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MACROFAUNA DEL SUELO

La macrofauna del suelo están descritos por animales que miden más de un
centímetro de largo y más de dos milímetros de diámetro o ancho (BIGNELL,
CONSTANTINO, CSUZDI, & KARYANTO, 2008). Los grupos más significativos
son las lombrices, las termitas, las hormigas y los escarabajos.

La macrofauna es la más sobresaliente fauna del suelo. Estos están


conformados, como ya se había citado, por muchos grupos taxonómicos que se
incluyen en diferentes niveles tróficos (SWIFT, BIGNELL, MOREIRA, &
HUISING, 2008).

En las zonas templadas las lombrices son, probablemente, los invertebrados


más importantes y predominantes. En la región tropical predominan las
termitas y hormigas. Estos organismos encontrados en el suelo influyen de
una forma significativa en las propiedades físicas y químicas del suelo
(BIGNELL, CONSTANTINO, CSUZDI, & KARYANTO, 2008).

Los grupos que conforman la macrofauna del suelo frecuentemente son


propuestos como indicadores de la calidad biológica del suelo, debido a su
importancia de su rol en los procesos biológicos del ecosistema y su
sensibilidad ante los cambios en las condiciones ambientales (BIGNELL,
CONSTANTINO, CSUZDI, & KARYANTO, 2008).

Los milpiés y las termitas son los mayores consumidores de residuos


orgánicos en el bosque, y las larvas de los insectos como las moscas, son
importantes consumidores de material radicular, por otro lado los ciempiés,
arañas, escorpiones y escarabajos frecuentemente son los depredadores
dominantes en el suelo y lecho (BARDGETT, 2005).

Ciempiés Gigante. Escolopendras.

Tomado de: http://www.mundo-animal.com/animales-


exoticos/invertebrados/ciempies-gigantes-escolopendras/

Escorpión de Borneo
Tomado de: http://www.nationalgeographic.es/animales/insectos/escorpion

Las hormigas son otro grupo de macrofauna del suelo y son entre otros unos
de los insectos más extendidos en el planeta. Estos animales tienen una gran
variedad de hábitos alimenticios, siendo depredadores, consumidores de
plantas y microorganismos, y omnívoros oportunistas. En los biomas donde
las hormigas son muy abundantes, estas afectan muchos procesos del suelo a
través de la construcción y organización de sus nidos, estos nidos pueden
tener una altura mayor a dos metros, entre 200 a 1000 montículos por
hectáreas, además ayudan a la creación de mosaicos de caminos y
caracterizan el suelo y la vegetación del paisaje. Estos nidos influyen
críticamente en los procesos de los ecosistemas tales como la redistribución
del agua y el ciclo de los nutrientes (BARDGETT, 2005).

Hormigas Dacenton Armerigum. Hormigas Asesinas

.
Tomado de: http://www.nationalgeographic.es/noticias/hormigas-asesinas-
vistas-con-lupa

Las lombrices son, probablemente, la macrofauna más conocida, asimismo la


gran cantidad de literatura existente sobre su biología y la importancia en la
fertilidad del suelo. Las lombrices, por lo general, componen la mayor
cantidad de biomasa animal que se encuentra en el suelo, especialmente en
ecosistemas productivos como suelos alterados tales como pastizales
templados, bosques caducifolios, pastos tropicales y bosques lluviosos. Sin
embargo, en las capas ácidas del suelo formadas en lugares fríos como en los
bosques boreales y páramos, prácticamente, las lombrices están ausentes y
son reemplazados por los gusanos de hielo (enchytraeid) como la especie
dominante. Las lombrices no se presentan en desiertos o climas áridos, donde
los niveles de agua son escasos. En general, en el mundo existen
aproximadamente sobreviven 51 especies exóticas y 151 nativas de lombrices
en suelo tropicales comunes en los agroecosistemas.

Lombriz de Tierra

Tomado de: http://www.elmundoalinstante.com/contenido/titulares/las-


lombrices-de-tierra-son-capaces-de-descontaminar-el-suelo-de-metales-
toxicos/
Otro de los grupos de la macrofauna, considerados como especies claves en
trópicos y subtrópicos son las termitas. También, se ha descrito de manera
detallada su biología e importancia en los ecosistemas. El principal alimento
de las termitas es la materia orgánica y raíces en descomposición. Se conocen,
especialmente, por su importante función en el ciclo de los nutrientes, la
arquitectura del suelo y la hidrología del suelo, a través de la construcción de
los montículos y las actividades de excavación de las galerías. La mayoría de
las termitas dependen de una simbiosis con una bacteria que hace parte de la
flora intestinal para obtener energía para el funcionamiento de su
metabolismo. Algunas termitas contienen en sus intestinos protozoos
flagelados que tienen la capacidad de descomponer la celulosa y otros
polisacáridos.

Nidos de Termitas

Tomado de: http://www.taringa.net/posts/ecologia/11124103/Maravillas-


arquitectonicas-del-mundo-animal.html

GRUPOS FUNCIONALES DE LA MACROFAUNA DEL SUELO

Herbívoros: Animales consumidores de plantas vivas

Ingenieros del ecosistema: (lombrices, termitas, etc.) Estos organismos son los
que tienen un mayor impacto físico sobre el suelo a través del transporte del
suelo, construyendo estructuras aglomeradas y ayudando a la formación de
poros, asimismo influyendo en el ciclo de los nutrientes. En este grupo de
pueden incluir los predadores (ej. muchas hormigas).

Pequeños transformadores (La gran mayoría macrofauna y mesofauna,


microfauna en minoría): Invertebrados orgánicos procesadores (en sistema
digestivo) detritos orgánicos acondicionados por microbios y fragmentando
este material para hacerlo más accesible a los descomponedores y
promoviendo su crecimiento en sus heces. Cabe anotar que esta actividad se
puede llevar a cabo en varias escalas.
Depredadores (Macrofauna y mesofauna): Animales que regulan la cantidad
de herbívoros, los ingenieros de los ecosistemas, pequeños transformadores,
descomponedores y microreguladores a través de la depredación.

Enfermedades y plagas en el suelo (Hongos patógenos y plagas de


invertebrados): Control biológico de especies (depredadores, parásitos e
hiperparásitos de plagas y enfermedades) se incluyen también.
FUNCIONES EN EL ECOSISTEMA
Descomposición de la materia orgánica: Este proceso es realizado,
principalmente, por la actividad enzimática de las bacterias y hongos, pero es
ampliamente favorecida por los animales de la macrofauna del suelo tales
como los ácaros, ciempiés, las lombrices y las termitas, los cuales fragmentas
los residuos de las plantas y dispersan la propagación de microbios. Estos
animales incluidos en el proceso, junto con los microorganismos, como
descomponedores, es más adecuado nombrarlos con el termino de pequeños
transformadores, diferente de ingenieros de los ecosistemas.

Ciclo de los nutrientes: De este proceso se hacen cargo principalmente los


microorganismos. Pero algunos animales de gran tamaño influyen en el
proceso provisionando nichos para el crecimiento de los microbios dentro de
sus intestinos o excrementos.

Bioturbación: Además de las plantas, las lombrices, termitas, hormigas y


diferentes tipos de macrofauna son activos en la formación de canales en el
suelo, poros, aglomeraciones y montículos, y en el movimiento de las
partículas del suelo de un horizonte a otro. Estos procesos de bioturbación
son influyen y determinan la estructura física de los suelos y la distribución de
la materia orgánica. Es así que se crean o modifican el habita de otros
organismos más pequeños, al igual se determinan propiedades de los suelos,
tales como la aireación, drenado, estabilidad y capacidad de retención del
agua. Estas funciones que cumplen estos organismos, les ha otorgado el
nombre de “ingenieros del ecosistema”. La bioturbación juega un papel
importante en la regulación del balance del agua e influye fuertemente en la
susceptibilidad a la erosión.

MACROFAUNA
En los ambientes naturales del trópico húmedo, los macro-invertebrados del suelo
son los mejores agentes reguladores de los procesos físico-químicos que afectan la
fertilidad de los suelos (Lavelle, 1984; Lee, 1985). Ellos, por acción de la ingestión y
deyección del suelo, contribuyen a la conformación de estructuras macro-agregadas
resistentes. Los macro-invertebrados mezclan los residuos orgánicos, producto de la
ingestión y la deyección, al excavar madrigueras para transportar suelo a la
superficie por medio de cámaras subterráneas.

En los bosques, la diversidad y la abundancia de las comunidades de macro-


invertebrados puede ser usada como indicadora de la calidad del suelo (Stork y
Eggleton, 1992), toda vez que las lombrices de tierra y la fauna del suelo, en general,
influyen en la dinámica de sus procesos químicos. Sin embargo, la naturaleza y los
mecanismos de las interacciones entre los microorganismos del suelo y la dinámica
de los procesos químicos en los suelos de la Amazonía son aún poco conocidos y,
posiblemente, dependientes de las cantidades y calidades de la hojarasca depositada
sobre el suelo (Volhland y Schroth, 1999). Según Swift et al., (1979), la tasa de
descomposición de los residuos vegetales está influenciada por la calidad del
recurso, por los organismos descompositores presentes y por las condiciones
ambientales.

En la Amazonía central de Brasil, los «oribatideos» (Oliveira y Franklin, 1993) y los


«colémbolos» (Oliveira, 1983) tienen la mayor densidad de la fauna en la hojarasca
y en el suelo de áreas no inundables. Las «isópteras» son consideradas importantes
descompositoras de la hojarasca (Luizão, 1995) y, en forma conjunta con los
«formicides», constituyen los grupos de mayor densidad de la fauna del suelo en la
Amazonía central de Brasil (Fittkau y Klinge, 1973; Bandeira y Harada, 1991). Las
«oligochaetas» tienen una abundante biomasa en la Amazonía Peruana (Lavelle y
Pashanasi, 1989) y en la Amazonía central de Brasil (Barros, 1999). En los varillales
de la Amazonía central de Brasil, Luizão (1995) encontró que los «diplópodos» e
«isópodos» constituyen una alta densidad y una alta biomasa.

De otro lado, en los sistemas agroforestales y barbechos, los «isópodos» presentaron


las mayores densidades y biomasas en la macrofauna de la hojarasca, seguidos por
los «diplópodos» y por las «isópteras» (Tapia-Coral et al., 1999). Estos organismos,
habitantes de la hojarasca y de las capas superiores del suelo, son –debido
principalmente a sus interacciones con la microflora–, de importancia crucial para
las condiciones de crecimiento de las especies cultivadas y el desenvolvimiento y
funcionamiento de los agro-ecosistemas, ya que cumplen un papel vital en la
descomposición de la hojarasca y en la liberación de los nutrientes (Swift et al.,
1979; Lavelle, 1984; Tian et al.,
1997, 1998). Así, una abundante y activa fauna de la hojarasca y del suelo puede
ayudar a asegurar un reciclaje rápido de los nutrientes de las plantas (Fittkau y
Klinge, 1973), lo que es particularmente importante para áreas cultivadas cuyos
insumos son bajos y cuyos suelos son infértiles (Volhland y Schroth, 1999). La capa
superficial de hojarasca también confiere protección física al suelo contra la erosión
y ayuda en el mantenimiento de su humedad (Ross et al., 1992). De esta forma, dicha
capa también está contribuyendo al mantenimiento de la actividad de los
organismos del suelo. Por otro lado, estudios recientes demuestran la importancia
de la biota del suelo en la recuperación de las áreas degradadas (Barros, 1999;
Tapia-Coral et al., 1999; Barros et al., 2000; Araujo-Vergara, 2000; Castilho, 2000).

78 BETO PASHANASI Tapia-Coral et al., (1999) encontraron que la cantidad y la


calidad de la hojarasca tienen poca influencia sobre la densidad de la macrofauna en
sistemas agroforestales de la Amazonía central de Brasil. Sin embargo, la calidad y la
cantidad de la hojarasca fueron fuertemente relacionadas con la biomasa de la
macrofauna. Asimismo, en la Amazonía central de Brasil, Barros (1999) observó que
la calidad de la hojarasca tiene mayor injerencia que su cantidad sobre la riqueza de
especies de la macrofauna. La mayoría de las prácticas de manejo del suelo,
independientemente de sus efectos sobre el pH de este, tiene un efecto negativo
sobre su macrofauna. Esto se debe a que las comunidades de la macrofauna del
suelo son muy sensibles a los cambios de la cobertura del suelo (Lavelle et al., 1992).
En la Amazonía Peruana, Lavelle y Pashanasi (1989) observaron que ocurre un
cambio muy drástico en la biomasa y diversidad de los macroartrópodos después de
la instalación de pastizales y cultivos anuales.

ICRAF (1996), en un estudio efectuado en Yurimaguas (Perú) en sistemas de


multiestratos y plantaciones de Bactris gasipaes con cobertura de Centrosema
macrocarpum con 10 años de edad, encontró que ambos sistemas conservaron el
mayor número de especies de macro-invertebrados del sistema natural (bosque
primario).

Dichas especies ofrecían también nichos ecológicos para muchos colonizadores


exóticos. Consecuentemente, la recuperación de pastizales degradados a través
de sistemas agroforestales puede ser una opción viable para la recolonización de la
macrofauna del suelo (Barros et al., 2000). El objetivo principal fue evaluar el efecto
de los principales sistemas de uso de la tierra sobre la comunidad de macro-
invertebrados.
2. MATERIALES Y MÉTODOS
En la última década la diversidad de los diferentes sistemas de producción han sido
un tema de preocupación debido a los cambios en los ecosistemas por acciones
realizadas por el hombre con actividades agrícolas, pecuarias y forestales (Lavelle,
2000). Las cuales ocasionan grandes alteraciones en los procesos de la
configuración del hábitat de los organismos que se desarrollan en ese medio,
forjando así, efectos negativos en la diversidad de la macrofauna, y perturbando el
buen funcionamiento del suelo (Zerbino et al., 2007). Estudios sobre la acción de la
macrofauna mostraronque la estructura de los macroinvertebrados fue más
compleja en ambientes edáficos mejor conservados o estructurados presentándose
una mayor diversidad y abundancia de grupos depredadores, además, sustentaron
la importancia ecológica de la costumbre de los agricultores de dejar descansar
suelos que muestran síntomas de infertilidad (Sevilla et al., 2002).

Con base en lo anterior se evaluó la macrofauna del suelo asociada con diferentes
sistemas de producción asociados con café (monocultivo de C. arabiga, C. arabiga
con I. edulis, C. Arábiga con M. sapientum y bosque) en las variables abundancia,
riqueza, diversidad, distribución vertical, similitud y biomasa para contribuir al
conocimiento científico de sistemas más sostenibles como indicadores de calidad de
los suelos y los ecosistemas.

MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se realizó en el municipio de San Pedro
de Cartago, departamento de Nariño, en la
vereda el Salado, localizada a 1° 32´21´´N y 77°
06´41´´W, perteneciendo a una clasificación climática
que corresponde a bosque muy húmedo
premontano (bmh-PM), con una altura de 1000 y
2000 msnm, una precipitación promedio anual
de 2000 a 4000 mm, una temperatura promedio
de 18ºC (IGAC, 1996).
El área de estudio fue de 3120 ha de las cuales
2450 están dedicadas a la caficultura y 300 ha dedicadas
a la ganadería (Federación Nacional de
Cafeteros de Colombia, 2009).
Son suelos Andisoles que pertenecen al sub grupo
(Typic dystrandept) con altos contenidos de
materia orgánica, van de profundos a superficiales
bien drenados, buena retención de humedad,
textura franco gruesa y franco gruesa sobre
arcillosa fina, color en húmedo negro, textura al
tacto franca y franco arenosa, susceptibles a compactarse,
abundante actividad de microorganismos,
raíces abundantes, pH 4.5, material parental
proveniente de cenizas y arenas volcánicas,
encontrados en un relieve fuertemente ondulado
y quebrado con pendientes que varían entre
un 25 a 50% (IGAC, 1996).
En la evaluación de la macrofauna se obtuvieron
muestras al azar de diferentes sitios en los
usos del suelo: Monocultivo C. arabiga. Este sistema
tiene una área de 2 ha, el cual tiene unas
distancias de siembra de 120 cm. entre plantas
y 130 cm entre surcos, como también una renovación
por soca de 3 años y se realizan actividades
de labranza mínima y aplicación de
agroquímicos cada 3 a 4 meses, por otra parte
la producción de hojarasca de este sistema varía
entre 6 y 7 t.ha-1

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