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El vudú tiene sus propios sacerdotes (houngans) y sacerdotisas (mambos).

Como el cristiano y el judaísmo, es una


religión monoteísta, que reconoce a un sólo Dios, creador del Universo y de todo cuanto existe.

Hubo un tiempo en que se practicaba el canibalismo y se adoraba a la serpiente, aunque el significado del canibalismo,
todo hay que decirlo, nada tiene que ver con el origen del vudú. De acuerdo a las creencias de los pueblos
precolombinos, el ritual del canibalismo estaba emparentado con la energía que proporcionaba cada una de las partes de
un cadáver, directamente relacionadas con sus dioses. El vudú, al tratarse de una asociación entre el catolicismo y los
ritos afroamericanos, adoptó el sacrificio de las vidas humanas aceptado por sus antecesores (la práctica del vudú tiene
su máximo exponente en Haití). Por este motivo comenzaron a honrar a sus santos (loas) junto al ritual de la sangre.

Muchos consideran que los practicantes del vudú (vuduistas) tienen conocimientos esotéricos y poderes curativos o
malignos. Ahora veremos la realidad de ello.

Extraña mezcla
Aquellos que practican este concepto místico-religioso jamás revelan sus secretos. El porqué está claro. Los vuduistas
practican el culto a la serpiente, los sacrificios de animales, la promoscuidad sexual, la magia negra y el misticismo; una
especie de amalgama que respeta las fiestas religiosas del año cristiano. Es una mezcla extraña, poderosa e
incomprensiva, que nadie quiere desvelar por temor a que los conocimientos se dispersen más de lo debido y porque hay
quienes consideran que estas ceremonias religiosas son una práctica de incultos, ingenuos o de locos.

Al margen, la historia del vudú comienza con su aparición en América en 1700, importada por los negros africanos,
gracias al masivo tráfico de esclavos que se produjo por aquella época. Muy pronto, Nueva Orleans se hizo famosa por el
culto vuduista. No habían leyes en su contra. En 1885, el periódico americano “Daily Crescent” publicó una entrevista
realizada a una sacerdotisa y sus seguidores, donde se leía lo siguiente: “Se sabe que no sólo negros, sino mujeres
blancas, algunas de ellas jóvenes y hermosas, pertenecen a esta institución“. Fue el primer indicio de la expansión de
esta religión entre un gran número de personas. Hoy en día más de una tercera parte de los vuduistas son blancos.
Como en otras ocasiones, alrededor del vudú ha nacido un gran negocio basado en la venta de polvos, hierbas,
inciensos, velas y un gran número de objetos relacionados con su práctica. En Estados Unidos hay barrios negros con
tiendas y almacenes que venden productos vudús. En la calle South Rampart Street, de Nueva Orleans, es posible
adquirir estos productos, amén de contratar los servicios de un dyok, por medio de la venta ambulante. En España se
pueden comprar en los bazares de brujos.

Juan Bosch y Miguel G.Aracil, de la revista esotérica “Ritos” definen así el concepto de vudú: “Es una religión -empieza
Aracil- en la cual los oficiantes invocan a los espíritus, que entran o penetran en los asistentes, los cuales adquieren un
poder para hacer umbandas (curaciones) o kimbandas (maleficios). El clásico vudú, el de clavar alfileres en muñecos, no
es la única realidad. Otros sincronismos, como el vudú de la Corte Real, nos hablan de invocar espíritus de difuntos, para
acometer pactos con ellos, cuando el cuerpo todavía está caliente. Esto, al contrario de lo que algunos puedan pensar,
no es nada extraño: también el catolicisimo establece pactos con santos, que no dejan de ser personas fallecidas. ¿Son
negativos estos pactos? El vudú no es necesariamente maligno. Hay trabajos vudús, realizados con muñecos, que son
medicinales“. Por su parte, Juan Bosch, me muestra un muñeco vudú y me cuenta: “Una vez estuve en un ritual
iniciático. Recuerdo que me encerraron en una cabaña durante tres días, casi sin comer y a oscuras, y sin poder hablar
con nadie. Después me trasladaron, desnudo, a otra cabaña en la que había un palmo de sangre en el suelo. Allí me
arrojaron más sangre por encima, pringándome todo el cuerpo, con la finalidad de darme más fuerza, poder y protección
contra los espíritus malignos, ese era el significado del ritual. Luego me obligaron a girar y noté una especie de energía
que entraba dentro de mi cuerpo. Tuve la sensación de que algo me agarrotaba las manos y me poseía, pero me dijeron
que estaba todo controlado. Del resto del rito está prohibido hablar, pero te diré que establecí un pacto. Este muñequito
de madera, extraño por el material, me lo llevé de recuerdo. Tras esa experiencia, sólo añadiré que éste no es un tema
para tomárselo a broma. Son los que no creen en el vudú quienes no están protegidos e indefensos ante la magia“.
[** Lo encorchetado no forma parte del artículo original. Quiero añadir que, aunque en su día lo publiqué como una
narración, la realidad fue que Juan Bosch y un servidor aterrizamos en Puerto Príncipe, estando perdidos en un poblado
durante 15 días. Allí tuvo lugar su pacto.]

Cómo utilizar una muñeca vudú


Las muñecas vudú son el medio gracias al cual el pensamiento es transmitido con éxito. La muñeca es el instrumento
con el que se establece el contacto directo entre el sacerdote, o la sacerdotisa, y la persona a la que se quiere enfermar,
herir o incluso matar.

Las muñecas vudús más poderosas y efectivas son las que están fabricadas por el vuduista; aunque en algunos
establecimientos se pueden adquirir, muchas de ellas en cera. Se confeccionan con cosas que conservan las vibraciones
de la persona representada: objetos personales y prendas de vestir que servirán para cubrir la parte exterior de la
muñeca. El interior puede ser de cera, manteca, papel, masa de pan, hierbas de eupatorio, y en él se pueden pegar
ciertas partes del cuerpo del afectado: trocitos de uña, cabello, piel…

Mientras se está fabricando se debe sacrificar a un animal y untar con su sangre fresca el relleno de la muñeca. Si la
víctima es una mujer, algunos vuduistas usan la sangre de su menstruación. Cuando la muñeca está lista se ha de
concentrar la imagen mental del afectado en ella.

Si se desea hacer el mal sobre la figura, se han de clavar agujas en los puntos donde se quiere que la víctima sienta
dolor. Otro método que causa bastantes molestias consiste en liar un hilo negro alrededor de la muñeca vudú.

En mi viaje a Haití un houngan me explicó cuál es el método más efectivo para actuar contra tus enemigos: “La muñeca
debe ser de cera. Esta se coloca en un horno y se deja derretir mientras se recita suavemente el nombre de la víctima.
Mientras arde, se pincha una y otra vez con alfileres. Con este sistema la víctima sufre unos dolores atroces, llegando a
morir si la figura se consume del todo“. Luego me comentó que el método de la muñeca en el jarro es otro de los
sortilegios más antiguos. “Consiste en introducir la muñeca en un jarrón de porcelana marrón, que luego se cierra
firmemente y se deposita en la tumba de un cementerio”. Me aseguró que el enemigo representado por la muñeca muere
a los nueve meses.

La sangre de cerdo
Algunos de los aspectos más exóticos del vudú, se describen ahora. Por ejemplo, los vuduistas cubren todos los relojes
de pared y espejos de una pared donde yace un cuerpo. Se dice que un espíritu se torna muy destructor ante estos dos
objetos.

Si una muchacha virgen muere, su cuerpo es lavado cuidadosamente por una mambo, que deberá desflorararla, con el
dedo o con cualquier objeto, antes de enterrarla.

La mayoría de los altares vudús tienen un gran falo de madera. Se utiliza para los casos en que alguien cae poseído.
Una mujer también puede usarlo como estimulante sexual mientras danza alocadamente.

En las ceremonias se sacrifican cerdos porque su sangre caliente se considera sagrada. Se toma un juramento de eterno
silencio a medida que cada participante bebe un poco de la sangre del animal. Se dice que cualquiera que rompa el
juramento muere pronto o sufre horribles consecuencias.

Se cree que un individuo negro que huela a eucalipto ha nacido del cruce entre un hombre y un caballo.

Los vuduistas ofrecen a los espíritus innumerables cosas: ron, whisky, mujeres, y todo aquello que ellos consideran que
es bueno.

Algunos practicantes del vudú tienen una esposa legal y varias amantes.

Es necesario entender que los muchos enigmas del vudú, ahora desvelados, tienen una lógica racional muy diferente al
resto de otras religiones que se autoproclaman civilizadas y poseedoras de la verdad absoluta. Aunque como toda
religión se basa en la ignorancia y en prácticas que rozan lo energúmeno.

Hechizos de amor
Cuando todo falla, los hay que recurren al vudú para conquistar a la persona deseada, o para resolver problemas que
parecían no tener solución.

1. Afrodisiacos vudús.
Los vuduistas creen que chupar el jugo de los huesos del bacalao es uno de los mejores medios para recobrar la
potencia sexual. Para ello se tiene que realizar lo que llaman un “gris-gris”, que consiste, nada menos, que en extraer
los testículos de un gato y dejarlos secar durante unos cuantos días. Después, se introducen en una bolsa de
gamuza y ésta, cerrada herméticamente, se cuelga del escroto del hombre durante un período no inferior a 30 días.
2. Un anticonceptivo sencillo.
Los que practican el vudú piensan que se puede elaborar un anticonceptivo eficaz con el agua fresca de la lluvia. El
agua recogida en un vaso se ha de depositar sobre la mesita de noche antes de acostarse.
3. Método para las mujeres que quieren forzar a su hombre al matrimonio.
Se coge una calabaza y se vacía su contenido. Luego se rellena con patatas hervidas y pan tierno. Seguidamenente,
se enrolla una pastilla de jabón con las hojas enredaderas de la misma calabaza. Y, finalmente, se esconde todo
cerca de la casa del hombre amado. Según los que creen en ello, esto obliga al hombre a proponer un compromiso
matrimonial.
4. Cómo conseguir que tu mujer no te ponga los cuernos.
Para que ella se mantenga fiel hay que colocar sobre su ombligo el espinazo de cualquier pescado, mezclado con la
yema de un huevo hervido. Después de tomar esta precaución, si otro hombre intenta hacérselo con tu amada, se
expone a morir en un plazo de 7 días.
5. Para convertir a un hombre en impotente.
La mujer puede vengarse de un hombre con este rito. Lo único que debe hacer es conservar la ropa que ambos
utilizaron para limpiarse después de mantener relaciones sexuales (normalmente una toalla). Se le hace entonces
siete nudos y se sumerge en un río, de forma que no pueda salir a la superificie. Con esto se asegura que el hombre
pierda su virilidad. La tradición vuduista dice que sólo se podrá romper el hechizo, deshaciendo los siete nudos. Pero
si la prenda se extraviara, el hombre nunca más volverá a recuperar su potencia sexual.

Vocabulario básico
 Aizan. Velo de hojas de palma, con el que los iniciados deben cubrirse los ojos durante los rituales.
 Asator. Tambor muy utilizado durante las ceremonias. Está revestido de ropas femeninas. Mientras suena, se
sacrifican cabras a los espíritus.
 Asson. Carraca para emplazar a los espírtus a la ceremonia en vigor.
 Bagi. Altar que contiene los frascos, perfumes, aceites, inciensos y otros objetos sagrados.
 Bambouche y Banda. Danzas especiales donde prevalece la promiscuidad sexual.
 Bassin. Lago o piscina utilizados para el ritual.
 Bocor. Médico brujo.
 Bois. Término para designar el pene.
 Caballo. Persona poseída.
 Cabra sin cuernos. Sacrificio humano.
 Canzo. Iniciación bautismal del fuego.
 Clarín. Bebida preparada con zumo de caña de azúcar.
 Dominicaine. Prostituta vuduista muy estimada por su experiencia en materia sexual.
 Dyok. Mago negro.
 Govi. Vaso sagrado que contiene el espíritu de una persona muerta.
 Gran Mait. Dios.
 Houngan / Zobop. Sacerdote.
 Macandalis. Amuletos especiales que ayudan a una persona a ser clarividente.
 Rara. Festival especial de verano.
 Vivi. Procedimiento para expulsar al espíritu de una persona con el fin de desarrollar un zombi.
 Wanga. Acción de magia negra contra un enemigo.
 Zombi. Muerto viviente.

El arzobispo budista
Esta religión también tiene sus jerarcas, como Sergio do Bará.

Aprovechando la visita a nuestro país de Sergio do Bará, bavalorisá (arzobispo) brasileño -conocido en la religión
candomblé (el vudú de Brasil) como Pai do Santo-, tuve la oportunidad de entrrevistarle.

– Se dicen bastantes cosas, a ya veces muchas barbaridades, sobre los zombis.. Pero ¿qué son exactamente?
Los zombies no son más que personas que han pasado por un trance de “casi-la-muerte”. Y, contrariamente a lo que
algunos puedan pensar, siempre es un brujo el que ha realizado la labor de convertir a una persona en zombi. Y,
evidentemente, no se hace porque sí.

– ¿Qué se tiene que hacer para convertir a una persona en muerto viviente y cuál es la razón por la que se hace?
El que muere, no fallece en realidad, sino que pasa por un estado catatónico provocado por el veneno de un pez tropical.
Al cabo de unos días despierta de ese estado y se le desentierra. Es probable que la falta de oxigenación cerebral le
provoque esa embolia por la que no recuerda mucho de su vida. Se hace por una razón muy sencilla, y es porque hay
personas que no pueden irse de este mundo hasta que no hayan cumplido la misión por la que están aquí. El brujo pone
otro protector, un ángel de la guarda que no es el suyo, al zombi. Aunque, hay veces, lo reconozco, que un brujo oscuro
(dyok) convierte a una persona en zombi por causas más siniestras.
La Santería: Una religión de adivinación, magia y sacrificio de animales
¿Qué es la santería? Es una religión afro-caribeña que combina aspectos animistas y panteístas con la adoración de los
antepasados y el catolicismo cubano. Es una religión sincretista que mezcla la creencia en los orichas o los dioses del
panteón yoruba, un pueblo al suroeste de Nigeria, con los santos católicos. A veces se identifica como la religión de
los orichasi. Contiene un gran número de mitos, cuentos o leyendas (patakí) que dan razón de ser de muchos de sus
ceremonias y costumbres y las hace más comprensibles. Aunque existen más de 400 divinidades de las cuales se
adoran a dieciséis activamenteii, los que forman la base principal son Obatalá, Ochún, Yemayá, Oyá, Changó y los
Guerreros que son Elewá, Ogún, Ochosi y Ozún. Alrededor de estos orichas que son a su vez deidades y santos se
celebran ritos de iniciación, adivinación y magia.

En esencia la santería es una religión adivinatoria que ofrece al creyente los medios para tener acceso al conocimiento
del mundo y a las fuentes principales de poder. A su vez practica la magia imitativa con preceptos positivos y negativos.
Reclama enfáticamente que no practica la magia negra, solamente la blanca. La santería adora a Olofi, que también se le
llama a Olodumare y Olorun, el Dios Todopoderoso y el Ser Supremo, y a los orichas en las fuerzas de la naturaleza
donde se manifiesta la voluntad de Dios. La meta central del santero es adorar a los santos (orichas), observar sus
fiestas, obedecer sus órdenes y llevar a cabo sus ritos. A cambio de una sumisión total, se le promete poderes
sobrenaturales y protección de lo malo. Eso incluye el bienestar, la salud, influencia, puestos, la posibilidad de prever el
futuro y modificarlo y las otras cosas que el ser humano busca.

¿Cómo surgió la santería? Cuando los colonizadores adquirieron miles de yorubas para esclavos en Cuba, Brasil, Haití y
Trinidad, estos se aferraron a sus prácticas religiosas, mezclándolas con otras tradiciones africanas y ajustando su
religión al nuevo medio ambiente del Nuevo Mundo. Debido a la persecución católica cubana, no las podían practicar
abiertamente. Por lo tanto, asimilaron los símbolos de la Iglesia Católica Romana, la única iglesia legal en Cuba.
Conforme a las semejanzas de los santos católicos a sus dioses, les dieron nombres yorubas, al adoptarlos a su fe
tradicional. De manera que cuando celebraron sus rituales daba la apariencia de una adoración católica, pero en realidad
en forma clandestina seguían adorando a los orichas yorubas. Por supuesto, este proceso de convivencia y adaptación a
través de varios siglos modificó también las prácticas yorubas de Nigeria iiicombinándolas con los de otros países
africanos. Con el éxodo y exilio en masa de Cuba después de 1959 se ha extendido esta fe en los orichas y sus prácticas
a Puerto Ricoiv y a los distintos lugares en los E.U. tales como Miami, Nueva York, New Jersey, Chicago y Los Angeles y
a varios países de América hispana como Panamá, Venezuela, México y la República Dominicana.

Sus deidades

Para el santero, la persona iniciada en la religión de los orichas, las deidades son entidades sobrenaturales y
emanaciones de Olofi, el Dios Creador de los seres humanos y de los otros santos. Las divinidades tienen dos aspectos,
uno de los cuales es el control de una variedad de esfuerzos, empeños e intereses humanos y el otro es la
representación de diferentes elementos o fuerzas de la naturaleza. Algunos de los diez-y-seis principales que se adoran
son las siguientes:

 Obatalá, representado por el santo católico de la Virgen de las Mercedes, es el padre de los orichas, el patrón de la
paz y la pureza.
 Orunla, también conocido como Ifá y Orúnmila, es el patrón de los sacerdotes (babalawos) y el principal adivino del
panteón yoruba. Es representado por el santo católico de San Francisco de Asís.
 Yemayá, la patrona de los mares y de la maternidad por ser la primera madre de la humanidad, es madre de
catorce de los más importantes orichas, incluyendo a Changó. Suele ser representada por la Virgen de Regla.
 Ochún, la hermana menor de Yemayá y la pródiga dueña del amor, del matrimonio, del oro y de los ríos, es la
concubina favorita de Changó. Se le representa como la Virgen de la Caridad del Cobre, la patrona de Cuba.
 Oyá, la reina de los muertos, dueña de la llama (fuego) y patrona del cementerio, es una de las queridas favoritas
de Changó y esta hija de Yemayá suele ser representada por Santa Teresa y la Virgen de la Candelaria. Se conoce
en Puerto Rico como la tierra de Oyá.
 Changó, la divinidad de la virilidad, el patrón del fuego, el relámpago y el trueno, proporciona victoria sobre los
enemigos y toda dificultad. Se le representa a este hijo de Yemayá con la imagen de Santa Bárbara. Cometió
incesto con su madre y tenía otras tres mujeres incluyendo a Ochún y a Oyá.

Cuatro deidades forman el grupo identificado como los Guerreros. Son Elewá (Elegua, Eleguá o Elegguá), Ogún,
Ochosi y Ozún.

Elewá es el guardián de las puertas, incluso la de los muertos, y el mensajero de Olofi y de los otros orichas. Sin él nada
se puede lograr. Es la deidad principal de la adivinación del santero. Suele ser representado por los santos católicos de
San Antonio y el Niño de Praga o de Atocha. Además, se le representa con otra imagen: una piedra que tenga forma de
cabeza y que con frecuencia se encuentra detrás de una puerta de la casa.

Ogún, un hijo de Yemayá representado por la imagen de San Pedro, es el patrón de los metales y de toda persona que
trabaja.

Ochosi, el hijo de Yemayá representado por la imagen de San Norberto, es el patrón de los cazadores.

Ozún, el oricha que siempre acompaña a Elewá, advierte a los santeros cuando se aproxima el peligro. Su
representación es la imagen de San Juan Bautista.
Además de los santos católicos para simbolizar a las divinidades, se representan a todos los orichas por "los
fundamentos y secretos del santo". Estos fundamentos son un conjunto de una o más piedras (otanes) recogidas para la
iniciación ("asiento"), dieciséis (diloggun) y diversos atributos que son pequeñas figuras y objetos que representan los
poderes y características de la deidad. Las piedras consagradas, que se conservan en grandes soperas del color del
oricha, sirven para obtener una serie de beneficios, para protegerse de los infortunios y malas influencias que les
asechan. Están imbuídas de ashé que quiere decir que están hechas de energía cósmica como todas las demás cosas
en el universo. Estas piedras son la representación más fundamental del oricha y se las trata como seres vivos
bañándolas con líquidos sagrados refrescantes hechos de plantas, limpiándolas, frotándolas con aceite y alimentándolas
con la sangre de los animales del oricha. Al convertirse en la divinidad, las piedras como habitaciones de los orichas
cobran personalidad, adquieren el poder (ashé) del dios o del espíritu que se fija en él. Se usan las caracoles para la
adivinación. El iniciado los conserva en su casa junto a las deidades en vez de en un templo especial. Además, muchos
de sus ritos se llevan a cabo en las propias casas de los feligreses.

Los collares de cuentas (eleke) del color característico de cada oricha son otro símbolo muy importante. Los colores de
los orichas irradian ashé. Cuando ostentan el color de un oricha, evidencia la veneración que se le profesa, y el color
protege a su adorador al desviar la agresión de la brujería que se intenta lanzarle. Así resguardan a sus hijos con sus
colores.

Las iniciaciones

Existen dos caminos de progresión en la jerarquía de poder y prestigio que es esencialmente un proceso ritual de once
categorías, desde el no creyente hasta convertirse en un elevado grado de conocimiento y protecciónv, en
un omókoloba(uno que haya recibido a Olofi). Los diversos rituales facilitan un mayor poder y conocimiento. Los no
creyentes carecen del poder que genera esta religión y por lo tanto, la protección adecuada contra el mal. En los dos
caminos hay que recibir a los Guerreros aunque los demás pasos varían; en uno hay ocho pasos y en el otro hay cinco vi.

Con frecuencia se refiere a la iniciación con el nombre de "asiento" que significa contrato y obligación. Es un contrato en
el cual el oricha conviene en proteger a su hijo, y éste en servirlo, pues es su obligación. También se usa la expresión de
"hacer el santo" para referirse a la iniciación.

Debe sacrificar animales en la iniciación, pues "no hay nacimiento sin sangre". Se cree que en la iniciación uno nace a
una vida nueva. Al final se le considera al iniciado un hijo (omo) de su oricha, pues durante la ceremonia se simboliza
una nueva realidad: el iniciado ha nacido de nuevo.

Para muchos santeros esta iniciación es solamente la primera de una serie de ceremonias que le lleva a comprometerse
más con los orichas, pues esta relación con los orichas puede extenderse a incluir a varios. Al "hacer el santo" le abre el
paso para uno de dos caminos, el camino del santo abierto para todos los hombres y mujeres y el de Orula (Orúnla,
Orúnmila o Ifá) abierto sólo a los hombres que serán sacerdotes (babalawos).

No solamente durante la ceremonia de la iniciación sino durante diferentes ceremonias se logra a través de los tambores
y ciertas danzas un estado alterado de conciencia conocido como trance o posesión. Se describe como el
momento cuando "baja el santo" o que el iniciado tiene "el santo montado" que da énfasis en la acción del oricha al
descender y montar la cabeza del santero. Esta frase señala el control del oricha sobre los movimientos frenéticos y los
gestos de la persona, los cuales hace posible la identificación del oricha.

Las prácticas adivinatorias

Debido a su fe en la reencarnación, creen que dentro de ciertas limitaciones es posible escoger el tipo de destino en la
próxima vida antes de nacer. A la vez esto implica que hay una serie de cosas predeterminadas en la vida, tales como
carácter, ocupación, pobreza o riqueza, inteligencia, suerte o desdicha y duración de vida. Así que aunque no es posible
cambiar el destino en sí, uno puede empeorarlo al quebrantar una prohibición o tabú de su oricha, desobedecer una
deidad o algún trabajo de brujería que no haya podido vencer puede alterarlo. Así cobra valor las ceremonias
adivinatorias, pues por medio de ellas se recibe valiosos consejos que les permiten a que ese destino sea lo menos
honroso o a que sea mucho mejor por tener menos problemas y recibir los mayores beneficios posibles. Para ayudar en
estas situaciones, la adivinación juega un papel crucial, porque las influencias negativas pueden ser corregidas o
mejoradas cuando se descubre el porqué y el origen de ellas al obedecer las instrucciones señaladas por la adivinación.
Así que no sólo descubre las razones espirituales para los innumerables problemas y situaciones difíciles de la vida
ordinaria, tales como la salud, el amor y el dinero, sino se informa la manera de resolverlos. Además las experiencias de
los orichas en la mitología ofrece modelos de acción de la cual se saca provecho.

Los funcionarios religiosos más característicos de los rituales de adoración son el babalawo y el santero. Sus respectivos
instrumentos ordinarios de adivinación son el opele y el diloggun o caracol. Debido a que en la vida uno confronta
muchos problemas y situaciones difíciles, se necesita la orientación de Olofi, la deidad suprema, quien habla a través de
los sistemas de adivinación. Al obedecer a las indicadas ceremonias de adoración o veneración a una deidad, uno puede
esperar el éxito. La gran mayoría de las ceremonias dependen del procedimiento adivinatorio del opele y el caracol para
que puedan llevarse a cabo, aunque hay tres ceremonias que no dependen de estos. Las ceremonias que sí dependen
de la adivinación incluyen el recibimiento de los collares, las iniciaciones, los baños lustrales, los sacrificios de animales
de dos y cuatro patas y las ofrendas de vegetales, frutas, dulces y las lámparas a una entidad sobrenatural y la
participación en una Misa Católica o espiritual.

Con frecuencia se interroga el obi y el diloggun para conocer la voluntad de los dioses, complacerlos o reparar a tiempo
la negligencia o el error que se ha cometido contra ellos. Así tiene carácter propiciatorio, preventivo o reparatorio. El uso
del coco (obi), la herramienta básica de su sistema adivinatorio, se limita a contestar negativa o afirmativamente las
preguntas que se les hace en un registro sobre asuntos que no son de gran envergadura. Un devoto sin estar
necesariamente iniciado ("asentado") puede hacer uso del coco, el método de adivinación muy corriente y expedito. A
todo creyente le está permitido consultar sus asuntos con el coco, el cual contesta según la posición en que cae. Los que
auguran favorablemente muestran o presentan la pulpa y los que "dicen no", la corteza. Los santeros lo usan en sus
ceremonias principales para adivinar el futuro de alguien y para determinar si a la divinidad le gusta cierta ofrenda.

El sacrificio de animales

El sacrificio es fundamental en el culto a los orichas, pues piden y agradecen este alimento. Para garantizar su eficacia
hay que ceñirse a la tradición y la técnica del sacrificio.

La sangre de los animales no debe faltar en las ceremonias más importantes y cada divinidad tiene sus sacrificios
favoritos que sirven de alimento para el oricha, pues no es un ser todopoderoso. Por eso el sacrificio le brinda la energía
cósmica vital (ashé). Un oricha puede tener preferencia para el chivo, el carnero, el cerdo, el pez, la oveja o la tortuga
mientras que a otro le gustan las aves tales como las gallinas blancas o negras, las palomas, los pollos, el gallo, la
guinea, el codorniz, el ganso, el pavo o los patos. Además hay ofrendas que no envuelven la sangre tales como la miel,
la fruta o el vegetal como el frijol negro cocido y el arroz.

Los orichas - materializados en sus piedras, con los caracoles e ilekes - no consumen la carne de los animales
sacrificados, sino el ashé que contiene la sangre, la cual se derrama sobre los fundamentos de los santos y las cabezas
de los iniciados. Se libera esta energía en virtud de la consagración por medio de las palabras sagradas en yoruba en las
invocaciones. La sangre acrecienta las energías de los dioses. Los mantiene potentes, eficientes y satisfechos de sus
adoradores. De esta manera el oricha se alimenta y también se beneficia al santero. Hay que tener en cuenta que para la
Santería sin sacrificios no hay salvación ni prosperidad ni seguridad. Además, los dioses no pueden prescindir de la
sangre de los sacrificios, porque aumentan sus energías. ¡Los orichas tienen que alimentarse! A la vez la sangre
beneficia al que la ofrece y a los que participan en el sacrificio, pues les infunde nuevas fuerzas y vitalidad (ashé). Así
aumenta sus energías y defensas naturales. Mediante el sacrificio se comulga y se estrecha la unión con los orichas, y
los mismos beneficios alcanzan los que asisten a la matanza impregnándose de la esencia sagrada y poderosa de la
sangre que es "vida de la vida".

Existen otras razones para el sacrificio de animales. A veces en la historia ha sido un medio de obtener el perdón de
algún oricha. Se hace además en ocasiones para evitar a que la furia del creador se descargue sobre los seres
humanos. En el ritual de la iniciación la sangre suele simbolizar a veces el nuevo nacimiento del iniciado. En otras
ocasiones su propósito es suplicatorio; tiene el fin de obtener un favor o un beneficio de algún oricha. A veces tiene el
propósito de librarse de la mala influencia de un trabajo de hechicería, tal vez una enfermedad o aun la muerte. Además
suele usarse para una limpieza, una purificación o un despojo para recoger las enviaciones de espíritus de poca
elevación moral. Por último en algunos rituales los animales simbolizan factores negativos o la muerte que adhieren a
esos animales y que se alejan de uno (Sánchez, pág. 36).

A su vez los santeros aprovechan de varios argumentos para justificar este sacrificio de animales. Afirman que desde la
creación todo pacto entre Dios y el hombre ha sido ratificado por la sangre animal. Se necesita la víctima como prueba
de la intención del hombre de honrar el pacto. La misma sangre representa la energía de la cual todas las cosas fueron
creadas. Ofrecer sangre a la deidad es darle un regalo de energía pura que puede ser usada otra vez en la creación.
Tanto la sangre de los animales sacrificados como las velas y las ofrendas de comida se dan a los orichas, y a través de
estos al dios creador Olofi. De esta manera las ofrendas de diferentes clases de energía sirven para rellenar los poderes
de los orichas. Ni los orichas ni los muertos antepasados "comen" la sangre o la comida, más bien absorben las energías
de estas ofrendas. Es igual para las velas. De las tres clases de ofrendas, la sangre es la más importante y la
indispensable debido a que su energía es una viviente, de la cual el "mundo espiritual" se forma y se nutre. Por esta
razón, concluyen los santeros, Dios siempre ha demandado del hombre un sacrificio de sangre para la ratificación de
cada pacto. Como ejemplo de un sacrificio máximo está la muerte de Cristo en la cruz para establecer el nuevo pacto.

Para la Santería la sangre de los animales sacrificados pertenece a los orichas y por lo tanto al dios creador Olofi. Se
trata de un derecho divino. La matanza de los animales no se trata de algo sin sentido sino se lleva a cabo en
ceremonias celebradas con gran seriedad y con mucho respeto y sólo personas entrenadas por medio de los ritos
iniciatorios apropiados lo llevan a caboix.

Además los santeros justifican este ritual refiriéndose a la Biblia que, según ellos, está repleto de ejemplos de sacrificio
de animales a Dios de parte de los Israelitas. Aun Abraham estaba dispuesto a sacrificar a su único hijo para complacer a
su Dios. En el libro de Levítico Dios instruyó a Moisés cómo ofrecer el holocausto (Lev. 1:5). Al fin de la construcción del
tabernáculo los doce príncipes representando los doce tribus de Israel trajeron sus ofrendas a Jehová y estas incluían el
sacrificio de veinte animales (Nú. 7:11-17). Aun cuando María dio luz a Jesús y no podría llevar al templo el cordero
requerido, llevó dos palomas al sacerdote, una para el holocausto y la otra para la ofrenda de paz (Lu. 2:22-24) en
cumplimiento a Lev. 12. Jesús mismo subrayó la importancia de la sangre del sacrificio durante la última cena al
identificar la copa como la sangre del nuevo pacto. Según el catolicismo se repite este sacrificio incruento continuamente
en la misa.

También se arguyen de que si se matan millones de animales cada día para el consumo humano, ¿por qué los orichas
no pueden beneficiarse de unos cuantos? Además, cuando se matan en un matadero, los animales sufren más que en el
rito santero, pues debido al respeto por las deidades, consideran los animales sagrados para los orichas y los sacrifican
con rapidez y con gentileza. Sufren mucho menos así que en los mataderos. También en ciertas ocasiones el sacrificio
de una ave conforme a la instrucción de un oricha puede salvar la vida de muchas personas.

Los espíritus de los antepasados muertos

Uno de los aspectos muy importantes es el culto y la veneración de los antepasados muertos. Sus raíces se encuentran
en la creencia en que los orichas también vivieron y murieron, pero ahora son simplemente otro aspecto de la misma
fuerza sobrenatural. Los muertos xiii son algo fundamental para la Santería, pues al propiciarlos primero se abren las
puertas que conducen a los orichas. A los muertos se tiene que dar su especial reconocimiento al pagar sus derechos,
evocarlos, rezar a ellos y alimentarlos. Los muertos dependen de los vivos para mantenerse y no penar desfallecido en
las tinieblas del otro mundo. De vez en cuando es preciso hacerles sacrificios para darles de comer. A veces se preparan
objetos como un palo adornado por cintas y cascabeles que los representa. Ese palo se coloca en el baño (González
Wippler, pág. 160-172).

Toda ceremonia, incluso la imposición de los collares, comienza con una reverencia a los muertos que se extiende hasta
los antepasados más remotos. Se cree que los difuntos pueden intervenir en sus vidas, protegerlos o importunarlos. Por
eso, es necesario adular y propiciarse a ellos y por los mismos motivos que se procura ganarse el favor de los orichas.
Cuando los muertos se sienten queridos y reciben las atenciones, velan por los creyentes en esta religión. Los santeros
creen que tienen que ponerse en guardia contra las almas en pena, "espíritus oscuros", errantes y mal intencionados,
pues los muertos son más fuertes que los vivos. Por eso es indispensable la invocación a los antepasados y a los dioses
y la recitación de las oraciones que se le rezan a los muertos.

A veces se recomienda el rezo constante a los muertos de la familia de uno. Esto puede incluir prender una vela a todos
y en algunos casos se colocan un pequeño vaso de agua y otro de café al lado de una lámpara como evidencia del
respeto y el amor que se les tiene.
Rastafarismo. Es un movimiento sociocultural y religioso que considera al emperador de Etiopía, Haile
Selassie I, como una encarnación de Dios. El Rastafarianismo es también una religión de orientación política,
cuya característica principal es no aceptar los valores impuestos por la ideología dominante. Rastafari, más
que una religión, es un orden de vida que tiene principios y normas de convivencia. La mayoría de los
rastafaris no se identifican con ninguna secta o denominación.

Origen

El movimiento rastafari debe su nombre a Ras (principe) Tafari Makonnen (nombre/apellido), cuya coronación
como Emperador Renzo de Etiopía (1930) fue vista como la culminación de la profecía de Marcus Garvey de
una década antes. Arraigada en Jamaica, que está empezando a extenderse por todo el Caribe y entre las
comunidades negras de Gran Bretaña y los Estados Unidos. La base fundamental de sus movimientos de
protesta se encuentran en la Biblia, utilizada como una herramienta de análisis para los explotados, no sólo
del sistema social injusto sino también de la religión establecida.

Esto empieza durante la Depresión de 1929, cuando aproximadamente 20.000 jamaiquinos volvieron a su
tierra al terminar sus contratos de trabajo en países como Panamá y Cuba, en busca de empleo y un nuevo
sentido colectivo de identidad. El impulso del Rastafarismo empieza con tres repatriados: Leonard Howell,
Archibald Dunkley y Joseph Hibbert que por separado empezaron a propagar la divinidad de Haile Selassie
quien había sido coronado emperador de Etiopía.

Haile Selassie era, según la interpretación bíblica, el representante del Dios en la Tierra. "Los Fundamentos
acerca de la divinidad del emperador etíope fueron extraídos de aquellas partes bíblicas que se referían a la
gloria del reino antiguo de Etiopía y sus descendientes, de los cuales se decía que Selassie era el ultimo
digno descendiente del rey Salomón y la Reina Sheba".

Historia

Surgió en los comienzos de los años 1930 en los barrios marginales de Kingston, Jamaica y en los sectores
rurales adyacentes, siendo prácticamente un movimiento social vinculado directamente con la masonería
ortodoxa a partir de profecías bíblicas surgidas en el cristianismo copto que entre otras cosas hablaban de la
liberación de África de los imperios europeos y atribuyeron un carácter mesiánico a Selassie. Notables es su
gran deseo de los descendientes de esclavos negros de volver a África, de las aspiraciones sociales y
culturales de la comunidad negra y de las enseñanzas del organizador nacido en Jamaica Marcus Garvey que
clamaba «África para los africanos». La visión social y cultural de Garvey inspiró a los rastafaris, que incluso lo
consideran una reencarnación de San Juan Bautista.

En 1922-1926 un industrial y predicador jamaiquino, llamado "Marcus Garvey", impulsó el movimiento con una
profecía: "Mirad a África, un rey negro será coronado, porque la liberación está cerca". La salvación sólo se
completaría con la vuelta a su patria africana; según Garvey, la década critica seria la de los años sesenta.
Con la coronación de Haile Selassie -Anteriormente Ras Tafari- como emperador de Etiopía en 1930, la
primera parte de la profecía se había cumplido, y hubo gran expectación en Jamaica. Pero a pesar de la
aceleración de los sucesos políticos de África, los años de 1960 no fueron el período de reasentamiento en
masa desde Jamaica. Hubo una especie de repatriación espiritual. Las repercusiones del despertar mundial
de la juventud se dejaron sentir por todo el Caribe, y en 1961, con el asentamiento del Gobierno, una
delegación visitó cinco Estados africanos para tratar de solucionar la cuestión del reasentamiento. Aparte de
Garvey, como padres de la fe han sido reconocidos Leonard Howel, J. N. Hibbert y Archibald Dunkley.

De 1940 a 1945 Howell dirigió un grupo denominado "Pinnacle", formado por 1600 seguidores. Estaba situado
en una zona de labranza cerca de Sligoville, y fue aquí que el estilo "dreadlocks" (rizos de miedo) surgió,
copiado de fotografías de los salvajes modelos trenzados de los hombres de las tribus etíopes y masais. A los
rastas se les sigue reconociendo por sus barbas y dreadlocks, aunque estos atributos a menudo indican un
apasionamiento por la estética de la fe.

En el Rastafarianismo hay cuatro temas centrales: reconocimiento de la divinidad de Jah Rasta, el espíritu
"que mora en todos", la idea de repatriación, la superioridad de la raza negra y sus conexiones históricas con
los hijos de Israel y la conducta de "Temor" una postura rebelde frente a la opresión blanca . La doctrina
básica es altamente eléctica, incorporando aspectos de concienciación tribal africana así como principios del
Antiguo y Nuevo Testamento, en especial Ezequiel 30, 1 Timoteo 6 y Apocalipsis 17 y 19, con los que
pretenden demostrar la divinidad de Selassie y describir la invasión de Etiopía por Italia.

El destronamiento y posterior muerte del emperador provocaron una serie de problemas. Como Ras Tafari
creían en la divinidad de Selassie, pero su Gobierno había provocado acusaciones de excesos reaccionarios y
ambición personal. Después de los años, sin embargo la situación de Selassie dentro del movimiento había
cambiado, y por lo tanto las reacciones de asombro pudieron ser aceptadas sin daños serios. Su divinidad y
no es artículo de fe, pero se le considera generalmente como un símbolo de la lucha negra. Hay 19 grupos
rastafarianos mayores en Jamaica y por lo menos dos en Londres. Se reúnen regularmente para lo que
llaman "Groundations" (Fundamentaciones), en las que intercambian con gran interés ideas filosóficas y
religiosas, y la marihuana o ganja -Considerada como un elemento que fortifica el cuerpo, alma y mente- se
ingiere en grandes cantidades. Que usan en sus ceremonias y en la cotidianidad.

La hierba es tan respetada que los rastas se lo dan a los recién nacidos en forma de té en el primer día de
vida. (Según sus interpretaciones bíblicas la mariguana no sólo se puede, sino que se debe utilizar como un
regalo de Jah rastafari; Salmo 104,14) Muchos rastas viven en células cooperativas altamente creadoras. No
aceptan el orden económico tradicional, manteniéndose con lo que producen ellos mismos, vendiendo hierba,
o por medio de sus propias empresas, como tiendas de discos y editoriales. En Gran Bretaña su trabajo tiene
un aspecto misional, que incluye el rescate de isleños compatriotas en peligro de ir a la cárcel, ayudando a
encontrar trabajo y proporcionando puestos de estudio. La ideología rastamán no acepta la homosexualidad
porque piensa que no es natural y que por eso Dios creó al hombre y la mujer. También consideran que las
mujeres no son rastas de corazón. Ellos son antifeministas, están contra el aborto y piensan que el alto índice
de natalidad es algo que los rastas deben aceptar como la voluntad de Dios. Desaprueban los métodos
anticonceptivos porque los consideran un asesinato. Piensan que un miembro de su grupo no es responsable
hasta que tiene un hijo.

Grupos del movimiento

Hay tres grupos primarios dentro del movimiento: los Nyahbinghi, Boboshanti también llamados Bobo dread- y
las Doce Tribus de Israel. Se distinguen por su particularidad en la manera en que alcanzan la comprensión
de la verdad absoluta (Jah), y coinciden en la idea económico-filosófica de que el sistema capitalista degrada
los valores fundamentales de la humanidad y su devastación expansiva daña seriamente el ecosistema y el
medio ambiente.

Los Rastas apasionados por la defensa de su identidad y creencias, hacen uso de la estética de su fe
luciendo cabelleras con rastas (cabellos trenzados), tams (gorros tejidos), ropas cómodas hechas con fibras
vegetales, pantalones anchos y remeras holgadas. Toda su vestimenta muestra los colores de la Tierra Madre
de Etiopia, a los que adjudican un gran valor simbólico. Estos colores son verde, amarillo y rojo. El verde
representa el color de la naturaleza que es cuidada y respetada por el Rasta.

El amarillo representa la riqueza de su tierra. El color rojo representa a la Iglesia triunfante la cual es la Iglesia
de los Rastas, simboliza también la sangre derramada por los mártires que han luchado por la ideología
Rastafari. El negro, si bien no forma parte de la bandera de Etiopia, se utiliza para representar el color del
pueblo africano. El estilo dreadlocks trata de acercarse a la figura del León de Judah que forma parte de la
bandera de Etiopia. El cabello de los Rasta simboliza la melena del León.

Ceremonias
Hay varios tipos de ceremonias eclesiásticas rastafaris. Básicamente todas ellas consisten en cantos de
himnos y coros, lecturas de salmos y capítulos de la Santa Biblia y razonamientos. Estas ceremonias van
acompañadas de la música Nyahbinghi. A diferencia de lo que muchos erróneamente creen, la música reggae
no forma parte del orden ceremonial rastafari. Es la música de tambores africanos al ritmo del latido del
corazón la que alimenta espiritualmente a los hermanos y hermanas de la fe rastafari. Otra ceremonia de
carácter parlamentario es el «razonamiento», en esta ceremonia se organiza la comunidad y se escuchan las
voces y pensamientos de todos los congregados. Otro pilar fundamental es la lectura del sagrado libro de la
tradición etíope, titulado Kebra Nagast, y la reivindicación del panafricanismo (la reivindicación de unidad de
los descendientes de africanos oprimidos durante la historia reciente).

Uso de la marihuana

La marihuana es usada por los Rastafaris como algo sagrado, ya que sostienen que fue encontrada en el
lugar de la tumba del Rey Salomón, luego de enterrarlo. No existe registro certero del descubrimiento y su
posterior uso religioso en el movimiento Rastafari. Desde siempre está vinculada con la apertura de
conciencia facilitando la conexión interna y acercando uno a Jah.

Símbolos importantes

 La bandera con el verde, amarillo y rojo es el estandarte estatal levantado por Marcus Garvey, y son
frecuentemente vistos en ropas, diseños de grafismos y otras decoraciones. El rojo representa la sangre
de los mártires. El amarillo la riqueza y la prosperidad que África tiene que ofrecer. El verde la tierra y
vegetación de Zión (es decir, Etiopía, ver más abajo). El rojo siempre va arriba, ya que representa la
sangre. Cuando la sangre está por debajo de la tierra (verde) significa «muerte».
 La estrella negra de cinco puntas representa al hombre y mujer negro (de bien). Cabeza, brazos y piernas;
su desnudez está cubierta con vestiduras reales.
 El León o León Conquistador es también un símbolo rastafariano importante, simbolizando tanto a África
como al emperador Haile Selassie, o a Jah mismo. También representa lucha y fuerza contra la opresión
e injusticia aplicada sobre el pueblo africano.
 Túnica y turbante. Los miembros del Congreso Negro Internacional Etíope Africano, también conocidos
como boboshanti, llevan túnica y turbante. Ellos son los Sacerdotes del Orden de Melquisedec.
 Dreadlocks. El llevar dreadlocks está también asociado de cerca con el movimiento, aunque no es algo
universal (ni exclusivo) a los practicantes de la religión. La trenzas rastas están apoyadas según el
movimiento rastafari por el siguiente verso del libro de Levíticos: "No mostrarán calvicie sobre sus
cabezas, ni se afeitarán el extremo de sus barbas, ni se harán cortes en su carne" 21:5, y por el voto
nazireo de Números 6, por esta razón se usan como voto para Jah; por esto, no se debe tomar como un
simple peinado es una demostración de unidad con el altísimo I&I y requiere más que respeto, entrega.
Generalmente el tipo de cabello de genética afroamericana crea los dreadlocks de forma natural con sólo
dejar de peinarse. En los dreadlocks de piel blanca, el proceso natural es más lento y desordenado,
aunque los dreadlocks pueden hacerse manualmente. Los dreadlocks han llegado a simbolizar a la
melena del León de Judá y la rebelión contra Babilonia.

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