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Laterita

Limonita de níquel bajo una costra laterítica más


oscura.
Ejemplo de construcción con laterita en Pre Rup,
Angkor, Camboya.

Camino de laterita en Casamance, Senegal.


La laterita es el suelo propio de las
regiones cálidas, caracterizado por la
pobreza en sílice y su elevada cantidad de
hierro, alúmina y/u otros minerales. Las
costras lateríticas se deben a la
meteorización de la capa superficial del
suelo, es decir, a la acción in situ de los
agentes meteorológicos (lluvia, insolación,
viento, acción de los seres vivos, etc.).

Origen del concepto


Francis Buchanan-Hamilton acuñó el
nombre "laterita" para describir una
formación geológica en Kerala, en la India,
descrita inicialmente por él en 1807.[1][2]
Aunque en su descripción inicial
Buchanan-Hamilton no utilizó la palabra,
más tarde adoptó la palabra laterita,
proveniente del later del latín, que significa
ladrillo, para designar a la laterita, ya que
esta puede fácilmente ser cortada en
forma de ladrillo, para su uso en la
construcción.[1] La palabra se ha usado
para definir horizontes de suelo variable
cementados y ricos en sesquióxidos.[3]
También se ha utilizado para denominar
cualquier suelo rojizo en o cerca de la
superficie terrestre.[3] Científicos como
M.F. Thomas, G. Taylor y R.A. Eggleton
recomiendan denominar ferricreto a las
capas endurecidas superiores de los
perfiles lateríticos para evitar confusión
con el concepto original que refiere a un
regolito blando.[2]

Distribución geográfica
Yves Tardy, del Institut National
Polytechnique de Toulouse y del Centre
National de la Recherche Scientifique
calculó que las lateritas cubren
aproximadamente un tercio de la
superficie terrestre continental.[4] Los
suelos lateríticos son los subsuelos de las
selvas ecuatoriales, de las sabanas de las
regiones tropicales húmedas, y de las
estepas del Sahel.[4] Las lateritas cubren la
mayor parte de las tierras situadas entre
los trópicos de Cáncer y Capricornio, áreas
en estas latitudes que no están cubiertas
de laterita incluyen la parte occidental de
América del Sur, la porción sudoeste de
África, las regiones desérticas del norte y
centro de África, la península arábiga y el
interior de Australia.[4]

Algunas de las rocas ultramáficas más


antiguas y altamente deformadas que han
sufrido laterización se encuentran en los
complejos escudos precámbricos de
Brasil y Australia. Pequeñas y altamente
deformadas formaciones intrusivas de
tipo Alpino han pasado a formar perfiles
de laterita en Guatemala, Colombia,
Europa Central, la India y Birmania.
Fragmentos de arcos de islas en grandes
cabalgamiento del Mesozoico-Terciario
(251 a 65 millones de años de edad) y
zonas de colisión en general han sufrido
laterización en Nueva Caledonia, Cuba,
Indonesia y las islas Filipinas. Las lateritas
reflejan antiguas condiciones
atmosféricas, de manera que las lateritas
que se encuentran hoy en día en las
regiones fuera de la zona intertropical son
producto de las antiguas épocas
geológicas, cuando esa zona estaba cerca
del ecuador. Hoy en día la laterita que yace
fuera de los trópicos húmedos son
considerados como indicadores del
cambio climático, de la deriva continental
o una combinación de ambos.[cita requerida]

Las cubiertas de laterita son gruesas en


las zonas estables del Escudo de Etiopía
occidental, en cratones de América del
Sur, y en el Escudo Australiano.[4] En las
mesetas de la India central la laterita
alcanza un espesor de 30 m.[5] Las
lateritas pueden ser blandas y fáciles de
romper en trozos más pequeños, o firmes
y resistentes. Las rocas de basamento en
zonas de lateritas están enterradas bajo la
gruesa capa de material degradado y rara
vez se hallan expuestas en la superficie.[4]
Los suelos lateríticos constituyen
normalmente la parte más alta de una
cubierta de laterita.

Formación de laterita

Sección de un paleosuelo laterítico ferruginoso en el


Cretácico superior en facies Utrillas, cerca de Segovia
(España).

La meteorización tropical (laterización) es


un prolongado proceso de meteorización
química donde los suelos y regolitos
resultantes varían en grosor, química y
mineralogía.[6] Los productos iniciales de
la meteorización son rocas esencialmente
caolinitizadas llamadas saprolitas.[7] Un
período de laterización se extendió desde
aproximadamente mediados del período
Terciario a mediados del Cuaternario (35 a
1,5 millones de años atrás).[6] Análisis
estadísticos muestran que la transición en
los niveles medios y la varianza de 18O
durante la mitad del Pleistoceno fue
abrupta.[8] Este cambio brusco fue global y
representa principalmente a un aumento
de la masa de hielo coincidiendo casi al
mismo tiempo con una disminución
brusca de las temperaturas superficiales
de los océanos. Estos dos cambios
indican un enfriamiento global repentino.[8]
La tasa de laterización habría disminuido
con el enfriamiento brusco de la tierra. La
meteorización en los climas tropicales
continúa hasta nuestros días una tasa
reducida.[6]

Las lateritas se forman a partir de la


lixiviación de rocas madres que pueden
ser sedimentarias, metamórficas; ígneas o
proto-menas.[4] Dicha lixiviación va
dejando en el residuo los iones más
insolubles que son predominantemente el
hierro y aluminio. El mecanismo de
lixiviación sigue los siguientes pasos: 1)
ácidos disuelven la estructura cristalina de
un mineral determinado del material
padre, 2) esto es seguido por la hidrólisis y
precipitación de óxidos insolubles y
sulfatos de hierro, aluminio y sílice. Todo
esto bajo en condiciones de alta
temperatura[9] de un clima monzónico
subtropical húmedo.[10] Una característica
esencial para la formación de laterita es la
repetición de las estaciones húmedas y
secas.[11] Las rocas son lixiviados por el
agua de lluvia que se filtra durante la
temporada de lluvias;. la solución
resultante que contiene los iones
lixiviados es llevada a la superficie por la
acción capilar durante la estación seca.[11]
Estos iones forman sales que se secan en
la superficie. Dichas sales son lavadas
durante la próxima temporada de
lluvias.[11] La formación de laterita se ve
favorecida en zonas de relieve atenuado
como suaves crestas y mesetas que
evitan la erosión de material
superficial.[6]:4 Durante la formación de
lateritas existe una zona de reacción en
donde las rocas están en contacto con
agua que abarca el nivel más bajo al más
alto en el que fluctúa el nivel freático. Esta
zona de reacción se agota
progresivamente de los iones fácilmente
lixiviados de sodio, potasio, calcio y
magnesio.[11] Una solución con estos
iones puede tener el pH adecuado para
disolver preferentemente óxido de silicio
en lugar de los óxidos de aluminio y
óxidos de hierro.[11]

Las composiciones mineralógicas y


químicas de las lateritas dependen de las
rocas padres. Las lateritas consisten
principalmente de cuarzo, circón, y óxidos
de titanio, hierro, estaño, aluminio y
manganeso, que van permaneciendo
durante el curso de la meteorización.[4] El
cuarzo es el mineral más residual más
abundante de las rocas padres.[4] La
composición de la laterita varia
significativamente en función de su
ubicación, el clima y la profundidad.[9] Los
minerales principales que albergan níquel
y cobalto pueden ser tanto óxidos de
hierro, minerales de la arcilla u óxidos de
manganeso.[9] Los óxidos de hierro
derivan de rocas ígneas máficas y otras
rocas ricas en hierro;. bauxitas derivan de
roca ígnea granítica y otras rocas pobre en
hierro.[11] Las lateritas de níquel se
producen en zonas de la tierra donde
rocas ultramáficas (que contienen
minerales ferromagnésicos como olivino,
piroxeno y anfíbol) han experimentado
meteorización bajo clima tropical por
tiempos prolongados.[6]
Véase también
Costra caliza
Tierra colorada

Referencias
1. Thurston, Edgar. 1913. The Madras
Presidency, With Mysore, Coorg and
the Associated States, Provincial
Geographies of India . Cambridge
University Press. Revisado el 6 de abril
de 2010. :65
2. Taylor, G. y Eggleton, R.A. 2001.
Regolith Geology and Gemorphology,
pp. 248-249.
3. Helgren, David M.; Butzer, Karl W.
(1977). «Paleosols of the Southern
Cape Coast, South Africa: Implications
for Laterite Definition, Genesis, and
Age». Geographical Review (en inglés)
67 (4): 430.
4. Tardy, Yves (1997). Petrology of
Laterites and Tropical Soils (en
inglés). Consultado el 17 de abril de
2010. :1-2-5-7
5. Chowdhury, M.K. Roy; Venkatesh, V.;
Anandalwar, M.A.; Paul, D.K. (1965).
Recent Concepts on the Origin of
Indian Laterite (en inglés). Geological
Survey of India, Calcutta. Archivado
desde el original el 16 de marzo de
2012. Consultado el 17 de abril de
2010. :554
6. Dalvi, Ashok D.; Bacon, W. Gordon;
Osborne, Robert C. (7 a 10 de marzo
de 2004). «The Past and the Future of
Nickel Laterites» . PDAC 2004
International Convention, Trade Show
& Investors Exchange. Archivado
desde el original el 4 de noviembre de
2009. Consultado el 17 de abril de
2010. :3
7. Schellmann, W. «An Introduction in
Laterite» .
8. Maasch, K.A. (febrero de 1988).
«Statistical Detection of the mid-
Pleistocene Transition» . Climate
Dynamics (Springer Berlin/Heidelberg)
2 (3): 133. ISSN 0930-7575 .
doi:10.1007/BF01053471 .
Consultado el 7 de mayo de 2010.
9. Whittington, B.I.; Muir, D. (octubre de
2000). «Pressure Acid Leaching of
Nickel Laterites: A Review» . Mineral
Processing and Extractive Metallurgy
Review 21 (6): 527.
doi:10.1080/08827500008914177 .
Consultado el 17 de abril de 2010.
10. Hill, I. G.; Worden, R. H.; Meighan, I. G.
(1 de mayo de 2000). «Geochemical
evolution of a palaeolaterite: the
Interbasaltic Formation, Northern
Ireland» . Chemical Geology 166 (1-2):
65. doi:10.1016/S0009-
2541(99)00179-5 . Consultado el 6 de
April de 2010.
11. Yamaguchi, Kosei E. (2003-04). «Iron
isotope compositions of Fe-oxide as a
measure of water-rock interaction: An
example from Precambrian tropical
laterite in Botswana» . Frontier
Research on Earth Evolution 2: 3.
Consultado el 17 de abril de 2010.
Bibliografía

Aleva,G.J.J.(Compilador) (1994):
Laterites. Concepts, Geology, Morphology
and Chemistry.169 pp. ISRIC,
Wageningen, Países Bajos, ISBN 90-
6672-053-0
Bardossy, G. y Aleva, G.J.J.(1990):
Lateritic Bauxites. 624 pp. Developments
in Economic Geology 27, ELSEVIER,
ISBN 0-444-98811-4
Golightly, J.P. (1981): Nickeliferous
Laterite Deposits. Economic Geology 75,
710-735
Schellmann, W. (1983): Geochemical
principles of lateritic nickel ore formation.
Proceedings of the 2nd International
Seminar on Lateritisation Processes, Sao
Paulo, 119-135

Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una
categoría multimedia sobre Laterita.
Introducción a la laterita (en inglés)

Datos: Q622845
Multimedia: Laterite
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title=Laterita&oldid=117376309»

Última edición hace 4 meses por Aosbot

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