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Teoría Cuantitativa del dinero

Esta teoría descansa sobre la existencia de una relación directa y predecible entre la
cantidad de dinero en circulación y el nivel de precios. Esta relación va a determinar el
valor del dinero y su crecimiento es la principal causa de la existencia de la inflación.
Esto quiere decir que cuando los precios suben aumenta la demanda de dinero.

Se supone que existe una situación de equilibrio entre la demanda de dinero y la


oferta de dinero. Además, se supone que la economía se haya en situación de pleno
empleo de sus recursos productivos, por lo que la producción no puede aumentar en
el corto plazo, lo que significa que la Oferta Agregada se mantiene constante en el
corto plazo. Se produce un incremento de la oferta de dinero y el público cuenta con
más liquidez de la que se requiere para el nivel general de precios (recordar que el
supuesto parte de una situación de equilibrio). Ante este exceso de liquidez, los
agentes económicos desearan deshacerse de la liquidez inyectada adicionalmente
demandando más bienes y servicios, concediendo más préstamos, depositando más
dinero en las cuentas corrientes, en fin un efecto expansivo sobre toda la economía, lo
que origina, en último término un aumento de la Demanda Agregada de la economía.
Se conoce que la Demanda Agregada depende negativamente de los precios, pues, si
los precios suben, la Demanda Agregada disminuye y viceversa. En el ejemplo
expuesto, como la economía se encuentra en el límite del pleno empleo, la Oferta
Agregada se mantiene constante, por lo que la Demanda Agregada solo le cabe
aumentar para alcanzar el punto de equilibrio para un nivel de precios superior. De
esta forma, la economía alcanzaría un nuevo equilibrio, en el que el efecto final del
incremento de la oferta monetaria es un incremento del nivel general de precios.

Resumiendo, para la escuela monetarista, la evolución al alza de la Demanda Agregada


es un factor clave para explicar el crecimiento de los precios, comportamiento que
viene determinado por un crecimiento de la oferta monetaria por encima del
crecimiento de la producción.

Como se puede apreciar, si se tiene en cuenta que en la Oferta Monetaria es una


variable monitoreada estrechamente por los Bancos Centrales de las Economías
Nacionales, es fácil deducir que los monetaristas relacionan la inflación directamente
con la inyección de liquidez por parte de los Bancos Centrales o lo que es lo mismo,
con la actividad del Estado sobre la economía.

Las palabras de Friedman sintetizan la teoría monetarista: “la inflación es siempre y


en todo lugar un fenómeno monetario en el sentido que sólo es y puede ser producida
por un aumento más rápido de la cantidad de dinero que de la producción”.

Teoría keynesiana de la preferencia por la liquidez

Esta teoría sustenta que la inflación es debida a incrementos de la Demanda Agregada,


cuando la economía se sitúa cerca del pleno empleo, de manera que un incremento de
la oferta monetaria sí que tendrá un efecto sobre la producción y la renta en el corto
plazo. La interacción entre la oferta monetaria del dinero determina el tipo de interés
nominal, que a su vez establece el nivel de producción y de precios. El equilibrio,
según esta teoría se alcanza vía ajuste del tipo de interés.

Si se incrementa la oferta monetaria, el tipo de interés disminuye, provocando


consecuentemente un aumento de la demanda monetaria. Esta relación tiene lógica
toda vez que la tasa de interés es el precio del dinero en el mercado, mientras más
dinero inyectado deliberadamente en circulación menor será el precio del mismo.

En efecto, si se considera que el público no solo aumenta la demanda de dinero para


realizar transacciones, sino también para especular, la demanda de dinero es capaza
de absorber los aumentos de la cantidad de dinero, de forma que parte de esa mayor
liquidez no se emplearía en demandar más bienes y servicios, como afirman los
neoclásicos y los monetaristas. Los individuos mantendrían una mayor cantidad de
liquidez ociosa a la espera que surjan nuevas oportunidades de inversión, evitando de
esa forma que esos crecimientos de liquidez se traduzcan en un aumento de la
Demanda Agregada y estos a su vez en aumentos del nivel general de precios.

La explicación de los keynesianos toma el curso de la tasa de interés. El aumento de la


oferta monetaria provoca una reducción del tipo de interés. Con un tipo de interés
reducido, el coste de la inversión es menor, por lo que la inversión privada aumenta,
provocando de esta forma un aumento de la Demanda Agregada. Precisamente en este
aumento de la demanda agregada es que descansa la explicación de os keynesianos de
la inflación.

Como se puede observar, las dos teorías que explican la inflación desde el punto de
vista de la demanda inician su análisis desde el mismo punto de partida, aumento de
la oferta monetaria, y concluyen en el mismo punto, aumento de la Demanda
Agregada.

Hay que señalar que la teoría keynesiana le otorgó una especial importancia a la
demanda en sus modelos. En realidad, cualquier variación de los componentes de la
demanda al alza, como puede ser el consumo, la inversión, el gasto público o las
exportaciones, tendrá un efecto positivo sobre la renta y la producción en el corto
plazo. Sin embargo, al largo plazo empujara al alza a los precios y por ende, creará
inflación. Una de las más famosas frases de Keynes sobre el efecto de su política al
largo plazo y el hecho que esta generaba inflación es: “la noción del largo plazo no es
una buena guía para la conducción de los negocios porque en el largo estaremos todos
muertos”.

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