LA CHALUPA

Hace algún par de años, sino es que más, en el Estero Tenechaco, había una mujer,
mejor conocida como La chalupa. Todos los días se le vía remando, a las cinco de
la tarde puntualmente, llena de frutas y flores en su pequeña embarcación. Todas
las personas la conocían, y siempre que pasaban la saludaban y ella muy
amablemente devolvía el saludo.

Un día, mientras preparaba la comida, llegó a su hogar un joven muy apuesto y

demasiado amable, los dos se enamoraron en el instante. Tal fue su amor que,
después de un año, el joven pidió la mano de la chalupa y se casaron, invitando a
todos a su fiesta.

Tiempo después, mientras ella remaba de manera pacífica, pensando en ver a su

amado, logro observar como su esposo le era infiel con alguien más joven que ella.

Tan pronto como lo vio, no pudo evitar llorar y gritar de tanto dolor y tristeza que
sentía en ese instante. Sin poder evitarlo, se suicidó a la vista del joven que una vez
le dijo que ella sería su único amor.

Dice la leyenda que si pasas por el estero y una pareja se encuentra por donde ella
se suicidó se logran escuchar sus lamentos de una forma muy desgarrada, ya que
la chalupa piensa que es su esposo, amando a otra joven.