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PELICULA:300

La película comienza narrando la infancia de Leónidas y su entrenamiento para


ser el próximo rey espartano, que superó, para asombro de todos, matando
semidesnudo a un gigantesco lobo con una lanza de madera en mitad de una
tormenta de nieve. Un día, siendo ya monarca de Esparta, llega a visitarlo un
emisario persa del rey Jerjes que le comunica la exigencia de pagar un tributo
de tierra y agua como prueba de la sumisión de la polis hacia Persia. Leónidas
se niega y tira a un pozo al emisario y a sus escoltas. Después de esto
consulta a los Éforos la posibilidad de que la ciudad estado entre en guerra
contra los aqueménidas, aunque éstos deniegan su solicitud augurando un
destino nefasto para toda Grecia después de haber sido sobornados por Jerjes.

Decidido a plantarle cara al ejército persa sin transgredir en ningún momento la


ley, manda a su capitán más fiel a que reúna un contingente de 300 guerreros
espartanos (insuficientes para ser considerados un ejército en toda regla que
comprometiese la posición política de la polis) con los que se dirigirá al paso de
las Termópilas a detener el avance invasor. Por el camino, un grupo de
arcadios se les unen después de que Leonidas, tras ser cuestionado por los
pocos hombres a los que envía al combate, demuestre que lo que arcadia lleva
a la muerte son civiles armados mientras que sus subordinados son todos ellos
soldados profesionales.

Ya en el desfiladero, y tras comprobar en su periplo los genocidios perpetrados


por los persas, Leónidas detiene a varias oleadas de guerreros a los que logra
aniquilar sin sufrir ninguna baja. Asombrado ante la situación, Jerjes se
entrevista con Leónidas, y le ofrece ser el caudillo de toda Grecia a cambio de
que lo acepte como su Dios y soberano, a lo que el espartano se niega
prometiéndole a su vez que será capaz de demostrarle al final de la contienda
que hasta un rey que se cree con poder divino puede sangrar. Tras el intento
infructoso de parlamento, el monarca persa envía contra los 300 a su cuerpo
de élite, los Inmortales, a los que acompañarán toda clase de criaturas
monstruosas como gigantes, rinocerontes, engendros humanoides o elefantes
de guerra. Pero aunque éstos consiguen que los espartanos sufran sus
primeras muertes, los helenos logran aguantar la posición de forma heroica
provocando que el las filas aqueménidas caigan numerosas cabezas.

Mientras tanto, en Esparta, debido a la ausencia de Leónidas, Theron, un


consejero influyente de ideología pro-persa, centra todos sus esfuerzos en
evitar que la polis apoye a Leónidas en su lucha contra Jerjes. Sin embargo la
esposa del monarca no está dispuesta a que su marido muera sin ayuda en las
Termópilas y acepta el chantaje del político consistente en dejarlo tener
relaciones sexuales a cambio de que éste le otorgue la posibilidad de poder
comparecer ante el Consejo. Pero tras concedérselo, y durante la celebración
del mismo, Theron desacredita a la reina hablando de su adulterio y la injuria
calificándola de furcia. Ésta, ofendida, atraviesa por sorpresa al orador con una
espada cayéndosele, en ese instante, una bolsa de monedas con la efigie de
Jerges, que demostraban su condición de traidor.

Pasados dos días de combate, Efialtes, un hombre deforme y jorobado exiliado


de Esparta que había visitado a Leónidas con anterioridad para ofrecerle sus
servicios (que había rechazado al poseer un cuerpo incapaz de
compatibilizarse con la falange espartana) visita a Jerjes, y a cambio de un
uniforme, riqueza, lujos y mujeres, le habla al líder aqueménida de la Senda
Anopea que le permitirá llegar hasta la retaguardia de Leónidas. Tras
conocerse la noticia, los arcadios huyen, pero el rey espartano se niega a
retirarse, en cumplimiento de la ley espartana, para morir allí, no sin antes
enviar a uno de sus soldados, Dilios, famoso por su gran capacidad como
orador, de vuelta a Esparta con un colgante que prueba su muerte para que
narre la historia del sacrificio de los guerreros. Despues vuelven a la guerra los
Espartanos pero esta vez tenian 30.000 mil soldados.
LIBRO:EL PRINCIPE

Capítulo I

El capítulo inaugural de esta obra abarca básicamente los distintos tipos de


principados que existen, y las distintas formas en las que un soberano puede
llegar a adquirirlos, sin que esto menosprecie para nada la legitimidad de su
poder, el cual deberá afianzar y mantener por medio de acciones.

Capítulo II

Por consiguiente, Maquiavelo hace un aparte para especificar y ahondar sobre


cada uno de estos tipos de principados, iniciando entonces con aquellos que se
han obtenido por sucesión, es decir, sobre los principados hereditarios.
Capítulo III

Así mismo, Maquiavelo aborda el tema de los Principados Mixtos, los cuales
son definidos como aquellos principados que constituyen una novedad, pues
contemplan la asunción de una nueva figura al poder, la cual puede conservar
a su lado personajes del principado anterior, por lo que son una mezcla entre
nuevo y viejo.
Capítulo IV

Por su parte, este capítulo compara dos tipos de principados: uno en donde el
soberano domina en compañía de una corte de nobles, que a su vez tienen
territorios bajo su poder, y que pueden ir acumulando cuotas de poder y
ambición que lleve a la aparición de ciertas rebeliones. Otra opción es aquella
que dibuja al soberano absoluto, quien ejerce directamente el poder sobre sus
dominios. Maquiavelo se decanta por este segundo tipo de principado,
afirmando que es el que menos oposición y peligros reviste.

Capítulo V

Así también, Maquiavelo utiliza este apartado para exponer según su visión de
qué forma o manera los Príncipes deben ejercer su poder y gobernar sus
ciudades, incluso si estas son productos de la conquista. De esta forma,
Maquiavelo expone al menos tres estrategias sobre cómo el Príncipe debe
tomar el poder –tanto si es un pueblo conocido o no- tratando de ejercerlo sin
hacer grandes cambios de leyes en primer momento, aun cuando también
advierte sobre la posibilidad constante de rebelión, por lo que la estrategia más
segura es la de propinar ruina sobre los territorios conquistados, a fin de
dejarlos sin fuerzas ni armas para su defensa.

Capítulo VI

Dentro de los distintos tipos de principados, Maquiavelo también habla sobre el


poder que se logra por medio de las armas, originando principados nuevos, los
cuales presentarán siempre oposición y riesgos. En este sentido, Maquiavelo
afirma que todo Príncipe nuevo, sobre todo aquel que ejerce el poder sobre
nuevos territorios, debe hacer gala de su virtud, a fin de que sus nuevos
súbditos crean que es lo indicado el ejercicio de su poder.

Capítulo VII

Siendo tan caro el ejercicio de la guerra, puede suceder que un Príncipe cuente
con sus tropas y ejércitos a la hora de conquistar otros territorios, aun cuando
el dinero para financiar dichas contiendas provenga de otros, a través de
financiamientos.

Capítulo VIII

No obstante, Maquiavelo no descarta que el poder pueda adquirirse también


por medio de crímenes, circunstancia que no le resta legitimidad al poder
obtenido, aun cuando este escritor advierte sobre la importancia de usar bien la
crueldad.

Capítulo IX
En el mismo orden de ideas, Maquiavelo reconoce también el Principado civil,
el cual puede ser definido como aquel que se conquista por ayuda o petición
del pueblo o los poderosos..

Capítulo X

Maquiavelo también opta por apartar un capítulo que le permita ahondar sobre
la importancia que tiene para el Príncipe no sólo ser soberano de un
principado, sino la capacidad de éste para valerse por sí mismo, a fin de poder
competir y medir fuerzas de igual a igual con otros principados

Capítulo XI

Sin embargo, también puede suceder que el principado sea adquirido gracias a
la intervención del poder religioso, o por ser parte de él. Estos en principio
muestran gran oposición, pero si logra pasarse el primer momento, constituyen
después principados fáciles de mantener, pues se manejarán a los súbditos en
torno a leyes que coincidan con los propios principios religiosos.

Capítulo XII

En esta capítulo, Maquiavelo se dará a la tarea de explicar las distintas clases


de fuerzas militares con las que puede contar un principado. Así mismo, pondrá
especial atención en definir y advertir sobre los soldados mercenarios.

Capítulo XIII

En consonancia con el capítulo anterior, Maquiavelo seguirá prestando


atención a los militares, esta vez para manifestar sus apreciaciones sobre la
relación e importancia que tendrán para el Príncipe los soldados auxiliares,
aquellos denominados mixtos, y finalmente el inmenso valor que tiene el tener
soldados propios.

Capítulo XIV

Una vez descritos los tipos de tropas y soldados, Maquiavelo se da a la tarea


de dar sus lineamientos de cuáles deben ser las actitudes y posiciones que el
Príncipe debe ejercer sobre sus tropas, a fin de ejercer realmente como el
comandante en jefe de ellas, procurando su fidelidad y respeto, pues son ellas
las que garantizarán mantener el poder.

Capítulo XV

Así mismo, en vista de seguir aconsejando al Príncipe sobre cómo mantener


una popularidad alta y aprecio por parte de sus súbditos, Maquiavelo se
entrega en este capítulo a la tarea de explicar cuáles son las cosas que hacen
que un hombre sea alabado, recibiendo admiración, o por el contrario
simplemente consiga la desaprobación general.
Capítulo XVI

En este sentido, Maquiavelo sigue insistiendo en la necesidad del Príncipe de


transmitir a otros la idea de que él cuenta con virtud. De esta forma,
Maquiavelo señala la importancia de parecer –no necesariamente siéndolo-
que practica la generosidad, a fin de ir ganando adeptos, sin necesidad de
poner en riesgo las arcas públicas.

Capítulo XII

De igual forma, Maquiavelo dispondrá de un capítulo para exponer el cómo


deben ser empleadas durante el ejercicio del poder tanto la crueldad como la
compasión, las cuales deben ser administradas de forma correcta por el
Príncipe.

Capítulo XVIII

Así mismo, dentro de la virtud que debe exponer y mantener el Príncipe, se


encuentra sobre todo el valor de la palabra dada. En este sentido, Maquiavelo
le explica al soberano las estrategias que puede seguir para en todo momento
cumplir con lo dicho, o cómo no quedar como mentiroso aun incumpliendo lo
prometido.

Capítulo XIX

Pensando también que el Príncipe es un ser humano, el cual comete errores, y


en ocasiones debe tomar decisiones que no dejan a todos felices, Maquiavelo
toma un capítulo de su obra para explicarle a los posibles Príncipes cómo evitar
que el odio sea un sentimiento que nazca hacia él, pensando nuevamente en
que todo Príncipe debe ser amado por su pueblo y súbditos.

Capítulo XX

Continuando con la lista de consejos para el Príncipe, o quien desee mantener


el poder, Maquiavelo entra entonces al terreno de qué tan útiles o no son las
cosas que un Príncipe hace a diario, incluso aquellas referidas al ámbito bélico.

Capítulo XXI

Así mismo, Maquiavelo sigue insistiendo en que un Príncipe debe contar con
una reputación que lo resalte como un ser virtuoso, digno de ser amado y
ejercer el poder. En este sentido, en este capítulo, despliega otras estrategias,
que le permitirán al Príncipe seguir ganando estima de aquellos que lo rodean,
sobre todo de los miembros de su gobierno.

Capítulo XXII

En sintonía con el pensamiento que dice que no hay peor enemigo que el que
se tiene cerca, Maquiavelo también expone sus apreciaciones sobre los
secretarios y ministros que acompañaran al Príncipe en el ejercicio del poder,
explicando cómo deben escogerse y manejarse, a fin de evitar traiciones.

Capítulo XIII

Igualmente, Maquiavelo coloca el acento en la importancia que tiene para un


Príncipe, en cuanto a las estrategias que le permitan mantener el poder que
ejerce a salvo, alejarse de los aduladores, pues estos para quedar bien le
mentirán siempre, mientras que por el contrario el Príncipe debe rodearse de
personas que le digan la verdad, de forma frontal, a fin de conocer la realidad.

Capítulo XXIV

Hacia los capítulos finales, Maquiavelo decide hacer también un recuento


histórico de las causas que han llevado a los monarcas italianos a perder
sucesivamente el poder, como una forma de ejemplificar cuáles son los
asuntos que pueden interponerse en el desarrollo continuo del poder.

Capítulo XXV

Maquiavelo expone su visión sobre si los triunfos de una persona tienen que
ver mucho más con su suerte o con las estrategias que utiliza para
conseguirlas. Sin embargo, agrega cómo en ocasiones la fortuna puede
intervenir de forma considerable, por lo que el monarca dependerá de su
sabiduría para librarse bien del hecho.

Capítulo XXVI

Finalmente, Maquiavelo destina su último capítulo para exhortar a los líderes


italianos a continuar la lucha por regresar al poder, librando la patria de los

bárbaros y extranjeros, retornando éste a manos legítimas italianas.

ENSEÑANZAS:

PELICULA LIBRO
apoyo mutuo Estrategia
Trabajo en equipo Conocer fortalezas
Superar los temores El valor de la palabra
Metas fijas Poder de la compasión y la fuerza
Valentía,valor,sacrificio,gloria Fidelidad
Amistad ,amor y confianza respeto
Amor a la patria Alejarse de aludadores

EN COMUN:

Liderazgo, uso de estrategias, mente sabia

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