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Un condensador eléctrico (también conocido frecuentemente con el anglicismo

capacitor, proveniente del nombre equivalente en inglés) es un dispositivo pasivo,


utilizado en electricidad y electrónica, capaz de almacenar energía sustentando un
campo eléctrico.12 Está formado por un par de superficies conductoras, generalmente
en forma de láminas o placas, en situación de influencia total (esto es, que todas
las líneas de campo eléctrico que parten de una van a parar a la otra) separadas
por un material dieléctrico o por la permitividad eléctrica del vacío.3 Las placas,
sometidas a una diferencia de potencial, adquieren una determinada carga eléctrica,
positiva en una de ellas y negativa en la otra, siendo nula la variación de carga
total.

Aunque desde el punto de vista físico un condensador no almacena carga ni corriente


eléctrica, sino simplemente energía mecánica latente, al ser introducido en un
circuito, se comporta en la práctica como un elemento "capaz" de almacenar la
energía eléctrica que recibe durante el periodo de carga, la misma energía que cede
después durante el periodo de descarga.
Índice

1 Historia
2 Funcionamiento
2.1 Energía almacenada
2.2 Carga y descarga
2.3 En corriente alterna
2.4 Asociaciones de condensadores
2.5 Condensadores variables
3 Comportamientos ideal y real
3.1 Comportamiento en corriente continua
3.2 Comportamiento en corriente alterna
4 Tipos de dieléctrico utilizados en condensadores
5 Usos
6 Véase también
7 Referencias
8 Enlaces externos

Historia
Una botella de Leyden, el primer condensador de la historia.
Cuatro botellas de Leyden que forman una batería (Museo Boerhaave, 2003).

En octubre de 1745 Ewald Georg von Kleist, de Pomerania (Alemania), observó que la
carga eléctrica podía ser almacenada conectando por medio de un cable un generador
electrostático a un volumen de agua en el interior de una jarra, frasco o botella
de vidrio. La mano de Von Kleist y el agua actuaban como conductores, y el frasco
como un dieléctrico, esto es, aislante (aunque los detalles del mecanismo fueron
incorrectamente identificados en ese momento). Von Kleist fue sacudido al tocar el
alambre por una poderosa chispa, mucho más dolorosa que la que se obtenía de un
generador electrostático, por lo que dedujo correctamente que la carga eléctrica se
almacenaba en ese dispositivo.

Al año siguiente, el físico holandés Pieter van Musschenbroek inventó un


condensador similar que fue llamado botella de Leyden (por la Universidad de Leiden
donde trabajaba). También él quedó impresionado por la fuerza de la descarga que
este aparato proporcionaba, de forma que llegó a escribir que "no padecería una
segunda descarga por todo el reino de Francia".
Botella de Leyden "desarmada", 1876

Daniel Gralath fue el primero en combinar varias botellas de Leyden en paralelo


formando una "batería" para incrementar la capacidad de almacenamiento de carga.
Asimismo, Benjamin Franklin investigó la botella de Leyden y llegó a la conclusión
en 1749 de que la carga se almacenaba no precisamente en el agua, como otros habían
asumido, sino en el borde del cristal. También acuñó el término "batería" (que
indica el aumento de potencia por medio de una fila de unidades similares, como en
las baterías de artillería) que posteriormente se aplicó a grupos de células
electroquímicas. Gracias al descubrimiento de Franklin las botellas de Leyden
posteriores se confeccionaron recubriendo el interior y el exterior de los frascos
con una hoja de metal, dejando un espacio en la boca para evitar la formación de
arcos entre las láminas. La primera unidad de capacidad fue el "tarro", equivalente
a alrededor de 1,11 nanofaradios. Empezó a estudiarse la inductancia o medida de la
oposición a un cambio de corriente de un inductor que almacena energía en presencia
de un campo magnético.

Se usaron botellas de Leyden o dispositivos más potentes (que empleaban placas de


vidrio planas alternadas con conduc

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