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La Antropología es una ciencia social cuyo principal objeto de

estudio es el individuo como un todo, es decir, la antropología aborda la


temática del ser humano a través de los diversos enfoques que ofrecen
disciplinas tales como las ciencias naturales, sociales y humanas.

La antropología, entonces, es aquella ciencia que nos permite


conocer al hombre en el marco de la sociedad y la cultura a la cual
pertenece y también verlo como producto de estas, algo así como una
radiografía aguda, extensa y detallada acerca del proceso bio social que
comprende la existencia de la raza humana.

Si bien desde hace muchísimo, los hombres de todos los tiempos


históricos se han preguntado acerca del hombre, quien es, de donde vino,
de donde sacó sus estilos de vida, entre otras cuestiones, la antropología
como disciplina surgió recién a mediados del siglo XVIII a instancias de la
obra bautizada como Histoire Naturelle perteneciente a Georges-Louis
Leclerc, Comte de Buffon, escritor, naturalista, matemático y botánico,
entre otras profesiones.

ANTROPOLOGÍA BÍBLICA

Antropología bíblica, trata sobre el sentido del hombre en la Biblia,


este subtítulo: tiempos de gracia. En esta línea afirmo que el hombre es
tiempo y los diversos momentos de su trama (generaciones, edades, eones o
«kairoi») son expresiones de un don y de un camino que sigue estando
abierto. He de empezar diciendo que la vida del hombre es ante todo un
«don divino» (entendiendo aquí «divino» en sentido general), un regalo que
hemos recibido sin que hubiéramos hecho nada para merecerlo o
conseguirlo. Un día despertamos y estamos ya aquí, nos han llamado a la
existencia y hemos respondido, tomando un sendero, haciéndonos camino.
¿Quién nos ha llamado? ¿Los dioses de la tierra y de los antepasados? ¿Un
Dios infinito? ¿Hacia dónde desea dirigirnos ese Dios, si es que quiere algo
de nosotros?
FILOSÓFICO
El pensamiento filosófico, es un pensamiento crítico, activo,
inquieto, inconformista, libre, racional, no empírico, y especialmente
especulativo (poco práctico) que indaga buscando respuestas sobre aquellos
hechos esenciales que la ciencia aún no ha podido responder, y que eleva al
hombre como ser racional en su plenitud. No se apoya en supuestos para
sustentar sus afirmaciones, sino en verdades comprobadas, para buscar los
principios y las causas., basándose en la confianza puesta en la capacidad
de la razón para encontrarlos.

En sus comienzos, con Pitágoras, en la Antigua Grecia, la reflexión


filosófica abarcaba todos los campos del saber humano:
(Matemática, Astronomía, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales).
Actualmente del tronco común de la Filosofía se han desprendido distintas
ramas, para el pensamiento particular de cada tema, como la Metafísica,
la Gnoseología, la Axiología o la Teodicea.

LA ANTROPOLOGÍA SOCIAL Y CULTURAL

Es la que más seguidores tiene de las cuatro disciplinas de la


antropología, estudia las sociedades y las culturas humanas, especialmente
su diversidad, esto es, observa, analiza y explica las similitudes y
diferencias sociales y culturales. Existen dos tipos de prácticas muy
consolidadas dentro del campo de la antropología sociocultural: la
etnografía (con base en el trabajo de campo) y la etnología (con base en la
comparación transcultural). La etnografía trata de explicar las prácticas
culturales de una sociedad o comunidad en particular.

Tradicionalmente, los etnógrafos se introducen en pequeñas


comunidades, conviven con su gente durante un buen tiempo y recopilan
pacientemente numerosos datos con el fin de analizar, interpretar y explicar
la vida social, las costumbres, las creencias, la religión, la organización
política y las actividades económicas locales.

La etnología observa, analiza, interpreta y compara los resultados de


la etnografía los resultados obtenidos de la etonografía. Se comparan y
contrastan los datos obtenidos en diferentes sociedades para después
realizar generalizaciones sobre la sociedad y la cultura. Se puede decir que
la etnología lleva lo particular de la etnología a lo general.

Los etnólogos buscan similitudes y diferencias culturales, formulan


hipótesis y elaboran teorías para comprender el funcionamientos de
nuestros sistemas sociales y culturales. La etnología no sólo compara los
datos obtenidos de la etnografía, sino también los de otros campos como,
por ejemplo, la arqueología, que son imprescindibles para reconstruir los
sistemas socioculturales del pasado.

Antropología ¿social o cultural?

Según el Diccionario de Antropología de Thomas Barfield (2001: 43-48), la


antropología cultural y la antropología social son tradiciones intelectuales
diferenciables entre sí e incluso independientes. El uso de los términos
“cultural” y “social” para delimitar ambas se popularizó en la década de
1930, aunque tal divergencia ya había aparecido antes. En la actualidad
estos dos términos no señalan una división de enfoque precisa, de tal
manera que muchos antropólogos ignoran tal distinción. Pero para otros la
diferencia continúa siendo importante, aunque sólo sea para delimitar
estilos etnográficos diferentes.

La terminología “antropología cultural” suele aplicarse a trabajos


etnográficos de carácter holístico que se centran en estudiar cómo las
diversas formas de la cultura afectan a la experiencia individual, o en
ofrecer una visión global de las de las creencias, costumbres e instituciones
de un pueblo.

La terminología “antropología social” se aplica a los trabajos


etnográficos que intentan delimitar un sistema concreto de relaciones
sociales (la vida doméstica, las leyes, la política, la economía). En la
antropología social se otorga mayor atención a las bases organizativas de la
vida social.
CRISTO CÉNTRICO

La mirada histórica requiere que la antropología teológica se elabore


en perspectiva cristo céntrica. En esta nueva sección expondremos, en sus
términos esenciales, las razones de esta opción metodológica. Para ello será
necesario introducir nociones y problemáticas que hacen referencia a
cuestiones fundamentales del saber tanto teológico como filosófico.

La antropología teológica no se constituye en un ámbito separado y


autorreferencial; sólo en un horizonte más amplio puede hallar su caldo de
cultivo adecuado. La exposición de la antropología teológica comporta por
ello el conocimiento de cuestiones, sobre todo de carácter metodológico,
que aquí no podremos sino sugerir. Se trata de problemas que presuponen
una preparación remota y exigen un estudio riguroso y paciente. Puesto que
se refieren al fundamento de la realidad, tales cuestiones (necesariamente
presentadas con un lenguaje técnico) no pueden ser nunca «poseídas» de
una vez por todas. Pero es necesario meditarlas una y otra vez para
familiarizarse con ellas. Por otra parte, sólo así será posible alcanzar una
comprensión convincente del recorrido antropológico propuesto..

ESTRUCTURA DE LA SEGUNDA PARTE

Para allanar el camino que vamos a emprender conviene presentar,


aunque sea de modo sumario, el orden de los temas que trataremos. En
primer lugar introduciremos la noción de singularidad de Cristo como
factor que permite asumir metodológicamente la perspectiva cristocéntrica
que, al final del análisis histórico, ha emergido como el camino a recorrer.
A continuación mostraremos cómo esta singularidad implica una
consideración atenta de la relación entre revelación y fe.

 Esta relación exige a su vez profundizar en la relación


analógica entre Dios y el hombre.
 Emergerán entonces las razones del carácter
eminentemente dramático, o bien histórico, de la antropología.
 Esta perspectiva tiene un fundamento in re (objetivo), que
deberemos ilustrar remontándonos al correspondiente
nivel ontológico El registro dramático de la antropología será
desarrollado a continuación aclarando la polaridad constitutiva
(unidad dual) de la libertad.
 La polaridad mundanamente irresoluble de la libertad –ser-
para-otro/ser-para-sí– halla su solución en Jesucristo.
Sólo la forma original y gratuita de la libertad, ofrecida por el
evento cristológico, en el que en el ser para-sí se actúa el ser-para-
otro, puede explicar de modo adecuado la naturaleza de la libertad
humana, ya que manifiesta explícitamente la realización factual de la
síntesis entre libertad y verdad.

LA SINGULARIDAD DE JESUCRISTO

Mediante la noción de singularidad se quiere expresar el hecho de


que la verdad de la relación entre Dios y el hombre adquiere su forma
histórica concreta en la figura de Jesucristo. Jesucristo posee una historia
singular de valor universal.

La originalidad de la confesión de fe cristiana reside precisamente en


la afirmación de que un acontecimiento histórico singular la vida, la muerte
y la resurrección de Jesús de Nazareth constituyen la única posibilidad de
que los hombres puedan conocer y alcanzar su plena realización.

Esto es así porque la humanidad de Jesucristo es la humanidad


histórica, única e irrepetible singular del Hijo de Dios.
La singularidad de Jesucristo, así entendida, constituye el fundamento del
hombre y de la historia.

LA ANTROPOLOGÍA Y OTRAS CIENCIAS HUMANAS

Por tratarse de una ciencia holística, la antropología está vinculada


con muchas otras disciplinas. Así, se sirve de la física, la química y la
geología para fechar fósiles y artefactos; de los botánicos, zoólogos y
paleontólogos para reconocer restos de animales y plantas encontradas
junto a restos humanos, etc.
1.- Antropología cultural y sociología. La antropología cultural y la
sociología comparten su interés en las relaciones, la organización y el
comportamiento sociales. Sin embargo, la sociología inicialmente centró su
enfoque en el occidente industrial; los antropólogos en las sociedades no
industriales. Por ello, cada ciencia desarrolló distintos métodos de
recolección y de análisis de datos. Durante años, las técnicas estadísticas y
de muestreo han sido fundamentales en sociología, mientras que la
preparación en estadística ha sido menos común a la antropología, aunque
esto está cambiando a medida que los antropólogos trabajan cada vez más
en sociedades modernas.

Los etnógrafos tradicionales estudiaban poblaciones pequeñas,


ágrafas y hacían uso de métodos apropiados a tal contexto. Un método
clave es la observación participante, por la cual se toma parte en los hechos
que uno observa, describe y analiza. Con la creciente comunicación
interdisciplinar, se está produciendo una convergencia entre la antropología
y la sociología. Del mismo modo, ante la expansión de la industrialización,
muchos antropólogos trabajan en sociedades industriales, donde estudian
temas muy diversos, que incluyen el declive rural, la vida interna de la
ciudad y el papel de los medios de comunicación de masas en la creación
de patrones culturales nacionales.

2. Antropología, ciencia política y economía. En las sociedades de


pequeña escala, en las que se desarrolló la etnografía, la política y la
economía no suelen aparecer como actividades diferenciadas dispuestas
para un análisis por separado, como sucede en la sociedad moderna, sino
que se encuentran inmersas en el orden social general.
Los antropólogos han ampliado nuestra comprensión comparativa de
los sistemas políticos al mostrar, por ejemplo, que la ley y el crimen no son
universales culturales. Por otro lado, también los antropólogos han
contribuido a mostrar los diferentes principios que mueven la economía en
otras culturas.

3. Antropología y humanidades. Todos adquirimos cultura mediante la


enculturación, el proceso social por el que se aprende y transmite la cultura
de generación en generación. Por tanto, todas las expresiones creativas
tienen un potencial interés como productos y documentos culturales. Así, el
comportamiento no escrito, el discurso, las creencias, la tradición oral y el
ritual se interpretan en relación a su significado dentro de un contexto
cultural particular.

4. Antropología y psicología. La mayoría de los psicólogos realizan sus


trabajos de investigación en su propia sociedad. La antropología aporta los
datos transculturales. Las afirmaciones sobre la psicología "humana" no
pueden basarse únicamente en el comportamiento observado en un solo
tipo de sociedad. Así, la antropología psicológica conecta con la psicología.

5. Antropología e historia. Son cada vez más los historiadores que


interpretan los documentos y relatos históricos como textos que requieren
de su emplazamiento e interpretación dentro de contextos culturales
específicos. Así, un número creciente de historiadores estudia los cambios
en la forma social adoptando enfoques antropológicos.

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