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El libro de las letras Traduceion; introduccion y notas de José Antonio Paredes Gandia a a ee eed LIBRO DE LAS LETRAS Parte Segunda EL ORIGEN DE LAS PALABRAS, LA FILOSOFIA Y LA RELIGION En el nombre de Dios, el compasivo, el misericordioso, cuya ayuda imploramos. Loor a Dios, Sefior de los mundos. Que la Paz sea con su Profeta y con todos los suyos. Capitulo I! LA FILOSOFIA Y LA RELIGION DE LA COMUNIDAD CONSIDERADAS SEGUN SU ANTERIORIDAD Y¥ POSTERIORIDAD Puesto que la vfa de las demostraciones es que sean percibidas después de éstas?, entonces se sigue necesariamente que las faculta- des dialécticas y sofisticas, asf como la filosoffa basada en opiniones probables o la filosofia engaftosa, preceden en el tiempo a la filoso- fia apodictica, que es la demostrativa. Y si la religién es una religién humana’, ha de ser posterior en el tiempo a la filosofia. Ya que, en general, s6lo mediante esta religion se procura instruir al puebloen los asuntos teéricos y practicos, que han sido descubiertos por la 1, Capitulo I de la segunda parte, XIX del libro en su totalidad. En este capitulo se exponen las distintas formas, perfectas e imperfectas, de la religin y la filosofia, asf como las relaciones entre éstas y Ia teologia y el derecho religioso. Dado que las formas de argumentaci6n que permiten este andlisis se exponen en el capitulo V, parece que este capitulo no se atiene al orden ldgico de la exposicién. El autor de la edicién arabe ha sefialado que ello pudiera deberse a que el orden del ‘nico manuscrito conservado no es el original (Mahdi, 2001, 214). El modo abrup- to en que empieza esta parte parece confirmar esta sospecha. 2. Después de las otras formas de argumentacion de las que ya ha hablado, desde la ret6rica a la dialéctica (véase capitulo V). Para Al-Farabi, la razén no es una facultad descarnada, disponible en todo tiempo para todo el mundo, sino un resultado de la evolucién de los conocimientos en las comunidades. 3. Al-Farabi va a hacer un estudio de la religin entendida como un fenéme- no humano, natural. En principio, el carécter comunitario que tiene la religién podria justificar este enfoque: toda religién, al tener necesariamente que transmi- tirse al pueblo en un lenguaje humano, podria ser entendida como una obra huma- na, con independencia de su origen. Para Gémez Nogales, en ese sentido, la milla es la expresi6n para el pueblo de las verdades que han conocido el Profeta o la filosofia (demostrativa o dudosa). 57 109 LIBRO DE LAS LETRAS filosoffa, a través de métodos que producen en el piiblico el enten- dimiento de estas cosas, mediante la persuasién, la imaginacién o por medio de ambas. Las artes de la teologia (kalam) y el derecho religioso (figh) son posteriores en el tiempo a la religién y sus seguidoras. Y si esta religién sigue en el tiempo a una filosoffa antigua, basada en opi- niones probables 0 engafiosas, entonces la teologia y el derecho religioso seran también posteriores a la filosofia. Pero la religién quedard subordinada a esas dos artes, especialmente cuando hayan disminuido las cosas que tomaba de las dos formas de filosofia o de una de ellas, y la religion ocupe el lugar de la filosofia, sustituyén- dola con sus imagenes y sus ejemplos‘. Pues entonces la teologia habr4 tomado estos ejemplos e imagenes como si fueran la verdad segura, y habra procurado su prueba a través de discursos. También sucede que un legislador posterior imita, en aquello que ha legislado acerca de las cuestiones te6ricas, a un legislador anterior, el cual ha extrafdo estos asuntos tedricos de la filosofia opinable o engafiosa, tomando los ejemplos y las imagenes, con los que el primero se represent6 primeramente los asuntos tedricos de aquella filosofia, como si fueran la verdad y no meros ejemplos; y ha buscado su representacién, también, a través de simbolos con los que se representan aquellas cosas. El tedlogo ha tomado en su religion los ejemplos del legislador primero como si estos fueran la verdad. La especulacién del arte de la teologia en esta religidn esta més alejada de la verdad que al principio, pues sélo busca la prueba de los ejemplos, ejemplos de aquellas cosas que opina que son verdaderas 0 que, siendo confusas, toma por verdaderas*. 4. La teologta y el derecho religioso son disciplinas derivadas de la religion y la filosofia, cuya funcién es explicar la religi6n al pueblo y defenderla. Pero con él tiempo, especialmente cuando la religién se basa en una filosofia imperfecta, los tedlogos y los juristas pueden terminar dominando la religiGn, a la que manejan a través de sus simbolos. Ocurre esto cuando se olvida el caracter simbélico, adaptado a.una comunidad, del mensaje religioso y los simbolos se convierten en absolutos. 5. Por legislador primero no hay que entender aquf al jurista, sino al funda- dor de la religion (en el sentido en que, por ejemplo, hablamos de «la ley de Moi- sé»). ALFarabi sefiala un auevo paso en el alejamiento de la verdad: si antes , pues su funcién es establecer las convenciones lingifsticas de un grupo, sin mezclarlas con las de otros, lo que levaria al equivoco y a la confusi6n, Este cardcter particular las opone a la légica y a la filosoffa, y las hace andlogas a la teologfa y el derecho religioso. 76 EL ORIGEN DE LAS ARTES VULGARES alguna palabra compuesta voluntariamente con letras distintas a sus letras, o de algtin dicho compuesto con palabras distintas a sus palabras, no ha puesto a salvo su lengua de acostumbrarse a ello, y, al tomar esa costumbre, su expresi6n se vuelve ajena a la expresion de la nacién, y se torna un error, un barbarismo y nada claro y correcto, Si ademés de esto frecuenta a otras naciones, y escucha sus lenguas y se expresa con ellas, entonces el error estard més pr6xi- moa él y mas dentro, pues no ha puesto a salvo lo que es propio en su costumbre de los elementos ajenos a su nacién. Y también aquellos que se han puesto a salvo de adoptar los sonidos y las palabras del resto de las naciones y de expresarse con ellas, puesto que se han mantenido a salvo de lo que no tenfan por costumbre, sobre todo frente a aquello que rompia las formas yla estructura sintactica de las palabras, cuando crece notoriamente su trato con otras naciones y, a causa de esto, escuchan cada vez mas sus sonidos y sus palabras, terminan Por no poner cuidado en Preservar su costumbre, afianz4ndose en ellos lo que han oido a aquellos que son ajenos a su nacién, Y, a causa de esto, se convier- ten en una fuente indigna de ser escuchada. Los habitantes del desierto, que viven en tiendas de pelo o de lana y en jaimas, son los que tienen mayor sensibilidad para el lenguaje en cualquier nacién, pues son los menos Propensos a abandonar aquello que se ha establecido firmemente en sus cos- tumbres, y estan més dispuestos a mantener a salvo sus mentes de la confusién introducida por los sonidos de las demas naciones, por sus palabras y por sus lenguas, y son mas capaces de no expresarse con ellas y de no mezclarse con individuos de otras naciones, a causa de su estado primitivo y de su aversién a mezclarse con otros, Los. habitantes, de. las ciudades y los pueblos y las-casaside adobe que hay en’ellos son menos nobles, y sus.almas est4nomds intensamente dispuestas a-entender, a representarse © imaginarse, aquello a lo que no estén acostumbrados, y sus lenguas estan mds dispuestas a expresar aquello que es ajeno a su costumbre. Por eso, es mejor que la lengua de.la nacién se tome de los habitantes del desierto si-es que existen estos'dos grupos’. 9. La idea de que los habitantes del desierto conservan un modo de vida y un idioma més puros, es otro de los tépicos de la cultura drabe desde sus inicios, El 77 1B4 LIBRO DE LAS LETRAS Y se escoge como el mejor de entre ellos a quien se encuentra en el centro de sus paises. Pues quien est4 en sus extremos es mas dado a mezclarse con sus vecinos de otras naciones y a confundir su lengua con la lengua de aquellos, y a tener més presentes los barbarismos de sus vecinos. Pues si se relacionan con sus vecinos extranjeros necesitan comunicarse con una lengua extrafia, pero no se adaptan a todas las letras extranjeras, sino que recurren a expresar aquello que les llega a la mente, abandonando lo que les resulta dificil. Asi sus palabras se tornan dificiles y feas, y se afianza en ellas un balbuceo y un barbarismo, tomados de las lenguas de aquellos. Y si oyen cada vez més estos errores de sus vecinos extranjeros, los errores aumentan en estas naciones, que se acostumbran a entenderlos como si fueran algo correcto, y no defienden sus costumbres de los cambios. Por esto no conviene que se tome de ellos la lengua. Cuando no hay entre ellos habitantes del desierto, es tomada del centro del pais. 135 Td ya has notado esto al reflexionar sobre la historia de los 4rabes a propésito de estas cosas. Entre ellos hay habitantes de | los desiertos y de las ciudades. El niimero de los que se ocuparon de estos asuntos crecié entre el afio noventa y el doscientos; eran gente de las ciudades de Kufa y Basora’’ en la tierra de Iraq. Y estos estudiaron su idioma y su uso correcto con las gentes del desierto, y no con la gente de cultura; eligiendo, de entre los habitantes de los desiertos, a aquellos que estaban en el centro de su pafs y eran los més aislados entre ellos, cerrados y en estado primitivo, aleja- dos de la docilidad y de la obedicncia; a saber: las tribus de Qasy, Tamin, Asad y Tay, después de Hudayl, pues ellos son los que, en su mayor parte, han transmitido la lengua arabe. De los restantes hablantes no tomaron nada, pues ellos habitaban en las fronteras de su pafs, mezclados con habitantes de otros pafses, y se caracteri- zaban por la celeridad con que plegaban sus lenguas a las palabras profeta Mahoma fue llevado al desierto para ser criado de un modo més sano y, tal vez, también para aprender allf la lengua; Ibn Jaldtin basa su interpretacién de la historia y la sociedad en el contraste entre la vida ciudadana y a vida del desierto. 10. Efectivamente, en Kufa y Basora fue donde empezé el desarrollo de la gra- mitica érabe. La escuela de Kufa se orienté més hacia la légica aristotélica; la de Basora a la estoica (Nasr, 1985, 88 y 163). 78 EL ORIGEN DE LAS ARTES YULGARES de los restantes paises circundantes: Abisinia, la India, Persia, a los sirios, a la gente de Damasco y a la gente de Egipto. Y cogieron una a una todas sus palabras hasta completar su nimero, tanto las palabras extrafias como las conocidas, memori- z4ndolas o escribiéndolas; después, todas sus palabras compuestas, extrafdas de las poesfas y los discursos. Para el te6rico que reflexiona sobre ello aparece tras esto lo que hay de similar en cada una de las palabras y en su organizaci6n, y aprende las clases de estos parecidos, y aquello en lo que se parecen las distintas clases, y las variaciones que se siguen de todas esas clases. Y con todo esto aparecen en su mente los conceptos generales y las leyes universales. Entonces necesita encontrar pala- bras que expresen aquellos conceptos generales, y aquellas leyes referentes a las palabras que estan presentes en su mente, de modo que se hagan posibles su ensefianza y su aprendizaje''. Para conse- guir esto, trabajan siguiendo dos posibles caminos: o bien inventan y componen con sus letras palabras que anteriormente no se pro- nunciaban en absoluto; o bien trasladan a las palabras que utiliza- ban antes la referencia a un significado distinto, y ello, tanto si no hay una causa para esta transferencia, como si la hay (en el signifi- cado que primeramente tenfa la palabra que ahora se usa para designar un concepto 0 ley lingiiistica): Todo ésto-es algo:posibley conocido por el publico. Lo mejor es que las leyes'se designén con nombres cuyo significado se les aproxime lo mas posible; demodo que, si se observa algun significado entre los significados primeros, que tenga el mayor parecido con una de las leyes de las palabras, se denomine aquel concepto general y aquella ley con el nombre que expresa aquel significado; hasta que, siguiendo este ejemplo, se llegue a designar todos los conceptos generales y todas las leyes con los nombres cuyos significados primeros sean los més parecidos a esos conceptos y leyes"*. 11, Tras la compilacién del Iéxico aparece la gramética, al descubrir las dife- rentes clases de palabras y sus leyes. Con ello la ciencia del lenguaje alcanza su madurez, No obstante, se trata todavia de un arte vulgar, anterior a la considera- cién propiamente cientifica, pues su estudio esté limitado a una lengua y una tradi- cién determinadas, precisando las convenciones establecidas en un grupo, pero sin cuestionar los fundamentos de esas convenciones. 12. Al-Farabi explica la génesis del léxico de la gramética drabe, cuya termi- nologia esti basada en palabras del lenguaje ordinario y cuyo significado ¢s préxi- 79 136 137 138 139 LIBRO DE LAS LETRAS Con esto dan a su lengua y a su idioma la forma de un arte, que hace posible su aprendizaje y su ensefianza por medio de la pala- bra, y permite explicar las causas de todo lo que dicen’, Y del mismo modo, por lo que se refiere a su lenguaje escrito, se toman sus leyes y sus conceptos generales y se busca la manera de expre- sarlos, de manera que se hagan posibles su ensefianza y su aprendi- zaje a través de la palabra. Estas palabras, con las que se expresan aquellas leyes, son pa- labras en una posicién segunda, mientras que, originalmente, las palabras tenfan una posicién primera; pues las palabras que estén en una posicién segunda son transferidas desde unos significados primeros a los que antes hacfan referencia. De-este modo se originan en ellos cinco artes: el de la ret6rica; el de la poesia; el arte de memorizar sus noticias, sus poesfas y sus relatos; el arte de la ciencia de su lengua; y el arte de la escritura. Pues la retérica es la mejor para persuadir al pueblo acerca de las cosas a las que éste dedica su interés, en la medida de los conocimientos que posee, y segtin las premisas de los principios de la opinién comunes a todos y anteriores a la reflexién, usando palabras en una posicién primera del modo a que est acostumbra- do el pueblo. El arte de la poesia representa con la palabra im4ge- nes de estas cosas. Y el arte de la ciencia del lenguaje sélo abarca aquellas palabras que se encuentran en una posicién primera y se tefiere a esos significados. Los que se ocupan de estas artes son contados entre el pueblo, pues s6lo existe la retérica, y ninguno de ellos posee el oficio que considera las cosas teéricas, y no hay nada del arte que es el arte principal en absoluto", Pero no han rehusado a tener dirigentes y mo a las funciones gramaticales correspondientes, Por ejemplo, el verbo se designa con el término fi’al, nombre de accién del verbo fa’ala, cuyo significado es «hacer» uu sobrar; el sujeto se designa como /a’il, cuyo sentido primero es «el que hace u obra», excétera. 13. La gramética es un conocimiento por causas, pero limitado a una lengua particular. No sc basa en principios evidentes, sino en convenciones cominmente acmitidas. Por eso no es aiin ciencia en sentido estricto. 14. Hasta este momento no se han desarrollado las formas superiores de argu- mentacién, que hacen posible el conocimiento cientifico, la filosoffa y el examen ritico de las opiniones comtnmente admitidas. Las Gnicas formas de argumenta- 80 EL ORIGEN DE LAS ARTES VULGARES oficios directivos, que son los que hacen posibles la organizacion de sus asuntos'’. E] oficio del dirigente puede ser bien aque! que protege los oficios a que se han dedicado los demas miembros del pueblo, para que todo aquel que cultive alguno de éstos alcance su objetivo y no se aparte de él; bien el arte por medio del cual su jefe les utiliza con sus oficios, para conseguir sus fines particulares y las riquezas y honores que desea. La posicién de este jefe es la misma que la del jefe de los campesinos. Pues el jefe de los campesinos tiene el poder de dispo- ner y utilizar a los campesinos, y de aconsejarlos acerca de la agricultura; para que cada uno alcance su fin con los distintos géneros de agricultura, o para que él mismo logre sus fines particu- lares y aquello que desea, valiéndose de las distintas clases de trabajos agricolas que hacen sus subordinados. Y asf el jefe se cuenta también entre ellos. Segiin este ejemplo, el jefe del pueblo y el organizador de sus asuntos ser4 aquel que emplee a los habitantes por medio de los oficios prdcticos, y el que proteja estos oficios y el uso que los miembros del pueblo hacen de ellos, buscando su bien particular o el bien de todos. El jefe del pueblo forma parte de la masa, puesto que el fin tltimo que éste persigue con su oficio es también el fin de la masa; el oficio del jefe es del mismo género y especie que los de la masa, si bien es el mas noble en este género y esta especie> Pues si Ios dirigentes del pueblo son los que protegen en las- masas aquellas cosas que les hacen ser un pueblo, y les emplean en aquellas cosas que hacen de ellos un pueblo, entonces los dirigentes mismos, son parte del pueblo. Y tanto si lo que el jefe se ha cién existentes son las retéricas. Las ciencias tradicionales, particulares y depen- dientes de unos supuestos que no pueden cuestionar, deben ser distinguidas de la filosoffa, capaz de una consideracién universal y basada en principios evidentes, desde los que pueden analizarse las opiniones cominmente admitidas. 15. En este estado de evolucién de los conocimientos no serd posible atin una consideracién global del mundo y del sentido de la vida, por lo que atin no habré una ley religiosa que organice la vida en comunidad, Hasta que ésta aparezca, es decir, hasta que haya un gobierno basado en una sabidurfa que llega a todos los miembros de la sociedad —y su aparicién es descable para Al-Farabi— los hombres habran de organizarse por medio de dirigentes y tradiciones, situados en un nivel precientifico y prerreligioso, que organizan los distintos oficios del grupo, y que pueden ponerse al servicio de todos o de los que gobiernan. En este estado se hallarfan, por ejemplo, los érabes preislémicos, en el periodo conocido como «épo- ca de la ignorancia» amterior a la predicacién de la religisn. 81 LIBRO DE LAS LETRAS propuesto al conservar estos oficios para ellos, y al emplearlos en estos oficios, se hace para él sdlo, como si se hace para todos, en ambos casos el jefe sigue formando parte de la masa. Pero este oficio dirigente es distinto a los oficios del pueblo, si bien es un ofi- cio comtin, aunque los que lo practican y se ocupan de él se consi- deran a sf mismos miembros de una elite y distintos a la masa. Pero los soberanos del pueblo son, ellos mismos, parte del pueblo. 82 Capitulo V EL ORIGEN DE LAS ARTES SILOGISTICAS' EN LAS NACIONES Cuando han completado las artes practicas y las otras artes comu- nes que hemos mencionado, ansfan el conocimiento de las causas de las cosas sensibles que hay en la tierra, encima de ella y en torno de ella, y de las demas cosas que se perciben en el cielo, y de lo que se muestra en el universo, asi como el conocimiento de las causas de muchas de las cosas que han sido inventadas por las artes practi- cas, relativas a las formas, los ntimeros, las imagenes en los espejos, los colores y otras cosas aparte de estas. Entonces surge quien investiga las causas de estas cosas. Los métodos retéricos son los primeros que utiliza en esta investiga: cién, cuando corrige por sf mismo las opiniones yensefianzas de otros y cuando repasa sus métodos. Ya que los métodos retéricos son los primeros métodos silogisticos, que se..conocen.-De-este modo aparece la investigacién de los asuntos técnicos y de los naturales. Los que teorizan acerca de estas cuestiones nélcesande utilizar los métodos retéricos, de modo que-difieren entreellos:las ideas y 1, Las-artes silogisticas son las propias de la ciencia y la filosofie, basadas en formas demostrativas —apodicticas 0 no apodfeticas (dialécticas)— de atgumenta- cién. En su madurez, estas artes pueden alcanzar verdades untiversales, siendo, ade- més capaces de cuestionar las opiniones comunes. Al-Rarabt las contrapone a las artes tradicionales, indica que en ellas ha de basarse el gobierno, Su aparicién se produce de un modo gradual e hist6rico. 83 140 141 142 LIBRO DE LAS LETRAS los sistemas, y crece la discusién acerca de las ideas que cada uno ha comprobado por sf mismo, y de las que cada uno ha tomado y revisado de los otros. Pues cada uno de ellos necesita justificar y documentar los métodos que ha empleado, si encuentra alguna oposici6n en la revisin y discusién de sus ideas, de modo que se esfuerza en establecer estas ideas para que no haya oposicién, o que ésta no pueda mantenerse con facilidad?. Y no cesan de esforzarse y de examinar las pruebas ms fiables hasta que, después de un tiempo, se instituyen los métodos dialéc- ticos*, Entonces distinguen los métodos dialécticos de los métodos sofisticos, que anteriormente usaban sin distincidn, pues los méto- dos. retéricos eran comunes a ambos y estaban mezclados con ambos. Después de esto son rechazados los métodos retéricos y son utilizados los dialécticos. Y puesto que los sofisticos son pareci- dos a los dialécticos, mucha gente utiliza los métodos soffsticos en la investigacién y comprobacién de las ideas. Después se afianzan los métodos dialécticos en la consideracién de las cosas tedricas, en su investigacién y en su comprobacién, y son rechazados los soffs- ticos, que sélo se utilizan en circunstancias de examen o prueba. Los procedimientos dialécticos no cesan de ser utilizados hasta que llegan a su perfecci6n, y se pone de manifiesto que estos mé- todos no son suficientes para que surja la certeza racional. Y enton- ces la investigaci6n busca métodos para alcanzar un conocimiento y una ensefianza demostrativos. Mientras tanto la gente instituye métodos de ensefianza que [ya] estén a punto de ser completados y proximos a la perfeccién, y con esto aparece claramente para ellos la diferencia entre los métodos dialécticos y los métodos demostra- tivos, y se distinguen segiin sus diferencias‘. 2. El esfuerzo por comprender las causas de las cosas hace que aparezcan los primeros intentos de explicacién cientifica basados en métodos retéricos, que bus- can la persuasi6n jugando con los sentidos primeros y figurados de las palabras, y que no pueden producir la unanimidad. La confrontacién de distintas explicacio- nes rivales llevard a afinar los métodos de argumentacién, hasta que aparezcan los métodos cientificos. 3. El esfuerzo anterior culmina en la aparici6n de métodos dialécticos, que argumientan a partir de premisas admitidas por todos. Al principio estos métodos aparecen mezclados con los sofisticos y se juega con los sentidos de las palabras, hasta que se corrige este defecto y se rechazan los métodos sofisticos. 4. Los métodos dialécticos dependen de premisas admitidas por todos, pero 84 EL ORIGEN DE LAS ARTES SILOGISTICAS EN LAS NACIONES La gente dirige entonces su atenci6n a la ciericia de los asuntos politicos, asuntos cuyos principios son la voluntad y el libre albe- drio®. E investigan estos asuntos con métodos dialécticos mezcla- \ dos con métodos demostrativos, de modo que se alcanza, con los métodos dialécticos, la maxima seguridad posible que estos méto- dos permiten, hasta que est4n a punto de convertirse en cientificos. “YY no cesa esto hasta que llega el estado de la filosofia alo que eraen tiempo de Platon, Después discuten acerca de esto, hasta que el asunto alcanza el nivel que se habfa logrado en los dfas de Arist6teles. De esta forma, llega a su término la consideracién cientifica y se distinguen todos los métodos, con lo que se completan en su totalidad la filosoffa te6rica y la filosofia practica, que no se quedan en el estado de una investigaci6n, sino que se convierten en artes que se limitan a ser aprendidas y ensefiadas, de modo que hay una ensefianza especiali- zada para la elite y una ensefianza comin para todos®, La primera utiliza s6lo métodos demostrativos, mientras que la comin; que es la vulgar, se sirve de métodos dialécticos, ret6ricoseo poéticos. Ahora bien, los métodos retéricos y los poéticos son Ios mas ade- cuados para ser utilizados en la ensefanza del pueblo, acerca de aquello que ha sido establecido y confirmado con argumentos demostrativos sobre los asuntos teéricos y practicos’, Después de todo esto se hace necesario establecer las leyes, y ensenar al pueblo lo que se ha puesto en claro, completado, y comprobado con razonamientos, acerca de las cuestiones tedricas, que necesitan ser justificadas, porque no son evidentes de por si. Esta insuficiencia se hace més manifiesta al intentar establecer métodos de ensefianza. 5. El cuestionamiento de las ideas comiinmente admitidas, pero no eviden- tes, sc extiende a la consideracién de la moral y la politica del grupo. Con ello aparece la filosofia prctica. 6. Aparece, por fin, una filosofia completa, basada en principios evidentes y universales, y referida a lo tedrico y lo practico. Esta filosofia puede ser después ensefiada de un modo cientifico 0 popular. 7. Los métodos ret6ricos y poéticos son més asequibles y aptos para transmi- tir una ereencia firme. Los dialécticos pueden producir confusibn, por lo que, en teologia o derecho, sélo deben usarse entre especialistas en teologia y derecho religioso (estos expertos no pueden usar argumentos demostrativos, pues no parten de premisas evidentes de por si, sino de los principios establecidos por el fundador de la religin que no pueden cuestionar). 85 143, 144 145 LIBRO DE LAS LETRAS y lo que la inteligencia ha descubierto acerca de los asuntos prac- ticos*. Hicerts que-esrablecelanleree tiene enssuggasia snéximno le capacidad de tepresentar, de forma imaginativa, aquellos concep- ‘ossebricos ane sesultan difcles:para ¢ puchlo, yes el que mejor puei cubrir las acciones politicas titles para conseguir la felici- dad,y el que dispone de la maxima capacidad de persuasidn acerca de los asuntos teéricos y practicos, pues en su ensefianza.al pueblo cuenta con todos los métodos con los que se puede producir la conviccién. Cuando:se han establecido las:leyes en estas dos cate- gorias, y'se les han aftadido los métodos com los que se convence, se ensefia’y:se-educa al pueblo, surge la religién, mediante la que el pueblo recibe ensefianza y educacién, y con la que es tomado todo lo que lleva a la felicidad. Si, después de esto, la nacién reflexiona sobre lo que se encie- rraen la religi6n, y hay algunos individuos que toman lo declarado por el fundador de’ésta, y que es admitido por todos, acerca de los asuntos practicos particulares, procurando, a partir de aqui, poner en claro aquello que no ha sido declarado por el fundador acerca de otras cuestiones practicas concretas, e imitando, en aquello que establecen ahora, lo que establecié el fundador, aparece el arte del derecho religioso (figh). La nacién deseard, entonces, descubrir todo aquello que no ha declarado el fundador de la religién acerca de los asuntos teéricos y las cuestiones prdcticas universales, imitard, en aquello que establece de nuevo sobre todas estas cosas, lo que declaré, acerca de estos asuntos, el fundador de la religién. Aparece entonces un arte distinto: el arte de la teologfa. Si entonces sucede que aparece un grupo que desea la anula- ci6n del credo religioso, los tedlogos de esa religion necesitarén un medio para defenderla, para oponerse a quienes la contradicen y a sus exposiciones engafiosas, con las que se busca anular lo que 8. Las verdades dela filosoffa no deben quedar limitadas a una clite. A través de la ret6rica y la poesfa, puede poner al alcance del pueblo sus descubrimieatos sobre el mundo, Dios y el hombre, y sobre la forma correcta de actuar que conduce ala felicidad, Para que una sociedad sea feliz la sabidurfa debe estar, de una u otra forma, en todos sus miembros. As{ se consigue que no persigan fines falsos, mera- mente aparentes, lo-que origina las discordias. 86 EL ORIGEN DE LAS ARTES SILOGISTICAS EN LAS NACIONES proclama la religion. Con ello alcanza su perfecci6n el arte de la teologia’. Asf pues, con la teologfa se desarrollardn estas dos capacidades. Es claro que esto sélo seré posible con la utilizaci6n de métodos comunes, y éstos son los métodos retéricos. Segiin este orden aparecen las artes demostrativas en las nacio- nes, que se originan a partir de los propiogtalentos de sus habitan- tes y de su naturaleza. 9. La teologfa y el derecho religioso son ciencias derivadas de la religi6n, encargadas de adaprarla a nuevas circunstancias y de defenderla frente a sus criti cos. Al-Farabi las incluye aqui entre las formas de conocimiento cientifico: en efec- to, aunque utilicen argumentos populares y precientificos, y aunque no puedan cuestionar los supuestos en que se asientan, son, en dltimo término, una forma de divulgaci6n de la filosofia y, en este sentido, filosOficas. 87 146 Capitulo VI RELACION ENTRE LA RELIGION Y LA FILOSOFIA' Si la religién es posterior a la filosoffa, que se ha completado después de que se hayan distinguido todas las artes demostrativas, segtin el método y el orden que se exigen, serd una religion correc- ta y tendré el grado maximo de excelencia. Por otra parte, si la filosoffa no ha alcanzado atin la excelencia maxima por medio de la demostracién apodictica y, por el contrario; sus‘opiniones son comprobadas mediante la retérica, la dialéctica‘o la sofistica, en- tonces no se impide que aparezcan en todas sus partesyenlamayo- rfa de ellas, o en muchas de ellas, ideas que son falsas'y que nochan sido advertidas: se trata entonces de una filosoffa opinable y enga- fiosa. Y si después de esto se crea una religién subordinada a esta filosoffa, apareceran en ella una multitud de opiniones falsas*. Y si se toman muchas de estas ideas falsas, y a sus ejemplos se les da la categoria de ensefianzas religiosas en aquello que es dificil de con- 1. Tras haber expuesto en los capitulos anteriores una explicacién de la evo- luci6n general de los conocimientos, se exponen ahora las desviaciones del mode- lo, debidas a factores internos 0 a la transmisiOn de conocimientos entre comunids- des distintas con un diferente nivel de desarrollo, 2. La primera desviaci6n se produce cuando la religibn no sigue a la filosoffa demostrativa, sino a una filosoffa imperfecta, anterior a la demostrativa, y basada en argumentos dialécticos 0 sofisticos. En esa religin la verdad se mezclard, en mayor o menor medida con el error. Los errores podran ser descubiertos cuando se alcance el nivel de la filosoffa demostrativa. 89 147 148 LIBRO DE LAS LETRAS cebir por el pueblo, esta religion estaré muy alejada de la verdad y sera una religién falsa, pero esta falsedad no seria advertida’. Esta falsedad sera atin peor si, después de esto, llega el que establece las leyes y no toma sus opiniones religiosas de la filosofia que ha aparecido en su tiempo, sino que coge las ideas elaboradas en la religion primera como si fueran la verdad, y establece estas ideas tomando los ejemplos de la religién y ensefiando al pueblo’. Y si después de éste que establece las leyes viene otro que le sigue, la falsedad ser4 atin mayor’. Pues el credo auténtico solamente se origina en la nacién cuando aparece entre sus habitantes del primer modo que hemos descrito, y la religion falsa se origina entre ellos cuando aparece segiin el segundo modo. Porque la religién sélo aparece de las dos formas que hemos descrito después de la filoso- ffa, bien después de una filosoffa apodictica, que es la que est4 en la verdad, bien tras la filosofia dudosa, que se toma por filosoffa, pero que es una filosoffa distinta a la filosofia que est en la verdad. Esta aparicién se produce en las naciones segiin los talentos y naturaleza de sus habitantes, Cuando la religién es trasplantada de una naci6n en la que esta religiGn ya existfa, a otra nacién en la que no existfa un credo, o cuando se toma la religién de una nacién, y se la rectifica, bien ampliéndola, bien disminuyéndola o introduciendo en ella otros cambios, y se establece para una naci6n distinta, educando, instru- yendo y gobernando a sus habitantes con este credo, en ambos 3. Otra desviacién posible se produce cuando, en una'religién basada en una filosofia atin imperfecta, los ejemplos y simbolos de la religién se roman como absolutos. La religién estara més alejada de la verdad que en el caso anterior, pues no podran analizarse sus fundamentos, ya que éstos estardn ocultos. 4. En este caso, el fundador de la religién no sigue a la filosoffa més perfecta disponible en su tiempo, sino a una religién antigua y a sus ejemplos. La religion se opondra asi a la investigaci6n de la verdad, y rechazaré a los sabios. 5. Ultimo caso de desviacién de la religién respecto al modelo ideal: los simbolos, establécidos por aquel fundador que no habfa seguido a la filosofia dispo- nible en su tiempo, se convierten en absolutos, fosilizan a la religion e impiden cualquier examen de sus fundamentos. En estos cuatro casos Al-Farabi plantea la necesidad de adaptar la religién a la filosofia més desarrollada y disponible en un momento dado de tiempo, y de no tomar los simbolos de la religion como absolu- tos al margen de todo examen. La distincién entre religiones basadas en una filoso- fia demostrativa y religiones basadas en filosofias dudosas aparecié en el primer capitulo, unida a la distinci6n entre las verdades que fundan la religi6n y su expre- sién simbdlica, 90 RELACION ENTRE LA RELIGION Y LA FILOSOFIA casos es posible que la religién aparezca en ellos antes de que surja la filosoffa, y antes de que surjan la dialéctica y la sofistica’, También es posible que la filosoffa, que no habfa aparecido en la segunda nacion a partir de las disposiciones naturales'de sus habitantes, y que fue transmitida desde otra nacién, aparezca en la segunda después de la religién que les haya sido transmitida. Si la religién estA subordinada a la filosofia completa, y los asuntos te6ricos que se tratan en la filosoffa no han sido tratados en a religién al modo en que han sido abordados en la filosoffa, con términos que explican estos asuntos, sino solamerite tomando —en su totalidad o en su mayor parte— sus ejemplos en lugar de las explicaciones; entonces, cuando se transmita esta religién a otra nacion, que ignora que la religion es posterior a la filosofia, y que lo que hay en ella son imagenes de los asuntos teéricos comproba- dos en la filosoffa con argumentos apodicticos, se silenciaré este asunto para que esta comunidad crea que las imagenes que se comprenden en la religién son la verdad misma y las cuestiones teéricas mismas. - Mas tarde, cuando se transmite a esta comunidad la filosofia a Ja que se subordinaba aquella religion [que ya se habia transplanta- do], los habitantes de esta comunidad no se fiaran de que la filoso- fia esté de acuerdo con el credo religioso, y se opondran a ella y la expulsaran. Y los filésofos de esta comunidad que no sepan que, en realidad, esta religién es un conjunto dé ejemplos basados en la filosofia, se opondran a la religion. Pero cuando sepan que lo que hay en ella son ejemplos dejaran de oponerse, sin embargo los partidarios de la religién se opondrén alos fildsofos. Ni la filosoffa ni los filésofos tendr4n [entonces] autoridad alguna sobre la reli- gidn ni sobre la gente religiosa, sino que ambos seran expulsados. La religién no obtendré una ayuda grande de la filosofia, y no se 6. Al-Farabi se ocupa ahora de la transferencia de conocimientos entre co- munidades con un diferente nivel de desarrollo y de los conflictos que, entonces, pueden surgir. En primer lugar, puede ocurrir que la religi6n no se desarrolle a partir de las capacidades naturales de una naci6n, sino que sea importada cuando esta nacién no haya llegado a desarrollar las formas superiores de razonamiento. En esta situaci6n prefiloséfica estaban, precisamente, los arabes cuando recibieron elislam. En un caso asf, la religion habré de adaptarse a las formas de razonamiento disponibles (ret6ricas y poéticas) y nadie sabré que esa religién tiene una base filo- s6fica. Cuando después aparezca la filosofia, se producirdn los conflictos. 91 149 150 151 LIBRO DE LAS LETRAS creerd que la filosofia y los fildsofos reciban un dafio grande de la teligién y de los que la siguen. Y por esto es posible que los filésofos se vean obligados a enfrentarse a la gente de la religién pidiéndoles la paz, y pondran su empefio en no enfrentarse con la religién misma, sino solamente con la creencia de sus seguidores segin la cual la religién es contraria a la filosofia. Entonces se esforzardn en apartar de ellos esta creencia y procurardn que en- tiendan que lo que hay en su religién son imagenes’. Pero si la religi6n es posterior a una filosofia falsa y después se transmite a esa nacién una filosofia correcta y demostrativa, la filo- sofia seré opuesta a esa religi6n en todos los sentidos, y la religién se opondr4 completamente a la filosofia. Pues cada una de las dos anhelaré la abolicién de la otra y cualquiera de las dos que resulte victoriosa y se consolide entre los habitantes, derogard a la otra y gobernaré esa nacién’. Si se trasladan la dialéctica y la sofistica a una nacién en la cual hay firmemente establecido un credo, cada una de estas dos sera opuesta a la religién y sera menospreciada por los creyentes, pues su fuerza consiste en la demostracién de algo y en la refutacién de eso mismo. Cuando empiecen a aplicarse los métodos dialécticos y sofisticos a las ideas que han sido firmemente establecidas entre los seguidores de una religidn, harén perder solidez a estas ideas, que serdn puestas en duda, y se establecera que su rango es el de las ideas que atin no han sido probadas, y cuestionardn su validez o quedardn perplejos, incluso creer4n que no son correctas ni estas. ideas, ni sus contrarias. Y por eso el que ha establecido las leyes de esa religién prohfbe la dialéctica y la sofistica, y se defiende de ellas con la resistencia 7. El conflicto entre la filosofia y la religién se produce porque los que si- guen la religién aceptan sus ejemplos como absolutos y los fil6sofos los entienden como un conjunto de argumentos meramente persuasivos, que deben ser supera- dos. La soluci6a se consigue cuando los fildsofos comprenden que la religién es necesaria para que la verdad llegue a todos, y cuando consiguen convencer a los seguidores de la religién de que la filosofia no se opone a sus creencias. Los proble- mas que se produjeron cuando los musulmanes empezaron a desarrollar la filosoffa, encajan perfectamente en este esquema, 8. Cuando la religion persiga bienes falsos, la filosofia no podra aceptarla de ninguna manera, y la conciliaci6n que se alcanz6 en el caso anterior ser ahora imposible. 92 RELACION ENTRE LA RELIGION Y LA FILOSOFIA més tenaz. E igualmente los reyes que organizan la conservacion de la religion —sea ésta la que sea— insisten en la prohibicién para sus siibditosy les advierten del modo mas severo?. En cuanto a la filosofia, un grupo tendré ansias de ella, otro la rechazar4; otro callar4 acerca de ella, y otro la prohibir4; y ello, bien porque aquella naci6n no tiene la intencién de ensefiar la pura verdad ni los asuntos teéricos tal como son, sino que su intencién ser, segiin la naturaleza de sus gentes o su propésito, no aspirar a la verdad misma, sino s6lo educar con imdgenes de la verdad; 0 bien porque es una nacién cuya intencin consiste en educar sola- mente en las acciones, operaciones y en los asuntos prdcticos, no en los te6ricos, 0 s6lo en los tedricos més féciles; o bien porque la religién que han producido es una religién falsa y de la ignorancia, que no procura la felicidad a sus seguidores, sino que con ella persigue su fundador su felicidad particular, y quiere que sea utili- zada en aquellas cosas que le hacen feliz a él solamente con exclu- si6n de los otros. Por lo cual, el fundador recela de que la nacién descubra la imperfeccién de la religién, imperfeccién que procura- ba consolidar en ellos cuando les impedfa la consideracién de la filosofia"’. Es claro que en todo credo religioso que se enfrenta ala filoso- ffa, el arte de la teologfa se opone también a la filosoffa, y los tedlogos a los filésofos, en la medida en que su religién es opuesta a la filosofia. 9. Para que la comunidad esté bien organizada y los hombres sean felices es necesario que todos participen de la sabidurfa, que tengan una comprensién correcta del mundo y la vida humana. Ahora bien, la dialéctica y la sofistica son formas de argumentacién superiores a las ret6ricas y poéticas en que se basa la religion y las creencias (verdaderas o falsas), del pueblo. Cuando aquellas se difunden, pueden mostrar que la religién carece de una base racional s6lida, sembrando la incertidum- bre, pero sin ofrecer ninguna verdad firme a cambio. La dialéctica debe quedar, por ello, limitada a las discusiones entre te6logos, al pueblo se le debe educar con argu- mentos sencillos, convincentes y verdaderos, tomados de la filosoffa, Esta diltima, por otro lado, es la Gnica capaz de mostrar la insuficiencia de la dialéctica y la sofis- tica. El mismo punto de vista aparece en Averroes (Averroes, 1947, 191 y 195). 10. En este pérrafo Al-Faribi expone las diferentes actitudes hacia la filosofia por parte de los fundadores de las religiones o los gobernantes. Si la religién es verdadera, puede ignorar la filosoffa debido al desarrollo incompleto de los cono- cimientos cientificos en una comunidad determinada. En cuanto a las religiones falsas, étas se opondrén siempre a la filosofia. 93 152 153 Capitulo VII LA INVENCION DE LOS NOMBRES Y SU TRADUCCION' Si aparece una religién en una nacién en la que antes no habia religién, y la nueva religién no ha existido antes en ninguna otra nacién, resultar4 que las leyes que aparecen y se explican en este credo no seran conocidas en la naci6n antes de su aparici6n, y por eso no dispondran de nombres adecuados para ellas. ‘Cuando, en ese caso, el fundador de la religién necesite esta- blecer nombres en ella, entonces, o bien inventaré nombres que no han sido conocidos antes entre sus seguidores, o bien transferir a esas leyes nombres relacionados con las cosas para las que ya tienen un nombre, que son parecidas a las leyes que quiere establecer. En el caso de que existiera entre los habitantes de la nacién otra religion anterior, probablemente utilizar los nombres de las leyes de esta religién primera transferidos a las leyes semejantes de la nueva religién. Y si su religién, o una parte de ella, ha sido transmi- 1. Al-Farabi se ocupa en este capftulo del enriquecimiento de la lengua que se produce al crear una religin o una filosoffa, o al tomarlas de otras naciones. Frente a aquellos que pensaban que la I6gica y la filosofia eran una amenaza para la lengua, incluso que existia el peligro de sustituir la gramitica drabe por la griega, Al-Farabi sefiala, primero, que la introduccién de la filosoffa (griega) enriquece el idioma (4rabe); segundo, que la gramatica arabe y las ciencias del lenguaje (como la lexicografia) siguen siendo imprescindibles para articular correctamente el pensa- miento filosdfico en drabe. En este sentido, Yabri (2001, 76) sefala el esfuerzo de Al-Farabi para convertir al Grabe (lengua de ret6rica y poética) en un idioma apto para servir de vehfculo al conocimiento cientffico y filosdfico. 95 154 Iss LIBRO DE LAS LETRAS tida desde otra nacidn, es posible que utilice los nombres tomados de las leyes de aquella religion después de cambiar esas palabras con modificaciones de sus letras y formas gramaticales, adecudn- dolas a las letras y estructuras gramaticales de su naci6n, y facilitan- do su pronunciacién entre sus habitantes. Y si aparece entre ellos la dialéctica 0 la sofistica y se hace necesario, entre quienes profesan estas disciplinas, expresar nue- ‘os significados para los que no se encuentran nombres entre ellos, pues no habjan sido conocidos anteriormente, entonces o bien se inventan palabras utilizando sus letras, o bien se transfieren los nombres de las cosas parecidas al significado que se quiere expre- sar. Y del mismo modo si aparece la filosoffa, los filésofos se ven en la necesidad ineludible de expresar los significados que no habfan sido conocidos anteriormente, y emplean uno de los dos procedi- mientos anteriores”, Cuando la filosofia ha sido transmitida desde otra naci6n, los filésofos tienen que considerar las palabras con las que se expre- san, en la primera naci6n, los conceptos de la filosoffa. Entonces, si saben que cualquiera de las expresiones comunes, conocidas en las dos naciones, ha sido transferida [a la filosoffa] en la primera naci6n, cogerdn, de entre las palabras de su nacién, aquellas con las que se expresen los mismos significados corrientes, y estableceran estos nombres para designar los conceptos filoséficos. Cuando resulta que han sido traspasados a la filosofia, en la naci6n primera, los nombres de conceptos comunes desconocidos en la naci6n segunda, para los que ésta no dispone de nombres, y estos conceptos son parecidos a otros comunes, conocidos en la segunda, para los que se disponen de nombres, lo mejor es que se abandonen sus nombres primeros [extranjeros], y se considere el parecido de las cosas semejantes a aquellos conceptos comunes [conocidos en la nacién segunda], y se tomen sus nombres para designar con ellos aquellos significados de la filosoffa. 2. Los términos filos6ficos se acufian para designar nuevos conceptos. Esto puede hacerse de dos formas: o bien mediante la creacién de nuevas palabras, 0 bien, lo que es m4s usual, dando un nuevo significado a otros términos comunes, que hacfan referencia a una idea parecida a la descubierta por la filosofia. Asf se relaciona ] nuevo concepto con una idea familiar, lo que puede facilitar su com- prensi6n, si bien existe el peligro de confundir el concepto filos6fico con el comin. 96 LA INVENCION DE LOS NOMBRES Y SU TRADUCCION Cuando en Ia filosoffa existen conceptos que se denominan en la primera naci6n con los nombres que, en un principio, se aplican a las cosas comunes, de acuerdo con el modo en que los habitantes de esta nacién se representan estas cosas, pero estos coriceptos filos6ficos son en la segunda nacién mds pr6éximos a la representa- cién imaginativa de otras cosas comunes, conviene que no se dé a estos conceptos filos6ficos en la segunda nacién los nombres de las cosas que se tomaban en la primera, y que no se usen esos nombres con ese sentido*, Si en la primera naci6n existen conceptos para los que en la segunda naci6n no existe en absoluto ningiin concepto vulgar pare- cido —aunque esto es algo practicamente imposible— , entonces 0 bien inventar4n palabras con sus letras, 0 bien asociaran esos con- ceptos con otros —como sucede en las explicaciones—, o bien expresaran esos conceptos con palabras tomadas de la primera nacién, después de cambiarlas para facilitar la pronunciacién a los miembros de la nacién segunda. Este concepto sera muy extrafio para esta ultima, pues no existir4 en ella ni el concepto mismo ni otro parecido’. Y si sucede que hay un concepto filoséfico parecido a dos conceptos comunes, y para cada uno de estos dos conceptos hay un nombre en las dos naciones, y uno de esos dos conceptos expresa un mayor parecido con el concepto filoséfico dado, y su nombre es mas adecuado, conviene que dicho concepto filoséfico sea designado con el nombre que es mds préximo y expresa mejor el parecido. La filosofia existente actualmente entre'los dtabes'les'ha sido transmitida por los griegos. Su transmisor se ha’esforzado en deno- minar los conceptos que hay en ésa filosoffaide*acuerdo-con’ los métodos que hemos mencionado. Pero: nosotros juzgamos excesi- 3. Cuando se toma un término filos6fico de otra lengua, hay que atender al origen de ese término en el idioma original e intentar traducirlo por tn término de significado parecido en el nuevo idioma. 4. Incluso en el caso extremo de que no se disponga de un concepto comin que permita traducit un nuevo concepto filoséfico, la traduccién es posible, porque el nuevo concepto puede ser explicado y comprendido a través de una perifrasis. En principio, pues, todas las lenguas son traducibles y todos los hombres pueden llegar a entenderse. Otra cosa es que, porque sus conocimientos se hallen en dife- rentes fases de desarrollo, puedan tener intereses distintos. 97 156 157 LIBRO DE LAS LETRAS vo y exagerado que se quiera expresar todo lo que hay en la filosoffa griega exclusivamente en lengua arabe. Los términos y los significados se han confundido entre ellos cuando se establece un nombre en 4rabe para dos conceptos: por ejemplo, con la palabra ‘unsur se designan tanto los elementos (ustuqus, en griego stoikhefon) como la materia prima (Hayala, en griego hylé); de modo que a veces se utiliza hayala y a veces ‘unsur para referirse a la materia; mientras que madda y hayala [que son dos designaciones de la materia] no designan nunca a los elemen- tos®. Por otra parte, es poco frecuente que se dejen como estan los nombres en griego. Por lo que se refiere ala denominacién de los conceptos filosé- ficos segiin el primer método, los nombres de estos conceptos estarén tomados teniendo en cuenta que en las dos naciones hay palabras que se refieren a esos conceptos. Y si existen conceptos corrientes, cuyos nombres se han transferido a los conceptos filo- s6ficos, y esos conceptos corrientes son comunes a todas las nacio- nes, entonces la denominacién de esos conceptos filoséficos estara tomada de acuerdo con palabras de todas las naciones que se refieren a ellos, En cuanto a la designacion de los conceptos filosé- ficos segtin los métodos restantes, los nombres estarén tomados teniendo en cuenta solamente las palabras de la segunda nacion _que se refieren a ellos. Conviene adoptar los conceptos filoséficos, tanto en el caso de que no haya para ellos ninguna palabra que los designe y slo exista la idea correspondiente, como en el caso de que sean toma- dos con palabras que los designan, Solamente conviene que se tome lo designado con palabras de cualquier nacién que sean con- cordes con el concepto y permitan su conservacién cuando se las Ppronuncia en la ensefianza, palabras escogidas por la semejanza del concepto comin, a partir del cual se transfiere el término, con el concepto filoséfico que se quiere expresar. Pero es posible que ambos conceptos sean confundidos, y que se les engafie con estos términos, haciéndoles creer que el concepto filos6fico es el mismo que el concepto comtin, y que se haigualado 5. ‘unsur y madda son términos de origen arabe; ustugus y hayala, términos arabizados de origen griego. Al-Farabi defiende el empleo de éstos tiltimos para evitar 1a confusién entre materia y elementos, LA INVENCION DE LOS NOMBRES Y SU TRADUCCION a.ambos a través de la denominacién. Por eso, opinan algunos que no se les expresa adecuadamente con palabras que se reficren a algo similar, y creen que es mejor establecer para los conceptos filos6ficos denominaciones inventadas, que no habjan sido usadas anteriormente para referirse a ninguna cosa en absoluto. Estas palabras estaran compuestas con letras de esa naci6n y estructura- das segtin su costumbre. Pero ese patecidoventre el concepto comin y el filoséfico sera Gtil en la ensefianzaidel oficio, por la rapidez dela‘comprensi6n, a través de laéxplicaci6n dé estos conceptos mediante’ palabras que se‘refieren:a conceptos-parecidos,conocidos anteside empezar a estudiar ese arte®. En caso contrario conviene estar prevenido fren- teva los»parecidos:erréneos; segin°el ejemplo que ‘nos previene frente a la confusién de los nombres ambiguos. En cuanto a las palabras transferidas desde significados vul- gares a significados filosdficos, muchas de ellas son utilizadas por el pueblo asociadas a multitud de significados vulgares, e igual- mente son utilizadas en la filosoffa asociadas a muchos significa- dos. Entre los significados designados por un mismo nombre, al- gunos de ellos hacen referencia a un atributo que sirve de base a la designaci6n; otros estén en una relacién constante‘con-una multiplicidad de cosas distintas; otros son atribuidos:a’ una‘cosa Gnica de acuerdo con un orden, y esto tanto en el:caso-de» que el orden basado en esa cosa sea el Gnico posible;»como eneheaso de que existan diversas ordenaciones ‘igualmente»validas,!de las cuales algunas son més préximas y otras mas‘alejadas*{al ‘aspecto que sirve para la designacién]’. 6. La polisemia de los términos filos6ficos no puede ser completamente eli- minada, pues estos términos estén tomados del lenguaje comin, Pese a los errores a que esto puede conducir, Al-Farabl prefiere esta polisemia a la acufiacién de neologismos, pues el uso del lenguaje corriente facilita la comprensi6n de los con- ceptos. Este esfuerzo por introducir términos filos6ficos a partir de palabras del lenguaje corriente, que expresan ideas parecidas, recuerda al realizado por Ortega al traducir términos de la filosofia alemana. Es una labor creativa que enriquece el lenguaje. 7. Cuando un mismo término filos6fico tiene varios sentidos, nos hallamos ante un caso de atribucién anal6gica (por ejemplo, cuando predicamos el ser de Dios y de las criaturas, 0 de la sustancia y del accidente). Existen varios tipos de analogia: por ejemplo, puede existir una relaci6n real entre dos términos, de modo que la definicién de uno inclaya la del otro, 0 una relacién de semejanza entre 99 158 LIBRO DE LAS LETRAS En cada uno de estos dos casos o bien se designa a los significa- dos'con un nombre tinico, distinto al nombre de la cosa tinica a la que son atribuidos; o bien se les designa a ellos y a la cosa conjun- tamente con el mismo nombre. Esta cosa ser4 la m4s importante, tanto en el orden de la existencia como en el del conocimiento. Pues es la que ordena a cada uno de los significados segiin el orden del conocimiento, comparandolos con aquel que es mejor conoci- do, de modo que el mejor conocido de dos de ellos, y el que se acerca més en el orden del conocimiento a aquel [término] tinico que es el mejor conocido de todos, serd el anterior de los dos [el que tenga la primacfa], sobre todo si ese mejor conocido es la causa por la que se conoce 0 se ha conocido el otro. Asi se precisan los significados, bien con este nombre, o bien estableciendo, para ese significado, ese nombre mediante la gene- ralizaci6n de aquel inico que también es el nombre de éste; des- pués se pone al frente el siguiente que es mejor conocido o es la causa de que se conozcan los demés, hasta que se llega a la totali- dad de lo que es designado con este nombre. De acuerdo con este ejemplo, si entre ellos hubiese uno que fuera anterior en la existencia o fuera la causa de la existencia de los restantes, [éste] resultaria ser el mds apropiado [para establecer la designacién] y se le pondria al frente de los demés en absoluto. Después seguiria aquel mds préximo en la existencia al primero —a este tinico—, después el ms préximo al segundo seria el mas apropiado para este nombre, especialmente si el ms perfecto de los dos es la causa de la existencia de! otro; en este caso, el m4s perfecto recibe el nombre con mas propiedad. [Por otra parte] ocurre en muchos asuntos que lo anterior en el orden del conocimiento es muy posterior en el orden de la existen- cia, siendo el posterior en el orden del conocimiento muy anterior varios términos, como cuando aplicamos la palabra «visién» a la sensible y a la inte- lectual, indicando que la relacién del ojo con los colores es andloga a la de la inteli- gencia con los conceptos. Para que las analogias no sean meras metéforas es necesa- rio establecer un concepto fundamental, a partir del cual se puedan derivar los demés significados. Al-Farabi sefiala la necesidad de conocer, en primer lugar, ese sentido fundamental, para, a partir de ahi, precisar el modo en que se derivan los demés significados, El primero en hablar de la analogta fue Arist6reles. Los érabes desarrollaron extraordinariamente el razonamiento analégico, en especial en el de- recho y en la gramatica, razonamiento que también fue de una importancia capital en la escoléstica latina, 100 LA INVENCION DE LOS NOMBRES Y SU TRADUCCION en el de la existencia. Se designa a todos ellos con-un nombre tinico porque se atribuyen de un modo parecido a cosas distintas, 0 por- que todos ellos se atribuyen a una cosa tnica segiin un aspecto tinico, sea la total equivalencia o la diferencia [cuantitativa]. Este aspecto tnico se puede designar con el nombre de los otros o con un nombre distinto. Estos nombres no son puramente convencio- nales ni completamente adecuados, de modo que permitan un acuerdo un4nime, sino que son un intermedio entre los dos extre- mos, términos dudosos. 101

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