Está en la página 1de 9

EXCESOS DE AMOR AL SAGRADO CORAZÓN (primeros viernes de mes) 7/9

Reparar por todos los latigazos que recibe mi Cuerpo Eucarístico, por todos los
maltratos a mi Divinísimo Corazón

1. Coronilla al Sagrado Corazón.


2. Excesos de Amor del Sagrado Corazón (del mes correspondiente).
3. Letanías y Consagración al Sagrado Corazón

CORONILLA AL SAGRADO CORAZÓN .1

En un Rosario.

Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente; os


ofrezco el Preciosísimo

Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo presente en


todos los Tabernáculos del mundo, en reparación de los ultrajes, de los
sacrilegios y de las indiferencias con los cuales es ofendido; por los méritos
infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de María os
pido por la conversión de los pobres pecadores.

Dios mío yo creo, adoro, espero y os amo.


Y os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman.

Por siempre sea adorado, mi Jesús sacramentado

Corazón agonizante de Jesús:


Reparo toda irreverencia contra vuestro Corazón Eucarístico.
Amén.
Coronilla al Sagrado Corazón de Jesús.

1.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad les digo, pidan y obtendrán, busquen y
encontrarán, llamen y se les abrirá. He ahí Señor, que confiando en tu Palabra divina,
yo llamo, yo busco, yo pido la gracia: Cuida Señor a Sahid Alexis Lopez Ruiz, donde
este, como este, abraza le para que sanes su cuerpo, su alma.

● Padre Nuestro, Avemaría y Gloria


● Jaculatoria: "Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío."

2.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: "En verdad les digo, pasarán los cielos y la tierra pero
mis palabras jamás pasarán". He ahí Señor, que basándome en la infalibilidad de tus
santas palabras yo pido la gracia: Piedad y misericordia Señor, para que su familia y
todos los que le amamos que le volvamos a ver.

● Padre Nuestro, Avemaría y Gloria


● Jaculatoria: "Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío."

3.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pidan a mi Padre
en mi Nombre, El se los concederá”. He ahí Señor, que al eterno Padre en tu Nombre
yo pido la gracia: Señor mio, solo tu tienes el poder de abrir sus caminos, guiar sus
pasos, protegido por un ejercito de ángeles.

● Padre Nuestro, Avemaría y Gloria


● Jaculatoria: "Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío."

¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir compasión por los
infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que
pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre.

San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te
salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros, esos
tus ojos misericordiosos. Y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto
bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, OH piadosa, OH dulce Virgen María! Ruega
por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Rosario:
En las cuentas grandes:
Oh Sacratísimo, Divino y Adorado Corazón de Jesús, a
vos me doy y consagro todo y sin reserva.
En las cuentas pequeñas:
V/ Divino Corazón de Jesús fuente Inagotable
de Amor y de bondad.
R/ Sed nuestro refugio y nuestro amparo,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Al final de la coronilla, repetir 3 veces:
Divino Corazón de Jesús, tened piedad de nosotros.
Amén.

Jesús dice:
Hijo mío: hay tanta agonía en mi Divino Corazón porque
sufro los dolores místicos de mi Sagrada Pasión. El
Sagrario, que es mi mansión de amor en la tierra, ha
dejado de ser muchas veces mi dulce morada, morada que
se ha transformado en un segundo Getsemaní porque
desde aquí padezco la misma tristeza e igual soledad de
aquella noche lúgubre en que me preparaba para ser
aprehendido como a un criminal. Aquí mi Sagrada cabeza
es coronada de espinas por la distracción y los malos
pensamientos con que algunas almas vienen a adorarme.
Aquí, mis manos y mis pies son perforados con grandes
clavos cuadrados por la crueldad con que soy tratado por
algunos de mis ministros y laicos de mi Iglesia.
Aquí, mi Cuerpo santísimo es flagelado porque muchas
almas me reciben indignamente, almas que beben y
comen su propia condenación.
Aquí, soy crucificado por aquellas almas que hacen de la
fe un negocio, almas que comercializan con los bienes
espirituales para sacar el máximo provecho.
Aquí, mi Sacratísimo Corazón se consume en una sed
devoradora de almas. Almas de corazón acartonado que
muy pocas veces piensan en Mí. Almas que llegan a Mí
buscando al Dios furtivo, Dios que las libra de sus apuros,
y prontamente vuelven a las cosas del mundo y se olvidan
de que Yo existo.
Aquí soy abofeteado por la irreverencia de algunas almas,
almas que me arrinconan como si fuese un objeto
inservible, objeto de poco valor.
Aquí soy insultado, menospreciado, degradado por
muchas almas que se enojan conmigo cuando me piden
algún favor y Yo no se los concedo porque sería
perjudicial para su salvación o porque no estaban en los
planes divinos.
Aquí muchas veces mi Sangre preciosa se pierde porque
no encuentro almas que vengan a adorarla o a recogerla.
Aquí, muy pocas Verónicas limpian mi Sagrado Rostro
empolvado y ensangrentado por los pecados de los
hombres.
Aquí, encuentro muchos políticos como Pilatos o
Herodes, políticos corruptos que se deshacen de Mí con
tal de ser reconocidos y aplaudidos por una sociedad
infame.
Aquí difícilmente hallo Cirineos, almas que libremente
carguen con mi cruz, cruz que lacera mis sagrados
hombros produciéndome profundas heridas y acérrimos
dolores.
Aquí, encuentro muy pocos Juanes (Juan Evangelista),
almas armadas de coraje que estén conmigo hasta mi
descenso, mi desprendimiento de la cruz.
Aquí, llegan algunas almas que son como Judas, almas
que me venden a cambio de intereses mezquinos o cifras
monetarias.
Aquí me encuentro como cordero indefenso rodeado de
muchos lobos que quieren devorarme.
Hijo mío, estos son algunos de los vejámenes y ruindades
que recibo de muchas almas; naufrago en la soledad y
abatimiento en el Getsemaní de mi Sagrario.
Venid pues y reparad en este primer viernes de mes por
todos los latigazos que recibe mi Cuerpo Eucarístico, por
todos los maltratos a mi Divinísimo Corazón.
Limpiad con el lienzo blanco de vuestro corazón las
lágrimas que brotan de mis purísimos ojos y la sangre que
corre a borbotones de mis sagradas llagas.
Haced muchísimos actos de reparación en este primer
viernes. Adorad mis llagas y suturadlas con los algodones
blancos de vuestra oración, oración que ha de cicatrizar
mis heridas, oración que ha de ser bálsamo sanador que
calme mi gran dolor. Oración que ha de ser voz de aliento
para mi Corazón compungido.
Haced muchísimos actos de reparación en este primer
viernes. Adorad mi Divino Corazón y quitad, con vuestro
ayuno y sacrificio, cada espina incrustada por los pecados
de los hombres, hombres creados a mi imagen y
semejanza, pero la bajeza de sus actos los ha deformado.
Hombres con olor mortecino que ha perdido la fragancia
del nardo purísimo.
Hombres que arrastran cadenas de maldición, hombres
que deben volver a Mí para ser perdonados.
Hombres que deben recobrar su dignidad perdida.
Hombres que necesitan sentirse amados, valorados.
Hombres que deben regresar al aprisco de mi Divino
Corazón y ser restablecidos, restaurados.
Hombres que deben purificarse en los Ríos de la Gracia.
Hombres que han de reconocer que existo, que aún vivo,
que permanezco en la soledad de los Sagrarios hasta la
consumación de los siglos.

Alma reparadora del Sagrado Corazón:


Adolorido Jesús mío: heme aquí en vuestro Tabernáculo
con mi corazón compungido porque vuestras palabras han
penetrado en todo mi ser.
Vuestros lamentos retumban en mis oídos.
Vuestras quejas me han traído hacia vos en este primer
viernes de mes para adorar vuestro agonizante Corazón.
Corazón que solo sabe amar, corazón siempre abierto al
perdón. Corazón que es maltratado por muchas almas
obstinadas en el pecado. Corazón coronado de espinas
porque la ingratitud de los hombres os hiere, os entristece,
os abruma.
Agonizante Corazón permitidme reparar por todas las
almas que agudizan el dolor en vuestra Sagrada Cabeza
ahondando, aún, más la corona de espinas; espinas que os
hace sangrar, espinas que os hace mirar hacia el cielo y
exclamar: ¡Abba, Padre! Espinas que son el resultado de
la perfidia de los hombres, espinas que son el origen de
pensamientos concupiscentes, avarientos, explotadores.
Agonizante Corazón permitidme reparar por todas las
almas que azotan vuestro Cuerpo Santísimo con sus
liviandades, con su profanación a la morada del Espíritu
Santo, con su poca preparación para recibiros en vuestras
Sagradas Especies; por la falta de fe frente al Milagro de
los milagros, ya que al veros en la humilde apariencia de
la Hostia consagrada, esto sí que es vuestra invención de
amor.
Agonizante Corazón, permitidme reparar por todas las
almas que agrandan vuestras Sagradas Llagas, almas que
taladran vuestras venerables manos y vuestros adorables
pies con su desobediencia a vuestros mandatos, mandatos
que son leyes de amor que salvan, vuelven al estado de
gracia que un día fue perdido por el pecado.
Agonizante Corazón permitidme reparar por todas las
almas que no calman vuestra ardiente sed, almas que han
de ser agua refrescante en el fuego que os consume.
Agonizante Corazón, permitidme reparar por todas las
almas que os crucifican en el rústico madero de la cruz,
madero que estamos obligados a cargar, madero que es
suave yugo que ablanda nuestro corazón a vuestras
gracias; madero que sobrellevado con amor, sana las
llagas de vuestros hombros; madero que pesa según el
estado de nuestras fuerzas.
Agonizante Corazón, permitidme reparar por todas las
almas que hacen de la religión: comercio barato,
mercancía de exportación que da riqueza, estatus,
reconocimiento.
Agonizante Corazón, permitidme reparar por todas las
almas que no reconocen vuestra verdadera presencia en el
Sagrario, Sagrario que es un anticipo de las delicias del
cielo. Sagrario que es un hermoso jardín, jardín adornado
de un bello lirio perfumado que sois vos.
Agonizante Corazón, permitidme reparar por todas las
almas que no se acogen a vuestra Divina Voluntad, almas
que se enfadan ante vuestro Amor Divino por no
secundarlos en sus caprichos, almas con intereses creados,
almas que creen que la máxima felicidad está en la tierra y
no en las moradas de vuestro Reino Celestial.
Mi buen Jesús os quiero acompañar en el Getsemaní de
vuestro Sagrario, deseo besar y adorar vuestras sagradas
llagas. Llagas que son manantiales de bendición, llagas
que son fuentes de sanación. Sumergiéndonos en ellas,
todo mal tiene remedio, para cualquier enfermedad se
encuentra su cura, para todo tipo de adversidad se
descubre la solución porque son océanos de aguas
purificadoras que nos dan sanidad, vigor, entereza, ánimo
para permanecer siempre a vuestro lado como vuestro fiel
discípulo Juan, discípulo que nunca se separó de vos,
discípulo que no se dejó amedrentar, amilanar; discípulo
que siempre resplandeció por la pureza de su corazón y de
su cuerpo, discípulo que recostó su cabeza en vuestro
pecho y descubrió grandes secretos; comprendió a la luz
del Espíritu Santo: enigmas, misterios divinos; discípulo
que, junto con vuestra Santísima Madre, os tomó en sus
brazos, lavó vuestras heridas con su llanto, os estrechó a
su corazón, así como un día vos le abrazasteis. Quiero ser
como Juan: fiel hasta la muerte. Quiero ser como Juan:
guerrero del Evangelio, guerrero armado con la espada de
vuestra Palabra.
Quiero ser como Juan: caminante ligero de equipaje,
compañero de vuestro martirio, de vuestro sufrimiento.
Hijo amado que no os dejó solo, siempre se mantuvo a
vuestro lado: amándoos y reconociéndoos como a vuestro
Señor.

3. LETANÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Señor, tened piedad de nosotros.


Cristo, tened piedad de nosotros.
Señor, tened piedad de nosotros.
Cristo, oídnos.
Cristo, escuchadnos.
Padre Eterno, Dios de los cielos, tened piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, tened piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, tened piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo
en el seno de la Virgen Madre, tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, unido substancialmente al
Verbo de Dios, tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, de majestad infinita,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros
de la sabiduría y de la ciencia, tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud
de la divinidad, tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus
complacencias, tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, rico para todos los que os invocan,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, saciado de oprobios,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, fuente de toda consolación,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, salvación de los que en Vos esperan,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Vos mueren,
tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos,
tened piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo,
perdonadnos, Señor.
Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo,
escuchadnos, Señor.
Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo,
tened piedad de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de corazón.
R/ Haced nuestro corazón semejante al vuestro.

Oración:
Omnipotente y sempiterno Dios, mirad al Corazón de
vuestro amadísimo Hijo y a las alabanzas y satisfacciones que
os dio en nombre de los pecadores, y conceded propicio el
perdón a los que imploran vuestra misericordia, en nombre
de vuestro mismo Hijo Jesucristo, que con vos vive y reina en
unión con el Espíritu Santo, Dios por todos los siglos de los
siglos. Amén.

CONSAGRACIÓN AL SAGRADO
CORAZÓN DE JESÚS

Sagrado Corazón de Jesús os consagro mi cuerpo, alma y


espíritu para que purifiquéis mis tres potencias con
vuestras adorables virtudes.
Sagrado Corazón de Jesús os consagro mi vida para morar
en los aposentos de vuestro Divino Corazón porque ellos
son el camino de: salvación, santidad, perfección,
conformidad y unidad con vuestra Divina Voluntad.
Sagrado Corazón de Jesús os consagro todo mi ser porque
en vuestro Divino Corazón quiero amar, respirar y vivir.
Sagrado Corazón de Jesús os consagro mi corazón
sumergidlo en el vuestro, porque en Él encontraré la luz,
la fuerza, el verdadero consuelo.
Sagrado Corazón de Jesús os consagro mi espíritu para
que no cese nunca de pensar en Vos.
Sagrado Corazón de Jesús os consagro mi alma para que
sea toda vuestra.
Inmaculado Corazón de María, sois vos la que habéis
unido mi corazón al Corazón de Jesús. Asistidme siempre
a fin de que le sea fiel en la vida y en la hora de la muerte.
Amén.

Extractado del libro: “María, Arca de la salvación”.


(Revelaciones dadas a un alma a quien Jesús le llama, cariñosamente, Agustín del
Divino Corazón).

❤️🙏 ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS PARA TODOS LOS VIERNES .


Amabilísimo Jesús mío; yo, con el fin de dar testimonio y reparar mis infidelidades, te
entrego mi corazón, me consagro enteramente a Ti y propongo, ayudado de tu gracia,
no volver más a ofenderte. Padrenuestro.
Señor Jesús, clementísimo Salvador del mundo; humildemente te suplico, por tu
Sacratísimo Corazón, que todas las ovejas descarriadas si conviertan a Ti, Pastor y
Obispo de sus almas Que vives y reinas por todos los siglos de los siglos. Amén.
Padrenuestro.
Oh Corazón Santísimo de Jesús; derrama copiosamente tus bendiciones sobre la Santa
Iglesia, sobre el Soberano Pontífice y sobre todo el Clero; da la perseverancia a los
justos, convierte a los pecadores, ilumina a los infieles y bendice a nuestros parientes,
amigos y bienhechores, asiste a las almas del Purgatorio y extiende sobro todos los
corazones el imperio de tu amor. Amén. Padrenuestro.

También podría gustarte