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D E LA CULTURA CUBANA

14
1.000 ptas.

P-r/-_
'"•~ .--kz, :- .•.
111 Homenaje a Virgilio Pifiera 111

POEMAS INÉDITOS
Virgílio Pifiera. • 3

INTRODUCCIÓN
Carlos Espinosa Domínguez • u
DE LA CULTURA CUBANA
LA ÓPERA Y LA JABA
Antonio José Ponte • 14
DJRECTOR
Jesús Díaz PRIMERAS CONFIDENCIAS
Abílio Estévez • 18
filDACClÓN
Manuel Díaz Martínez MORDIENDO EL SITIO DEJADO POR SU SOMBRA
Luis Manuel García Roberto Uría • 24
Iván de la Nuez
Marifeli Pérez-Srable EL INTERROGATORIO EN EL TEATRO PI1'Í'ERIANO
Rafael Rojas Guillermo Loyola • 29
Rafael Zequeira
UNA TRAGEDIA EN EL TRÓPICO
EDITA Ernesto Hernández Busto • 36
AsOCIACIÓN ENCUENTRO
DE LA CULTURA CUBANA Ili Ili Ili
e/ Luchana 20, p, Int. A
CARTA ABIERTA AL SR. ROLAND T. ELY
28010 • Madrid
Manuel Moreno Fraginals • 45
Teléf., 915 93 89 74
Fax, 915 93 89 36
E-mail: encuentro@nexo.es 11 Textual 111
COORDINADORA
LAS REMESAS FAMILIARES
Margarita López Bonilla
EN LA ECONOMÍA CUBANA
DtSENO GRÁFICO Pedro Monreal • 49
Carlos Caso
CARTA ABIERTA DE LOS INTELECTUALES MEXICANOS
COLABORADORES ACERCA DE LA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS
f.liseo Alberto • R:ut\Ó<'I Altj:mdro • C.,r]os Alfonro t •
R.lf.td Alm,mza • Eli~'O A!lll11'1g,> • U,•a de Ar:tgófl • HUMANOS EN CUBA o 63
Hekn:i Arau,0 • Jcifv Lui,s Arcos •
~~~t~<;';.::J~ ~~~ ~~t:ri&a •
j{,i;ê Ikdi:, • fr.mdsco lledoy;, • Antonio Bel'liiez Rajo •
Ili Ili Ili
De\criz tkm:tl • Natali:1 Bil!ooi • Efü:abcth Bulg.OG •
A1ilio Caballcro • M;tdeline C.1m:,,m • Y:,nit:d:< c.~m"!ti •
Cioo Colina, • R:idhis Cuti Quevcdo • E!iK'O Diego t • VERSIONES Y PERVERSIONES DE ALEJO CARPENTIER
J™'<:fiM de Diego • V10::m1e Ed~rrl • Roberto González Echevarría • 65
C,,rlos 1'.splno.-;.1 • Oscar Espio= Chepe •
Ma_i:a!i Es,pinos.~ Ddg.,do • Marí:l Ekoa L'<!)lnos:t •
AbilK) f,,;1êw:>: • Onmar Ene • Tony Évora •
Migue! fem;'inde2 • fl:wio Gardandía •
ESPERANDO A GODOT
Alberto Garrnndb • Florendo Gelabcrt • l.oi.ITTles Gil • O ttm ar Ette • 69
Robeno Gow.:ilc:r. f.d>ev;i.rría • M.lrio Guíllot •
Marie!:, A. Gutiérrez • F.mesm Hemández Bu.'lto •
Emilio khibwa • josé Koz,:,r • Al~o t.1wo •
Rm-di leu1hold • Cés.lr l.ópa,. Humlxtro lópez Cruz • ANTÓN ARRUFAT HABLA CLARO SOBRE
GuillennQ l.oyob • F.<lu:,rdo ~bnct • LOS SIETE CONTRA TEBAS
Carmelo Mes.1-1..>go • Julio E. Mir.<ncb t • M.lri:l Montes •
Pedro Monreal • Manuel M0teno Fr;,gin:.ib •
Ger.mJo Mosquenr • Jooquín Ordoqui •
Jesús J. Barquet • 91
Gregorio Orteg;i • !>ti.rio P:tr,1jón • f.nriqll<! Pat!t:rron •
Carla; hz • ~ffil M' Pérez Br.avo • W.,ldo P6i::z Cino •
Gust.,vo Pérez Firmai • Virgílio Pifler.a t •
Arnooio~ Ponte• JO-"é Pr.<!5 S.1riol • T:mi.l Quintero •
Alberto Reane • Rmil Rh'ero • Robict Rodrlgue:i: Leyva • 111 La mirada dei otro 111
Guilk-rmo Rodrígm:z Rlvem • Efr.iín Rodriguez Sam:m.,1 •
Joel Fronz Rosdl • h':<n Rublo O.,ev,u • Balruí Salinas •
fidel Send:1gona • Osbd Suárez • Roberto Uri.l • DOS DESTINOS: TANIA QUINT.ERO
Jotge \álfü • Renê V4~uei'! Dfaz • C..1rlos Vlaoria •
Fernando Vi!!:werde • Alan Wc:st • Yoss (José Miglld E IBRAHIM FERRER
"°"""' Reudi Leuthold • IOI

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o to fio de
1419 9 9
111 Visión de América
(SCIENTIA SEXUALlS O ARS EROTICA?
Helena Araújo • 109
111
Antón Arrufat
habla claro sobre
Los siete contra Tebas
Entrevista realizada por Jesús J. Barquet

D ESDE LOS Al'Í'OS 60, EL DRAMATURGO, PORTA, NARRADOR Y ENSAYISTA


cubano Antón Arrufat ha sido una de las figuras más controversiales de
la cultura cubana dentro de la Isla. Esta aura en torno a su figura se dcbe no
sólo a ta prohibición y valiente propuesta sociopolítica de su pieza de teatro
Los siete contra Tebas-Premio UNEAC en 1968 y prohibida su circulación desde
entonces dentro de Cuba por considerársele una obra contrarrevoluciona-
ria-, sino también a la independencia de criterio que siemprc ha mostrado
el autor en numerosos ensayos sobre cuestiones idcoestéticas. Unos treinta
allos después del internacionalmente conocido «caso Padilla» -que alteró
profundamente el curso de la cultura posrevolucionaria y pareció estar, en sus
inicies, estrechamente vinculado a la censura sufrida por la pieza de Arru-
fat-, y sanadas ya algunas de las cicatrices que todo ese proceso de enrigide-
cimiento político dejó en la cultura nacional, se hace necesario profundizar
en los aspectos tanto extra como intraliterarios de L..'iCT, ya que, por las razo-
nes antes expuestas, dicha pieza ha sido injustamente olvidada por la crítica
literaria dentro del país. Le envié, pues, por escrito a Arrufat las siguientes
preguntas y comentarios, con e1 finde que él mismo nos revelara extensamen-
te las entrebambalinas históricas y literarias que han convertido a LSCT en la
«pieza maldita» dei teatro posrevoludonario escrito dentro de la Isla.

JESÚS BARQ,.UET: En su artículo «Pequeiía profesión de fe», aparecido en el


número dos de la Revista dei Vigia de 1995 (pp. 107-110), sei\ala Ud. por
primera vez la necesidad de levantar el velo de silencio que ha cubierto
todo lo referente a su pieza Los siete contra Tebas [LSCT] desde su censura
en Cuba en 1968. Han pasado ya treinta aõos de todo aquello, durante ese
tiempo se ha mantenido Ud. «dei lado de la Revoludón» dentro de la Isla,
desde princípios de los 80 se le ha «rehabilitado» como escritor, i::por qué,
entonces, continúa dicho velo de silencio sobre LSCT en particular?
Haciendo un recuento de su caso, tenemos que, después de más de diez
aõos de ostracismo, vuelve a aparecer Ud. en e1 terreno editorial de la Isla,
Plaw de la Catedral. m
c0 E1s ,EV!STA REALIZADA POR ]ESÚS J. BARQUET 1:/C c0 Anc6n Arrufa, habla claro ... 1:/C

con colaboradones en diversas revistas y varios Jibros de su autoría. Sólo entonces1 un tantO sorprendido por su dodlidad: «Existe entre nosotros
como dramanirgo, se publican sus ple:ras La ti.erra permaiumte (1987) y La una pequeiia diferencia: yo }os bago>}. Mi deber era. y lo sigue siendo 1
divina Fanny (1995), y se reeditan todas sus piezas anteriores, excepto escribir lo que necesitaba escribir. Si llegaba a publicarse o no. ya no me
LSCI', en Cámam de amor (1994). Sin embargo, su teatro en general, que interesaba tanto. La honestidad terminaba en m{, y aceptê retirarlos, rne
tanta presencia escénka tuvo en los aiios 60, ha seguido ausente de las parece que con una sonrisa. "'Antón -habló Guillén, y bien lo recuerdo-,
tablas cubanas. Note que busco profundizar aqui, exdush,-amente. en su no se preocupe. Guárdelos. Algún dia se publicarán•.
labor como dramaturgo~ saber cuáles han sido sus vínculos. en tanto que Varias semanas después 1 a la sa.lida de la UNEAC. volvirnos a encontrar~
creador, con Ia actividad teatral del país desde los aiios 80. nos. Me repitió su mismo saJudo de siempre. Yo le dí ias buenas tardes y lo
ANTÓN ARRUFAT: Corno se interesa en mi insignificante hisrori.a personal, es acompaiié caminando hasta su casa, cerca dei Malecón. Nunca. ni esta vez
grato advertirle que el caso alrededor de LSCT no fue el prímero de este ni tas siguientes, mencionamos los tres poemas. En agosto del 68 apareció
tipo que ocurriô conmigo, Semeja tener 1a historia~ tanto la privada como pubHcado el cuaderno. Naturalmente, briUaban por su auseri:da.
la pública, cierto ordenamíento y hasta un sentido, su teleologfa► aunque Como Ud. sabrá 1 el problema alrededor de LSCT está, como diversos
nos percatemos de eHo retrospectivamente, y no en el momento en que affaires sociales; mezdado con factores personales sicológicos a los que el
está ocurriendo, Tal vez su estructura se haUe sumergida o fa predpitadón hombre no puede (o no sabe) renunciar y que debcmos tomar en cuenta
y abundancia de acontedmientos la sumerjan por un instante ante nues,. para una comprensión objetiva. Constituyen estas factores lo que Sainte-
tros ojos. Lo derto es que en esa época, pensando ahora en eHa y tal vez Beuve Uamaba ú:.t petit históire, Tales factores. en mi c.asot podrían enume-
organizándola en secreto, comenzaba Ia cultura cubana, tal como là éono- rarse de este modo: poresa fecha, 1967, trahajaba como asesor dramático
cíamos y practicábamos, a peligrar. O mejor: dertos representantes suyos (dramatista) en el grupo Teatro Estudio. Armando Suárez de! VH!ar rcali-
peligraban. Esos peligros tuVleron su gradual desenvolvimiento, su orden. zó conmigo una labor. en este sentido~ exitosa: la puesta en escena de una
Un afio antes. en 1967, fueron pronunciadas verbalmente críticas vio- comedia de José Lorenzo Luaces, que le destaqué y recomendé es:trenar:
lentas y despectivas acerca de Pamdiso, por parte de la dirlgenda poHúca El hecerra de oro. Después quedamos unidos por un tiempo en el intento de
de !a Nación. A finates dei 67 ocurdó el asunto a que debo referirme. rescatar el teatro cubano dei siglo XIX, sobre todo el escrito en verso) y
Todavia yo no hahfa escríto LSCT, cuando una mariana tne dtó Nicoiás tratamos de realizar juntos otros trabajos de este tipo, Comencé a buscar
GuiUén a su despacho de la UNEAC. obras que se pudieran estrenar o reponer, como luego se hizo con Milanés
Solía Guillén, terminado su trabajo como Presidente de esta instituci6n, y la AveHaneda. Durante este período de mutua co1ahoración, Suárez me
caminar unas cuadras hasta su casa, sin utilizar su automóviL Si nos encon,. sngirió, apartándose momentâneamente de nuestro intento, que adaptara
tráhamos de pronto, me pedfa que lo acompa:õara. Íbamos por ta caHe 17. la tragedia de Esquilo. Así lo hice y una vez que terminé mi versión de
Como a menudo io saludaban al vedo pasar, me <leda que era el akalde LSCT, se la entreguê a Suárez del Villar para que él fuera, ya qnc me la
del Vedadoj }' soitaba una de sus ruidosas carcajadas. Para mi tenía siempre había pedido, quien la estrenara.
e1 mismo saludo: "Cada vez te pareces más a Alfredo de Musset... , Nunca le Después de este hecho, en aparienda tan simple, se predpitaron los
pregunté e] motivo. Daba por supuesto que aiudfa a que, por esos afios. yo acontedmientos, en verdad casi de manera malvada. Suárez no era et
tlevaba e] pelo como un poeta romántico. director de Teatro Estudio, sino solamente un director más dentro del
La maiiana en que me citô hab1amos mucho y de muchas. cosas, Todas grupo. Muy joven en ese momento, había adquirido~ con el estreno de El
me impresionaban corno inddentales. Pareda bordear el asunto prindpai, becerro de oro, exitoso tanto para el público como para la críúca. un rápido
sin decidirse a afrontado. Por fin lo hizo. Con embarazo, molesto y como reconodmiento, y se le consideraba como un futuro gran director de esce~
un poco obiigado, me dijo que le habían pedido -cquiénes le pidieron?, na, Divulgador de una manera actual de decir e) verso dramático. sus pro-
nunca lo supc- que a su vez. me pidiern sacar varios poemas, tres en total. yectos de renovador dei teatro cubano dãsico, su juvenmd y su êxito.
de mi ifüro Esc:rito en las puertas (1967), que estaba por aparecer impreSo inquíetaron a Vicente Revuelta, de prestigio asent.ado, mayor que Suárez y
en ia editorial de la misma institución, En verdad, la nuestra fue una con- director general del grupo, Pidió !eer mi obra, se enamoró del texto y se
vcrsadón muy corrlíaL Ambos parecíamos un par de conspiradores, y Ue~ propuw eliminar a Suárez del Villar y dirigir la obra, Trazó su estrategia:
gamos hasta a bajar la voz. Recuerdo que no me molestó su petidón y que formar parte primero del equipo de dirección, hablar después conmigo y
apenas me asombré, Como Guiiién se presentaba muy sabio en estas cues-- convencerme de que Suárez careda de experiencia escênka para estrenar
tiones, no qulse ser menos y me mostré igualmente sabio. En un momento una pieza tan compleja. Descubrimos su ambicíón y ios manejos turbios
me díjo: «He sentido en denas ocasiones eJ impulso de escribir poemas con los que intentaba akanzarla. Tratamos de impedfrseio: Suárez se negó
parecidos a los myos y en el último minuto renuncié a hacerlos». Yo le dije a que formara parte del equipo de realizadón, y yo me entrevisté con é!. s
mm
CfiY ENTREVISTA REALIZADA POR ]ESÚS ]. BARQUET-&:,
c0 Antón Artufat habla claro ... =
Fue en el curso de esa entrevista en que me enteré de su ínterés por mi y el acto de repudio no pudo realizarse. El Premio de Teatro nunca me fue
versión. En el fondo él obraba como un enamorado: defendia 1a posesión entregado. Ní diploma, viaje a Hungria ni metal. La dirección de la UNEAC
del objeto de su pasión. Hasta aqui fue honesto. Luego. usó de su poder estaba en contra de ese Premio, como lo manificsta en el prólogo que
en el grupo. Intentó presionar, terminada nuestra entrevista con mi nega- antecede a Ja edición. Si la obra se editó, nunca se vcndió cn las librerías
tiva a entregarle LSCT, y se acercó a los actores dei reparto para influirlos, del país. Círculó clandestinamente: ejemplares robados de los almacenes,
hizo intervenir a su hermana Raquel, dispuesta siempre a defenderlo, robados por gente desconocida, y ejemplares mimeografiados, también
tuviera su hcrmano razón o no, y comenzó una campaõa de rumores, por gente desconocida. Circuló oficialmente sólo en las embajadas cuba-
intentos de desprestigio, y al fin usó Vicente el arma postrera y que más nas, a las que se rcmitieron para demostrar que se había editado y por si
resultado le dio: acusó a la pieza de «problemas ideológicos». algún extranjero curioso la procuraba. De pronto pareció reinar una
Mi entras tanto, yo había enviado LSCI' al Concurso de la UNEAC. De este calma imprevista. Las cosas no siguieron su curso normal e ignoro los
hecho, legítimo en cualquier escritor, se dieron posteriormente diversas motivos de su paralización. Pasaron meses en que nada ocurrió. Salí de
versiones. Todas i•ntentaban demostrar una intención aviesa de mi parte, Teatro Estudio. En esta decisión me síguió Suárez, y nos fuimos a otro
Fue un hecho, en ese aspecto, completamente inocente. Se dijo que Padi- grupo, La Rueda, con el fin de estrenar allí LSCT. Los Revuelta le pusie•
lla, al enviar Fuera del juego, y yo, al enviar mi obra, nos habíamos complota- ron, tal vez influídos por la lectura de mi pieza, «sitio1, al grupo. Hablaron
do con el fin de producir un escándalo político. No hubo entre nosotros con sus principales figuras y comenzaron a llevárselas, una por una, para
tal intento, y nos vinimos a enterar de que concursábamos juntos, aunque
Teatro Estudio, ofreciéndoles los mejores papelcs y óptimas condiciones
en géneros diferentes, dos o tres dias antes de la premiación. Quedamos de trabajo. Apenas sobrevivimos unos meses y mi obra no pudo estrenarse.
asombrados y a la vez alarmados por este resultado dei azar, que suele Me fui con Suárez a trabajar en provindas, a Cienfuegos. Lo que quedaba
acercar cosas peligrosamente. Tales conjunciones son fáciles de efectuar de La Rueda se disolvió.
en una sociedad como la nuestra, donde todo es colectivo. En aquellos La calma empezó también a disolverse. Comenzaron los comcntarios
momentos, por afiadidura, reinaba un clima irritado entre la gente, de sus- adversos sobre Pamdiso. La novela se había publicado en 1966, en febrero,
picacia y a ratos de terror. Sobre nuestra vida social prevalecía la descon- Tengo la seguridad de que se permitió su publicación porque nadie la leyó
fianza. Se engendraba y proliferaba con gran facilidad y rapidez. o fue leída de prisa, sin detenerse en los capítulos dedicados al homose-
Raquel Revuelta fuc elegida -2por el azar o por el cuidado?- integran- xualismo, tanto teóricos como factuales. Se trat.:1.ba de un texto de Lezama
te del jurado del Premio. Como tantas veces anteriores, siguió las indica- y nadie lo iba a entender, deben haber pensado en la dirigencia de la
ciones de su hermano. Se puso a su servido y realizó una labor, en la que UNEAC. AI cabo de un aõo de publicado, muchos lectores lo habían leído y
sin duda creía, digna de su encomio. Como es habitual en los casos en que comprendido. Quizá alguno, excesivamente alarmado, advirtió a la diri-
una segunda persona interviene, fue mucho más lejos y casi me puso al gencia política. Comentarios y hasta chistes corrían de boca en boca, entre
borde de la cárce1. Indinó con su conducta y sus acusadones a los funcio- esas trescientas personas que, según Barbey D' Aurevilly, forman la cultura
narios para transformar una razón personal en razón de Estado. Como de una nación, y llegó a ocurrir que dcsconocidos gritaran ((Farraluque»
miembro dei jurado, tenía en su poder una copia de mi obra. Coo ella iba en la oscuridad de los cines habaneros.
a ciertos lugares, visitando a militantes dei partido vinculados a la cultura y Padi1la es detenido y se inició su proceso. Al mes fue puesto en libertad.
les leía en voz alta partes de mi obra seleccionadas por ella, entresacadas En la sala Rubén Martinez Villena de la UNEAC hizo su retractación púb1i•
de su estructura general, con el fin de demostrar la tesis de su hermano: ca, que muchos escritores, citados previamente, escuchamos en un pánico.
tiene «problemas ideológicos». Paso a paso, visita tras visita, lectura tras En abril del mismo afio, 1971, se celebró e1 Primer Congreso de Educa•
lectura, los problemas ideológicos se convirtieron en franca contrarrevolu~
ción y Cultura. Sus acuerdos son muy conocidos. Al presente sele recuer-
ción. Así fue creando un ambiente propicio. «Si no se la entregaste a mi <la como un fósil. Varios de sus acuerdos, en el aspecto del que hablamos,
hermano, no será de nadie y tú serás castigado por tu desobediencia),, fucron rectificados con el desarrollo históríco. Pero cn su momento el
pareda decirme la actriz desde lejos.
Congreso plantcó la erradicadón de la vida cultural de algunos escritores
El resto es historia conocida. Pese a las conversaciones, afanes de influir, -Padilla y Arrufat, por supuesto-, actores, músicos, pintores, cantantes,
extorsiones y presiones, se me otorgó el Premio de Teatro. Tres jurados - directores de teatro ... Unos por problemas ideológicos y otros por homo-
Adolfo Gutkin, Ricard Salvat y José Triana- mantuvieron su criterio y su sexualismo, considerado en la época como un grave e insoluble problema
firmeza. El día de la premiación fui avisado por amigos fieles de que se ideológico y un mal ejemplo para la juventud de la nación.
preparaba contra nosotros, Padilla y yo, un acto de repudio. Un piquete de Vinieron para mí largas penurias. Fui sancionado, remitido a una biblio--
jóvenes asistiría para impedir que se cntregaran los Premios. No asistimos, tcca municipal. Trabajé en su almacén, anudando cajas con sogas. Fui
CS' ENTREVISTA REALIZADA POR ]ESÚS ]. BARQUET '&) ce- Antón Arrufar habla claro ... 1Sl:l

exduido y marginado de Ia vida. cultural de mi país. Mi nombre se borró pamer, Abilio Estévez, Rodney K. Readíng y Orlando Rodríguez Sardifias,
de 1a historia literada, de las antologías y hasta de los catáiogos de !as entre otros). Si exceptuarnos la indusíón de Todos los domingo,r;, se podrfa ver
bibliotecas. Desaparec-í, y seguí presente. sin embargo, paseando por )as Cámara de amar corno una reedición de su prímera antología de Teatro, de
caUes y asístiendo a los lugares públicos y a las representadones teatra!es y 1963, Su introducción «Las píezas y yo, (pp. 5-27), escrita en 1964, y e!
audidones de música. como un muerto envida, que se sentfa vivir y estaba <(Apêndice,. (pp. 341M373) a Câmara buscan delimitar temática y formalmenM
dispucsto a esperar -y provocar- la rectificadón. Cator-ce afios después te, dentro de su teatro, un período previo a L<iCT; a saber, un período que
llegó, gradualmente, despaciosa, para no Hama.r la atendón pública, Fui comenzó con El caso se investiga y se cerró con Todos los domingos. Esto expii-
rehabifüado en varios aspectos, pero no en uno: mi condición de drama~ caría la exdusión de LSCf de su Hbro Câmara, así como su pregunta abierta
turgo. Los Revue1ta seguían regenteando eJ teatro cubano, y nunca han al final de ..,Las piezas y yo»: '\~Qué va a pasarme a hora?» (p. 27), Veintidn-
sido, en mi caso, inducidos a rectificar. Esto explica el aparente misterio de co afios después, tcómo respondería Ud. mismo a aqueUa pregunta?
un autor publicado, eiogiado. premiado y hasta reverenciado, que no AA: Câmara de anurrno es una antologfa. Recoge las piezas cuyo tema preponM
puede estrenar sus obras teatrales. Cada vez que algún director o actor derante es el amor y cuya forma teatral es la dei teatro de câmara. Constí~
intenta llevar a escena LSCT, una marafia de recomendadones y adverten~ tuyen. en mi creación, una etapa rebasada, o tal vez abandonada por mí.
das se lo impide y lo hace desistir. La petición de Suárez dei Vi11ar de hacerlc una versión de ia tragedia de
Por tanto, mis vínculos y mi labor como hombre de teatro en Cuba son Esquilo víno a coincidir --según suele suceder- con una etapa de inactivi-
inexistentes e inoperantes. El teatro se ha ido de mí. Me dediqué a escribir dad y cerrazón en mi escritura teatrait tal como he contado en «Las pieza.s
otros géneros, o a mezdar varios géneros. Felizmente soy virtuoso y puedo y yo». Reelaborar e! extraordinario texto de Esquilo. majcstuoso y rudo.
hacer varias cosas. Siempr-e escribí poemas y relatos; slempre~ desde que me entusiasmó~ tocándome profundamente. Renad como dramaturgo. y
comencé, escribí ensayos, A estos géneros -término ya en desuso-- me he tras este trabajo, se iníció una segunda etapa. en un espado escénico más
dedicado. La costumbre de asistir a1 teatro la he ido perdiendo, De vez cn libre, de mi escritura teatrat
cuando algún amigo me induce o me suplica que vea su trabajo y le dé Pasé a un estado dtferente; el que se inicia con LSCI' y termina, hasta
alguna opiníón. Asisto con un encanto marchito. Poco hay que ver en e1 ahorn, con «EI crioilo Juan• (1983), que permanece dob!emente inédita.
teatro cubano actualmente, o mejor, desde hace una década. Nunca me he Son obras muy extensasr escritas cn una especie de prosa rítmica. para
sentido inclinado a frecuentar los cementerios. escenarios vados, con coros y múltiples pcrsonajcs. Es decir1 lo más alejado
JS~ Según tengo entendido, su pieza LSCTnunca. ha sido Uevada a escena en de un teatro de cámara, con su cuarta pareci, sus muebtecitos y su reparto
Cuba, ,:conoce Ud. las razones? e.Sabe cuál ha sido el destino escénico de pequeiio, que se mueve de derecha a izquierda. se levanta o se s:ienta, y a
UCT en el extranjero? veces fuma y toma café. Por esto no insisti en que LSCJ' se induyera. En la
AA: A lo dicho anteriormente, debo aõadir solamente esto:- nada hago porque editorial, como Ud. supondrá, quedaron contentísimos con mi falta de
se estrene. Más 1e digo, me agrada no hacer nada. Mi resistencía es fabulo- ínsistenda. Sí lo híce por un motivo ---exdusivamente Hterario-. ellos lo
sa, pero ml pereza, tal vez otra de sus manifestadones, es también fabulo~ hideron po-r otro: el afán de no buscarse problemas. Así y todo, csperé
sa. Huyo de cualquier cosa, además, que me traiga malos recuerdos. Se los siete afios para que e1 tomo pudiera publicarse. Esto me pasó y por eso
dejo a los demás, a Jos que no saben huir. Tal vez me propongo con esta quedó fuera.
desídia solamente una cosa: que los otros Ueguen por su propia volun tad y JB: Entrando ahora en los aspectos intraiiterarios de LSCT, c.acepta Ud. la afir~
convendmiento a un hccho simpie: ha negado la hora. macíón de que su pieza se basa no sólo en ia tragedia homónima de Esqui-
LSCT se representó cn 1970 en México, dirigida por Salvador Flores, lo, sino también en Las Jcnicias de Eurípides? tHay alguna otra intertextua~
con el grupo estudiantil de Marta Verduzco. Tengo criticas de esta reprc- lidad en su pieza? Háblenos de los cambios que Jes hizo a )as fuentes
sentacíón, a1gunas fotos y programas:, gríegas y de sus motivos para dichos cambios. Por razones mayormente de
JB: La antologia Teatro cubano contemporâneo, he-cha en Madrid en 1992. recoge lenguaje. <:recuerda Ud. quê traducdones de los textos griegos leyó a)
su pieza LSCI'. Se facilita asi el acceso deJ público internacional a una obra escribir su versión?
que ha sido difícil de conseguir tanto dentro como fuera de Cuba. Para d AA: Primero me referirê al trabajo con el texto de Esquilo. Durante febrero
público cubano, aparedó en La Habana en 1994 una segunda recopHa- de 1968, motivado -como ya dije- por Suárez de} Viilar, realicé ia relec-
dón de su teatro, Câmara de amor, la cua! no induye LSCT, a pesar de tura de la tragedia de Esquilo, Esa relectura me acercó, crco que por pri-
gozar ésta de un premio nacional, de tener una irnportancia peculiar den- mera ve2.;. al texto. Cuando la inidé, no recordaba las impresíones de mi
tro del debate cultural de la IsJa, y de contar con la estimadón de varfos primera lectura, que no debieron ser importantes. Quiz:á tan sólo una de
críticos de teatro {Emilio Bejel, Matfas Montes Huidobro-1 José A. Escar- las que hacemos para estar enterados, por obligadón culturat Apenas me
!I
::0' ENTREVISTA REALIZADA POR ]ESÚS J. BARQUET i'b (fij· Antón Arrufat habla claro ... ,e:-,

acordaba de la obra, Releerla fue descubrirla, ir de sorpresa en sorpresa. temor y alucinadón, dotan a mi pieza de una fuerza contradictoria impres,.
Pocos lectores en el mundo la citarfan, además, como su tragedia griega dndible, me parece, en una obra de teatro. Prcferí redactar un texto
favorita, En los escenarios se representa muy poco. Aparte de !As jenicias donde elementos atávicost irracionaies, fobias y pánkos ancestrales, reli·
de Eurípides y un fragmento conservado de Séneca --en Edipo en Colono glosidad del Coro, sentímicnto de fidelidad familiar en Etéodcs~ en:ren en
de Sófocles el tema se toca de modo indirecto-, no conozco ningnna confücto con preceptos y prindpios del nuevo orden creado en la cmdad.
nueva versíón de Los sU!te contra Ttbas que la de Radne, escasamente men~ En dertos instantes de mi versión me agradó intercalar fragmentos de\
donada y casi nunca representada. En un artículo. Pedro Henriquez texto esquiHano, más exacto. de 1as traducdones que consu1té --espaiio-
Urcria menciona una rcpresentadón dei oríginal esquiliano en la dudad la.<J., inglesas y francesas--. entret~Jiéndolo con el mio. (A este :rabajo se le
de New Yorkt en la décad.a de! 20. Tal vez -imagino- debió ponerse en Uamaria posteriormente intertextualizar.) Estos fragm~ntos, t~~ercalados
otros atios y en otras ciudadcs, de !as que no tengo noticia. Si Suárez me en momentos diferentes de la tragedia, con frecuenc1a adqumeron una
sugirió la versión de esta tragedia, mi de-sarroiio como dramaturgo, cn cri,. significacíón diversa de la que le <lio Esquilo. En otros momen«:'s me pare-
sls en ese momento, y los cambios sodales verificados en Cuba también en ce que flotan solitarios, tras dejar cn e\1denda..la pobreza. d~ ,m1s pal~bras.
ei momento en que acometi fa versión. propíciaron, a su manera singular Este tipo de experiencia encierra algo demomaco; la pos1bthdad de J~gar
y que un griego de la época Uamarfa destino, mi redescubrimícnto de Los çon un texto dásico, de jugar y vu1nerar, anulando en parte la autondad
siete contra Tebas, Me impresíonaron su alíento épico, el tema de la justida y casl mística que ejercen -legítimamente- sobre nosotros, sus descen~
el derecho, su encanto arcaico, la estructura rudimentaria, como de una dientes, Sin duda no fue mi intendón innova.r, huyendo dei texto original,
maquinaria de madcra pintada en colores primados, y el temor, sobre sino utiiizarlo con amplitud. Creo, no obstante, que en esta dedsión radica
todo d temor. que la recorre como una Uama. Temor a la muerte que la la originalidad de mi trabajo, o al menos, s-u novedad: no huir c~el text~ ~e
guerra precipita, temor de perder ios bienes- de la vida y e1 deseo, suma- Esquilo, hundírme en él. No buscar una nueva estrnctura m una vieJa
mente arraigado, de preservar estos bienes. cubanizadón. Citar, citar como en un tallage, fragmentos ente-ros. pero
Conscrvé la e:structura del original, agregando tan sôlo tres escenas, La dentro de: otro contexto o, mejor, pre~texto. Situado en las antípodas de
mãs importante se desarroHa entre Etéocles y Polinice. Las dos restantes Esquilo, dtar\o~ plagiarlo y usar la eficada de su expresión, so.s imágen:s Y
consisten en la entrada de los seis soldados tebanos que combatirán contra elan retórico, la fuerza de su discurso dramático y su encanto arcaKo,
los invasorest y en la que se describe ta muene de los dos hermanos, uno a como cn ia escena de los escudos o en los momentos de horror dd Coro
manos del otro. Suprimí varios personajes: el Mensajero, el Pregonero, ante la proximidad del ejérdto invasor y la posíble pérdida de la ciudad,
Antígona, Ismene. FinaHcé la obra con 1a entrada de los dos cadáveres., tras En rigor no obré por imitación, sino por contaminación.
la vktoria de los tebanos. Alg1,mos críticos e investigadores han planteado c.Cuáles son esas antipodas? Cualquiera que lea comparando las dos o~ras,
que la tragedia original terminaba aquf. El resto. con la entrada de nuevos podrã darse cuenta de que he despojado al argumento de su carga fatahsta.
personajes, es un aõadido posterior. Si suprimí varios personajes, aI del del conflkto entre nobles tcrratenientes, tanto invasores como tebanos, de
Espía afiadí un segundo F.spfa, Hice hablar a los soldados. mudos en el ori~ los problema.<.; dinásticos, ofredendo finalmente una interpretación diferen-
ginal Modernicé algunos nombres y omiú ia mención de templos, dioscs y te, tal vez {,mpobrecedora, de la leyenda. de la rnaidiciõn como herenci~
lugares de Grecia. dejada por Edipo y dei cumplimiento inexora~le de los m~~datos d:t de~tt:
Cada jefe invasor, aparte de Ia descrípdôn de armas y emblemas, cs un no por parte de sus hijos. Quizá la empobrect, como ya ?ye~ la rac1on~lu:c
tipo de guerrero. Establecf con los tebanos una diferencia primordial: en derta medida. despojándola de la grandeza que consiste, para el heroe
éstos han perdido tales distindones. son hombres del pueblo y carecen de trágico, en tuchar con fuerzas oscuras más poderosas que é! y que a~ fina1 lo
rango miHtar. No son nobles terratenientes como en el original. Hice que hacen sucumbir. Pero, sin duda, esta interpretación era ine\itable para un
Polinice fuera desterrado después de demostrar durante un ano su incapa- dramaturgo ocddental de mi época. Ella corre el riesgo. lo reconozco, de
ddad para gobernar, Este hecho es oscuro en Esquílo. En Las Je:nicias y en transformar una tragedia autêntica en algo parecido a un melodmma.
los fragmentos. que quedan de la tragedia de Séneca, PoJinke es víctima, l,a representadón de esta pieza deberá impresionar a su espectador
por el conu·ario, de la ambidón de poder de su hermano, y es desterrado como algo tosco, stn artizar, sin subUmadones artístkas, donde la palabra Y
por éste sin que 1e permitan ejerccr nunca el gobierno. el cuerpo soberano del actor logren un clima de grandeza dramática, en
En cuanto a Ias cuestiones y sentimientos religiosos, Ias desplacê hada un cspado desnudo, sin coturnos ni máscaras, con ropas de trabajo o de
d Coro, exclusivamente, siendo en Esquilo una central motivación. ensaio. Sólo Etêodes nevará en sus ropas atgún símbolo de su poder,
Sobresalen al principio y ai final, cuando Etéodes pane a enfrentarse con Finalmente una obs-ervadón u ocurrenda. El atractivo permanente de
su hermano. Creo que cstos sen tímientos religiosos, con su carga de 1as grandes obras radica cn su aparente incompktcz. Nos sugiereú siempre
c0 ENTREVISTA REALIZADA POR ]ESÚS ]. BARQUET e:, la mirada dei otro
algo que no está del todo en el texto, en el trazo, en el acorde. Son, esen-
cialmente, provocadoras. Dos mil aiios después un poeta cubano, patroní-
mico que Esquilo no llegó a escuchar, se acerca a su tragedia y la acerca a
él, como si le hiciera seiiales. Con melancolia pienso que otros poetas,
Dos destinos:
habitantes de otras latitudes y otros siglos, harán de nuevo lo mismo.
Entonces se sabrá, como se sabe ahora, que Los siete contra Tebas de Esquilo
es la única obra que queda sobre el tema.
Tania Quintero
Como ha afirmado Ud., el encuentro entre los hermanos me lo sugiríó
Las fenidas de Eurípides. Creo que, sin embargo, el texto de Esquílo es el
e Ibrahim Ferrer
prevaleciente y por eso siempre se le menciona. De fragmentos de poemas
griegos tomé y reelaboré pasajes de la obra. Trabajé con la traducción al
inglés de Gilbert Murray, a la que Eliot acusa de haber convertido el hexá-
mctro griego en un verso de Swinburne, pero dotó a mi trabajo de cierta
libertad rítmica. Consulté la traducción al francês de Amyot, ya dásica.
RA LA VÍSPERA DEL RETORNO TRIUNFAL A LOS ESCENA-
Con ellas hice una especie de texto primario, sobre el cual cornencé a tra-
bajar. No recuerdo el nombre dei traductor al espaüol que consulté. El
cjemplar lo he perdido. i:Podría ser Adrados?
E rÍOS cubanos del cantante lbrahim Ferrer, ocurrió un
día antes de que una vida volviera a su cauce. El sol
s: José Ramón Brene escribió por aquellos aiios 60 una pieza llamada Tebas poniente vertía un río de lava ardíente sobre los tejados
contra los siete, no estrcnada ni publicada entonces al parecer. i:Podría pro- de La Habana. En la azotea del hotel Lido, en la calle
curarme información al respecto? Consulado, algunos hombres veían un partido de béisbol.
.A: Después de mi pieza, Brene escribió Tebas contra los siete, una sucrte de res- Un turista americano pidió una botella de ron para sus
puesta -creo humorística- a mi versión. Nunca se publicó ni estrenó. Yo dos jóvenes amigas. En una casa vecina una mujer negra
no la conozco. recogía de la cuerda ropa interior, gris y agujereada.
s: Aunque no sea esta una afirmación estrictamente literaria, muchos consi•
derarnos que su LSCT es, en lo fundamental, un texto revolucionario (o -Ya sabes --dijo aquel hornbre alto y flaco sin apartar
mejor, una rcvolucíón desde la revolución) y no lo opuesto, como se le la mirada de su lata de cerveza-, si mencionas mi nom·
acusó en 1968. ,:Qué opina Ud. al respecto? bre estoy perdido.
,A: Estoy de acuerdo con todo aquél que opine que mi obra es revolucionaria. Asentí.
s: Pienso en la palabra «utopía», muy affn al espíritu de los aüos 60 en todo -Si lo haces ya puedo olvidarme de mi empleo. Estaría
el mundo. ,:Siente que podría aplicársele a su LSCP. acabado -sonrió dolorosamente-. ,:Qué quieres saber?
~A: LSCT es una pieza utópica, y está en su momento histórico, y en cualquier
momento de la historia en que el hombre vuelva a creer y a neccsitar Ia Nos habíamos encontrado como por casualidad aquella
utopía. Vivimos instantes de utopía. maõana en e1 pase de prensa de la película de Wim Wen-
n: Hay muchos conflictos temáticos en su LSCT que, por no haberse solucio- ders sobre el Buena Vista Social Club, un documental
nado todavía, siguen siendo cruciales en la realidad sociopolítica de la Isla. acerca de la orquesta de los viejos músicos en torno a
Le propongo una pregunta abstracta: ,:escribiría hoy día una pieza corno Ornara Portuondo, Compay Segundo, Ibrahim Ferrer y el
aquélla y, en caso afirmativo, quê le cambiaría? pianista Rubén González, una orquesta que celebra un
\.A: Lo crucial en mi pieza es el sentimiento utópico, su tendcncia a la utopía. renacimiento clamoroso en todo cl mundo con sus cancio-
Si ya la escribí una vez, ,:para quê repetirla? nes cubanas clásicas. La película es una vistosa orgia de
imágenes, un único largo viaje con la cámara hacia los
anhelos de nuestrajuventud, una oda que rompe el cora-
zón dedicada a una ciudad tras cuyos muros derruidos
pareceu seguir viviendo antiguos misterios del amor y de
la amistad. Más de cincuenta periodistas extranjeros, invi-
tados por la compaõ.ía discográfica inglesa World Circuit
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