, 2017) que quiere ampliar el iniciado con
Pensadores(as) del novecientos ya por temáticas ideológicas. La pregunta es

184
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

¿para qué?, ¿por qué?, o ¿quiénes son los que tienen que hacer este trabajo?
¿Son los historiadores propiamente dicho o son los filósofos o son los so-
ciólogos?
A mí me parece que es un trabajo colectivo. A nosotros nos interesa
rastrear las ideas más allá del relato meramente cronológico, en la línea de
lo que hoy se viene llamando historia social, o historia de las mentalidades.
Nosotros lo llamamos historia de las ideas, dentro de esta tradición lati-
noamericana.

–GFR: ¿Qué significó para el Paraguay el novecentismo paragua-


yo?

–CA: Las ideas de los pensadores y pensadoras del novecientos en el


Paraguay son de las más ricas en producción intelectual que hemos tenido
hasta el momento. Probablemente no hubo en el Paraguay una época tan
favorable para la incubación de las ideas como fue en el novecientos y no
hubo al mismo tiempo, una generación que tuvo la responsabilidad moral
de reconstruir intelectualmente la república. Yo te diría, como lo muestra
precisamente uno de los primeros grandes estudiosos del movimiento
novecentista que es el maestro Raúl Amaral, que estamos ante “hombres
e ideas de una generación fundamental del Paraguay”; una generación de
“resilientes” –afirma el filósofo José Manuel Silvero– que tuvieron que
refundar el país en términos materiales y en términos de las ideas.
Estamos ante una generación (si cabe metodológicamente el término,
ya que existen actualmente muchos estudios teóricos que cuestionan el
uso indiscriminado de “generación”) que entronca y es fruto de la funda-
ción del Colegio Nacional de la Capital primero y de la Universidad Na-
cional de Asunción después. Uno de los primeros que precisamente habla
de su“generación” es Gualberto Cardús Huerta, quien nació en Concep-
ción pero que se formó dentro de una élite intelectual asuncena. ¿Por qué
empezamos por el novecentismo, entonces, si el proyecto es historiar las
ideas desde la colonia en adelante? Porque estos pensadores que se sitúan

185
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

a caballo entre el siglo XIX y XX asumirán una tarea que con sus luces y
sombras debe ser revisada, valorada o criticada de inmediato, pues fueron
ellos los que pusieron los cimientos sobre los que debemos construir hoy,
o, de lo contrario, será contra ellos que debemos construir otros cimientos
hoy, pero de ninguna manera se los puede desconocer o ignorar.

–GFR: ¿Cuál es la relación que guarda esta etapa de la historia del


Paraguay en el contexto de la filosofía latinoamericana?

–CA: El caso paraguayo del novecentismo paraguayo es muy ilustra-


tivo en el contexto del pensamiento filosófico latinoamericano. En la déca-
da del cuarenta, por ejemplo, ya filósofos “profesionales” como Francisco
Romero en la Argentina, empezaron a historiar el pensamiento latinoame-
ricano. Romero sostiene que existe una etapa en donde se pasa del mero
pensamiento a hacer propiamente filosofía, a lo que denomina “normali-
dad filosófica”. ¿En qué consiste esta normalidad”? En una actividad aca-
démica, con publicaciones, con congresos, etc.
Esta noción de “normalidad” es muy criticada por autores como
Horacio Cerutti quien dice que aquella actividad elogiada por Romero se
trató de “un normal ejercicio europeizante del filosofar entre nosotros”, es
decir: filósofos serían los europeos y nosotros en la medida en que trate-
mos de cultivar esa filosofía vamos a empezar a ser filósofos.
Pero volvamos a la idea original de Romero. Él afirmaba que la gene-
ración de los fundadores de la filosofía latinoamericana serían aquellos
que se sitúan a caballo entre los siglos XIX y XX. Serían aquellos pensado-
res positivistas y, sobre todo, los anti-positivistas. Si seguimos esa catego-
rización, entonces, en el Paraguay los novecentistas precisamente son esos
pensadores, pero Romero no los menciona; es decir, pasan totalmente
desapercibidos de la escena latinoamericana. No obstante, es sabido que
ha habido comunicación entre los pensadores paraguayos y sus colegas
del cono sur, fundamentalmente, sobre todo después de que en 1904 arribe
al Paraguay el pensador anarquista español Rafael Barrett.

186
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

Habrá que decir, por otro lado, que estamos ante una generación un
poco desfasada. Porque las ideas llegan un poco tarde al Paraguay por los
problemas de la guerra. Las ideas liberales son las primeras en llegar y con
la apertura de la cátedra de sociología en la Facultad de Derecho hace su
entrada el positivismo, con las ideas de progreso, de mirar al norte como
cuna de la “civilización” contra la “barbarie” que nos rodearía aquí, en
clara referencia de apropiación de las ideas de Domingo Faustino Sar-
miento expresadas en su obra Facundo: civilización o barbarie de 1845 y que
tuvo gran impacto en el Paraguay de postguerra.
Es esa vertiente la que siguen pensadores como Cecilio Báez o Cardús
Huerta, etc., que por supuesto leen a los clásicos, pero sobre todo, esas
ideas spencerianas y comtianas de progreso que en resumidas cuentas son
las que los mueven a criticar ferozmente la cultura autóctona del país por
incivilizada y bárbara, según su parecer.
En síntesis, lo que nosotros tratamos de ver es ese contraste entre las
ideas que se discutían. Desde la vertiente liberal positivista que llega tarde
y que se encuentra con un movimiento latinoamericano de principios del
900 que reivindica la “hispanidad” o los valores auténticamente grecolati-
nos que significó el arielismo que empieza con la famosa publicación del
uruguayo José Rodó y su libro El Ariel y que en Paraguay dará pie al otro
gran relato al que se van a adherir la mayoría de los intelectuales novecen-
tistas y que es el “nacionalismo”, ideología que hasta hoy sigue siendo
mayoritaria en el país y sobre el que existen en la actualidad demasiados
estudios críticos.

–GFR: ¿Cuáles son los aspectos más importantes que se pueden


mencionar sobre el capítulo que has trabajado en el libro?

–CA: Yo escribí sobre Cecilio Báez, que no era propiamente un nove-


centista si seguimos literalmente la clasificación que dio Amaral, que sitúa
como novecentista a los nacidos entre 1870 y 1880, es decir, entre la culmi-
nación de la guerra y la reconquista de la soberanía nacional de un país
destrozado.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

Pero la figura de Báez es fundamental porque fue maestro de todos


los novecentistas. No tiene una formación filosófica, metódica, estructura-
da, académica. Fue un gran autodidacta y perteneció a la primera genera-
ción de doctores en Derecho, como lo serían la mayoría de los pensadores
subsiguientes a razón de la única facultad donde podían estudiar.
La figura de Cecilio Báez sigue siendo en la actualidad una de las más
descollantes como polémicas porque fue, sin lugar a dudas, gravitante
para el novecentismo paraguayo, al asumir posiciones intelectuales fuer-
tes en el contexto de posguerra que le tocó vivir. En mi texto trato de
entender el contexto en el que Báez escribe y los afanes de su lucha intelec-
tual, más allá de estar o no de acuerdo con su pensamiento.
La aproximación que planteo es la de una introducción a los aspectos
singulares de un intelectual, de un filósofo, uno de los más lúcidos, com-
prometidos y coherentes con la ideología que profesaba. En ese sentido,
intento describir las opciones ideológicas concretas que asume Báez en su
propuesta filosófico-política.
Los pensadores actuales han dicho de Báez que antes que político es
un ideólogo (Dávalos, 1967) o más que filósofo es un pensador isócrono
(Benítez, 1983). También lo han caracterizado como un pensador crítico
(Livieres Banks, 2008) y últimamente como pensador “resiliente” (Silvero,
2011).
Sin embargo, yo considero que podríamos catalogar los afanes de su
pensamiento como la búsqueda epistémica de una “ética del progreso”,
noción que intento profundizar en mi trabajo, a razón de que las reflexio-
nes éticas ocuparon un lugar preponderante en sus discursos y en sus
escritos.
Además esta noción incluye todos los calificativos anteriores, pues
cada elemento cumple su función fundamental en la consolidación de
este, muy particular, pensamiento ético de raigambre positivo-naturalista
que se resume en la idea de “progreso” y cuya premisa supone para el
autor una tarea ideológico-crítica.
Para él esta ética debía ser propiciada, fundamentalmente, por medio
de la instrucción pública; de allí una de sus fervientes preocupaciones fue

188
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

la de fundar escuelas para así llevar a todos los rincones del país los nuevos
aires de “civilización”, decía.
Finalmente, debo decir que uno puede estar en contra o a favor de
estas ideas del autor, pero primeramente debemos atender la época y al
contexto al que Báez estaba respondiendo. Por eso el trabajo en general del
CIF, quiere ser un ejercicio de relectura de nuestra historia, esa historia que
hacemos todos cotidianamente, de revisar los presupuestos de nuestros
pocos pensadores, no solo como tarea de “adulación reivindicadora” o
“crítica demoledora”, pues es fácil declarar la caducidad de ciertas ideas,
solo porque aparecen hoy nuevos paradigmas interpretativos.
En ese sentido, me parece que un reto filosófico considerable para el
Paraguay es empezar a construir un sistema de categorías filosóficas que,
tomando lo mejor que se ha elaborado en estas tierras –o que existieron
desde épocas inmemorables y han sido excluidas sistemáticamente de la
academia– nos permitan pensar nuestra realidad concreta y cotidiana en
la búsqueda de mejores horizontes.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

EDUCACIÓN Y AUTORITARISMO EN EL PARAGUAY.


REFLEXIONES EN TORNO A LA OBRA “RELACIONES ENTRE
AUTORITARISMO Y EDUCACIÓN EN EL PARAGUAY”

David Velázquez Seiferheld

–Generando Filosofía Radio: ¿Cuál fue la génesis de la obra? ¿Qué


los ha motivado a abarcar el estudio de las relaciones entre el autoritaris-
mo y educación en el Paraguay?

–David Velázquez Seiferheld: Fue esfuerzo conjunto con el Servicio


Paz y Justicia Paraguay (SERPAJ). Es un esfuerzo de identificar cuáles son
las constantes, o las relaciones a lo largo de la historia entre educación y
autoritarismo, tratando de determinar si el autoritarismo es un régimen
homogéneo que se impone o hay resistencia al autoritarismo también dentro
de la propia educación. Lo que estamos viendo en realidad es un conjunto
provisorio de información. Es uno de los primeros estudios de su género
en el país. Por lo tanto todavía tiene que “correr mucha agua” antes de que
podamos adoptar conclusiones definitivas, como suelen decir los investi-
gadores: “en estas cosas hay que ser muy audaz a la hora de hacer hipótesis
y conjeturas, pero hay que ser muy prudente a la hora de sacar conclusio-
nes”. Este es un aporte inicial que esperamos sea retomado por muchos
investigadores en todo el país. En lo personal, además de agradecerle a
SERPAJ por la oportunidad de esta contribución, forma parte de una línea
de investigación, que en mi caso abarca historia de la educación pero tam-
bién historia de la lectura. Estoy trabajando ahora en “¿qué leyó?, ¿qué lee

191
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

la gente?”, pero además bajo qué condiciones socioeconómicas se produce


la lectura. Porque a través de la historia de la lectura aprendemos también
y conocemos mejor la historia de las mentalidades, cómo, qué y por qué
pensaba la gente, e incluso cómo se daban asociados o no los fenómenos de
la lectura y la escritura. Podemos también, por ejemplo, a partir de todos
esos datos entender mejor el problema del analfabetismo en un momento
determinado o de la alfabetización en otro momento. En fin, me sirvió
como una puerta de consolidación a este tema que es historia de la lectura,
que por su contribución a la historia de las mentalidades también me pa-
rece muy importante.

–GFR: ¿Cómo ha sido la recepción de los dos primeros volúmenes


en los diferentes ámbitos?

–DVS: Considero que la recepción ha sido muy alentadora. Por una


parte tiene una muy buena receptividad a nivel de la educación superior.
Tuve oportunidad de compartir aspectos del libro en conferencias con la
UNILA hace muy poco tiempo, también por la Universidad Iberoamerica-
na que organizó su congreso científico; tuve también la ocasión de com-
partir, pero así, en formato de conferencias, muchos de los hallazgos con el
Instituto Superior Salesiano de Estudios Filosóficos (ISSEF). También tuve
la ocasión de poder mostrar hallazgos a un público convocado por la Aso-
ciación Mandu’arã (que es una asociación de personas que investigan y
también divulgan aspectos de la historia paraguaya), en una conferencia
muy concurrida, te diría que me sorprendió inclusive la cantidad de gente,
que ese día llenó el salón del Centro Cultural Paraguayo Americano. De
hecho, no me imaginaba que la cuestión de la historia de la educación
pudiera resultar tan convocante. Incluso el enfoque llamó la atención, ya
que no es un enfoque basado en la biografía, por ejemplo, de los grandes
educadores sino en datos más amplios, o en una contextualización más
amplia de la educación paraguaya así como también de los países vecinos.
Uno de los capítulos de la obra a su vez dio pie a un artículo que se
publicó en un anuario en la Sociedad Argentina de Historia de la Educa-

192
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

ción. Es la primera vez que un autor paraguayo publica un artículo en el


anuario de la Sociedad Argentina de Historia de la Educación, que tiene
veinte años de vida y está especializado en historia de la educación. Lo
más importante, para mí, fue el taller que desarrollamos con estudiantes
de la Licenciatura en Ciencias Sociales del Instituto Superior de Educación
(ISE). Junto con el instituto, estamos evaluando la posibilidad de que se
incorpore la materia de historia de la educación paraguaya, y particular-
mente, los referidos a las relaciones entre educación y autoritarismo. De
manera que, si todo eso sale, correctamente como pensamos, nuestros
docentes y nuestras docentes del ISE van a salir formados y formadas con
las nociones que están en la investigación.

–GFR: ¿Podrías señalarnos los hallazgos más importantes en estos


dos primeros volúmenes?

–DVS: En primer lugar, el hecho de haber tenido, después de la Gue-


rra de la Triple Alianza, un régimen político basado en instituciones libe-
rales, no hizo del Paraguay una sociedad liberal y no hizo de la educación,
una educación tampoco liberal. Haber tenido una doctrina constitucional
liberal no hizo de la educación más liberal, sino que también el Estado
apareció con su capacidad reguladora y autoritaria. El Estado se apropió
muy rápidamente de la regulación de los contenidos de la educación, se
apropió rápidamente de la formación de los docentes, como requisito para
la enseñanza, pero además en los reglamentos prohibió revisiones, de pro-
testas colectivas, por ejemplo, respecto de las calificaciones. Prohibió el uso
del guaraní. Se castigaba el uso del guaraní. Digamos, para ser más claros,
que el autoritarismo se caracteriza porque el acto arbitrario podría estar
respaldado por una regla que garantiza esa arbitrariedad.
Para hablar de autoritarismo tendríamos que precisar el concepto y
hablando muy superficialmente, ese sería el concepto central: se ejerce la
autoridad, por caminos que están fuera de las leyes, pero a su vez, hay
amparo para esa arbitrariedad, en el sentido de que, en el caso de los

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

reglamentos escolares, se decía por ejemplo: «las decisiones del profesor


son inapelables». En el caso de que un alumno decida presentar una pro-
testa, debe hacerlo a través de los padres y quedan prohibidas las protestas
colectivas y la decisión final es absolutamente inapelable; si la decisión no
era, pasaba a los reglamentos, que eran igualmente inapelables. Eso carac-
teriza, en lo que se refiere a los contenidos en el aula. Después también hay
aspectos sociales: les decía que la represión del guaraní es uno de ellos.
Escuchaba, Jorge y Jhoel, la reflexión que estaban haciendo al principio
sobre la lengua materna y su importancia y el hecho de ser el vehículo
primero de comunicación. Sin embargo nuestros archivos, –particular-
mente la sección de instrucción pública del Archivo Nacional– están llenos
de documentos de docentes que dicen que los rendimientos de sus estu-
diantes podrían ser mejores si no hablaran el guaraní. Porque el propio
docente se veía obligado a volver a dar las clases en guaraní para hacerse
entender. Entonces, decían los docentes de aquella época, que tenían difi-
cultades en ese sentido. Hacia 1900, comienza a aparecer una reivindica-
ción del guaraní, pero por fuera de lo que ocurre en las aulas. Es una
reivindicación ético-cultural que va a terminar después asociada al nacio-
nalismo bajo la forma de un nacionalismo lingüístico.
Pero todavía en ese momento hay otras reflexiones. Por ejemplo, en la
vida de las mujeres, el magisterio representó una salida laboral, porque
como todos saben, el Código Civil vigente de aquellos años, y hasta fines
del siglo XX incluso, hacía que la mujer fuera enteramente dependiente en
su vida civil de los varones, primero de su padre, después del marido. Para
trabajar, una mujer necesitaba tener una autorización del marido. Enton-
ces, el magisterio representó una vía de salida de las mujeres hacia la au-
tonomía económica, pero era una mujer carente de derechos civiles y po-
líticos, que, sin embargo, paradójicamente enseñaba sobre esos derechos
civiles y políticos. Y, al enseñar internalizaba el discurso y por lo tanto se
volvía una promotora activa de los derechos de la mujer como fueron las
maestras de principios del siglo XX (las primeras grandes feministas del
país). Otro hallazgo importante, fue que en el año 1931 –donde pusimos

194
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

como un punto de corte porque ahí fue una reforma educativa grande en
el nivel secundario–, se produce un hecho clave y es la represión a los
estudiantes del Colegio Nacional de la Capital en tema político, pero se
traslada este autoritarismo, que también ya en la época liberal se va a
trasladar a lo largo del tiempo, y se hace definitivamente autoritaria en la
época del gobierno de Franco y se consolida en la época de Higinio Morí-
nigo y los presidentes colorados.

–GFR: ¿Podrías adelantarnos algunos de los lineamientos que se


presentarán en los siguientes volúmenes?

–DVS: El tercer volumen va a tratar sobre lo que ocurrió en la época


de Stroessner en materia de autoritarismo educativo. Y el cuarto volumen
va a acercarnos a algunas reflexiones y hallazgos sobre la actual reforma en
curso.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

196
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

EL GUARANÍ PERSEGUIDO.
LA RESISTENCIA DE UNA LENGUA MAYORITARIA

Miguel Ángel Verón

–Generando Filosofía Radio


Radio:: Miguel Verón, emombe‘umína oréve
nerembiapo.

–Miguel Verón: Ha chéniko amba’apove mokõive ñane ñe’fire. Te-


nonderã añemoarandu castellanope kuri, Licenciatura en Letras; ha upe
rire añepyr¯ aike ko guarani kokuépe. Añeha’ã aipyguara guarani ha cas-
tellano retepy; añeha’ã aikuaave mokõivéva ñane ñe’fi.

–GFR: Nde reguereko Doctorado Guaraníme, ajépa?

–MV: Upéicha. Guaraníme.

–GFR: Moõ piko restudia raka‘e?

–MV: Añemoarandu Ateneo de Lengua y Cultura Guaraníme; upé-


pe o‡ péva pe curso ko‘agãite peve. Pépe o‡ ha pépe ikatu oñemboja tapi-
chakuéra ombopypukusevéva guarani ha oñemoaranduve.

–GFR: Iporãitépa upéva jaikuaa, mbo’ehára.

–MV
–MV: Ha mba‘épepa aime. Chéniko miembro de número pe Guarani
Ñe’fi Rerekuapavfime, Academia de la Lengua Guaraní-me. San Lorenzo-

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

pe amotenonde Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní ojapo hína mokõipa


mokõi ary, veintidós años; ha ojapo doce años romoheñói hague Funda-
ción Yvy Marãe’∑; kóva ryep¤pe ojapo po ary romoheñói pete‡ instituto,
hérava Instituto Técnico Superior de Estudios Culturales y Lingüísticos
Yvy Marãe’∑; upépe heta curso o‡ ko ar¤pe. Avei che aime de director umi
institución-pe San Lorenzo-itépe. Ambo‘e Guarani avei Universidad Na-
cional de Asunción-pe. Ha ambueve tembiapokue ajapova‘ekue ymave,
aimeva‘ekue Secretaría de Políticas Lingüísticas-pe, aimeva‘ekue director
general de Planificación Lingüística ramo. Amba’apo avei mbo’ehaoha
rehe ñane sistema educativo-pe.

–GFR: Hetaiterei ne rembiapo upéicharõ, mbo‘ehára?

–MV: Ha upéichaite, ñañeha‘ãmbaite.

–GFR: Ha pe ndekatupyry rupi guaraníme rohenói roporanduse


ndéve alguna cosita árupi. Roñemongeta kuri ko etedia ñane ñe’fi guarani
rehe; roñemongeta’imi guarani rembiasakuére, mba‘eichaitépa colonia
época guive guarani ojeataka desde las autoridades, ha rotopa oñeñe’fi
heta hague guarani pero noñeme‘fii akue chupe la henda, noñeme‘fii chu-
pe la ilugar tanto en la época de la colonia ha avei independencia rire,
profesor.

–MV: Ndaha‘éi upéramo añónte, ko’ag_aitepeve niko péicha. Pévare


ñañe’fitaramo heta aranduka, heta libro, jahaíta ha jaguap¤taramo ñañe’fi
ndaikatumo‘ãi ñañe‘fimba hese pete‡ jeguap¤pe. Iporã upéva, pefi
pehesa‘∑jóma ahecha Generando Filosofía-pe; upéva iporã ñamoheñõi pe
Filosofía, jajepy‘amongeta ha pe jajepy‘amongetakuévo iporã ñahesa’∑jomi
ha jahecha pe ñanderapykuere, ajépa. Mba‘e ndevai, ojejapovaíva ymaite-
guive ko ñane retã rehe ha‘e pe Guarani ha iñe’fihára ñemboyke. Pe idio-
ma niko chamigo ha‘e pe ñande rekovesã, pe he‘iháicha pete‡ lingüista
Francia-ygua: “Las lenguas son como ventanas a través de las cuales pone-

198
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

mos el universo en palabras”, ha ñande pe ñane universo, pe ñande arapy,


pe ñane angekói, pe ñane py‘angata, ha pe ñande py‘aguapy avei ñam-
yasãi ha jaikuaauka pe ñane ñe’fi rupive. Ha mboy ary piko, chamigo,
mboy siglo ojejurumboty, oñeñapytu‘¯ apyt‡ ha ojepykua ñane retãygua
guarani ñe’fihárape, umi noñe’fikuaáivape castellano-pe. Ha jápoke ñañe’fi
Filosofía rehe, hi‘ã ã mba‘e ñañeha‘ã jahapojo’omi, mba‘eichakuépa ojehu,
aje. Ha pevarã ñantendeva‘erã, hesakãva‘erã ñandéve pe fundamento
epistemológico, mba‘épepa oñemopyenda opa ko’ã mba’e. Che akalifica
ñande Paraguái ha Amérika en general ko‘agãite peve pe colonialismo
cultural ha lingüístico imbarete gueteriha ñane akãme ha ndaikatúi guete-
riha jahapo‘o; oiméne Bolivia hína ohapo’o ñepyr¯va pe colonialismo
hatãva ñane akãme.
Hesakãva’erã ñandéve pe guarani ndaha‘éiha guarani ñe’fi haguére
oñemboykéva; indígena ñe’fi haguére niko oñemboyke pe guarani. Ha
pevarã ñantende va‘erã pe Antropología Evolutiva, pefi oiméne pemane-
haporã hína umíva. Upéva niko he’i opaite sociedad, tapicha aty, oñepyr¯
ha tenonderã chi‘‡ chi‘‡, ha upéi katu hekojera ha ko’fireíre iñakarapu‘ãve
ha ohóvo; ha oklasifika sociedad en tres estadios: salvajismo, barbarie ha
civilización. Umíva ñamyesakãva‘erã ha pefi ikatu amo gotyove pemyesakã
porãve ha peñemongeta tapicha kuéra ohendúva ndive ikatu haguáicha
hesakã ñandéve. Ha jareko ramo pe división de la Antropología, entre
comillas ciencia ajépa, entonces umi índígena kuéra o‡ en el salvajismo, ha
iñe‘finguéra avei o‡ upépe. Castellano katu ou rupi Europa-gui, o‡ civiliza-
ción estadio-pe. Ha ndaha‘éi castellano año, portugués, francés, ha am-
bueve ñe’fi oúva Europa-gui. Justamente, ramoite aimékuri Europa-pe
péva pe témare añe‘fi ha oñeporandu chéve mba‘eichakuépa ninguna sola
lengua de América ndaha‘éi lengua oficial OEA-pe, ndaha‘éi lengua ofi-
cial de la Unasur umíva, ha ha‘e chupekuéra “la única razón es que las
lenguas indígenas son americanas y el único pecado capital que cometie-
ron –incluida la lengua guaraní– es que no tiene sangre europea”, ha opuka
hikuái. Ha péva la realidad, mba‘eichakue por ejemplo Unasur-pe o‡ ho-
landés lengua oficial-ramo, mboy hablantes oguereko holandés upépe?

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

Oguereko quinientos mil hablantes ha o‡ lengua oficial Unasur-pe, ha


mba‘eichakue no‡ri guarani oguerekóva diez millones de hablantes; que-
chua, aimara umíva oguerekóva más de diez millones. Hypy’¯ upe colo-
nialismo, ha tekotevfi ñamyesakã porã ñaik¯mby haguã guarani jehecha-
gi.

–GFR: Heta tetãme avei oñeñe‘fi guarani, ndaha‘éi pete‡ añóme...

MV: Upéicha. Ndaha’éi Paraguáipe año ojeporúva. Pejemavoi chéve


peñomongetáma hague pejúvo guarani rehe, mba‘éichapa oguata oúvo
rehe hamba’e. Upéicha rupi che ahakã’i’osemi mba‘éichapa ahecha o‡
ko’ágã ha mba‘éichapa ahecha henonderã…

–GFR: Ha upéva roporanduséva ndéve, mbo‘ehára, emombe‘umína


mba‘éichapa nde rehecha ko‘agãitévo la lengua guaraní, mba‘éichapa ojes-
tudia hína, mba‘épa ndéve guarã pe o‡porãva, mba‘épa pe o‡vaíva, mba‘épa
ojejapoveva‘erã, jaha porãpa hína hese térã jaguata karfi, emombe‘umína
oréve mba‘éichaitépa nde rehecha upéva.

–MV: Ha che ningo, che hermano, ndahechaporãi, ndahechaporãi pe


guarani jepuru, ndahechaporãi pe guarani renonderã, iñypyt¯ chéve. Pefi
filósofo pentende mba‘éichapa ojeguerojera pe ñane akã, mba‘éichapa
oñeñot∑ pe ñañe akãme pete‡ idea, ajépa; ñane retãme ojerojera toda una
filosofía, toda una ideología lingüística pe independencia guive ha upe
mboyve guive guarani ikatu haguãicha mbeguekatúpe oñembogue.
Aike‘imíta pe historia-pe; el 12 de febrero de 1812, ne’írã gueteri ojapo un
año ñañe sasõ hague ha Junta Superior Gubernativa he‘íma castellano-pe
oñemboguatava’erãha tekombo‘e, ndoproivíri la guarani, katu he‘i caste-
llano-pe año oñemboguatava’erãha tekombo’e ko tetãme. Amo hapópe
niko oproivi,, ajépa. Ha ñande ñapensa, mboy por ciento la 1812 pe oñe‘fiva
ñane retãme guarani. Upérõ ndaipóri oikuaa’∑va guarani, o sea ciento por
ciento de la población oñe’fi guarani; ha mboy por ciento oñe’fine la caste-

200
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

llano-pe, ha oiméne amo 5% rupi. Ha jahechapáma pete‡ ñe’fi oiporúva


ciento por ciento tetãygua oñemboyke ha pete‡ oipurúva 5% año katu
ojeporuva’erã tekombo’e ha Estado rembiapópe.
Ha upéi o‡ pe oikova‘ekue 1870pe, upe 7 de marzo, pépe oñemboyke-
te guarani, decreto rupive, mbo’ehaógui. Ha umíva umi mba‘e ningo che
ko‘agãite peve, jepe ramo ojederogáma Constitución rupive, en la práctica
o‡ gueteri; pe ideología oñekonstrui va‘ekue ymaite guive o‡ gueteri ñande
apytépe… Che ningo che tesis doctoral kuri amba‘apo pete‡ Plan Nacional
de Normalización de la Lengua guarani, Guarani Ñe’fi Repe’apo héra, ha
apuvlikase aína, anohfise guaraníme, amba‘apo hese aína upevarã. Upépe
amboguapypaite mba’épa ikatu ojejapo Estado guive ojehupi potávo yva-
te guarani. Ñande niko jarekopaite pe marco legal, jareko la Constitución
Nacional, jareko Ley de Lenguas –heta ñamba‘apo hese osfi hagua 2010pe–
; pe Ley de Lenguas omoheñói pe Secretaría de Políticas Lingüísticas, péva
omba‘apo 2011 guive ha‘e 2012pe katu oñemoheñóima pe Academia de la
Lengua Guaraní, Guarani Ñe’fi Rerekuapavfi. Upéicharamo, guarani ha
opaite idioma ojeporúva ñane retãme o‡porãiterei léi rupive; o‡ Ley de
Lenguas ha‘eháicha ha hetaiterei ambueve Tratado internacional umíva
o‡ ñe’fi rehegua, ha mba‘épa pe oikóva. En la práctica ndojejapói
ojejapova‘erã, umi léi he‘íva noñemoañetéi…

–GFR: Ha mba‘ére vaicha ndéve ndojejapói, profesor

MV: Ha o‡ pete‡ resistencia de la élite, che ha’e la élite paraguaya, la


élite americana, ha‘eha pete‡ élite mezquina, avara, pete‡ élite –aipurúta
jopara mbarete porã– colonizante y colonizada, ha péva pe élite ojeguaru
pe indígena rekógui, pe indígena rapógui, upéicharupi niko umi indígena
kuéra péicha oiko Paraguáipe, ndaha‘éi iñe’finguéra añórente ojahéiva
upe élite tajasu; ojahéi ha omboyke avei ichupe ha opaichagua heko. Ha
péva ndaha‘éi Paraguáipe añónte, péva Amérika tuichakue javeve, ha
upéicharamopa mba‘éicha rupi oñekonsegi la Constitución Nacional,
ñañeporandukuaa. Ojehupyty haguã upe tembiporu ha guaranígui oiko-

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

potávo lengua nacional hetaiterei oñeñorãirõ pe 1967pe. Oiko haguã ichu-


gui lengua oficial katu hetaitereivéntema ojepatata 1992pe. Pe Ley de Len-
guas ronohfi haguã 2010pe, haimete 15 año roñorãiro, ha heta péva, heta
luchakue hína upe léi. Katu o‡jey pete‡ mba’e. Heta jalucha rupi, osfi umi
léi, katu nome‘fii presupuesto. Pe Secretaría de Políticas Lingüísticas niko
heta luchakue, viru oñeme’_va ichupe katu pete‡ burla a la lengua guaraní
y a la lengua paraguaya. Pefipiko peikuaa mbo¤pa Secretaría de Políticas
Lingüísticas presupuesto?

–GFR: Remombe‘umína ñandéve, profesor…

–MV
–MV: Ha menos de un millón de dólares, ndohupyt¤i cinco mil millo-
nes de guaraníes, ha umi tapicha umíva o‡va Estado-pe, umi tapicha oi-
kuaáva Estado rembiapo oikuaa mba‘épa la cinco mil millones; péva
ndaha‘fii mba‘evete vera ojejapo haguã política lingüística; Estado pegua
guarã péva pe viru mitã recreo. Ñe’fi niko, che ir¯, ojeko la democracia
rehe; amáke o‡ pete‡ gobierno dictatorial, pete‡ gobierno autoritario ojoko
ñe’fi jekakuaa, omboguese pe diversidad lingüística ha diversidad opái-
chagua, ndaha‘éi diversidad lingüística año. Che akóite ha‘éva opa hendá-
pe: Ley de Lenguas ojehupyty Fernando Lugo reheae; no‡ri rire pe peque-
ño cambio pe gobierno-pe, ni mba‘éichavérõ upe léi nosfimo‘ãikuri. Pe
Nicanor umíva ndive mboy ore roñorãirõ omotenonderamo guare tetã
oñeguenohfi haguã upe léi ha orechuleapa; máramo noguenohfii. Che niko
primer funcionario técnico upe Secretaría-pe; aike doctor Carlos Villagra
Marsal ndive, ha’e ohóma ñandehegui, omanóma. Primer año-pe presu-
puesto amo cuatro mil quinientos millones de guaraníes rupi, segundo
año ojupi ocho mil millones-rupipe, o sea oñembojo’a. Ha mba‘épa ojehu.
Oiko pe golpe parlamentario, ojupi pe karai –oipurumimíva guarani upé-
rupi- Federico Franco ha oikyt∑ mbytetépe la ore presupuesto: ocho mil
millones de guaraníes segundo año de administración –rã omboja‘o mb-
ytetépe ha oheja cuatro mil quinientos millones de guaraníes. Péva pe
presupuesto ko‘agãite peve, ha Nuevo Rumbo-pe katu nointeresái vera

202
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

ko’ã mba’e. Pefipa peikuaa mboy funcionario técnico-pa Secretaría


ko‘agãitérõ oguereko. Oguereko catorce funcionario técnico. Tres años
atrás, roimeva‘ekue amo veinte rupi. Heta tapicha roheja upe Secretaría,
che aheja ndajokupytái rehe ojejapovahína upépe rehe. Ha ha‘e pete‡ ver-
güenza pe presupuesto, y no solamente el presupuesto sino el enfoque; ha
nde ere chéve mba‘épa ojejapova’erã… Ha ojererekova’erã pete‡ Plan
Nacional de Lenguas, péva he‘i pe Ley de Lenguas; Secretaría de Políticas
Lingüísticas ombosako‘iva‘erã Planes y Proyectos de Normalización ñane
ñe’finguéra ko’fi pyahurã, ha máva péva ojapova’erã; ombosako’iva’erã
Dirección General de Planificación Lingüística. Upépe che aimeva’ekue
director ramo; rombot¤ta jave pete‡ Plan rombosako’íva rojúvo kuri ajepe’a
director hágui ha upe tembiapokue opytarei, araka’eve noñembot¤i, ha
upéicha rupi Secretaría ndoguerekói gueteri tembiporu omba’apo haguã
ñe’ finguéra rehe ko’ágã ha kurivévo ko tetãme.

GFR: Mba‘épa o‡ pe planificación ryep¤pe, mbo‘ehára.

MV: Pe ñe’firape’apo, pe planificación lingüística-pe oñemba’apo por


ámbito de uso –oñehenói háicha castellano-pe. Chékuri pe che rembiapó-
pe amba’apo quince ámbitos de uso ha umi ámbito tuichapajepéva ha
imbaretevéva ojehupi haguã yvate pete‡ ñe’fi térã ojejuka haguã ha’e pe
tekombo’e, educación ha ogapy, familia. Jajesarekóramo guarani rapykuere
rehe jahechakuaa ha’e oikove ha hesãi hague ymaite guive ogapy reheae;
oñemosfi ichupe 1812-pema mbo’ehaógui, katu ogap¤pe hapombarete ha
upéicha rupi oguahfi ñandéve. El guaraní sobrevivió gracias a la familia y
a pesar de la escuela, he’i niko Pa’i Melià.

–GFR: “A pesar de la escuela…”

–MV: Mbo’ehao ymaite guive oñemboguata ojejuka haguã guarani


ha ojepyso potávo castellano año; upévare che ha’éva pe oñemboguata-
háicha educación bilingüe es una farsa; péva pete‡ educación bilingüe de

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

fachada; tekombo’e oñemboguatáva Paraguáipe gua’únte oñemboguata


mokõi ñe’fime. Aporandu ndéve ministro de Educación-pa oñe’fikuaa
guarani ha oñe‘fipa guarani opa hendápe oiporuháicha castellano. Apo-
randu ndéve MEC-pa oguenohfi resolución ha ambue kuatiakuéra guara-
níme. Aporandu che página web-pe reikévopa o‡mbaite marandu guara-
ni ha castellano-pe. Aporandu ndéve opaite mbo‘ehaópe nde reguahfivo-
pa o‡mbaite cartelería ha ambue moñe’fimbyrã guaraníme. Supervisión
umívapa kuatiakuéra oñeguenohfi mokõive ñe’fime. Che ha’e ko’agãite
peve MEC ha mbo’ehaokuéragui ndojehapo’oiha pe ideología lingüística
castellanista ohechagíva guarani. Guarani o‡ sistema educativo-pe como
convidado de piedra, péva ko‘ãgãite peve.

–GFR: Ñande artículo 140, ñane Constitución Nacional –pe péicha pe


“De los idiomas”-pe –ha la ñane Constitución voi o‡ castellano paitépe
hína–: “El Paraguay es una país pluricultural y bilingüe, son idiomas ofi-
ciales el castellano y el guaraní”. Upéicharõ nde rehecha háicha ndaipóri
ko bilingüismo añetete?

MV: Che añe’fi educación rehe, jaikuaa niko o‡ ha avances, che ningo
nachenegativoséi; o‡ niko heta mba’e ojejapóva guarani rehe. Por ejemplo
Ministerio de Educación oguerekóma héra guaraníme, Secretaría kuéra
oguerekóma, Ministerio kuéra oguerekopa héra. Che ha’énteva umi ojeja-
povahína sa‘ietereiha, saiieterei pe avance, ndohupyt¤i vera ojejapóva
tekombo’e guive ojehetejora potávo guarani. Pe Léi Ñe’finguéra rehegua
niko osfima ojapóta siete ary ha sa‘ieterei oñemoañete ipype he’íva. Mbo¤pa
o‡ Municipalidad oguenohfiva Ordenanza Municipal guaraníme, ni pete‡;
mboy léipa jarekóma guaraníme, mboy decreto-pa oguenohfima Poder
Ejecutivo guaraníme… ha pe tapérepa jahecha señalización de rutas gua-
raníme; mboy radio ha TV-pa jarekóma omba’apóva guaraníme año. Ha
umíva niko he‘i paite pe léipe, umíva o‡mbaiteva‘erã guaraníme. Aipóra-
mo, guarani ha castellano jeporu sa’i oikoe yma guarégui; ñande guata
tujápente gueteri jaha hese ñaína. O‡mimi facultad hamba’e ogueroikéva

204
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

guarani, katu mbo’epy, materia, ramo año. Ojejapótamo Léi Ñe’finguéra


rehegua he’íva, guarani ndoikeiva’erã materia ramo año; ipype
oñembo’eva’erã avei opaite mbo’epy. Tekombo’e mokõi ñe’fime, educa-
ción bilingüe, iñañetétaramo upéichava’erã. Ramoite aime Cataluña-pe,
ha upépe aha pe Ibiza-pe aporandu pete‡ kuñata‡me omohu‘ãvahína
Markenting, mba‘e ñe’fimepa oñembo’e facultad ha’e oñemoaranduhápe
ha he’i chéve Ibicenco oipuruha hikuái; aporandu ichupe oiporúpa caste-
llano, ha ombohovái chéve sa’i oiporuha hikuái. Jahechakuaa ha‘e
ombohu‘ã Licenciatura en Marketing, ha ome‘fiha imbo’epykuéra
iñe’finguérape, Ibicenco-pe. Omombe’u chéve universidad ohejaha
mbo’ehára ha temimbo’e pópe oiporavóvo mba’e ñe’fipa ojeporúta
mbo’ehakotfipe, ibecenco-pa térãpa castellano.
Añeporandu Paraguáipepa mba’e carrera-pe, mba‘e facultad-pe
oñembo’e guaraníme. Ha chejey ambohováita: mamove. Licenciatura
guarani ñe’fime jepe hetajey oñembo’e ha ojekuaara’ã, oñeme’fi examen,
castellano-pe jey. Ko’ã mba’e chéve chepy’apy, noipytyvõi guarani hete-
jerávo, ombotapykue ha oipykua upe ñane ñe’fi. Idioma ndoikéiva
mbo’ehaovusu, universidad-pe, nahenonderãpukúi ko’ágã rupi. Guarani
hesãikatui haguã oikeva’erã universidad-pe, oñembo’eva’erã
mbo’ep¤ramo ha avei oñembo’eva’erã ipype, taha’e ha’éva carrera-pe.
Kóva UNA ha ambue universidad rembiaporã, ha tuichaiterei.
Hi’ã guarani oikepypuku universidad-pe, pépe oñemoarandu tapi-
cha omotenondeva’erã tetã. Pépe noguãhfiiramo ikang¤ta ohóvo ñane ñe’fi,
ikangymaháicha voi oúvo nda’areite guive. Mitãnguéra apytépe tetã hái-
cha castellano-ma upe ojeporuvéva, ndaha’evéima guarani, oiko haguéi-
cha katuínte. “El guaraní se aprende en la calle”, oje’éva ymave; ko’ágã
kastellanoma hína upe ñe’fi oñeaprendevéva tape rehe. Ko‘agãitéramo,
chévero guarã, la lengua mayoritaria de los niños a nivel nacional ya es el
castellano, ya no es el guaraní como siglos y décadas anteriores. La gente
de mi generación que ya pasamos un poco los cuarenta años, el ochenta
por ciento de la población tenemos el guaraní como lengua materna; en
este momento esto ya no es la realidad sociolingüística; la lengua materna

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

mayoritaria de los niños y jóvenes a nivel nacional ya es el castellano.


Estamos en un momento de inflexión histórica: o unimos sinergia entre
Estado y sociedad y normalizamos la lengua guaraní, o esta lengua inexo-
rablemente irá perdiendo hablantes y debilitándose. Ese es el desafío his-
tórico. Hay que detener el inusitado proceso de sustitución del guaraní
por el castellano que estamos atravesando en Paraguay.

–GFR: Ha‘etévaicha pete‡ paradoja, porque ñañemongeta ñande ja-


rekoha la Ley de lenguas, ojerrekonose pe bilingüismo pero sa‘ive ohóvo
guarani oñe’fiva.

MV: Ha mitãpyahukuéra apytépe tuichaiterei oguejy guarani jeporu.


Che péva la ha‘éva ndéve, mba‘e la ojejapóva la educación-pe, mba‘e oje-
japo pe Estado guive, ojehapo‘o haguã pe ideología aje‘i ha‘eva‘ekue ndé-
ve, pe ideología unilingüista castellanista. Mba’épa jajapoñaína ha mba’épa
jajapoveva’erã. Ndojejapoguasúi mba‘eve. Secretaría-gui (de Políticas Lin-
güísticas) ojejapo heta intento, katu umíva ndohupyt¤i. Presupuesto ha
mba’apohára oguerekóva rehe upe Secretaría ichi’‡ta hembiapo, jepevé-
mo o‡va ipype ojapose heta mba’e.

–GFR: Mba‘épa upéicharõ la problema, ojehai térã ojelee’imi la gua-


raníme. Mba‘éichagua lívropa la ocirculáva pe ñande sistema educativo-
pe. Mba‘épa la oleéva umi mitãrusu. Ofaltápa hikuái la guaraníme oleeve
térã ndaipóri voi la lívro. Mba‘éichapa nde rehecha upéva ko‘ágã.

MV: Heta ningo o‡ ojehaipyre, justamente ore romba‘apo hína Cona-


cyt ndive pete‡ proyecto, hetaitereíma o‡ ohóvo la material, sí la calidad
ofaltave umi material-pe. Guaraníme niko hetave o‡ ñe’fiporãhaipyre, lite-
ratura; heta jareko ñe’fipoty, poesía umíva; katu arandupy, ciencias,
mba’evete vera ndajerekói guaraníme; che aporandu ndéve filosofía rehe-
gua arandukápa jareko guaraníme; che amoñe’fisérõ filosofía guaraníme-
pa mboy lívromapa o‡ guaraníme filosofía rehegua. Térã che amoñe’fise

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

Sociología guaraníme, mboy lívromapa o‡; térã che amoñe’fise Pedagogía


rehegua, aporandu ndéve mboy aranduka –mboy lívro– o‡ guaraníme;
∑rõ katu amoñe’fise marketing rehegua, añemoaranduse márketing gua-
raníme ojejapoháicha catalán-pe Cataluña-pe. Mba’eve ndajarekói guereti
guaraníme. Umi o‡mimíva, ha’éma háicha ndéve, ha’e literatura rehegua
año. Heta gueteri ñamba’apova’erã ñane ñe’fi jahetejora haguã, jaiporukuaa
haguã opa hendápe ha opa mba’erã. Péva Estado ha ñane tetãygua rem-
biaporã.

–GFR: Mba‘éichapa ojejapo va‘erã pe Planificación Lingüística,


mbo‘ehára.

–MV: Ñe’fi niko jahape’apóva’erã, ñe’fi renonderã ñaplanifikáva’erã.


Francés-pe oje’éva pe Laissez faire ndokéi ñe’fime, ha péva pe ojeporúva
oúvo kuri Paraguáipe. Planificación lingüística ningo oguereko mokõi hakã:
pete‡ la planificación del corpus ha ambue katu planificación del estatus –
aipurúta jopara mbarete porã–. Mba‘épa he‘ise la planificación del corpus.
Péva he’ise pe ñe’fi retepy jaipyguarava’erãha, ñamba’apo pe iñe’fiteekuaa,
gramática rehe, ñamboheta iñe’findy, taha’e palabra ha término, jahechápa
upe ñe’fi ndojeporukuaái opa mba’erã. Guarani pépe ikangy gueteri;
ñambo’e haguã química térã filosofía umíva guarani oikotevfi término.
Guarani o‡ péicha ndaha’éi nda‘ikatupyr¤igui, o‡ péicha ojejopy rupi
ymaite guive ani haguã okakuaa. Guarani Ñe’fi Rerekuapavfi, Academia
de la Lengua Guaraní, o‡ pevarã; Léi Ñe’finguéra rehegua rupive oñemo-
heñóikuri ko Academia.
Pe Planificación del estatus katu hína ombohape pe ñe’fi jeporu. Ñe’fi
ojeporu haguã niko oñeplanifika avei, oñembohape, oñeplanifika moõpa
ha mba’éichapa ojeporuva’erã ñe’finguéra, ha péva ojapo Estado. Nde
reikuaa mba’épa he’ise pe estatus, péva hína mba’éichapa ojehecha pete‡
mba’e ñande sosiedápe. Ñama’firamo guarani ha castellano rehe, jahe-
chakuaa ñane retãyguakuéra omomba’etereive pe castellano ha ohechagi
pe guarani. Upéicha rupi niko hetaiterei sy ha túva oiporukuaáva guarani

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

ha castellano ombohasa castellano año pe iñemoñarépe ogap¤pe. Ogap¤pe


noñembohasáiva ñe’fi katueterei ikangy ohóvo.
Upéicharamo Estado guive oñemba’apova’erã, oñeplanifikava’erã,
jahupi haguã guarani prestigio, ijestatus, jahechápa maymave ñandea-
guara hese. Ñandeaguara, ñande’orgulloso, vove guarani rehe, ñamboha-
sáta mitãpyahukuérape ha jaiporúta opa mba’erã ñande rekovépe, taha’e
jaskrivi térã ñañe’fivo. Y para eso está la política lingüística; para eso se
creó la Secretaría de Políticas Lingüísticas, para eso salió la Ley de Len-
guas. La Secretaría tiene que trabajar la normalización del uso, o sea que el
uso del guaraní sea normal como el uso del castellano en el país, como
lengua oficial. Ha ojeporu vove guarani pe castellano-icha oimeha hendá-
pe, taha‘e farmacia, taha‘e hospital-pe, taha‘e televisión-pe, pe ijestatus
ojupivéta ohóvo. Che aporandu ndéve, mboy radio-pa o‡ Paraguáipe ofun-
sionáva guaraníme año. Mboy canal de televisión-pa o‡ ofunsionáva gua-
raníme año. Mboy periódikopa, mboy revista-pa ojehai guaraníme año,
ha pejéta chéve “ni pete‡”. Ñe’fi estatus ha ijeporu niko ojogueraha ojopó-
gui. Amáke okakuaa ijestatus, okakuaa pe hi‘úso, pe ijepuru. O sea péva
pete‡ relación dialéctica. Entonces, El Estado, a través de la Secretaría de
Políticas Lingüísticas debe cumplir su función, planificar el estatus y el
corpus de la lengua guaraní. Así como anteriormente se ocupó de planifi-
car solamente el desarrollo del castellano, que ahora haga lo contrario.
Pete‡ mba’e, Estado guive oñembohapeva’erã guarani jeporu kuatiápe, pe
uso escrito, ha ani oral año. Ko siglo XXI-pe niko ñe’fi oñeñe’finte ha ndo-
jehaíriva ikang¤ta kakuetei.

–GFR: Upeichaite, profesor, ñañemoir¯ ha ñamba‘apo va‘erã oñon-


divepa jaha porã haguã upéicharõ.

–MV: Ha upéicha. Estado ha sociedad omba’apova’erã oñondive;


oñondive jahupiva’erã guarani prestigio, tove tapichakuéra toiporavose
pe guarani. Pe elegibilidad oñehenóiva castellano-pe tuicha mba’e. Pe ije-
status yvatevéva mante niko ojeporavova’erã ojerekóramo mokõi mba’e

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

iporavopyrãva. Ha‘etévaicha ku rerekóramo mokõi almacén nde róga ykére


reho haguã remba’ejogua; nde reiporavóta mávapepa rehóta, ha oiméne
rehóta pe iprecio porãimieve terã horyvehápe umi omba’apóva upépe.
Ha péichante avei niko pe mercado de la lengua; nde reiporavo entre
guarani ha castellano. Sobre estos temas, yo tengo mi conclusión: las len-
guas compiten por espacios. ¿Qué significa eso? El guaraní y el castellano
conviven juntos y ellos compiten por espacios. En el mercado de la lengua
también se aplica la lucha entre las especies como decía Darwin; si dos
especies compiten juntas en un mismo espacio, y si una de ellas tiene
mayores posibilidades, entonces esa que tiene mayor ventaja se impone a
la larga. Si miramos las condiciones en que compiten el guaraní y el caste-
llano, veremos que el castellano tiene todas las ventajas para ganar; en el
mercado lingüístico paraguayo, donde el guaraní y el castellano están
para ser elegidos por los hablantes, siempre el castellano será más elegible
dado su estatus de lengua de prestigio nacional y mundial.
Amyesakãse pete‡ mba’e. Ndaha‘éingo la gente ndohayhúiva guara-
ni; ñane retãygua niko ohayhueterei pe guarani, katu Estado guive ndoje-
hejái ñandéve jaikovévo guaraníme, péva la oikóva. Heta jey ha’e karai ha
kuñakarai noñe’fiiva guarani imemb¤pe mba’e rehepa ndoiporúi hendive
eskuélape ohóvo oikote-
guarani castellano javeve, ha ombohovái chéve: “eskuélape
vfita pe castellano-re, guarani noikotevfimo‘ãi voi”. Upéicharamo
ñamba’apova’erã jahupi haguã yvate pe guarani estatus.

–GFR: Ha péicha avei oje‘e remba‘apo haguã reñe’fiva‘erã castellano,


reñe’fiva’erã péva, reñe‘fiva’erã amóva ha guarani remboyke.

–MV: Upeichaite, entonces –ambotyhaguánte– ha’esejey: sociedad


oiporavo mba‘e ñe‘fipa oipurúta; ha pete‡ sociedad oikovehápe oñondive
mokõi ñe’fi, mbeguekatúpe oheja pete‡va, pe ijestatus karapevéva ha opyta
pete‡ ñe’fi rehe año. à mba‘e ningo hypy‘¯ ha heta jey la péicha mbyky
mbyk¤pe ndaikatúi ja‘e; ha aikuaa avei o‡ha tapicha he‘íva cherehe “péa
niko inegatívo, péva amóva”, che ahechánte la desarrollo de la lengua

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

guaraní, ha ahecha avei la desarrollo de la lengua castellana. Ha iñintere-


sánte ñambohovakemi pe estadística; primera vez según el último censo,
onohfi Diario Última Hora, primera vez en la historia, umi mitãrusukuéra
apytépe ha‘éma castellano la lengua materna mayoritaria. Estado-pe
ojopyva’erã ko’ã mba’e, oipy‘apyva’erã sociedad-pe. Ja’éma haguéicha,
ñe‘fire omba‘apova’erã oñondive sociedad ha Estado; ndaikatúi sociedad
año térã Estado año. Guarani ha umi ñe’fi oiporúva indígena oikotevfi
Estado ha sociedad ñangareko.

–GFR: A lo largo de la historia jahecha upéicha, profesor, la Estado


oataka, ojopy guaraníme, pero la gente la oñe‘fiva.

–MV: Upeichaite. Estado ohekojopy guaraníme, ombopytupase,


ojukase ichupe, ha tetãyguakuéra katu hatã iñe’fi rehe.

–GFR: Mba‘épa, profesor, ikatu remombe‘uve oréve?

–MV: Melià o‡ pete‡ parte omyesakã porãiterei, ha‘e he‘i


mba‘eichakuépa guarani ko‘agãite peve oikove ha imbarete. Ha he‘i ha‘e
mokõi mba‘e reheaeha: Pete‡va he‘i, umi tapicha kuéra ijaguara pe iñe‘fire,
péva he‘ise hína orgullo lingüístico – péva tuichaiterei mba’ehína, pe ñan-
deaguara ñane ñe’fi rehe tuichaiterei kóva oikove haguã. Mokõiha katu,
he‘i Melià, “máramo paraguaigua kuéra ndoguerekóiva juruja oikuaávo
castellano”, o sea “nunca los paraguayos tuvimos la posibilidad real, his-
tóricamente, de aprender el castellano”. Y eso es muy cierto. Ko’agãite che
añeporandu: oguereko piko juruja –posibilidad– opaitéva paraguaigua
oñe‘fivo castellano. Ha pefi pejéta chéve “opaite ko‘ágã jarekoha juruja,
posibilidad, ñañe‘fikuaávo castellano”. Jarekopaite posibilidad, ha ymave
mba‘ére noñeñe‘fii castellano. Ndojerekói rupi juruja; sa’i niko castellano
ojeporúva ñane retãme, pe Guerra del Chaco rire ae niko castellano jeporu
ojepyso ñane retãme. Che, chemitã‘ípe añe‘fisete la castellano-pe Caagua-
zú ruguáre ha máva ndivepa aaprendéta, máva ndivepa añe‘fita, ndaipó-

210
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

riva avave añe‘fi haguã. Máva oñe‘fita chéve, noñehendúiva castellano


upe rupi yma. Ko’ágã katu che valle-pe ojeporumeméma castellano hai-
mete guarani javeve. Ha umíva hína che la ikatúva ha‘e; jahechava’erã
mba‘éichapa jaroike ñane retãygua akãme tekotevfiha jaiporukuaa guara-
ni ha castellano, jaikuaauka ichupekuéra ñe’finguéra noñombyairiha. Lo
mitãngo hetajey he‘i ndéve “mba’ére piko ndostudiái inglés terã francés
mba‘e, o sea portugués mba‘e”, ha chéngo nda‘éi ani ñambo‘euka umíva
ñane mitãnguérape. Che ko‘ãgãite añemoarandu’aína portugués, añe‘fise
la portugués; inglés avei añe’fise chetujapyrénte jepe; aikotevfi hese. Ndaja‘éi
ñande “ani ñañe‘fi”
Ñande niko ñamyesakãva’erã ñande rapichakuérape ñe’fi noñomb-
yairiha, noño’entorpeseiha. Nda’ivaíri niko ñane ñemoñarekuéra oñe’fi la
inglés, chino, francés umíva; ivaivahína ohejáramo iñe’fi tee, ha’éva guara-
ni ha kastellano.

–GFR: Ajépa, mbo‘ehára. Ikatu haguãicha anive ojehecha pe guarani


reñe‘fi rupi ejeatrasátaha mba‘e.

–MV: Hée. Justo guarani ñanembotapykue gua’u, katu umi ñe’fi oúva
Europa-gui nahániri. Péva hína pe colonialismo. Mba‘eichakue piko la
inglés no’entorpeséi castellano-pe Mba‘eichakue piko portugués
no’entorpeséi, nombyaíri, castellano, justo la guaranínte la upe ombyaíva
ambue ñe’fime. Jahapo’omava’erã colonialismo ñane retãygua akãgui. Péva
pe aje‘i ha‘évakue kuri. El problema no es el guaraní, sino el racismo. Pe
Antropología Evolutiva ndajaikuaáiramo jepe teóricamente, o‡ ñandepy-
pe. Opa ã racionalidad he’i iñe’fikuaaséva, opa ã temimo‘ã jahapo’ova’erã.
Ha mba’éichapa jahapo’óta, política rupive. Ha péva che la ahecháva, pe
Estado paraguayo, pe élite mezquina omaneháva ko tetã ndohayhúi ñan-
de rapo, ha jeyvéramo ojeguaru huguy guaranígui. Ore rojeity akue
romba‘apo guaraníre pe Secretaría de Políticas Lingüísticas guive;
romba’apo orerriendasopa peve, ha upéi ou pete‡ gobierno oikyt∑pa nde-
hegui, ha amo hu‘ãme rehayhu añetéramo ne rembiapo ha ani haguã

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

oñeñembohory nderehe, rehejeva’erã ne rembiapo Estado pegua. Péva


oiko cherehe ha ambue guarani rayhuha rehe ojapo mokõi ary.
Ñañeha‘ãva‘erã ñamongakuaa ha jaipyso pe democracia, tove
ta’iñambusu, ta’ipyrendaporã. Ha pe democracia okakuaáramo, upéicha-
rõ okakuaáta pe diversidad, pe tekoeta, ha diversidad oñemongakuaára-
mo, ouporãta guarani opaite ñe’finguérape. Yo sostengo que las realida-
des y los problemas que enfrentan el guaraní y las lenguas minorizadas,
tanto en Paraguay como a nivel mundial, no son técnicos, sino políticos.
Depende de las voluntades políticas, y sigo sosteniendo que nos maneja
una élite mezquina y avara, una élite acaparadora de todo y que no acepta
que la sociedad –o la gran masa– acceda a los conocimientos, a las rique-
zas. Le conviene a esa élite mezquina seguir soslayando a la gente por
razones lingüísticas, le conviene seguir amordazando a la gente, a la po-
blación mayoritaria, para mantener sus privelegios y despilfarros.

–GFR: Hetaiterei upéicharõ jaguatáta, profesor. Rovy‘aiterei ningo


roñemongeta haguére nendive, ha hi‘ãite va‘erã oréve ambue programa-
pe ñaime en contacto remombe‘umive haguã oréve pe nerembiapokue, ko
ne experiencia ko idioma guaraní reheve, profesor.

–MV: Ha aguyje pefime. Guarani ikatu okakuaa, heta o‡ ohayhúva ko


ñane ñe’fi. Tekotevfivénte Estado guive oñeñangarekove hese, tove may-
mave tañandeaguara hese ha tañambohasa mitã pyhaukuérape. Aguyje-
vete pefime.

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

“IMAGINARIOS, MEMORIA Y TIEMPO EN PARAGUAY”

Roberto Céspedes Ruffinelli

–Generando Filosofía Radio: Partiendo de uno de los objetivos fun-


damentales de tu libro Imaginarios, memoria y tiempo en Paraguay, Asun-
ción, FLACSO, 2016. ¿En qué eventos cotidianos, actualmente, se hacen
visibles los imaginarios históricos paraguayos? ¿De qué manera influ-
yen esos imaginarios en las prácticas cotidianas del sujeto paraguayo?

–Roberto Céspedes Ruffinelli: Muchas gracias por invitarme a par-


ticipar en este programa para conversar con ustedes y toda la calificada
audiencia, sobre temas que nos preocupan y que hacen a nuestra forma de
analizar, de mirar y de entender porqué ocurren las cosas.
En primer lugar, para definir eventos cotidianos en los cuales se ha-
cen visibles o tangibles los imaginarios históricos paraguayos tendríamos
que definir qué son esos imaginarios. Los imaginarios constituyen una
visión que tenemos de las cosas de distintos ámbitos, acerca de lo que es y,
sobre todo, de lo que debe ser o de que es lo valioso para recordar. Cons-
tituyen un conjunto de ideas que tenemos nosotros acerca de lo que es el
modelo de lo que existe y de lo que, sobre todo, debe ser. Eso es así en la
nación, en la sexualidad, en lo cívico, en la cuestión económica y en un
extendido etcétera.
En este libro analizo elementos cotidianos de los cuales tenemos que
ser simplemente conscientes. Puede ser una canción, la imagen en un bi-
llete o moneda, en los feriados nacionales o los que están en un calendario
u otras cuestiones como la hora oficial o los feriados que se han trasladado.

213
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

En el caso de una canción, uno encuentra un modelo de sexualidad y ese


sería el caso de contraponer “Serenata” de Epifanio Méndez y “La bandi-
da” de Los Kchiporros que están prácticamente separados por aproximada-
mente medio siglo. Pero, se trata de un país que cambió. Sin embargo, la
mirada en ambos casos es desde el varón heterosexual que mira la conduc-
ta de una mujer y cómo ella debe actuar, para bien o para mal. Pero esto es
una percepción que guía una conducta acerca, sobre todo, de lo que es
bueno o malo en una mujer.
Otro caso puede ser la imagen que uno recibe de una mujer en ese
billete de 2.000 guaraníes donde tenemos a dos maestras. Entonces, se
consolida esa imagen de la mujer “Madre y Maestra”, que es una versión
extendida o pública de la tarea que hace la o nuestra madre en el ámbito
doméstico. Nuestra primera maestra y nuestra primera enfermera es nues-
tra madre. Esa identificación de la mujer “madre-maestra”, o la mujer que
debe ser maestra, nos hace pensar que es rara una mujer que es “ingenie-
ro” o “ingeniera” o una mujer que está en algún tipo de tareas que son
“propias del ámbito masculino”, como puede ser conductora de un ómni-
bus o de otro tipo de vehículo.
También está la nomenclatura de las calles o, mejor dicho, las calles de
las ciudades. Analizo las calles de Asunción que conforman un entretejido
que deviene en una estructura acerca de qué es lo que hay que recordar. Y
esto es muy importante, por ejemplo, cuáles son los países amigos, las
personalidades amigas, nuestros modelos a seguir están en los nombres
de las calles. Podría decir, en términos personales, que la casa de mis pa-
dres estaba en las calles Capitán Figari entre Teniente Fariña y Manuel
Domínguez. Ahí tengo la Guerra Grande en los dos primeros casos y tengo
a un intelectual nacionalista en el último. Tengo la imagen de la nación
bélica y al intelectual quien es relevante, en la medida en que es naciona-
lista y reivindica a la nación bélica o a un tipo particular de mezcla genética
o “raza”, como es el caso de Manuel Domínguez.
Otro tema relevante es la memoria. Para ello analizo dos temas: los
feriados nacionales en el largo plazo y el calendario de Decidamos en una

214
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

década reciente. Los feriados nacionales y, más precisamente, nacionales-


estatales son muy importantes porque los feriados de una u otra forma nos
dicen qué es lo que hay que recordar y nunca nos cuentan qué es lo que hay
que olvidar. O sea, nosotros somos conscientes de un 8 de diciembre, del
14 de mayo, del 1 de mayo o del 15 de agosto porque estos son días que
nosotros tenemos que recordar. Entonces, los feriados nacionales confor-
man un esquema, igual al de las calles, acerca de qué es lo que hay que
recordar. Ese entretejido físico que está en el nombre de las calles también
está en términos de tiempo con los feriados nacionales que tenemos.
El otro estudio de construcción de la memoria es el calendario de una
ONG (Organización No Gubernamental). Es Decidamos. Campaña para la
Educación Cívica y ahí me planteo ¿qué es lo que quiere recordar una ONG
que nació para la educación cívica, para intervenir cívicamente apenas
terminada la dictadura en 1989?, ¿qué plantea?, ¿a quiénes hay que recor-
dar? Entonces, también allí analizo las efemérides; esto es, los días para
recordar que tiene Decidamos en el transcurso del tiempo: una década 2003-
2012. Estas efemérides han ido cambiando en términos de énfasis, no es
que se sacó una fecha. Pero sí, originalmente, la mayoría estaba vinculada
a Paraguay y a la cuestión política; a medida que pasó el tiempo las efemé-
rides que Decidamos decide recordar están más relacionadas con los dere-
chos de las personas y a elementos u orientaciones que hacen a la construc-
ción de un nuevo orden. Entonces, están el tema de las personas con dis-
capacidad, la cuestión del ambiente, de las minorías sexuales o reiterada-
mente el tema de la mujer. Asimismo, se plantea la salud de la mujer y el
Día del Niño y de la Niña. En ese aspecto, una cuestión interesante es una
re-significación que se da en los calendarios y esto, para mí, es relevante.
Es el caso del Día del Niño o la Semana del Niño, que originalmente estaba
asociada a la cuestión de la Guerra de 1865-1870. Entonces, el 16 de agosto
ha ido cambiando y se habla ya de Derechos del Niño; y esos derechos del
niño posteriormente han cambiado a Derechos del Niño y de la Niña. Este
es un cambio importante.
En el área de la Memoria, se puede decir que se complementan, aun-
que no necesariamente se contraponen, pero sí son marcadamente dife-

215
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

renciados, los feriados nacionales-estatales y las efemérides de esta red de


educación cívica, “Decidamos”. Los feriados nacionales tienen especial
interés en los nacimientos por así decirlo, el 15 de agosto, 14 y 15 de mayo;
y fundamentalmente, la cuestión religiosa, el 8 y 25 de diciembre, la Sema-
na Santa, entre otros; a pesar de que algunos feriados religiosos han des-
aparecido. Otro tema también importante es el de las guerras internacio-
nales y, prácticamente, en términos marginales está un feriado como es el
1° de mayo que no está dentro de un conjunto propiamente dicho.
Otra es la perspectiva de las efemérides de Decidamos. Aquí se busca
crear una memoria, se puede decir en cierto sentido, “alternativa” a la
cuestión oficial aunque no necesariamente están contrapuestas. Pongo el
caso del mes de agosto, el 1º el calendario de Decidamos recuerda la Trage-
dia de Ycuá Bolaños y no necesariamente se asume desde esta perspectiva,
se refiere sólo a las muertes, sino también a toda una crítica del sistema de
justicia. Específicamente, se verificó cómo el interés económico ha prima-
do en esa ocasión con respecto a las vidas de las personas. En este mismo
mes, el 16 de agosto dice textualmente: “16 de agosto - Día del Niño y de
la Niña”. En el mes de setiembre, tiene el 21 como “Día de la Juventud” y
en el caso de octubre, está el 1 de octubre que es el “Día del adulto mayor”,
el 11 es el “Día internacional de la Niña”, después el 16 de octubre es el “Día
Mundial de la Soberanía Alimentaria” y el 17 es el “Día Internacional para
la erradicación de la pobreza”.
Entonces vemos cómo la cantidad de referencias del calendario de
“Decidamos” dejan de ser solamente una cuestión local y originalmente
vinculado a la cuestión política. Se transforma en una cuestión, primero,
global porque tenemos varios días internacionales y, en segunda instancia,
esos días internacionales de nuevas colectividades como el adulto mayor,
la niña, la mujer rural o propuestas de un nuevo orden como la soberanía
alimentaria y la erradicación de la pobreza. Por consiguiente, existe una
visión de no solamente más personas, más colectividades que construyen
la sociedad, sino también de un horizonte, unos parámetros de lo que se
busca como la erradicación de la pobreza y obtener la soberanía alimenta-

216
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

ria. Es, creo, un cambio importante de intento de construcción de la memo-


ria que hay que reconocer, valorar y hacer propio. Es la visión de un mun-
do más inclusivo y con valores y orientaciones hoy globales como erradi-
cación de la pobreza y medio ambiente sin que eso signifique desconocer
lo nuestro.
Pero las cosas que nosotros hoy consideramos como absolutamente
nuestras, tienen un origen internacional como puede ser el Día de Navi-
dad o el 1 de mayo. En fin, no es que Paraguay siempre ha existido aislado
del mundo. Esa es una afirmación que se cuestiona y que tenemos que ver
y vernos cada vez más como integrantes de una comunidad global, mun-
dial.
Una última área que se estudia es el uso del tiempo. Tiempo no en
términos de memoria de lo que hay que recordar, sino tiempo en términos
del día que se fija y la longitud del día. Porque el día con 24 horas es una
“arbitrariedad colectiva”, una arbitrariedad que ha sido producto de una
construcción social, así como tenemos semanas y meses y años. Y nuestro
calendario sigue estando vinculado a la época cristiana y no a otra época
aunque ya no se use Antes y Después de Cristo (AC y DC, respectivamen-
te). Entonces, con respecto al tiempo se tienen dos cuestiones: la hora ofi-
cial y los feriados móviles. Estudio la “hora oficial”, como ha ido cambian-
do a lo largo del tiempo, desde una primera legislación en 1931 hasta la del
año 2011. Esto es, cómo esa hora oficial que se adelanta o atrasa se fue
dando históricamente. Esta es una construcción social. Al comienzo se
hablaba de estaciones (verano e invierno) y luego de fechas como el 1 de
octubre. Después fue cambiando a los días domingos. ¿Para qué? Para que
el cambio de hora, de la hora oficial, se haga un día domingo y se haga esa
transición más fácil y no un día entre semana. Ese es un cambio muy
importante que en muchos casos estamos un poco desapercibidos.
Otro último tema que analizo, dentro de los estudios sobre el tiempo,
son los feriados móviles. Realmente la ley de los feriados móviles es de la
primera mitad de la década del 2000, pero se implementa recién a partir
del 2012. Y una cuestión notable es estos feriados móviles justamente son

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

los bélicos. Esto es, se establece como móviles aquellos feriados que uno
puede, ingenuamente, creer que son centrales en términos del discurso
nacionalista existente. Son el 1º de marzo (1870), el 12 de junio (1935) y el
29 de setiembre (1932). Entonces, el factor económico, de no interrumpir el
ritmo de trabajo durante la semana, es determinante sobre algunos feria-
dos que uno ingenuamente podría considerar como la quintaesencia de la
paraguayidad como la defensa de la patria en nuestras guerras internacio-
nales. Sin embargo, estos son los feriados que son pasibles de cambiarse de
fecha.

–GFR: ¿Cuáles serían los paradigmas sociológicos e históricos so-


bre los que se han venido montando las ideas y representaciones socia-
les, culturales y políticas en el Paraguay?

–RCR: Debo señalar que la literatura base de mis análisis es una lite-
ratura híbrida e interdisciplinaria. ¿En qué sentido? Primero, lo que estoy
haciendo, básicamente, es sociología histórica cultural. Para mí, nada más
social y cultural e histórico que la creación de los feriados nacionales o las
efemérides en un calendario o las imágenes de mujeres en las monedas y
billetes o los nombres de las calles de Asunción o los feriados móviles o el
cambio de hora. Esta sociología histórica cultural se nutre de distintas
disciplinas.
Por ejemplo, para la cuestión de la nomenclatura de las calles he tra-
bajado básicamente con muchos textos de geografía cultural, histórica y
política. Para analizar las monedas y billetes son imprescindibles los estu-
dios iconográficos. Sobre las canciones dedicadas a mujeres o las imágenes
de mujer en monedas y billetes es imprescindible el enfoque de género.
Sin embargo, lo que está presente en el trasfondo, como que uniendo
a todos los artículos, es la idea de construcción de la nación como lo rescata
la profesora Lorena Soler en su prólogo, que es un artículo en sí y es exce-
lente. De una u otra forma estoy trabajando lo que es construcción de la
nación o el tema del nacionalismo a través de la cultura. ¿Cómo se constru-

218
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

ye históricamente la nación? Es un proceso que nos muestra cosas que


desconocemos y que todas esas “nuestras” visiones sobre la nación son
producto de circunstancias específicas y, por sobre todo, de las fuerzas
sociales que quieren imponer una visión con respecto a las cosas. Por ejem-
plo, el Día del Niño está vinculado al tema del 16 de agosto, la batalla de
Acosta Ñu o Rubio Ñu. Y eso se hace en la década de 1940. Se hace un giro
con respecto al festejo del día del niño que se asocia a la cuestión militar. En
esa década estábamos en la plenitud de la influencia de la corporación
militar en la dirección del Estado y no solamente en el gobierno. Es todo un
largo periodo en el cual la corporación militar tiene un rol estratégico en
forjar una identidad nacional con el criterio bélico, de los grandes héroes
o de los héroes que no admiten cuestionamiento alguno. Es, por qué no
decirlo, de una historia maniquea, de una edad de oro que está siempre
presente y de los héroes supremos, con los tres rasgos señalados por Adria-
no Irala Burgos.
Sobre el tema de la nación, creo que los textos clásicos son los de
Anderson con Las comunidades imaginadas; el de Eric J. Hobsbawm sobre la
nación como un producto nuevo históricamente, para un historiador de
largo plazo quizás el más prominente historiador inglés, fallecido recien-
temente; y también está Ernest Gellner y otros. A pesar de mucho discurso,
no es que tengamos muchos estudios académicos sobre la construcción de
nación y el nacionalismo en el caso de Paraguay.

–GFR: ¿Cuál es la situación, actualmente, de las Ciencias Sociales


en Paraguay, en términos de investigación?

–RCR: No me atrevería a hablar sobre todas o “las” Ciencias Sociales,


solo sobre algunas. La Sociología ha tenido un impulso nuevo e importan-
te en la medida que el Estado ha permitido llevar a cabo investigaciones
recientes y relevantes. Otras también han avanzado, como la economía
que ve la cuestión social. También algo ha dado en Ciencia Política aunque
su peso sigue siendo muy subalterno. No se tiene apoyo para Historia y
tampoco para Antropología, comparativamente. Entonces, las Ciencias

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

Sociales están en alza, o estamos dependiendo de ese apoyo del Conacyt


y de su continuidad porque el sector privado prácticamente nunca ha
colaborado con las Ciencias Sociales en general aunque puntualmente,
también hay excepciones.
La universidad pública o privada, honestamente, hace transmisión
de conocimiento, algo de extensión universitaria y excepcionalmente algo
de investigación. Creo que en ese aspecto se dan excepciones con respecto
a algunas Ciencias Naturales en la Universidad Nacional de Asunción y
no me atrevo a hacer afirmaciones más globales. La otra cuestión es que,
los proyectos de investigación, sobre todo en Sociología están vinculados
en muchos casos a problemas operativos inmediatos. O sea, no existe una
reflexión, un apoyo a la reflexión teórica. El dinero que se otorga es para
una investigación-acción, de sociología aplicada, lo cual es comprensible
pero no necesariamente se justifican todos los casos. Porque una cosa es, a
partir de las Ciencias aplicar a los resultados, entonces tenemos tecnología
y otra cosa es la Ciencia Básica propiamente dicha, que descubre cosas y
que termina una investigación con algunas preguntas relevantes y no so-
lamente con una línea de trabajo acerca de lo que hay que hacer.

–GFR: ¿Podrías contarnos en qué proyecto de investigación actual-


mente trabajas?

–RCR: En mi caso trabajo paralelamente en un área, no es que trabajo


solo en algún tema de proyecto. Diría estoy trabajando siempre en temas
como imaginarios y memoria, nación y nacionalismo y la cuestión del
género. Esto es, construcción de la memoria, la identidad y la nación. En
términos históricos, me interesa el período posterior a la Guerra del Chaco.
Entiendo que es un periodo largo, de 1936 en adelante. Pero procuro dis-
poner de esa visión de largo plazo en la que se encuentran las continuida-
des, pero también percibir los cambios significativos. Y creo que tenemos
que estar atentos a ambas cosas.
Porque ese tejido cultural que nos hace dependientes de estructuras
de dominación se forja en el mediano y en el largo plazo. La cultura es un

220
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

entramado que nos aprisiona, pero eso no quiere decir que solamente
tenga una función negativa de aprisionarnos. También puede ser una chis-
pa que haga que miremos las cosas de otra forma y a partir de eso encon-
tremos nuevas preguntas, nuevos rumbos, y en última instancia, que se
abra una ventana para mirar lo diferente y nuevo o una puerta para aden-
trarnos en explorar, estudiar un nuevo campo o una nueva perspectiva.
Todo esto dentro de nuestra vida cotidiana con proyectos de investigación
que siempre estarán, eternamente, inconclusos. Pero tenemos que ponerle
un punto final en determinado momento.
Imaginarios y memorias se hallan, por ejemplo, en la nomenclatura
de las calles, un área en cierto sentido inagotable, porque uno encuentra
tantas cosas en esa voluntad de memoria de quienes deciden y descubre
cómo sus intereses, sus percepciones están presentes en el nombre de una
calle. Pero esta voluntad de poder forjar un pasado a recordar y un modelo
a seguir también está en un feriado, en una imagen en un billete y eso es lo
que cuenta. Entonces, esa construcción de memoria, de identidad es fun-
damental. Además de la cuestión de nombres de las calles, me interesa la
narración de la nación en la iconografía de monedas y billetes de Paraguay.
Por ejemplo, a partir de la década de 1940 y en el “stronismo”, los billetes
circulantes tienen figuras masculinas y militares.

–GFR: ¿Unas palabras finales que quieras agregar?

–RCR: Esta revisión de temas a través de estas preguntas ha sido muy


útil para mí y mucho les agradezco. Reitero mi agradecimiento en térmi-
nos de que me ha obligado a pensar a ordenar mis reflexiones sobre lo que
está escrito, por una parte, y también sobre las preguntas de ustedes, desde
afuera, me han guiado hacia las cosas que uno debe reflexionar, por otra
parte. Y de este diálogo entre lo que se escribió y la mirada del lector o
lectora, evidentemente, nos enriquecemos ambos, en una conversación
como esta. Les agradezco nuevamente a Uds. y a la audiencia que se ha
dado el tiempo para escucharnos.

221
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

222
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

NACIONALISMO E HISTORIA EN EL PARAGUAY.


¿CÓMO SE CONSTRUYE LA HISTORIA?

Sergio Cáceres Mercado

–Generando Filosofía Radio: ¿Qué significa formarse en filosofía y


ser filósofo en Paraguay?

–Sergio Cáceres Mercado: Para la tradición nuestra en Paraguay,


formarse en filosofía o querer dedicarse a la filosofía o ser filósofo como
dicen ustedes, es una decisión muy difícil, porque en Paraguay no hay
tradición de pensamiento. Por ejemplo, si nosotros estuviésemos en Espa-
ña, o cualquier país europeo, o incluso un país de Latinoamérica, como
Argentina, Brasil, Chile, México, digamos que hay una tradición de pensa-
miento ya de larga data y esencialmente en filosofía; pero en Paraguay eso
es todavía muy verde, por lo tanto, dedicarse a eso siempre suena raro,
suena una quijotada e incluso puede sonar a “loco” el decir que uno quiere
dedicarse a la filosofía.
Así que es siempre una decisión muy difícil, una decisión que uno no
la puede tomar a la ligera, sino que tiene que saber todas las implicaciones
y tiene que estar muy convencido de lo que va a hacer. Porque como te
digo, no hay una tradición, no solamente en filosofía, sino que todo lo que
se refiere a pensamiento en general. Claro que si uno busca, sobre la histo-
ria del pensamiento hay antecedentes, pero no muy numerosos. Entonces,
siempre es un tema a debatir.

223
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–GFR: Con respecto al ICSO, ¿qué proyectos de investigación vie-


nen llevando a cabo en el Instituto de Ciencias Sociales?

–SCM: El Instituto de Ciencias Sociales que está ahora, bajo la direc-


ción mía, tiene varios investigadores en ciencias sociales y está trabajando
como cinco líneas de investigación y hay actualmente cuatro de esas líneas
activas. Estos investigadores a los que me refiero, trabajan cuestiones de
sociología de la educación, antropología, población y territorio, protección
social y unas cuantas áreas más.
El ICSO es una institución novel, tiene aproximadamente unos seis
años de existencia, más o menos, y ya a esta altura ha ganado cinco proyec-
tos que van a empezar a ser ejecutados este año con Conacyt, y el año
antepasado ganó tres proyectos que también están ya en la fase de culmi-
nación. Lo que implica que es una institución que a pesar de su juventud
ya se está proyectando como institución seria en el área de investigación
social. A eso hay que sumar el hecho de que ha consolidado una Revista de
Investigación en Ciencias Sociales que es la REVICSO, que a esta altura está
por sacar su cuarto número y ya ha logrado la indexación en Latindex, lo
que significa un trabajo serio porque no es fácil justamente sacar una pu-
blicación científica en cualquier área y más en Ciencias sociales, y el ICSO
puede decir con orgullo que cuenta con una revista que se está proyectan-
do y ya está siendo referente en al área de ciencias sociales, no solamente
en Paraguay sino que ya en la región, porque ya empezamos a tener cola-
boraciones de Argentina, de Brasil, de México, e incluso de Europa.

–GFR: Con respecto a nuestro tema, en uno de tus trabajos titulado


El sentido de la historia del Paraguay en el discurso historiográfico, seña-
las que la historiografía que funda la memoria histórica del Paraguay se
da desde las postrimerías del siglo XIX, de esta manera, ¿cuál sería la
crítica a la misma desde la filosofía?

–SCM: Me refiero a las postrimerías del siglo XIX, porque me estoy


refiriendo a una generación de grandes intelectuales, posiblemente la pri-

224
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

mera generación importante de intelectuales que tuvo el Paraguay que es


conocida, es clasificada como la generación del novecientos o del novecen-
tismo. Esa generación de posguerra, que nació justamente en la posguerra
del setenta. Es una generación que entre varias de las cosas que escribió, la
más importante fue justamente la historia del Paraguay. Entonces son los
primeros que hacen una versión que es la versión canónica se suele decir,
de cómo se escribe y cómo se entiende el pasado del Paraguay. Esa versión,
como es pionera se ha socializado a lo largo de todo el siglo XX, ha calado
hondo en el imaginario histórico o en la memoria colectiva de la sociedad
paraguaya y tiene mucha fuerza y ha impactado.
Por otra parte, la filosofía siempre tiene que tener una parte de criti-
cidad, tiene que ser capaz de mostrar cómo se escriben las historias, no
solamente la historia del Paraguay sino todo tipo de historia, eso quiere
decir entrar en la epistemología, entrar en la metodología, y entender cuá-
les son los procesos de memoria colectiva y cuáles son los procesos de
recopilación heurísticos, incluso hermenéuticos como se escribe la historia
de cualquier país o de cualquier nación o de cualquier región. Y entonces
entender qué ideas están ahí, por qué se pusieron esas ideas, qué es lo que
se quería defender en ese momento y cómo todavía eso repercute en noso-
tros a veces positivamente, y a veces negativamente, porque la cuestión es
que ese tipo de historias tenían un sentido en cierto momento dado, pero
que actualmente ya no tienen el mismo sentido y hay que revisarlo.
Eso también tiene que venir acompañado de un revisionismo histó-
rico que es más o menos lo que está también empezando a hacerse de parte
de los historiadores. El revisionismo histórico lo hacen los historiadores
contemporáneos, lo que significa que ellos revisan las versiones de la his-
toria anteriores a ellos y vuelven a contar con nuevos datos, con nuevas
teorías. Entonces, la filosofía de la historia lo que haría es criticar en el
sentido de desmenuzar, en el sentido cartesiano de ver todas las partes en
que se compone ese relato y de ahí analizar justamente, qué es lo que sirve
o qué es lo que todavía podemos rescatar y qué cosas es criticable, e incluso
perjudicial para la sociedad nuestra, porque una de las cosas que hay que

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

entender es que la historia no es inocente, la manera de contar historia


repercute en el comportamiento y en el imaginario de la gente. Entonces,
hay veces en que eso moviliza de alguna manera a las personas y a veces
las lleva por senderos o por derroteros equivocados y lo importante acá es
que una filosofía crítica de la historia tendría que mostrar esos errores a la
par, repito, de un revisionismo histórico.

–GFR: ¿Qué aspectos positivos y negativos pueden señalarse en la


enseñanza de la historia en nuestras universidades?

SCM: Lo positivo en primer lugar, hay que agradecer que existen


carreras de historia en por lo menos yo conozco dos facultades: la Facultad
de Filosofía de la Católica y la Facultad de Filosofía de la Universidad
Nacional de Asunción que tiene una licenciatura en historia. Eso ya es una
cuestión positiva. Estuve muchos años enseñando en la carrera de historia
de la UNA, tienen una grilla interesante de materias teóricas y también
una cuantas que son prácticas. Así que se los prepara para la práctica
historiográfica. Ahora, las falencias, entiendo desde mi punto de vista, es
que se siguen repitiendo sin mucha crítica esa historiografía la cual men-
cionamos, que es la historiografía de principios del siglo XX. No hay de-
masiado entrenamiento en hacer un revisionismo de eso, no se les enseña
a los alumnos a ser críticos y especialmente no se les enseña cómo se escri-
be y cómo se piensa la historia, porque eso ayuda a desmitificar la historia.
Entonces, generalmente son repetidores de una historia escrita hace
más de cien años, sin ninguna idea de que eso puede ser cambiado o puede
ser retocado, o al menos criticado. Esa es una de las críticas que yo le haría,
y lo otro es que a pesar de que existen materias teóricas, el historiador
generalmente tiene una gran –no digo todos, hay algunas excepciones,
pero en su mayoría de los que egresan– falencia en cuanto al manejo de
teorías, o de teorías generales en las ciencias sociales que tienen, a su vez,
mucha repercusión en el trabajo historiográfico. Entonces, sociología, an-
tropología, filosofía, y otros tipos de epistemologías, ellos la llevan, pero la
llevan muy débilmente en general. Y ahí hay una falencia, porque los bue-

226
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

nos historiadores, históricamente, han sido personas que han sido grandes
investigadores y al mismo tiempo manejaban muy bien la teoría social. Yo
creo que eso también es una falencia que explica más o menos por qué
nuestros historiadores escriben poco y cuando investigan, investigan de
una manera casi similar a las anteriores generaciones.

–GFR: ¿Qué proyectos de investigación vienes llevando a cabo,


independientemente del ICSO?

–SCM: En ICSO, como es un Instituto de Ciencias Sociales, aunque


allí hay gente, en mi caso con posgrado en historia o en otro caso, de un
filósofo que tiene un posgrado en antropología, ambos nos dedicamos a
cuestiones de ciencias sociales, siempre. También hay un trasfondo filosó-
fico. Yo, en ICSO, aunque ahora mismo estoy terminando una investiga-
ción que tiene que ver con el concepto de ciencia e investigación en los
universitarios, tomando muestras de universidades del interior y de Asun-
ción.
Eso tiene un trasfondo de epistemología, por ejemplo. La base teórica,
en realidad tiene que ver con eso. Así que, estoy liderando un equipo de
investigación que hace un trabajo de campo en las ciencias sociales pero
que justamente quiere comprobar una hipótesis filosófica sobre la meto-
dología de la investigación.
Fuera de eso, siempre trabajo en cuestiones de historia del pensa-
miento en el Paraguay. Justamente, ahora estoy preparando una publica-
ción sobre la filosofía en los novecentistas, que va a ser parte de una colec-
ción que está por salir y también siempre me interesa mucho lo que es la
epistemología en general, que es la línea de investigación en la cual yo
estoy en el ICSO; que es la línea de epistemología y educación superior,
donde estoy con el sociólogo Rodrigo Brítez y otros colegas más llevando
a cabo. O sea, trato siempre de ir a mis raíces, que es la filosofía, y en ese
campo la filosofía de la historia en Paraguay o la filosofía de la cultura del
Paraguay, que siempre me interesan y estoy investigando en el tiempo que
me dejan las otras actividades.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

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RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

¿PENSAMIENTO Y FILOSOFÍA EN PARAGUAY…? ¡ANICHÉNE...!


REFLEXIONES EN TORNO A LA OBRA:
NAMBRÉNA. ESCRITOS “GUAÚ” DE FILOSOFÍA Y OTRAS “VYRÉSAS”

José Manuel Silvero Arévalos

–Generando Filosofía Radio: Nambréna es una obra muy sugerente


desde el título, puesto que este se escapa del formato habitual de las
obras académicas y al leerla nos encontramos con ironía y humor, sin
descuidar la rigurosidad académica. ¿Cómo has concebido esta obra y
qué percepción te ha dejado?

José Manuel Silvero Arévalos: Nambréna es un libro que me ha dado


muchas satisfacciones, y es una prueba clara de que para hacer algo serio
hay que reírse mucho. La risa es una cuestión seria porque en Nambréna
hay mucha ironía, incluso una sobreabundacia de metáforas. Al mismo
tiempo debo reconocer que al revisar en el tiempo el libro, veo que hay
cuestiones que lo trabajé y asumí de una manera muy irresponsable, sin
muchas fuentes. Si tuviera que volver a escribir hoy algo parecido, segura-
mente dudaría muchísimo, pero en aquel entonces tuve las ganas, la intui-
ción, una mezcla de impulso y necesidad de plasmar una obra que pudiera
asumir el pensamiento paraguayo desde esa tónica: la ironía, la metáfora,
incluso algo de fantasía y maravilla. A pesar de todo esto, Nambréna no se
despega de la cotidianeidad, de cuestiones que hacen de nosotros lo que
somos y lo que no somos, lo que no queremos ser o lo que no podemos ser.

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

–GFR: Usted se graduó en Filosofía en la Universidad Nacional de


Asunción y posteriormente siguió sus estudios de posgrado en la Uni-
versidad de Oviedo, España. ¿Cuál fue su experiencia allí con la filoso-
fía?

–JMS: En primer lugar, permítanme recordar con mucho cariño a


algunos destacados profesores, que tuve aquí en la Universidad Nacional
de Asunción y, por supuesto, también recuerdo a algunos profesores “in-
substanciales” que aparecieron en mi camino, pero la vida es así. Hay
buenos profesores y malos profesores. Me quedo con el recuerdo de los
buenos profesores y de aquellos que verdaderamente marcaron el camino
que yo he seguido.
En su momento, a finales de la década de los 90, del siglo pasado,
accedí a una beca para continuar mis estudios en España, puntualmente
en la Universidad de Oviedo. En aquel entonces era dificultoso el camino
para llegar a un posgrado, las posibilidades eran pocas para acceder a una
ayuda de movilidad. Hoy día tenemos la suerte de contar con programas
como BECAL, con muchas redes, donde las universidades públicas están
insertas y a un estudiante de licenciatura le es fácil acceder a una ayuda o
a una beca. En mi caso, tenía pocas posibilidades. En principio quise viajar
a Alemania, pero el idioma fue una barrera importante. Me postulé a una
beca de la Agencia Española de Cooperación y salí beneficiado. Cursé el
diplomado en Estudios Avanzados en Filosfía e inmediatamente me ins-
cribí al programa de doctorado en la Facultad de Filosofía de la Universi-
dad de Oviedo. En esa ciudad conocí al prestigioso filósofo español Gus-
tavo Bueno, y a los miembros de la Escuela de Oviedo. En ese ámbito
conocí a pensadores de primera línea. Y por supuesto a quien luego sería
mi tutor en la maestría, el Dr. Alberto Hidalgo Tuñon, quien también,
generosa y sabiamente, me dirigió la tesis doctoral. Y fue en ese ambiente
intelectual que caí en la cuenta de que más allá de Pitágoras, filósofo que
me tenía muy inspirado, había un mundo de posibilidades para la inves-
tigación. Entonces me decanté por la Bioética como tema de investigación

230
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

para mi tesis de doctorado. De aquellos años tengo el mejor de los recuer-


dos. Mi paso por la Facultad de Filosofía de la Universidad de Oviedo ha
marcado mi vida como persona y como profesional.

GFR: Con respecto al tema del Pensamiento paraguayo ¿podrías


explicarnos desde cuándo entra en escena este tema como un objeto de
reflexión y análisis por parte de los investigadores locales?

–JMS: El abordaje del pensamiento paraguayo es una tarea que viene


de lejos, en su momento, nuestros pensadores más brillantes como Adria-
no Irala Burgos, Secundino Nuñez, entre otros, ya se habían ocupado del
tema. Entonces, lo que ha ocurrido en estos últimos años es una especie de
revival. Pero hay una cuestión interesante que debemos tener en cuenta,
más allá del tratamiento de este tema por nuestros pensadores más desta-
cados, la academia como tal nunca ha asumido oficialmente el reto de
incorporar la discusión del pensamiento paraguayo. Allá por 2005, gracias
al trabajo y al esfuerzo de un grupo grande de docentes de filosofía, la
situación fue cambiando. Si bien es cierto que no se ha logrado aún que se
incluya dentro del currículum al pensamiento paraguayo como una mate-
ria con todas las prerrogativas, el camino ya está trazado y es una cuestión
de tiempo para que se rectifique y se haga justicia.
Entonces, seguimos tratando el pensamiento paraguayo como una
cuestión circunstancial, hasta incluso como una especie de jeguaka, ador-
no. O que queda al final del desarrollo de una materia, como una guinda,
¿no?
Por ejemplo, durante el transcurso del programa radial estuvieron
hablando de Barrett. Leer los escritos de Barrett es un detalle que exije
tiempo y esfuerzo, por lo tanto, conectar toda esa riqueza en un contexto
histórico, político y social es tarea que se debe desarrollar en una o dos
materias durante la formación académica. Solamente de esa manera se
podría entender a cabalidad el alcance y los matices de aquella discusión
que sostuvo con Manuel Domínguez.

231
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

Debemos rescatar una serie escritos y someterlos al tamiz de la crítica,


es decir, hacer que el pensamiento paraguayo “viva” en la academia y que
no esté de paso como anécdota o pasatiempo.

–GFR: ¿Cómo se vincula la filosofía en este caso, podríamos hablar


de la filosofía como una cuestión social y política, qué enfoque tendría
el pensamiento paraguayo, cuáles son las problemáticas que se tratan en
este campo?

–JMS: Hay cuestiones sociales, políticas que se vislumbran en la


mayoría de los textos de nuestros pensadores y pensadoras. Más allá de
algunas referencias como el “ser paraguayo” de Natalicio González, esca-
sean las cuestiones metafísicas, por el contrario, las preocupaciones mun-
danas abundan y de manera muy interesante. Asimismo, en el tiempo
presente, los filósofos jóvenes están escribiendo mucho y yo creo que están
planteando cuestiones bien filosóficas de fondo, pero el grueso del pensa-
miento paraguayo, sigue pivotando sobre temas políticos, sociales, y pre-
ocupaciones que hacen a la vida nacional. Eso tiene su ventaja y tiene su
desventaja. La ventaja es que nos ayuda a reflexionar sobre la realidad
inmediata, y su desventaja, el riesgo de ensimismarnos, de perdernos en
nuestra cotidianeidad en detrimento de temas y cuestiones más regionales
o globales.
Debemos cuidar de que nuestras preocupaciones no se arropen de
lógicas muy acotadasy perder así la sensibilidad de asumir las discusiones
globales.

–GFR: ¿Qué significa estudiar y conocer sobre el pensamiento pa-


raguayo para nuestra sociedad actualmente, en qué podría contribuir el
conocimiento sobre nuestros pensadores paraguayos?

–JMS: Conocer a nuestro pensadores y pensadoras ayudaría a forta-


lecer nuestra maltratada democracia, para no repetir el cliché de transi-

232
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

ción… Y ayudaría en el sentido de identificar ciertos imponderables y


tópicos tan manidos como la xenofobia, el nacionalismo en su vertiente
más irracional, el higienismo y sus resultas, en fin, un montón de temas y
cuestiones que al día de hoy siguen tan vigentes a la espera de ser reinter-
pretados y superados.
Es verdad que somos proclives a repetir de manera muy fiel el pensa-
miento filosófico de los extranjeros como si ello nos aseguráse un desem-
peño auténtico. Es demasiado fácil comprar libros y repetir ideas ajenas.
Eso es lo más fácil, pero resulta que estudiar filosofía no debería empujar-
nos únicamente a eso. Estudiar filosofía para repetir textos ajenos a mí me
parece una actividad bastante aburrida, una pérdida de tiempo. Si estu-
diamos filosofía tendría que ser justamente, para, es cierto, revisar las ideas
nuestras y ajenas, para construir nuevas ideas y mejorar nuestra existencia
como sociedad.
Si la filosofía no es válida y no colabora para mejorarnos como perso-
nas, como sociedad, como grupo, como nación, etc., no tiene razón de ser.
La filosofía es compromiso, no es un divertimento, tampoco una actividad
lúdica para adminstrar conceptos raros y de paso calmar nuestras penas.
La filosofía es, en definitiva, una cuestión política fundamental. Si la filo-
sofía no es compromiso, y no es una cuestión política, no es absolutamente
nada.

–GFR: Con respecto al tema de los proyectos de investigación, ¿po-


drías comentarnos acerca de tu trabajo actual, estás proyectando alguna
investigación nueva, algún libro, si podrías darnos a conocer?

–JMS: Mi último trabajo Suciedad, Cuerpo y Civilización lo presenté en


el año 2014. El texto ha sido bastante exitoso y ha propiciado coloquios y
encuentros en varios lugares del mundo. Está de más decir que me ha
dado muchas satisfacciones el mencionado escrito.
Por otro lado, vengo ultimando los detalles de un libro de próxima
publicación en una editorial que ha fundado mi esposa, también docente

233
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

de filosofía, Mariza Amaral. La editorial se llama Suindá. El libro en cues-


tión es un compilado de textos cortos, específicamente de artículos perio-
dísticos o escritos que han aparecido en mi blog Filosofía para guarangos, en
los periódicos donde he colaborado en estos últimos doce años. Editar el
libro ha sido muy interesante, una especie de visita a las ideas que durante
estos años fui dejando en los diferentes formatos.
Asimismo, tengo en curso un trabajo de investigación muy ambicio-
so, probablemente me demandará un par de años culminarlo. El mismo se
titula El ocaso del asombro. Es una reflexión sobre las nuevas tecnologías y el
impacto que ha significado para nuestras vidas en todos sus órdenes. No
solamente estoy aprendiendo mucho, sino también enfrentándome a cer-
tezas y acontecimientos muy singulares que exigen una tarea reflexiva
importante.
Tambien quisiera hacer referencia a un proyecto donde he participa-
do; el documental Un suelo lejano, de Gabriel Muro. La película se adentra
en la llamativa historia de la localidad de Nueva Germania, departamento
de San Pedro.16

16. El filme ha sido estrenado en diciembre del año 2016 en el prestigioso Festival Inter-
nacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana-Cuba. Las críticas han
sido muy positivas. Asimismo, fue seleccionado y compitió en el Buenos Aires Fes-
tival Internacional de Cine Independiente (BAFICI), uno de los eventos más impor-
tantes en lo que a cine independiente a nivel de América Latina se refiere. En el año
2017 se ha exhibido también en el Latin American Film Festival, que tiene lugar cada
año en la ciudad de Washington D.C.; en la edición 31 del Festival Cineuropa
Compostela de la ciudad de Santiago de Compostela, España; en el Festival Tandil
Cine-Argentina; en el Festival Internacional de Cine de Mérida-Yucatán, México, en
carácter de Premiere Mexicana, en el marco de la Sección Internacional de Docu-
mentales; en el Festival Cine del Mar - Un Cine del Mercosur, festejando los 110 años
de Punta del Este, Uruguay. En el marco del 26° Festival Internacional de Cine, Arte
y Cultura de Paraguay se vivió la Noche Argentina de Cine con la proyección del
documental “Un suelo Lejano”. Con respecto al mundo académico, se ha proyecta-
do en el CIAL-UNAM de México, en la UNE de Paraguay y está previsto su presen-
tación en la Universidad de Turín, Italia, y en la Casa da América Latina de Lisboa.
La producción fue posible gracias al Fondo Nacional de Cultura y las Artes
(FONDEC), del Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales (IINCA). También el
apoyo de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y de la Universidad Nacio-
nal del Este (UNE) fueron muy importantes.

234
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

REFLEXIONES EN TORNO AL PENSAMIENTO POLÍTICO Y SOCIAL


PARAGUAYO DEL SIGLO XX

Herib Caballero Campos

–Generando Filosofía Radio: ¿Por qué volver a las ideas políticas y


sociales desarrolladas por nuestros intelectuales clásicos para pensar la
realidad actual?

–Herib Caballero Campos: Para poner en el contexto del libro “An-


tología del Pensamiento Político y Social Paraguayo”, como profesor asis-
tente desde el 2005 de la catedra Historia de las Ideas Políticas de la Facul-
tad de Derecho de la Universidad Nacional de Asunción, en la carrera de
Ciencias Políticas. Ahí me di cuenta que hacía falta un material escrito que
mínimamente sirva como recopilación de todos los textos más importan-
tes del pensamiento político paraguayo. Porque en los últimos años se ha
detectado, en líneas generales y se ve a nivel de prensa, que existe un vacío
ideológico de los distintos grupos políticos que pugnan por el poder en el
Paraguay. En ese sentido, creía fundamental el recuperar a estos pensado-
res y de alguna forma comprender las luchas que se dieron en la primera
mitad del siglo XX.

–GFR: ¿Cuáles fueron esos debates ideológicos que se desarrolla-


ron en la historia del pensamiento paraguayo a principios del siglo XX?

–HCC: El más importante, pero que no se toca en esta antología es el


que se dio entre Cecilio Báez y Juan E. O’Leary en torno al heroísmo y al

235
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

nacionalismo. Lo que sí se ve en un debate entre Ignacio A. Pane y Cecilio


Báez que se rescata en estos textos y en la antología, es una visión desde el
político con respecto al pueblo, mientras Báez tiene una visión más elitista.
Más enraizada con la tesis positivista, que el latinoamericano tiene que ser
redimido, tener un modelo más europeizante. Sin embargo, Ignacio A.
Pane rescata los valores tradicionales de la cultura guaraní, en el marco de
la cultura tradicional paraguaya.

–GFR: En el caso del debate Báez-O’Leary, ¿qué podés decirnos,


cuál era su importancia en los inicios del siglo XX?

–HCC: La importancia, que no se trata en el texto pero se trasunta en


todas las ideologías, el tema del nacionalismo. Entonces nos encontramos
con nacionalistas en el Partido Liberal, en el Partido Colorado, en la Liga
Nacional Independiente con Stefanich e incluso en el Partido Comunista
con Oscar Creydt. Ese debate fue fundamental porque O’Leary ganó el
debate y a partir de esa victoria, él llegó a insertarse de una manera tan
profunda en los distintos referentes ideológicos del Paraguay del comien-
zo del siglo XX.

–GFR: En la actualidad, a veces existe un divorcio entre intelectua-


lidad y política. En ese punto, saliendo un poco de la obra y concentrán-
donos en el contexto en que se fueron desarrollando estas ideas, ¿cuáles
fueron las relaciones entre intelectuales y políticos para el desarrollo de
las ideas políticas del siglo XX en el Paraguay?

–HCC: Ahí hay que entender una cosa. Los políticos eran intelectua-
les y casi todos los intelectuales eran políticos. Pero no políticos solamente
teóricos, sino de barricada, de acciones, de participar permanentemente
en todo tipo de actividades. Se rescata lo que dice en sus Apuntes de Socio-
logía, Ignacio A. Pane describe cómo eran sus días. Ir de la Escuela Normal
a la Facultad de Derecho a dar clases, después al periódico a escribir su

236
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

columna y de ahí a la Cámara de Diputados a debatir las leyes. Esa es una


demostración de cómo eran era el día a día de esos políticos que a la vez
eran intelectuales y también escribían, y escribían muy bien. Y que soste-
nían sus ideas en tanto en el campo teórico como en la práctica.

–GFR: Teniendo en cuenta que los gobiernos de Morínigo y de


Stroessner se considera la época del nacionalismo autoritario, ¿se puede
decir que fue en esa época el divorcio entre la intelectualidad y la polí-
tica?

–HCC: Y sí. Ocurre es que al establecerse una verdad oficial y unos


cánones oficiales cercenando cualquier posibilidad a una crítica libre, a
una universidad intervenida durante varios años. A un modelo educativo
que desalentaba cualquier pensamiento crítico. Obviamente que hizo di-
vorciar la política, que se volvió mucho más de obsecuencia y de praxis, sin
mucha teoría, donde finalmente a comienzos de este siglo XXI, el politólo-
go Alcántara Sanz, de la Universidad de Salamanca, hizo un estudio sobre
las élites parlamentarias en Paraguay. El resultado de su estudio, que está
disponible en línea, demuestra que no hay grandes diferencias ideológicas
entre los referentes de los distintos partidos, justamente por ese divorcio
de la teoría de la práctica política.

–GFR: Con relación a la historiografía tradicional se enfoca, especí-


ficamente, en los conflictos bélicos y políticos, desconociendo otros as-
pectos de la vida de la sociedad. ¿Cuáles son los avances experimenta-
dos, en los últimos años, en la historiografía paraguaya? ¿Cuáles son los
desafíos?

–HCC: Creo que el tema de la historiografía paraguaya se ha enrique-


cido muchísimo y todos los que han escrito destacan el fenómeno del
Bicentenario. Este hecho ha permitido publicar libros que estaban agota-
dos, ha permitido investigaciones nuevas y eso ha favorecido el surgi-

237
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

miento de nuevos historiadores, de nuevas miradas sobre la historia. En-


tonces aparecen sujetos que hasta entonces no estaban en la historiografía
tradicional paraguaya. Hay gente que se queja, que solamente se leen
autores extranjeros sobre historia del Paraguay. Lo que pasa es que esos
autores son los que han trabajado sobre el tema de mujer, de las clases
subalternas, el mundo del trabajo. También hay historiadores nacionales.
Pero cuando uno entiende la historia como una ciencia, no como una causa
política, entonces tiene que usar criterios científicos de saber si es una
buena o mala investigación, independientemente de la nacionalidad de la
persona que realizó el trabajo o el estudio. Creo que ese es un aporte inte-
resante, de los últimos años de la historiografía, está surgiendo una gene-
ración joven; destacándose con esas nuevas interrogantes, nuevas temáti-
cas, nuevos abordajes sobre la historiografía paraguaya que da la posibi-
lidad y la perspectiva de que en los próximos años vamos a tener una
renovación sumamente interesante. Superando un poco esa visión milita-
rista, estatista; donde solo el pasado es de guerra, de fracasos y donde
también se están destacando los actores colectivos. Estos nuevos estudios
pueden ayudarnos a comprender mucho mejor la evolución de la socie-
dad paraguaya. Comprender cuáles son los orígenes de nuestros proble-
mas. Y, ante todo, considero lo más destacable de esta renovación historio-
gráfica que lógicamente tiene sus avances y sus retrocesos, porque casi 70
años de una verdad oficial cuesta muchísimo reemplazar, más cuando
todavía no hay centros que dispongan de fondos suficientes para fomen-
tar las investigaciones. Porque la historia es una carrera científica que no es
un hobby, sino que hay que dedicarse a eso permanentemente, como cual-
quier otra disciplina científica. Entonces, creo que uno de los elementos
más interesantes de esta renovación tiene que ver con esta instalación de
estas nuevas interpretaciones y creo que hay un futuro promisorio y hay
figuras muy destacadas que, con menos de 40 años, están haciendo una
labor estupenda en términos de renovar la historiografía paraguaya.

238
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

–GFR: Además de la superación total que se debe dar de la historio-


grafía militarista, ¿qué otros desafíos podemos ver?

–HCC: Creo que uno de los grandes desafíos que se tiene hoy, no
solamente en el ámbito de la Historia sino de las Ciencias Sociales en gene-
ral, es el tema de una mayor visibilizacion de lo que se produce en Para-
guay, fuera del país. Es muy triste de que uno vaya a una librería al norte
de Argentina o en el Estado de Paraná en Brasil y, a pesar de la cercanía
geográfica, no hay disponibilidad de libros de las investigaciones o mu-
chas de las revistas más prestigiosas que existen en nuestro país no dispon-
gan de versiones online, de manera que los investigadores de otras latitu-
des puedan consultar la riqueza de las investigaciones que se realizan en
Paraguay, reitero, en distintas disciplinas. Ese es el gran desafío. Hacer
conocer la buena investigación y los nuevos temas e interrogantes que se
están planteando en las investigaciones sociales en Paraguay.

–GFR: ¿Algo más que quieras agregar, ya sea sobre esta obra “An-
tología del Pensamiento Político y Social Paraguayo” o sobre la historio-
grafía en nuestro país?

–HCC: El tema de la “Antología” para mí fue un gran desafío en su


momento. Está pendiente el volumen II, que en algún momento puede
salir. Pero la idea era facilitar el acceso a fuentes que en algunos casos están
agotados o de difícil acceso. Por ejemplo, un texto sobre feminismo de
Anselmo Jover Peralta que algunas referentes de la historia del feminismo
me decían que no conocían. Este tipo de texto, de manuales, de compila-
ción de lecturas en las distintas disciplinas son bastante útiles, sobre todo
para difundir entre el público estudiantil y principalmente, el público
universitario.

239
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

240
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

ENTREVISTADOS

Ticio Escobar
Es curador, profesor, crítico de arte y promotor cultural. Abogado y
licenciado en Filosofía, Universidad Católica, Asunción. Director del Museo
de Arte Indígena, Centro de Artes Visuales, Asunción.(hasta 2008). Direc-
tor de Cultura de la Municipalidad de Asunción (1992-1996). Presidente
del Capítulo Paraguayo de la Asociación Internacional de Críticos de Arte.
Miembro del Claustro del Doctorado en Filosofía, Mención en Estética y
Teoría del Arte de la Universidad de Chile. Fue designado secretario de
Cultura por el presidente Fernando Lugo para el periodo 2008-2013.
Entre las distinciones recibidas destacan: 1984. Premio Crítico Latino-
americano del año otorgado por la Sección Argentina de la Asociación
Internacional de Críticos de Arte; 1991. Premio Sudamérica concedido por
el Centro de Estudios Históricos, Antropológicos y Sociales de Buenos
Aires; 1997. Condecoración del Gobierno del Brasil, Orden de Río Branco
en el grado de Comendador; 1998. Beca de la Guggenheim Foundation;
1998. Llave de la Ciudad de la Habana; 1998. Premio Príncipe Claus de
Holanda para la Cultura y el Desarrollo; 2000. Premio Basilio Uribe a la
trayectoria de Crítico Latinoamericano y del Caribe otorgado ex aequo por
la Sección Argentina de la Asociación Internacional de Críticos de Arte;
2003. Nombramiento de Profesor Honorario del Instituto Universitario
Nacional de Arte (IUNA), Buenos Aires, República Argentina; 2004. Pre-
mio Bartolomé de las Casas otorgado ex aequo por Casa de América,
Madrid, por su apoyo a la cultura de los pueblos indígenas; 2005. Recibe
la Condecoración de la Orden de Mayo, en el grado de Oficial, otorgado

241
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

por el Gobierno argentino; 2009. Recibe la distinción de Caballero de la


Orden francesa de las Artes y las Letras; 2013. Recibe la distinción de Hijo
Dilecto de Asunción; 2015. Recibe la distinción de Maestro del Arte en
Paraguay; 2015. Recibe el título de Doctor Honoris Causa por la Universi-
dad Nacional de las Artes (UNA) de la República de Argentina.
Entre sus publicaciones podemos citar: Una interpretación de las artes
visuales en el Paraguay. Dos tomos, Colección de las Américas. Asunción,
1982 y 1984 (reedición, edit. Servilibro, Asunción, 2008); El mito del arte y el
mito del pueblo. RP Edic. y Museo del Barro. Asunción, 1986 (reedición: Edit.
Metales Pesados, Santiago de Chile, 2008); Misión: etnocidio. Comisión de
Solidaridad con los Pueblos Indígenas, Asunción, 1988; La belleza de los
otros (arte indígena del Paraguay). RP y Museo del Barro, Asunción, 1993;
Sobre Cultura y Mercosur. Edic. Don Bosco-Ñandutí Vive. Asunción, 1995;
El arte en los tiempos globales. Edic. Don Bosco. Asunción, 1997; La maldición
de Nemur. Acerca del arte, el mito y el ritual de los indígenas ishir del Gran Chaco
Paraguayo. Centro de Artes Visuales-Museo del Barro. Asunción, 1999 (ree-
diciones: Universidad de Murcia y de Pittsburgh, 2007); El arte fuera de sí.
Centro de Artes Visuales-Museo del Barro, Fondec, Asunción, 2004; La
mínima distancia, edic. Matanzas, La Habana, 2010, entre otros textos.

Osvaldo Gómez Lezcano


Nació en Asunción, 1968. Profesor de Filosofía y Educación Ética y
Ciudadana (ISEHF – Instituto Superior de Estudios Humanísticos y Filo-
sóficos San Francisco Javier). Licenciado en Filosofía por la Universidad
Católica “Ntra. Sra. de la Asunción”, con la tesina Taú y Keraná. Una Her-
menéutica de la Cultura Paraguaya (inédita). Actualmente, culminando la
Maestría en Filosofía Política Contemporánea en la Universidad Nacional
de Asunción.
Investigador principal y editor de “Idearium. Filosofía Política en
Paraguay” (2017), proyecto financiado por el CONACYT a través del pro-
grama PROCIENCIA con recursos del Fondo para la Excelencia de la Edu-
cación e Investigación – FEEI del FONACIDE.

242
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

Docente y ex Director Ejecutivo del Centro de Investigaciones en Fi-


losofía y Ciencias Humanas (CIF). Director y Editor de la Biblioteca Ana-
lítica Luqueña (BAL). Miembro del Comité Coordinador de la Contraloría
Ciudadana de Luque y del Consejo Distrital de Educación FONACIDE de
Luque.
Miembro del Observatorio de Veeduría y Control Ciudadano.
Investigador independiente y autor de artículos filosóficos en perió-
dicos, revistas y libros colectivos. Correo-e: ogymagog@gmail.com

Juan Andrés Cardozo


Doctorado en Filosofía en la Universidad Libre de Berlín, Máster en
Filosofía en la Universidad Del Salvador de Buenos Aires. Experiencia
Académica: Profesor de Epistemología (Universidad Católica, Facultad
de Sociología), Profesor de Filosofía de la Educación (UNA), Profesor de
Filosofía del Derecho (Facultad de Derecho de la UNA), Profesor de Post-
grado en Ciencias Sociales de la UNA y de la UNE, Profesor de Filosofía
Política en Posgrado de la Facultad de Filosofía de la UNA, Profesor de
Epistemología en la Facultad de Filosofía de la UNA y de la UNE, Profesor
de Sociología del Conocimiento (Flacso/Paraguay). Publicaciones: “La
razón como Alternativa Histórica”, “El Estado Autoritario”, “Universidad
y Conocimiento Científico”, «Los problemas de la Ciencia en América
Latina» (UNESCO), “La cultura como un proceso de no apropiación”,
entre otros ensayos. Participó en diversos Congresos Internacionales de
Filosofía y dictó conferencias en el Instituto de Altos Estudios Sociales y
Políticos de París, en el Colegio de Francia, en la Universidad de Harvard,
de Maryland, en la Universidad de Barcelona y en la Universidad de
Frankfurt. Actualmente (2018) es Director General de la Academia Diplo-
mática y Consular del Paraguay.

Victoria Taboada Gómez


Socióloga por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asun-
ción, especialista en Metodología de la Investigación Social por la Univer-

243
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

sidad Europea Miguel de Cervantes, masteranda en Investigación en Cien-


cias Sociales por la Universidad Humboldt de Berlín. Miembro de Socio-
data y del Comité Paraguayo de Ciencias Históricas. Líneas de investiga-
ción: género, epistemología y metodología de la investigación, transnacio-
nalismo, estudios de memoria.

Claudio José Fuentes Armadans


Asunción, Paraguay, 1982. Licenciado en Historia por la Universidad
Católica “Nuestra Señora de la Asunción” (UCA), docente de esa misma
casa de estudios y de la Universidad del Norte (UNINORTE). Estudiante
de posgrado en Ciencias Sociales de la Dirección General de Postgrado y
Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Asunción (UNA).
Su línea de estudios se enfoca principalmente en la historia política y la
historiografía del periodo de posguerra paraguaya de fines del siglo XIX
y comienzos del siglo XX, así como en estudios de historia del periodismo.
Miembro fundador del Comité Paraguayo de Ciencias Históricas (CPCH),
académico correspondiente de la Academia Paraguaya de la Historia (APH)
y miembro de Sociodata. Tiene libros, capítulos en libros y artículos en
revistas académicas publicados; entre los que destaca “La Maldición del
Legionario. Cómo se construyó un estigma político autoritario en el Paraguay”
(2016), Editorial Tiempo de Historia

Eduardo Restrepo
Profesor titular de la Universidad Pontificia Javeriana, Colombia.
Doctor en Antropología con énfasis en estudios culturales de la Universi-
dad de Carolina del Norte-Chapel Hill. Actualmente es director del De-
partamento de Estudios Culturales y de la Maestría en Estudios Cultura-
les de la Universidad Javeriana. Intereses: Teoría social contemporánea,
antropologías del mundo, estudios culturales, políticas de la representa-
ción, articulaciones étnicas y raciales, población afrodescendiente, región
del Pacífico colombiano.

244
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

Eduardo Quintana
Es periodista científico y divulgador. Estudió filosofía en la Universi-
dad Nacional de Asunción (UNA). Fue conductor de radio con programas
de ciencia (El Laboratorio, en Ñandutí) y de filosofía (Ágora Radio, en
Ondas Ayvu) y editor de ciencia y tecnología en ABC Color, donde tam-
bién fue columnista del área internacionales. Se desempeñó como encar-
gado de cultura científica de la Universidad Iberoamericana y es actual-
mente director del portal Ciencia del Sur. Su último trabajo trata sobre la
“Caracterización de la ciencia en el Paraguay de la democracia (1989-2015).
Aproximación a la construcción de la historia de la ciencia paraguaya”.
Obtuvo varios reconocimientos, el último Premio Periodista de Ciencia
del Año 2017, otorgado por el Conacyt.

Juan Marcos González


Nació en Asunción el 11 de marzo de 1983. Es Abogado por la Univer-
sidad Católica de Asunción (2007) y Máster en Ciencias Políticas y Relacio-
nes Internacionales por la Universidad de Calabria, Italia (2012-2014).
Realizó cursos de posgrado en Propiedad Intelectual en la Universidad
Complutense de Madrid (2009) y en la Universidad de Buenos Aires (2008).
Por su obra El Crimen del Cine Splendid. Stroessner, los nazis y el Para-
guay de la década del 60, Intercontinental Editora (2011), obtuvo el Primer
Premio en el Concurso Nacional de Ensayos Crónicas del Bicentenario. Ade-
más es autor de: El Caso Gastón Gadin. El último fusilamiento judicial en el
Paraguay, Intercontinental Editora (2011) y Gastón Gadin, el último fusilado,
Intercontinental Editora-Última Hora (2016), ambas en coautoría. Su últi-
mo trabajo publicado es Masacre en Ajos. Un análisis histórico-jurídico sobre
el juicio del siglo, Intercontinental Editora (2017). Obtuvo Mención Especial
en el Concurso de Ensayos “Rafael Barrett” por su ensayo Suplicio y muerte
del enemigo. Apuntes para un análisis histórico de La excavación (2017).

Orlando Lima Rocha


Profesor del Colegio de Ciencias Sociales y Humanidades en la Uni-
versidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), Doctorante en Es-

245
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

tudios Latinoamericanos por la UNAM con especialidad en filosofía e


historia de las ideas latinoamericanas). Ha publicado distintos escritos en
revistas especializadas y de difusión cultural a nivel nacional e internacio-
nal. Colaborador en La Jornada Semanal.
Contacto en: lima.rocha.orlando@gmail.com

Mario Magallón Anaya


Profesor de Educación Primaria, Licenciado y Maestro en Filosofía y
Doctor en Estudios Latinoamericanos (Filosofía), por la UNAM. Especia-
lidad en Filosofía Latinoamericana, Filosofía Política e Historia de las ideas
en América Latina. Investigador titular “C” de tiempo completo definitivo
en el Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe, CIALC/
UNAM; es profesor de licenciatura y posgrado en la Facultad de Filosofía
y Letras de la UNAM. Publicaciones: Miradas filosóficas latinoamericanas:
antropoética política de la educación y de la Universidad en la crisis, México,
ISEEM/UAEM. Toluca, Estado de México [2012]; Filosofía y política mexica-
na en la Independencia y Revolución, Colección Filosofía: 2. México, Edicio-
nes Quivira [2013]; Filósofos en nuestra América a través del tiempo, México,
Editorial Torres Asociados [2015]; Ángel Adalberto Juárez Rodríguez y
Mario Magallón Anaya, La teología política y la filosofía de la liberación de
nuestra América, México, Editorial Torres Asociados [2017]; Filosofía, histo-
ria y eticidad en nuestra América, México, Editorial FIDES Ediciones [2017];
Aventuras dialécticas de la modernidad alternativa radical, México, CIALC/
UNAM, [2017]; Mario Magallón Anaya e Isaías Palacios Contreras [coor-
dinadores] Caminos del pensar de nuestra América,México, CIALC/UNAM,
[2018].

Miguel Ángel Verón


El mbo’ehára Miguel Verón es profesor, licenciado, magister y doctor
en lengua guaraní; cuenta también con una Licenciatura en Letras y otra
en Educación Bilingüe Guaraní-Castellano. Cursó maestría en Educación;
posee varios postrados cursados en Paraguay y Brasil. Es Joven Distingui-

246
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

do del año 2000 del Departamento Central, reconocimiento otorgado por


la Cámara Junior. Fue Director General de Planificación Lingüística en la
Secretaría de Política Lingüística. Actualmente es Miembro de Número de
la Academia de la Lengua Guaraní. Es Director de la Fundación Yvy Ma-
rãe’∑. Tiene varios libros publicados, la mayoría sobre guaraní. Artículos
suyos han sido publicados en revistas especializadas en Paraguay, Argen-
tina, Brasil, Estados Unidos y España. Desde el 2018 es Investigador Cate-
gorizado del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).

Gloria Scappini
Licenciada y Master en Etnología por la Universidad de Paris X Nan-
terre. Se dedica a la investigación en Etnología Indígena, de la cual se
desprenden varias líneas de trabajo, entre ellas la antropología guaraní, la
historia de la antropología paraguaya y la antropología feminista. Se vin-
cula desde la militancia académica al análisis de la realidad social para-
guaya y su conflicto, en pro de una lucha contra el racismo y una valoriza-
ción real de la diversidad cultural. Docente investigadora, realizadora
audiovisual y consultora.

Teresa del Pilar Ríos Vázquez


Cursó estudios de pedagogía (Paraguay), teología (Uruguay), filoso-
fía (UCA), didáctica universitaria (UCA). Doctorado en filosofía en la Pon-
tificia Universidad Católica de Chile (PUC). Investigó sobre su tesis docto-
ral durante varios meses en la Fundación Xavier Zubiri de Madrid. Realizó
también otros estudios de espiritualidad en Roma, durante seis meses.
Estudios de género en Costa Rica y Bogotá. Dirigió y asistió a varios con-
gresos de filosofía en Chile, Brasil, Uruguay y Argentina.
Vicedecana de la Facultad de Postgrado de la Universidad del Norte.
Así también, profesora de grado y postgrado en la misma institución. Pro-
fesora en cursos de magíster y doctorado en educación en la Universidad
Nacional de Asunción (UNA).
Cuenta con varias publicaciones, artículos y ensayos, en el ámbito
nacional y extranjero, sobre temas de filosofía de la religión, ética, educa-

247
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

ción, perspectiva de género. Así también, ha publicado dos textos. Uno de


ellos sobre La experiencia teologal del hombre según Xavier Zubiri (2009), y el
otro sobre El sentido de la vida y la trascendencia en Viktor Frankl (2010).

David Velázquez Seiferheld


Asunción (1971). Miembro fundador del Comité Paraguayo de Cien-
cias Históricas (CPCH) y miembro correspondiente de la Academia Para-
guaya de la Historia. Actualmente, es investigador del proyecto Educa-
ción y Autoritarismo en el Paraguay 1869-2012, del Servicio Paz y Justicia
(SERPAJ) Paraguay. Cuenta con publicaciones en prensa escrita y en revis-
tas especializadas en Historia, tanto en el Paraguay como en el exterior.

Roberto L Céspedes R
Licenciado en Sociología por la Universidad Católica (UC) (Asun-
ción, 1981), Master en Sociología por la Rutgers University, Nueva Jersey
(New Brunswick, 1983), Master en Estudios Latinoamericanos por la Glas-
gow University, Escocia (Glasgow, 1993). Profesor de grado y posgrado en
las Universidades Nacional de Asunción (UNA) y UC de Asunción. Autor
de textos como Autoritarismo, sindicalismo y transición en Paraguay (1986-
1993) (Asunción, Arandurá, 2009) e Imaginarios, memoria y tiempo en Para-
guay (Asunción, FLACSO, 2016) y artículos como “La Guerra de la Triple
Alianza en la nomenclatura de Asunción” en Historia del Paraguay. Nuevas
Perspectivas (CPCH-Servilibro, 2018).
Categorizado como Investigador del Nivel I, Ciencias Sociales y
Humanidades, del Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología (CONA-
CYT); miembro fundador del Centro Paraguayo de Ciencias Históricas
(CPCH); recibió en Octubre de 2014, XIII edición, el 2do. Premio en el
Concurso Internacional “Dra. Branislava Susnik”, auspiciado por el Cen-
tro de Estudios Antropológicos de la Universidad Católica (CEADUC), la
Asociación Indigenista Paraguaya (AIP) y el Museo Antropológico Dr.
Andrés Barbero, con “Una mujer para cada nación. Imaginarios naciona-
les en las calles de Asunción (1942-2007)”, publicado en el Suplemento
Antropológico, junio de 2015.

248
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

Cristian Andino
Asunción (1984). Vivió su infancia y adolescencia en Potrero Ramí-
rez, comunidad rural de Itapé-Guairá. Es profesor de Filosofía y Educa-
ción Ética y Ciudadana por el ISEHF (Instituto Superior de Estudios Hu-
manísticos y Filosóficos) y licenciado en Filosofía por la Universidad Ca-
tólica Nuestra Señora de la Asunción. Actualmente prepara la defensa de
su tesis de Maestría en Ciencias Sociales: Énfasis en Ciencias Políticas en la
Dirección de Postgrado y Relaciones internacionales de la UNA. Es cate-
drático de nivel medio en el CRESR (Centro Regional de Educación “Satu-
rio Ríos”) de San Lorenzo y en el Colegio Cristo Rey de Asunción. En grado
imparte clases en el ISSEF (Instituto Superior Salesiano de Estudios Filosó-
ficos), el ISEHF (Instituto Superior de Estudios Humanísticos y Filosófi-
cos) en la UCSA (Universidad del Cono Sur de las Américas), en la UNI-
NORTE en grado y postgrado y en la carrera de Filosofía de la Facultad de
Filosofía de la UNA y la UCA es catedrático de Filosofía Latinoamericana
y Pensamiento Político I y III. Además es Director Ejecutivo e Investigador
del Centro de Investigaciones Filosóficas (CIF-Paraguay) y está categori-
zado en el Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores, PRONII
del CONACYT. Sus áreas de enseñanza e investigación giran en torno a la
Filosofía latinoamericana, la Ética, la Filosofía y la Teoría Política y última-
mente, sobre la Historia de las ideas (filosóficas) en el Paraguay. Cada vez
que el Daimon lo apremia, publica en su blog personal “Filosofía y pensa-
miento paraguayo” y colabora en el suplemento cultural “Correo Sema-
nal” del diario Última Hora y la revista Acción del CEPAG.
Correo_e: andinocrisdav@gmail.com
Blog: cristianandino.blogspot.com

Sergio Cáceres Mercado


(Asunción, 1972). Licenciado en Filosofía por la UNA. Ha cursado la
Maestría en Historia por la misma casa de estudios, y actualmente inves-
tiga sobre la historia la cultura del Paraguay para la tesis. Tomó cursos de
posgrado en la Universidad Nacional de Córdoba. Docente de la UNA y

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

UC.Es miembro de la Dirección de Investigación del Instituto Superior de


Educación donde también pertenece al Comité Editor de la revista cientí-
fica Kuaapy Ayvu. Investigador y director del Instituto de Ciencias Socia-
les (ICSO, Paraguay) e investigador categorizado Nivel 1 del PRONII (CO-
NACYT). Ha participado en congresos internacionales en Argentina, Bra-
sil, Chile, Uruguay y Corea del Sur. Ha ofrecido varios cursos dirigidos a
todo público en distintos centros culturales de Asunción. Autor de varios
libros, así como compilador junto a otros colegas de obras colectivas. Tam-
bién ha escrito artículos científicos en revistas especializadas y capítulos
para libros nacionales y extranjeros.Desde hace años mantiene una colum-
na semanal en el diario Última Hora, además de otra dedicada a comentar
los estrenos cinematográficos.

Elías José Palti


Doctor en historia de la Universidad de California en Berkeley. Rea-
lizó estudios postdoctorales en El Colegio de México y la Universidad de
Harvard. Actualmente se desempeña como docente en la Universidad de
Quilmes y en la Universidad Nacional de Buenos Aires y como investiga-
dor del CONICET, Argentina. Artículos suyos han aparecido en revistas
especializadas y libros de 21 países, en seis distintos idiomas. Es además
autor, entre otros libros, de Giro lingüístico e historia intelectual (1998), Apo-
rías. Tiempo, Modernidad, Historia, Sujeto, Nación, Ley (2001), La nación como
problema. Los historiadores y la “cuestión nacional” (2003), Verdades y saberes del
marxismo. Reacciones de una tradición política ante su “crisis” (2005), La inven-
ción de una legitimidad. Razón y retórica en el pensamiento mexicano del siglo
XIX (Un estudio sobre las formas del discurso político) (2005). El tiempo de la
política. El siglo XIX revisitado (2007), El momento romántico. Historia, nación
y lenguajes políticos en la Argentina del siglo XIX (2009), ¿Las ideas fuera de
lugar? Estudios y debates acerca de la historia político-intelectual latinoamericana
(2015) y An Archaeology of the Political Regimes of Power from the Seventeenth
Century to the Present (2017). Ha editado los siguientes libros: Mito y realidad
de la “cultura política latinoamericana” (2011) y En el nudo del Imperio. Indepen-

250
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

dencia y democracia en el Perú (co-editado con Carmen McEvoy y Mauricio


Novoa) (2012). Es miembro del comité editorial de Prismas. Revista de His-
toria Intelectual y el Journal of the History of Ideas. En 2009 recibió la Guggen-
heim Fellowship. Desde 2016 se desempeña como director del Centro de
Historia Intelectual, de la Universidad Nacional de Quilmes.

Lorena Soler
Socióloga y Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Bue-
nos Aires. Investigadora Adjunta por el Consejo Nacional de Ciencia y
Técnica (CONICET). Forma parte del Grupo de Estudios de Sociología
Histórica de América Latina (GESHAL), http://geshal.sociales.uba.ar. y
su línea de investigación se centra en la sociología histórica latinoamerica-
na, centrada en el sistema político contemporáneo de Paraguay. Actual-
mente codirige el proyecto Nuevas derechas y democracia en América
Latina (1980-2010) de la programación científica UBACYT y el proyecto
Intelectuales y política en América Latina, Grupo de trabajo CLACSO.
En el 2014 ganó el Concurso Internacional Antologías del Pensamien-
to Social Latinoamericano y Caribeño, Antología del pensamiento crítico
paraguayo, CLACSO. Es autora del libro, Los oficios del sociólogo en Para-
guay, Asunción: FLACSO/CEPES, 2018, La larga invención del golpe. El stro-
nismo y el orden político paraguayo, Imago Mundi, Buenos Aires, 2012, y del
Centro de Formación para la Integración Regional (CEFIR), Montevideo
2013 y Arandurã, Paraguay 2014.

Javier Numan Caballero Merlo


Sociólogo por la UDELAR (Montevideo-Uruguay). Máster por la
UFRGS (Porto Alegre-Brasil) y, Doctor en Ciencias Sociales (Programa de
Doctorado en Ciencias Sociales de la UNAM, Posadas-Argentina). Post-
graduado en Derechos Humanos y ciudadanía IDH Costa Rica, y en Di-
dáctica Universitaria en Brasil y Paraguay. Investigador Categorizado
PRONII-CONACYT, Docente de la Escuela de Posgrado de la UNA, Do-
cente Investigador por la Universidad Nacional del Este (UNE), y de la

251
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

Universidad Autónoma de Asunción (UAA), Departamento de Postgra-


do e Investigación. Docente universitario de grado y posgrado en la UCA,
UAP, IPAC, UNINORTE, profesor visitante posgrado en la UNAM Argen-
tina. Autor de diversos libros sobre la materia y artículos en revistas espe-
cializadas nacionales y extranjeras.
E-mail para contacto: javiernuman18@hotmail.com;http://
jnuman.blogspot.com/; https://academia.edu/JavierCaballero; https:/
/linkedin:/javier-numan-caballero-merlo

Herib Caballero Campos


Licenciado y Doctor en Historia por la Universidad Nacional de Asun-
ción, y Magíster en Historia del Mundo Hispánico por el Consejo Superior
de Investigaciones Científicas de España. Obtuvo el Diploma de Estudios
Avanzados en Historia del Mundo Hispánico en la Universidad San Pablo
CEU (2012). Es investigador categorizado del CONACYT con el Nivel II.
En la actualidad es Docente Investigador de la Universidad Nacional
de Canindeyú y es tutor en la Escuela de Postgrado de la Universidad
Nacional del Este. Miembro de la Sociedad Científica del Paraguay. Escri-
bió “Ministros de Hacienda. Constructores de una institución Republicana”,
“De Moneda a Mercancía del Rey: Funcionamiento y Efectos de la Real Renta de
Tabacos y Naipes en la Provincia del Paraguay (1779-1811)”, “Los Bandos de
Buen Gobierno de la Provincia del Paraguay (1778-1811)”, entre otros.

Aníbal Barreto Monzón


Nació el 23 de julio de 1954 en Karandayty, distrito de Coronel Ovie-
do. Inició sus estudios universitarios en la Universidad Católica de Villa-
rrica, los que abandonó en 1977 por persecución política. Los retomó al año
siguiente y publicó con sus compañeros revistas y periódicos estudianti-
les, lo que motivó la represión por parte de las autoridades. Poco después
abandonó definitivamente la Universidad.
En 1995 publicó el libro “Democracia a lo Luque”, “Propuesta política
de un colorido partido divertido”, una sátira a las proposiciones políticas

252
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

de los partidos políticos tradicionales. Ya en 2003 publicó “El doctor, mi


candidato”, una novela corta satírica sobre la realidad política en la fun-
ción pública. En el año 2009 publicó otra novela, titulada “La vida en pe-
dazos”, libro que presentó al concurso para el Premio Nacional de Litera-
tura. Según sus expresiones, los miembros del jurado ni siquiera la leye-
ron. Ante esta situación, en noviembre de ese año publicó un opúsculo,
“La Ley no es zoncera”, una parodia de legislación para “ayudar a realizar
en forma más legal sus fechorías a los futuros miembros del jurado que
otorga el mismo galardón”. El 14 de marzo del 2012 presentó un nuevo
libro en la ciudad de San José de Costa Rica, “La Santa Política”, una novela
que describe las distintas prácticas del país y de la región. En abril de ese
mismo año publicó el libro “Me robaron la vida entera”, una historia no-
velada sobre las penurias soportadas por las víctimas del régimen stronis-
ta. El 21 de mayo del 2015, presentó su penúltimo libro, “La dictadura, el
exilio, el amor y otras locuras”. Por último, en agosto de 2017 publicó su –
hasta el momento– última novela “Las fiestas privadas”.

Miguel H. López
(Asunción, 1969). Es Licenciado en Comunicación, Maestrando en
Historia Paraguaya contemporánea (Universidad Nacional de Asunción)
y maestrando en Antropología Social (UCA). Se desempeña como Docen-
te de Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Filosofía (Universidad
Nacional de Asunción) y Periodista de Última Hora, donde es Columnista
político. Es documentalista cinematográfico y realiza trabajos de acompa-
ñamiento a pueblos indígenas (pueblo Aché en particular). Es investiga-
dor asociado del Centro de Estudios Rurales Interdisciplinarios (CERI).
Tiene varias publicaciones sobre el pasado reciente, libertad de expresión,
Periodismo y análisis de medios. Premio Nacional de Periodismo con
mención especial al Mejor Reportaje en 1999.

José Manuel Silvero Arévalos


Profesor de Lengua Guaraní por el Ateneo de Lengua y Cultura
Guaraní; Licenciado en Filosofía por la Universidad Nacional de Asun-

253
JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

ción. Tiene un Diplomado en Estudios Avanzados en Filosofía por la Uni-


versidad de Oviedo (España); un Diplomado en Políticas de Inclusión
Social por el IMF, CIRF y la Universidad de Roma. Es Doctor en Filosofía
por la Universidad de Oviedo (España). Investigador de Tiempo Comple-
to en la Universidad Nacional de Asunción, actualmente en funciones de
Encargado de Despacho de la Dirección General de Postgrado y Relacio-
nes Internacionales. Tiene varios escritos de filosofía y bioética. Mantiene
el Blog Filosofía para Guarangos: http://josemanuelsilvero.blogspot.com/

254
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

ÍNDICE

Dedicatoria .......................................................................................... 7
Presentación ........................................................................................ 9
Palabras previas .................................................................................. 11

– Augusto Roa Bastos (1917-2005): literatura, historia y


filosofía de un “supremo” (Ticio Escobar) .................................. 13

– La nación como problema: los historiadores y la “cuestión


nacional” (Elías José Palti) ........................................................... 25

– Sociedad, universidad y conocimiento en Paraguay


(Juan Andrés Cardozo) .................................................................. 37

– “En los sótanos de los generales. Los documentos ocultos


del Operativo Cóndor”, reflexiones en torno a la obra
homónima de Alfredo Boccia Paz, Miguel H. López,
Antonio V. Pecci y Gloria Giménez Guanes (Miguel H. López) 47

– Pensar y repensar la realidad paraguaya. Reflexiones en


torno a la obra “Idearium, filosofía política en Paraguay”
(Osvaldo Gómez Lezcano) ............................................................. 59

– Violencia en Paraguay. “¿Pero eso es violento, no?”


(Victoria Taboada Gómez) .............................................................. 69

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

– La maldición del legionario. Cómo se construyó un estigma


político autoritario en el Paraguay
(Claudio José Fuentes Armadans) .................................................. 77

– La dictadura en la literatura (Aníbal Barreto Monzón) .............. 85

– Antropología desde la periferia y desde el sur


(Eduardo Restrepo) ........................................................................ 93

– Relaciones interétnicas en Paraguay (Gloria Scappini) ............. 105

– Discurso filosófico y conflicto social en Latinoamérica


(Mario Magallón Anaya)............................................................... 115

– El pensamiento latinoamericano y su proyección paraguaya


(Orlando Lima Rocha) ................................................................... 125

– Ciencia e investigación en Paraguay (Eduardo Quintana) ........ 137

– “Gastón Gadín, el último fusilado”


(Juan Marcos González García) ..................................................... 145

– Auscultar el pasado, diagnosticar el presente. Reflexiones


en torno a la obra “Paraguay desde la perspectiva de
Michel Foucault” del Grupo de Centro de Documentación
(Sociodata) (Javier Numan Caballero Merlo) ................................ 155

– “Feminismo y autonomía de la mujer en el Paraguay”


(Teresa del Pilar Ríos) .................................................................... 165

– Pensar el stronismo en Paraguay (Lorena Soler) ....................... 175

256
RESONANCIAS: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO

– ¿Qué es el novecentismo paraguayo? (Cristian Andino) .......... 181

– Educación y autoritarismo en el Paraguay. Reflexiones en


torno a la obra “Relaciones entre autoritarismo y educación
en el Paraguay” (David Velázquez Seiferheld) ............................. 191

– El guaraní perseguido. La resistencia de una lengua


mayoritaria (Miguel Ángel Verón)............................................... 197

– “Imaginarios, memoria y tiempo en Paraguay”


(Roberto Céspedes Ruffinelli) ......................................................... 213

– Nacionalismo e Historia en el Paraguay. ¿Cómo se construye


la historia? (Sergio Cáceres Mercado) ........................................... 223

– ¿Pensamiento y filosofía en Paraguay...? ¡Anichéne...!


Reflexiones en torno a la obra: Nambréna. Escritos “guaú”
de filosofía y otras “vyrésas” (José Manuel Silvero Arévalos) ......... 229

– Reflexiones en torno al pensamiento político y social


paraguayo del siglo XX (Herib Caballero Campos) ..................... 235

Entrevistados ....................................................................................... 241

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JHOEL D. ESQUIVEL - JORGE CONTRERA - SILVIO BENÍTEZ (EDITORES)

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