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Para la empresa, la competitividad es la capacidad de proporcionar productos

y servicios con mayor eficacia y eficiencia frente a sus competidores.

Al final, en el sector de la venta y la comercialización, la competitividad de


los emprendedores y empresas representa una de las herramientas más
importantes para mantener un éxito sostenido en los mercados internacionales
sin protección ni subvenciones adicionales.

Algunos de los índices y medidas que suelen tenerse en cuenta a la hora de


medir la competitividad en la empresa son los siguientes:

- Análisis de la rentabilidad de la empresa


- Rendimiento del cociente de exportaciones de la empresa
- Gestiones que aceleren la eficacia de los procesos industriales y comerciales
- Cuota de mercado regional o mundial.
La competitividad de una empresa puede ser entendida de diversas formas, pero
en definitiva se trata de vencer a la competencia del sector, utilizando para ello
herramientas comerciales y empresariales que permitan adquirir una posición
dominante para el negocio en dicho mercado

No hay que perder de vista que cualquier empresa competitiva deberá ofrecer
calidad, fiabilidad, rapidez y flexibilidad a la vez que rentabilidad.

Ahora bien, ¿cuáles son las cualidades necesarias para favorecer un ambiente
competitivo en la empresa? Dichas capacidades se desarrollan entorno a
la elaboración de estrategias, implantando nuevos métodos y modelos sobre
innovación, mejoras continuas, procedimientos, organización y recursos, físicos
y financieros

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