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DETENCIÓN EN FLAGRANCIA.

Encontramos su fundamento en el artículo 16 constitucional párrafo quinto, en relación con el


diverso 146 del Código Nacional de Procedimientos Penales.

Partiendo que el concepto de flagrancia dado por la corte mexicana, es aquél que brilla a todas
luces, es tan evidente e inconfundible que cualquiera es capaz de apreciarlo por los sentidos y
llegar a la convicción de que se está en presencia de una conducta prohibida por la ley.

Es decir, para reconocerlo, no se necesita ser juez, perito en derecho, o siquiera estar
especialmente capacitado, la obviedad inherente a la flagrancia tiene una correspondencia directa
con la irrelevancia de la calidad que ostenta el sujeto aprehensor.

En ese sentido, de los arábigos y concepto, emanan tres reglas de aplicación desarrolladas por la
Suprema Corte de Justicia de la Nación.

1. Cuando un efectivo aprecie la comisión de un delito esta obligado a intervenir.

2. El efectivo puede ingresar a un domicilio sólo para atender una petición de auxilio que le fue
hecha por uno de sus habitantes.

3. El efectivo puede ingresar a un domicilio cuando dentro de él se esté cometiendo un delito


flagrante o cuando el delito flagrante ha sucedido en la vía pública y el delincuente es perseguido
hasta el interior del domicilio particular.

Al respecto de la primera, debemos de dejar en claro que la propia norma constitucional, establece
que cualquier persona puede detener a otra en flagrante delito, en el entendido que se tiene que
apreciar directamente el hecho delictivo, a través de la vista, al ser hechos que cualquier persona
puede identificar como delictivos.

Lo que evita esta explicación, es inventarse detenciones arbitrarias, sino existe la objetividad de la
conducta delictiva, ante la inexistencia de la flagrancia; es decir que el hecho delictivo se vea a
simple vista.

La segunda regla establece la petición de auxilio, de un habitante de un domicilio.

En primer lugar debemos de recordar que la inviolabilidad del domicilio se encuentra regulada en el
16 constitucional párrafo primero, en relación con los diversos 17 del pacto internacional de
derechos civiles y políticos y 11. 2 de la Convención Americana de los derechos humanos. Y es
uno de los derechos humanos más preciados.

Por domicilio sea desarrollado que es cualquier lugar cerrado en el que pueda trascurrir la vida
privada, individual o familiar, aun cuando sea ocupado temporalmente o accidentalmente, es decir
que la protección de este derecho encamina también los domicilios accidentales, provisionales o
móviles, al considerarse todo espacio cerrado en el que el individuo pernocte y tenga guardadas
las cosas pertenecientes a su intimidad, ya sea de manera permanente o esporádica o temporal,
como puede ser la habitación de un hotel.

En ese contexto, ejemplificamos que domicilio puede ser, casa habitación, departamento, hotel,
motel, pensión, casa rodante o campers.
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Sin que se consideren domicilio coches ordinarios, ni mucho menos aquellos lugares que no están
destinados a la intimidad de las personas, como lo son almacenes, fábricas, talleres, oficinas,
tiendas, locales o establecimientos comerciales abiertos al público, como restaurantes, bares o
discotecas.

En ese contexto, para poder ingresar a un domicilio sin orden judicial, a través del consentimiento
de un morador del mismo, se tienen que seguir los siguientes pasos.

a) El consentimiento debe ser realizado por una persona mayor de edad y que no tenga restricción
alguna en su capacidad de obrar.

b) El consentimiento tiene que ser prestado consiente y libremente, es decir, ausente de error,
coacción o de un acto de violencia o intimidación por parte del policía.

c) Otorgarse de manera expresa, objetivarlo por escrito o mediante cualquier otro procedimiento
que facilite su prueba y denote el consentimiento claro e indudable.

d) Es limitado, se presta para un objeto determinado, sin posibilidad de ampliarlo o extenderlo a


supuestos diferentes del originariamente contemplado, sólo pueden entrar los policías que autorice
el morador, sin que puedan entrar diversos a éstos.

e) La persona legitimada para otorgar el consentimiento es el titular del derecho a la inviolabilidad


domiciliaria, que no siempre es el dueño, puesto que se protege el derecho a la inviolabilidad y no
a la propiedad, por ello, puede ser el propietario, usufructuario, arrendador entre otros.

La consecuencia de no respetar estos parámetros es que la detención seria ilegal o los objetos
encontrados dentro del domicilio correrían la misma suerte de prueba ilícita.

En el tercer supuesto es necesario atender, que la intromisión al domicilio obedece a que la


demora podría hacer ilusoria la investigación del delito o una detención, atendiendo que la policía
tiene el deber de velar por la seguridad y protección de la ciudadanía, por lo que se deben de
contar con datos ciertos o válidos que motiven la intromisión al domicilio, mismos que serán
aportados a la autoridad ministerial y judicial, para su valoración,.

Por ello, el policía debe de comprender si el delito se esta actualizando o si ya se consumo, es


decir si se trata de delito permanente (secuestro, posesión de droga o armas) o instantáneo
(violación, trafico de personas, pederastia), en estos casos debemos de partir de que la flagrancia
permite a la autoridad policial irrumpir en el domicilio de un gobernado cuando se este cometiendo
el delito dentro de un domicilio, o en su caso cuando después de cometerse el inculpado es
perseguido hasta el domicilio particular. (delito permanente)

La materia a justificar será si la intromisión del domicilio fue motivada por un delito
flagrante.

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