Está en la página 1de 9

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/326660920

Falsas creencias de los trastornos ácido-base

Article · July 2018


DOI: 10.1016/j.acci.2018.06.006

CITATIONS READS

0 4,228

12 authors, including:

Salvador Sánchez-Díaz Karla Gabriela Peniche Moguel


Mexican Institute of Social Security Mexican Institute of Social Security
35 PUBLICATIONS   14 CITATIONS    15 PUBLICATIONS   11 CITATIONS   

SEE PROFILE SEE PROFILE

Orlando Rubén Pérez Nieto Luis Del Carpio-Orantes


Hospital General San Juan del Río Mexican Institute of Social Security
40 PUBLICATIONS   6 CITATIONS    128 PUBLICATIONS   102 CITATIONS   

SEE PROFILE SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Sindrome Antifosfolipidos View project

App Arbovirus 1.0 View project

All content following this page was uploaded by Luis Del Carpio-Orantes on 01 September 2018.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 01/09/2018. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited.
+Model
ACCI-171; No. of Pages 8 ARTICLE IN PRESS
Acta Colomb Cuid Intensivo. 2018;xxx(xx):xxx---xxx

Acta Colombiana de
Cuidado Intensivo
www.elsevier.es/acci

REVISIÓN

Falsas creencias de los trastornos ácido-base


Jesús Salvador Sánchez Díaz a , Karla Gabriela Peniche Moguel a,∗ ,
Enrique Antonio Martínez Rodríguez b , Jorge Samuel Cortés Román c ,
Gerardo Rivera Solís a , Susana Patricia Díaz Gutiérrez a , Eusebio Pin Gutiérrez a ,
José Antonio Asiain Velázquez a , Óscar Rodrigo Jiménez Flores a ,
Orlando Pérez Nieto d , Luis del Carpio Orantes c y Enrique Monares Zepeda e

a
Hospital de Especialidades núm. 14, Centro Médico Nacional ‘‘Adolfo Ruiz Cortines’’, Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS), Unidad de Cuidados Intensivos Adultos, Veracruz, México
b
Centro Médico ABC, Observatorio, Área de Investigación, Ciudad de México, México
c
Hospital General de Zona núm. 71, Unidad de Cuidados Intensivos Adultos, Veracruz, México
d
Hospital General San Juan del Río, Unidad de Cuidados Intensivos Adultos, Querétaro, México
e
Hospital San Ángel Inn Universidad, Ciudad de México, México

Recibido el 2 de junio de 2018; aceptado el 15 de junio de 2018

PALABRAS CLAVE Resumen Los trastornos ácido base son un común denominador en el paciente críticamente
Ácido base; enfermo, tanto hospitalizado en la unidad de cuidados intensivos así como fuera de ella; existen
Gasometría; mitos o falsas creencias de los mismos, no solo en la etiología sino también en la patogénesis
Paciente crítico y diagnóstico, lo que conlleva a interpretar erróneamente una gasometría y por ende malas
acciones; con esta revisión no sistémica de la literatura se pretende dar respuesta a las prin-
cipales afirmaciones erróneas y cambiar el panorama del lector apasionado en el tema de los
trastornos ácido base.
© 2018 Asociación Colombiana de Medicina Crı́tica y Cuidado lntensivo. Publicado por Elsevier
España, S.L.U. Todos los derechos reservados.

KEYWORDS False belief of acid-base disorders


Acid base;
Gasometry; Abstract Acid-base disorders are a common denominator in the critically ill patient, whether
Critical ill patient hospitalised in the intensive care unit or outside of it. There are myths or false beliefs of these
disorders, not only in the aetiology but also in the pathogenesis and diagnosis which leads to
erroneously interpreting blood gas results, and therefore improper actions.

∗ Autor para correspondencia.


Correo electrónico: gabrielapenichemd@gmail.com (K.G. Peniche Moguel).
https://doi.org/10.1016/j.acci.2018.06.006
0122-7262/© 2018 Asociación Colombiana de Medicina Crı́tica y Cuidado lntensivo. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos
reservados.

Cómo citar este artículo: Sánchez Díaz JS, et al. Falsas creencias de los trastornos ácido-base. Acta Colomb Cuid Intensivo.
2018. https://doi.org/10.1016/j.acci.2018.06.006
Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 01/09/2018. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited.
+Model
ACCI-171; No. of Pages 8 ARTICLE IN PRESS
2 J.S. Sánchez Díaz et al.

With this non-systemic review of the literature, an attempt is made to respond to the main
erroneous statements and change the panorama of the passionate reader in the topic of acid-
base disorders.
© 2018 Asociación Colombiana de Medicina Crı́tica y Cuidado lntensivo. Published by Elsevier
España, S.L.U. All rights reserved.

El lactato es la principal causa de acidosis (tipo A). Hoy sabemos que tejidos con adecuada disponibi-
metabólica lidad de oxígeno y con mitocondrias totalmente funcionales
pueden producir grandes cantidades de lactato (tipo B)9 .
Entonces ocurrirá elevación en los niveles de lactato cuando
Peter Arthur Robert Stewart revolucionó nuestra capacidad
la producción sobrepasa la depuración sin que esto sea
para comprender, predecir y controlar lo que sucede con
necesariamente malo. Finalmente, el lactato solo es un bio-
los iones en el organismo1 . Gracias a su modelo cuantitativo
marcador «objetivo» de procesos biológicos, dichos procesos
hoy sabemos que los resultados en los pacientes con acido-
pueden ser normales y patológicos, pudiendo estar elevado
sis metabólica dependen más del ion causal que del grado
en ambas situaciones10 .
de acidosis per se. A través del modelo de Stewart podemos
determinar qué ion tiene mayor responsabilidad en el origen
de la acidosis metabólica: cloro, iones no medidos (aniones
principalmente), lactato, proteínas y fosfatos, todos estos
disueltos en agua2 . Queda clara la capacidad del lactato
para predecir mortalidad (ROC 0,701, IC95% 0,682---0,721) en
los pacientes críticamente enfermos respecto a otros iones:
El déficit de base significa necesidad
aniones no medidos (ROC 0,521, IC95% 0,500---0,542) y cloro de líquidos
(ROC 0,517, IC95% 0,495---0,53), pero hoy dudamos que sea la
principal causa de acidosis metabólica en estos pacientes3 . El déficit de base (DB) es una aproximación que resuelve el
Existe acidosis metabólica cuando el déficit de base está problema de las relaciones cuantitativas, siendo un índice
por debajo de -2 mEq/l. Estrictamente, el ion responsable que cuantifica la cantidad de ácido o base necesaria para
sería aquel que represente el 50% o más del déficit de base, corregir cualquier alteración metabólica. Refleja cambios en
si lo anterior no ocurriera deberíamos clasificar a la acido- la perfusión tisular, alteración en el metabolismo mitocon-
sis metabólica como mixta4 . El índice Cl- /Na+ sustentado en drial o pérdida de la electroneutralidad. El DB correlaciona
el modelo de Stewart determina el ion responsable de la con la severidad del choque, aunque no necesariamente es
acidosis metabólica: índice Cl- /Na+ > 0,79 el cloro será el un indicador de déficit de volumen circulante11,12 . Enton-
principal condicionante, un valor entre 0,75 y 0,79 refleja ces el DB puede ser consecuencia de la hipoperfusión tisular
un componente mixto y el índice Cl- /Na+ < 0,75 los anio- propia de la pérdida de volumen, pero también del meta-
nes no medidos serán la principal causa, siendo estos el bolismo anaerobio con producción de ácido láctico o de la
origen más común de la acidosis metabólica5---7 . Existe una pérdida del equilibrio (electroneutralidad) con disminución
clara asociación entre los aniones responsables de la acido- de la diferencia de iones fuertes aparente (hipercloremia,
sis metabólica en los pacientes críticamente enfermos y los hiponatremia, incremento del agua libre) o incremento de la
resultados. El lactato y los aniones no medidos son predicto- diferencia de iones fuertes efectiva (hiperfosfatemia, hipe-
res independientes de mortalidad OR 1,14 (IC95% 1,08-1,20, ralbuminemia) y finalmente un gap de iones fuertes más
p = 0,0001) y OR 1,04 (IC95% 1,02-1,08, p = 0,0001) respec- negativo (iones no medidos). El DB tiene diferentes compo-
tivamente, pero el cloro no tiene relevancia estadística nentes según el enfoque de Stewart y debemos considerar
OR 0,83 (IC95% 0,84-2,02, p = 0,68). Pacientes con acidosis que el responsable de la acidosis metabólica será el que
metabólica por lactato y por aniones no medidos, pero no tenga mayor porcentaje y no necesariamente déficit de
con acidosis hiperclorémica, tienen una mayor mortalidad volumen circulante13 . Se ha usado para clasificar el choque
en comparación con los pacientes sin acidosis metabólica hipovolémico hemorrágico por su sensibilidad diagnóstica y
(17,7, 12,7 y 4,9%, respectivamente p< 0,05). La contribu- su capacidad pronóstica entre el número de transfusiones,
ción clave de esta gran cohorte que incluyó 1609 pacientes necesidad de transfusión masiva, cantidad de líquido admi-
fue documentar que los aniones no medidos constituyen la nistrado y dosis de vasopresores entre cada clase14 . El DB
causa más frecuente de acidosis metabólica en pacientes no puede guiar la reanimación con líquidos, pues el están-
críticamente enfermos, pero que la acidosis metabólica por dar clínico es la elevación del volumen sistólico de manera
lactato se asocia a mayor mortalidad8 . En años recientes, proporcional al aumento de la volemia siendo medido por
hemos cambiado nuestra percepción acerca de la eleva- métodos dinámicos sin existir correlación de estos con el
ción del lactato. Aquella creencia de que su incremento es déficit de base, sin dejar de mencionar que el DB tiene
consecuencia de la hipoxia tisular o celular ha disminuido múltiples variables15 .

Cómo citar este artículo: Sánchez Díaz JS, et al. Falsas creencias de los trastornos ácido-base. Acta Colomb Cuid Intensivo.
2018. https://doi.org/10.1016/j.acci.2018.06.006
Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 01/09/2018. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited.
+Model
ACCI-171; No. of Pages 8 ARTICLE IN PRESS
Falsas creencias de los trastornos ácido-base 3

El bicarbonato es mejor que la base ácidos o bases) y se puede combinar con otras herramientas
para el diagnóstico de las alteraciones como la relación Cl- /Na+ para determinar la causa.
metabólicas
El pH normal refleja compensación
En el enfoque tradicional, el HCO3 − (bicarbonato) es una de las alteraciones ácido-base
variable dependiente de los cambios en el pH, sin embargo,
este método no considera todos los factores que contribu- Los trastornos ácido-base mixtos son más habituales de lo
yen a los trastornos metabólicos como son los ácidos débiles que se especula, estos se caracterizan por la coexistencia de
no volátiles (ATOT), la diferencia de iones fuertes (DIF) y dos o más alteraciones. Sin entrar en más detalles, el equi-
los iones no medidos13 . Por su parte, Stewart considera al librio en el pH o H+ está condicionado por un componente
HCO3 − como una variable dependiente de la necesidad de metabólico (ácidos débiles, iones no medidos, diferencia de
mantener la electroneutralidad y por lo tanto el HCO3 − debe iones fuertes) y otro respiratorio (pCO2 )13 , si se presenta una
cambiar para «llenar» un espacio de carga desarrollado si la variación en alguno se generará una respuesta «secundaria»
DIF, ATOT e iones no medidos se ganaron o perdieron despro- originada de los sistemas buffers, cambios en la ventila-
porcionadamente en comparación con sus concentraciones ción pulmonar y la acidificación renal, con la finalidad de
en el líquido extracelular16 . Hay tres métodos que cuanti- mantener el equilibrio; cuando esta respuesta secundaria
fican el componente metabólico: el HCO3 - la B (base) y la es ineficaz da como resultado una alteración ácido-base.
DIF, pero ¿por qué utilizar la B y no el HCO3 - ? Es importante Una forma errónea de llamar a esta respuesta secundaria es
tener en mente que la ecuación de Henderson-Hasselbalch «compensación»28 . Actualmente con el enfoque de Stewart,
no proporciona información de otro ácido que no sea el un ácido se define como aquellos iones que alteran el equili-
ácido carbónico (CO2 + H2 O = H2 CO3 = H+ + HCO3 − )17 . Existen brio de la disociación del agua, es decir, una concentración
diferentes sistemas buffer en diferentes partes del cuerpo; alta de H+ y una baja concentración de OH− . Esto repre-
en el compartimento extracelular se encuentran el sistema senta la tendencia de los iones de hidrógeno a interactuar
HCO3 - , proteínas, fosfatos; en el intravascular se encuen- con otros componentes de la solución, lo que afecta, entre
tran el sistema HCO3 - , hemoglobina, proteínas, fosfato; en otras cosas, al potencial eléctrico. El pH es una variable con-
el líquido intracelular las proteínas y fosfatos; en la orina se fusa porque es una transformación no lineal de los [H+ ] - el
encuentran el amonio y fosfato18 . Como podemos observar el logaritmo de su recíproco, en realidad el pH es la medida
HCO3 − es el «amortiguador» más importante, sin embargo, logarítmica del volumen que se requiere para contener 1 Eq
una solución con HCO3 − es demasiado simple como único de H+29 . Aunque parezca irreal, para Stewart, ni la concen-
parámetro metabólico debido a la presencia de tampones no tración de H+ y mucho menos el pH son una medida confiable
HCO3 − como albúmina, hemoglobina, fosfato y otros iones, de acidez, alcalinidad o neutralidad30 . El pH intracelular no
que químicamente se encuentran parcialmente o no disocia- es uniforme, sino dinámico, esto ocasionado por los dife-
dos; los cambios en la concentración de HCO3 − en plasma, rentes compartimentos en los que se movilizan los H+ , por
aunque útiles para determinar la dirección y por lo tanto el lo que ocasiona un pH irreal31 . Independientemente de que
tipo de anormalidad ácido-base, no son capaces de cuan- se mida el valor de pH o de iones de hidrógeno (H+ ), estos
tificar la cantidad de ácidos o bases que se han añadido cambios observados son el resultado de los ácidos volátiles
al plasma, esto impulsó al desarrollo de herramientas para o respiratorios y ácidos no volátiles o metabólicos. Stewart
cuantificar este exceso de ácidos o bases19 . En 1948, Sin- dedujo que los niveles de HCO3 − son el resultado de cambios
ger y Hastings propusieron el término «base amortiguadora» en los H+ y la PaCO2 , sin embargo, estos no determinan el pH
para definir la suma de HCO3 − y ácidos débiles no volá- y por lo tanto el uso principal para variables dependientes
tiles (proteínas, fosfato intracelular, hemoglobina), más como HCO3 − y déficit de base son determinar el grado de un
tarde en 1958 Siggaard-Andersen et al. propusieron el tér- trastorno clínico ácido-base en lugar del mecanismo, esto
mino exceso de base (EB)20,21 . Este complemento describe debido a que al día producimos 15,000 mmol/l de ácido car-
los posibles trastornos metabólicos explicados por variacio- bónico (CO2 + H2 O), cuando el CO2 no se elimina de manera
nes en las variables del agua (dilución/concentración de efectiva, aumenta la reacción y forma más ácido carbónico
plasma), cloro, albúmina, lactato y aniones no medidos22 . que se disocia para formar H+ y HCO3 - , los cambios en los H+
La base evalúa el grado de acidosis metabólica y nos puede y HCO3 − son mediadores de equilibrio y no por un sistema de
ayudar a diferenciar el principal ion responsable y por lo «compensación», de ser así el HCO3 − no amortigua los H+ .
tanto la causa. Kaplan et al. compararon diferentes métodos Incluso en los primeros estudios observaron que los cambios
(tradicional frente al fisicoquímico) para evaluar los tras- en el CO2 conservaban una relación lineal con el HCO3 − y
tornos metabólicos, sin embargo, por sí solos ninguno es los H+ , donde por cada aumento de 1 mmHg de CO2 dismi-
superior al otro en términos de mortalidad (p = 0,15), cuando nuyó el pH 0,008 unidades en trastornos agudos y 0,003 en
se adiciona el EB al enfoque tradicional aumenta el número trastornos crónicos, pero no necesariamente llevándolos a la
de diagnósticos (p = 0,03)23 . La importancia del uso de la «normalidad»32,33 . En cuanto a lo metabólico, en el plasma
base no solo radica en poder realizar mayores diagnósticos se encuentran cationes y aniones que por sus propiedades
metabólicos, se ha demostrado el impacto de la base como fisicoquímicas tienen una tendencia para disociarse en solu-
variable independiente de mortalidad24-26 , como marcador ciones. La diferencia entre la suma de cationes fuertes y
de hipoperfusión o predictor de necesidad de transfusión de aniones fuertes es llamada DIF, este tiene un efecto elec-
hemoderivados en pacientes politraumatizados14,27 . La base troquímico sobre la disociación del agua y a su vez en los
es más sensible que el HCO3 − para identificar las alteracio- H+ y el pH34 . Si la DIF disminuye (acidosis metabólica) con-
nes metabólicas (debido a la cuantificación de ganancia de lleva a un aumento en la concentración de H+ y viceversa. Es

Cómo citar este artículo: Sánchez Díaz JS, et al. Falsas creencias de los trastornos ácido-base. Acta Colomb Cuid Intensivo.
2018. https://doi.org/10.1016/j.acci.2018.06.006
Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 01/09/2018. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited.
+Model
ACCI-171; No. of Pages 8 ARTICLE IN PRESS
4 J.S. Sánchez Díaz et al.

importante entender que los cambios en el pH no son para para reconocer y dirigir el tratamiento ante cualquier
generar una «compensación» o, mejor dicho, una respuesta enfermedad es cada vez más necesaria y resulta abrumador
«secundaria», sino son cambios electroquímicos producidos discernir entre la inmensa cantidad de nuevos conceptos, es
por la disociación del agua, ya sea por componentes respira- posible la confusión al momento de comprender, interpretar
torios o metabólicos, entonces, un pH normal no descarta un y trasmitir algunas palabras, incluso para los escritores de
trastorno secundario o terciario, ni un pH anormal descarta esta nueva información, en consecuencia, puede existir una
una respuesta secundaria adecuada. difusión errónea entre circulo médico y desarrollo de falsas
creencias. Sin embargo, el lenguaje escrito en su pasaje por
Con el modelo de Stewart se realizan más el tiempo, evolucionó con nuestra necesidad para la expre-
sión exacta de cada idea42 . Cada vez es menos interesante
diagnósticos de alteraciones ácido-base
para los médicos en formación la comprensión etimológica
de las palabras, en su mayoría provenientes del latín y el
Es preciso recordar que el estudio del equilibrio ácido-base griego, cuando en realidad son piezas fundamentales para la
tiene más de un siglo de investigación, a través del cual se terminología médica, dicho lo anterior podría ser paradójico
han presentado diferentes abordajes o enfoques que prome- que una misma idea se pueda expresar de muchas maneras
ten el diagnóstico de manera más completa que el previo y que una palabra pueda ser tan similar a otra desde su
descrito. El enfoque o modelo de Stewart, quien desde la concepción misma y a la vez su significado sea realmente
década de los ochenta se enfocó en el análisis fisicoquímico diferente43 . Se debe dejar claro que acidosis/alcalosis
del equilibrio ácido-base a través del reconocimiento de y acidemia/alcalemia no son lo mismo, son parónimos y
tres variables independientes: la presión arterial de dióxido tienen una fonética y un sustrato etimológico en común,
de carbono (PaCO2 ), la DIF y los iones débiles no volátiles pero expresan cosas distintas, en otras palabras, suenan
(ATOT) los cuales influyen sobre las variables dependientes y se escriben casi igual pero no lo son44 . De acuerdo con
como el bicarbonato (HCO3 − ) y el déficit de base para oca- el capítulo de prefijos y sufijos de Medical Terminology el
sionar los disturbios ácido-base y en lugar de mantener a sufijo «emia» se refiere a una condición de la sangre y «ōsis»
la concentración de iones de hidrógeno como eje central a un proceso45 . En este caso, acidemia/alcalemia hacen
del estado ácido-base colocó a la molécula del agua y su referencia al estado absoluto de la sangre, o bien pueden
disociación como un pivote del mismo, al mismo tiempo ser consideradas palabras correctas para nombrar al pH
dio una explicación de la patogénesis de las alteraciones fuera de un rango normal. Dependerá de procesos iónicos
ácido-base profundizando en la etiología, lo que generó con- celulares y de la pérdida de electroneutralidad, a lo que
troversia y polémica2,35-37 . Sin embargo, a través de los años llamaremos como acidosis/alcalosis46 , si está o no compen-
se han realizado estudios comparando el enfoque tradicio- sada, depende de la respuesta homeostática del organismo,
nal (Henderson-Hasselbalch) versus el enfoque de Stewart muchos pensando que lo está cuando se mantiene un pH en
intentando demostrar la superioridad del segundo contra rangos de normalidad, pero eso, ya es otra falsa creencia.
el primero. Por ejemplo, la cohorte publicada por Boniatti
et al.38 donde ratificaron el empleo del enfoque de Stewart
para mejorar el diagnóstico del componente metabólico en La hipoventilación es secundaria
los trastornos ácido-base, pero la gran limitante del estudio a un problema pulmonar
es que carece de pruebas estadísticas de asociación y corre-
lación que avalen los resultados. Por otro lado, una revisión
Siempre será interesante y cautivador hablar del proceso de
no sistémica de la literatura falló en demostrar ventajas
respiración, para disuadir este mito es indispensable tener
diagnósticas y terapéuticas empleando el enfoque de Ste-
en cuenta los aspectos fisiológicos de la respiración: ven-
wart, esto debido a la falta de una prueba estándar de oro
tilación pulmonar, se refiere al movimiento de gas entre
con el cual compararlo39 . Así mismo se ha intentado demos-
dos compartimentos: la atmósfera y los alvéolos; difusión
trar que las variables del enfoque de Stewart especialmente
de oxígeno (O2 ) y dióxido de carbono (CO2 ) entre la mem-
el gap de iones fuertes es un marcador pronóstico en los
brana alvéolo-capilar y la sangre, finalmente el transporte
pacientes críticamente enfermos, no obstante el área bajo
de O2 y CO2 entre la sangre y los líquidos corporales hacia
la curva de 0,63 comparado con lactato hace que esta medi-
las células del organismo47 . La ventilación alveolar es una
ción sea cuestionable40 . En conclusión, no existe un modelo
parte de la ventilación pulmonar la cual hace referencia a
o enfoque utópico para la interpretación más acertada de
la llegada del gas atmosférico a las zonas de intercambio
las alteraciones ácido-base sino una quimera que está for-
gaseoso en el sistema respiratorio, es decir, los sacos alveo-
mada por el enfoque tradicional que al adicionarle el déficit
lares, los conductos alveolares y alvéolos48 . Sin embargo, a
de base y el anión gap incrementa su sensibilidad diagnós-
pesar que suene contradictorio decir que la esencia de la res-
tica equiparable al enfoque de Stewart23 , el cual solo ofrece
piración está localizada en los pulmones con su consiguiente
el beneficio de identificar el ion causal sin influir en la mor-
unidad funcional el alvéolo, el centro respiratorio y el estí-
talidad.
mulo para la respiración están localizados a nivel del tallo
cerebral en donde una agrupación de neuronas (dorsal, ven-
Es lo mismo acidosis y acidemia tral y centro neumotáxico) responden a los cambios del pH
del intersticio cerebral inducidos por el CO2; mientras que la
En la actualidad, todos los días se hace más grande la regulación de la respiración está dada por la participación
avalancha de información a disposición de los médicos. Se de los músculos respiratorios (diafragma e intercostales), la
publican alrededor de 2 millones de nuevos documentos caja torácica y los nervios periféricos, por lo que para un per-
cada año de acuerdo con World View Nature41 . La evidencia fecto funcionamiento y homeostasis de CO2 se requiere del

Cómo citar este artículo: Sánchez Díaz JS, et al. Falsas creencias de los trastornos ácido-base. Acta Colomb Cuid Intensivo.
2018. https://doi.org/10.1016/j.acci.2018.06.006
Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 01/09/2018. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited.
+Model
ACCI-171; No. of Pages 8 ARTICLE IN PRESS
Falsas creencias de los trastornos ácido-base 5

equilibrio entre la producción y eliminación del mismo a tra- en sitio de punción57 . Diversos estudios se han centrado en
vés del centro respiratorio, pulmones, alvéolos y músculos correlacionar los componentes pH, pCO2 , HCO3 − y EB en
respiratorios49 . El término hipoventilación alveolar es la tra- muestras arteriales vs. venosas, como el realizado por Midd-
ducción gasométrica del incremento de la presión arterial de leton et al. donde demostraron una diferencia media del pH
CO2 (PaCO2 ) por arriba de 45 mmHg con la consiguiente pro- 0,03, HCO3 − 0,52 mmol/l y EB 0,19 mmol/l58 . A su vez Singh
ducción de ácido carbónico, incremento en la concentración et al. obtuvieron una buena correlación del pH (r = 0,95),
de iones de hidrogeniones, descenso de pH y la activación pCO2 (r = 0,87), HCO3 − (r = 0,96) y EB (r = 0,97)59 . Schrauben
de los sistemas de amortiguación o buffer, que en este caso et al. evaluaron la precisión diagnóstica de los trastornos
son esencialmente los riñones50 . Así que, la hipoventilación ácido-base en muestras arteriales frente a venosas (n = 23)
es un término gasométrico, el cual está determinado por obteniendo una sensibilidad del 100% para diagnosticar aci-
la presión arterial de CO2 sin embargo un valor alto no es dosis respiratoria, acidosis y alcalosis metabólica, con una
exclusivo de alteración en el intercambio gaseoso a nivel especificad del 60, 58 y 100% respectivamente; sin embargo,
pulmonar, es indispensable considerar al centro respiratorio en alcalosis respiratoria obtuvieron una sensibilidad del 71%
o a los músculos respiratorios como antagónicos del valor y especificidad del 100%60 . Bilan et al. evaluaron la vali-
normal. dez de la gasometría venosa (GV) en diferentes patologías
donde independientemente de la etiología determinaron la
sensibilidad y especificidad del 55 y 91%, respectivamente
No puede coexistir acidosis y alcalosis para alcalosis, sensibilidad y especificidad del 76 y 83%, res-
metabólica en un mismo momento pectivamente para acidosis61 . Aunque la relación entre la
PvCO2 y PaCO2 es impredecible, tienen una buena correla-
De acuerdo con la teoría de Stewart51 el «agua» resulta ser ción pudiendo utilizarse para excluir o detectar enfermedad
un gran protagonista de los trastornos ácido-base y toda sus- respiratoria hipercápnica o monitorizar las tendencias62,63 .
tancia disuelta mantendrá sus concentraciones constantes a Para valorar el estado de oxigenación es «necesario» una
menos que se añada, genere, elimine o destruya, mante- muestra arterial, aunque una buena opción es la correlación
niendo el principio de electroneutralidad52 . Las bases y los entre la SpO2 /FiO2 vs. PaO2 /FiO2 64 . Ahora bien, los pacien-
ácidos son compuestos iónicos, es decir, aniones y cationes. tes críticos cuentan con catéter venoso central de donde
Por más de 30 años se ha utilizado la brecha aniónica (BA) se pueden obtener muestras, sin embargo, ¿podemos utili-
para explicar la acidosis metabólica. La BA antes de aparecer zar la gasometría venosa periférica cuando no se cuenta con
la teoría de Stewart ya describía el principio de electro- una muestra central? Kim et al. evaluaron la correlación de
neutralidad buscando la diferencia entre los principales los parámetros de la GV periférica vs. gasometría arterial
cationes y aniones53 . Desde esta perspectiva clasificamos obteniendo una r = 0,78 para pH, 0,70 para PCO2 y 0,84 para
la acidosis metabólica en BA normal y BA elevada, dedu- HCO3 − . (p = 0,0001)57 . Si bien la GV no reemplaza a la gaso-
ciendo con esto el origen subyacente, ganancia de ácidos, metría arterial, es de utilidad para el clínico en la toma de
falta de eliminación de los mismos o pérdida del bicarbo- decisiones. Cada vez la GV central o periférica es de mayor
nato (HCO3 − ) primaria, secundaria o compensatoria para utilidad no solo en el uso de la SvO2 o delta CO2 , sino para
mantener la electroneutralidad plasmática54 . Ante la pre- monitorizar estados ácido-base y respiratorios.
sencia de acidosis metabólica de BA elevada se calculará
el delta de la BA que compara el cambio en la BA con res-
pecto al cambio ocurrido en la concentración de HCO3 − (1:1) La gasometría debe refrigerarse
y nos ayuda a determinar la presencia de otro trastorno
ácido-base concomitante. Se obtiene: delta de la BA = (BA Al realizar una gasometría (arterial o venosa) esta pasa
medida --- 12) / (24 --- HCO3 − ). En otras palabras, por cada por diversas fases en su análisis: preparación para la toma
1 mEq/l que incrementa la BA disminuye 1 mEq/l el HCO3 − de muestra, toma de la muestra, almacenaje y trans-
(1:1). Cualquier desviación de 1 indica trastorno ácido-base porte; cuatro pasos, múltiples errores, convirtiéndose en
agregado. Cuando el resultado es < 1 (1:2) entonces existe el eslabón más débil de la gasometría. Todavía existe con-
acidosis metabólica de BA normal agregada o mayor pérdida troversia con respecto al transporte y almacenamiento de
de HCO3 − respecto a la BA. Si el resultado es >1 (2:1) existirá las muestras gasométricas, podemos adelantar que el Ins-
alcalosis metabólica agregada o mayor incremento de la BA tituto de Estándares Clínicos y de Laboratorio recomienda
con respecto a la pérdida de HCO3 −55,56 . que la muestra debe analizarse dentro de los 30 min pos-
teriores a la toma y se deberá transportar y almacenar
a temperatura ambiente65-67 . Lo anterior ha sido basado
No podemos tomar decisiones en diversos estudios previos acerca del tiempo, tempera-
con la gasometría venosa tura de almacenamiento de las muestras y el material de
la jeringa utilizada para la recolección. Mahoney et al.
Actualmente el estándar de oro para la evaluación del quienes estudiaron los efectos del almacenamiento durante
estado respiratorio y del equilibrio ácido-base es a través 30 min en jeringas de plástico y vidrio a 0 ◦ C y en jeringas
de muestras arteriales, sin embargo, la tendencia actual de de plástico a temperatura ambiente (22-23 ◦ C), encon-
menor invasión para el enfermo ha motivado a investigar trando aumentos significativos de PaO2 en temperatura a
su correlación con muestras venosas centrales y periféri- 0 ◦ C (+8,4 mmHg) que cuando se almacenaron a tempe-
cas, esto en un intento de disminuir las complicaciones ratura ambiente (+2,6 mmHg) en jeringas de plástico, sin
como dolor, lesión arterial, trombosis, embolización, hema- apreciarse alteraciones cuando se almacenaban en jerin-
toma, distrofia simpática refleja y formación de aneurisma gas de vidrio68 . Así mismo Liss et al. describieron resultados

Cómo citar este artículo: Sánchez Díaz JS, et al. Falsas creencias de los trastornos ácido-base. Acta Colomb Cuid Intensivo.
2018. https://doi.org/10.1016/j.acci.2018.06.006
Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 01/09/2018. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited.
+Model
ACCI-171; No. of Pages 8 ARTICLE IN PRESS
6 J.S. Sánchez Díaz et al.

similares aunque la magnitud de las diferencias fue menor, 4. Gunnerson KJ:. Clinical review: The meaning of acid-base
ellos estudiaron la estabilidad de los gases sanguíneos abnormalities in the intensive care unit part I - epidemiology.
en jeringas plásticas sometidas a 4 ◦ C y a temperatura Crit Care. 2005;9:508---16.
ambiente, utilizando muestras de 75 pacientes hospita- 5. Durward A, Skellett S, Mayer A, Taylor D, Tibby SM, Murdoch
lizados, encontrando aumentos significativos de PaO2 en IA. The value of the chloride: sodium ratio in differentia-
muestras almacenadas durante 30 min a temperatura ting the aetiology of metabolic acidosis. Intensive Care Med.
2001;27:828---35.
ambiente (+2,4 mmHg) y en hielo (+3,0 mmHg)69 . Final-
6. Durward A, Murdoch I. Understanding acid---base balance.
mente, los cambios en la PaCO2 se alteran, provocando un Current Peadiatrics. 2003;13:513---9.
aumento PaCO2 + 0,86 mmHg ± 1,02, con lo que recomien- 7. Cortés-Román JS, Sánchez-Díaz JS, García-Méndez RC,
dan el almacenamiento a temperatura ambiente cuando las Martínez-Rodríguez EA, Peniche-Moguel KG, Díaz-Gutiérrez
muestras se recogen en jeringas de plástico y el análisis SP, et al. Diferencia sodio-cloro e índice cloro/sodio como
inmediato de las mismas. Si el análisis se va a retrasar, predictores de mortalidad en choque séptico. Med Int Méx.
las muestras deben extraerse y almacenarse en jeringas de 2017;33(3):335-343.
vidrio70 . Esto puede explicarse de acuerdo con la ley de Gay- 8. Masevicius FD, Rubatto Birri PN, Risso Vazquez A, Zechner
Lussac, en donde se menciona que las presiones parciales FE, Motta MF, Valenzuela Espinoza ED, et al. Relationship
de oxígeno y dióxido de carbono disminuyen a medida que of at admission lactate unmeasured anions, and chloride to
the outcome of critically ill patients. Crit Care Med. 2017;
desciende la temperatura, sin embargo cuando las mues-
45:e1233---9.
tras son recolectadas en jeringas de plástico y estas son 9. Sánchez-Díaz JS, Monares-Zepeda E, Martínez-Rodríguez EA,
enfriadas a 0-4 ◦ C, las moléculas de plástico se contraen, Cortés-Román JS, Torres-Aguilar O, Peniche-Moguel KG, et al.
abriendo poros más grandes para que el oxígeno se difunda, Acidosis láctica por metformina: reporte de caso. Rev Colomb
pero no lo suficiente como para que la molécula de dióxido Anestesol. 2017;45:353---9.
de carbono se difunda, por lo que se observan alteracio- 10. Okorie ON, Dellinger P. Lactate: Biomarker and potential the-
nes significativas en la PaO2 71 . El impacto es similar en los rapeutic target. Crit Care Clin. 2011;27, 9—326 4.
demás componentes gasométricos generando los siguientes 11. Morgan TJ, Clark C, Endre ZH. Accuracy of base excess–an
cambios: pH -0,021 ± 0,008, EB mEq/l -0,77 ± 0,41 HCO3 − in vitro evaluation of the Van Slyke equation. Crit Care Med.
2000;28:6---2932.
-0,44 mEq/l ± 0,5, un efecto hacia la acidosis, debido a la
12. Davis JW. relationship of base deficit to lactate in porcine
formación de ácido láctico que desplaza los valores de pH,
hemorrhagic shock and resuscitation. Trauma. 1994;36:168---72.
HCO3 − y EB72 . Concluyéndose de esta forma que si se uti- 13. Sánchez-Díaz JS, Monares-Zepeda E, Meneses-Olguín C. Solu-
lizan jeringas de plástico, no se requiere que se almacene ciones balanceadas: cloro el «nuevo villano». Med Crit.
a temperaturas bajas (hielo), con mantenerla a tempera- 2017;31:152---8.
tura ambiente es suficiente, siempre y cuando sea menos de 14. Mutschler M, Nienaber U, Brockamp T, Wafaisade A, Fabian T,
15 min entre la toma y el procesado de la muestra; como se Paffrath T, et al. Renaissance of base deficit for the initial
mencionó al inicio de este texto el estudio de los gases en assessment of trauma patients: a base deficitbased classifi-
sangre constituye una herramienta fundamental en el diag- cation for hypovolemic shock developed on data from 16,305
nóstico y seguimiento de pacientes críticos por lo que no hay patients derived from the TraumaRegister DGU® . Critical Care.
2013;17:R42.
razón por la que una muestra gasométrica deba de esperar
15. Monnet X, Marik PE, Teboul JL. Prediction of fluid res-
más de 5 min.
ponsiveness: an update. Annals of Intensive Care. 2016; 6.
10.1186/s13613-016-0216-7.
Conflicto de intereses 16. Seifter JL, Chang HY. Extracellular acid-base balance and
ion transport between body flluid compartments. Physiology.
2017;32:367---79.
Los autores declararan no tener ningún conflicto de intere-
17. Sánchez-Díaz JS, Martínez-Rodríguez EA, Méndez-Rubio LP,
ses. Peniche-Moguel KG, Huanca-Pacaje JM, López-Guzmán
C, et al. Equilibrio ácido-base Puesta al Día. Teo-
Agradecimientos ría de Henderson-Hasselbalch. Med Int Mex. 2016;32:
646---60.
18. Hasan A. Handbook of Blood Gas/Acid-Base Interpretation. Vol.
Nuestro agradecimiento al equipo médico y de enfermería 1, 2a Edición. Londres: Springer, 2013.
de los diferentes hospitales y turnos de trabajo en la terapia 19. Kellum JA. Clinical review: Reunification of acid-base physio-
intensiva, quienes colaboran profesional y humanamente en logy. Crit Care. 2005;9:500---7.
la atención integral de este grupo de pacientes. 20. Kellum JA. Determinants of blood pH in health and disease. Crit
Care. 2000;4:6---14.
21. Siggaard-Andersen O, Fogh-Andersen N. Base excess or buffer
Bibliografía base (strong ion difference) as a measure of a non-respiratory
acid-base disturbance. Acta Anaesthesiol Scand. 1995;39 Suppl
1. Stewart PA. Modern quantitative acid-base chemistry. Can J Phy- 107:123---8.
siol Pharmacol. 1983;61:1444---61. 22. Scheiner B, Lindner G, Reiberger T, Schneeweiss B, Trauner M,
2. Magder S, Emami A. Practical approach to physical-chemical Zauner C, et al. Acid-base disorders in liver disease. J Hepatol.
acid-base management stewart at the bedside. Ann Am Thorac 2017;67:1062---73.
Soc. 2015;12:111---7. 23. Kaplan LJ, Cheung NH, Maerz L, Lui F, Schuster K,
3. Ho KM, Lan R, Williams TA, Harahsheh Y, Chapman AR, Dobb GJ, Luckianow G, et al. A physicochemical approach to acid-base
et al. A comparison of prognostic significance of strong ion gap balance in critically ill trauma patients minimizes errors and
(SIG) with other acid-base markers in the critically ill: a cohort reduces inappropriate plasma volume expansion. J Trauma.
study. J Intensive Care. 2016;4:43. 2009;66:1045---51.

Cómo citar este artículo: Sánchez Díaz JS, et al. Falsas creencias de los trastornos ácido-base. Acta Colomb Cuid Intensivo.
2018. https://doi.org/10.1016/j.acci.2018.06.006
Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 01/09/2018. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited.
+Model
ACCI-171; No. of Pages 8 ARTICLE IN PRESS
Falsas creencias de los trastornos ácido-base 7

24. Davis JW, Parks SN, Kaups KL, Gladen HE, O’Donnell-Nicol S. 48. Guyton A, Hall J. Tratado de fisiología médica, 1., 12.a. Edición
Admission base deficit predicts transfusion requirements and España: Elsevier; 2011.
risk of complications. J Trauma. 1996;41:769---74. 49. Berend K, de Vries AP, Gans RO. Physiological approach
25. Dunham CM, Siegel JH, Weireter L, Fabian M, Goodarzi S, to assessment of acid-base disturbances. N Engl J Med.
Guadalupi P, et al. Oxygen debt and metabolic acidemia 2014;371:1434---45.
as quantitative predictors of mortality and the severity of 50. Pisani L, Corcione N, Nava S. Management of acute hypercapnic
the ischemic insult in hemorrhagic shock. Crit Care Med. respiratory failure. Curr Opin Crit Care. 2016;22:45---52.
1991;19:231---43. 51. Stewart PA. Strong ions plus carbon dioxide, plus weak acid,
26. Smith I, Kumar P, Molloy S, Rhodes A, Newman PJ, Grounds isolated blood plasma and isolated intracellular fluid In: How to
RM, et al. Base excess and lactate as prognostic indicators understand acid-base. New York: Elsevier; 1981, 110-44 Chapter
for patients admitted to intensive care. Intensive Care Med. 7.
2001;27:74---83. 52. Fores-Novales B, Diez-Fores P, Aguilera-Celorrio LJ. Assessment
27. Ibrahim I, Chor WP, Chue KM, Tan CS, Tan HL, Siddiqui FJ, et al. of acid-base balance Stewart’s approach. Rev Esp Anestesiol
Is arterial base deficit still a useful prognostic marker in trauma? Reanim. 2016;63:212---9.
A systematic review. Am J Emerg Med. 2016;34:626---35. 53. Stewart PA. Independent and dependent variables of acid-base
28. Adrogué HJ, Madias NE. Secondary responses to altered acid- control. Respir Physiol. 1978;33:9---26.
base status: the rules of engagement. J Am Soc Nephrol. 54. Oh MS, Carroll HJ. Current concepts. The anion gap. N Engl J
2010;21:920---3. Med. 1977;297:814---7.
29. Story DA. Bench-to-bedside review: a brief history of clinical 55. Rastegar A. Use of the DeltaAG/DeltaHCO3- ratio in the
acid-base. Crit Care. 2004;8:253---8. diagnosis of mixed acid-base disorders. J Am Soc Nephrol.
30. Kellum JA. Determinants of plasma acid-base balance. Crit Care 2007;18:2429---31.
Clin. 2005;21:329---46. 56. Kuppasani K. Serum anion gap: An important tool in patients
31. Ganapathy V, Leibach FH. Protons and regulation of biological with acid-base disoders. JAAPA. 2011:24.
functions. Kidney Int Suppl. 1991;33:S4---10. 57. Kim BR, Park SJ, Shin HS, Jung YS, Rim H. Correlation bet-
32. Brackett NC, Cohen JJ, Schwartz WB. Carbon dioxide titration ween peripheral venous and arterial blood gas measurements
curve of normal man. N Engl J Med. 1965;272:6---12. in patients admitted to the intensive care unit: A single-center
33. Krapf R, Beeler I, Hertner D, Hulter HN. Chronic respira- study. Kidney Res Clin Pract. 2013;32:32---8.
tory alkalosis The effect of sustained hyperventilation on 58. Middleton P, Kelly AM, Brown J, Robertson M. Agreement bet-
renal regulation of acid-base equilibrium. N Engl J Med. ween arterial and central venous values for pH, bicarbonate,
1991;324:1394---401. base excess, and lactate. Emerg Med J. 2006;23:622---4.
34. Gómez H, Kellum JA. Understanding acid base disorders. Crit 59. Singh NG, Prasad SR, Manjuath V, Nagaraja PS, Adoni PJ, Gopal
Care Clin. 2015;31:849---60. D, et al. Evaluation of adjusted central venous blood gases
35. Berend K. Acid---base pathophysiology after 130 years: confu- versus arterial blood gases of patients in post-operative pae-
sing, irrational and controversial. J Nephrol. 2013;2:254---65. diatric cardiac surgical intensive care unit. Indian J Anaesth.
36. Kishen R, Honoré PM, Jacobs R, Joannes-Boyau O, De Waele E, 2015;59:630---5.
De Regt J, et al. Facing acid-base disorders in the third millen- 60. Schrauben SJ, Negoianu D, Costa C, Cohen RM, Goldfarb S, Fuchs
nium - the Stewart approach revisited. Int J Nephrol Renovasc BD, et al. Accuracy of acid-base diagnoses using the central
Dis. 2014;7:209---17. venous blood gas in the Medical Intensive Care Unit. Nephron.
37. Story DA. Stewart Acid-Base: A Simplified Bedside Approach. 2018;139:293---8.
Anesth Analg. 2016;123:511---5. 61. Bilian N, Behbahan AG, Khosroshahi AJ. Validity of venous blood
38. Boniatti MM, Cardoso PR, Castilho RK, Vieira SR. Acid-base disor- gas analysis for diagnosis of acid-base imbalance in children
ders evaluation in critically ill patients: we can improve our admitted to pediatric intensive care unit. World J Pediatr.
diagnostic ability. Intensive Care Med. 2009;35:1377---82. 2008;4:114---7.
39. Masevicius F, Dubin A. Has Stewart approach improved our abi- 62. Bloom MB, Grundlingh J, Bestwick JP, Harris T. The role of
lity to diagnose acid-base disorders in critically ill patients? venous blood gas in the Emergency Department: a systematic
World J Crit Care Med. 2015;4:62---70. review and meta-analysis. Eur J Emerg Med. 2014;21:81---8.
40. Ho KM, Lan NS, Williams TA, Harahsheh Y, Chapman AR, Dobb 63. Kelly AM. Review article: Can venous blood gas analysis replace
GJ, et al. A comparison of prognostic significance of strong ion arterial in emergency medical care. Emerg Med Australas.
gap (SIG) with other acid-base markers in the critically ill: a 2010;22:493---8.
cohort study. J Intensive Care. 2016;4:43. 64. Pandharipande PP, Shintani AK, Hagerman HE, St Jacques PJ,
41. Sarewitz D. The pressure to publish pushes down quality. Rice TW, Sanders NW, et al. Derivation and validation of
Nature. 2016;533, 147-147. SpO2/FiO2 ratio to impute for PaO2/FiO2 ratio in the respi-
42. Crawfurd J. On the origin and history of written language tran- ratory component of the sequential Organ Failure Assessement
sactions of the Ethnological Society of London. 1867;5:96---104. score. Crit Care Med. 2009;37:1317---21.
43. Stephens S, Moxham B. The attitudes of medical students 65. Hedberg P, Majava A, Kiviluoma K, Ohtonen P. Potential prea-
toward the importance of understanding classical Greek and nalytical errors in whole-blood analysis: Effect of syringe sample
Latin in the development of an anatomical and medical voca- volume on blood gas, electrolyte and lactate values. Scand J
bulary. Clinical Anatomy. 2016;29:696---701. Clin Lab Invest. 2009;69:585---91.
44. Bieliaieva O. Paronymy in the sublanguage of medicine (lin- 66. Knowles TP, Mullin RA, Hunter JA, Douce FH. Effects of syringe
guistic and linguo-didactic aspects). Georgian Med News. material, sample storage time, and temperature on blood gases
2017:144---9. and oxygen saturation in arterialized human blood samples.
45. Keogh J. Medical terminology. New York: McGraw-Hill; 2011. Respir Care 2006; 51(7):732-736.
46. Stewart PA. How to Understand Acid-Based: A Quantitative Acid- 67. Baird G. Preanalytical considerations in blood gas analysis. Bio-
Base Primer for Biology and Medicine, 1, 1a Edición New York: chemia Medica. 2013;23:19---27.
Elsevier; 1981. 68. Mahoney JJ, Harvey JA, Wong RJ, Van Kessel##AL. Changes in
47. Rose B, Post T. Trastornos de los electrólitos y del equilibrio oxygen measurement when whole blood is stored in iced plastic
ácido-base. 15.a. Edición España: Marbán; 2005. syringe or glass syringes. Clin Chem. 1991;37:1244---8.

Cómo citar este artículo: Sánchez Díaz JS, et al. Falsas creencias de los trastornos ácido-base. Acta Colomb Cuid Intensivo.
2018. https://doi.org/10.1016/j.acci.2018.06.006
Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 01/09/2018. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited.
+Model
ACCI-171; No. of Pages 8 ARTICLE IN PRESS
8 J.S. Sánchez Díaz et al.

69. Liss HP, Payne C Jr. Stability of blood gases in ice and at room 71. Shapiro BA. Clinical application of blood gases. 5.th ed. St Louis:
temperature. Chest. 1993;103:1120---2. Mosby Year Book; 1994. p. 14---6.
70. Beaulieu M, Lapointe Y, Vinet B. Stability of PO2 PCO2, and pH in 72. Walter de, Gruyter, Approved IFCC. Recommendations on whole
fresh blood samples stored in a plastic syringe with low heparin blood sampling, transport and storage for simultaneous deter-
in relation to various blood-gas and hematological parameters. mination of ph blood gases and electrolytes. Eur J Clin Chem
Clin Biochem. 1999;32:101---7. Clin Biochem. 1995;33:247---53.

Cómo citar este artículo: Sánchez Díaz JS, et al. Falsas creencias de los trastornos ácido-base. Acta Colomb Cuid Intensivo.
2018. https://doi.org/10.1016/j.acci.2018.06.006

View publication stats

También podría gustarte