Derechos fundamentales generales
y relacién laboral: los derechos
laborales inespecificos
1, LOS DERECHOS CONSTITUCIONALES LABORALES INESPECTFICOS
Los derechos laborales recogidos por la Constitucién (cr) tienen su origen espe-
cifico 0 raz6n de ser (exclusiva 0 principalmente), obvio es reconocerlo, en el
dmbito de las relaciones de trabajo asalariado, de modo que no es posible téc-
nicamente su ejercicio fuera de las mismas. La relacién de trabajo, activa 0 como
referencia pretérita o de fururo, se convierte de este modo para aquéllos en pre-
supuesto insoslayable de su nacimiento y ejercicio. Es el caso, ast pues, de los
derechos -especificamente, laborales (derechos especificos), de que son titulares
los trabajaciores asalariados 0 los empresarios (o las organizaciones de represen-
tacién y defensa de sus respectivos intereses) en tanto que sujetos de una rela~
ci6a laboral (paradigméticamente, derecho al salario, derecho de huelga, dere-
cho de negociacién colectiva, etc).
Al propio tiempo, otros derechos constitucionales de cardcter general y, por ello,
no especificamente laborales pueden ser ejercidos, sin embargo, por los sujetos
de las relaciones de trabajo (los wabajadores, en particular) en el ambito de las
mismas, por lo que en tal caso adquieren un contenido o dimensién laborales
sobrevenidos, Se produce asi una »impregnaci6n laboral de derechos de titulari-
dad general o inespecifica por el hecho de su ejercicio por trabajadores asalaria-
dos (también eventualmente por empresarios) a propésito y en el Ambito de un
contrato de trabajo. Son derechos atribuidos con carfcter general a los ciudada-
nos, que son ejercidos en el seno de una relacién juridica laboral por ciudada-
nos que, al propio tiempo, son trabajadores y, por lo tanto, se convierten en ver-
dadetos derechos laborales por raz6n del sujeto y de la naturaleza de la relacion
juridica en que se hacen valer, en derechos constitucionales laborales inespecifi-
cos!. Y es que, naturalmente, la celebracién de un contrato de trabajo »no implica
en modo alguno la privaciGn para una de las partes, el trabajador, de los derechos164 Manvn Camios Patou Lom
que la Constitucion le seconoce como cindadanoe (ssTc 1120/1983, 88/1985,
104/1987, 6/1988, 129/1989, 126/1990, 99/1994, 6/1995, 4/1996, 106/1996,
186/1996, 204/197, 1/1998 y 197/198). Son, en definitiva, derechos del ciuda-
dano-trahajador, que ejerce como trabajador-ciudadano.
£1 necesariv equilibrio (equilibsrios y limitaciones reciprocos: para ambas partes
del contrato de trabajo) entre el ejercicio del poder de direccién del empresatio.
(reflejo, por lo demas, de otros derechos constitucionales que le asisten, arts. 33
y 38 ce) y el dmbito Gmodulado por ef contrato, pero en todo caso subsistente)
de jas libertades constitucionates del trabajador exige, a fin de cuentas, que, dada
1a posicién preeminente de los derechos fundamentales en nuestro ordenamien-
10, la referida «modulaciony deberi producirse Gnicamente en la medida estricta-
mente imprescindible, (ssc 6/1988). Y asi, dada la posi-
cion preeminente de los derechos fundamentales en nuestro ordenamiento (sic
88/1985 y 99/1994), esa modulacién s6lo se producira «en la medida estricta~
mente imprescindible pare el correcto y orclenado desenvolvimiento de la activ
dad productiva: (src 99/1994, 106/1996, 1/1998, 90/1999 y 20/2002), por lo que
los limites del razonable ejereicio de la libertad de expresién del trahajador se
sobrepasan tan s6lo cuando se compromete el interés legitimo y acreditadamen-
te imprescindible del empresario (este limite se ve asimismo “limitado” por la180 Mantint. Cantos Patonegunt: Lavex
noti6n de imprescindibilidad:, sre 90/1999) y se le cause un darto especifico (sre
120/1983, 88/1985 y 6/195).
Lo que, a fin de cuentas, entrafia la necesidad de proceder a una -ponderacidn
adecuadar, a la luz de las concretas circunstancias de cada caso (sre 106/1996,
1/1998 y 90/1999), de la valoracién constitucional del derecho fundamental de
libertad de expresion y de Jas obligaciones laborales que puedan modularla;
facilitindose de este modo la determinacién en cada supuesto, de acuerdo con
los criterios manejados por la jurisprudencta constitucional, de si se ba pro~
ducido 0 no la lesin del derecho. Es ¢l caso principal, asi pues, de la rele-
vancia ptiblica de la materia sobre [a que versan las manifestaciones del tra-
bajador (sste 6/1988, 143/1991 y 1/1998), hasta el punto de que no resulta
exagerado afirmar que, en tanto en cuanto el contenido de la expresién se
feficra 4 visregularidades en un servicio publico y de pablico interés», la posi-
ble oposicién entre el deber contractual de buena fe y el derecho constitucio-
nal de Jibre expresi6n (también del de informacion) queda «notablemente difu-
minaday (src 1/1998; sobre la libertad de expresién de los deportistas
profesionales y la trascendencia piiblica de sus declaraciones, sre 105/1983,
6/SBB y 6/1995)
IX, LA LIBERTAD DE INFORMACION ¥ 1A CLAUSULA DE CONCIENCLA EN SU EIERCICIO
la libertad de informacién, para -comunicar o recibir libremente informacion
‘yeraz pot cualquier medio de difusion: (art, 20.1.4) cz), es desde luego un dere-
cho constitucional diferente de fa libertad de expresin ya analizada, Mientras
que ésta tiene por abjeto la libre expresién de pensamientos, leas y opiniones
(concepto amplio que comprendle también las creencias y los juicio de valor), sia
pretension de sentar hechos 0 de afirmar datos objetives, la libertad de informa-
Gin protege la -libre comynicacién y recepcién de informacién sobre hechos:
(sare 6/1988, 126/1990, 4/1996, 204/197, 197/1998, 57/1999, 90/1999 y
19/1999), cuyas titulares son, en consecuencia, tanto fos medios de comunica-
cién y los periodistas, como cualquier persona que facilite la noticia vera de un
hecho y Ja colectividad receptora de la misma (ssre 6/1981, 105/1983, 168/1986,
165/1987, 6/1988, 176/1995, 4/1996 y 25/2002), aunque, ciertamente, el derecho
alcanza su’ maximo nivel cuando Ia libertad es ejercida por los profesionales de
fa informaciém a través del webiculo institucionalizado de formacién de la opi-
nién publica que es la prensa entendida en su més amplia acepeién (ssrc
165/1987, 105/190 y 176/195),DERECHOS PUNDAMENTALES GENERALFS ¥’RELACION 1ABORAL. 181
Esta distincién entre pensamientos, ideas y opiniones, de un lado, y comunica-
cidn informativa de hechos noticiables, de otro, tiene decisiva importancia por
cierto a la hora de determinar la legitimidad del ejercicio de ambas libertades,
pues «mientras los hechos son susceptible de prucha, las opiniones 0 juicios de
valor, por su naturaleza abstracta, no se prestan a una demostraciGn de exacti-
tud: (sre 107/1988). De este modo, a quien ejerce la libertad de expresién 90 le
es exigible la prueba de la veracidad de lo manifestado (ste 223/192), que con-
diciona, sin embargo, la legitimidad del derecho de informacion por expreso
mandato constitucional, al aftadir el correspondiente precepto el adjetivo «veraz»
al término