Está en la página 1de 2

Autonomía e Interdependencia

Según Piaget, la autonomía se basa en dos tipos de razonamiento, el heterónomo y el


autónomo. El razonamiento heterónomo se procesa en la infancia, pues es la sujeción
indiscutible a una autoridad y el razonamiento autónomo corresponde a individuos
desarrollados que asumen el compromiso de cumplir normas y sanciones consensuadas
entre los miembros de un grupo.

Kolhberg amplia las definiciones de Piaget y elabora los 6 estadios de la autonomía,


cuya lectura recomiendo. Según el modelo de Kolhberg, la autonomía es
progresiva y va desde el cumplimiento de normas en función de las
consecuencias (premio o castigo), hasta el cumplimiento de normas
previamente consensuadas y alineadas a valores universales.

Puesto en términos simples, Autonomía implica el poder elegir, tomar decisiones,


diferenciando lo tóxico de lo nutritivo para si mismo/a considerando simultáneamente el
entorno.

Como parámetro del ser Adulto, la Autonomía involucra crecimiento personal pues no es
una función biológica si no más bien psicológica que requiere como tal una deliberada
intención de desarrollo. La Autonomía requiere de un proceso formativo en el que padres,
maestros y orientadores contribuyan a la generación del razonamiento autónomo.

La Interdependencia es el modo equilibrado de relación entre el organismo y su ambiente


y solo es posible entre personas adultas.

La Interdependencia, es la relación entre seres con razonamiento autónomo. Es la


relación equilibrada entre “el tomar” del entorno lo que requerimos para satisfacer
nuestras necesidades y “el aportar” a los seres del entorno para que satisfagan sus
necesidades.

¿ Cómo apoyar el proceso que contribuye al razonamiento autónomo ? Trabajando en


que infantes y adolescentes tomen conciencia de su necesidad real y del satisfactor de
esa necesidad en lugar de decirles lo que necesitan. Es común escuchar a una madre
decir a su hijo/a “ponte el suéter porque hace frío”. La percepción de frío es relativa para
cada persona, y bastante diferente entre adolescentes y adultos mayores. Lo aconsejable
para apoyar la autonomía es alentar a niños y adolescentes al “darse cuenta” para que
desarrollen su capacidad de diferenciar conveniente de inconveniente, nutritivo de tóxico.

La Autonomía se basa en el despertar de la conciencia. Procuremos niños, niñas y


jóvenes consientes más que sólo obedientes.

Seres autónomos, con conciencia de si y de su entorno, generan relaciones


interdependientes y sociedades respetuosas.

Verónica A. de Bajaña
Psicoterapeuta Humanista-Gestalt
vdbsicoterapeuta@andinanet.net

También podría gustarte