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2015, 24(1), 1-21

Revista de Psicología ISSN impreso: 0716-8039


UNIVERSIDAD DE CHILE ISSN en línea: 0719-0581
www.revistapsicologia.uchile.cl

Imaginación, narrativa y figurabilidad en la escritura de


púberes y adolescentes
Imagination, narrative and figurability at youngster’s writing
Julián Grunin y Silvia Schlemenson

Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina

Resumen: Los jóvenes con problemas de Abstract: Young people with learning difficul-
aprendizaje suelen presentar modalidades rígi- ties often have rigid modes of symbolization that
das de simbolización que obstaculizan el des- hinder the deployment of imaginative processes
pliegue de los procesos imaginativos en sus in their symbolic productions (reading, speech,
producciones simbólicas (lectura, discurso, grá- graphics, writing), and result in stereotyped
ficos y escritura), derivando en formas estereo- ways of making sense, expressed in their copy-
tipadas de elaboración de sentido que se books during the group sessions of psychopeda-
expresan en sus cuadernos de trabajo en el gogical treatment. The following article presents
transcurso de las sesiones grupales del trata- a research whose goal was to characterize the
miento psicopedagógico. El presente artículo modes of symbolization of pubescents and ado-
expone una investigación cuyo objetivo consis- lescents through specific analysis of narrative
tió en caracterizar las modalidades de simboli- and figurative spontaneous writings that was de-
zación de los púberes y adolescentes a través del veloped in the margins of their copybooks along
análisis específico de las escrituras narrativas y the psychopedagogical treatment. Our purpose is
figurativas espontáneas que desarrollaban en to present conceptual and methodological tools
los márgenes de sus cuadernos a lo largo del tra- that allowed describing different modalities of
tamiento. Para su abordaje, se generaron herra- organizing temporality, linking affection and
mientas conceptuales y metodológicas que processing identificatory conflict in their pro-
permitieron describir diferentes modalidades de ductions.
organización de la temporalidad, entramado del
afecto y elaboración de conflictivas identifica-
torias en sus producciones.
Palabras clave: imaginación, escritura, simbo- Keywords: imagination, writing, symbolization,
lización, psicopedagogía clínica. clinical psychopedagogic.

El presente trabajo se enmarca en el programa de investigación de la Cátedra Psicopedagogía Clínica de


la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), a través de los siguientes proyectos
(dirigidos por la Dra. Silvia Schlemenson): “Procesos imaginativos en la producción simbólica de niños
y adolescentes con problemas de aprendizaje” (UBACyT, 2011-2014), “Tratamiento psicopedagógico en
niños y adolescentes en situación de pobreza” (Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica
del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, 2010-2014), y “Psicopedagogía Clínica: entramado
dinámico del afecto en el aprendizaje” (UBACyT, 2014-2017).
Contacto: J. Grunin, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. General Juan Lavalle 2353
(C1052AAA), Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Correo electrónico: Julian.grunin@gmail.com
Cómo citar: Grunin, J. y Schlemenson, S. (2015). Imaginación, narrativa y figurabilidad en la escritura de
púberes y adolescentes. Revista de Psicología, 24(1), 1-21. http://dx.doi.org/10.5354/0719-0581.2015.36712
Grunin y Schlemenson

Introducción tarse de forma restrictiva, los procesos de


aprendizaje de los jóvenes se empobrecen
Los desarrollos del presente artículo se considerablemente, debido a la presencia
vinculan a los resultados del programa de de aspectos de sobreadaptación, rigidez
investigación que la Cátedra Psicopeda- simbólica, o bien, de fuerte impulsividad,
gogía Clínica desarrolla con sede en la que pueden distinguir los intercambios
Facultad de Psicología de la Universidad establecidos con los objetos secundarios,
de Buenos Aires (UBA). El programa sociales y de conocimiento, incluida la
cuenta con proyectos vigentes que tienen propia actividad de pensamiento como
por objetivo describir las características objeto de investidura.
de las transformaciones en los procesos
de simbolización de los niños y jóvenes En esta línea, en la clínica contemporánea
consultantes a lo largo del tratamiento suelen presentarse dibujos con predomi-
psicopedagógico. Se parte de la hipótesis nio de la copia o la descarga en la acción
de que dichas transformaciones inciden directa (rayones, tachaduras y perforacio-
en la complejización de sus modalidades nes), escritos disgregados o reducidos a la
de producción simbólicas figurativas, descripción factual de la experiencia, in-
discursivas, lectoras y escriturales. terpretaciones de lecturas adheridas a
intentos rígidos de reproducción de la
El Servicio de Asistencia Psicopedagógi- información literal provista por los textos,
ca, en el cual se desarrollan las investiga- actividades discursivas fragmentarias
ciones, recibe derivaciones de niños, desprovistas de circulación afectiva (dan-
púberes y adolescentes con problemas de do lugar a discursos organizados desde la
aprendizaje que cursan su escolaridad lógica formal, aunque carentes de ligadu-
primaria y secundaria en escuelas públi- ra con componentes afectivos y/o fantas-
cas de la Ciudad Autónoma de Buenos máticos singulares). En estos casos,
Aires, para su diagnóstico y tratamiento dichos elementos indiciarios suelen pri-
psicopedagógico. mar, entre otros, por sobre el despliegue
potencial de los procesos imaginativos y
Las investigaciones arraigan su marco el pensamiento autónomo y reflexivo en
teórico en el modelo del psicoanálisis las formas de productividad simbólica.
contemporáneo, ya que dichas conceptua- Cuando los jóvenes presentan restriccio-
lizaciones permiten profundizar en la nes en sus procesos de simbolización,
comprensión de los procesos psíquicos suele limitarse la posibilidad de desplie-
comprometidos en las modalidades de gue de la actividad imaginativa en sus
simbolizar de cada sujeto (Aulagnier, producciones, por ejemplo en la produc-
1994; Castoriadis, 2002; Green, 2010) y, ción escritural (Álvarez, 2014; Cantú,
al mismo tiempo, permiten establecer 2011; Schlemenson, 2009; Wald, 2010).
relaciones teóricas que posibilitan la in-
terpretación del sentido de sus produccio- El problema de investigación fue delimi-
nes, para generar estrategias de tado por la necesidad de generar un mo-
intervención clínica que dinamicen las delo de análisis de las modalidades de
condiciones de complejización y desplie- simbolización involucradas en la produc-
gue de sus procesos de simbolización. ción escrita de púberes y adolescentes con
dificultades de aprendizaje que asistieron,
Cuando las modalidades de simbolización durante dos años, a uno de los grupos de
acerca de la experiencia tienden a presen- tratamiento psicopedagógico.

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Imaginación, narrativa y figurabilidad

Para ello, se propuso como objetivo reali- producción simbólica de los niños y ado-
zar un análisis exploratorio de los escritos lescentes con problemas de aprendizaje y
narrativos que los jóvenes consultantes los procesos de simbolización compro-
desplegaban en sus cuadernos como res- metidos en sus condiciones de desplie-
puesta a las consignas de trabajo que pro- gue y/o restricciones posibles. En los
ponían los terapeutas durante las sesiones mismos fueron abordadas las estrategias
grupales, pero también se hallaron pro- de complejización del pensamiento y la
ducciones que desarrollaban espontánea- imaginación en niños pequeños en el
mente sobre los márgenes de los mismos. espacio escolar (Schlemenson, 2009), las
Estas últimas fueron ponderadas como modalidades discursivas que los niños
marcas de autoría particularmente repre- presentan durante el proceso diagnóstico
sentativas de sus procesos de simboliza- psicopedagógico (Álvarez, 2010), los
ción, imaginativos y de construcción procesos de subjetivación en su actividad
identitaria. Las escrituras espontáneas lectora de cuentos ficcionales durante el
elaboradas en los márgenes resultaron, diagnóstico (Cantú, 2011), las dimensio-
incluso, asociadas a elementos figurales nes de análisis de la proyección gráfica
novedosos (por su carácter de creación), de los niños consultantes (Wald, 2010),
que fueron interpretados como formas de así como las características de las trans-
ensayo que cada autor desplegaba sobre formaciones en la producción simbólica
facetas distintivas de su subjetividad de los pacientes a lo largo del tratamien-
(Schlemenson y Grunin, 2014). to (Rego, 2013).

Así, fue distinguido un tipo novedoso de En este caso, las modalidades de escri-
escritura que los adolescentes desplega- tura distinguidas durante la investiga-
ban en los bordes, tapas, contratapas y ción permitieron describir formas
notas al pie de sus cuadernos (incluso específicas de simbolización y elabora-
sobre las mesas o pupitres), y en distin- ción de sentidos identitarios expresadas,
tos momentos de cada sesión grupal (en tanto en sus aspectos narrativos (del
los inicios de la misma, en su transcurso, centro del cuaderno) como figurativos
simultáneamente a los momentos de es- (de sus márgenes). El hallazgo de los
critura de narrativas plasmadas en el márgenes resultó imprevisto en los co-
cuerpo central del cuaderno, o bien, ha- mienzos del proceso investigativo, por
cia el final de los encuentros). lo cual requirió de abordajes diferencia-
les para su interpretación singular, los
El interés de profundizar en el análisis de que se fundamentarán en el presente
los componentes proyectivos de la subje- trabajo. Por ello, se consideraron los
tividad implicados en las marcas escritas desarrollos metodológicos y teórico-
residió en la necesidad de pensar estrate- clínicos que permitieron describir la
gias terapéuticas para el desarrollo de los relación entre las características de los
procesos imaginativos en sus modalida- procesos de elaboración de sentido (que
des de simbolización, habitualmente rí- los jóvenes desplegaban en sus produc-
gidas en los inicios del tratamiento ciones escriturales) y la actividad de los
psicopedagógico. procesos imaginativos (que le impri-
mían una textura subjetiva y un acento
La investigación encontró antecedentes afectivo singular para su enriquecimien-
en diferentes estudios que abordaron las to simbólico).
relaciones entre las diversas formas de

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Producción simbólica y procesos ima- Desde un rastreo histórico, y revisitando


ginativos los desarrollos de Bleuler (1912/1951),
Harris (2005) considera que a principios
Desde la psicología del desarrollo, Harris del siglo XX la psiquiatría diferenciaba
(2005) establece que el funcionamiento dos modos de pensamiento: el pensa-
de la imaginación significa, desde tem- miento lógico, objetivo o realista, donde
prana edad, un medio crucial para el desa- el afecto y las emociones eran dejados de
rrollo cognitivo y afectivo de los niños. lado o atemperados por el reconocimien-
Es a través de la imaginación que los ni- to de lo racional y factible; y por otra
ños logran, progresivamente, adquirir y parte, un tipo de pensamiento distintivo,
sofisticar sus recursos de simbolización, dominado por la asociación libre y la
conceptualización y pensamiento. La expresión de deseos. Esta forma de pen-
“suspensión” de la verdad objetiva, lejos samiento, capaz de abrir alternativas a la
de restringir o distorsionar la relación del realidad, resultaba especialmente eviden-
niño con la realidad, permite explorar te en sueños, juegos de niños, ensueño de
otras formas (inciertas o desconocidas) de los adultos y fantasías, entre otras expre-
vincularse con el mundo exterior, que siones subjetivas. Se reconocía, además,
complejizan su subjetividad y enriquecen que en algunos casos esta curiosa forma
su pensamiento. Imaginar implica abrir de pensamiento podía imponerse (de
posibilidades hipotéticas, por ejemplo, a forma patológica) sobre el pensamiento
través del juego, la fantasía (como expre- racional y la adaptación a la realidad.
sión de deseos) y el pensamiento. Cuando Aquí, el equilibrio entre ambos modos de
un sujeto elabora representaciones imagi- pensamiento podía verse alterado. Por
nadas, crea un mundo alternativo que no ejemplo, en las convicciones ilusorias o
necesariamente habrá de coincidir con el allí donde la adherencia del sujeto a un
contexto físico de referencia. La potencia- mundo fantástico podía prevalecer sobre
lidad de la imaginación se despliega, in- el vínculo, así limitado, con la realidad
cluso, ante situaciones no presenciadas, exterior. Para Bleuler (1912/1951) el
pero aún así imaginables. Por lo tanto, la pensamiento dominado por los deseos y
imaginación constituye el fundamento el afecto resultaba, pues, asentado en un
mismo de la función creadora de la expe- pensamiento lógico.
riencia subjetiva (Vigotsky, 2003), como
potencial de producción psíquica que no Por otro lado, Freud (1900), contemporá-
se reduce a lo ya instituido (Mitjáns Mar- neo a Bleuler, expone otras formas de
tínez, 2006). interpretación del funcionamiento psíqui-
co. Desde su exhaustiva investigación
Sobre este último aspecto, y a partir de clínica describe cómo los procesos pri-
un punto de vista filosófico de la imagi- marios (guiados por el principio del pla-
nación, Coccia (2008) considera que el cer y la búsqueda inmediata de
trabajo de representación implica, prime- satisfacción) se subordinan progresiva-
ramente, un acto de invención. Dicho mente –aunque no por ello lleguen a aca-
acto, lejos de reducirse a una recombina- llarse, sino que más bien persisten como
ción secundaria del mundo exterior, de- condición de posibilidad– al tipo de pen-
fine lo propiamente humano, es decir, la samiento organizado por la legalidad del
capacidad de imaginar en las intermiten- proceso secundario (guiado este por el
cias del pensamiento consciente. principio de realidad).

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En esta línea, y desde una perspectiva expresa la heterogeneidad de los procesos


psicoanalítica contemporánea que arraiga de simbolización. Es decir, la oportunidad
sus ejes de teorización e investigación de integrar modalidades singulares muy
clínica en el modelo de la complejidad diversas con diferentes niveles de com-
(Morin, 2000) y la heterogeneidad de los plejidad representativa y entramados del
procesos de simbolización, Green (1996) afecto, para crear sentido en la experien-
cuestionará con énfasis la idea de una cia subjetiva (Schlemenson y Grunin,
supuesta secuencialidad lineal (unívoca) 2013).
entre los procesos primarios y secunda-
rios. El autor propone un tipo de pensa- Para Castoriadis (1998), la invención de
miento terciario, que habría de resaltar el nuevos caminos para la simbolización
“conflicto”, la puesta en relación –en un incorpora a los procesos imaginativos
equilibrio inestable– entre modos hetero- elementos heterogéneos (afectivos y re-
géneos de funcionamiento del psiquismo. presentacionales) como característica
Su potencial de conectividad enriquece distintiva de la creación psíquica, que
los procesos de simbolización, al dotar de nunca es lineal ni previsible, por la di-
un sentido subjetivo singular al proceso námica procesual que conlleva dicha
de apropiación de las herramientas simbó- heterogeneidad. Las representaciones
licas compartidas, apropiación que así se figurales que la psique autoengendra a
vuelve significativa y no sobreadaptada través de la actividad imaginativa permi-
de la realidad. ten elaborar alternativas de búsqueda de
placer cada vez más complejas. Las
Desde un punto de vista metapsicológico, mismas priman por sobre la inmediatez
la conjunción de dichos procesos (prima- de la descarga y, al mismo tiempo, gene-
rio y secundario) generaría condiciones ran una expectativa de reedición de si-
para que la creación de representaciones tuaciones placenteras, las que se enlazan
de cosas o fantaseadas (como la elabora- a la elaboración de los vínculos con obje-
ción imaginativa que asienta sus bases en tos sustitutivos de investidura que enri-
la experiencia afectiva) pueda entramarse quecen la apertura al campo social y la
–en un espacio de fronteras permeables autonomía psíquica.
entre territorios psíquicos– con las repre-
sentaciones de palabra (conscientes) que La complejización de la actividad repre-
sirven a la organización de mediaciones sentativa se entrelaza, de este modo, con
sofisticadas para la transmisibilidad de los la calidad de las primeras relaciones de
sentidos singulares creados y su puesta en objeto que pudieron brindar el sostén
intercambio con el mundo exterior (Aula- simbólico y afectivo necesario para ge-
gnier, 1984; Green, 1996). nerar condiciones de transicionalidad y
autonomía (Winnicott, 1993). Desde los
La lógica de la heterogeneidad compren- aportes de Winnicott (1979), la creativi-
de, desde esta perspectiva, una condición dad primaria implica un impulso creador
subjetiva trascendente para la simboliza- vital. Los procesos creadores refieren,
ción creadora y sus oportunidades de desde un punto de vista metapsicológico,
complejización (Urribarri, 2012). a la objetalización de los procesos psí-
quicos que se hallan al servicio de la
La posibilidad de despliegue de la imagi- construcción de representaciones imagi-
nación en la producción simbólica de ca- nativas. Estas generan un tiempo de es-
da sujeto (por ejemplo, en su escritura) pera ante la ausencia del objeto, a la vez

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que propician la actividad simbólica. Desde este recorrido teórico, podemos


Dichos procesos ocurren en un espacio plantear que los tipos de producción sim-
potencial entre lo objetivo y lo subjetivo, bólica integran diversas formas de repre-
intermediario entre la ilusión y la desilu- sentación (figurativa en imágenes, como
sión, transicional entre lo interno y lo de pensamiento en palabras) que se hallan
externo y generan las condiciones para la al servicio de la elaboración de sentidos
simbolización y la búsqueda sustitutiva propios con los cuales cada sujeto inter-
de ganancia de placer. preta su experiencia singular y su relación
con el mundo circundante.
Desde los desarrollos de Green (1996),
las condiciones para el despliegue de los Asimismo, los procesos imaginativos no
procesos imaginativos e invención de son exclusivamente relacionables con
objetos devienen del trabajo de puesta en niveles distintivos de la productividad
figurabilidad del afecto1 en el trabajo terciaria2 (Green, 2010) de un sujeto, sino
representativo (como trabajo de cons- que también están atravesados –desde los
trucción de representaciones imaginarias inicios y en los distintos momentos fun-
de cosa u objeto). dacionales del psiquismo– por la riqueza
simbólica y afectiva que los antecede a
El trabajo de figurabilidad en imágenes, partir de las modalidades de oferta del
o de pensamiento en palabras, no com- discurso parental y social.
prende una correlación directa o lineal
en relación con la captación de la expe- En la clínica contemporánea, el abordaje
riencia (Botella y Botella, 2003; Wald, de las problemáticas de simbolización
2010). nos invita a reflexionar acerca de las
formas específicas de intervención en
Para Freud (1908), el niño –al igual que relación con las formas restrictivas de
el poeta– se crea para sí un mundo ima- producción simbólica de los pacientes.
ginario distinto y novedoso a través de la Entre ellas, encontramos modalidades
fantasía. La actividad imaginativa resul- que derivan de la irrupción disgregada de
ta, en este sentido, y para Castoriadis elementos fantasmáticos que no hallan
(1993), de la capacidad originaria de la una lograda organización y entramado en
psique singular de crear y organizar re- representaciones compartidas con los
presentaciones figurales que no suponen otros semejantes. Las mismas pueden
una copia especular del mundo exterior, manifestarse a través de dibujos frag-
sino que tienen la función primordial de mentados e indiscriminados entre sí,
establecer mediaciones novedosas, pues- producciones discursivas de tipo evacua-
tas en imágenes singulares. Las mismas tivas, narrativas con escasa organización
incorporan la movilidad del afecto en la lógica, interpretaciones lectoras arbitra-
actividad simbólica de cada sujeto, a la rias con escaso ajuste a las significacio-
vez que permiten distinguir las particula- nes provistas por el texto, entre otros
ridades subjetivas singulares que consti- indicios convergentes. Asimismo pueden
tuyen la base del pensamiento reflexivo. prevalecer modalidades precarias de

2
Para Green (1996), los procesos terciarios son
1
El afecto como representante en el psiquismo aquellos que permiten conceptualizar la ductilidad
que otorga cualidad y ligazón a la fuerza pul- del trabajo de simbolización cuando este adquiere
sional. una mayor heterogeneidad.

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despliegue de la actividad imaginativa nes psíquicas (anteriormente inexistentes)


que, de la misma forma, expresan el que generan el entramado simbólico ne-
empobrecimiento en la potencialidad cesario para la subjetivación de los cam-
creativa de la producción de un sujeto, bios puberales emergentes, la elaboración
que tiende así a tornarse uniforme y de las transformaciones a nivel identifica-
descriptiva. torio y la apertura de deseo de expectati-
vas de futuro.
Algunas modalidades de productividad
simbólica suelen manifestar una fuerte La activación de la imaginación en la
adherencia a lo real, factual y concreto, producción escrita comprende la puesta
a la vez que un activo distanciamiento en figurabilidad psíquica de aspectos
subjetivo (muchas veces compensatorio) singulares de la experiencia subjetiva,
respecto de las propias vivencias afecti- que requieren de la articulación en sig-
vas y fantaseadas. En estos casos, de- nificaciones socialmente compartidas
terminados montos de afecto pueden para su organización secundaria. Dicha
resultar vivenciados como amenazas a articulación implica un esfuerzo de me-
la estabilidad del psiquismo, debido a la diación simbólica entre la intimidad
rigidez de los recursos de simbolización fantasmática de cada sujeto y sus condi-
para su tramitación en representaciones. ciones de elaboración en representacio-
nes de palabras que pueden plasmarse a
La sobreadaptación a la realidad suele través del lenguaje escrito.
aquí consolidarse al servicio de neutra-
lizar el despliegue de los procesos ima- En los jóvenes con problemas de apren-
ginativos y su montaje afectivo, dizaje suelen prevalecer modalidades
derivando incluso en frecuentes proce- restrictivas de escritura. Sus produccio-
sos de descargas del afecto en la acción nes no solo suelen caracterizarse por la
directa, en expulsiones hacia el territo- repetición de errores formales en su or-
rio del soma (somatizaciones), así como ganización secundaria, sino que habi-
en formas restrictivas de organización tualmente denotan maneras uniformes
del pensamiento en las que prevalece la de simbolización que reducen la poten-
difusión indiscriminada de elementos cialidad subjetiva de expresión de sus
fantasmáticos primarios (Green, 2005). afectos, deseos y pensamientos. En sus
La dificultad de hacer pensable la pro- modalidades de escritura suele predo-
pia experiencia, como de postergar tem- minar la repetición uniforme de enun-
poralmente la inmediatez de las ciados descriptivos, la ausencia de
demandas internas, constituyen proble- conflictivas, la presencia de produccio-
máticas actuales que requieren de estra- nes desprovistas de atributos imaginati-
tegias específicas de intervención vos y/o cualidades del afecto, o bien,
clínica que promuevan la complejiza- tendencias a la descarga en la hoja (ta-
ción de los procesos de simbolización y chaduras, borroneados y perforaciones).
la inclusión de una mayor ductilidad en Estos, entre otros indicios, suelen pri-
sus formas de expresión subjetiva. mar por sobre la posibilidad de apropia-
ción de la escritura para la creación de
Particularmente en la adolescencia, la entramados narrativos con un sentido
actividad imaginativa suele alcanzar un subjetivo singular para quien los confi-
potencial figurativo significativo, consis- gura (Grunin, 2014).
tente en la producción de representacio-

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Método cas (Test Guestáltico Visomotor y WISC-


IV) y de indagación de la modalidad de
Para pensar ejes específicos de interven- lectoescritura. Se implementaron instru-
ción sobre las modalidades de simboliza- mentos abiertos (González Rey, 2006)
ción de los jóvenes consultantes, se tendientes a facilitar el despliegue de la
evaluaron las características de las marcas singularidad subjetiva en la producción
escritas que estos producían en los centros simbólica. Se trató, en síntesis, de elabo-
y márgenes de sus cuadernos de trata- rar hipótesis acerca de la modalidad sin-
miento, a través de los procesos narrati- gular de simbolizar de cada joven, como
vos y figurativos que singularizaban sus de sus restricciones posibles, orientando
modalidades predilectas de expresión potenciales abordajes en la derivación
subjetiva en torno a sus conflictivas pre- posterior al espacio de tratamiento grupal
ponderantes. (Schlemenson y Grunin, 2013).

La metodología del diseño de trabajo fue El carácter longitudinal del estudio de los
exploratoria, cualitativa y longitudinal casos clínicos seleccionados permitió
(González Rey, 1999, 2006), centrada en explorar, a lo largo de dos años, las trans-
el desarrollo de casos clínicos de púberes formaciones en las modalidades de sim-
y adolescentes con dificultades de apren- bolización de cada sujeto. Se partió del
dizaje que concurrieron a tratamiento supuesto de que las transformaciones en
psicopedagógico grupal durante un lapso los procesos de simbolización no son li-
de dos años. neales, exclusivamente progredientes, ni
homogéneas, sino que refieren a la incor-
La perspectiva cualitativa de la investi- poración de una mayor heterogeneidad
gación permitió destacar el interés en psíquica para el despliegue de los proce-
los aspectos subjetivos comprometidos sos imaginativos en la producción simbó-
en las problemáticas de simbolización lica. En este caso, los procesos
que se manifestaban en la actividad es- imaginativos fueron evaluados en las ca-
critural de cada uno de los pacientes, racterísticas de la producción escrita, co-
todos ellos previamente diagnosticados mo en los procesos de elaboración
(Cayssials, 2010). asociativa verbal que cada joven vincula-
ba en relación con sus producciones o las
El proceso de diagnóstico en psicopeda- de los otros semejantes.
gogía clínica constó de dos entrevistas
con los padres y cuatro entrevistas con El criterio de selección muestral fue teóri-
cada joven, donde se suministraron dife- co, no probabilístico y de carácter inten-
rentes pruebas para conocer las caracterís- cional (Taylor y Bogdan, 1992), siendo
ticas específicas de sus modalidades de representativo de las problemáticas actua-
simbolización. Se concretaron, en conse- les de simbolización de los jóvenes que
cuencia, entrevistas iniciales con los pa- consultaron por sus dificultades en el
dres (para determinar el motivo de la aprendizaje. El propósito de la selección
consulta e indagar acerca de la historia se justificó por la viabilidad del modelo
vital del adolescente) y luego con el pa- teórico de la investigación. Por ese moti-
ciente, con el cual se trabajó en la evalua- vo, el criterio de selección fue homogé-
ción cualitativa de pruebas proyectivas neo en cuanto a las dificultades de
gráficas (dibujo libre y familia kinética) y aprendizaje que presentaban los jóvenes
discursivas (CAT-A), pruebas psicométri- en su trayectoria escolar, y heterogéneo

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en cuanto a la especificidad de los aspec- El registro y la transcripción de cada se-


tos subjetivos comprometidos en cada sión respondió a la necesidad metodoló-
problemática singular. Por lo tanto, el gica de construir categorías de análisis e
muestreo propuesto fue deliberado y ba- indicadores que permitieran el abordaje
sado en la significatividad (Cayssials, de cada dimensión de estudio propuesta.
2010) de los casos clínicos seleccionados.
La escritura narrativa
Con el formulario de consentimiento in-
formado debidamente firmado por los En el caso de la producción escrita, el
padres de los pacientes durante el proceso material de análisis se constituyó inicial-
diagnóstico, se seleccionaron los casos mente por las producciones narrativas
clínicos y se conformó un grupo de trata- (ficcionales y autorreferenciales) que cada
miento compuesto por cuatro púberes y joven desplegaba en su cuaderno de traba-
adolescentes de edades comprendidas jo, como respuesta a las distintas inter-
entre 11 y 14 años. Estos participantes venciones y consignas de trabajo que los
asistieron semanalmente al Servicio de terapeutas elaboraban y proponían en
Asistencia Psicopedagógica de la Facul- cada sesión grupal.
tad de Psicología de la Universidad de
Buenos Aires (UBA). Las categorías y descriptores elaborados
para el análisis de la escritura no remi-
En acuerdo con las pautas éticas propuestas tieron al estudio de la modalidad de ad-
por la American Psychological Association quisición del código del lenguaje escrito
(APA, 1992), la presente investigación res- en términos de su adecuación social a la
petó y resguardó el derecho de los sujetos a normativa canónica instaurada (Prol,
la privacidad y confidencialidad. Con ese 2004), sino más bien a la construcción
propósito, tanto los elementos autorrefe- de mediaciones para comprender sus
renciales de sus escritos, como los datos formas de apropiación significativa, las
personales de los jóvenes que constituye- que involucran un trabajo de simboliza-
ron la muestra, fueron modificados para ción que permite su utilización al servi-
resguardar adecuadamente su confiden- cio de la invención de sentidos
cialidad. subjetivos acerca de la experiencia de
cada sujeto (Cantú, 2011).
La unidad de análisis se definió por la
producción simbólica de los jóvenes, en Se interrogó, pues, respecto de los proce-
su diversidad de expresiones (escritura sos psíquicos que resultan necesarios para
narrativa ficcional, escritura de los már- que cada sujeto pueda apropiarse del có-
genes, figurabilidad gráfica y actividad digo escrito (atravesado por las significa-
asociativa sobre la producción). ciones socialmente compartidas), a la vez
que desplegar su creatividad en la inven-
Para la recolección del material de análi- ción de sentidos singulares, no reducidos
sis se registraron las sesiones semanales. a una mera descripción o reproducción de
La totalidad de las mismas (49 sesiones) elementos factuales externos. En ese sen-
fue transcrita en archivos de texto para su tido, los ejes para el análisis de la produc-
posterior procesamiento de datos. De la ción escrita se diferenciaron de los
misma forma, se registró y transcribió la criterios normativos de la institución es-
totalidad de las entrevistas diagnósticas colar, que suelen centrarse en el producto,
(previas a la iniciación del tratamiento). y permitieron describir la modalidad que

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caracteriza a su proceso singular de pro- Las propuestas de escritura resultaban


ducción, el cual se analizó en función de abiertas y, con ello, orientadas a incenti-
la implicación subjetiva expresada en sus var el despliegue de los procesos imagina-
marcas singulares de autoría. tivos. Vale destacar que el encuadre del
tratamiento psicopedagógico grupal in-
Asimismo, la propuesta de la investiga- cluye la consigna de trabajo como uno de
ción se centró en la necesidad de describir sus componentes específicos. Dichas con-
las características del encuadre clínico signas son elaboradas por el terapeuta en
(estabilidad de un tiempo y espacio ade- función de la apertura de temáticas y con-
cuados, consignas de trabajo y presencia flictivas que los jóvenes suelen poner de
de un cuaderno para cada joven), como realce, libremente, en los inicios de cada
aquellas que propiciaban condiciones para sesión. Las consignas pueden ser indivi-
el despliegue de los procesos imaginati- duales, grupales, o bien, colectivas y el
vos en la escritura. En los inicios de la tipo de respuesta a las mismas puede re-
investigación, el recorte de objeto se ha- sultar escrita, gráfica, lectora o una com-
llaba circunscripto a la exploración de la binación de diferentes recursos
actividad narrativa de los jóvenes y sus figurativos. Por ejemplo3:
alcances en la tramitación de diversas
conflictivas identitarias que surgían du-  “Imaginen una situación en la que no
rante las sesiones. Por ejemplo, ficciones se puedan concentrar y escriban una
narrativas libres, o bien, relacionadas con historia: qué pasó antes, qué va pa-
el realce de diferentes temáticas, como el sando, qué pasa después” (Encuentro
vínculo con el semejante, las transforma- 1 = E1).
ciones puberales, la representación de los  “Escriban el comienzo de una historia,
ideales parentales transmitidos, las formas luego pueden pasarle la hoja al com-
de acceso al campo social, la proyección pañero y traten de seguir la historia
de referencias identitarias a futuro, entre pensando qué es lo que escribiría el
otras. otro” (E12).
 “Escriban qué se puede hacer para que
En este punto, cabe destacar que las inter- llegue el jueves lo más rápido posi-
venciones de los terapeutas se hallaban ble” (E27).
particularmente focalizadas en brindar  “Escriban cómo se imaginan en el fu-
condiciones de apertura, sin una direccio- turo” (E30).
nalidad predeterminada, para que cada  “Escriban cómo se imaginan un día en
adolescente pudiera crear narrativas, his- la vida de una maestra jardinera, un
torietas, ficciones y relatos vinculados a jugador de fútbol y un ingeniero in-
sus conflictivas preponderantes; por formático” (oficios que los jóvenes
ejemplo, realzando el eje de las problemá- habían destacado como proyectos fu-
ticas planteadas, favoreciendo el desplie- turos posibles) (E36).
gue de situaciones hipotéticas para su
elaboración, convocando la apertura de
alternativas en torno a la trama de los 3
Las presentes consignas de trabajo correspon-
escritos e incentivando la puesta en inter- den al registro transcrito de los encuentros de
cambio con las producciones de los otros uno de los grupos de tratamiento de púberes y
semejantes, entre otras intervenciones adolescentes, coordinado por el Lic. Gerardo
Prol y la Dra. María Victoria Rego (ambos tera-
específicas. peutas de la Cátedra Psicopedagogía Clínica,
UBA).

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Imaginación, narrativa y figurabilidad

 “Escriban la historia que ustedes quie- diseño metodológico de la investigación


ran, como un cuento, de lo que se para pensar en mediaciones específicas
imaginen” (E43). que permitieran abordar la unidad de aná-
lisis en su complejidad. La construcción
La escritura en los márgenes del método cualitativo de la investigación
se sostuvo, entonces, en una relación indi-
Ahora bien, prontamente la exploración sociable respecto de la complejidad inhe-
de la producción escrita narrativa de los rente del objeto abordado (Schlemenson y
adolescentes permitió reconocer –de mo- Grunin, 2014).
do imprevisto en los comienzos de la in-
vestigación– otras modalidades de Se incorporaron así, como material signi-
elaboración de sentido y tramitación de ficativo de análisis de la escritura, aque-
sus conflictivas asociadas (en particular llas marcas figurativas que los jóvenes
vinculadas al eje identificatorio). producían espontáneamente en los már-
genes de sus cuadernos de trabajo durante
Las mismas resultaban distintivas respec- las sesiones de su tratamiento, como ex-
to de las formas convencionales de escri- presiones distintivas y creativas de sus
tura (narrativa), y se hallaban vinculadas procesos imaginativos, particularmente
a un tipo de escritura diverso, tanto desde vinculados a los trabajos de construcción
el punto de vista espacio-temporal, como identitaria de la pubertad y adolescencia.
procesual, formal e, incluso, de conteni-
do. Este tipo de escritura, entramada de En Márgenes de la filosofía, Derrida
aspectos figurales que los jóvenes bos- (2008) plantea que el margen remite a un
quejaban en los márgenes de sus cuader- concepto de límite, de frontera permeable,
nos, no adquiría una intencionalidad entre el adentro y el afuera. Dentro por-
manifiesta, aunque sí un valor simbólico, que delimita el borde de la página y fuera
subjetivo y significativo. en tanto negativo que trabaja al servicio
del sentido. Desde esta perspectiva, Gon-
Los procesos figurativos refieren aquí a zález Marín (2008) considera que una
la actividad de ligadura del afecto entra- lectura deconstruccionista consiste en
mada en el trabajo representativo de atender, justamente, aquellas zonas mar-
aquellas marcas que comenzaban a ocu- ginales (suplementarias) del texto.
par un lugar relevante en sus produccio-
nes del tratamiento (como el ensayo de Los bosquejos que los adolescentes gara-
firmas y otros emblemas identitarios que bateaban sobre los márgenes de sus cua-
los jóvenes bosquejaban sobre los már- dernos pudieron precisarse como ensayos
genes del cuaderno). Cabe aclarar que que ponían en diálogo, y en conflicto, los
este tipo de producciones no resultaba límites de las fronteras entre lo público y
expresado u orientado por las distintas lo privado, lo instituido y lo instituyente.
consignas de escritura que los terapeutas El territorio de los márgenes les ofrecía,
proponían como intervenciones de cada así, un espacio y tiempo propicios para la
sesión grupal. invención de representaciones con las
cuales dotar de un acento afectivo sus
En esta línea, la heterogeneidad de los experiencias en permanente transforma-
procesos de simbolización implicada en ción y elaboración (tanto simbólica, como
ambas producciones (narrativas y figura- subjetiva singular) (Schlemenson y
tivas de los márgenes) exigió ampliar el Grunin, 2014).

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Grunin y Schlemenson

Para conceptualizar la cualidad de los guración de sentido para intervenir, desde


procesos psíquicos implicados en este propuestas de escritura (narrativa) que
tipo de escritura, se tuvieron en cuenta pudieran ampliar las oportunidades de
fundamentos teóricos que, desde diversas elaboración (simbólicas y subjetivas), sus
perspectivas, permitieron conceptualizar, problemáticas y conflictos preponderantes
no solo sus alcances identitarios, sino (afectivos, narcisistas, identificatorios).
también la dinámica de los procesos ima-
ginativos en la que asentaban sus condi- Un primer punto por destacar es que
ciones de elaboración, complejización y aquellas consignas de escritura narrativa
despliegue durante el tratamiento psico- que incluían ejes de ficción, terceridad, o
pedagógico. bien, el rodeo por la producción del seme-
jante, solían promover una distancia na-
En esta línea, se elaboraron tres catego- rrativa óptima durante el tratamiento. Esto
rías de análisis e indicadores específicos quiere decir que, en algunos casos, dichos
(ver desarrollo en el siguiente apartado), ejes facilitaban la apertura de un espacio
los que permitieron generar mediaciones de autoría para ensayar alternativas de
entre los elementos indiciarios de los pro- elaboración de sentido en las produccio-
cesos de simbolización expresados en la nes del cuaderno. Al mismo tiempo, di-
producción escrita del cuaderno de cada chas consignas (ficcionales) ponían de
sujeto, y la elaboración de hipótesis (sus- realce ejes de ausencia de resoluciones
tentadas en el modelo teórico del psicoa- preestablecidas, para dar lugar a la apertu-
nálisis contemporáneo) para su ra de lo hipotético y potencial.
interpretación. El abordaje metodológico
se centró, pues, en el análisis de los dis- Cuando a los pacientes se les ofrecían
tintos tipos de marcas identitarias que los propuestas escriturales que incorporaban
jóvenes producían en sus cuadernos du- elementos ficcionales en la tramitación de
rante el proceso terapéutico, siendo la de las conflictivas movilizadas durante cada
los márgenes un tipo de producción sim- encuentro, se incentivaba un espacio po-
bólica particular en la que pudieron eva- tencial (“como si”). Este generaba condi-
luarse las formas de tramitación de la ciones adecuadas para que la subjetividad
temporalidad en las marcas producidas, de cada autor pudiera integrarse en com-
los modos de circulación del afecto en su ponentes proyectivos. La actividad pro-
proceso de producción y los trabajos sin- yectiva enriquecía aquí sus producciones
gulares de invención imaginativa de sen- narrativas, al entramarlas con atributos
tidos identitarios que desbordaban los imaginativos y cualidades singulares del
cánones sociales establecidos del centro afecto que las complejizaban. Por ejem-
de sus cuadernos. plo, los resultados permitieron destacar
narrativas que incorporaban diversos in-
Resultados dicios convergentes: personajes con ca-
racterísticas representativas de los
Modalidades de escritura en la clínica cambios puberales, historias épicas que
psicopedagógica ponían en juego la tramitación fantástica
de ideales, despliegues imaginativos iné-
Abordar las características de la imagina- ditos en las historias de los pares, alterna-
ción desde su expresión singular en la tivas de resolución de problemáticas
producción simbólica de cada sujeto per- presentadas en la trama (como la relación
mitió explorar sus modalidades de confi- con los otros semejantes y/o adultos sig-

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Imaginación, narrativa y figurabilidad

nificativos), referencias narrativas a tra- En el caso de la escritura de los márgenes


zos característicos de las historietas japo- que nos interesa puntualizar, las caracte-
nesas (por ejemplo, ensayo de personajes rísticas figurales de las producciones de
de acción con gran expresividad facial, los jóvenes nos permitieron distinguir
particularmente atribuida al bosquejo de como resultado el compromiso de los
los ojos), entre otros. procesos imaginativos cuando la produc-
ción de cada sujeto lograba transformarse,
Asimismo, el despliegue de los procesos con el transcurso del tratamiento y la in-
imaginativos pudo caracterizarse en los clusión de nuevos atributos que alteraban
modos de organización de la temporali- la repetición uniforme, para dar lugar a la
dad, allí donde la escritura narrativa fic- invención de otras formas de representa-
cional de algunos jóvenes lograba ción indiciarias de la subjetividad y el
incorporar tiempos verbales diversos pensamiento autónomo de cada autor.
(prospectivos y condicionales) y modos
subjuntivos que le otorgaban un cierto El tipo de escritura espontánea que los
valor de apertura (hipotético y de deseo) a adolescentes solían desarrollar en los
producciones habitualmente rígidas del márgenes de su cuaderno de tratamiento
inicio del tratamiento. En estas últimas (ensayos de firmas, invención de códigos,
solía preponderar el uso de un solo tiem- creación de figuras creativas de represen-
po verbal (habitualmente el presente), así tación, entre otras marcas singulares de su
como la presencia de construcciones ver- autoría), permitió así corroborar que las
bales definidas por la sumatoria de accio- transformaciones en los procesos de sim-
nes simples. En esta línea, en los escritos bolización no resultan asociables a una
de tipo autobiográfico, la actividad narra- propuesta externa, sino que derivan –por
tiva solía denotar formas de referencia la continuidad y estabilidad de un encua-
objetivizante sobre lo representado (escri- dre adecuado– de un intenso trabajo de
tos breves o descriptivos con prevalencia ensayo (diferente para cada sujeto) res-
del modo indicativo y escasez de adjeti- pecto de sus conflictivas preponderantes
vaciones, entre otros indicios convergen- (Schlemenson y Grunin, 2014).
tes) (Grunin, 2013b).
Se concluyó que a partir del despliegue
El tipo de encuadre grupal en el que se del lenguaje escrito o figurativo, se insti-
concretaba la escritura de los pacientes tuían modos de producción simbólica que
(Álvarez y Grunin, 2010), favorecía el transferían aspectos subjetivos e imagina-
intercambio y confrontación con las pro- tivos de cada joven, enriqueciendo la
ducciones de los otros semejantes, habili- apertura de alternativas para la elabora-
tando así el encuentro con la diferencia y ción de sus problemáticas y conflictivas
lo hipotético en el despliegue de la activi- particulares. Para abordar estas caracterís-
dad simbólica. Estos ejes de intervención ticas de la escritura se tuvieron en cuenta
permitieron destacar transformaciones en tres categorías de análisis. Las mismas
las modalidades inicialmente rígidas de resultaron análogas para ambas formas de
simbolización de los jóvenes consultan- producción (narrativa y figurativa), sin
tes, las cuales tendían a favorecer la in- embargo los indicadores fueron elabora-
corporación de una mayor ductilidad y dos en función de sus particularidades,
heterogeneidad en sus procesos de elabo- dada la especificidad de los procesos de
ración de sentido (tanto narrativos, como simbolización involucrados en cada una
figurativos). de ellas. En lo que sigue se presentan las

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Grunin y Schlemenson

categorías e indicadores elaborados para el “un hombre chiquito que tenía nariz de
análisis de la escritura en los márgenes. grande”, y escribiendo luego en el centro
del cuaderno una historia acerca de dicho
Modos de organización de la tempora- personaje, donde incluía el realce elabora-
lidad tivo de los cambios abruptos del cuerpo
puberal (extraño y disarmónico). Más allá
Para dar cuenta del modo en que cada su- de la repetición de un mismo dibujo, lo
jeto organizaba y “recreaba” su actividad interesante a considerar en dicha produc-
espontánea de escritura en los márgenes, ción tuvo que ver con la inclusión de dife-
se ponderaron indicadores de la relación rencias a lo largo del tratamiento, que le
temporal entre huellas inscriptas, en este fueron otorgando indicios de mayor plasti-
caso, en el cuaderno de tratamiento (rela- cidad y dinamismo a sus producciones.
ciones de sucesión, anulación, alteración o
suplementación) (Lewkowicz, 1999). La Pudo aquí vislumbrarse que los trabajos de
puesta en convergencia de los mismos imaginación y puesta en figurabilidad bos-
permitió distinguir diferentes modalidades quejados sobre los márgenes del cuaderno
de contar historias (no excluyentes entre no resultaban uniformes o lineales, sino
sí) que cada joven expresaba a través de que requerían ejes de anclaje en sucesivas
sus procesos de escritura. repeticiones, para generar espacios poten-
ciales de transformación que enriquecían
Por ejemplo, en uno de los casos analiza- el entramado simbólico y afectivo de la
dos, pudo distinguirse el carácter temporal propia producción.
heterogéneo con el que uno de los jóvenes
hacía uso de los márgenes de su cuaderno: Modos de articulación entre la dinámica
por un lado sucesivo, cuando repetía en afectiva y el trabajo representativo
forma perseverante tipos de marcas aisla-
das y/o desprovistas de algún sentido ma- En los primeros tramos del tratamiento
nifiesto (manchas, garabateos, etc.). Por psicopedagógico, las producciones de
otro lado, en otros encuentros, prevalecía algunos adolescentes solían caracterizarse
la exclusión de ciertas marcas inscriptas por fuertes tendencias a la descarga frente
con anterioridad (a través de tachaduras a las propuestas terapéuticas (algunos
que anulaban sus propios ensayos de fir- rayaban las hojas en lugar de escribir, se
mas realizados con anterioridad). Con el tiraban con pelotas de papel que arranca-
transcurso del tratamiento, su modalidad ban de sus cuadernos, o bien, expresaban
de producción comenzaba a incorporar largos silencios difíciles de conmover). El
oportunidades de ensayo de figuras inven- uso espontáneo del territorio de los már-
tadas (ficcionales) en soporte gráfico. Las genes solía presentar características figu-
mismas solían resultar alteradas, transfor- rativas diferenciales respecto de la
madas, a través de la inclusión suplemen- escritura narrativa desarrollada al interior
taria de atributos, detalles y símbolos del cuerpo central del cuaderno, como
gráficos que las enriquecían. respuesta específica a las consignas de
trabajo del terapeuta.
Por ejemplo, uno de los jóvenes solía en-
sayar durante las sesiones y de modo es- En algunos casos, el margen resultaba in-
pontáneo una figura de ficción (caricatura) vestido como pantalla proyectiva donde el
en la que exacerbaba partes discordantes afecto lograba entramarse en marcas de
del cuerpo, apuntando que se trataba de autoría que condensaban aspectos fantas-

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Imaginación, narrativa y figurabilidad

máticos y atributos imaginativos singula- margen, entre otros descriptores), permitió


res de la subjetividad de cada autor. Por dar cuenta de diversos modos (no exclu-
ejemplo, resultó interesante subrayar algu- yentes entre sí) en que el afecto –como
nos tipos de transformaciones que se gene- representante psíquico de la fuerza pulsio-
raban con la inclusión de ciertos modos nal– se integraba en la actividad represen-
plásticos de apropiación del código escrito. tativa.
En estos casos, la intrincación de registros
figurales heterogéneos entre sí se expresa- Modos de elaboración de la conflictiva
ba a través de combinaciones originales identificatoria
entre la dimensión del lenguaje oral y lo
escritural: prolongación y/o reproducción Alrededor de las marcas ensayadas, algu-
de letras, abreviaturas de palabras, reem- nos adolescentes se permitían jugar (en su
plazos, alteraciones, inversiones, mixturas verdadera etimología asociable al juego)
figurales, caracteres espejados, ondulacio- con diversas formas de representar(se) su
nes, rellenos, relieves y códigos comparti- salida al campo social.
dos y consensuados entre pares.
Entre las formas proyectivas que los jó-
En otras oportunidades, sin embargo, la venes concretaban en los márgenes del
movilidad del afecto no encontraba sufi- cuaderno para dar elaboración a los ele-
cientes puentes de ligadura en las produc- mentos indiciarios de sus conflictivas, se
ciones (trazos desprovistos de sentido, distinguieron los siguientes descriptores:
garabateos, letras aisladas e ilegibles), o el ensayo de firmas (indicio paradigmáti-
bien se descargaba en formas más directas co de la escritura en los márgenes), la
que identificaban aspectos fallidos del recreación de formas alternativas de re-
entramado representacional que las empo- presentar(se) un nombre o apodo propio,
brecía significativamente (perforaciones, de pares u hermanos, los garabateos tra-
uso indiscriminado del espacio y desbor- zados en las tapas y contratapas del cua-
des del trazo). derno, la elección de fragmentos de
canciones, la invención de símbolos grá-
En otros casos, se apreció una separación ficos, de referencias y/o emblemas identi-
rígida entre el centro y el margen. Por ficatorios de pertenencia como, por
ejemplo, uno de los jóvenes solía trazar ejemplo, la creación de grafitis4 de letras
líneas troqueladas en el límite de la hoja, o
bien, resultaba ausente el despliegue de
actividad proyectiva en márgenes vacíos. 4
Con este término se alude a formas particulares
Lo anterior daba cuenta de restricciones en de inscripción de las culturas adolescentes a través
la actividad representativa, ya que las for- de las cuales suelen intervenirse diversos espacios
mas de escisión del afecto solían dar lugar públicos. En este caso, se elige dicho término para
–en el mismo caso– a modos de descarga dar cuenta de aquellas marcas que los adolescen-
prevalentes (tachadura de propios ensayos tes ensayaban y garabateaban en los márgenes del
cuaderno, colocándose en tensión el espacio del
de firmas, remarcados y borroneados cons- centro (como espacio representante de las formas
tantes). socialmente compartidas de acceso al código
escrito), con aquellos espacios del margen que
El tipo de análisis de los aspectos formales resultan activamente apropiados por los jóvenes
involucrados en los procesos de escritura para la invención de otros códigos y alternativas
de construcción de sentido que exceden las formas
(tipo de trazo, tamaño de los escritos, or- narrativas de expresión y puesta en intercambio de
ganización del espacio entre el centro y el la propia experiencia.

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Grunin y Schlemenson

que representaban el nombre propio del tos de sus trayectorias identitarias en plena
barrio y/o de pares significativos. elaboración (fragmentos de cantos de hin-
chadas de fútbol, logotipos de grupos de
Las modalidades de simbolización e in- música, nombres de equipos de fútbol, del
vención imaginativa de marcas de autoría barrio).
resultaban particularmente vinculadas a la
tramitación de los procesos de construc- El investimento activo del margen como
ción identitaria y elaboración de sostenes espacio preferido por los adolescentes so-
narcisistas, característicos de la pubertad y lía cumplir una función de soporte narci-
la adolescencia. Por ejemplo: ensayos de sista. Es decir que, frente a los embates
firmas, elaboración de emblemas asocia- pulsionales del cuerpo puberal5 y la con-
dos al garabateo de nombres propios, apo- moción de los soportes identificatorios
dos, escudos de equipos de fútbol, grafitis, primarios, el momento (íntimo) de encuen-
letras de canciones, ideogramas, elementos tro con los márgenes parecía inaugurar una
figurales vinculados a la representación del oportunidad para esbozar alternativas de
cuerpo puberal y sus transformaciones simbolización y resguardo elaborativo de
(Grunin, 2013a). los cambios emergentes.

El tipo particular de producción simbólica Por ejemplo, uno de los jóvenes solía
de los márgenes comprometía modalida- componer, en los márgenes de su cua-
des creativas de invención de códigos derno, fragmentos de figuras (caras, ojos,
para la expresión subjetiva. Por ejemplo, manos) que luego integraba en personajes
los jóvenes consultantes solían combinar garabateados con ojos grandes, movimien-
recursos gráficos y discursivos, realizar tos acentuados y expresiones enfatizadas,
mixturas de condensación figural entre el características de las historietas japonesas
lenguaje oral y escritural (“2MIL08”, (como el “manga”6). En otros casos, en
“AMI.X.100.PRE”), prolongar y/o repro-
ducir signos escritos, abreviar palabras, 5
Para Gutton (1991, 1993), la recuperación de “lo
reemplazar letras, alterar las mismas in- originario” y las representaciones pictográficas
virtiéndolas (algunas con caracteres espe- (Aulagnier, 1994), se juegan durante esta etapa
como proceso de inscripción psíquica de los cam-
jados) e introduciendo ondulaciones, bios puberales, aunque el mismo no puede ser con-
rellenos y relieves, entre otros indicios cebido como una simple repetición de los procesos
convergentes. de la sexualidad infantil. La pubertad se define por
la introducción de cambios radicalmente nuevos
Aunque también, por otro lado, la escritura que requerirán de diversas formas de escritura para
su inscripción y tramitación representacional.
de los márgenes comprometía modalida- 6
El término manga es de origen japonés y, según
des estereotipadas (repetición uniforme de señala Moliné (2002), fue acuñado por el pintor
marcas aisladas y fragmentarias), vincula- Katsuhika Hokusai (1760-1849) para referirse a
das a la descarga (tachaduras, borrones y bocetos o figuras de carácter grotesco. Según apun-
perforaciones de la hoja), o bien, a la dis- ta Ruiz Pi (2013), el manga no solo hace referencia
al cómic, historieta o dibujo humorístico, sino que
gregación del espacio (superposición cen- abarca la manera de ver la narrativa gráfica desde el
tro-margen). punto de vista japonés, dinámica y fluida, donde se
refleja de manera plural la realidad japonesa, sus
Asimismo, lograron distinguirse ciertos mitos, creencias, rituales, tradiciones, fantasías y
usos particulares de las “notas al margen” cotidianidad. Indica, además, que en el manga se
prescinde del fondo realista a favor del uso de tra-
del cuaderno, donde algunos jóvenes re- mas, y que su discurso contiene humor, sátira,
creaban marcas que representaban aspec- exageración y mucho ingenio.

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Imaginación, narrativa y figurabilidad

cambio, el espacio de notas era llenado bién de sus transformaciones potencia-


con marcas escritas que expresaban mo- les a lo largo del tratamiento.
dalidades rígidas de simbolización respec-
to de la experiencia (autocalificaciones), Conclusiones
de intenso control (ausencia de proyec-
ción), o vacío representacional (repeti- Los desarrollos de la investigación permi-
ción de las mismas marcas por tieron caracterizar –en forma exploratoria,
completamiento de referencias externas). cualitativa y longitudinal– el tipo de escri-
tura que los púberes y adolescentes des-
Otro de los jóvenes solía ensayar en los plegaban en el encuadre clínico del
márgenes el dibujo de diversas figuras tratamiento psicopedagógico, las modali-
humanas y/o personajes de ficción, todos dades de simbolización comprometidas,
ellos bosquejados con rasgos puberales sus restricciones posibles y sus condicio-
exacerbados (extremidades voluminosas y nes de complejización durante el trata-
deformadas, vellosidad en las axilas y en miento psicopedagógico.
la cara, ampliación de rasgos corporales
asimétricos, emblemas diversos dibujados Las condiciones de apertura de los proce-
sobre la ropa de los mismos, remarcados sos imaginativos pudieron evaluarse a
de la zona genital, elementos figurales través de las características de la escritura
que denotaban aspectos malolientes pro- que los jóvenes desplegaban a lo largo del
cedentes del cuerpo, entre otros). De igual tratamiento psicopedagógico grupal. De
forma, el mismo joven solía bosquejar este modo, las transformaciones en las
marcas apartadas y repetitivas en los már- modalidades de simbolización de los jó-
genes de su cuaderno durante el transcur- venes pudieron ponderarse por la inclu-
so de las sesiones (ondulaciones al modo sión de condiciones más dúctiles para la
de laberintos, garabateos y palotes, entre integración de la actividad imaginativa en
otras). En este mismo caso, la explora- sus producciones, tanto narrativas como
ción de lo puberal (Waserman, 2005) figurativas.
coexistía con el ensayo activo de figuras
gráficas de estilo infantil, sobre las que El diseño de trabajo cualitativo permitió
solía esbozar rasgos de acción ficcional ponderar la relación compleja, dialógica,
(robots, monstruos, dinosaurios, ovnis y entre el método y el objeto. Esto quiere
extraterrestres, entre otros). Podían dis- decir que el proceso de construcción de
tinguirse, en este sentido, procesos de mediaciones (categorías de análisis) resul-
investidura de diversas referencias iden- tó así indisociable de las propiedades he-
tificatorias que daban cuenta del carácter terogéneas del objeto de estudio
heterogéneo y móvil (no uniforme) del (producción escrita) que fueron halladas
proceso que se plasmaba sobre su cua- durante el proceso mismo de la investiga-
derno de trabajo. ción y no con anterioridad.

En síntesis, las distintas formas (proyec- Las particularidades del encuadre clínico,
tivas) de figurabilidad de marcas identi- que orientaron la construcción del método,
tarias observadas en los márgenes ofrecían para cada sujeto un espacio atrac-
permitieron distinguir la plasticidad, o tivo y resguardado para el despliegue de su
bien, la rigidez de los modos de tramita- potencialidad simbólica y subjetiva, aso-
ción de las conflictivas, como así tam- ciable a la heterogeneidad de su actividad

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Grunin y Schlemenson

representativa. Entre ellas, la promoción así alternativas de simbolización (ensa-


de los procesos imaginativos constituyó yos) que ampliaban las oportunidades
una estrategia de intervención clínica en la proyectivas de la subjetividad para la
escritura de los jóvenes. tramitación de las conflictivas prepon-
derantes en cada caso.
En la actividad narrativa, la inclusión de
la imaginación permitió distinguir el Por otro lado, el tipo de escritura que
desarrollo de perspectivas singulares los jóvenes evidenciaban en los márge-
respecto de las conflictivas esbozadas al nes de sus cuadernos permitió ponderar
interior de la trama, que enriquecían la las características de los procesos ima-
apertura de alternativas más dúctiles de ginativos cuando cada sujeto desplegaba
simbolización de las mismas. contenidos, procesos y formas de un
significativo compromiso identificatorio
En esta línea, el estudio de los escritos y subjetivo.
narrativos permitió dar cuenta del com-
promiso subjetivo implicado en los mo- La escritura de los márgenes comprome-
dos particulares de cada sujeto de tía la subjetividad de cada escritor, en el
interpretar su experiencia. sentido de entramar el trabajo de la
imaginación con formas originales de
El tipo de autoría presente en las pro- simbolización que se diferenciaban de la
ducciones narrativas tendía a enrique- narrativa en varios aspectos. Entre ellos,
cerse con la inclusión de la terceridad y las producciones figurativas que los
la ficción, permitiendo complejizar la adolescentes bosquejaban en los márge-
textura imaginativa y el tono afectivo de nes de sus cuadernos de tratamiento
los procesos de creación simbólica. comprendían un uso creativo del código
compartido que promovía alternativas
Por ese motivo, las propuestas escritura- novedosas de expresión de la intimidad
les que ponían de realce la elaboración fantasmática.
de las conflictivas sobre un eje de me-
diación ficcional solían promover opor- La exploración por los márgenes de lo
tunidades más dúctiles de apropiación instituido permitía a los jóvenes compo-
del código escrito para crear sentidos ner un espacio de autoría propio, espon-
propios, e incluso transformarlos en eje táneo, en el que ensayaban otras formas
de intercambio con los otros semejantes. de representar(se), teniendo en cuenta el
Cuando la escritura de los adolescentes momento particular de la pubertad y la
se entrelazaba con aspectos imaginati- adolescencia, caracterizado por la emer-
vos que representaban sus modalidades gencia de intensas transformaciones
singulares de creación de sentido subje- (corporales, identitarias y sociales) que
tivo de la experiencia, se generaban suelen conmover sus soportes identifica-
oportunidades para el despliegue de la torios primarios, requiriendo de nuevas
autonomía de pensamiento y la interro- construcciones de sentido para su trami-
gación crítica de lo instituido, enrique- tación específica.
ciendo la incorporación de novedades.
En síntesis, las conclusiones presentadas
Las intervenciones clínicas que incenti- permiten reflexionar en torno a las es-
vaban el despliegue de los procesos trategias de intervención asociables al
imaginativos en la escritura propiciaban despliegue de la imaginación y la com-

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Imaginación, narrativa y figurabilidad

plejización de la actividad psíquica de tanto puedan ponderarse propuestas pe-


los adolescentes. Dado que el encuadre dagógicas novedosas que incentiven el
de la investigación tuvo que acotarse a despliegue de la actividad imaginativa
la clínica, se espera que los aportes de la en sus procesos de aprendizaje e incor-
misma puedan resultar útiles en su poración de novedades.
transferencia al campo educativo, en

Referencias

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Fecha de recepción: 31 de octubre de 2014


Fecha de aceptación: 5 de enero de 2015

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