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PANORAMA DEL AGUA EN COLOMBIA, FÁBRICAS DE AGUA

Y DEMANDA DEL RECURSO

Debido a su posición excepcional en el planeta, Colombia es uno de los países de


mayor diversidad biológica y ecológica situado en las zonas de confluencia de
océanos y vientos intertropicales, estrella fluvial del Amazonas, el Orinoco, el
Magdalena y el Atrato. Extremo de los Andes húmedos, tiene sólo el 0.8% del
territorio emergido, cuenta con el 10% de las especies conocidas y es el cuarto
país a nivel mundial en recursos hídricos.

Es uno de los países con mayor número de recursos hídricos en el mundo. Los
recursos con los que contamos son: aguas lluvias, aguas superficiales, aguas
subterráneas, aguas de alimentación glacial, aguas termominerales, aguas
marinas y oceánicas.

Por su ubicación geográfica y las condiciones fisiográficas del terreno, presenta


una precipitación anual de más de 3000mm promedio al año, lo que representa
una significativa abundancia hídrica comparada con el nivel promedio de lluvias
mundial que es de 900mm al año y con el de Sur América que solo llega a los
1600mm al año.

Para fortuna del pueblo colombiano, nuestro país tiene un buen número de
nevados (7) y de páramos (18), ecosistemas localizados en el macizo colombiano
y en las tres cordilleras que se desprenden de éste (Oriental, Central, Occidental).

Todos estos accidentes geográficos son estratégicos para el mantenimiento de la


vida humana, animal y vegetal, y para la regulación del ciclo hidrológico. Se les
denomina “esponjas de agua”, “fabricas de agua”.

¿Por qué los páramos y nevados reciben la denominación de "fábricas" de agua?


Porque en ellos, dada su altura sobre el nivel del mar, su topografía y localización
geográfica, las nubes que llegan a ellos cargadas de vapor de agua, procedentes
de zonas cálidas, al ser arrastradas por los vientos se enfrían y condensan,
precipitándose como nieve, granizo o agua lluvia, generando ríos, quebradas,
riachuelos, arroyos, lagos y lagunas, humedales y pantanos, etc.

Son, por lo tanto, auténticas "fábricas" de agua que suministran este líquido vital a
casi todo el territorio nacional. Y aunque ocupan apenas un 1.7% del territorio
colombiano, suministran agua al 70% del país. En ellos nacen muchos de nuestros
grandes ríos, como el Magdalena, Cauca, Patía y Meta. Nevados y páramos en
buena parte conforman lo que se llama Parques Nacionales Naturales, que
protegen ecosistemas vitales de los Andes y la Amazonía colombiana. Abastecen
acueductos en cientos de municipios y veredas, y embalses para la generación de
energía eléctrica y prestación del servicio de acueducto que requiere el país y
proveen agua para la operación de los distritos de riego en diversas regiones de
Colombia.

Los nevados colombianos son: Sierra Nevada de Santa Marta, Parque de los
Nevados entre Risaralda, Quindío y Caldas; los del Ruiz, Tolima y Santa Isabel y,
además, el nevado del Huila que provee de agua al Tolima Grande, Alto
Magdalena, Alto Cauca y Valle del Cauca. También hay que mencionar los del
Cocuy y Pisba.

Son 18 los páramos de Colombia y se destacan por su gran importancia


hidrológica, ecológica y turística. Entre ellos se destacan los de Pisba (Boyacá),
Chingaza (Cundinamarca), Los Farallones (Cali) y Sumapaz (entre Cundinamarca
y Meta). El páramo de Chingaza suministra el 80% del agua que consume Bogotá.
El páramo de Sumapaz es el más grande del mundo y provee de agua al sur de
Bogotá y varios municipios de Cundinamarca y Meta. Del páramo de Las Papas
del macizo colombiano (Cauca y Nariño) nacen los ríos Magdalena, Cauca y
Putumayo.

Los páramos de Antioquia son: Urrao, Frontino, Sonsón, Belmira e Ituango


(Paramillo). En este último nacen los ríos Sinú y San Jorge, y está ubicado entre
Antioquia y Córdoba. Tiene una superficie de 460 mil hectáreas y de sus aguas
depende la economía bananera, agrícola y pecuaria de los departamentos de
Córdoba y Sucre.

Es de gran importancia para Medellín el páramo de Belmira, situado en los


municipios de Belmira, Entrerríos y San José de la Montaña. En él nacen tres ríos
y 80 quebradas que abastecen buena parte del acueducto de la ciudad y producen
electricidad que requiere tanto Medellín como las poblaciones del Valle de Aburrá.
Además, provee de agua a once municipios del Occidente antioqueño y del
altiplano norte.

La demanda de agua para las actividades socioeconómicas en Colombia son:


para uso agrícola el 54%; domestico el 29%; industrial 13%; pecuario 3% y
servicios el 1%.

El recurso hídrico en Colombia

Las principales actividades que afectan las fuentes de agua del país en cantidad y
calidad son:

• Actividades agropecuarias en los retiros de los cauces de fuentes de agua,


zonas de nacimientos, recargas de acuíferos, paramos y humedales.
• Ampliación de la frontera agrícola por la deforestación de los bosques para
actividades agrícolas y pecuarias
• Ilegalidad urbanística que invade las zonas de reservas y preservación
ambiental.
• Construcción de obras de ingeniería como vías, túneles y otros.
• Uso de productos químicos en actividades agrícolas y pecuarias.
• Descargas de aguas residuales domesticas e industriales a las fuentes de
agua sin previo tratamiento.
• Incremento de procesos erosivos por actividades entrópicas y fenómenos
naturales que sedimentan los ríos y demás cuerpos de agua.
• Inadecuada disposición de residuos sólidos.
• Falta de regulación en las construcciones aledañas a los humedales.
• Falta de recursos para hacer cumplir las normatividad ambiental existente.
• Crecimiento en la demanda del suministro de agua potable, la cual no podrá
ser suplida por la presencia de altos índices de contaminación, con implicaciones
directas sobre los costos de operación y la salud de la población.
• Existencia de conflictos por el acceso al uso del agua.

Al año 2007 más del 60% de los municipios de Colombia carecía de agua potable;
las mayores dificultades se presentan en pequeños municipios y zonas rurales.
También es claro para esa época el desvío de recursos de las transferencias, que
en la mayor parte del país no están cumpliendo con su propósito legal.

En promedio, sólo el 30% de la población rural tiene acceso a agua apta para el
consumo humano.

Se debe hacer un seguimiento riguroso a la gestión de los alcaldes para que


destinen los recursos de las transferencias, de acuerdo con lo establecido por la
ley en acueducto y saneamiento básico.

Cuidados para la conservación de las fuentes de agua

EPM, en el marco de su política de responsabilidad social empresarial, ha


implementado programas de reforestación, reciclaje y tecnologías más limpias en
las operaciones, entre otros. Del mismo modo realiza inversiones de tipo
ambiental, destinadas a la conservación de las fuentes hídricas y que permitan
mitigar los efectos del cambio climático sobre la prestación de los servicios.

Adicionalmente, el cuidado de las fuentes hídricas es en la actualidad un tema de


Estado, y el ordenamiento jurídico e institucional en el país están dados para que
se garantice la preservación y el mejoramiento de las condiciones ambientales de
nuestras fuentes de agua. No obstante, existen aspectos por reforzar,
especialmente en lo referente a la aplicación de la norma, pues vemos por ejemplo
que los recursos del impuesto predial destinados a la adquisición de predios para
el cuidado de cuencas abastecedoras no están siendo usados apropiadamente
por los municipios. Del mismo modo, los ingresos que reciben las autoridades
ambientales por tasas de uso y retributivas que son asumidos por los usuarios de
los servicios de acueducto y alcantarillado en sus tarifas, no están apalancando
proyectos de tipo ambiental, los cuales presentan altos costos, especialmente los
relacionados con el tratamiento de aguas residuales.

También se observan algunas restricciones desde el punto de vista regulatorio de


la prestación del servicio, pues las empresas prestadoras de los servicios de
acueducto y alcantarillado no pueden recuperar vía tarifa las inversiones de tipo
ambiental más allá de las exigidas por la ley, lo cual desincentiva el desarrollo de
actividades de mejoramiento de las condiciones ambientales.

Del mismo modo, se requieren mayores controles a la explotación minera en


zonas abastecedoras de agua, toda vez que la proliferación de estas actividades
viene deteriorando la calidad de las fuentes hídricas.

Estas son algunas de las principales actividades que ha venido adelantando EPM
en este sentido:

 Apoyo a la compra de tierras estratégicas, por su ubicación y estado de


conservación, mediante un proceso consensuado con propietarios y comunidades
que considera dos opciones (artículo 111 de la Ley 99 de 1993):
1) Compra a interesados en vender.
2) Co-manejo con instituciones relacionadas con temas de conservación o con
propietarios.

 Generación de convenios por el agua para proteger zonas de nacimientos,


páramos y bosques nativos, con corporaciones ambientales, autoridades
departamentales, municipios, ONGs y propietarios de tierras de sitios intervenidos
y con ubicación estratégica.

 Reforzamiento de las prácticas e iniciativas espontaneas de conservación,


familiares o comunitarias e industriales, y mejoramiento de sistemas
agroproductivos cuyas prácticas actuales afecten la cantidad y calidad del agua,
buscando que al tiempo de apoyar al mejoramiento se pueda pactar la reducción
de la presión que afecta la fuente de agua, en un proceso de ganar-ganar.

 Gestión interinstitucional para la aplicación de leyes que apoyan la


protección de cuencas hidrográficas y fuentes de agua.

El Área Metropolitana del municipio de Medellín está abastecida por 10 plantas de


potabilización que, a su vez, son abastecidas por 31 cuencas principales, ubicadas
en el Noroccidente y de Antioquia, en los municipios de Caldas y Barbosa y en los
corregimientos de San Antonio de Prado, San Cristóbal y Palmitas del municipio
de Medellín, así como en la vereda Aguas Frías del corregimiento de Altavista.

EPM juega un papel importante en el manejo de las cuencas que abastecen el


sistema de acueducto del Área Metropolitana. En el marco de su responsabilidad
social empresarial y de su Política Ambiental Corporativa, ejecuta un Plan
Ambiental y Social encaminado al desarrollo de la gestión general ambiental y
social en la operación de las cuencas captadas por los sistemas de acueducto de
la Unidad Estratégica de Negocios Metropolitana Aguas.

Dentro de este Plan se desarrolla el programa de Supervisión y monitoreo de


fuentes, mediante el cual se identifican, evalúan y priorizan los impactos
ambientales en las cuencas. Con base en ello se desarrollan objetivos y metas
tendientes a prevenir, mitigar, corregir o compensar los impactos negativos y
potenciar los positivos, articulando a la gestión ambiental la normatividad
ambiental aplicable al proceso e interactuando con otras áreas al interior de EPM
y, así mismo, con otras entidades al exterior de la empresa como lo son las
autoridades ambientales, los municipios, los departamentos y la comunidad en
general.

El Programa de Supervisión de Cuencas incluye un monitoreo periódico de las


fuentes en la parte alta, media y baja de cada una de las cuencas, que permite
analizar y hacer seguimiento al comportamiento de las fuentes en el tiempo y
realizar la gestión ambiental pertinente.

La gestión ambiental desarrollada en el proceso es de carácter obligatorio para dar


cumplimiento a los compromisos legales ambientales, y de carácter voluntario
para dar respuesta a convenios, acuerdos y contratos, entre otros.

A nivel de la comunidad las fuentes se cuidan y preservan evitando arrojar


desechos a las mismas, no evacuando las aguas residuales y domésticas
directamente a ellas, no realizando talas indiscriminadas de bosque, manteniendo
las coberturas vegetales que minimizan el riesgo de deslizamientos y avalanchas,
haciendo uso adecuado del suelo, evitando cultivar y construir en las cabeceras de
los nacimientos e informando a las autoridades ambientales, municipios y
entidades prestadoras del servicio de acueducto cualquier anomalía que se
presente en la cuenca y que pueda afectar la calidad del agua destinada para el
consumo humano.

Recomendaciones para entender y tomar conciencia sobre el uso inteligente


de este recurso.

Acciones de EPM en pro de una cultura del agua


• Mensajes educativos en la factura de servicios públicos: la factura de servicios
es uno de los canales de información más importantes que tiene EPM con sus
clientes; por ello se han publicado mensajes sobre el robo de infraestructura de
aguas, la equivalencia en metros cúbicos de aguas, la importancia del agua en
la vida cotidiana, la propiedad del medidor de acueducto y el cuidado de la
infraestructura de alcantarillado.
• Conversatorios en el marco del “Día del Cliente”: jornadas de carácter
corporativo, donde EPM visita diferentes zonas del Área Metropolitana de
Medellín. Como parte de las actividades la entidad participa en los
conversatorios con la comunidad mostrando cómo hacer un uso responsable
del agua y cómo cuidarla.

• Asimismo, el uso de herramientas lúdicas y la creación de personajes, para


que los habitantes de los diferentes barrios conozcan los procesos de
potabilización, el tratamiento de aguas residuales y los beneficios que
representa el contar con los servicios de aguas de EPM.

• Actividades empresariales: diversas compañías del Área Metropolitana de


Medellín han recibido charlas sobre el cuidado del agua en sus procesos
cotidianos, industriales y comerciales.

• Actividades con colegios: a través de talleres interactivos se han dado a


conocer los procesos de potabilización y tratamiento de aguas residuales a los
niños y jóvenes del Valle de Aburrá.

• Visitas a las plantas de tratamiento: las plantas de potabilización y tratamiento


de aguas residuales de EPM han sido los espacios elegidos para generar
cultura y conocimiento en jóvenes estudiantes de universidades, empleados
de diferentes empresas y oyentes del programa radial Aló EPM, en torno a los
servicios de acueducto y alcantarillado.

Programa Habilitación Viviendas:

Este programa, establecido desde 1964, busca eliminar barreras de acceso a los
servicios de agua a través de la financiación de las obras civiles, mediante
intereses blandos con amplios plazos y requisitos mínimos a poblaciones que por
su condición no tienen acceso a créditos y, de este modo, mejorar sus condiciones
de vida.

Las obras del programa se han llevado a cabo a través del modelo de la
Contratación Social, mecanismo que le ha permitido a EPM contratar con las
juntas de Acción Comunal (organizaciones civiles que promueven la participación
ciudadana en el manejo de sus comunidades), permitiendo una plataforma de
apoyo a la generación de empleo y fortaleciendo su capacidad técnica y
empresarial.

En términos de desarrollo urbano, el programa propicia el mejoramiento de las


condiciones de calidad de vida de los habitantes, potencializa el desarrollo y el
mejoramiento integral en los barrios, permite la expansión de los sistemas de
acueducto y alcantarillado, debido al aprovechamiento de la infraestructura de
soporte preexistente (infraestructura primaria como plantas de tratamiento,
conducciones, entre otros), y favorece las condiciones ambientales de las zonas
intervenidas.

Son apoyadas por las Brigadas Comunitarias, las cuales hacen parte de la
estrategia de control y de universalización de los servicios públicos domiciliarios
de agua potable y saneamiento básico, para mitigar el riesgo asociado al uso
inadecuado del agua en zonas de economía precaria, actividad que se enmarca
en la política de Responsabilidad Social de EPM.

Estas brigadas se realizan mediante eventos de acción-participación comunitaria,


con el acompañamiento de funcionarios voluntarios de EPM, y permiten contribuir
al uso racional del agua y el control de los suelos donde se encuentra ubicada la
comunidad.

La actividad consiste en visitar sectores donde se encuentran comunidades con


restricciones de ordenamiento territorial, en las cuales aún no es posible la
prestación normal de los servicios de aguas y su infraestructura son mangueras y
accesorios inadecuados. En las brigadas se reemplazan las mangueras por tubos
que cumplan especificaciones técnicas, se instalan accesorios de control al interior
de las viviendas y se adelantan acciones de sensibilización social sobre el uso
racional del agua.

En algunas situaciones, la actividad de las Brigadas Comunitarias son acciones


previas de mitigación a la estructuración y realización de un proyecto de
Habilitación Viviendas, el cual resuelve de manera definitiva la condición de
prestación del servicio de aguas.

El Programa Habilitación Viviendas propicia la generación de cambios positivos


para la comunidad, gracias a la intervención social que se realiza en las zonas, al
tiempo que promueve el desarrollo económico y social en las comunidades.

El 35% de las conexiones de agua y saneamiento de EPM se han realizado a


través del programa Habilitación Viviendas. La empresa es consciente de la
importancia que esto genera al incorporar formalmente al sistema nuevos
usuarios, evitar fraudes y mitigar factores que afectan el medio ambiente.

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