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El Negro Quiere Bailar de Les Luthiers
El Negro Quiere Bailar de Les Luthiers
Marcos Mundstock: La siguiente pieza de este recital es un ritmo latinoamericano muy festivo, muy animado que se canta, se baila, sobre todo
difundido en países tropicales como Colombia, Venezuela, República Dominicana… en fin, estamos hablando ni más ni menos que del famoso
merengue. El merengue es una danza…
Marcos Mundstock: Bien. Me alegro de que esté aquí, así podemos compartir esta breve disertación.
Marcos Mundstock: Y esto, digo, deja de ser un simple monólogo para convertirse en un bi-ólogo. Estabamos hablando del merengue.
Daniel Rabinovich: El merengue es un delicioso postre, un pequeño pastel o pastelito de forma aovada o ahuevada que se hace batiendo las
claras de huevo a punto de nieve, se lo mezcla con el almíbar y se lo hornea veinte minutos.
Marcos Mundstock: Me temo que ha habido un pequeño malentendido malentendido. Yo me refería al merengue en tanto danza.
Daniel Rabinovich: Se baten las claras de huevo a punto de nieve, se lo mezcla con el almíbar…
Marcos Mundstock: No, no. Por lo tanto, déjeme a mí, le propongo que partamos de un principio…
Marcos Mundstock: No, digo que partamos de la Historia, usted sabe que en la mitología griega están las musas que propician las artes, por
ejemplo la musa del teatro, Talía, la musa de la música, Euterpe… bueno, hay otras… más… la musa de los escarabajos… la “escaramusa”…
Pero dada la índole de la disertación que nos congrega en este recinto, digamos que la musa de la danza es Terpsícore.
Daniel Rabinovich: De nombre no, a lo mejor si la veo… ¿Esther Píscore? ¿Quién es? No, no la conozco yo… No, no, me acordaría porque yo
tengo buena memoria para la… Esther Píscore, ¿qué tal es, es simpática? Bueno, bah, no me importa ¿está buena?, digo… Esther Píscore, con ese
nombre no debe pasar inadvertida, ¿no?… Esther Píscore, ja, ja, acá está Esther Píscore
Daniel Rabinovich: ¡Ahhh! ¡Ah, claro! Ésther Píscore, Ésther Píscore. Esa es la pronunciación griega, claro. Nosotros a las Ésther de ustedes las
llamamos Esthér, directamente. Si viene caminando una por la calle y usted le dice “Ésther” sigue caminando y no se entera; en cambio usted le
dice “Esthér”, se da la vuelta y dice “Sí, ¿me llamaba?” “Sí, yo soy Daniel” y se entabla un… ¿eh? “Mucho gusto”, se entabla lo que puede llegar
a ser… digamos… bueno, no siempre se… bueno, siempre y cuando se llame Esther, si se llama Alicia sigue viaje, tampoco se entera… por más
que uno le diga Esther… Una vez venía caminando una, le dije “Esther”, se dio la vuelta y me dijo “Yo me llamo José Luis”. Y no se entabló
nada, porque a mí no me va ese tipo de… ese tipo de… ni ese tipo ni ningún tipo, quiero decir, no es lo mío, a mí me educaron mis padres de una
manera y yo he sabido responder a esa educación honrando… honrándola, digamos. Me educaron en la libertad de poder pensar lo que me dé la
gana pero sí, las cosas se hacían de una forma… pero también había que poder respetar a los demás porque cada cual podía hacer de su vida lo
que se le diera la gana, ¿no? Pero no había “tu tía”, ¿no?, o sea no había tú tía, mi tía si que había, ¿no? Y ella era la que nos daba cuando nos
portábamos… ¿no? O sea… pero siempre había un motivo para tolerar, por ejemplo sí había que respetar a los demás por lo que los demás
quisieran ser, no había que ser sectario. El pluralismo, la otredad, y, digamos, la libertad de expresión, inclusive… eran la base de la… en mi
familia, por lo menos, no sé en la suya, ¿no? Si José Luis quiere allá él, yo no me voy a interponer… Bueno, seguro que no me voy a interponer,
eso seguro que no… pero que él haga de su… qué el haga lo que quiera, quiero decir. Y si usted quiere ir con José Luis vaya, ¿eh? también.
¿Quiere? Yo no se lo voy a presentar, porque a mí qué me… pero si usted… ¿Píscore es un apellido griego? Píscore, Ésther Píscore. Ah, que se
casó con García, que era el griego. Ésther Píscore de García el Griego. Ésther Píscore… y la maestra la llamaba por su nombre de pila, o batería.
“Esthercita ven para acá”, y ella no iba porque era díscola, era discóbola se dice en griego: “Ésther, la discóbola, de García”, y había hecho la…
la… la… el servicio militar, cumplió con… bajo bandera… “¡Ésther Píscore de García, presente! ¡Cuerpo a tierra, Píscore! ¡Venga para…
acá…!”. En el…
Marcos Mundstock: Cálmese doctor. Ha estado usted reflexionando digamos… bueno… por caminos sinuosos… digamos ha estado usted
razonando fuera del recipiente. Es mucho más simple, fíjese con que natural casi displicencia, lo enuncio yo, “La musa de la danza es
Terpsícore”, como si no me importara nada.
Daniel Rabinovich: Ésther Píscore, a mí tampoco me importa. Ésther Píscore, es correcto, Ésther Píscore…
Daniel Rabinovich: No, no sé si es de Piscis, no sé cuando nació. Estecis, es de cistitis, tiene cisti… Si es de Piscis puede tener cistitis. Es Pisis
tisis, es de… Esther Pisis tis, estesis pis, estipis tisipi disis, isisdisis, isipisidisis, disis pisis disis, disis, disis, disis… ¡This is the pencil! This is the
pencil of Esther Píscore. This is not the pencil of Louis Jefferson. Is this pencil of Louis Jefferson? No, you know why? Because this pencil is of
Esther Píscore. This pencil is of Esther Píscore. ¡This pencil! Is this pencil of Esther Píscore? No! This is the pencil of Esther Píscore. Wait a
moment, wait a moment, where is Esther Píscore just now? Is she cleaning the blackboard? Is she clapping hands at the “publico”? Is she looking
for a bus at the avenue? Look at the… look at the feet, avenue? No, she went to the bathroom!
Marcos Mundstock: My dear friend, my dear friend, you are… “arrr”… “equivocated”. Y yo creo saber la razón de su error. Lo que pasa es que
la palabra “Terpsícore” tiene una “p” y a continuación una “s”, lo que podríamos denominar un “diptongo de consonantes” o “diptongonante”,
según algunos autores. Sí, algunos ya le dicen “consonantongo”… allá ellos… Pero digamos es una simple yuxtaposición de consonantes, y creo
que ahí radica la dificultad. Dígame, ¿usted normalmente tiene problemas con la yuxtaposición?
Daniel Rabinovich: No he recibido queja alguna hasta ahora.
Marcos Mundstock: Fíjese como lo pronuncio yo: “Ter-p-sícore”. El labio superior arriba y el labio inferior abajo.
(Aparece Carlos Núñez Cortés en escena con una servilleta en el brazo y una carta en la mano)
Carlos Núñez Cortés: Bien, para hoy tenemos… si los caballeros gustan podrían comenzar… bueno, de primero tenemos… de primero el chef
recomienda… tenemos… en un restaurante de esta categoría, naturalmente, todo muy fresco… eh… tenemos… eh… eh… imagi… eh… de
primero… y de segundo también… eh… bueno, imagínense ustedes que cuando… eh…
Carlos Núñez Cortés: Lo tengo en la punta de la lengua y por más…no… eh… lo intento.
Carlos Núñez Cortés: Je, je, je, claro… “Querido sobrino: Aquí estamos todos muy bien y te echamos de menos. Techamos de menos porque se
nos acabaron las tejas, el mes próximo terminaremos de techar. Tuya, tu tía Carolina.” Bueno, eso es todo lo que dice…
Daniel Rabinovich: Yo no… no podía comprenderlo de ninguna manera, querido colega, porque usted lo enuncia de manera incorrecta. La musa
de la danza es “Terpsícores”.
Marcos Mundstock: ¿Cómo va a ser “Terpsícores” si es una sola? O a usted sus amigos le dicen: “Hola, ¿cómo te va, ¿Albertos”? Es una,
Terpsícore.
Daniel Rabinovich: Mis amigos me dicen Luis… También es uno Aristóteles, Arquímedes, Eurípides, “Platóns”… albóndigas…Platóns de
albóndigas…
Marcos Mundstock: Perdone, doctor, pero noto en usted una incontenible e irrefrenable tendencia y/o compulsión a referirlo todo a temas de la
ingesta y/o/u… ae-ae… gastronómicos. De sus palabras surge a las claras…
Daniel Rabinovich: No, se baten las claras de huevo a punto de nieve, se lo mezcla con el almíbar y se lo hornea…
Marcos Mundstock: La danza, la danza querido amigo, una de las expresiones más genuinas del ser humano que se manifiesta con saltos, giros,
contorsiones, se baten palmas, los bailarines…
Daniel Rabinovich: No, se baten las claras de huevo a punto de nieve, se lo mezcla con el almíbar y se lo…
Marcos Mundstock: No, no, se baten palmas. ¿No vio que los bailarines se marcan el ritmo batiendo palmas? Por ejemplo…
(Marcos empieza a tocar palmas, Daniel le mira extrañado pero al final le sigue y al oír las palmas Carlos Núñez Cortés vuelve a entrar en escena
con la carta en la mano y la servilleta en el antebrazo)
Carlos Núñez Cortés: Bien, para hoy tenemos lengua a la vinagreta, ajíes rellenos, pulpo a la gallega y merluza.
Carlos Núñez Cortés: No, “caramba” no nos queda, lo lamento mucho va a tener que elegir algo del menú.
Marcos Mundstock: Perdón, ¿después de los pimientos rellenos y la lengua a la vinagreta que viene?
Marcos Mundstock: Hoy está bien, así que hoy no le hacemos el electroshock. De todos modos siga con las pastillitas, con los psicofármacos y
nos ve el lunes…
(Carlos Núñez Cortés respira aliviado al conocer que no le van a hacer el electroshock, se da media vuelta y sale de escena otra vez. En cuanto
sale, tanto Daniel como Marcos se vuelven hacia el público y comienzan a hablar al mismo tiempo cada uno de una cosa distinta sin hacer caso el
uno del otro)
Daniel Rabinovich: Sí, a veces se aplasta el merengue porque si usted pone la sandía…
(Salen los tres del escenario mientras cantan el merengue. Se apagan las luces y se oye a Carlos Núñez Cortés presentar la canción)
Carlos Núñez Cortés: De Johann Sebastian Mastropiero, su merengue “El Negro Quiere Bailar”.
No puede ya contenerse
Ya no se puede frenar
El negro quiere moverse
El negro quiere bailar
El negro va a la academia
Para aprender a bailar
La profesora le enseña
Los pasos que debe dar
Saltando pa la derecha
Saltando para la izquierda
Para arriba las manos
Moviendo la cintura
Moviendo las caderas
Se da la media vuelta
Las manos
Las piernas
Los brazos
Cadera
Las manos
Las piernas
Los brazos
Cadera
Quinta posición
Pas de bourrée
Une pirouette
Une grande jetée