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4/2696 66 copias Sem. Camarero La F.O.R.A. y el movimiento obrero/ 1 (1900-1910) Edgardo J. Bilsky POLITICA € ARGENTINA CENTRO EDITOR DE AMERICA LATINA Direceidn: Oscar Troncoso. Secretaria de redaccién: Margarita 8. Pontieri Asetoramiento artistico: Oscar Diaz Diagramacién: Gustavo Valdés, Alberto Oneto, Diego Oviedo Coordinacién y produccién: Natalio Lukawecki, Juan Carlos Giraudo, Fermin E. Marquez © 1985 centro Editor de América Latina S.A, Junin $81, Buenos Aires, Hecho el depdsito de ley. Libro de edicién argentina. Impreso en. marzo de 1985, Pliegos interiores: compuesto en Grifica Inte- gral - Pusyrredén 538 4° A” Buenos Aires; Impreso y encuader- nado en Ripari S.A, Juan G, Lemos 246, Buenos Aires. Disti- buidores en la Republica Argentina’ Capital Mateo Cancelloro € Hilo, Echeverria 2459, 5° C, Buencs Aires, Interior: Distrimeco SAUL, Azara 225, Copital ISBN 950 25 0098 5 INTRODUCCION Presentamos en este trabajo una imagen general sobre el, desarrollo del movimiento obrero entre. los afios, 1900-1910, focalizando la atencion en una de les centre- les sindicales ~la mis importante, que por su impacto sobre la realidad de la época, apareci9 como la expresion mas sobresaliente de ese mundo laboral: la Federacion Obrera Regional Argentina (FORA), ‘Su historia forma parte de la leyenda de lo que se dio en llamar “época heroica” del movimiento obrero argen- lino, historia que es necesario reconstruir, resituai dentro de un contexto politico y social mas amplio, que tome en consideracién al conjunto de la sociedad argen- tina de esos aflos, bajo los regimenes oligarquicos de Roca, Quintana y Figueroa Alcorta, Ese trabajo esta en Vlas de realizacion, on manos de una nueva generacion de historiadores preocupados por la historia social nacional, Volcados a la elaboracién de trabajos monogrificos que Permitan en un futuro formarnos una idea mas precisa de la complejidad de factores que intervinieron en la conformacién social del pais. Este escrito debia ser en principio, una simple presen- tacién de documentos relativos a la FORA. Pero durante Su compilacion, y como fruto de investigaciones anterio- tes, fueron suzgiendo interrogantes, esbozos. de ideas, que nos permitieron lanzamnos a través de una “presenta: cién”, que luego se convirtid en cuatro capitulos 0 artes, a reflexionar sobre la vida de la FORA y sobre la constitucion de la clase obrera que le did a luz. Contes } mu LA ORGANIZACION Y LAS LUCHAS OBRERAS. LA ESCISION DEL MOVIMIENTO OBRERO La Federacion Obrera Argentina nace en mayo de 1901, en el Congreso Obrero, gracias a la actitud conci- liadora que predomina entre las filas de anarquistas y socialistas. En el congreso estuvieron presentes quince sociedades de la capital y doce del interior del pals! Que el clima reinante durante las sesiones contribuyé ai entendimien- to, queda manifiesto en la declaracion de principios presentada apenas comenzado el congreso y que fuera adoptada por unanimidad?. La constitucion de la Fede- racion es aprobada por 23 votos contra 3. Las Ginicas voces contrarias provienen de los ebanistas de Ia capital . También paran ese mes os portuarios en Buenos Aires. n febrero, son los maritimos —marineros y foguis- tas~, los que’salen a la lucha, al igual que caldereros, mecinicos de ribera y peluqueros, Finalmente, en marzo, son los obreros de las Barracas de la Boca y del Riachuelo Jot que se ven obligados a paar para xii se cumplan los acuerdos anteriores. Pero aqui no se detie- nen los conflictos y, en forma sucesiva, las relaciones laborales se desbarrancan de tn gremio a otro. En abril, las huelgas mas importantes son protagonizadas por los cocheros de Buenos Aires. En mayo, losmetalirgicos de la Casa Vasena y, en julio-agosto, los obreros panaderos. La agitacion va incrementindose a medida que se acerca la época de mayor actividad econémica en el pals, los meses de primavera-verano, | La opinién publica se inquieta ante este inusitado descontento social. La prensa se muestra dividida: algu- os consideran que es el resultado de agitadores profesio- nales provenientes del extranjero; otros, como en el caso del diario La Prensa, Jo ligan a ia angustiante situacion salarial, a Ja pobreza reinante y a la falta de una politica social por parte del gobierno. Entre tanto, entre el 19 y 21 de abril de 1902, reine el 2° Congreso de la F.O.A. Aparentement dentro de los socialitas, nego del llamado de la direc. cién del partido a trabajaren un mismo sentido y Oponiéndose a crear una nueva central, a situacion queda momentineamente congelada, La actividad frac- Gional no progresa y, por el contrario, las sociedades Obreras pertenecientes a ese nucleo deciden participar en el % Congreso Obrero! 4 Sin embargo, la relacién anarquistas-socialistas se mantiene tensa, ... pese a la cooperacion en la F.0.A con algunos socialistas, no ces6 el odio ni la desconfianza entre las dos corrientes, cada una de las cuales se empefaba en ampliar su posicion en la federacion. En visperas del IT Congreso de la F.O.A., se cred una situacion de equilibrio delicado entre las tendencias ‘opuestas, de cooperasion y escision, de comprension y hostilidad, en la que cualquier elemento perturbador podfa desbaratar ese equilibrio"!$ Ese “elemento” surgid a poco de comenzar el segun- do congreso, alrededcr de la aceptacién de las credencia les de algunos delegados. Se hicieron presentes ene] congreso 86 delegados por 49 sociedades obreras (27 de capital, 22 del interior)!6. De entre ellos son observadas las credenciales de Torcelli(socialista), Mattei (anarquis- ta), A. Patroni (socialista), Albizii y Castro. Ambos dclegados socialistas on recharados por ser iregulares Sus mandatos, sendo aceptados los ous tres Et grupo de delegados obreros socaistas insist on ls acepecise de ‘a tredeneial de Toreell. por Considerar Aus au situacion se asemeja a la de Maral, pero teas ssseaiven Yolaciones vuelve ser techazado, Como tespuet: les delegados socialistas, representando 19 sociedades gre- males se retiran. El congreso seguir Sesionando con 38 sociedades presentes! 7, Se consuma asi, esta vez en forma definitive, la division en el movimiento. obrero. argentino, ‘Amibas campos se acusarin mutwamente de ser Tos causantes de fnruptura Enna, declaracién publicada en el periodico La Organtzacion Obrera, la ireccion de ls FOA. oa 6d manos exelusivas del anarquismos, denuncie sos ete istas “de haber’ planeado con antelicion is aise, ullivando ‘el asunto Torcell como mero. pretesien' Pero, por su parte, lor anargustas tanipoco hierar nada que impidies' la divion € incluswve ef custo Siguid ‘esionando sin preacuparse por los ausentee Ie Protesta Humana saluda Ios suceses, calificéndolos de “escisin benéfica”. La actitud de los socitlistas tampoco tendio a ser concilatoria, Ya antes del Congreso, fa Parguarate Advertia sobie Ia posibilidad de que el congreso facare ta. Una ver consimada is tapas, Sonseene ee nadie ha de lamentar lo cede: 2 y ceva gg tociedades disidentes a reairar un nuevo Consens Gb ro, llegando a calificar poco tiempo después— de “\ camorta formada por varios sectarios de filiacion andr. auica. "a a ireccion dela ROA? Los delegados de las Sociedades obveres opuestas ala direccion anarquista de la F.O.A., se reinen el 18 de mayo. de 1902, resobiendo: no aceptar it Fesoluciones del 2° Congreso de la F-0,A™ organttar un Congas Propaganda Gremial y publicar un periddico de “propa- tanda netamente econémica™, para formar uns seciooe, 18 conciencia de clase entre los rabajadores" FI 33 se Junio queda constituida la comision provisoria de dicho comité. La decision para la convocatoria de unm huevo ‘Congreso Obrero se toma recién en enero de 1903 y éste se conereta cl de marzo de 1503, Surge stung ucts entralobrera: la" Union Geneial de ‘Trabaladors Wists ‘siadores A parts de este momento, y por el resto de la década, coenistin dos centrale sindicaes Ea EOAT suet observaramos anteriormentt, conserva, luego dee rsenne ‘aun avance importante ‘en el mumere de athietey vn respecto a la U.G.T., se transforma en la principal de las centrales existentes. Ya en el acto del 1° de mayo de 1902, acto que se realiza en forma separada: la F.0.A. convoca por su lado y reéne entre 10.000 y 15,000 personas. Los socialistas logran movilizar una cifra ‘algo inferior?1,” Veamos de cerca la evolucion de ambas centrales obreras a lo largo de la década. La evoluci6n de la organizacién obrera durante la-primera década del siglo ‘A poco de reatizarse el primer Congreso de la U.G. donde estuvieron presentes delegaciones de 41 socieda- des obreras (23 de capital y 18 del interior), se refine el 3er. Congreso de la F.0.A. Yunio de 1903). Segin CAlculos posteriores, en el perfodo en que se realiza este congreso, mas concretamente, entre el 15 de abril y el 15, de julio de 1903, Ia F.0.A. contaba con 42 sociedades ‘adheridas y percibid 15.212 cotizaciones, es decir, un promedio de 5.070 cotizaciones por mes. Un ano des- pués, y en igual perfodo de tiempo, las sociedades adheridas eran 66 (41 de capital, 25 del interior) y el ndmero de cuiotas percibidas fue de 32.893, 0 sea 10.964 cotizaciones de promedio por mes??, En ese mismo momento la U.G.T., reunia en su 2° Congreso (abril de 1904) 43 gremios con 7.400 afiliados? * Para seguir la evolucion posterior de ambas centrales contamos s6lo con cifras muy dispersas. Sirven, sin embargo, para dar tna idea aproximativa de su desarro- Ilo, Cuando se realizan los 3° y 5® Congresos de 1a U.G.T. y de la F.O.R.A., respectivamente (julio-agosto de 1905) fa central anarquista cuenta ya con 4] sindicatos adheri- dos, cinco federaciones locales con 53 sociedades (en Rosario, Santa Fe, Cordoba, Chacabuico y San Fernan- do) y ia presencia de la Federacion de Obreros del Calzado, que reine 4 sociedades?4. Carecemos aqui del niimero exacto de afiliados, pero analizando los Balances del Consejo Federal de la F.O.R.A., obtuvimos que entre enero y julio de 1905, es decir, el nies inmediato anterior al congreso, la caja central de F,0.R.A. percibié un total aproximado de 46.851 cotizaciones, siendo el promedio mensual igual 2 6,693 cotizaciones? 5, Mientras que la U.G.T. contaba con 78 sociedades adheridas y 7.659 afiliados (ignoramos el niimero de cotizantes entre ellos)?®. Ya en el 6° Congreso de la F.O.R.A. (septiem bre de 1906), se hallan presentes 57 sociedades gremiales (31 de la capital, 26 del interior), pero segin el informe del Consejo Federal son 104 las sociedades adheridas? ? Sin embargo, de los balances publicados se obtiene que se percibieron 62.124 ‘cotizciones de. 35, sindicatos entte agosto de 190$ y junio de 1906, O sea, un Promedio de 5.647 colizaciones por mes?8. En un Periodo similar, aunque un poco mis largo: agosto de 1905. noviembre de 1906, ia U.G.T. recibe un total de 67.839 cotizaciones por 54 sociedades gremlales, es ‘deci, un promedio mensual de 4,239 cotizantes? >, Se observa entonces, que el nimero de cotizantes eunidos por ambas centrales es muy bajo, y lo que ee nis extrafo, disminuye a partir de 1905. Enel caso de ia F.O.R-A.,el ntimero de cotizaciones percibidas no es cl referente’ que nos permita conocer su influencla rea, ¥a gue, segin los propios informes del Consejo Federal” buena parte de las organizaciones federadas no vueican Sus cotizaciones a la caja federal. Ademés, debido a le ove organicidad y control y, ala represion que se abate Sobre las organizaciones obreras por periodos, los balans G88 del Consejo Federal dela F.O.R-A., no son de much 1905 y 11.000 en 1906, en I Kamas tos iorpea 4 las épocas proximas a los internas y la consecuente division del sindicato. Esto es fica Bonaerense, etc). ae ae eee ny ris en” gee re Esto explica en parte la disminucién del dimerc cen FR ir algunas derrotas de huelgas importantes y un descenso a Hacia fines de 1906 existian en la capital alrededor de clang ee ales, ero de elas sélo 80 pertene- ee ‘a un Congreso de Unificacién de todas las 14 ‘mas adelante; pero nos interesa saber que en él partici pan mas de 135 sociedades gremiales, de les cuales 69 pertenecen @ F.O.R.A., 30 a la U.G.T. y 36 son autono- mas! De los aos 1907-1908 solo poseemos datos para la Capital Federal. Segtin fuentes de la época, en enero de 1907, sobre una masa laboral de 162.824 personas de los 52 oficios mas importantes de la ciudad de Buenos Aires, 5e hallan afiliados a sus respectivas sociedades obreras 46.790 obreros, es decir, e1 28,7 &; pero sobre ellos solo cotizan regularmente 21.180 personas, o sea el 13% de esa_masa labora. ‘Vemos aqui la impcrtancia del numero de afiliados (casi un tercio del total de trabaja dores), pero el bajo numero de cotizantes reales. Por otra parte, para la misma época, el nimero de obreros cotizantes a la Federacion Obreta Local Bonae- rense, que reine a todos los sindicatos de capital adheri- dos a F.O.R.A. es: octubre de 1906: 3.167 cotizantes; noviembre de 1906: 4.654 cotizantes; diciembre de 1906: 11,685; enero de 1907: 2.291; febrero: 7.974; marzo: 3.734; abril: 8.634; mayo: 1.073; junio: 3.007. Es decir, un promedio mensual de 5.000 cotizantes?® Finalmente, segin el Departamento Nacional del Tra- bajo, creado en 1907, a mediados de ese mismo afio existian en Buenos Aires 98 sindicatos, 8 de los cuales sumaban 22 secciones (0 sea un total de’ 112 sociedades) y 4 federaciones de oficio (Madera, Metalirgica, del Calzado y de Artes Graficas)?*; La misma fuente sefiala que hacia mayojunio de 1908, se censaron en Buenos Aires 45 sociedades gremiales de obreros con fines de mejoramiento econdmico y social, con un total de 23.438 cotizantes sobre un total de 214.370 obreros que trabajan en dichas actividades, Es decir, que cotizaban regularmente, en el momento del censo, casi el 11 % del total de obreros tomados en consideracin. Pero de todos ellos, solo 6 sindicatos estén adheridos a F.O.R.A. con un ‘total de 3.325 cotizantes, y 8 sindicatos lo estén a la U.G.T. con 2.387 cotizantes Las 45 sociedades suman un capital de 170.707 pesos; de entre ellas 27 publican periddicos gremiales, 18 tienen dibliotecas propias y solo una (La Fraternidad), tiene ersonerfa juridica? $s, Durante los alos 1908 y_principios de 1909, la organizacidn gremial de los trabajadores pareciera estan- carse y retroceder, segin Jos testimonios de la época, como consecuencia de un debilitamiento de la actividad econémica y del accionar del movimiento obrero. Esto se refleja en el funcionamiento de los dos centraies: la U.G.T., que hacia octubre de 1907 decia alcanzar 4.000 cotizantes, ve reducir sus fuerzas en 1908 y desaparece en 1909 dentro den nuevo organism gue te eases septiembre de 1909, la Confederacin Obrera Regional Argentina (CORA. La l-O.R.A. reline en el momento de su 7° Congreso (aiciemtre tie 1907), solo 29 sociedades obrerse 6 a0 capital y 11 del interior) y 3 Federaciones locales®? anh @istotiador del anarquismo, Diego Abad de Santi- an. citando el Almanague de La Provesta para cl ano 1909, dice, que la F.O.R.A., hacia fines de 1908, contaba ¢on un total de 85 sociedades, discriminadas como sigue: Federacion Obrera Local Bonacrense: 25 sociedades adheridas; Federacion Obrera Local de Rosario: I sociedades; Federacin Obrera Local de Santa Fe: sociedades; Federacion Obrera Local de La’ Pla Sociedades; Federacién Obrara Local de Tucumin: sociedades; Federacion Obrera Leeal Entrerriana’ 4 so. ciedades; Federacion Obrera Local Mendocina: § socis. dades, Ademas un sindicato en San Fernando, 3 tn Chacabuco, 1 en Puerto Borghi, otro en Necoches, otro en Dolores, otro en San Pedro,’en Campana, en Zarate, en Chivilcoy, en Bolivar, en Salto Argentino y 2 eg Lomas de Zamora. Sin embargo, los medios cercanos a Ia U.G-T. cuestionaron en su momento esta informacions® Pero a fines del afio 1909 si se produce un reanima: niento y, desarrollo de la organizacion obrera, En se; tiembre de 1909, cuando se crea a CORA. se hayag Bogtmtes 48 sindictos (16 de capital y 32 del interior). sta |recibe ese alo 4.714 cotiziciones ye Bata tee otizaciones y en 1910, Por su parte, la F.O.R.A. en su 8° Congreso, y iltimo de la década, reiine 56 sindicatos: 37 de capital y 19.20) interior. 4 nets2t de toda Ja informacion recolectada sobre el pimero de obreros sindicalizados, dada la dispersion ¥ peterogencidad de las fuentes, resulta dificil poder este. blecer las tasas de sindicalizacion durante la. gpoca, H, Spalding se arriesga y dice: “Aunque no hay cifras exactas, se puede calcular que ya en 1912 alrededor de lun 20 6 30 por ciento de la poblacion obrera perteneela Bhuabia pertenecido a alguna sociedad de resistencia, federacion obrera, centro social, asociacion de socorros mutuos o partido politico obrero. En las ciudades, el Porcentaje se elevaba alin mis"#0. La afirmacion de Spalding, de’tener algin fundamen- to, seria solo valida para la Capital Federal y, en menor Redida, para Rosario, los pueblos de la. provincia, de Buenos Aires y alguna otra cludad de! interior, Peto de todas maneras, estas cifras no alcanzan para 6 comprender la importancia de las organizaciones sindica- les de principios de siglo. Dadas’las caracteristicas del trabajo en Argentina a comienzos de esta centuria: gran movilidad de mano de obra, influencia determinante de una masa laboral sin ealificacin ni empleo fijo, el todo sujeto al vaiven de las Olas inmigratorias (cf. ver capitulo Il), la organizacion sremial de los trabajadores se ve sometida constantemen- te a un juego terrible de presiones. Por un lado debe sobrepasar la tendencia a la concu- rencia entre los trabajadores mismos, acrecentada por $e flujo inmigratorio, las oscilaciones del trabajo esta- cional y los mismos desplazamientos del trabajador, las sucesivas crisis econdmicas y, finalmente, la expectativa inicial de muchos de es0s' inmigrantes de progresar economica y socialmente, superando st condicion de asalariado. Por el otro, enfrenta la represion creciente de Ja _patronal y del estado, que atenta durante toda la primera década contra la organizacion sindical: sucesivos estados de sitio, deportaciones y confinamientos, leyes represivas (de residencia, en 1902, y de defensa social, en 1910), listas negras, lock-outs y sociedades amarillas. La organizacion’gremial no podia surgir, entoncesy de otra’ manera que como nucleamientos ‘minoritarios, donde se reuniesen obreros con un mayor nivel de conciencia y, en general, también de cultura, de espiritu sumamente voluntarista y dispuesto al sacrificio, inclusi ve de su persona. En otras palabras: no pueden ser otra cosa que sindicatos de élites, por ende minoritarios (fendmeno que ademas es comin a muchos paises). Pero Justamente alli reside su perdurabilidad, su capacidad de ‘adaptacion a la realidad del momento,'y sobre todo su efectividad ya que demostraron ser capaces de poner en tension y movilizar una masa de trabajadores: muy superior a su niimero de afiliados permanentes, Esto se observa a través de las masivas huelgas generales que se suceden en esta década, ‘A pesar de estas caracteristicas, muchos de los sindi- catos creados alo largo de esta época no logran sobrevivir y desaparecen, para volver a veces, a constituirse algunos meses 0 afios después. Le evolucién de los gremios en general, no es lineal, se hallan a merced de la coyuntura economica del resultado de los movimientos de fuerza. La base de las organizaciones centrales son los sindica- tos de oficios, que comienzan a reunirse en federaciones de oficio. . Sus reducidas dimensiones facilitan la participacion directa del afiliado en la vida interna del sindicato, De ahi, entonces, los métodos asamblefstas de funciona: miento, la casi nula delegaci6n de poder y el contralor constante de los organismos directivos, tanto del sindica to propio como de las federaciones, Son raras las organizaciones con dirigentes rentados, y cuando se, 10 intenta poner en practica se rechaza esta posibilidad* ! Estas caracteristicas facilitan el desarrollo del federa- lismo en la organizacion, sobre todo propagandizado por los anarquistas. La preocupacién es constante por la creacion de organismos laxos, no ceftidos a reglamentos estrictos, donde cada una de las partes disponga de la libertad € independencia suficiente para resolver y orga- nizarse diferentemente que el organismo centralizador. es decir: autonomia plena de los organismos pactantes. Paralalemante se limitan las funciones de la “oficins central", del Consejo Federal, convirtiéndolo, por lo menos en teoria, en una “oficina de relaciones” a nivel nacional, sin mayor autoridad resolutiva y sustituibles en todo miomento por las sociedades participantes (ver articulos 4, 10, 11 y 12 del “Pacto de Solidaridad”) Pero esta practica favorece también la dispersion de las fuerzas obreras y un elevado grado de polémica interna, por ende luchas intestinas pugnas y divisiones. En la realidad el federalismo daré lugar, a veces, a un “dejar hacer” a las direcciones centrales frente a le necesidad de decisiones répidas e impostergables 0 sim plemente conducira a un despreocupamiento en la apli- cacion de las resoluciones votadas. En el caso de la Union General de Trabajadores, come su nombre lo indica, el federalismo no tiene la misina vigencia que en la F,0.R.A El “Pacto de Solidaridad” votado en el 4° Congreso de la F.O.R.A. Gulio-agosto de 1904) es un hito de trascendental importancia en la historia del anarquisme Y del movimiento obrero argentino. Presentado con una declaraciOn previa relativa a las aus y finaidades de ia hucha que encarna la F.0.K A es el cuerpo estatutario més acabado que tlaborado ¥ sobre todo, loparé mantenet su Sslor de referencia hasta fines de la siguiente década para gran parte del movimiento obrero y hasta por lo menos 1930 para el anarquismo. En los considerandos se retoma la idea de la necesidad y el derecho de los hombres al trabajo, base de. su Subsistencia, derecho negado por el deserroilo contradic: torio del capitalismo, quien para generar cada vez mis Fiquezas, introduce nuevas maquinarias que reemplazan al obrero, en sus antiguas actividades, a Ia. ver que Produce “guerras, crimenes y degeneraciones”. Liga al 78 concepto. de evolucion, el desarrollo de 1a voluntad individual, la cual no ‘tiene por qué coartarse en la organizacion sindical de los trabajadores, organizaci6n aque surge de la necesidad de lograr la transformacion de Ja sociedad actual en pos de la emancipacion econdmica y social y la construccion de una sociedad de produc- {ores libres. Coincide con el sintiguo proyecto de Pellicer Paraire en lo relativo al sistema federal en cuya base se encuen- tran las federaciones locales de las sociedades de oficio, luego las provinciales y comarcales, finalmente las nacio: nales o regionales, para llegar a una Federacion Interna ional de los trabajadores. También contempla la federa- ion de las sociedades de un mismo oficio, o similares de distintas partes del pais en una Federacign Nacional de Oficios. La F.O.R.A. se regiré con un Consejo Federal de 9 miembros y un delegado por cada Federacion Local. Estipula, luego, Ia manera como se convocarén los Congresos y su funcionamiento, El altimo de los artfeu los, el sexto, de “Organizacion”, fue tomado del mani- {esto del Congreso de 1881 de la Federacion de Trabaja- dores de la Region Espafiola42. Sobre el mismo Pacto se elaboraran los estatutos de la C.0.R.A. en 1909, Este sistema federativo servird de base al gran desarro- No de F.O.R.A., pero también marcard sus dificultades organizatives, Ia debilidad de las estructuras centrales que hacen del Consejo Federal un prisionero de la Eoyuntura, al carecer de medios econdmicos propios, durante las crisis, para encarar campafias de propaganda, giras, ete. En cuanto al desarrollo regional, tanto de la F.O.R.A. como de la U.G.T., dijimos ya ‘que estaba limitado fundamentalmente a las zonas del litoral del pais. Basta observar el niimero de sindicatos del interior presentes fen los congresos para percatarse que igualan o apenas, superan a los de Capital. Ademas la mayoria pertenece a Ja ciudad de Rosario, 0 a pueblos o ciudades de la provincia de Buenos Aires. Buenos Aires es la provincia donde mas ramificacion alcanza la organizacion gremial. Ademés de las localida- des aledafias a la Capital, los centros de mayor organiza- cion son La Plata (donde existe desde mediados de la déceda una federacion local), Mar del Plata (también hubo una fuerte organizacion pero luego se_debilita), Bahia Blanca (domina alli el anarquismo), San Pedro (cuya federacion local lleg6 a abarcar 900 trabajadores), ‘Tandil (el grueso de la federacién local lo constituyen los, obreros de las canteras; existen alli, hacia 1907, 1.300 obreros sindicalizados), Azul, Chacabuco, Junin, San Fernando, en todas elias hubieron federaciones locales, En_ otros pueblos se constituyen Centros Obreros 0 Uniones locales (en total cerca de 39 pueblos del interior)*3 Le sigue en importancia la organizacion de la provin: cia de Santa Fe. La Federacion en Rosario reunié en 1902: 12 sindica- tosen 1904: 24 y en 1909, 1544 Segiin el informe de Bialet Massé sobre “el estado de las clases obreras en el interior de la Repiblica”, existian en 1903 en Rosario las siguientes sociedades’obreras sociedad de obrerosestibadores y de ribera del puerto de Rosario (reorganizeda luego de la huelga de 1902, Pertenece a la U.G.T. en un principio pero luego se aparta, acepta el arbitraje y tiene personeria juridica el 70% de sus elementos son criollos), frente a esta str luna organizacién patronal. También nacen ligadas a la UG.T. las sociedades: cosmopolita de obreros en general (400 socios), la sociedad tipogritica rosarina (practica el Socorro mutuo y el 90 % de sus afiliados son argentinos) y Ia seccion local de la confederacion de obreros ferro- carrileros (970 socios, mayor{a de argentino). La filiacién anarquista aparece en las siguientes orga- nizaciones: una sociedad de tipégrafos (con mayors de italianos y espanoles), pintores unidos (180 socios, tam- bign en su mayorfa extranjeros, pero acepta el arbitraje), unién de trabajadores en madera (mayorfa extranjera), carpinteros (mayoria criolla), Los carreros se hallan divididos en dos sindicatos (ambos compuestos de ex tranjeros y una minorfa criolla): troperos unidos y patrones de uno y dos carros. Finalmente la influen anarquista es también notoria en la Union de Dependien- tes de Comercio, Existen ademas un sindicato de coche- tos unidos (150 socios, comprende también patrones, y el 60% son argentinos) y por épocas se organizan ios obreros de la Refineria Argentina. Bialet Massé concluye que el elemento anarquista es dominante en la ciudad de Rosario, donde existe ademis una Casa del Pueblo* Cuatro anos después, a fines de 1907, el delegado de la U.G.T., Luis Lotito, describe la organizacion rosarina considerando que es débil y cita lus siguientes organiza: Ciones: estibadores (la mayoria esté enrolada en una sociedad amarilla de “Libre Trabajo", en la sociedad de resistencia solo hay 200 obreros sobre 5.000 en las épocas de gran actividad) cameros (solo dos. débiles sociedades y una es de propietarios), ferroviarios (hay 3.000 pero organizados por la propia empresa), albafiles (existe una sociedad de resistencia pero con 60 obreros, Ja mayoria ~cerca de 1.000~ adhieren a una sociedad de Socorros mutuos de origen patronal), ladrilleros (800 sindicalizados), mozos (200 organizados), penaderos (200 divididos en dos sociedades), carpinteros (150 organizados sobre 200), ebanistas (100 asociados sobre 150), empajadores de’ damajuana (100 organizados), marmoleros (100), fideeros (60 asociados sobre 100), Constructores de carruajes (120), pintores (60 sobre 100), talabarteros (20 sobre 35), barraqueros (50 sobre 100), vidrieros (20 sobre 40), tabaqueros (50 sobre 100). sociedad de patrones y conductores de vehiculos (300), Estan desorganizados los obreros de la Refineria, los del calzado, tranviarios, empedradores, peluqueros, metaliir- Bicos, modistas, costureras, escoberos, etc. (cerca de 2.000)46 En la provincia de Santa Fe, en toda la zona de puertos al sur de Rosario (Villa Constitucion, San Nico- las, etc.) se crean sociedades de estibadores. En la ciudad de Santa Fe, la organizacion es atin mas incipiente, pero se crean una Union Obsera local y luego una Federacion Obrera local (retine 4 gremios a fines de 1908) Hay también nicleos de organizacion obrera en Cér- doba (en Ta ciudad capital, son mas de una docena de sociedades hacia 1906, pero independientes de las cen- rales nacionales, y en’ Villa Maria), en Entre Rios (en Concordia, Parand, etc., creandose inclusive una Federa- ion Obrera Local entrerriana), también en Mendoza, San Juan. San Luis (Villa Mercedes), Corrientes, Misio. ‘es (en Posadas), Santiago del Estero, Tucuman (funda mentalmente en la citidad, aunque hubo brotes de ‘organizacion en la zona de los ingenios en 1903-1904 pe- To desaparece luego de 1905), e inclusive llegan delegados obreros a Salta, La mayoria de estas organizeciones relinen a obreros urbanos, pero a principios de la década hay un desarrollo de Ia’ asociacion de trabajadores y golonos rurales en la provincia de Buenos Aires y sur de Santa Fe. En agosto de 190? se retine en Pergamino un vongreso agricola regionel* 7. En uno de sus balances anuales, una de las centrales obreras reflexiona sobre las causes que dificul tan el desarrollo de la organizacion en el interior y cnumere las siguientes razones: el estado embrionario de Ja mentalidad obrera, la poblacin advenediza y flotante de la mayoria de las regiones, la dispersidn de los centros urbanos, las largas distancias, Y dice: “los efectos de estas causas se manifiestan asi: en las provincias se constituyen sociedades gremiales, su iniciacion surge casi siempre con la estadia de algim obrero consciente que va @ trabajar en un lugar dado, o con la visita de algin ado que se solicita a la Capital Federal, pero en la stort ayora de tos expos ocure que en ausenca de Jos que hemos nombrado, todo decae o sigue como buque sin brijula, pues falta una orientacion. En cambio cuando la importancia del lugar atrae obreros de distin- tas partes y entre ellos alguinos elementos que encarrilan a 105 gremios en sus centros, se estancan estos en las miras de adelanto solo para el propio gremio; cuando mas adelante “legan a formar una federacion local, entienden que con la federacion general del pais ya no hay mayor obligacion, ya no debe cotizarse y es porque prima el espiritu localista"*®, Bialet Massé atribuye también un papel importante al origen nacional de los trabajadores como factor que fneide en la formacion y caricter de las asociaciones gremiales, sobre todo en el interior: afirma que el trabajador criollo es mas reacio a la organizacion y por lo general, cuando se asocia, tiende a ser mas moderado que El trabajador extranjero (en especial el italiano y espa- fol Sin au ol factor nacional tambien inteviene en 16 constitucion de las sociedades obreras. Podemos tomar el ejemplo, de los obreros del puerto de Buenos Aires, donde la patronal utiliza el origen nacional de los obreros para crear contradicciones entre ellos. A fines de 1903, facilita la creacion de un Sindicato de Estibadores Argentinos, dando un trato preferencial a los obreros largentinos para asi oponerios a la Sociedad de Resisten- cia de Obreros del Puerto de la Capital. El enfrentamien- to entre las dos sociedades crea un clima explosivo en el uerto, provocando reyertas, La policia interviene para proteger a fos obreras del Sindicato. de. Enibadores Argentinost? "En general ambas centrales tienen mayor incidencia sobre las actividades del transporte, en 108 oficios del mueble y de la madera, de la construccion de carros y carruajes, en las actividades grificas 0 de imprenta, luego en Ia metalurgia y en la construccién y en menor medida fen los oficios ligados al vestido y tocador (a excepcion de los oficios del calzado), en la alimentacién, los textiles, los oficios artisticos, quimicos y en el comercio, y el servicio doméstico. En particular Ia U.G.T. o las corrientes ligadas a ella dominan mayormente las actividades ligadas a la cons- truccion de muebles y de la madera, ala construccion de carros y carruajes, tiene una influencia importante-en los graficos, y un tanto menor en la metalurgia. Su influen- cia ya es menor en los gremios de la construccion (a excepcion de los picapedreros, ya que predomina en los canteristas de Tandil, en los herreros de obra, en los marmoleros y pintores). Luego esta presente’ en las actividades del_vestido y en la alimentacion, pero sin mayor fuerza. En otras actividades, como ser, quimicas, el sindicato de fosforetos le pertenece y, el de alpargate. 08 en textiles. En los servicios: posee pocas fuetzas en el transporte (aunque algunos socialistas dirigen la Confe- deracion ferroviaria, la cual no tiene la importancia que adquiriran los sindicatos ferroviarios en la segunda déca- da), organiza la Federacion de Dependientes de Comer- cio cuya vida no seré muy prolongada y asociaciones de domésticos, cocineros y pasteleros. Los principales sindicatos de la U.G.T. (ebanistas, herreros de obra, metalirgicos, talabarteros, obreros de usinas de gus, constructores de carruajes y catros) son ‘gremios chicos, en general de obreros calificados, donde el nivel de agremiacion es elevado, Otra peculiaridad de los gremios situados dentro de la cortiente ideoldgica de 1a U.G.T. (socialistas y luego sindicalistas revolucions. tos) es el de tener mayor influencia en actividades donde el porcentaje de trabsjadores argentinos es mayor que en otras; por ejemplo: grificos y talabarteros: en menor medida, ebanistas, toneleros, torneros en madera (todas estas actividades del sector “muebles y rodados"); tambien herreros, hojalateros, pintores. Esto debe relati- vizarse para Buenos Aires ya que, salvo en “grificos”, en todas las actividades los extranjeros son amplia mayoria, Por su parte la F.O.R.A, predomina fundamentalmen: te en las actividades del’ transporte: conductores de carros, de vehiculos, y en todas las actividades del puer- to. Los dos puntales mas importantes de la F.0.R.A. son la Federacién Nacional de ObrerosPortuaris, nate as primeras federaciones nacionales de oficios en crearse, en abril de 1902, y los conductores de carros, nucleados también desde noviembre de 1902 en una Federacion Nacional de Rodados*®. Es a través de estas organizacio- nes, que la F.O.R.A. logra generalizar los paros en la capital, arrastrando deirds de ellos al resto de los gre- mis Siempre dentro del puerto, la F.O.R.A, también domina @ la organizacion de marineros y foguistas que se rnuclean en la Liga Obrera Naval desde mediados de la década, Su continuadora, a partir de 1910, fue la Federacion Obrera Maritimas!. Ademas nuclea a los obreros de Barracas y del Mercado Central de Frutos algunos de 10s talleres navales (carpinteros de la Ribera Gel Riachuelo, caldereros, etc.) Fuera del’ puerto y del transporte el peso de la 83 Federacion es menos determinante, pero a ella pertene- cen la mayoria de los gremios organizados de la cons- trucci6n y del vestido, buena parte de los sectores onganizados en la metalurgia y los pocos de la alimenta cién (en el caso de los panaderos, tienen una larga tradicion anarquista). También esta presente en las acti- vidades graficas (tiene una Federacion Grifica), en las actividades “artisticas y de ornato”, dirige a los gremios de sombrereros y derivados, peluqueros, mozos, y tiene mucha menor influencia en “muebles y rodados”. ‘A mediados de la década logra organizar a nitcleos de obreros ferroviarios en el Ferrocarril Sud y en el Oeste. En general se trata de actividades que reiinen un mayor nimeto de trabajadores que aquellas donde la U.G.T. tiene su influencia. Son oficios grandes, pero con bajo nivel de agremiacion o, en todo caso, con una agremiacién irregular (puede ser elevada pero inconstan- te), oficivs que reiinen a obreros de menor calificacion, de menor nivel cultural, caracterizindose muchos por él esfuerzo fisico necesario. ‘Ademas en muches de estas actividades la presencia del extranjero es absolutamente mayoritaria (arriba del 70%): estibadores (80 %), marinos (90 ) carreros (70 %), albafiles (entre el 72 al 90%, segiin los afios), etc. Pero es imposible generalizar esta afirmacion ya que también aqui existen algunos gremios con un apreciable porcent Je de argentinos: caldereros, aserrados, pintores, plome- 08, yeseros, fundidores, herreros, hojalateros, etc. Resul- ta, 'entonces, muy dificil, poder establecer diferencias, netas entre las dos centrales alrededor del origen nacio- nal de sus afiliados Finalmente queremos remarcar la importancia del desarrollo de las federaciones nacionales de oficios du- ante esta década, que facilitan el conirol por parte de la organizacion obrera, de los talleres y fabricas. Ya nom- bramos a una de las primeras en crearse: la Federacion Nacional de Obreros Portuarios (1902); le. siguen Federacion de Obreros Albafiles (septiembre de 1902), la de Rodados (noviembre de 1902), de Dependientes de Comercio (agosto de 1903), Confederacion ferrocarrilera (1902), Federacin Obrera’ en Calzado (1904), Federa- cion Metalargica (1905), Federacion Nacional de Obre- 108 Construictores de Rodados (1906), Federacion Regio- nal de Panaderos (1906), Sindicato de Mozos (que tiene una estructura nacional y no local), Federacion de Trabajadores en Madera (1906), Federacion Regional de Obreros Fideeros y Anexos (1907), Federacion Grafica Ronaerense (1907)52 Algunas no solo redinen a sociedades de un mismo Oficio, sino a todos los oficios de una misma rama de actividades (por ejemplo: los graficos). #4 De todo lo anterior, concluimos entonces, que ta imagen del sindicalismo de principios de siglo se corres. Ponde con las caracteristicas de la masa laboral y del estado de desarrollo de la industria del pais. Son en su gran mayorta sindicatos chicos, de oficios, que nuclean a Une élite del movimiento obrero, en general dentro de los oficios de mayor calificacion en lo que concieme a la industria y actividades del secundario. En cambio en el Sector de servicios, principalmente del transporte, los Sindicatos son mayores y con mayor poder de impacto ademas su actividad se transmite directamente ale calle incidiendo sobre la vida de la poblacion (diferencia ‘importante con los gremios de la industria Durante la década surgen las primeras federaciones de olicio ys consolidan dos centrales nacionales, En ambos casos, su influencia se limita a la zona del litoral del pais, ero la vida de estas organizaciones esti sujeta a un temible juego de presones, propias ala mass lnborl que intenta organizar, y otras’ producto. dela coyuntura Economica y de Ta represin imperante, De ahi que su evolucion no sea lineal a lo largo de la décadsa, sino que avance y retroceda en forma sucesiva, siguiendo las Wicisitudes de los movimientos de fuerza emprendido por los trabajadores: las derrotas de las huelgas suelen ‘ser fatales para la organizacién, provocando muchas veces si desaparicién, Conesponde entonces analizar Ia evolucion de los conflitos laborales durante la década, Las huelgas Aqui también nos encontramos con la dificultad Proveniente de la ausencia de fuentes estadisticas confic- bles que nos permitan conocer las principales tendencias Gg '08 movimientos de huelgas durante la década estudia- Las primeras series de estadisticas sobre conflictos de trabajo, remontan al ato de ereacion del Departamento Nacional del Trabajo (DNT) 1907. Tenemos algunos datos sobre el sito 1906 provenientes del Ministerio del Interior y datos aislados facilitados por las organiza- ciones obreras de la época, para el periodo anterior. Pero ninguna de estas fuentes produjo una informacion mas 0 aienos fidedigna para los afios 1900-1910, ni siquiers el Del estudio de las tendencias del movimiento reivindi- cativo de los trabajadores no obtenemos solo un indica- dor de la incidencia de la coyuntura econémica sobre lo social: ademas se reflejan alli las principales necesidadess del mundo laboral. A través de ellas también medimos el nivel de conciencia, en tanto y cuanto nos permite seguir la evolucion de la’ constitucion de la clase obrera, al difundirse determinadas formas de lucha, al generalizarse su implementacion, mostrandonos las vias de difusion (qué gremios, qué famas de actividad, qué zonas geogré- ficas); en el mismo sentido observamos la capacidad de respuesta de la clase obrera, su potencialidad para impo- ner sus reivindicaciones, el hivel de conflicto social y de impugnacion del sistema imperante. Es, por ende, un termometro del nivel de movilizacion social, de la consti- tucion de las organizaciones obreras y también, en algu- nos casos, de su fracaso y posterior disolucion, Deberrios entonces observar la tendencia general del movimiento de huelgas, sus ritmos, sus momentos alg dos es decir cuando las huelgas tienden a generalizarse abarcando numerosas ramas de actividad, y sus mo- mentos bajos. Ademis, debemos estudiar los distintos métodos de lucha desarrollados durante la époce, dentro, de los cuales la abstencion de concurrir al trabajo —la, hhuelga— si bien es la mas importante, no es la Gnica, ya que se encuentra acompafiada por un verdadero arsenal, de acciones: el boicot, el sabotaje, el label sindical y diferentes tipos de huelgas: desde la simple interrupcion parcial del trabajo en determinado oficio, hasta la huelga general revolucionaria, pasando por huelgas generales de Solidaridad o protesta Entre los principales factores que componen el tras- fondo de la situacion imperante durante la década, sin duda los dos mis importantes son la evolucion de la economia del pais (con dos coyunturas depresivas, una al inicio de 1a década y otra en 1906-1907) y la politica social de los gobiernos de la décadas*. Esta ultima, como ya lo seitaliramos anteriormente, ‘se caracteriza por ignorar los problemas sociales, las malas condiciones de vida de las capas bajas de la poblacién, considerando Gue la agitacion social se debia a la’ presencia de agitadores extranjeros quienes intentaban transponer en Ja Argentina conflictos europeos que aqui no tenian razon de ser. Asi la nica respuesta que implementa y aplica el estado durante esta época es la represion: la ley de residencia promulgada en 1902 y que amenaza con la deportacion 2 todo extranjero sospechoso de “atentar contra el orden publico” y, hacia el final de la década, la ley de defensa social (1910), mucho mas dura y estricta 26. tegimentar a organizacion del movimiente fea ae Je ‘tutel estatal-a cambio de importantes weteoae ag ‘horas, seguro contra accidentes de trabajo, prohibicion del trabajo del menor y control del de la aujer si rechazado. Por otra parte, cuando alguna ley logra see votada en el Parlamento (por ejemplo: la ley sobre el descanso dominical y el trabajo nocturno de la mujer y el nifio), se le quita buena parte desu dimeashy (convalidarla solo para Capital) y pocas veces se aplica, La inestabilidad social imperant » la marginacin a que se vefa sometido el inmigrante y en generat todee ios trabajadores, el clima de violencia, de enfrentamiento ', social, era el mejor abono posible para el florecimiento { de las tendencias mas radicalizadas que, conc el »,cono el anar- uismo, eran fuertemente impugnadoras del dstema, gbrero argentino. Se produjeron entre 1900 y 1910, 8| ‘huelgas generales y un intento de paralizacion fallido fc imayoria con escenas de violencia y movilizaciones sets ‘as. En contrapartida, hubo siete declaraciones de esisen | de-sitio, cada una de 2 6 3 nieses de duracion, aunque no {odas por causas obreras. A pesar de su juventud oe oo débil constitucién, el movimiento obrero argentino supe, Ta, por momentos, a sus hermanos europeos, por la envergaduta y extension de sus huelges. Por ejemplo, on 7. en Argentina el promedio de huelguistis por cada nie eo yiabitantes es de 321,10; mientras que en Alema- nie es de 28,71; en Inglaterra d en Francia mgiehsiaes ilaterra de 32,9; en Francia 37,7 y 'm cuanto a Ia evolucion de la importancie, amplitud Y,extension de las huelgas durante los aos 1900 ot 8 hemos sefialado en el primer capitulo el acrecentamiente de los conflictos durante el verano de 1901190), tere dencia que vuelve a agudizarse hacia noviembre de 1902 dando lugar a la primera huelga general nacional, inte. FUumpida por el estado de sitio. Una vez terminado seta 8 conflictos tecomienzan, pero lentamente, extendiac, dose nuevamente hacia octubre y noviembre (en terres wiarios de Rosario, tranviarios de Capital, etc.) esta alcanzar un nuevo pico en los meses de diciembre mone de 1903-1904, debido a las huelgas de mayor importace fia en el puerto de Buenos Aires (16 de diciembre ao RoreTO) y luego en el ferrocarril Central Buenos Aists ¢ Rosario y en el Central Argentino (24 de febrero-l6 de marzo), amén de un sinnimero de huelgas menores 0 de gremios que paran solidarizindose con los portuarios (conductores de carros y marineros y foguistas, por cjemplo). Segin un informe de la F.O.R.A., entre su 3 y'4° Congrese, se producen entre sus sindicatos afiliados nas de 12 huslgas gremiales reuniendo, segin une suma parcial, mas de 0.000 huelguistas. El término medio de Guracion. de las huelgas es de 34 dias, pero algunas duraron 8 dias y otras cerca del ato. Esto en Capital. En 1 interior, se producen movimientos de fuerza en Rosa tio, Junin, Zarate, ete.5¢. También en otros numerosos puntos de la provincia de Buenos Aizes (Avellaneda, ‘eul, Bahia Blanca, Baradero, Coronel Suarez, Chacabu: co, Lobos, Pergamino, Quilmes. San Pedro, Tres Arro- yos), En Tucuman, Parana y Gualeguaychi (Entre Rios), Cordoba, Samtiago del Estero y Mendoras7 Durante Ja primavera-verano de 1904-1905, las huel gas vuciven a incrementarse (huelgas fezroviarias diversas fue se generalizan en el Provincial Santa Fe, huelga general en Rosario entre el 20 y 29 de noviembre, huelga general de protesta en Buenos Aires por los sucesos de Rosario cl I'y 2 de diciembre, mas numerosas huelgas pareiales) y hacia fines de enero de 1905 el cielo es encapota de malos augurios sobre el puerto de Buenos Aires y en los ferrocarriles. Pero un hecho externo al movimento obrero (el levantamiento radical del 4 de Febrero de 1905), permite al gobierno decretar el estado de sitio y terminar de un plumazo con el levantamiento ¥-con las hielgas, con la organizacion y los militantes Sbreros quienes son deportados o encarcelados. Este escenario se vuelve a repetir hacia fines de 1905, pero esta ver sin pretexto exterior alguno, Ante el ecrudedimiento de las huelgas de los portuarios, de los marineros y foguistas, y algunos paros o amenazas de éllos en ferroviarios, el gobierno decide coztar por lo Sano y declata el estado de sitio. Obtiene como respuesta luna ntieva huelga general entre el 10y 11 de octubre de 1905, Se observe que las huelgas tienden a incrementarse durante los meses de Octubre-noviembre a marzo, épaca de mayor actividad econdmica en el pais por la cosecha, 1 posterior transporte a los puerios y embarque para exportacions#, Es la época de mayor ocupacién, y por ende de mayor posibilidad de imponer las mejoras salariales o de condiciones de trabajo. ‘A partir de 1906 comienzan a aparecer estadisticas oficiales sobre huelgas. Ese alo. se produjeron 239 hhuelgas con It participacion de 137.000 trabajadores en todo el pais. De entre ellas, 170 con 70,743 obreros, solo en la Capital Federals 9, Los conflictos mis salientes de este afo en Buenos Aires son en el primer semestre el de caldereros, metalar- gicos navales y carpinteros de ribera, luego, el de conduc- ores de carros que dura tres meses, constructores de carruajes, que a pesar de ser un gremio chico es suma- mente organizado, lo que facilita su triunfo y la imposi- cion de una “‘multa” a los patrones en concepto de dias caidos por huelgas®. Esti también la huelga de cocheros de plaza, particulares y remises que afecta en el mes de mayo a mas de 10.000 trabajadores del transporte, y ya en el segundo semestre la huelga general de graficos que ogra obtener uno de los primeros convenios colectivos de trabajo en el pais y Ia creacion de un comité de arbitraje (hoy se diria paritario) permanente. De esta hhuelga surge la unidad de los graficos y la creacion de la Federacion Grafica Bonaerense. En noviembre nueva- mente salen a Is huelga los ferroviarios del Provincial Santa Fe. Segiin el Departamento Nacional del Trabajo, las huelgas entre 1907 y 1910 evolucionaron de esta mane- ra, en pagina siguientest Aparece aqui claramente que el mayor pico del movimiento de huelgas de toda la década se alcanza en el afio 1907, cuando ja frecuencia de huelgas es mayor, como as{’también la amplitud (numero de huelguistas Por huelga). Seguidamente la tendencia a la huelga decrece hasta 1910, aio en que vuelve 2 elevarse la frecuencia y la extensién (mayor nimero de huelguistas que en 1908-1909) y sobre todo la duracion de las huelgas (nitmero de jornadas perdidas por huel guista). Pero estas estadisticas deben ser trabajadas con cuida- do, como lo sefialara el propio D.N.T. No todos los afos incluyen el total de obreros articipantes en las huelgas generales. En 1907 se produ Gen dos paros generales: uno en enero por dos dias (25 al 27) declarado en solidaridad con el proletariado rosarino ¥ que moviliza 150.000 obreros en todo el pais (94.700 en la Capital)®?. La otra huelga es convocads en repudio de la masacre de los obreros de Ingeniero White para el ? y 3 de agosto y, segin el D.N.T., observan el_paro decretado por las dos centrales obreras mas de 42.000 trabajadores6?. Estas dos huelgas explican, en. gran patie, el nimero elevado de huelguistas del sho 1907 y la amplitud, bastante superior a la media dela época (ya que por lo general la mayoria de los conflictos se Producen en pequeiios talleres)64 Por el contrario, en 1909, las estadisticas no incluyen 89 o16t 6061 67 ser sit 6LOPEr'I §—- 966'LSE 908° zy TeL"961 160'1Te 9 v0'61 vIs'sy se 9s°6 8061 lost aeee 86 i's 6e's 4061 9ST'SLGT —9STTTIG —L10°691 lez wee ou se3jony, ap onwan, seystngjony 2p o1WDN, seprpiod sepewor soprpsed soureres REE Bae EBs fee zis Bens gees ages JT oN OYaVAD ‘el total de trabajadores que patticipan de las dos huelgas Benerales de ese afio, lo que explica también su bajo nimero. La primera, por su importancia y duracion, es conocida bajo el nombre de “Semana Roja” de 1909. Se origina a raiz de la represion contra las columnas de la F.O.R.A. durante los actos del 1° de mayo y llega a comprender a més de 200.000 obreros. Se desarrolla entre el 3 de mayo en que las dos centrales obreras deciden el paro por tiempo indeterminado (aunque la ciudad estaba parada desde el 1° de mayo) y el 9 de mayo. La segunda huelga general se produce el 16 y 17 de octubre (aunque la F.O.R.A. convoca desde el 14) en Tepudio del fusilamiento de Francisco Ferrer en Espaha, El afto 1910, también comenz6 con un néimero muy clevado de conflicts (tan solo en el primer trimestre se producen 214 conflictos con 17.095 huelguistas). La agitacion iba “in crescendo”, al punto que los érganos propagandisticos del movimiento obrero no dan abasto; Se suma a La Protesta y La Vanguardia un nuevo diario vespertino: La Batalla, también anarquista. La actividad confluia hacia los festejos del Centenario de la Indepen- dencia, momento elegido para imponer a través de una huelga’ general, viejas reivindicaciones de claro contenido politico: la derogacidn de la ley de residencia, libertad @ Jos presos por cuestiones obreras y amnistia a los infractores de la ley de enrolamiento. La huelga queda convocada para el 18 de mayo, pero el gobierno se adelanta y decide instaurar el estado de sitio para impedir que los actos del Centenario sean erturbados, Pero esta vez la represion iria aiin mas lejos, Contando con el apoyo de la movilizacion de sectores de la juventud y de la “aristocracia” portefia, que, con la ayuda policial, participan de! asalto a locales obreros, bibliotecas populares, periddicos, etc, Se cuentan por decenas los obreros deportados, encarcelados y confina- dos. Si bien escenas similares se habian producido a fines de 1909, luego del asesinato del jefe de la policia de Buenos Aires, Ramon L. Falcon, a manos del anarquista Simon Rodowitsky; la represion del Centenario descuella Por su violencia, su carécter xendfobo y antiobrero, infligiendo una derrota profunda al movimiento obreto, de la cual tardaria afios en reponerse Podemos decir entonces, que con los sucesos del Centenario se cierra esta etapa de la historia del movi- miento obrero argentino, caracterizada por el liderazgo mayoritario del anarquismo, y sus seguidillas de huelgas generales violentas o semi-insurreccionales. En cuanto a la difusion de las huelgas sucede algo Similar alo sefalado anteriormente pare i orpanicacien on En general el mayor nimero de huelgas y la mayor difusion de los movimientos generales se producen en el litoral, fundamentalmente en los grandes centros urba- nos: Buenos Aires y Rosario. Pero también llegan al campo durante la primera mitad de la década. Por un Iado en la provincia de Buenos Aires, junto a los intentos de organizacion de los obreros estibadores de la zona de San Nicolis, Villa Constitucion, San Pedro, Ramallo, etc,, también se organizan los obreros agricolas (Congre- so Agricola regional de agosto de 1902) y se preparan movimientos reivindicativos para el perfodo de la cose- cha. Los principales conflictos en zonas rurales de Buenos Aires (luchas que se suceden con cierta regulari- dad durante la década para las mismas épocas) tienen por protagonistas a los estibadores, peones agricolas, a los Obreros de las maquinas (rilladoras, desgrenadoras, etc. Frn otras zonas del pais, las huelgas afectan sobre todo a los trabajadores de la ciudad o de los pueblos. De entre las huelgas de trabajadores de zonas rurales, la mas importante-es la de los ingenios en 1904, y en la segunda parte de la década, las de obreros de las canteras. Desde inicios de la década, se puede decir que casi todas las actividades productivas en las zonas urbanas se vieron afectadas tarde o temprano por conilictos labora les. Pero, légicamente, no para todos los sectores la tendencia a la huelga (es decir, su frecuencia), como su amplitud, 0 también su impacto sobre la poblacion y sobre la economia, son idénticos. Sin lugar a dudas, la rama donde las huelgas abarcan, un mayor niumero de trabajadores y donde la incidencia econdmica y pitblica es mas importante, es el transporte, tanto de carga como de pasajeros. Pero no es el sector donde las huelgas se repiten con mas frecuencia. Por el contrario los conflictos se suceden con mas frecuencia en las actividades de la “madera” o del “vestido”, aunque la masa de huelguistas que implican sus paros es inferior a los grupos del transporte®s Siguen en importancia por el nimero de huelgas al aio los oficios metalirgicos, los graficos y obreros de! papel, los obreros de ia construccion, del cuero y de Fabricas alimenticias. ‘Si tomamos en cuenta el nimero de huelguistas por alo (y no ya la cantidad de huelgas), los sectores que movilizan mas trabajadores son en orden decreciente transporte, madera, alimenticias, vestido, metalirgicos pacel e imprentas, construccién, vidrio y yeso, textil, etc.66, Es por esto que, durante esta década (y durante buena parte de la primera mitad del siglo), son los gremios del transporte tos que impulsan o estrangulan la, evolucion del movimiento de huelgas. Estos gremios en manos de los anarquistas eran una poderosa palunca de lucha, que potenciaba la actividad del anarquismo y del movimiento obrero. Pero durante la segunda parte de la década unido a un vierto decaimiento de los gremios del transporte (principalmente de los obreros portuarios). se produce un cambio importante en la direccion politica de ta U.G.T. a rai del ascenso de una nueva direccion mucho mis’ radicalizada los sindicalistas revoluciona- ios. quienes compiten en combatividad con la F.0.R.A. anarquista. Su presencia puede observarse en el, gran desarrollo de conflictos durante la segunda mitad de Ta década en tas actividades de la madera (gremios del muebiey de construccion de cartuajes) gremiaimente egemonizados por ellos. \ pesar de la represion y del alto porcentaje de movimientos de fuerza que fracasan en obtener sus pretensionest7, en su conjunto la clase obrera logra Imponer a travis de la accion directa mejoras de impor- tancia aumentos salaries, reduccion de la. jornada laborat (que pasa de 10 y 11 horas promedio a fines del siglo pasado a 8 u 8,30 horas a mediados de la década), reonociniento de las sociedades obreras, etc. Sin em bargo, estas conquistas no son permancates, ya que aprovechando situaciones criticas 0 de abundancia de mano de obra y de desaparicion del sindicato, los Patrones suelen suprimir las mejoras obtenidas con ante- fioridad. De abi también la necesidad del sindicato de ‘mantener en tensiOn constante a sus filas, de recurrir ala acceion directa para mantener y avanzar en sus conquis tas, de las cules €l es el Gnico garante. Inclusive los derechos concedides por el estado no son aplicados sin el nevesario contralor del sindicato, ya que el estado no lo, garantiza. De shi tambien el escepticismo dominante en Jo que respecta a promover la legislacién laboral Durante toda la época estudiada, las principales de- mman‘las son las salariales, debido a la tendencia declinan- te del sulario real durante la década, “Los salarios reales ticnen un maximo en 1899 que nose vuelve a alcanzar aiin en 1912"8%. En general, bajan hasta 1903-4, a partir de lo cual su evolucion es oscilante, pero la tendencia doininante es @ declinar hasta 1903, para subir luego entre 1910-12. Obsérvese que la exigencia de mejoras Sulatiales y el pago de salarios en oro (por el temor de la depreciacion dela moneda argentina y por ende del poder adquisitivo del salario) aparece en las resoluciones Congresales de la T-0.R-A Detris de las exigencias salarales, y a veces superando fen niimero a estas, aparecen demandas sobre la jornada de ‘trabajo o relativas a In orgenizacion, como set eadmisin de obreros despedidos, expulsion de ‘“carne- 10s" 0 capataces, reconocimiento de la sociedad obrera, © en solidaridad con otros oficios. " ‘Los pliegos de reivindicaciones de la primera mitad de Ja década incluyen casi todas exigencias relativas ala reduccin de las horas de trabajo. Asi fue también restello en los congresos foristas, donde religiosamente aparece reafirmada Ia necesidad de la conquista de las 8 horas, ademas del descanso semanal o dominical, la abolicion del trabajo nocturno, etc, Inclusive, en el 6° Congreso se contempla la propagacion de la necesidad de conquistar las 6 horas de trabajo diarias a través de una hhuelga general, emulando de esta manera a la C.G.T. francesa que lanzaba ese mismo aho una huelga general ppara el 1° de mayo por las 8 horas, Sin embargo, con el correr de la década, la organiza- cién patronal se fortalece y enduzece su actitud frente a Ja organizacién de los trabajadores. Existen desde 1892 oxganizaciones catblicas ~los circulos catdlicos de obreros—, ligados a la figura del Padre redentorista Federido Grote. Entre sus objetivos, ademis de promover leyes sociales, creacion de socieda: des de ayuda matua y de cooperativas, figura combati al anarquismo y al socialismo (att. 2° votado en el congreso de 1898)6. Esta organizacion se comportaré como una verdadera empresa de rompe-huelgas, que facilitera su personal para atacar y combatir a fos obreros foristas y Uunionistas, Participard en la creacion del Sindiceto (Ama- rillo) de Estibadores Argentinos, que tanto dolor de cabeza causara a los obreros portuarios, como tambien en numerosos intentos de organizar sindicatos de este tipo en el interior. Uno de los intentos mas importantes, de la década es la “Sociedad Union Protectora. del Trabajo Libre”, agencia de rompe-huelgas creada por las patronales del’ Puerto de ‘Buenos Aires (antecedente directo de la Asociscién del Trabajo de fines de la segunda década) que extenderé su accionar a Buenos Aires y Rosario fundamentalmente, no limitindose a las freas portuarias La actividad de estas asociaciones amarillas suscita numerosas resoluciones durante los congresos obreros, egando la F.O.R.A. a reclamar la destruccion fisica de sus miembros (ver resolucion del 7° Congreso) Lo cierto es que las alianzas patronales generan conflictos mas duros, més largos yun aumento. del porcentaje de contlictos por razones de “organizacién’, especislmente pars exigir el reconocimiento del sindica’ 94 to, desconocido por la patronal, o la readmision de obreros despedidos, muchas veces por su. militancia politica y sindical. Durante la segunda mitad de la primera década estas causas originan mas del 30% de los conflictos, y siguen en importancia a las razones de tipo salarial (40 & de Jos conflictos)7® ‘Otras demandas obreras de la época son: la abolicion del trabajo a destajo, del trabajo en comandita, la Fesponsabilidad patronal en los accidentes de trabajo (para lo cual Ja F.O.R.A. recomienda exigir la contrata- cién de seguros), o mejoras de salubridad (contra el empleo de sustancias nocivas como el abayalde de plomo en las pinturas), el pago en moneda nacional y no en vales (truck system) (cf. ver resoluciones de los Congre~ Sos de la F.O.R.A.), Ua capitulo que llama particular: mente la atencién de los obreros foristas, es el relativo al trabajo de la mujer y de los menores, oponiéndose a las condiciones a que se ven sometidos: trabajo nocturno. insalubre, mal trato, ete Finalmente, Jos ‘alquileres y su incidencia creciente sobre el presupuesto de las familias obreras, tue atta fuente de conflicto social, si bien este no se manifesta directamente en los talleres o fabricas?!. Pero le F.O.R.A.. participd en la propaganda y agitacion del problema como lo testimonian sus resoluciones desde los Primeros congresos, y ademas actud directamente en la organizacion y lucha de los inquilinos. Desde noviembre de 1906 existe una liga de inquilinos y a fines de 1907 exactamente en agosto, comienza a. generalizarse un ‘movimiento contrario al pago del alquiler en los conven. tillos. Poco a poco la “‘huelga” se extiende, llegendo abarcar en Buenos Aires unos 2,000 conventillos. Rosario iis de 300 y un numero no determinado en Bahia Blanca y otros puntos del pais. [ste hecho movilizé mas de 140,000 personas en todo el tertitorio, generando también una violenta represién. que costo la deportacion a varios miembros del Consejo Federal de la FORA? En apoyo de esta “huelga de inquilinos”, la F.O.R.A. plantea a la U.G.T. la convocatoria de una nueva huelga hacional (seria la tercera del afio) pero buscando. la derogacién de la ley de sesidencia, Luego de dos huelgas generales en enero y agosto, y del conflicto de lus Conventillos, las organizaciones obreras no logran unifi, carse en una nueva propuesta de paro. Muchos sindicatos se sienten resentidos y ademas se vislumbraba ya el reflujo de la actividad Obrera que se impone finalmente durante el ao 1908. Los debates se suceden, y la huelea rt wie debia ser convocada para noviembre o diciembre de ‘1507, recién se larga para el 13 de enero de. 1908, patrocinada solamente por la FORA. (la U.G.T. s¢ Ebstiene) ¥ con fuerte oposicién interna. Ademis uno de fos sectores de tradicional importancia en la F-O.RA., los portuarios, se encontraba desorganizado. : En sintesis el pazo tiene poco eco y apenas interfiere en Ia actividad citdadana, El gremio mayormente afecto- do es el de conductores de earros, Pero inclusive en la mayorla de los. gremios foristas (albafiles, zapateros, Panaderos, etc,) la huelga se sigue muy parciaimente, EI movimiento adquiere mayor Tesonancia en Rose: rio. Finaliza el 1 de enero”> abré que esperar la Seinana Roja de 1909, para remontar la tendencia declinante de le actividad obrera, alcanzandose nuevamente en los primeros meses de 1910 el'mayor nivel de agitacion popular de la decada- (Continiia y concluye en el tomo 2) NOTAS * Lista de sindicatos presentes: Capital: Sociedad de Allbafiles, Artes Grificas, Constructores de Carruaies, Ebanistas (central), Ebanistas (oeste), Hojalateros, Meca: nicos y Anexos, Mimbreros, Marmoleros, Panaderos, Picapedreros, Yeseros, Zapateros, Talabarteros y Vele. 195, Alfombreros y Anexos. Interior: Albafiles de La Plata, Albafiles de Quilmes, Albafiles de Rosario, Alba Ailes de Pergamino, Albafiles de Banfield, Descargadores de San Nicolés, Panaderos de Chivilcoy, Panaderos de San Nicolés, Panaderos de La Plata, Ferrocarrileros de Rosario, Trabajadores en Madera de Rosario, Obreros del Puerto de La Plata, Oved, citando el manuscrito de Max Nettlau (op. cit., P. 164,'n° 123) dice que funcionaban en esa épaca 23. Sindicatos en Buenos Aires, 9 en Rosario, 2 en La Plata y en Cérdoba; en otras 9 cludades, federaciones obreras locales, asi como sindicatos de albafles y panaderos en diversas ciudades del interior. Es decir que no todas las Sociedades obreras existentes estin representadas en el congreso. ? Ver “Resoluciones de los Congresos de la F.0.A- F.O.R.A.", en la parte de documentos correspondientes at 1® Congreso, p..177. * Ch. ver “Resoluciones de los Congresos de la FOAFORA.” p 171 * Seguin 1. Oved (op. cit., p. 171), son elegidos: D Garfagnini (anarquista) Pedro Barsanti (socialista), Fran- cisco Caneo (socialista), Torrens Ros (anarquista), Luis Magrassi (anarquista), F. Criminaghi (anarquista), F. Bow tanarguita), José Basalo (en. 1902. Se. definié anarquista), Francisco Beyles (indefinido), Héctor Mattei (anarquista), $ Cf. a los debates dentro del anarquismo ver: I Oved, op. cit., p. 174 y ss. El periédico anti-organizador citado es EI Rebelde, que comienza a publicarse en noviembre de 1898, dirigido por J. Mayorka (ver nota 6 del capitulo 1). Las criticas a Gori no solo provienen del sector anti-organizador, también en La Protesta Humana aparecen palabras de ‘censura a la posicion de Gori respecto al arbitraje, escritas por A. Pellicer Paraire. ® “EI Congreso Corporativo", en: La Vanguardia VIII (23), junio 8 de 1901, p. 1. 7 La Organizacion (6), junio de 1901. Ver también S. Marotta, op. cit., tomo 1, p. 114. ® La decision de continuar publicando La Organiza- cién ya aparece formulada en el N° 8 de agosto de 1901 y es objeto de una resolucion en asamblea de 12 gremios Segiin el N° 9 de septiembre de 1901. Apoyan esta ‘actitud: constructores de carruajes, ebanistas, marmols ros, picapedreros, talabarteros, sastres, peluqueros, car- pinteros de Rosario y cigarreros de Rosario. En noviem- bre se suman a ellos los albafiiles toneleros y maquinistas de Bonsack. La ausencia de los socialistas en las sesiones del Comité Federal es objeto de denuncia en La Organi zacién Obrera del 25 de noviembre de 1901. 8 Debido a los acontecimientos varios dirigentes socialistas viajan a Rosario para intentar calmar los animos. Grande seré su asombro al constatar el desarro: Ho anarquista en esa ciudad y la voluntad de proclamar una serie de “huelgas generales revolucionarias”. En Buenos Aires, en un acto convocado por el P.S. para repudiar el asesinato del obrero rosarino, acto donde debian tomar la palabra varios oradores anarquistas por la F.0.A., a Gltimo momento uno de ellos ~A Montesa: no- se niega a hacer uso de la palabra. N. Repetto, dirigente del P.S., culmina el acto haciendo un llamado ¢ ia unidad (“Solidaridad Obrera, El mitin del domingo”, in: La Vanguardia VIII (44), noviembre de 1901). 1° 1a Organizacion, in: La Vanguardia VIM (43 octubre 26 de 1901; La Organizacidn, in: La Vanguardia VIII (48), noviembre 30 de 1901. Este comité publica su programa de accién en La Vanguardia VIII (49) (diciem bre 12 de 1901) que dice: “I*) Difusion simplificada de as mociones elementales para una seria organizacion de tesistencia. .. 2°) Como deben empezar a formarse las federaciones de oficio, gremiales y locales, para ser luego provinciales y més tarde nacionales. 3°) Organizacion de cooperativas obreras de consumo y Bolsas © Camuras de Trabajo”. En el N° 13 de La Organizacion se publican los estatutos y programa de una nueva central, llamada “Union General de Trabajadores”. Cf. ver J. Oddone, op. cit., pp. 121-123, 1) “A todos los Obreros de la Repiblica”, in: La Organizacién Obrera I (6), enero de 1902, 1? “La Federacion Obrera Gremial Argentina”, in: La Vanguardia 1X (6), febrero de 1902. La Organizacion Obrera (febrero de 1902) responde a, este articulo también con una actitud conciliatoria: “Creemos que tanto socialistas como anarquistas, tienen ancho campo donde trabajar y pueden muy bien aunar sus fuerzas sin perder nada de sus respectivos principios de tactica, fanto en Ia federacion como dentro de las sociedades de resistencia’ __'3 “A los Trabajadores de la Repiiblica Argentina”, in: La Vanguardia IX (3), enero 18 de 1902. '* La actividad del grupo de La Organizacién, no solo que no prospera, sino que pierde adherentes: la Union de Obreros Ebanistas le retira su apoyo (La Vanguardia IX (8), febrero 22 de 1902). 251 Oved, op. cit., p. 213. +6 Los sindicatos presentes son: Capital: Mecénicos, Caldereros, Cepilleros, Panaderos, Albafiles, Conducto: Fes de Cazros, Talabarteros, Hojalateros y Gasistas, Fun- didores, Carpinteros de Instalaciones, Constructores de Carruajes, Union Cocheros, Zapateros, Bronceros, Taba queros Unidos, Ebanistas, Union Fraguadores, Aparado- res de Botas, Marmoleros, Trabsjadores de las Barraces del Mercado Central de Frutos, Horneros, Artes Graficas, Obreros del Puerto, Pintores, Maquinisias, Carpinteros de Ribera, Mosaiqueros, La Plata: Albafles, Zapateros, Panaderos, Obreros del Puerto, Tipogrificos, Sastres. Rosario: Albsfiles, Cigarreros de hojas, Zapateros, Esti adores. Santa Fe: Panaderos. Campana: Panaderos, Union Obrera. Chivilcoy: Panaderos. Peyrano: Sociedad Cosmopolita, Parané: Panaderos. San Juan: Panaderos, Cordoba: Panaderos. Mendoza: Panaderos. Bahia Bla ca: Panaderos, Villa Constitucibn: Estibadores. *7 La credencial de Torcelli era efectivamente defec- tuosa ya que, segin se habfa acordado, los sindicatos del interior que no pudiesen hacerse representar directamen ean} te, podian clegir un representante indirecto, pero entre obreros asociados de la Capital. Torcelli estaba asociado a un sindicato de La Plata; por el contrario Mattei pertenecfa @ la sociedad de oficios varios de la Capital. Luego de la partida de los socialistas, quedan en la sals del Congreso las siguientes sociedades: Capital: Mecani- cos, Caldereros, Panaderos, Hojalateros, Fundidores, Union Cocheros, Zapateros, Tabaqueros Unidos, Fragua” dores, Marmoleros, artes Grificas, Obreros dei Puerto, Mosaiqueros. Interior: Panaderos de Santa Fe, Panaderos de Campana, Panaderos de Chivilcoy, obreros del p de La Plata, Albafiles de Rosario, Panaderos de Parana, Panaderos de San Juan, Panaderos de Cordoba, Panade: ros de Mendoza, Panaderos de Bahia Blanca, Cigarreros de Rosario, Zapateros de Rosario, Union Obrera de Campana, Estibadores de Rosario. 'Segun D. Abad de Santillan (op. cit., pp. 91-92), los sindicatos de Capita! Federal que permanecen en el congreso suman un total de 7.630 afiliados. Ademas de estos tltimos, los conduc- tores de carros (700 afiliados) vuelven luego al seno de la F.0.A. I. Oved (op. cit., p. 221) se cuestiona sobre la veracidad de estas cifras, ya que Santillan no sefiala la fuente utilizada. ** “Para la historia”, in La Organizacién Obrera it (10), mayo de 1902, p.'l. Dice aif: ". ..La Vanguardia, que ‘no ha tenido una palabra que contestar al Progrese de la Boca (periodico local independiente, E.B,) que om sus niimeros 315, de fecha 4 de mayo y 318, de fecha 2 del mismo, donde se ratified, dijo que el fetiro de lo Gelegados de filiacion socialista del Congreso Obrero, no habia sido por cuestion de Torcelli, ni cosa que se le arezca, sino que habia sido acorrado de antemano i el Comité Ejecutivo del Partido Socialista, con el fin dv demostrar a la burguesfa que el partido socialista no tiene afinidad en ningin terreno con los anarquistas” ‘* “El Congreso Gremial", in: La Vanguardia 1X (16), 19 de abril de 1902, p. i: “EI Congreso Gremial in: La Vanguardia 1X (17), 26 de abril de 1902, p. 2; las Sociedades Obreras”, in: (21), 24 de mayo de 1902. 2° J, Oddone, op. cit., pp. 125-126. ** La Prensa (2 de mayo de 1902). atribuye a los anarquistas de 10.000 a 15.000 personas v aos socialis- tas de 4,000 a 5.000. La Vanguardia (10 de maya de 1902), cita también las cifras de Le Courier gu calema 8.000 personas en Jas columnas socialistas y de ‘Cabe enfatizar el significado de !a evolucién delineada en este texto, sumamente ejemplificador del futuro del anarquismo argentino. La aceptacion de la lucha por reivindicaciones inmediates, actitud que suscitaba gran desconfianza en las filas anatquistas hasta entonces y que todavia seguira siendo objeto de criticas por parte de los niicleos antiorganizadores expresados en £1 Rebelde, era un paso esencial para desarrcllar el trabajo gremial cuya primera premisa e5 defender Ja situacion inmediata del asalariado, Pero al abordar esta cuestién, 1os anarquistas, logran presentar la lucha por reformas parciales, como formando parte de un fin més general, la destruccién del Estado y de la sociedad capitalista, intentando demostrar 112 que para llegar a ese fin es necesario poner en movimien- to a masas cada vez. mayores de individuos, que partien- do de luchas parciales, verdn potenciada su capacided de accion, su comprension de la realidad social, tendiendo a generalizar de mas en més sas movimientos de fuerza, hasta alcanzar el punto critico, es decir, el derrumbe de la sociedad de clases. Intimamente ligads a esta vision del proceso revolucionario, aparecen las teorizaciones sobre fa huelga general, la violencia, la accion directa, Todas ellas tienden a privilegiar la movilizacion activa y auto noma de los explotados, término genérico mas afin al anarquismo que el concepto de proletariado. La accién directa, actiia como un principio general de conducta que rechaza toda intervencion estatal o externa de cualquier otto tipo, en el desarrollo y accionar de las. organizciones obreras, Aungue en el anarquismo argen- tino esta concepcién no exciufa a los propios intelectus- les adherentes al movimiento, a quienes rara vez se les ved6 su intervencién en la vida de la F.0.R.A. Aquella apuntaba fundamentalmente, a mantener en tension mas (© menos constante a los organismos obreros, para impo- ner o garantizer mediante medidas de lucha el contralor en las condiciones y organizacién del trabajo. De ahi que incluyese, como observéramos en el capitulo anterior, todo un arsenal de medidas de accidn: el boicot a los productos o directamente a la persona de determinado taller_o empresa (uno de los boicots mas sonados a principios de la década fue el de los panaderos, en 1902), el sabotaje a la produccién o al establecimiento, la huclga parcial o “general, a los cuales més tarde se incorpora el label (la marca sindical que permite a los obreros reconocer qué productos fueron fabricados por manos obreras agremiadas y quiénes en un taller se hayan asociados). Para la difusion de estos medios, La Protesta publica en 1904 un folleto de C. Garcfa Balsas: De los métodos de lucha (eficacia del boicot y el sabotaje). Los debates sobre la huelga general nos ilustran mas claramente la evolucion, que dentro del anarquismo, se produce en relacion a la vision casi mitica de la huelga general y del derrumbe de la sociedad capitalista que ella conlleva, Hacia principios del nuevo siglo, se puede constatar la gran distancia que mediaba con las posicio- nes de El Perseguido de la década del 90, que se oponia a a huelga por implicar ésta meras mejoras parciales sin mayores perspectivas, las cuales solo beneficiaban a un nGimero reducido de obteros. Por el contrario, hacia el 1900 las tendencias organizadoras del anarquismio, consi- deran positivo todo movimiento de huelga que tienda a tomar un cardcter revolucionario, por grande o pequefio que éste sea, considerando cada enfrentamiento como requefias batallas preparatorias dentro de la guerra que ibran los trabajadores contra los explotadores, Promue- ven la generalizacion de los conflictos, a través, por ejemplo, de huelgas de solidaridad,déndoles un carécter de resistencia activa, cuyo sentido puede ser simplemen- te de protesta, hasta asumir la forma de huelga general revolucionaria’ por tiempo indeterminado, La huelga general representa agui el triunfo de los “‘productores libres” sobre el capitalismo, al verse éste imposibilitado de seguir funcionando. Concentra, ademas, en sf toda la fuerza revolucionaria que puede llegar a' ser capez de desarrollar el movimiento obrero en determinado mo- mento, transformindose en ¢l instante mitico donde se compina la mayor potencialidad revolucionaria con el derrumbe del mundo capitalista Esta vision de la huelga general, sufre modificaciones @ todo lo largo de la década estudiada, pero estuvo presente en todos los debates de los Congresos obreros y fue objeto de resoluciones destinadas a su difusion. Sobre todo, la F.O.R.A. evité cualquier medida que reglamentara o limitara el uso del recurso a la huelga general, asi como también su alcance, Finalmente, otros de los cambios que se producen para esta misma época en el discurso anarquista domi- ante, es en la concepcibn de la violencia, Paulatinamen- te, comienza a ser desplazada la teoria de la “propaganda por el hecho”, el ensalzamiento del terror individual, tipico del anarquismo de la década del noventa, cuyo ejemplo lo encontrabamos en las paginas de Ei Persegui- do y que continuaré siendo alentado, aunque ya con otro tono, durante varios aftos desde’ las hojas de El Rebelde.” Por el contrario, La Protesta Humana y L’Avvenire toman distancia con los atentados terroristas, aunque sin Uegar a censurarlos totalmente. Gori se rehtisa a aprobarlos ¢ inclusive cuestiona la autoria anarquista de alguno de ellos. Otros sectores son ain mas prudentes y, si bien justiican la violencia como respues- taal vio‘ acia “de arriba” se niegan a aprobar los actos de terrorismo. Eso no significa que se desprecie la violencia. Por el contrario, dado el caracter cad: s agudo de los, conflictos sociales en nuestro pais, la invocacion de la violencia de absjo como respuesta se difunde y generali- a, Pero no ya como loa § la accién de terror individual, 4 ja dinamita, sino como violencia de masas 0 por lo menos como llamado a la respuesta heroica de grupos. més 0 menos importantes pertenecientes en general alas na lites del movimiento. Es e} caso de las resoluciones del 5° Congreso de F.0.R.A., donde se apelaa la “violencia practica para poner coto a los abusos policiales” (ver ‘Anexo) 0 los constantes consejos para proceder con los traidores y delatores. Pero en general, la invocacién de la violencia apunta a promover la violencia de masas y no acciones de individios. Lo paradéjico es que los mayores actos de terror se producen entre 1905 y 1910, es decir, cuando la propa- ganda del terrorisino individual habfa deéjado de ser la principal preocupacion del anarquismo argentino, Se producen entonces, tres actos de terrorismo individual: el atentado fallido de Salvador Planas contra el pres dente Quintana (11 de agosto de 1905); luego, el 28 de+ febrero de 1908, Francisco Solano Rejis atenta contra Figueroa Alcorta, también fracasa. Y finalmente Simon Radowitzky logra matar al Jefe de Policia, Ramon L. Falobn y a su ayudante, Juan Lartigau, el 14 de noviem- bre de 190%. Ninguno de estos hechos seré censurado or la prensa anarquista, y sus autores serén objeto de Saludos fraternales y de solidaridad, en particular la figura de Radowitzky. Pero volviendo a los principales cambics introducidos en la concepcibn de la intervencién del anarquismo: revalorizacion de la accion directa, incremento de la actividad en el movimiento obrero, aceptacion de la lucha por conquistas parciales y propagardizacién de la violencia de masas; evoluciones similares se observan, inclusive con anterioridad, en diferentes movimientos anarquistas de paises europeos, Es decir, que no es un Proceso aislado 0 exclusivo de nuestro pais. En Francis Por ejemplo, el anarquismo participa activamente en la Uunificacion del movimiento obrero francis y sufre una evolucién muy similar, casi para la misma epoca. En este sentido, el ejemplo francés es sumamente aleccionador por sus semejanzas y por sus diferentes consecuencias. Algunos alios antes de que Pellicer Paraire escribiera en La Protesta Humana sobre los fundamentos de la organizacion obrera, viendo en los organismos federativos locales “las bases de la sociedad del futuro”*, ‘conceptos repetidos en el articulo de “Liberto” anterior: mente citado, el dirigente sindicalista francés Fernand Pelloutier, apoyandose en la vision de Bakunin sobre la corganizacién social del futuro basada en ““Asociaciones libres de productores”, considera que esas asociaciones surgiran del desarrollo de las federacicnes sindicales locales 0 de las Bolsas de trabajos Creemos necesario insistir en esta influencia francesa, ya que en general, no ha sido convenienterente subraya: da, Los historiadores anarquistas —Santillan, Nettlau— sefialan, con raz6n, a Espaiia como el modelo inspirador de la F.O.R.A. en Argentina, Sin embargo, la experiencia francesa también se transmite, ya sea por via espafiola y/o directamente y sus aportes estan presentes en los ‘medios locales. Lo cierto es que el anarquismo argentino seguir un camino propio, diferente a la mayorla de los ejemplos europeos, No se limitaré a seguir de cerca al sindicalis- mo francés. Este dltimo, encontrara en Argentina adhe del P.S. que estudia- Pero antes de que surgiera ese importan:e concurrente del anarquismo, la corriente libertaria en nuestro pais ya se habja convertido en un gran movimiento popular a la cabeza de la F.O.R.A. y ademas diversificado en otras actividades: grupos antimilitaristas, escuelas libres, cen- tros_de estudios, experiencia cooperativa ¢ inclusive, intentos de espacios libres en colonias agricolas? El niimero de adherentes al movimiento, que en 1900 era evaluado en 6.000, pasa a principios de 1903, a ser estimado en 10,000 615.000 miembros*, Reales'o no, estas cifras reflejan el crecimiento del anarquismo en ei pais, cuyo fenémeno se visualiza a través de diversas fuentes. ‘Ya en 1902, el 2° Congreso de la F.O.A. que sesiona sin a presencia de los delegados sociaiistas, muestra definiciones mucho mas proclives al anarquismo. Basta con ver las resoluciones sobre el ''1° de mayo” y, sobre la “huelga general”, Pero todavia no hay una identificacion total entre la Federacién Obrera y el anarquismo, como ocurrirfa afios mas tarde. Esto no es solo una constatacion posterior. Es el resultado de una actitud consciente de los militantes libertarios que man- tienen una distincidn entre lo que es un congreso obrero, es decir, un ambito mas amplio donde se hecen presentes diversas’ expresiones del movimiento obrero y una reu- nin de anarquistas pura y exclusivamente. Hay todavia, un cierto temor a imprimir a la F.0.A. definiciones demasiado estrechas que esterilicen su crecimiento, Ade- ‘més se mantiene firme la necesidad de la organizacion de Jos anarquistas en circulos propios, externos ala organi- zacion obrera, dedicados a estudiar y propagandizar el anarguismo. En 1902, el grupo de L'Avvenire promueve la crea- cién de una nueva federacion de grupos anarco-socia- listas de Buenos Aires. Por otro lado, los circulos cereanos a la posicin antiorganizadora de £/ Rebelde se acercan paulatinamente a la actividad de los sindicatos obreros, aceptando la eficacia de las sociedades de aunque rechazan todavia la creacion de federaciones de oficio. Comienza aqu{ una inflexién dentro de la tendencia de los grupos anarco-comunists ya que aparecen niicleos partidarios de la contemporiza- cién “organizadores” y “antiorganizadores", que levaré mas adelante a una confluencia de esos sectores y a_una imposicién del anarco-comunismo sobre las co- rientes anarco-socialistas?. Durante el transcurso del ao 1902, otra actividad que concentra gran atencion dentro del movimiento, es la creacion de una Casa del Pueblo, o sea: una sede donde puedan funcionar bibliotecas, oficinas de los sindicatos y donde hacer reuniones y actos. Existfan ya instituciones de este tipo en Rosario y Bahia Blanca, Funcionaria otra también en Buenos Aircs durante algunos meses de 1902, pero desavenencias internas abortarfan esta experiencia, finalizando en disputas y acusaciones de fraude contra la comisién organizado1 La ola de huelgas de noviembre de 1902 y Ia posterior represion, dificulta cualquier otra posibilidad de concre ion. ‘Como consecuencia de la ley de Residencia y del estado de sitio, la actividad anarquista y del movimiento ‘obrero en general, se ve paralizada hasta enero de 1903. Numerosos dirigentes obreros y militantes libertarios son arrestados y deportados. La Protesta Humana reaparece el 31 de enero de 1903, pero debe reorganizar su grupo editor. Su antiguo director Inglam Lafarga debe ocultarse nombrandose a A. Valenzuela y como administrador al Dr. Creaghe!®, Surgen ademas nuevas plumas: F. Gutie- mez (Fag Libert), Elam Ravel, Antonio Loredo, J. Alberto Castro, Garcia Balsas, ete. También se producen cambios en las filas de los militantes obreros. La deportacion o el peligro de ser arrestados obliga a muchos a apartarse de las primeras trincheras, dejando lugar a nuevos propagandists y dirigentes. Surge asf, durante el alo 1903-1904 una nueva camada, En el 3° Congreso de la F.0.A., Francisco Jaquet es elegido secretario; con él también son nombra- dos Joaquin Hucha (panadero), F. Marante, C. Carballo (portuario) y Edmundo T. Calcafo (activo en el puerto), Antonio Loredo, A. Lopez, etc. Uno de los aspectos mas notables del cambio es, segin un editorial de La Protesta Humana, de enero de 1904, el comienzo de la incorpora- sion de elementos rolls como militantes destaca- jost ‘A pesar de la represion y del fracaso inmediato de I hhuelga general de noviembre de 1902, la actitud asumida durante el conflicto por la F.0.A. y por el movimiento libertario en general, de ponerse a la cabeza del movi- miento, de difundirld y generalizarlo, acrecent6 su pres- tigio (en si 3° Congreso la F.0.A’ denunciaré como traidores a los que “‘injuriaron a los autores del movi- miento de noviembre”, refiritndose evidentemente al P.S.). Apenas retomada la actividad del. movimiento obrero, luego de enero de 1903, Ja influencia de la F.0.A. adquiere una nueva dimension, El desarrollo del anarquismo preocupa a muchos militantes, ya que por un lado reclama modificaciones en las caracteristicas de la propaganda tendiente a facilitar su rapida extension, de manera que sea accesible a todo el mundo; pero por ef otzo, se pierde profundidad en el debate y’ la élite del movimiento aparece sobrepasada por la masa de nuevos militantes sin mayor formacién 0 conocimiento del ideal. En cuanto al primer aspecto, ya el 3° Congreso de la F.O.A. resuelve promover la publicacion de una hoja diaria, La Protesta intenta hacerse eco de ello y a pattir de octubre aumenta su tiraje y reduce sus precios, ‘mientras que se prepara para transformarse en cotidiano, Finalmente logra su objetivo en abril de 1904, De esta manera, La Protesta se convierte en el organo de difusion obrera ‘mas importante, a través del cual intentarin expresarse todas las tendencias del anarquismo, Este proceso, es paralelo a la desaparicion de la mayoria de os drganos ideolégicos mas importantes que se publi- caban hasta 190312, Se produce, algo asi como una concentracion de los esfuerzos en’la realizacion de un yocero diario de amplia difusion, Otro periédico de importancia que continuaré publicandose es £1 Sol, semanario literario-artistico, dirigido por Alberto Ghizal do, el cual desempeno un importante papel durante el petiodo de estado de sitio de 1902, ya que fue la nica publicacién anarquista que pudo continuar saliendo y desde Ja cual se denunciaron las deportaciones y los atropellos contra el movimiento obrero. La desaparicién de hojas como El Rebelde (se pro- duce en mayo de 1903) implican, para el historiador 1. Oved, el desmoronamiento final de los grupos anti-orga nizadores opuestos a la accién en los sindicatos! >. Es decir, que durante este ailo se afianza la tendencia ya esbozada en 1902 y todas as corrientes mayoritarias del anarquismo argentino se vuelcan al trabajo dentro de las Sociedades obreras (con la excepcién de los anarco-indi- Vidualistas) La preocupacion por el problema ideologico dentro del movimiento anarquista queda testimoniado en los 118 art{culos polémicos publicados en La Protesta Humana, que en su mayoria defienden la extension de la bas Social del anarquismo, adn al costo de un descenso del nivel teorico que habfa caracterizado al medio anatquista hasta entonces, Es ejemplificadora la respuesta siguiente frente a una critica sobre la falta de verdaderos anarquis- tas conscientes: “Usted quiere conciencias elevadas, yo quiero conciencias morales. Usted quiere hombres ins- truidos, yo quiero hombres buenos; de los primeros hay pocos, tiene razén; de los segundos, ay muchos, tengo Tazon. Para obtener el triunfo con los primeros, es Jejano; para obtenerlo con los segundos, esté proximo a nosotros, Estd-en usted el legir”!$. Como contrapartida, esta popularizacién del anarquis- mo refuerza. el rol de los érganos periodisticos mas importantes y con ellos, de las élites que participan en su elaboracién. No por casualidad se inicia en 1903 un debate sobre el rol de estas élites en relacion al movi- miento obrero. Este tema es objeto de una Jarga discusion durante el 3° Congreso de la F.0.A., alrededor de la participacion de los “obreros inteiectuales” dentro de las sociedades gremiales y su afiliacion a un sindicato de oficios varios. El problema es planteado por Francisco Jaquet, quien considera que exctuir a los intelectuaes de la organiza: cién obrera privaria al movimiento de elementos como estudiantes, artistas, escritores que pueden realizar apor- tes importantes. El punto suscita una viva polémica, sin legarse finalmente a un acuerdo! Luego del Congreso, Ghiraldo que habfa participado en él, publica en £1 Sol'un art{culo eritico hacia aquéllos que se opusieron a la admision de los intelectuales. Le responde desde las paginas de La Protesta Humana el Dr. Creaghe sustentando la necesidad de una clara diferencia: ibn entre intelectuales y obreros, debiendo estos aiti- mos conducirse y representarse con total independencia de Jos intelectuales debido al origen de clase contradic- torio entre ambos sectores. ‘Tercia en el debate Altair, quien va mas allé ain que Ghitaldo. Sostiene que los hombres se diferencian mas por sus ideales que por sus profesiones y que las clases nacen en los cerebros. Inclusive desde el punto de vista social, hay lucha de individuos dentro de una misma clase. 'Acuerda entonces con la integracion de los intelec- tuales dentro de la F.O.A. y agrega: “La anarquia tiende su manto sobre la familia humana no hace distinciones porque esté encarnada en la justicia. .. La profesion del hombre es uno de los tantos accidentes de la vida. Sobre el obrero manual, sobre el intelectual, sobre el burgués, esti el hombre; por la liberacién del hombre lucha- mos... Basta de gimotear platonicamente sobre la mat- chita frente del obrero™!¢. Vemos aqui un cuestions ‘miento de la vision clasista del conflicto social. Las posiciones de Altair van demasiado lejos para la F.0.A. que pretendfa una colaboracion més estrecha con unos intelectuales, pero sin por ello abandonar el terreno de fa lucha de clases, Pero ain alt, uo posctones Ro son unénimes ya que existen aquéllos que se encie- tran en una vision clasista mas estricta y hasta obretista y que, si bien no rechazan la colaboracién entre movimien tos obrero ¢ intelectuales, pretenden mantener una clara independencia organizativ Creemos que las tesis de Altair preanuncian posturas que encontrarin mayor difusiOn durante la ‘segunda itad de esta década, a través de Gilimén como redactor de La Protesta, quien niega el concepto de clase social, anteponiendo argumentos muy similares a los de Altair. El afio 1904, es el momento en que el movimiento anarquista realiza su integracion mayor con el mundo obrero. La preocupacién central de la prensa anarquista pasa a ser: la intervencion en los conflictos laborales que, como analizéramos anteriormente, se generalizan en el Verano 1903-1904, el fortalecimiento de su organizacion ¥ la mejor forma de adaptarse a la mentalided del obrero. Desaparecen las vacilaciones 0, por lo menos, se yen totalmente relegadas las expresiones contrarias a la intervencién en los sindicatos. Eduardo Gilimon, una de las mejores plumas del periodismo anérquico constata a mediados de 1904 Ia evolucion alcanzada por el anarquismo y descarta que su transformacién en un movimiento amplio, actue en detrimento del ideal. Dice: “Lo que hay es que el anarquismo ha entrado en un terreno prictico, de verdadera accién, abandonando el teorizar, el divulgar doctrinas, . Se ha infiltrado en la ‘masa obrera, y aunque no se hable tanto de anarquia, se hhace mas anarquia que antes... La solidaridad y la rebelidn: he aqui el resultado actual de la infiltracién del anarquismo en la masa trabajadora. No parece esto anarquismo... porque no suena de nombre, pero el alejamiento continuo de los obreros de la lucha politica, es su mayor propulsitin a rebelarse, sus actos violentos cada dia mas numerosos, .. las huelgas generale: que amenazan tener cada dia bicance mayor... es anarquia, etindican que el anarquismo, lejos de estar en decaden: ia, adquiere mayor auge y poderio"!? Evidentemente, el grupo més consecuente ea los Planteos de integracion del anarquismo en el movimiento 0 obrero se encuentra entre los dirigentes de la F.O.R.A. y se expresan a través de La Organizacion Obrera, Desde sus paginas, F. Germinal Corey desarrolla algunos pro- blemas relativos a la organizecion apuntando a la proxi midad del 4° Congreso de la F.0.A. y a la discusin de las nuevas bases organizativas, En sus articulos, Cormey insiste en la necesidad de fortalecer las sociedades obre- ras pero sobre la base de la libertad y una propagandiza- eién y educacion societaria, inspiradas en el anarco-- comunismo. Insiste nuevamente en el rol jugado por Ia organizaciOn gremial en la preparacion de la so futuro, pero promueve la descentraliza: F.O.R.A. y la necesidad de reformar el sistema de onganizacién, que permitiria: “. . entrar de lleno en las pricticas comunistas, constituyéndose en secciones li bres, que partiendo’ del centro de gravedad gremial, coordine su desarrollo. ..”18, En un articulo posterior dice, refiriéndose al desarrollo de la préctica gremial y de la solidaridad obrera, les cuales crearan “.. .una sociedad que por la practica gremialista, seré el desenvolvimiento del comunismo anarquico, la libre produccién universal en la cual cada uno consimird segiin sus necesidades y producira segin sus fuerzas”. Y finaliza: “De ahi, pues hacia donde va el obrero en su organizacibn libre de resistencia”!®, Creemos ver aqui un paso tedrico muy importante, cuya cristalizacion prictica comienza en el 4° Congreso de la F.0.A. y se completa en el 5°, hacia la compenet cidn entre movimiento obrero y anarquista, transforman- dose el primero ya no solo en objeto de preocupacion politica y organizativa para el segundo, sino que terming- 14 por absorber a todo el movimiento anarquista 0, por To menos, a lo mas dindmico dentro de él, quedando el resto de las actividades como meros complementos de esa expresion central, o en planos totalmente relegados y ain dependiendo del apoyo de los mismos militantes foristas, Esto no significa que desapareciesen las activida- des extra-sindicales, ni los circulos anarquistas o grupos racionalistas, etc. Es sintomatico que, frente al recrudecimiento o forta- lecimiento de la represion, el movimiento anarquista y la F.O.R.A. en particular, tiendan a estrechar filas y a endurecer sus posiciones. En 1904 (y veremos que una situacién similar se produce en 1905), la gran tension ereada en el puerto por la creacion de sociedades amarillas, se suma al ataque policial contra las columnas de la F.0.A. durante los actos del 1° de mayo en Buenos Aires, cuando habla concentrada una multitud cercana a Jas 50,000 personas. Fl suceto deja como resultado dos muertos y varias decenas de heridos. El clima de violen- Cia acta como un factor de radicalizacion politica y, a pesar del temor, enfervoriza a los militantes, Poco Uempo después ef 4° Congreso de la F.O.A. decide dar el caracter “més revolucionario posible” a las huelgas par- ciales y generaies a la vez que denuncia la intromision de los pode-es piiblicos como un “atentado a la libertad social ¢ individual” y resielve hacer propaganda entre los polictas (ver Anexo), Paralelamente, modifica sus formas organizativas, reemplazando sus estatutos por el Pacto de Solidaridad, el cual adopta para su direccion un sistema ain més laxo (crea un Consejo Federal, sin poder de decision, limitado a actuar como centro’ de correspon- dencia o intermediario entre las sociedades) y fija entre Sus objetivos el establecimiento de una Federacion de Asociaciones de productores libres en reemplazo. del Estado. Al mismo tiempo, decide “prestar ayuda moral” a La Protesta, Como vemos, estas resoluciones se insert ben enda tendencia seftalada en el parrafo anterior. Otro punto de capital importancia debatido en el Congreso obrero es el referente a la Ley Nacional del Trabajo, presentado para la aprobacion del Parlamento el 6 de mayo de 1904. El proyecto habia sido elaborado Por el Ministro del Interior Joaquin V. Gonzdlez, pero con la colaboracién de varios miembros del Partido Socialista?®. Respondia a la voluntad de un grupo “modernizante” de la burguesia, que apuntaba 4 buscar ampliar el juego politico a través de la integracion de un Sector de la clase obrera y del Partido Socialista, favore- ciendo por un lado una reforma electoral (Ia de 1902) que limitara aunque sea minimamente la marginacion Politica de la mayorfa de la poblacion y, por el otro, dando a luz ese proyecto de legislacion laboral??. Sin lugar a dudas, el proyecto contenia clausulas atrayentes, como por ejemplo: a semana laboral de 48 horas y 43 ara os menores de 18 aflos, fijaba normas higicnicas y de seguridad en Ia industria y el trabajo a domicilio, los dias testivos, la realizacion de contratos colectivos de trabajo, reglimentaba el trabajo de la mujer y de los menores y la responsabilidad patronal en los accidentes de trabajo. Pero en contrapartida, sancionaba la ingeren- Cia del estado en ls vida de las asociaciones obreres. La Parte mas isritante del proyecto, desde el punto de vista de Ja mayoria del movimiento obrero organizado, se encontraba en el Titulo XII de la ley y en particulay en* el capitulo de “Orden Piblico y Penalidades”, donde se limitaba el derecho a huelga y, sobre todo, a la propagan- dizacion de ésta (piquetes,’ afiches, amenazas, etc.), ademas de fijar las respectivas sanciones correspondien 122 tes. Por otro edo, obligaba a las asociaciones obreras fa obtener “personérfa juridica” para tener derecho al reconocimiento patronal. Es decir que el Estado, que es el que otorga dicha personeria, decidiria sobre la suerte a corter por caca asociacion, sobre sus estatutos, su sobre- vivencia o ilegalizacion?? Para un movimiento obrero nacido en forma total- mente independiente, y alin opuesta al estado, una ley de ese tipo no podia suscitar mas que rechazo. Y 50 es efectivemente lo que ocurrié. Tanto la F.0.R.A. amena- za incluso con recurrir a la huelga general en caso de ser aprobada la ley ; Cabe anotar que la ley, no sblo concita la oposicion de la mayoria del movimiento obrero. También el empresariado, a través de la U.I.A. descarta el proyecto por considerarlo demasiado avanzado y, finalmente, los Conservadores impediran que prospere en las Camaras. Luego del 4 Congreso de la F.O.R.A., los juicios de la prensa enarquista son sumamente auspiciosos. La Protesta saluda como uno de sus logros mas importantes la supresion de los estatutos y del Comité Federal y su suplantacion por el Pacto de Solidaridad y el Consejo? Por su lado, La Organizacién Obrera considera, a través de uno de sus articulistas, que la etapa de “‘instrucci6n”, de la teoria, ha terminado, quedando por verse ef resultado de esas ensefianzast®. Posteriormente, en su- cesivos articulos, el periédico de la F.O.R.A. aconsejard que se le conceda un mayor cariz ideolbgico a las asambleas gremiales, propagandizandose en ellas el anar- guismo, transformindolas en un émbito de discusion ideologics. El Pde septiembre, Alberto Ghirado se hace cargo de Ja direceién de La Protesta?’. En mayor medida que las Fedacciones anteriores, Ghiraldo aumenta el espacio’ de- dicado al movimiento obrero y se encolumna detrés de la orientacion dominante en los medios foristas. Hasta los acontecimientos de Rosario que provocan la hhuelga general del 1 y 2 de diciembre de 1904, la preocupacién central del movimiento anarquista pasa a set la campafia "por imponer las 8 horas, que debla “Palestra, socialismo viejo y soc nuevo", in: Lg, Protesta (323) mayo 14 de 1905. ‘also micro", ve El Bacto de Ios Asalariados La lucha econémica y la division del proletariado”, in: La Protesta (528) mayo 20 de 1905, En La Protesta N° $24, del 16 de mayo, aparece un artculo de E. Trolseen el N° 528 del le mayo, un comentario de un arti al de Coniten $43, un artialo de Ernesto. Pot etc CE. ver: La Nacién, (22 de me , nan re , (22, de mayo), co conducta como “fata de taco” por pare de os autore dades; La Prensa 7 dades: La Prensa (22 de mayo) titula: “El crimen de 3 CE. ver: “Los obsticulos del enh culos del pacto. Objecio ypltamientg La revoasn soils remorse Protesta (532), mayo 25 de 1905 y nameros subsiguien- sioy i Petes carl Ia Protest, de" citusion de “hs tsorie anes y an detensa de u predomini ideologic. En La ‘anguardia {ambitn aparecen artfculos erticos frmados por Juan Vanguardia (Elproximo Congreso de la U.G.T.", in: La fred te 2 te .agom de 1905) 0 andnimos (ibid., 39, Resolucion del 1° Congreso de la U.G.T Cf. ver: |), oddone op. cits p- 131. Igualmente, asimllari & Fodder gba ta mocion Torcelli, De Armas y Vidal, aie Est cient ig de Adrian Patroni, no scepta mence, Po aeeidad del voto al P.S. como manera de oBteng! nar la necesidet “sobre. reformas sociales (Cf. ver: S. Marotta, op. cit.; pp. 156-157). “40 Dentzo de este grupo podria incluirse al sector mayoritario dentro. de {a direccion partidaria, Repel, Faerie, Dagnino, Dickmann, Julio Arrage (@Uranee fn, tempo), Bunge, Giménez, 6 decir, el nalceo més cercano a Juan B. Justo. ‘41 Ver articulos de Bartolomé Bosio en La Vanguer> dia de julio’ de 1903 y los debates con Walter Moc, di esidta de LiAvanguaraia de Mido y dirigents te la perdi? del FS. italiano, quien viaia en repetices warrtunidades a nuestro pals (1900 y 1903) ¥ ifunde PB Poticiones del ala revolucionaria en que mili 43 «:psamblea local del P.S.”, in: La Vanguardia XI (3), enero 10 de 1904, Es sobre todo la mocion sobre fe ‘Raga te que genera. polémica interna, ya que haste hhuclga ie (imertido se habia caracterizado por su mode, cates ef apoyo a los movimientos de huelg racton en, 2Pipre una tribuna de discusion sobre st later ane periodico, sobre esto y también sobre 8 Pitervencion de los socialistas en las socied: es, Eseriben contra la huelga general y la ac EStcban Dagnino, Adrién Patroni, entre otros. Interesa Subrayar unrarticulo de E. Dickmann [ Fscapand® Dor la pubravter” in: La Vanguardia, 1X (10), marzo, 5 ge HaSET donde éste apoya la huclge general de noviembre de 1962. 43 6° Congreso del P.S.A.”, in: La Vanguardia XI (27), julio 2-de 1904, Segiin los informes presentados + 122 sdngresos, el P.S.A. tenia en 1900, 17 centros y to Caudal de aflindos superior & 1.000 persoass en 1901 Saaairos, en 1903: 33 centros y en 1904: 37 centros. Br Sitero de afiliados promedio durante el primes series en enero y con un maximo de 1.736 en junio lin Gilos 840 tienen derechos politicos y 896 sor (ae sajeros sin derechos). En ese momento, el tizae del Grgano oficial del partido asciende a 2.100-2.500 cient jibes Durante. el ato. 1904 el promedio anual, de aes og al partido e8 de 1.679 (con un minimo de 1-150 cuotas pagadas en febrero y un maximo de 2324 cosas Gercibigas por caja central en julio de 1904), A mediados 167 i seit lain de ese afio La Vanguardia es tirada a 3.300 ejemplares y 4 fin de alo Mega a 4.000 (pero ademas varios centros cuentan con drganos propios que se tiran a 2.000 e jem. plares: La Revindicazione, Organo del centro Avanti; £) Proletario, organo del Centro de Barracas al Norte; La Internacional, revista tedrica). En el 2° trimestre de 1905, el promedio mensual de afiliados alcanzaré a 1.538 (985 cuotasen marzo y 1,831 en abril). Richard J. Walter (op. cit.; p. 63) calcula que los miembros del P.S, oscilan entre 1300 y 2.000 a lo largo de la década, ** La Vanguardia, 1X (27), julio 2 de 1904, Los términos de este debate son muy similares a los ya producidos en el 1° Congreso de 1896, entre el sector Justo e Ingenieros. *5 Ibid. Este debate se salda finalmente luego del congreso por voto de los afiliados adaptandose el Comité Ejecutivo, siendo elegidas las siguientes personas: Ga- briela L.’ de Coni, Juan B. Justo, Aquiles Lorenzo (Secretario general);’ De Armas (tesorero), J. Shaeffer, A Mantecén, E. Dickmann, N. Repetto, F. Cuneo; y de suplentes:’ E. Dagnino, C. Galetti, B. Vidal y Zacagnini, Dickmann renuneia y es reemplazado por Galetti [ sion del 2 de octubre del Consejo Nacional”, in: La Vanguardia (41), 8 de octubre de 1904]. *6 Ibid; y también, J. Oddone, Historia del socialis- ‘mo argentino, tomo 2, op. cit.; p. 177. “7 J. Sanguinetti, “La imitacién inconsciente”, in: La Vanguardia X1 (20), mayo 20 de 1905. Sanguinetti atribuye particular influencia al libro Riforma e rivolue zione sociale, de Arturo Labriola, identificando con él a los militantes rosarinos aue presentaron la mocién sobre Ia violencia en el 6° Congreso. ** En la revista Le Internacional eseriben todas las grandes figuras del partido (Justo, Del Valle Iberlucea, Lorenzo, Dickmann, Coni, Dagnino, B. Bosio, etc.), pero 4 partir de agosto (N° 4), comienza a interesarse mas en difusion de trabajos del ala de izquierda del socialismo italiano y francés. Bosio presenta el libro ya citado de Arturo Labriola, luego (N® 6) se reproduce la “Encuesta sobre la huelga general” realizada por H. Lagardelle en Francia y publicada en Le Mouvement Socialiste (repro ducida en 1975 por Pasado y presente, Cordoba, N° 61). El Obrero es una publicacién local, mas humilde, a ta cual aparece ligada la figura de Bartolomé Bosio, quien la ditigira hasta 1906, *° Una de ellas invitando a los federados a ejercer os derechos politicos (aprobada por 3.125 votos contra 2,087) y otra proclamando que la U.G.T. celebraré el 1° de mayo siempre en acuerdo con el P.S.A. (aprobai 3,400 votos contra 2.668). Cf. ver: §. Marotta, op. cit tomo 1, pp. 170-171. 5° La empresa de cigarrillos es fundada en agosto de 1904 y”se mantiene hasta 1906, produciendo los ci- garrillos marca Alba, Proletarios y'Porvenir. Estaba des. tinada a facilitar medios economicos para la accion de a U.G.T. La Camara o Bolsa de Trabajo era tn proyecto, ain més ambicioso, ya que pretendia convertirse en un centro de la vida obrera local. Se funda en enero de 1905, credndose varias secretarfas, con consultorias jurf- dicas'y médicas en pleno centro’de la Capital Federal, Debian funcionar allf secretarias gremiales, ofrecer salo- nes de reunién, oficinas de empleo y desarrollar tareas Ge educacion y propaganda. Su creacion suscita un intere: sante debate sobre el rol de las Bolsas de Trabajo y su relacién con la U.G.T. Algunos de los futuros militantes de la fraccién sindicalista revolucionaria desarrollan el alto concepto que tienen de esa institucion obrera, pero critican el carécter con que ha sido concebida la de Buenos Aires (su “esp{ritu reformista”), a la vez que consideran prematura su creacin. Otros critican @ la U.G.T. por su voluntad de controlar a la Cimara de Trabajo, planteando la necesidad de su independencia (ver J. Sanguinetti, “El proyecto de la Cémata de Tra- bajo", en: La Vanguardia, Neo, 46, noviembre 12 de 1904), 51D. Abad de Santillin (op. cit, pp. 121-122), Teproduce un manifiesto de la Federacion Obrera local rosarina donde se relatan los acontecimientos, *? I funcionamiento del Comité en esos dfas cru- Ciales es irregular: Justo renuncia justificando problemas de salud v, en la reunién donde se resuelve la huelga general estén ausentes Repetto, Cineo y Galetti; estaban Presentes: Coni, Lorenzo, Mantecon, Vidal (que reem- plaza a Justo) y Shaeffer (quien dor entonces adopta igual actitud que’ los sindicalistas respecto a la ley de Trabajo). (Cf. ver: La Vanguardia N® 49, diciembre 1° de 1904), La adhesién del P.S. ala huelga general genera una respuesta critica inmediata de los sectores opuestos a la huelga [CF ver: Juan Sanguinetti, “Las huelgas y sus Gehan", in: Le Venguardia (48), diciembre | §* La lucha dentro del Comité Ejecutivo es desa- roollads por Coni y Lorenzo. Ademés, cuentan con la ncia de Luis Bernard en la direccion de La Vanguar- preweninestoP. Plot en el cargo de Secretaio General de fa U.G-T. Luis Bernard, por elemplo, publica en forma inconsulta un editorial (en La Vanguardia N° 7, del 18 de febrero de 1905) titulado: “El deber de la resisten- donde llama a defender los sindicatos contra la reaccion gubernamental. Este hecho casi le valdra un voto de censura de la mayoria del Comité Ejecutivo (en la sesion del 21 de febrero). Los informes sobre los debates dentro del Comité Ejecutivo durante los sucesos de febrero de 1905 pueden ser consultados en La Vanguardia (8), febrero 25 de 1905. Estos debates generan una agria lucha de fracciones que seré Uevada faego al voto general de los afiliados, para aprober 0 censurar la actitud de pasividad que imprimio al P.S. le mayorta del Comite Ejecutivo durante esos dias. El debate se extiende a lo largo de buena parte del afo 1905. : £4 Por ejemplo: Luis Rosseli (que habfa dirigido en 1901 el periédico La Organizacion), Luis Porgi y Ernes- to Piot entre los mas destacados. 55 J. Arraga, “‘Los sindicatos y los intelectuales”, in: La Vanguardia, (6), febrero 11 de 1905. La frase de Sorel decia: “Todo él porvenir del socialismo reside en el desarrollo auténomo de los sindicatos obreros” (extrafda de: “Avenir Socialiste des syndicats”). Entre los ide6lo- 03 mas conocidos del sindicalismo revolucionario pode- mos citar, ademas de Sorel, a Hubert Lagardelle y ‘Eduardo Berth en Francia y a Arturo Labriola, E. Leone, Sergio Panunzio, en Italia, Todos ellos provienen de las filas del socialismo de la 2° Internacional y seguiran eivindicando su filiacion marxista (sobre todo en el caso Italiano). A pesar de haber sido caracterizados de “‘anar- co-sindicalistas” (entre otros por Plejanov en su célebre polémica contra el libro de A. Labriola Riforme ¢ Rivoluzione Sociale), creemos que no corresponde inclu rlos dentro de este apelativo genérico ya que conforman tuna corriente propia, diferente al anarquismo y nacida al calor de la polémica con el revisionismo del marxismo dentro de la 2° Internacional. $6 Cf. ver: E, Dickmann, “Accion directa”, in: La Vanguardia (19), 13 de mayo de 1905; A. Patroni, “Nuestro movimiento obrero, adaptacién al medio” y J Sanguinetti, “La imitacion inconsciente”, in: La Van: ‘fuardia (20), 20 de mayo de 1905; J. Sanguinetti, “La accion directa’ in: La Vanguardia, (23 y 24). 7 La Accién Socialista, su programa”, in: La Accién Sociatista (1), julio 11 de 1905, También repro- ducido en forma parcial, por S, Marotta, op. cit.. tomo 1p. 212. 5® “Socialismo_y Democracia”, in: La Vanguardia (30), julio 29 de 1905, # La situacién de la fraccién sindicalista al inte- rior del partido, es sumamente peculiar. Lanzado el feferendum sobre la conducta del Comité Ejecutivo durante el estado de sitio, son pocos los centros que lo censuran (4 6 5). Sin embargo, en la votacion general convocada para renovar los miembros del Comité Ejecu- tivo renunciante, son reelectos con amplia mayorfa las figuras de Coni y Lorenzo, Arraga y Troise para compo- net la direccion {“Comité Ejecutivo”, in: La Vanguardia (25), junio 24 de 1905]. Este triunfo, en la votacion, de los sindicalistas revolucionarios es intérpretado como un voto de censura hacia el Ejecutivo del partido y, por Jo tanto, todos los miembros restantes presentan. la remincia ‘en bloque (Vidal, Mantecén, Repetto, De Ar- mas y Saheffer, més Juan B. Justo, Dagnino y Schul- ze, miembros de la redaccién y administracion de La Vanguardia). A pesar de haber obtenido un aparente espaldarazo para sus posiciones en la votacion, los sindicalistas revolucionarios. analizando el cardcter ‘con- tradictorio de las posiciones puestas de manifiesto en las sucesivas votaciones, deciden no aceptar los cargos de direccién del partido, considerando que sus posiciones son aun minoritarias y que se verian imposibilitados en la préctica de ejercer la direccién real de la orgeni- zacion, levindola a la impotencia. Ante el vacfo de direccibn creado, se decide reconvocar a clecciones, surgiendo de ellas una direccion colegiada (Lorenzo es eelegido para Secretario General), pero con minoria sindicalista. Estos sucesos nos muestran la importancia de las figuras que integran las filas del sindicalismo revolucionario v, que lejos de ser un incidente menor en Jas filas del P.S:, amenaz6 con hacerlo oscilar integra- mente, °° Muchas de las mociones aprobadas fueron propu- estas o modificadas por militantes sindicalistas, pero manteniendo una actitud conciliadora, lo que explica que muchas de ellas hayan sido aprobadas por unani- midad: contra la intromisién del estado en los conflictos obreros (donde se reconoce la utilidad de la huelge general), sobre accion politica (se relativiza la importan- cia de la representacion parlamentaria del P.S., aunque se Feconoce su utilidad), sobre accidentes de ‘trabajo (se m exalta el rol de ls accién directa). Sobre arbitraje (se lo acepta ciscunstancialmente, pero se lo rechaza como recurso permanente), contra le Nacional del Trabajo, reformas de Estatutos, etc, Hemos nombrado aqui solo a Jas més importantes. Sin embargo, no hubo acuerdo en la resolucion sobre “‘huelga general”. Se votan dos mocio- nes: una de Oddone (donde se acepta en circunstancias bien delimitadas la posibilidad de recurrir a la huelga general) obtiene 5.096 votos y otra de Luis Bi-nard felon driende el rol des hueiga general como“. mer Jor instrumento con el cual la clase obrera puede detri- ‘mentar al capitalismo...”, dependiendo su eficacia y valor del vigor con que ia’ clase obrera la ejercita) aue obtiene 2.793 votos, Cf. ver: La Accién Socialista, 1 (4), agosto 21 de 1905 y tambien S. Marotta, op. cit.: pp. 214-231 y J. Oddone, op. cits: pp. 166-172. $* El texto inicial es presentado por E. Piot en Tepresentacion de la sociedad de metalirgicos (que ace- baba de crear una Federacion Metaliizgica donde partici- an también los anarquistas) (Cr. ver, “Pacto de Solidari- dad”; in: La Aceién Socialista, (3), agosto 11 de 1905}. El texto final puede también ser leido en S. Marotta, op. it; pp. 217-218, °? En realidad, esta formulacién aparece mas cl mente en 1906-1907, como resultado de una evolucién Paulatina del sindicalismo argentino que se acercara més n{tidamente a los vostulados del sindicalismo revo- lucionario francés, expresado en la C.G.T. y en la Carta de Amiens la cual establece la “independencia de los sindicatos de los partidos politicos y las sectas” (es decir, los grupos anarquistas). Pero esto no quiere decir que ei sindicalismo adopte en esta etapa una vision neutralista de la prictica sindical, Esto recién se impondra en aos Posteriores (en la 2° década). S° “mpresiones_y comentarios", in: La Accién Sociatista 1 (4), agosto 21 de 1905. &* Ver La Vanguardia (33), agosto 19 de 1905. S* Extrajimos de dicha declaracién algunos de los parrafos salientes: . . ."que les corresponde orginicamen- te a dichas instituciones (los sindicatos, E.B.), la total realizacion de la accion de clase del proletariado. Que en tal sentido la existencia de los partidos socialistas es de un cardcter fundamentalmente transitorio. Por todas esas Consideraciones declara: que la accion y el papel del P.S. deben estar subordinados a la accion principal de I organizaciones sindicales, inspirindose en todos los mo- ‘mentos en las necesidades de las mismas y tendiendo directamente a favocecer el desarrollo de las sludidas Organizaciones hasta que una debida capacitacion de éstas permita la total integracion de la lucha en su propio seno”. (“Proyectos de Ordenes del Dia par: ‘proximo congreso del P.S.A.", in: La Accién Socialista (14), marzo Ide 1906) “SLa votacion de la expulsion da los siguientes resultados: @ favor: 382 votos, en contra: 222 ["El 7° Congreso del P.S.A.”, in: La Vanguardia (118), abril 15 de 1906]. Los sindicatistas se retiran con las agrupacio- nes socialistas de las circunscripciones 8° y 18° de le Capital y las de Azul y Baradero en provincia [‘‘Informe del Comité Eiecutivo”, in: La Vanguardia (782), mayo 24 de 1908]. En dicho congreso, el partido contaba.con 41 agrupaciones y cerca de 3.000 afiliados segin el informe del Comité Ejecutivo (pero el promedio mensual ée cotizantes entre el VI y VII congreso es igual a 1.582, cotizantes). Para ese entonces La Accién Socialista:tiraba entre 1.500 y 2.000 ejemplares por nimero, £7 Ver en “Anexo”: $° Congreso, Referente a las anienazas policiales, se tem{a la prohibicin a Ia rea cin del congreso forista, por lo cual el Comité Federal se pronuncia por recurrir a la huelga general si esas ame- nnazas se concretaran, 6® Sobre los términos en que se rechaza el pacto ver el “Anexo”. En la carte enviada a la U.G.T. que acompafa dicha resolucion, se arguye ademas que la U.G.T. al anteponer como’ condicién. para teelivar el acto el respeto de sus propios métodos de uch; anulaba por completo y hacia imposible el acuerdo que justamente es sobre todo en los métodos de accion en lo que no coinciten ambas centrales (Cf. ver 5, Marotta, op, cit: tomo 1, pp. 240-242). El cardcter original de. ia declaracion ‘finalista de la F.O.R.A: es seflalado por I, Oved (op. cit.;p. 423, °° (A excepcion quizés de P. Delesalle, quien seguiré reivindicando su extracci6n anarquista. En Espafia tam- bién existfa una fuerte organizacion gremial libertaria, la in de una centre! nacional (la CNT) data de 1910 y no adoptara una resolucion finalista (aunque toma distancia con las teorfas sindicalistas revolucionarias que habian primado hasta aquel entonces); pero nego dard origen a la corriente anarco-sindicalista. En cierta medida Ja experiencia argentina es una antecesora directa de la experiencia espaftola (como lo habia sido antes la espa- fiola sobre la argentina). Un estudio comparativo permi- m ryt tirfa quizds esclarecer muchos aspectos de este fendmeno de traslacion de ideologias. 7° “La huelga General”, in: La Protesta (649), 1 de febrero de 1906. Segin este periédico la huelga afecta a la mayorla de los gremios salvo a los tranvisrios y Cocheros. Otros testimonios atribuyen poco éxito al aro. 7} Sobre tividad del Comité mixto F.O.R.A. .G.T. y el manifiesto convocando a una huelga general por, tiempo indeterminado y con “cardcter revolucion Tio”, a partir del 8 de enero de 1906 en, caso de renovarse el estado de sitio, Ver La Orgenizacién Obrera (43), enero de 1906, p. 1. 73 Dentro de la U.G.T. se produce un enfren- tamiento interno a ra{z de ios preparativos del 1° de mayo, Los sindicalistas revolucionarios proponen la reali- zacién de un acto unitario (P.S., F.0.R.A., U.G.T.), pero se oponen a ello los socialistas. (Cf. ver: L. Lotito, “Una accion reformista”, in: La Acci6n Socialista (18), mayo 1° de 1906). 78 Sobre los trabajos para la creacién del Comité, ver: “Accion Antimilitarista”, in: La Accién Socialista (23), Julio de 1906, y “Comité Antimilitarista”, in: La Accibn Socialisia (24), Agosto 1° de 1906. El Comité se Constituye con delegados de veinte sociedades gremiales, dos centros Socialistas, dos grupos anarquistes y la Agrupacion Sindicalista revolucionaria, Toma a su cargo ja edicion de varios folletos (EI Ejército de B. Bosio) y produce varios manifiestos dirigidos a los conscriptos. José de Maturana reconocido militante, actuaba en el momento de la creacion de dicho comité de director de La Protesta en reemplazo de Ghiraldo. 74 Segun D. Abad de Santillan (“La Protesta, su historia...”, ibid., p. 51) luego del estado de sitio se integran a la rediccién José de Maturana y Julio R. Barcos. El primero de ellos reemplazard luego, momenté- neamente, a Ghiraldo en la direcci6n del diario, junto con Bernard y Bordenave. Todos ellos mantienen una Hinea proclive al sindicalismo. Esto es manifiesto en la reproduccién mas o menos regular de articulos de La Accién Socialista en La Protesta durante los meses de febrero y marzo de 1906. 7 Los roces entre La Protesta y el Consejo Federal se incrementan durante los primeros meses de 1906. El entredicho mayor se produce alrededor de los prepara- tivos del 1° de Mayo de 1906. Los miembros de! Consejo 174 Federal desmienten afirmaciones aparecidas en La Pro- testa acusando al Consejo de aceptar entre sus miembros militantes no obreros y no federados, de no haberse ocupado de la organizacibn del 1° de Mayo, ni de la reintegracion del Consejo luego de la deportacion de varios de sus militantes. A su vez acusa a Ghiraldo de adoptar una actitud sumisa al acallar a La Provesta durante el estado de sitio y de lamar a desconocer al Consejo Federal en visperas del I° de Mayo (“La Protesta versus el Consejo Federal”, in: Rumbo Nuevo (2), mayo 1° de 1906; pp. 2-3). * Rumbo Nuevo, seminario de propaganda, actua- lidades y polémicas, Gerente: José Lopez. Recibe cola- boraciones de Guaglianone, Gilimén, Almada, Crosa, de Jas Carreras, etc, Proclama’“la bancarrota” de la propa. ganda anarquista en el pais y la necesidad de reconsti- tuirla, Participan en él diversas corrientes, no desarrollan- do una linea eritica Gnica, Inclusive Caicafio defenders Posiciones cercanas al sindicalismo, aunque criticas a la diseccién forista. Por el contrario, Fulgor (N° I, 18 de marzo de 1906;N° 14, 17 de diciembre), tiene una linea més claramente antiprotestista y antisindicalista revolu- cionario. Gilimén (00. cit., p. $4) reivindica el rol jugado or esta pequefia hoje en ia lucha contra Ghiraldo. 77 E. Gilimon, op. cit., p. $4. La composicién del Comité Administrative queda asi: izes miembros delega- dos por las Asociaciones Gremiales, dos de los grupos libertarios, uno de la FORA, uno de la Federacion Obrera Local Bonaerense y otro del personal del dia rio, (D. Abad de Santillin, La Protesta, historia, ", ibid; p. 51), La vida del periédico era linguida: su tiraje se habia reducido a 2.000 ejemplares. Con el nuevo “staff” lograré aumentar en 1907 a 5.000 ejemplares. 7*D. Abad de Santillén, Ef movimiento anarquis- fa. . op. cit., p. 107. jg. De, Abad de Santillin, “Le Protesta”, su histo- via..." ibid; p. 52. sg. Cf. ver por ejemplo: E.G. Gilimén, “Orgeni- zacion y Accion individual”, in La Protesta (954), febrero 3 de 1907, supe: @:,Silimén, “sobre la lucha de clases”, in: Suplemento de La Protesta I (3), julio de 1908. "? Gilimén era en realidad bastante ecléctico y de la idea de que las diversas corrientes del anarquismo debian tener cabida y complementarse (a excepcion de aquellas 176 ‘que para é1 abandonasen el ideal, como ser las proclives a un sindicalismo neutro) y asf lo expresa en sus escritos (op. cit., pp. 25-26): “La accion de los antiorganizadores ¢ individualistas no fue sin embargo nula, No consiguie- ton, e8 cierto, imponer su modo de ver, pero obligaron con’ su tenaz campaiia a los organizadores a conservar dentro de los gremios obreros fuertemente marcada su filiaclon y tendencia anérquica... Entre los obreros asociados sin otro objetivo que mejorar las condiciones de vida, los anarquistas, organizadores y los que de la antiorganizacion y el individualismo hacian bandera, esult6 en la Argentina esa fuerza obrera, esa organiza: cion gremial que sin dejar de preocuparse por las cucs- tiones econémicas de cada gremio, ha hecho vide piblica de intenso fer politicosocial y manteniendo un ideal netamente anarquista.” "* Sobre la actividad conjunta desplegada por el Comité y el curso de la huelga ver el informe publicado por La Oreanizacién Obrera (52), matzo de 1907 y La Accién Socialista (38), marzo de 1907, Ambos denuncia- rian la accion disgregadora del P.S.A. que se opuso finalmente a la huelga, influyendo a su vez a la Con- federacion Ferroviaria ‘contra el prro. De todas ma- eras segin dicho Comité pararon en Capital 94.000 trabajadores (segin el Departamento Nacional del Traba- Jo: 91.800) y a nivel nacional 150.000, Pararon ademas los trabajadores de Santa Fe, Mendoza, La Plata, Bahi Blanca, Puerto Borghi, San’ Fernando, Mar dei Pla Cordoba, Puerto Colastiné, General Acha y otros, °* José de Maturana edita desde mayo de 1906, Los Nuevos Caminosarte, critica, estudios sociales; desde donde.alienta colaboracién con los sindicalistas revolu- cionarios (inciuyendo articulos de Ghiraldo, Troise, Lo- renzo, Julio R. Barcos). Guaglianone defiende tambien Posiciones cercanas al sindicalismo, viendo en éste una evolucion positiva. Llega a ser catalogado de “sindicalis ta-socialista” por ios redactores de La Protesta (cf. ver: P. Guaglianone “A mis amigos y adversarios”, in: La Protesta N® 936, 16 de enero de 1907). Idéntico es el cago de Calcaiio, Marconi se manifiesta “fervorosamen- te por la fusién”, aunque difiere con los sindicalistas (ver: A. Marconi, “Aclaracién a los compateros”, in: La Protesta, N° 931; 17 de enero de 1907), Sin embargo, Juego del Congreso seré el que més lejos ir en la integracin dentro del sindicalismo, transformindose en colaborador permanente de La Accion Socialisia, Otros militantes proclives a la fusion son: Coch, Perducca, Casares, Castagnino, A. Bianchetti y Esteban Almada, 176 *5 Uno de los prin pales oponentes a la unificacién es José Pafieda, quien ademas representa ala FORA. en el Comité que dirige la preparacién del Congreso de unificacion, Ademas escriben contra la fusion o la supresiOn de la declaracion finalista de F.O.R.A.: Cor ney, Biagiotti, José Garcfa, Juan Bianchi, F. Jaquet, etc. °6 La mocién socialista habla de crear una Confede- sacion General del Trabajo. Triunfa la propuesta sindica. lista por 2.537 votos contra 2.382 de los socialistas, A Pesar de no, contar con una mayoria absoluta, los sindicalistas imponen su criterio en la totalidad de resoluciones aprobadas y ademas conquistan la mayoria de la Junta Ejecutiva de le U.G.T. Guan Loperena, Juan Ojeda, Juan Cuono, José Montesano, Basillo Can. dela, Félix Larin, Federico Giotti, Lucas ‘A. Tortorelli y Emesto Piot), *7 “Comentarios sobre el tema del dia”, in: La Accién Socialista (26), Septiembre 1° de 1906. La ruptura con el parlamentarismo es propug- nada por Rufino Ansenjo del Rio, sindicalista que tambien escribe en La Protesta y La Organizacion Obrera cf. ver; R.A. del R. “EL Sindicalismo mal inter- pirtado", in: Le Protesta N° 939, 18 de enero de 1907 y N® ‘941 ‘del 20 de enero). Su posicion es retomada y ampliada en las paginas de La Accién Socialista (N° 40, 1° ‘de abril de 2907), por E. Troise (“Una Explica: on’, ‘sindicalismo revolucionario y sus detractores”), auien ademas postula la ruptura con el programa politi: £9, anteponiendo la accién al programa ¥ la destruccion del poder politico a su conquista, *? “Agrupacion Sindicalista-Su Asamblea”, in: La Accién Socialisia (41), abril 16 de 1907, p. 4. °°'B1 aspecto constructive (0 positivo) en la elabo- macién de un nuevo mundo, un nuevo derecho y una nueva moral propia a la clase obrera, esté dado n0 solo en la vision de los sindicatos que en su crecimiento iran absorbiendo a la sociedad politica (realizando la reunifi- sacion de la sociedad politica y civil), sino en el acento puesto en la capacitacion técnica del trabajador en la direccion y administracién del proceso productivo, Por 80 el sindicalismo atribufa en su primera etapa un rol altamente positivo a la actividad cooperativa de produc sion (todavia aprobada en el 4° Congreso de la U.G.T) Sobre este punto también se desata la critica anarquista ¥. aqui también los sindicalistas optaran por renunciar a la reivindicacion del cooperativismo. 177 51 EI desarrollo del Congreso puede ser consultado en S, Marotta, op. cit., tomo 1, capitulo XIX; D. Abad de Santillan, op. cit., pp. 154-161. La votacion final por Ja mocion Jaquet (adoptar el comunismo anérquico) da 62 votos a favor, 9 en contra y 38 abstenciones) [*Resoluciones del Congreso”, in La Protesta (1.004), abril 3de 1907]. ° “EI Congreso de Unificacién. Nuestra Palabra”, in: La Organizacién Obrera VAM (53), abril de 1907. °? Labor, revista de estudios sociales, (N° 1, 1 de abril de 1907), dicigida por Fag Liber (F. Gutiérrez). Escriben alli, José de Maturana, (que por entonces Dublicaba Nuevos Caminos), Eduardo G. Gilimon, Fran- Cisco Aratta (de Montevideo), Marcelo Vives y otros, Desde su N° 1 toma la defensa de las posiciones fusionistas (pero no es pro sindicalista revolucionario); ademés plantea la necesidad de enviar un representante al Congreso anarquista internacional que se realizaria en Amsterdam en Agosto de 1907, Bl sector fusionista se ve teforzado por la autoridad de Luiggi Fabbri, destacado anarquista italiano quien envia desde su pais una carta ctiticando a los grupos responsables del fracaso del Congreso de fusion (ver La Accién Socialista N° 47, julio 16 de 1907), °* El conjunto de las acusaciones son presentadas en luna hoja especial publicada por el grupo “Caballeros del Ideal”: Jacusse, niimero tinico, Bs. As., julio 20 de 1907. La pugna tiene lugar en los meses de abriljunio de 1907. En una primera asamblea realizada el 10 de junio triunfa este sector, (que retine a 10 centros anarquistas de Capital). Pero convocada una nueva asamblea popular ara dar participacién a grupos del interior y a las sociedades de la F.O.R.A. (Se concreta el 16 de junio), la gente de La Protesta iogra revertir la situacién siendo Jevantados todos los cargos y sanciones (votan a favor de la redaccion 13 agrupaciones, 13 sociedades gremiales Y.lts Federaciones obreras locales de Buenos Aires y osario). (""Resolucion sobre La Protesta testa N° 1.063, junio 188 de 1907). Gilimon acusa a Marconi y Maturana de buscar introducirse por el sueldo en La Protesta (“El asunto del dia”, in: La Protesta, Nro, 1.060, Junio 14 de 1907). °SD. Abad de Santillin, “La Protestu; su histo- ria ..", in: ibid; p. 53. Hay’ que decir que el diario habfa sufrido una importante transformacion en el allo Wanscurrido desde la legada de Gilimon, En la adminis. ‘tacién se sucedieron varios individuos; luego de Crea 178 she, viene Vega y finalmente Carlos Balsin. Desde enero de 1907, una de las péginas del diario es redac- tada en italiano por Roberto D’Angio y con contri. buciones de A. Ceccarelli (en agosto representard al anarquismo argentino en el Congreso de Amsterdam) y ‘Alberto Meschi hasta agosto de 1908 (ya sin D’Angio) en que es reemplazada por una pagina en yddisch. Colabo- raron ademis: Alejandro Sux, Mario Villa, Mario Chilo- teguy, Miximo Suérez, Francisco Sarache, P. Quiroule, Antonio Zamboni, Pacheco, Ricardo Carrencd, etc. En abril agranda su formato, pero su situacibn econdmica decae en los meses siguientes. Su situacién mejora luego, porque la huelga de inquilinos permite el aumento de su tiraje, La redaccién volverd a modificarse en diciembre de 1907, cuando se excluye a Folgar y se genera un entredicko entre Gonzélez Pacheco y Gilimon provocan- do la separacion del Ultimo, °6 D. Abad de Santillin, La F.O.R.A... op. cit., p. 162-163; S, Marotta, op. cit., pp. 256-257, Tambien ED Accién Sociaisia (49), agosto 16 de 1907 y Le Protesta, 2 y 3 de agosto. Los socialistas convocan en cambio, a realizar actos’ en lugares cerrados. Como consecuencia de la huelga los talleres en Banfield del Ferrocarril Sud declaran un lock out, prolongandose luego en un conflicto que dura més de tres meses. ° Cf. ver: La Protesta (1.168), octubre 20 de 1907; p, 1. Entre los deportados podemos citar a: Roberto D'Aangio, M. Forcat, R. Antofeda, J. Pafeda, G. Mona- chessi, J. Pérez, A. Garcia de la Mata, M. Lourido, ete. Por si lado la U.G.T. habla convocado una reunion previa (17 de octubre) para discutir con las otras organi- zaciones obreras, el criterio a seguir ante los ataques del gobierno, °® Segiin S. Marotta, (op. cit., tomo 2, p. 16), el 29 de noviembre se realiza una reunién donde se debate el paro del 25, En ella participan las sociedades de la F.O.R.A., U.G.T. y Auténomos decidiéndose a rechazar el paro y crear un Comité de agitacién que prepare previamente el terreno, Sin embargo, delegados de la F.O.R.A. se niegan a integrar ese Comité, °° Pero paralelamente se adopta otra resolucion donde se descarta toda colaboracién con la U.G.T. para realizar cualquier tratativa de unificacién. (Ver también el “anexo"), El resto de las resoluciones mantienen la ténica de los Congresos anteriores, a excepcion de la Tesolucion sobre “‘congresos” donde se propone que los Congresos regionales sean celebrados solo por las federa- 179 ciones locales o comarcales. Este punto suscita la critica de La Protesta (“Impresiones del 7° Congreso de la FORA”, in: La Protesta (1.218), diciembre 18 de 1907), caracterizindolo como un intento de centraliza- cién de la Federacion que se opone al espiritu del Pacto; ademés también censura la presencia de la U.G.T, on el Congreso y la “falta de decision de los delegados” en la declaracion de ta huelga general (ver: N° 1.221 y 1.222 de La Protesta) En su memoria Gilimén (op. eit., p. 64) culpa a los sindicalistas por la postergacion del paro, Brovorando luego su fracaso por el decaimiento de los ’imos. 10° Cf. Ver el manifiesto convocando al paro in: D, ‘Abad de Santillén, op, cit., pp. 172/174. Sobre la po- sicién asumida por la U.G"T., ver: “Un Comentario se impone”, ini La Accién Socialista (57), enero 16 de 1908. Esta actitud de los sindicalistas revolucionarios les genera algunas rupturas: Ansenjo del Rio se pasa a las filas anarquistas. 11 Gitim6n, op. cit., pp. 63-64. En el mismo mes estalla una bomba en Rosario y una en el Ferrocarril Sud yen febrero Solano Reijis intenta matar al Presidente Figueroa Alcorta, *97 ante un llamado de la F.O.R.A. se crea un comité unitario de las sociedades gremiales y grupos anarquistas, decidiéndose un mitin de protesta para fin de mayo, Pero el acto es prohibido y luego el comité se disuelye por disidencias entre anarquistas y sindicalistas (cf.: “Comité hongo-popular”, in: La Accién Socialista (67), junio 16 de 1908). La campaila adquiere gran ‘envergadura por la participacion de la prensa no oficialis- ta, Finalmente la ley no es aprobada. 103 Ta U.G.T. publica un manifiesto amando 2 responder con la huelga general en caso de guerra, a la vez que envia un saludo fraternal al proletariado bras lero (“Al proletariado de la Reliblica”, in: La Accién Socialista (75), octubre 16 de 1908). Mientras que la F.O.R.A. intenta agilizar su propuesta de convocatoria a lun congreso obrero sud-americano, para acordar con los trabajedores del Brasil y del resto de las naciones, que medidas tomar en caso de guerra, lamando también a lanzar tina agitacion contra el armamentismo y el milita- rismo al grito de “ jguerra a la guerral”. (“A las sociedades adheridas”, in: La Organizacién Obrera (56), setiembre de 1908). Llama ia atencién un articulo de La Protesia del 9 de octubre (“El arbitraje y. los armamen- tos”), donde se postula como solucién el recurso al arbitraje internacional. La Accién Sociatista, criticard como una claudicacién de principios este artieulo ("Por el arbitraje internacional. La tltima yergienza del anac guismo ‘gilimoniano”, in: La Accion Socialista, (15), octubre 16 de 1908). +4 Resultados electorales obtenidos por el P.S, en las elecciones a diputados en Capital Federal, 1902-1910 (Fuente: Richard Walter, op. cit., p. 66): Ver pag. 182, 105 4 i eet ‘Informe del comité ejecutivo”, in: La Vanguar- dia XVI (782), mayo 24.de 1908. neu +96 Mario Bravo, “El Partido Socialista en 1908”, in: Revista Soctatista Internacional 1 (9), 18 de febrero de 1909, p. 192. ‘°7 Como lo sefiala Richard I. Walter (op. cit., p. 63): “Aunque el P.S, fuese tedricamente un partido de ls clase obrera, atrajo a un significativo nimero de personas de clase media y profesionales, principalmente doctor y,ghoradon, quienes, como Justo, Repetto, Dickmann, del Valle Iberlucea, Bravo y ottos, répidamente asumie- on posiciones dirigentes. . . La composicién del partido, entonces, era una mezcla de clase media y de trabajado. tes calificados, Notablemente, estaban ausentes represen. fantes de los extremos del espectro, banqueros y estan. cieros de un lado y trabajadores sin calilicacion, por eiemplo jornaleros, del otro”. Ademés debe seflalarse que desde casi inicios de la década la dirigencia del P.S. staba compuesta de argentinos, nativos en su mayorfa o naturalizados, "98 Cf. ver: Revista Socialista Internacional, niimeros del 15 de junio de 1909, pp. 29-39; y julio 15, pp. *°9 CE. ver: J. Oddone, Historia del socialismo. . ., 9p, cit., tomo 2; p, 179. La Accién Socialisia (66), junio 1 de 1908, denuncia que en Bl Progreso (10), mayo de 1908 (diario proximo al P.S.), se diferencia entre patria Y patrioterismo, considerando legitimo el primer senti- miento; y agrega: “Primero el Congreso de Junin rechaza la propaganda antipatriotica, luego Palacios escribe que siempre se mostr6 respetuoso de la patria, y ahora El Progreso declara legitimo y natural tal sentimiento” (p. 1), Ademas Palacios actita como vice-presidente dei congreso de la “juventud patridtica pro-centenario” en mayo de 1909, "1° Cf. ver: Richard Walter, op. cit., pp. 68-71, '"1 No reproducimos aqui los términos del debate ya O61 ‘1 ow 8061 ‘81 axq11299 8061 ‘8 ozzEW 9061 ‘Sz a1qwa!A0N 9061 ‘11 o2reyy S061 ‘91 ont 061 ‘bz onne y061 ‘El onseW 7061 6 oe, yey SbeL sos's z9F'L Luge ooe'l z6 9 stl oz ‘sa 6RL'ez 1z8L1 spat iia 6p Lep'sl sono pele 69806 €82'S7 gis6z 11661 Iso Te que su importancia nos obligaria a abrir un cap{tulo especial al respecto. Remitimos al lector a la fuente misma, El debate puede ser leido en la Revista Socialista Internacional 1 (1). 112 D. Abad de Santillan, “La Protesta; su histo- ria. .."; in: Tbid,, p. 54. Luego de su separacion de La ‘Protesta, Pacheco se integra a la redaccion de la revista Germen que se editaba en San Pedro desde octubre de 1906, atacando desde alli a Gilimén. 119 puz y Vida, periddico de propaganda emancipa- dora; Bs. As., aparece quincenalmente; su Nro, 2 data del 29'de junio de 1908 y su Nro. 6 del 9 de septiembre, En uno de sus articulos (A. Troitifio, “La organizacion obrera y la propaganda anarquista”, in: Luz y Vida N° 4, julio. 20 de 1908), comparando la situacién de 1908 con 1902, se dice: ““Entonces el anarquismo tenia fuerza combativa porque el proletariado tenfa organizaciones de combate, hoy esa fuerza no existe, porque en el campo se sembré la confusion y la organizacion obrera se abandond completamente”. 114 Cf. ver: La Protesta de julio de 1908. 115 “Agrupacion, pro-organizacion obrera”, A. Gue- a, “De actualidad”, y R.A. del R., “Lucha de clases”, in:' La Organizacién Obrera VIII (55), julio de 1908. La iniciativa de la agrupacion es lanzada desde Uruguay por ‘A. Loredo y A. Troitiio, En el nimero siguiente del Grgano de la FLO.R.A. (setiembre de 1908), Troitifio invite 2 los oponentes de la actividad gremial'a dejar el ugar a otros, mientras qué A. Zamboni (“Los anarqui tas en la organizacion”) denuncia a los anti-organi dores como responsables de la situacion actual y José ‘Arbos (“A la brecha”), reivindica la accion de la agrupa- cibn pro-organizacion obrera, Polemizan desde posicio- nes contrarias: G. Biagiotti (“Apatia obrera”) y Romeo E. Bonazzola (““Tengamos un ideal"). 116 Ante la convocatoria del grupo de La Protesia para revisar la contabilidad del diario, se decide reconsti- tuir una administracién colegiada similar a la que existio ‘Burante 1907. (Cf. ver: La Organizacion Obrera N° 56, ‘etiembre de 1908, p. 1). "17 Luis Lauzet, “Necesidad de la fusion”, in: Le Accién Socialista (60), marzo 1 de 1908. ‘18 por Ja unificacién obrera. A_ las sociedades auténomas”, in: La Accién Sociatista (70), agosto | de 1908. A la reunién asisten 17 delegados (ibid., N° 71, agosto 16 de 1908). 183 it ‘15 Los socialistas proponen dar forme a la nueva central, dotarla de estatutos y luego recién invitar al resto de las sociedades a adherirse, Entre las cléusulas que rigen su funcionamiento, el articulo 2° establece la neutralidad de esta institucién y el rechazo de las formas federativas. Mientras que para los sindicalistas le com{. sion s6lo debe formular los lineamientos generales que servirdn de base de unidad y es el congreso de fusion en el cual participarin todos los sindicatos, el que decidira sobre el sistema estatutario. Ademés’ se ‘pronuncian por el rechazo de Ia lucha electoral y parlamentaria, Gefienden el neutralismo (L. Lauzet, “Comentarios al Proyecto de fusion”, in: La accidn Socialisia (80), ene. ro I de 1908). 12° S. Marotta, op. cit., tomo 2, pp. 46-48. "1 La preocupacién por la organizacion interna- cional del movimiento obrero y del anarquismo es una Constante dentro de la F.O.R.A., como se aprecia clara mente al repasar las resoluciones de los congresos que se encuentran en el ““Anexo”, Durante la década, se toman Narias iniciativas para concretar reuniones de aleance internacional. E| 29 de sctiembre de 1907, el Consejo Federal lanza una iniciativa de constituir una Federacion Internacional que no prospera (S. Marotta, op. cit., tomo 2; B. 14). Desde inicios de 1908 y respondiendo auna iniciativa brasilera, comienza los trabajos para un Con- Beso Obrero Sud-americano (cf. ver: D. Abad de Santic Man, op. cit., pp. 195-196), 177 EL niimero de heridos varia segin las fuentes eriodisticas (40, 100, . i toda la prensa (La Argentina, El Correo Espafiol, El Nacional, Ultima Hora, La Nacién, EI Diario) coincide en sefalar a la policia como responsable del hecho, subrayando la premedita- cién con que actu, Para reconstituir los acontecimiens tos nos hemos servido de La Vanguardia, La Protesta, La Accién Socialista y El Obrero Constructor de Rodados (33), junio de 1909. Tratamos de brindar una version sintética de los principales sucesos, 123 El agregado se produce para salir al cruce de fumores que atribufan a las centrales obreras el pedido de renuncia de Falcon. Esta exigencia es reclamada por el Ejecutivo del P.S. ante los delegados del Comité de Huelga con quienes se retinen el mismo 2 de mayo. Estos delegados pedian le publicacion del manifiesto del Comi- té de Huelga. Ante el rechazo por parte de estos de la exigencia de la “cabeza del jefe de policfa”, el P.S. 184 decide publicar ademis otro manifiesto haciendo constar ese punto, 124 G1 P.s. se atrbuye la reapertura de los locales, gracias a las presentaciones hechas ante la justicia por sus Abogados. En su manifiesto lama a mantener Ia campaiia por la renuncia de Falcon. "25 En realidad ls movilizacién de Jos gremios con miras al congreso se hace lentamente. Sigue existiendo, sobre todo dentro de la F.O.R.A., aquellos que oponen tenaz oposicion a la fusion. Bi’ mismo sindicato de carpinteros, que participa en las primeras instancias de Jas gestiones, se pronuncia en julio contra la creacion de una nueva central, y propone como alternative la entrada en masa de la U.G.T, dentro de F.0.R.A, (La fusion”, in: La Organizacin Obrera (57), julio de 1909), 126 i tono general varia de periddico en periddico: en el N° 57 y 58 Gulio y agosto de 1909 respectivamen- te) prevaiece una actitud contraria, Mientras que en el niimero 59 (setiembre de 1909), a ja vez que da cuenta de un importante reanimamiento del movimiento obre- ro; numerosos articulistas escriben en favor de la unidad (Antonio Marinelli, Luis Lauzet, ambos sindicalistas teyolucionaros) También se propone all a reorgania- las sociedades gremiales, ¢ informa de la reactiv cign dsl Conssjo Federal des FLORA: y del Conejo local de la F.O.L.B, que comienzan a funcionar en forma separada 127 “Informe del Consejo Federal”, in: /.a Protesta XIII (1,874), abril 26 de 1910. El error del Comité pro-fusion consistié en cerrar la participacion a aquellas ociedades que adhiriesen después del 2 de septiembre Sin embargo, ante las protestas que esto genera, se revoca esta decision, publicandose la rectificacion en La Protesta del 13 de setiembre, Pero, a pesar de la rectificacion slo concurren por la F.O.R.A. al congreso de fusion 10 sociedades. "25 segin La Accién Socialista ((99), octubre 14 de 1909 (“Notas y comentarios”), se hicieron presentes en tl congreso 20 sodas, Voiaron les bases de unde 40 sociedades a favor, 4 en contra, 1 abstencion y 5 sociedades se ausentaron. Se rechazan las credenciales de A. Zamboni y Cineo, Junto al primero de ellos se retira en solidaridad Juan Bianchi, ambos destacados militantes dela FORA. 2° El articulo 7° sobre oposicion de la C.0.R.A. a la accién politica, es cuestionado por los delegados socialis 135 tas, resolviendose por votacién su aprobacién por 30 Yotos contra 12 de los socialistas. De ahi que la adhesion de los socialistas a la central sea limitada (la Federscion Gréfica Bonaerense donde los socialistas tienen mayoria en su direccion, no adhiere al congreso, sélo envia un observador), La aceptacion de 1a propaganda de ideas al interior de la C.O.R.A. es una concesion mayor del sindicalismo revolucionario. Deel Obrero Grifico 111 (37), octubse 1 de 1909; p, 2. Bianchetti es clegido secretatio general, Perduccs Secretario de actas y Besasso, tesorero, El organo de ig ‘nueva organizacion es La Conjederacton, 1" Uno de los delegados rechazados, A Zamboni, tira Ia primera piedra desde La Protesta del 38 de getiembre, planteando esencialmente que si bien Is CORA. como tal no es inaceptable, critica la forme como se encararon los preparativos dei congreso y llama a sus camaradas “desertores” a retomar sus puesios en Ia F-O.RA. hasta que se discuta la actitud a seguir, ya que [k fusion se realizard entre todos o ninguno (citado por 8. Marotta, op. cit., tomo 2, pp. 55-56). it La Accién Socialista se dedica a publicar pronun- ciamientos o reproducciones de articulos de anarquistas artidarios de la fusion, En su N° 101 (30 de octubre de 2309), publica comentarios de Victor Daguerre, Ruffinengo, A. Troitiio y denuneia ademas a La Proter fa por publicar declaraciones contratias a la fusion de Bremios que en asamblea votaron por la afirmativa, No Sein el informe del Consejo Federal (La Protes: ta Ne lcS14, abril 26 de 1910) sobre 42 respucstas Tecibidas, 34 pedian que continuase existiends ip PaO RA. 3 pidiendo ta integracion en la CORA, y 3 Segin otro informe publicado en La decién Soctatinee (12), 6 de noviembre, en dicha reunion del 30 4. octubre, se hicieron presentes 28 delegaciones, donde ly ductores de vehiculos, panaderos, aserradores, somber 10s, obreros del puerto, zapateros y dos sociedades mas), *°4 Tanto la prensa anarguista como Ia sindicalista faludan al “heroico vengador”, mientras que lossociahee {85,s¢ abstienen de ensalzar el’hecho, pero admitoy que { violencia de arriba” no puede mas que engendrar la “Wiolencia de abajo". Sélo dos figuras eritices wrinte 186 wente @ Radowitzky: Alfredo Palacios y S. Locascio (Gnarquista individualista). Conocemos el manifiesto edi tado inmediatamente después de los sucesos (el 15 de noviembre) por CO.R-A,, llamando a mantenerse firme en los puestos de combate, a adoptar “enérgicas medi- das” para contrarrestar los propésitos del gobierno (que 4 su Juicio son destruir la organizacion obrera) y prepa ‘arse para responder con la mas violenta protesta +35 Citado por D. Abad de Santillan, op. cit., pp. 187-188, 4s) vee 136 Cf. ver: La Accién Socialista (105), ciciembre de 1909:y"(105), enero. | de 1910, (Ei Consejo: de C.0.R.A.”). Segtin los rumores circulantes la renovacion, del estado de sitio era inminente. 137 5, Oddone, Historia del socialismo argentino, op. cit., tome 2; pp. 180-188, Aparentemente, durante las sesiones del congreso se alzaria una voz critica ante la pasividad del comité ejecutivo durante los sucesos y tepudiando la focalizacion de la atencion partidaria en las eleceiones de marzo, cuando se debia, discutr Je actitud a tomarse en caso de promrogarse el estado de erergencia,y apoyar el intento de huelga general prevs to por las centrales obreras (“Correspondencia”, in: La Accion Socialista N° 107, enero 15 de 1910). 134 Segan D. Abad de Santillin, ‘‘La Protesta; ...”, in: ibid., p. 57. 139 Ast lo expresa el editorial de La Prosesta (1872), abril 23 de 1910. ; 10 "La conferencia del 23 de mayo”, in La Accion Socialista (90), junio 1 de 1909. Vuelve 4 ser relanzada cial” y Leén Castillo, “La ley de residencia”, in! La Accion Socialista (105), diciembre 8 de 1909." 141 “La Lucha Centenaria”, in: La Accién Socialista, abril 23 de 1910 y mayo 1 de 1910. 342 Podemos citar la publicacién que dirigia A. Ghi- raldo desde 1909 leat) pura Pore conti sun Gilimon (op. cit.; pp. 81-83), en la redaccion de La Protesa se teria ls consecuencias de un enfrentamien, {o socal en jos erminos en que estaba planteado, pore sfasaje entre las reivindicaciones y exprssalivas obre- tts. y m0 nivel roa de olpancacon, Commeaisintentoe de negociacion entablados entre la F'O.R.A. y 2l gobierno para evitar legar a un enfrentamiento total. *49 Asi lo califica el diario La Argentina; I! Giornale 187 d'halia habla de $0,000 personas; El Nacional de 40.000; La Protesta de 70.000, "44 Segiin algunas versiones, la huelga lega a abarcar entre 80.000 y 100.000 trabajadores. La Confederacion t publica un manifiesto el 21, lamando a levantar la huelga y logra volver a editar un boletin a partir del 23 de mayo, +48 “Nouvelles d’Argentine”, in: La Vie Ouvriére TIL (32), Paris, enero 20 de 1911; pp. 78-79. "46 “La Protesta; su historia. ..”, op. cit., p. $8, APENDICE DOCUMENTAL

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